Partida Rol por web

De nuevo, casi como había venido sucediendo durante toda aquella expedición a la lagunilla, los frutos del trabajo y el esfuerzo que pusieron Bjorn y quienes lo acompañaban los últimos días, vinieron acompañados también de la mala suerte.

Aquellos extraños animales resultaron ser ricos en carne y bastante abundantes, por lo que podrían convertirse en una buena fuente de alimento… si no fuese porque rápidos y astutos, empezaron a escapar tras las primeras capturas, y el hecho de que su piel fuese extremadamente resbaladiza no hacía sino aumentar la dificultar de cazarlos. Y por si eso no fuera suficiente, resultaron tener una mordedura venenosa que, si bien no puso en peligro la vida de nadie, sí que les dejó lo bastante débiles y enfermos como para poder seguir ayudando.

Si no encontramos la manera de cazarlos sin arriesgarnos a que nos muerdan, usarlos como fuente de alimento nos hará más mal que bien- pensó Bjorn mientras junto a aquellos que estaban en buenas condiciones, ayudaba a los afectados por el veneno en el camino a casa, con el regusto amargo del resultado de la expedición, pues si bien no podía considerarla completamente un fracaso, sin duda estaba lejos de haber sido un éxito.

Si algo resultó ser una constante en la mente de Gunnar durante su exploración de los riachuelos y de los páramos centrales, fue la certeza de que continuar explorando las montañas hubiese sido mucho más productivo.

En primer lugar, la zona de los riachuelos ya estaba bastante controlada por el clan, y poco quedaba por descubrir allí, por lo que incluso aunque la recorrió por completo, no encontró nada digno de mención. Por su parte, los páramos centrales, apenas tenían nada que pudiesen aprovechar en su favor, y aunque tal vez pudiesen aprovechar las hierbas que crecían allí con dificultad, lo que estaba claro era que cualquier intento de aprovechar la zona para la agricultura estaba condenado al fracaso.

Seguro que en las montañas podría haber encontrado algo más- se dijo por enésima vez en su camino de regreso, confortándose con que al menos, aquella cueva que había encontrado podría resultar siéndoles de mucha ayuda… siempre y cuando se encargasen antes de los osos, claro está.

El viaje al pueblo junto con el clan Rotesnö les había traido buenas oportunidades de trueque.

- ¿Les parece que valga la pena viajar a la torre de Greyhorn? Realmente no tenemos más para comerciar por ahora, pero puede ser una buena fuerte de información sobre las zonas aledañas... - consultó Embla a sus compañeros.

El trabajo durante el resto de la semana fue arduo. Mikklas y Hodur acudieron primeramente a los paramos centrales que estaban en torno al campamento de su clan, donde ahora se construía el gran salón. Y aunque la cacería fue muy buena allí, les era claro que realmente no había grandes rebaños de grandes animales y que era fácil que acabasen con todo si no se contenía. Para el día siguiente su trabajo se centro en las fronteras con las llanuras, donde si bien esperaban que les fuera mejor, una serie de circunstancias les trajo un muy mal día de cacería. Por tanto sus últimos días los pasaron en torno a la lagunilla, para cuando Bjorn y sus hombres ya no se encontraban allí. Allí no había aves y prácticamente no había peces por lo que lo único que pudieron hacer para que valiera la pena era cazar a la gran cantidad de renacuajos que había en aquellas aguas, que curiosamente eran muy cálidas. Y con ello su aventura dio fin y el otoño empezaba a caer sobre de ellos.

El verano había llegado a su fin, y el otoño les recibió con una tormenta de agua nieve sumamente intensa y duradera. Los trabajos en el gran salón se habían postergado y de momento ya se sentía de forma apremiante el frío.

En aquella noche, en la que el otoño entraba a sus tierras, el consejo del clan Lávidr se reunía en torno al fuego de una tienda de campaña. Estaban algo apretujados entre si, aunque dada la tormenta, eso les venia mejor. Embla y Bjorn les había citado a todos tras su regreso, pues sin duda alguna habría mucha información que compartir antes de establecer si habrían continuar con sus planes para el otoño o cambiarlos.

Lo que hasta ahora sabían por los rumores y la información que se les había ido adelantando, era que Mikklas y Hodur, junto al resto de cazadores habían traído mucha comida, con lo que la moral se había repuesto y el hambre no les había asolado. En ello también habían contribuido Endride e Islab, aunque en una menor manera. Se decía que Bjorn había traído muy poca comida de la lagunilla y que esta contenía aguas termales medicinales y místicas, o al menos eso se decía entre los aldeanos. Y todo aquello era apenas un pequeño bosquejo de todo lo vivido, seguramente la noche se prolongaría.

