Partida Rol por web

Tras la busqueda infructuosa por las habitaciones de tus compañeros, te diriges hacia la cocina. Sabes que si quieres ir hacia el otro ala de la mansión, origen probable del ruido,  debes pasar por ella pero ahí es donde debería estar Gullah durmiendo. Te detienes frente a la puerta. ¿que hacer, llamar, entrar sin más o dar un rodeo saliendo al exterior?

Más allá de algún grado de cinismo y de soberbia, el Dr. Sinclair no era un mal hombre, y en ese momento no encontraba ningún motivo por el cual despertar a Gullah, quien ya debía estar durmiendo. Decidió entrar de la manera más silenciosa posible y atravesar el lugar sin llamar la atención del sirviente. Solo golpearía si llegara a encontrar llaveada la puerta. Al fin y al cabo la cocina era un lugar público y seguramente no lo encontraría en ninguna situación comprometida.

El doctor abre la puerta con cuidado. Tras un momento que tardan sus ojos en acostumbrarse a la oscuridad, puede distinguir al fondo de la cocina, un bulto y una respiración profunda, como de alguien dormido. No hace falta acercarse mucho para comprobar que es Gullah durmiendo.

En silencio, Joseph se aleja del cuerpo del sirviente dormido y abre la puerta que le conduce a la zona "noble" de la mansión. Tras unos metros, se encuentra en el recibidor, pensando en que dirección tomar para averiguar de donde pudo venir el ruido que lo despertó.

Afortunadamente pude atravesar la cocina sin despertar a Gullah, aunque una parte de mí hubiera querido tenerlo como compañía para que me ayudara a buscar o me explicara lo que pudiera aparecer, como el niño que vi antes.

Ya del lado que quería de la mansión, algo me impulsaba a ir escaleras arriba, sentía que allí había algo misterioso, pero una esperanza me detuvo. Quizás la llave de ese misterio estuviera en el estudio, el único lugar de la casa con entrada restringida. Fui en esa dirección, con un poco de suerte el portazo fuera Isaac, visitando su estudio a mitad de la noche. Quizás estuviera tan desvelado como yo.

Firme en su decisión de investigar en el estudio, Joseph se encamina hacia el mismo y logra ver como se filtra luz por debajo de la puerta. Efectivamente, parece que hay alguien dentro y puede ser que la puerta al cerrarse fuese lo que provocó que se despertase.

Ver esa luz que venía de adentro de la sala se sintió como un pequeño triunfo. Esa habitación, la única cerrada con llave, me provocaba una intriga casi similar a las que me generaban los otros habitantes de la casa, aquellos que se encontraban supuestamente en el piso de arriba.

Me acerqué con paso firme y apoyé la cabeza contra la puerta para escuchar lo que pudiera estar ocurriendo allí dentro. Pensé en mirar por la cerradura pero no iba a llegar a ese punto, no aún. Lo cierto es que habría preferido entrar de golpe para encontrar a Isaac con las manos en la masa, fuera lo que fuera lo que estuviera haciendo, pero la educación estaba ante todo. Estaba preparado para golpear la puerta si no escuchaba nada.

El doctor Sinclair escucha con atención por si logra oir algún ruido dentro de la habitación pero es en vano. Ni siquiera pegando su oreja contra la puerta escucha nada.

Prueba a girar el picaporte para entrar, pero la habitación está cerrada con llave, ante lo cual golpea la puerta, pero desde dentro solo responde la voz de su amigo Isaac:

Dejadme en paz.

Mientras golpeas la puerta del estudio, puedes oir como se abre y se cierra una puerta con estrépito y la familiar voz de tu amigo Mike grita: ¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Joseph, Emily está en peligro! ¡Joseph!

Había conseguido entrar y dejar atrás todo el horror, el único hecho de pensar en tener que enfrentarse de nuevo a todo aquello le helaba la sangre pero necesitaba cumplir con su promesa, había ido en busca de ayuda y eso es lo que haría. Con todas sus fuerzas, las pocas que le quedaban, gritó.

