Partida Rol por web

El mordisco me provoca cosquillas, así que río quedamente sólo para sus oídos.

-¿Ser un héroe? ¿Y luego qué? ¿Que me besen el culo? No bonito... no nací para estar del lado de los buenos... ni siquiera para usarlo de fachada... como hace tu amigo el Bigotes...- rozo su cuello con mis labios, para provocarlo. -Además, siempre me gustó jugar a Bonny y Clyde- mi boca queda a milímetros de la suya. -No quisiera que te vuelvas poli, grandote.

Río contra su cuello mientras lamo la curva de la barbilla. Para cualquiera que nos pueda ver aprovechamos la oscuridad para hacer manitas.

Pero Kari...acaso no son los policías y los que mandan los mas corruptos de todos tras esas fachadas?...solo lo comento como posible diversión...tal vez sea divertido.

Entre el murmullo, aguzando el oído, puedes oir al líder del ECE hablando con Golden Tiger.

- Pero esta noche teníamos que-- dice el melenudo a su jefe, obviamente molesto, su tono de voz se va elevando.

- Cállate estúpido, esto no es una casualidad! Solo asegúrate que Cosmos esté bien en la sala de admisión, todavía no hablamos con él. Viste a dónde mierda se fueron los héroes?

- Se transportó la chica, se fueron ambos...

- Los haremos bailar a nuestra música, tu solo quedate atento.

Ambos levantan la vista, hacia el cordón de presos. Golden Tiger cambia el peso de pie varias veces, hasta alejarse rápidamente como un felino, entre las sombras.

Cuervo entreabre la puerta, escucha atentamente.

- Vienes? Esto está oscuro, pero el guardia parece haberse ido.

Alan percibe como la conversación de Tank y Karizma se ha vuelto más melosa y susurrada.

Acaricio su cabello plateado. Aunque estemos montando una fachada para ocultar nuestra conversación, no me resulta nada incómodo disfrutar de sus atenciones. Rozo apenas sus labios y con una sonrisa, sigo hablando en un hilo de voz que sólo él llega a comprender.

-Así parece... por eso no quiero que me confundan con uno de ellos. La mayoría de los que estamos aquí encerrados la pasamos bastante mal, mientras que los hijos de puta, tienen todo... Son peor que los super-amigos y su irrisoria liga de la justicia. Por lo menos, esos héroes de pacotilla tienen los huevos de dar la cara.- Lo beso, esta vez en serio y con ganas. -No voy a venderme, algo de dignidad me queda. Pero puedo pasar a visitarte si decides cambiar de bando... con tregua de por medio, para pasar un buen rato juntos-

Le rodeo con la cintura mientras siento como sus dedos se deslizan entre mis cabellos. Es una sensación extraña porque no han sido demasiadas veces las que algo así ha sucedido.

Así que tienes principios después de todo, Kari?...eres una rebelde que quiere luchar contra el sistema?...yo prefiero destruirlo desde dentro. Es una posibilidad que tal vez se de en esta situación, que con el mínimo esfuerzo logremos el mayor de los beneficios. Si eres tan honrada con ellos que les dejas claro tu desprecio y que no quieres tener que ver con ellos, les haces el juego.

- Eh, ustedes! El oficial se acerca a Tank y la muchacha de pelo azul que se encuentra a su lado.

- Esto no es un puto burdel, las manos sobre la cabeza, uno lejos del otro! Vamos! grita levantando la cachiporra mientras un compañero se acerca con una escopeta.

Señalan a Tank que se aparte, más cerca de Yunque, mientras Karizma queda unos metros hacia el otro lado, contra la pared.

El aire se llena de susurros, de palabras pronunciadas a medias por una garganta no humana. Las sombras se intensifican, aún la luz de las llamas de Ráfaga parece empequeñecerse, y la ventana perder su claridad.

- AAAhhhh!!! Grita un guardia, tras lo cual se escuchan varios disparos de su escopeta. De repente, la forma desmadejada de su armadura cae el piso con un seco Clonck!.

Dos guardias se acercan a ver que sucedió, buscando símbolos vitales. Uno sacude la cabeza.

Con un rugido, Ráfaga se enciendo por completo, flotando unos centímetros en el aire. El Taller se llena de olor a quemado, ozono, ceniza.

- Muéstrate! Quién hizo eso???!!!!

- He he he he... mías, las sombraszz son miasszz... susurra todo el lugar, la voz parece venir de cada rincón, de cada pared...

Karizma siente como algo la sostiene, levantándola en el aire. Sus pies pierden el apoyo, mientras se agita. Intenta gritar, pero una masa indefinible le tapa la garganta... Con un esfuerzo, libera una mano, golpea, pero no puede evitar ser arrastrada cada vez más hacia arriba, hacia el techo.

Por un instante su boca se libera, y grita...

-¡¡¡NOOOO, SUÉLTAME!!!- es todo lo que alcanzo a pronunciar. Apenas puedo respirar; antes de desaparecer mi última mirada va dirigida al grandote en una muda súplica de auxilio y desesperación

Me giro hacia el grito aunque tampoco es que hubiera dejado de seguir a Karizma con la mirada. Cuando la veo desaparecer hacia arriba y luego gritar echo a correr hacia allí a toda velocidad.

Eh tu, cabrón de mierda...búscate una novia por internet, cabronazo.

El cuerpo de Karizma se convulsiona en el aire, sobre ustedes. Algo húmedo comienza a caer, como pesadas gotas de lluvia.

Tank se lleva una mano a la mejilla, donde le ha caido una gota. El olor a hierro es inconfundible.

Tres guardias apuntan sus escopetas a Karizma y la sombra, mientras Ráfaga levanta una mano hacia ella, con llamas danzando y chisporroteando en los dedos...

Cuando siento que la sangre cae en mi rostro si que pierdo la poca compostura que me queda.

Mecaguen la puta de oros...suéltala hijo de perra te voy a arrancar los huevos y te los daré de comer mas tarde. Luego miro hacia los guardias. Queréis hacer algo gilipollas?, y si no desconectad mis esposas que yo mismo lo haré.

- Déjala en el suelo! Abajo, ABAJO! Grita Ráfaga, apuntando a la sombra.

Una carcajada resuena, pero no solo desde donde cuelga Karizma, sino de todo alrededor.

¡¡Enciende las luces joder...quema algo coño...quema algo de una puta vez antes de que la mate cabrón impotente.!! Mamones de gatillo fácil que justo la única vez que tienen excusa para ello se acojonan.

Miro a nuestro alrededor, es un taller, asi que busco algo inflamable como liquido limpiador de maquinas y lo lanzo al aire donde pueda acertarle con una llamarada.

¡¡Prendelo caraculo!!

Los brazos de Ráfaga escupen sendos disparos de material plasmático encendido, estallándo en el aire y en la pared. Por un instante, el Taller es rojo fuego, orlado de negro.

La sombra es más densa alrededor de Karizma, donde parece bullir. Un segundo es un hombre blanco, cadavérico, abrazado por la oscuridad. Un par de disparos de escopeta impactan en él, y Karizma cae.

En el suelo, la muchacha escupe sangre, sus ojos a punto de cerrarse, su pelo azul pegoteado en espesa sangre.