El ruido de la lluvia y el viento con los que el otoño les había recibido en forma de tormenta era perfectamente audible en el interior de la tienda donde Bjorn se encontraba junto a su esposa y el rosto del Consejo del clan, a quienes Embla y él habían reunido allí esta noche para tratar sobre los resultados de las distintas expediciones que habían hecho durante aquella última semana de verano.

Me alegra ver que todos estáis bien- empezó a decir Bjorn -Os hemos reunido aquí para analizar todo lo que hemos conseguido durante esta última semana- dijo, mirando a su esposa para indicar que la reunión era cosa de ambos -Así que empezaré por explicar lo que pude averiguar yo- dijo, tomándose un tiempo antes de continuar.

Como sabéis, durante esta semana me dediqué, junto a varios civiles, a explorar la lagunilla- comenzó a decir -Al principio, pensaba que podíamos usarla como fuente de agua fresca, pero tuve que descartar aquella idea al llegar- dijo -El  no solo tenía un tono verdoso y cierto sabor como a roca, pero lo más extraño era que estaba muy caliente, así que prohibí que bebiesen de ella hasta no saber más- explicó -Además, al caer a ella, uno de los que me acompañaban quedó ciego al entrarle agua en los ojos, aunque por suerte, se ha recuperado por completo tras unos días- dijo -De todas formas, no estaba dispuesto a abandonar tan pronto, así que construimos una balsa para investigar el origen del agua, que por lo que descubrí, viene de varios geiseres en el centro de la laguna- les dijo- Cerca de uno, me pareció ver algo, pero no quise arriesgarme a lanzarme- añadió -Aunque no todo fue malo. Al parecer, las aguas tienen algún tipo de cualidad, y si se descansa en ellas con cuidado, uno se recupera rápidamente del cansancio… aunque luego hay que tener cuidado para no enfriarse ras salir- les dijo -Por último, dado el tipo de lugar que era, descarté el intentar pescar algo en sus aguas, y tampoco nos pareció ver peces mientras la explorábamos, aunque en las orillas abundan unos extraños animales, los cuales tienen mucha carne… pero por desgracia, son rápidos, resbaladizos y muy astutos, por lo que no es fácil cazarlos. Además, varios de los que me acompañaban enfermaron a causa de sus mordeduras, y aunque su vida no corre peligro, estarán en cama varios días- dijo para concluir.

Por otro lado- dijo tras unos segundos -Por lo que me ha contado, Gunnar, se ha dedicado a explorar buena parte de las tierras- dijo mirándole, consciente de que no hablaría por su cuenta -Para empezar, los páramos centrales están muy dispersos prácticamente yermos a excepción de algunas hierbas que tal vez podríamos aprovechar- dijo, aunque por la mirada de Gunnar, no es que estuviese convencido de que mereciese la pena es esfuerzo -Y respecto a la zona de los riachuelos, tampoco había nada de interés- añadió -Por otra parte, aunque no pudo explorar toda la zona montañosa, encontró varias cuevas en estas, incluyendo una que tal vez sea lo suficientemente grande como para albergar a todo el clan- dijo.

Primero habrá que encargarse del oso- gruño Gunnar tras las últimas palabras de Bjorn -Las paredes de la cueva están llenas de pasadizos y otras cuevas menores que parecen dar a un laberinto- dijo -Y uno de los túneles más grandes sirve como guarida a al menos un oso, puede que más- explicó -El que encontré estaba solo y estaba solo, pero es posible que no sea el único- añadió.

Sacudiéndose el sudor de la frente con la manga por estar todos allí metidos al centro de la tienda, junto al fuego, tras haber comido... aunque no querría estar ahí fuera por nada... Mikklas vio que le llegaba el tiempo de hablar, como técnicamente responsable de la comitiva de los cazadores.

-Yaeay. Podemos confirmar lo de los osos.

Señaló con la mano con la que sostenía el cuerno (lleno de agua de frutos y no de cerveza, pero qué le iban a hacer) hacia varias de las cestas con las que cargaban, junto a las que había varios fardos con carne... y encima de ellos, la cabeza de un oso, junto con su piel y las garras.