- ¡¡Socorro!! ¡¡Joseph!! ¡Socorro!! Necesitan ayuda en el mausoleo. - Gritço repitiendo esa frase y parecidas de un lado a otro de la casa, mientras avanzaba por ella torpemente, fruto del shock, el miedo y el cansancio.

Como si no tuviera bastante con las tonteras de Isaac, ahora escuchaba a Mike gritando esas cosas. Esto acabó con la poca paciencia que me quedaba.

_¡Mike, aquí, en la sala de estar!

Cuando Mike, que iba de un lado al otro gritando, llegó, lo tomé por los hombros para centrarlo, ya que no parecía muy en sus cabales. Y para colmo yo no tenía idea de qué era lo que estaba ocurriendo. Le hablé recién cuando conseguí contacto ocular.

_Bueno, tranquilízate y escúchame. Iré, pero necesito que vayas a buscar mi arma antes. Está en mi habitación. Solo abres mi maleta y allí está. Cuando atravieses la cocina despierta a Gullah. Él e Isaac son los que mejor conocen el lugar y qué ocurre aquí. Mientras tanto yo haré que Isaac salga del estudio. Vé, ya me contarás qué ocurre por el camino -lo solté pero antes de que pudiera moverse lo volví a tomar-. Y como esto sea una broma...

Ni siquiera hacía falta concluir la frase. Además en el fondo la consideraba innecesaria. En ese lugar ciertamente ocurrían cosas extrañas y... ¿qué estaban haciendo en un mausoleo? Mike no bromearía con eso. Me giré y golpié la puerta con fuerza.

_Isaac, Mike está aquí, habla de un mausoleo y que Emily está en peligro. Debes terminar con tu testarudez, ella es tu amiga también, todos hemos venido aquí por ti. Como le ocurra algo, tú tendrás que arreglar cuentas conmigo. Ahora abre la puerta o la tiraré abajo si es necesario.

Le pegué una fuerte patada a la puerta, como para dejar en claro que iba en serio.

Se sorprendió y casi dio un salto sumido a un grito interrumpido de terror al ver a su amigo de forma inesperada, negó con la cabeza cuando él hablaba con velocidad. - No, no lo entiendes Joseph, esto no es algo normal, no. - dijo el profesor universitario tratando de centrarse en sus palabras todo lo que pudo para intentar explicar a su amigo lo que había ocurrido. - Es la prima, ella, está loca y tiene unos monstruos ¡Les están atacando Joseph!- La cara de Mike estaba desencajada, hablaba de forma entrecortada y las palabras se pegaban entre ellas al mismo ritmo que su mente juntaba las ideas.

- ¡NO! - bramó Mike al escuchar que el plan de Sinclair era separarse. - No, vayamos juntos, no quiero arriesgarme a andar sólo, no sé si podemos confiar en nadie de aquí dentro. - Fue lo que dijo Mike mientras perseguía a su amigo, se le notaba visiblemente cansado por la carrera y sudoroso tanto del esfuerzo físico como del miedo. - Yo también traje un arma entre mis pertrechos, llamemos a Isaac y luego vayamos a por ellas pero rápido, no sé cuanto aguantarán sólo los detectives están armados. - Mike corría al lado de su amigo intentando que este entendiera la terrible gravedad de los hechos.

- Lo que aquí pasa no es normal Joseph. - fue lo último que murmuró antes de pararse tras la puerta del dichoso estudio.

De lo último que habría querido hablar Joseph en ese momento era de monstruos. Mike se había estado comportando algo extraño desde la aparición del Sr. Rush, pero esto sin duda había superado todos los límites. Había pasado ya demasiado tiempo junto a él, incluso durante el viaje. Aunque sí había que reconocer que algo muy extraño ocurría en ese lugar.

_Bueno, cálmate y deja ya de hablar de monstruos. Nos explicarás lo que está pasando cuando aparezca Isaac -una nueva patada con más fuerza que la anterior-. ¡Isaac abre de una vez! ¿Esta es la clase de amigo que eres? Mike no se atreve ni siquiera a caminar solo por tu propia casa y Emily corre peligro. Abre antes de que deba disparar a la cerradura.