-Hodur y yo dimos muerte a un oso -dijo el gordinflón, con un cierto orgullo- Por desgracia tuvimos una baja que lamentar... Hrotgäf no volverá a empuñar un arma en bastante tiempo hasta que refresque esa pierna. No obstante podrá unirse a los civiles. En un futuro, si lo desea, cuando sea necesario podrá volver a tomar las armas, pero... -se encogió de hombros- Al margen de eso ninguna desgracia que lamentar. Sabemos que la zona de los riachuelos es lo bastante rica en pesca menor como para no necesitar apenas recursos: unas nasas ayudan a hacerse con bastante pesca en el día, y la población es lo bastante grande como para mantener a osos. Del resto de animales peleteros -señaló a las cestas de mimbre entretejido- conseguimos bastantes, pero para saber si habrá muchos más deberíamos verlo con más tiempo. No puedo decir mucho más ahora mismo.

Echó un trago para refrescarse la boca y chasqueó la lengua: al menos estaba fresco y dulce. Pensaría uno que con la que estaba cayendo ahí fuera entraría mejor algo caliente. Pero el dulce era el dulce. Continuó.

-Poco en cuanto caza grande, que hayamos visto: quizá los rebaños se estén moviendo, quién sabe -sacudió la cabeza, dubitativo, y se rascó en el costado en la marca del cinturón sobre el michelín, disimuladamente, consiguiendo una buena dosis de alivio inmediato- Ahhh tío. También hemos estado en la lagunilla. Hay mucha población de rana dentro, y podremos alimentarnos de ella...

A muchos nórdicos alimentarse de ranas les parecía desagradable. Por decirlo suave. Incluso cuando el hambre atenazaba.

-Pero no es un agua buena: los animales se alejan de ella: no hay pájaros, no hay madrigueras. No se bebe. Sin embargo la población de ranas atraerá a pájaros comerranas en pocas semanas, y estos son gordos y jugosos. Tenemos que tenerlo en cuenta en un futuro. También es posible que otros animales quieran aprovecharlo cuando el invierno sea fuerte, pero serán animales grandes y fuertes que irán con sus grupos -se mesó la perilla- Si es verdad lo que dicen de la zona no nos vendría mal tener alguna destacada allí para que den aviso de cualquiera de estas cosas. Lo de los extraños animales... ni idea. No hemos visto ninguno que no conozcamos por la zona. Los riachuelos son ricos, pero la zona de los páramos es un erial; algún grupo de vez en cuando, pero pocos y no tienen grandes rutas. Nada que discutir ahí, y no mucho que rascar...

Aparte de eso, una vez dio todo el detalle tiró un tronco más al fuego, removiéndolo para ajustarlo mejor y que empezase a tirar, y respiró con gusto la nueva vaharada de calor con olor a serbal y ceniza. Después  se echó para atrás, complacido, y dejó que sus compañeros pudiesen ver todo lo que habían traído, colgando de varios palos junto a las paredes y de varias cuerdas de hilaza trenzada: pescados, martas, ratas de monte, lagartones, topos, liebres y lebratos, y algunas carnes más grandes y diferentes sobre trineíllos improvisados, así como cestas llenas de pescaso: los rumores que circulaban sobre el campamento que los había recibido ya daban a indicar algo así.

-Como podéis ver... ¡en general la caza no ha ido mal, diría! Si, estuvo a punto de matarnos un oso... pero lo tenemos ahora nosotros, así que diría que la semana nos ha ido muy bien a la partida. ¡Nada más con lo que tenemos aquí el clan entero podría festinear a lo grande tres días con sus tres noches, si quisiera!

Miró a Hodur, que le había acompañado durante todo el viaje. Ambos podían estar bastante contentos por cómo habían ido las cosas.
 

Sentado sobre sus cuartos traseros, Eindride se deleitaba con el juego del crepitar de las llamas, las brasas candentes parecían develar un misterio que pretendía develar. No parecía que estuviese escuchando a los demás activamente, sino más bien que su mente divagaba en el ensueño.

Hasta que Islab le clavó los ojos con una mirada asesina. Esa hembra no se andaba con rodeos y daba señales de que le exigía al joven guerrero que comenzase.
Sacudió la cabeza como si el suelo temblase bajo sus cascos... - ¿Qué le ocurre? - observó al resto mientras tomaba compostura, abriendo la boca como un bobalicón.

-...pues, primero os he de decir que nuestras tierras no son muy fértiles la verdad - habló convirtiendo su mueca en una sonrisa, como si estuviese dando las mejores noticias - aún así, hemos conseguido cargar muchas canastas con hierbas comestibles de todo tipo: aromáticas aptas para tizanas, caldos, brebajes, adobo de carnes; hojas verdes tiernas para ensaladas. También algo de cereales salvajes como trigo y cebada, mucho tipo de bayas deliciosas e incluso muy buenos y carnosos hongos - señaló el cuenco que tenía al lado dónde se podía ver media porción de hongos fritos en grasa. Sonrió buscando a Embla, pretendía mostrarle que no había sido en vano su pedido, era muy evidente que buscaba su aprobación.

- Gosta y el viejo Corey tuvieron un accidente buscando hongos - torció la boca y se rascó la barbilla - juntar hongos es peligroso si uno no sabe lo que hace... - sus ojos revoloteaban como buscando algo en el cielo nocturno.
- Los hongos incorrectos pueden ser mortales y no es broma, Corey se salvó porque lo hice vomitar... no, no fue agradable y nos dió una lección a todos: nadie debe juntar o probar hongos sin seguir las instrucciones de Islab. Creo que el pobre de Corey va a necesitar algunas días de descanso para recuperar fuerzas y volver a trabajar... -

- Cada uno de los presentes debe comprometerse con avisar a los que tenga cerca sobre este asunto de las setas, pueden confiar en las que hemos traido, pero no en las que encuentren creciendo en el suelo - volvió a poner una expresión afable y satisfecha.

- Parece que entre la cacería, gracias Mikklas - asintió vigorosamente ante el abrrigón cazador - Y lo que hemos recolectado tendremos para llenar nuestros estómagos mientras el emprendimiento comercial prospera -

- Y... claro, es evidente que no tiene mucho sentido perder tiempo recolectando lo poco que ha quedado hasta la primavera siguiente y luego quizá finalizado el verano... no creo que estas tierras produzcan naturalmente mucho más... _{al menos eso dice Islab} - terminó, sonriendo con todos los dientes y tomando su cazo, pues no dejaría que nadie le arrebatase esos hongos.

Embla escuchó satisfecha los reportes, no había pérdidas mayores, algunos heridos o enfermos que sanarían, buena caza, decente recolección y algunas zonas para explorar e investigar aún más. Tomó el cuerno con cerveza y tomó hasta vaciarlo. Estaba satisfecha, y se lo hizo saber a Eindride asintiendo a sus palabras, aunque no solamente a él en particular.

Esta reunión del consejo tenía otro aire, se respiraba algo de satisfacción y esperanza, era importante que eso llegase y empape el sentir del clan en general. Por los suyos, por todos, por los cercanos y los lejanos, los hermanos de la misma sangre y los vecinos de diferente raza; tenían que levantarse y ver que podían crecer en aquellas tierras.

Sin esperar a que los varls diesen su reporte sobre minería, la mujer de Bjorn se incorporó, corriendo su manto de piel y habló.

- La caravana comercial y diplomática ha dado también sus frutos, me atrevo a decir que son muy buenas noticias - comenzó ostentando un rostro luminoso y una esperanza viva, algo que no mostraba hacía meses o quizá más tiempo.

- Primero os debo decir que hemos encontrado enviados de Rotesnö antes de que llegasen a estas tierras, venían con una intención similar a la nuestra. Confieso que comprobar que nuestros vecinos cumplen su palabra nos da tranquilidad, pues hemos estado dialogando sobre ampliar nuestra alianza y es importante poner estos temas a discusión en esta misma asamblea - vaticinó, dando tiempo a que las cabezas allí presentes pusiesen su completa atención en lo que seguía.

Alzó su mano derecha abierta, para visualmente enumerar los puntos importantes.
- Primero, hemos acordado cooperar para construir un buen camino que una nuestros asentamientos - marcó este hito tomando su dedo pulgar.
- Segundo, hemos acordado tambien contar con medios para avisarnos mutuamente sobre amenazas o desastres cercanos - pasó al dedo índice.
- Por último, no solamente hemos trocado con ellos, sino que también hemos pactado futuros trueques por la misma tasa de cambio que ofrecen los pueblerinos y que nos favorece[*]. La tasas van de dos a uno a favor de nuestros recursos, con lo cual creo que podemos conseguir muy buena cantidad de comida en forma constante - sonrió orgullosa - Si los demás miembros del consejo, lo aprueban, tendremos el próximo encuentro para trocar con Rostenö dentro de quince días, la tasa está fija pero el monto dependerá de lo que tengamos disponible en ese momento. Lo que no podamos comerciar con ellos iremos a cambiarlo al mercado del pueblo -

Bajó las manos y sintió como se le estaban entumeciendo los dedos por el aire helado, se acercó al fuego recientemente avivado por Mikklas. El calor comenzó a subir por sus miembros. Respiró profundamente.