Mientras esperáis a que el doctor abra o no la puerta, podéis ver como Gullah aparece por el pasillo. En su mano derecha porta una linterna y en la mano izquierda un destral. Os mira fijamente desde una distancia de un par de metros, sin emitir más sonido que un breve gruñido.

Una voz proveniente de la planta superior suena en la casa:

ISAAC, JOSEPH, MIKE ¿QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ?

Tras una espera que se os hace eterna, podéis escuchar como se abre una cerradura y la puerta del estudio.

Aunque físicamente es él, apenas si reconocéis a vuestro amigo. Su rostro denota una gran tensión y no parece que estéis contribuyendo a serenarlo precisamente.

¡PERO QUÉ DIABLOS OS PASA! ¿OS HABÉIS VUELTO LOCOS? JOSEPH ¿TE ATREVES A AMENAZARME EN MI PROPIA CASA? ¿QUÉ ES ESO DE MONSTRUOS?

Se puede oir escaleras arriba como un grito de terror sale de la señora Butler.

¡HANNAH, ACUESTATE, NOSOTROS RESOLVEREMOS LO QUE SEA!
 

Sabía que eso podía ocurrir. Sabía que podía preocupar a Hannah, alertar a Gullah, y alterar aún más a Isaac. Era un precio que estaba dispuesto a pagar por lo que tenía ahora delante mío: al dueño de casa sin puertas de por medio. Enojado y todo era mejor tenerlo cerca que tranquilo pero en otro ambiente. Ya junto a él, llegaba el momento de calmar las aguas. Primero miré escaleras arriba.

_Tranquila Hannah, lamento haberte despertado. Parece que quienes han salido han tenido algún inconveniente, pero cómo ves nada grave, aquí está Mike -digo dándole unas palmadas en la espalda y sonriendo, intentando con eso descomprimir la situación-. Has como dice Isaac, acuéstate que te contaremos todo a la mañana, prometo hablar más bajo ahora, lo siento.

Aún con una sonrisa en los labios me giré hacia Isaac, para hablarle con el mismo tono conciliador que ya había utilizado para dirigirme a Hannah.

_Vamos Isaac. ¿Hace cuánto tiempo somos amigos? ¿Realmente crees que te amenazaría, en tu casa o en cualquier otro lado? Ni siquiera te estaría molestando a estas horas de la noche si fuera importante.

Me hice a un lado y puse delante de Isaac a Mike, para que lo viera bien.

_Mike también es tu amigo desde hace mucho. Eres médico. Míralo. Mira su piel, cómo hiperventila y cómo tiembla como si fuera una hoja. Hemos atravesado medio país para venir a verte. ¿No crees que lo menos que podrías hacer es escucharlo? Dice que Emily está en peligro. Emily, tu amiga, que también vino hasta aquí por ti. Te conozco Isaac. Sé que hay algo que te preocupa. No hace falta que nos cuentes qué es si no quieres, e incluso por la mañana nos iremos todos de aquí si es tu voluntad, pero por favor, ahora ayúdanos. Tú y Gullah son los que mejor conocen este lugar y Mike dice que Emily está teniendo problemas en un mausoleo. ¿Puedes ayudarnos por hoy, por favor?

Al final mi voz era casi un susurro. Hice lo que pude considerando que tenía que recuperar al viejo Isaac pero sabiendo que algo muy feo estaba ocurriendo y no había tiempo para perder. No habían segundas oportunidades. O Isaac nos ayudaba o iría a tomar mi arma e iría solo con Mike.

Mike miró a los lados y señaló a su amigo Joseph el arma que había cogido el criado que se encaminaba hacia ellos. Intentaba llamar la atención y que todo el mundo actuara con velocidad no sabía si sus amigos seguirían aún vivos no había tiempo que perder. - En el Mausoleo, están allí, Emily y todos, en problemas, tu prima Isaac, está loca, tenemos que ir a ayudarles no hay tiempo que perder. -

El profesor se explicaba con celeridad mientras movía los brazos con energía, intentando que entendieran la importancia de sus palabras y la situación. - ¡No hay tiempo que perder! - Volvió a repetir haciendo un gran énfasis esta vez, mientras se giraba a cada pocos segundos para observar al criado.