- Hemos estado buscando también información relevante en el poblado - habló mientras se acercaba con un andar suave hasta el sitio dónde se encontraba Fridtjof tomando notas en un pergamino - la cantidad de cosas que se cuentan os las voy a ahorrar, pues no sirven más que para perder el tiempo y el aliento. Considero que deben saber que existe un clan de montañeses que se han convertido en bandidos, es una posibilidad que armemos un grupo que investigue esto y se encargue de ellos; podemos conseguir renombre si llevamos sus cabezas al pueblo -

- Finalmente puedo decirles que en estos días están llegando las últimas caravanas de comerciantes antes de la primavera, excepto por varls que traerán comida a Greyhorn. La torre de Greyhorn es un lugar que tenemos pendientes visitar para ver si podemos establecer relaciones con los varls de allí - le lanzó una mirada a los hermanos varls que estaban sentados cerca - pues sabiendo que recibirán comida en invierno o cerca del invierno se podría intentar pactar algo -

- Si alguien se pregunta porque Fridtjof está escribiendo, yo se lo pedí, pues cuando todos terminemos de exponer tendremos que debatir sobre temas clave para nuestro futuro. La información que traeis es muy valiosa y tenemos que sacarle el mejor provecho - dicho esto Embla volvió a su sitio junto al guerrero pelirrojo, dando lugar a que hablen los restantes miembros del consejo.

Si bien estábamos reunidos bajo un mismo techo, nadie se pronunciaba al resto con las nuevas que cada uno traía consigo sino hasta que Bjorn rompió con sus impresiones de todo lo visto en la semana. La lagunilla, los páramos y zonas de las montañas. Hice bien en alejarme de la lagunilla al parecer, el que hubiera tanta gente encima no hubiera sido provechoso porque habríamos llegado todos a la misma conclusión. Después vino el escueto Gunnar con lo que vio en la cueva que había comenzado a detalalr Bjorn y la idea de estar encerrado dentro de una montaña no me era grato, si pudiera elegir ante esa opción la rechazaría con todas mis fuerzas.

En ello Islab mira primero a Eindride y luego a mi de manera amenazante para que habláramos pero fuimos interrumpidos por Mikklas, el sujeto estaba que explotaba de alegría por haber conseguido tanto alimento junto y como para no. Matar un gran oso y traer tanto alimento en estos momentos es como ser tocado por uno de los dioses.

Cuando termina Mikklas Islab nos vuelve a mirar y el primero en ceder es Eindride que habla rápido y detalladamente de todo lo visto. Me quedo preocupado por el tema de los hongos porque parece que tiene mucha importancia y más habiendo tantos niños en el clan. Sería una tragedia que ello pasara y ensombrecería el clima que parece comenzar a remontar.

Cuando termina quiero hablar pero veo que Embla se levanta y prefiero no ser el desubicado que deja con la palabra en la boca a la líder del clan. Desarrolla cuestiones muy importantes para todos, el camino como ex integrante de una caravana comercial se que es importante pero también tener estructuras vitales para ahora, si es para más adelante será de gran provecho y lo de las señales, con lo que vi servirán muy bien.

Finalmente Embla se sentó junto a Bjorn y veo mi oportunidad de dejar de ser el centro de atención de la mirada de Islab, me acerco al centro para que sepan quien les iba a hablar y comienzo con lo que pude explorar. - Primero fui a los páramos del sur y como ya sabemos son las mejores, para no decir las únicas, tierras aptas para cultivo con varios animales pequeños. Después fui a la pequeña laguna y vi a varios ahí de los nuestros por eso seguí de largo pero también vi o creí ver del lado del territorio Rotensnö antorchas que deambulaban. Desde ahí me fui a la zona donde los ríos bajan de las montañas y en una se forma una cascada. - En este punto me frené para marcar esto con importancia. - En esa cascada había gente refugiándose, la gente que estaba ahí directamente me atacó sin mediar palabra. Cuando pude volver revisé el lugar y eran máximo una docena mal pertrechados pero habían dejado el lugar yendo hacia las faldas de las montañas. Después seguí para el lado de las fronteras con las montañas donde surgen las historias de las batallas contra los dredge y vi a una veintena de personas alrededor del fuego y no me parecieron amistosos. - Termino mi informe mirando a Islab con pesar porque me pareció pobre lo que pude averiguar e impreciso, evito pasar cerca de Wulfrig porque en vez de plantar batalla contra los agresores de la cascada decidí huir porque no me sentí capaz de vencerlos. Me alejo lo más que puedo del centro y espero que alguien más tome la palabra.

El clima era una porquería pero por lo menos el ánimo dentro de la tienda era de lo mejor, mucha comida gracias a Mikklas. Me agacho para palmearlo con cierta fuerza pero no por estar enojado con él, sino porque el pudo encontrarse con un oso pero el que tuve tan cerca había escapado de mi maza. - En las colinas cerca de las llanuras no hay nada que sirva, después fui a la lagunilla y ahí está lo mejor, no pudimos traer todo porque había que explorar lo más posible. - Le hago señas a uno de los varls que me acompañó para que se acerque al fuego. - Cristales con algo de valor, poco de metal que se podrían juntar y algo más. - Dejo la expectativa con respecto a ese algo más y sigo con lo que vimos - Si gente, es oro y hay mucho. El año que viene habría que ir a probar suerte unos días. Algo que sucedió una de esas noches es que escuchamos un grito de un humano, cuando llegamos había una persona muerta por el ataque de un oso, un montañés que no se que hacía ahí. Capaz espiándonos. Después fuimos a los páramos del sur donde se podrían conseguir fibras de plantas para comerciar, nada de que valga la pena. - Ya complacido con todo lo dicho y notando que todos miran a la bolsa que lleva el varl que está junto a mi sonrío con orgullo. Abro la bolsa y voy mostrando el contenido a todos los que pueden ver aprovechando el fuego avivado por Mikklas para que refleje con mayor intensidad. - Si gente, es oro y hay bastante. -

Embla terminó de escuchar lo que el resto de los miembros del consejo tenían para decir mientras meditaba, algunos de los sucesos acontecidos podían representar algun peligro, pero la mayoría eran beunas noticias y quizá mejores augurios.

Se incorporó nuevamente y se acercó al mender, al cual le pidió el pergamino extendiéndole la mano. Se movió, buscando una posición que le diese buena luz y revisó unos instantes los escrito allí. Era un buen recordatorio de los puntos importantes, aunque realmente no creia olvidarse de ninguno.

- Gracias a todos por vuestro empeño - comenzó - con los reportes ya terminados, creo que hay una idea generalizada de cuales son las tareas posibles de ahora en más, por lo que pasaré a proclamar una lista de temas y posibles empresas a debatir. No dudeis en agregar otros temas de debate si consideran que el listado es incompleto - se aclaró la garganta y dió unos pasitos alrededor del fuego.

- Prioritario es el tema de poner nuestros constructores a trabajar, necesitamos el Gran Salón listo cuanto antes - comentó mirando en derredor y oyendo como la brisa se filtraba entre la vegetación distante.
- Por otro lado, es necesario confirmar el tratado de colaboración para construir el camino que nos una con Rotesnö - avanzó unos pasitos más y le echó una nueva ojeada a la lista escrita por Fridtjof.
- Asimismo, el tratado de aviso mutuo de amenazas con Rotesnö es otro tema del cual necesito su opinión; esto podría requerir en un futuro construcción de almenaras, torreones, postar para jinetes y demás -
- El tratado comercial a tasa fija y cantidad variable a concretar dentro de 15 días es lo último referente al clan vecino - giró sobre su talón ágilmente.

- Cacería - se acercó a Mikklas, quién era ahora el jefe de cacería de Lávidr, y se estaba volviendo en un conocedor de los animales de la zona - No quiero que perdamos las oportunidades de atrapar a esos pájaros come-ranas cuando vengan y tenemos ahora la chance de atrapar el oso en las cuevas que vio Gunnar. Asimismo debemos prepararnos para cuando los animales grandes se acerquen a las aguas termales buscando refugio en invierno -

Tamborilleó los dedos en su barbilla y volvió a su posición inicial, buscando entender lo que el joven mender había escrito - Si acabamos con el oso en las cuevas, es necesario terminar de explorarlas para evaluar como podremos usarlas... - musitó persativa - ...quizá como escondite y almacén, pero necesitamos explorarlas a fondo para no tener sorpresas -
- Asimismo otra posibilidad es terminar de explorar esa laguna de aguas calientes, por un motivo similar, hay que saber quienes viven allí, quizá criaturas que desconozcamos o alguna familia de montañeses oculta - se detuvo un momento para observar las ascuas - esto nos lleva al punto de ponderar si debemos poner esfuerzo en investigar las aguas y todas sus propiedades -

- Cómo último referente a la lagunilla está el buen hallazgo de minerales valiosos de parte de Wulfrig y Asbjorn, ¿Creen que deberíamos poner un destacamento constante para minar todo lo posible allí? Aquí tambien pregunto a los expertos en el tema sobre su opinión de como manejarlo al tema - lanzó una mirada a Wulfrig mientras hablaba, pues parecía que su hermano no tenía muchos ánimos de hablar aquella noche.

- Finalmente quedan dos asuntos referidos a viajar lejos de nuestro territorio. El primero es decidir si mandaremos un destacamento de representantes a la torre de Greyhorn; considero que puede haber alguna posibilidad de conseguir cargamentos de comida en invierno, pero también podría ser una pérdida de tiempo - se encogió de hombros - el segundo es saber si se considera una buena idea investigar en los alrededores, buscando a los montañeses devenidos en bandidos - le devolvió el pergamino al mender y volvió a sentarse en su lugar, no sin antes volver a llenar su cuerno y calentarse las manos cerca del fuego.

- Por favor, quiero oir sus posiciones respecto a todo esto -
 

Ver que Wulfrig había tenido una provechosa excursión con los frutos de tanto esfuerzo me alegra porque levanta la moral de todos y lo que trajo Mikklas llenó el corazón de más de uno. El ánimo del clan se sentía mejor pero era algo que por ahora nos daba confort más el invierno es largo y debemos terminar de asentar muchas cosas. Embla con su habitual forma de ver un panorama más grande que la mayoría escuchó todos los informes y ya antes incluso tenía propuestas a las cuales le agregó un montón más que fueron surgiendo de lo dicho por nosotros.

De todos los temas podría ayudar en lo que es exploración únicamente pero lo de ir tanto al centro de la laguna como las cuevas es algo en lo que no me ofrecería pero si nadie más lo hacía iría. Uno de los temas si me interesó en gran medida y por varios motivos, la idea de poder devolverle la gentileza a esos bandidos corrida días atrás me hizo patear el suelo con una de mis patas delanteras quizás más de lo que hubiera deseado. Miro para todos lados buscando ver si alguno estaba por hablar y viendo que nadie lo hace me adelanto un par de pasos. - Líder si me permite me ofrezco ir en búsqueda de los bandidos, ya vi varios puntos por donde estuvieron. Pido llevarme un par de mis hermanos para dar con el rastro. - Me quedo un momento esperando ver si Embla me responde ahí mismo o prefiere seguir escuchando a más y en ese caso retrocedo hasta mi lugar para no importunar al resto.

Lo demás no era mucha sorpresa.

"...!!!!"

Menos el intercambio ventajoso. ¡Eso estaba muy bien! O bien los Rotensnö estaban muy necesitados de materiales y querían asegurarse que los tendrían cargando la mano o querían asegurarse la buena voluntad de los Lavidr en el futuro... y siendo todo lo honestos posibles a Mikklas ya le iba bien cualquiera de las dos opciones. Sí, ahora que estaba en el consejo tenía que empezar a pensar más como un político, pero era difícil decirle que no a la promesa de gachas espesas en las que se puede reposar el puño y sopa de estofado con nabos y chíchara todos los días.

"Parece que entre la cacería, gracias Mikklas"

-Awwww shush

Murmuró, medio complacido, quitándole importancia con un gesto de la mano.

La caza no era mala, la zona era rica, podían tener oro (¡y problemas!) pero si querían tener otra cosa que tubérculos y setas en aquel erial ya podían empezar a rezarle a algún dios que siguiera vivo como para concederles la gracia. Normalmente podría criticarse que aquella reacción fueran todos ellos dándose palmaditas en la espalda, ¡pero caraja! ¡es que les había ido muy bien! y a veces uno se merecía unas palmaditas en la espalda, sobre todo después de toda la miseria de los últimos meses, cuando habían pasado tanta miseria que más de uno se había planteado secretamente comer camaradas congelados. Y hablando de palmaditas en la espalda...

*GHOUFF!!!*

La palmada entusiasta del varl le planchó. Mikklas podía ser muy grande comparado con algunos humanos (tanto por arriba como por los lados), pero al lado de un varl eso sólo le hacía, si acaso, un varl muy chiquitito. Un chaval varlito, de los que ya no se hacían. Literalmente.

"No quiero que perdamos las oportunidades de atrapar a esos pájaros come-ranas cuando vengan y tenemos ahora la chance de atrapar el oso en las cuevas que vio Gunnar. Asimismo debemos prepararnos para cuando los animales grandes se acerquen a las aguas termales buscando refugio en invierno"

Y así Mikklas adquirió otro ascenso no-oficial en responsabilidades: no estaba mal para el perezoso y blandito hijo de mamá Frida. Ascenso-por-muerte-de-todos-los-demás-cualificados no le dejaba demasiado bien si lo pensaba... pero eran los tiempos que corrían, y no había otro, así que o demostraba que lo sabía hacer o morirían todos. Pero sin presión, eh.

-Sí, es una buena idea. Merecería la pena construir un puesto de vigilancia allí en las aguas, para un posible asentamiento... así podría verse si las rutas de los animales pasan por allí, asegurarse de que nadie más pasa por la zona y es menos posible que altere a los animales que un asentamiento permanente allí -dijo, llenándose el cuerno, esta vez de alcohol. Después de lo que había pasado nadie le iba a negar un trago, y además su jefa se había pulido uno de un golpe: seguramente fuera traición no beberse uno- Así que a favor de explorar la zona y sus propiedades; cuanto más sepamos de esa zona, más fácil será en el sentido de poder aprovechar todo lo que tenga una ruta por allí. Importante para el invierno.

Lo pensó un poco más, mirando el cuerno al trasluz.

-A favor del tratado mutuo y la exploración por los montañeses, también. Ahora que sabemos lo que tenemos prefiero saber sobre quiénes pueden quitárnoslo o perjudicarlo... además, nos hará vernos fuertes ante los demás.

No hubo tantos comentarios del resto del clan como quería pero la que le dio importancia fue Embla y mi hermano ni la boca abrió. En este le había ganado y mi instinto hizo que una vez más le ganara. Haber quién se burla ahora del otro hermanito. Sonrío para mis adentros pero sin dejar de prestar algo de atención a todo lo que habla Embla, son tantos temas que por momentos me aburro y pienso en el oso que no pude cazar y que lindo sería esa piel sobre mi espalda.

Embla resume todo lo sucedido y da pautas para seguir, me gustaron algunas como la de ir a cazar al oso en lo profundo de la montaña y me entusiasmo con la idea pero después la líder dirige su atención a mi con respecto a la posible obtención de más oro. Me agarró en frío lo que nos consultó y dudo un momento en que responderle. - Si, en primavera o verano. - Contesto rápidamente a esa parte que me tocó directamente.

- Con respecto a lo de construir si, el Gran Salón primero con algunas casas y después ir poco a poco con el camino y con los puestos de vigilancia. Un paso a la vez para no quedarnos sin recursos. - Hago una leve pausa buscando algo más que dijo y no logro recordar, miro a mi hermano buscando la idea que se me escapó de la cabeza y una vez más noto sus dos cuernos. Tu y tus dos cuernos...  Y me acordé. - Con eso de ir hasta Greyhorn, me gustaría ver a los míos, pero depende de como vayamos con las tareas acá. No quiero que hagan un camino para rengos o una torre torcida. - Y ahí terminé rápido mi respuesta porque con respecto al resto no tengo idea ya de esas cosas que afectan a tanta gente. 

Bjorn miró a los que estaban a su alrededor con satisfacción mientras les escuchaba relatar el fruto de sus expediciones. Estaba claro que todos habían dado lo mejor de sí en ellas, y en mayor o menor medida, todas habían reportado algo positivo al clan.

Especialmente en el comercio con los Rotesnö- pensó, puesto que aunque no había dudado de que su esposa conseguiría un buen acuerdo cuando esta partió, lo cierto es que había conseguido mucho más de lo que había creído posible.

Desde luego, gracias a vuestro esfuerzo nuestras posibilidades han mejorado mucho en comparación a cuando llegamos- les dijo -Sin embargo, como dice Embla, ahora debemos decidir qué haremos a continuación, no podemos relajarnos- dijo, deteniéndose unos segundos antes de continuar -En primer lugar, estoy de acuerdo con Wulfrig, tenemos que construir el Gran Salón y casas lo antes posible antes de plantearnos siquiera construir nada más. Es cierto que construir un camino a las tierras de los Rotesnö sería de gran ayuda, pero deberíamos postergarlo de momento, al menos hasta que hayamos asegurado los edificios básicos para nuestra gente- empezó a decir -Por otro lado, me preocupan esos montañeses. Si es cierto que son bandidos, es muy probable que no tarden en atacarnos, sobre todo con el invierno cerca… lo mejor sería que actuásemos nosotros antes- les dijo -Y respecto a la cueva, creo que sería buena idea explorarlas, pues nos permitiría contar con un refugio en caso de necesidad, y al mismo tiempo, encargarnos del oso que la usa nos daría bastante alimento- añadió.

Uno a uno los miembros del clan fueron hablando frente a la hoguera, contando las hazañas que habían vivido, las problemas que había enfrentado y las recompensas que habían conseguido. Había mucho información importante sobre su territorio; lo cual iba desde la presencia de osos, la posibilidad de conseguir fácilmente oro e incluso la posible presencia de invasores que pudiesen amenazar su alimento y recursos durante el invierno, o incluso su propia seguridad.