Partida Rol por web

El metal se abolla donde estaban los cascos de los guardias, con un sonor tunk!!. Sientes la armadura de ellos chirriar, pero aún se mueven. Entre ambos, empiezan a hacer fuerza contra tí, doblando el metal, luchando por pararse.

Sonrío cuando siento que hacen fuerza y levanto de golpe el pedrusco pillandoles desprevenidos y con los brazos extendidos.

A ver si os rompo esos brazos, capullos. Les digo en tono risueño antes de dejar caer de nuevo el pedrusco sobre ellos.

Observo a Karizma atentamente. Parece bastante recuperada... A fin de cuentas, habiamos recuperado nuestros poderes.

Que agradable sensación.

Me gustaría acompañarla, temo por ella pero no parece que estemos en una zona excesivamente peligrosa. En cambio, Flicker, la persona que iba a sacarme de aquí... ella si que estaba en peligro... No puedo irme sin mas. No es lo que haría El Protector...

Ten cuidado - le digo a Karizma - Si te pasará algo, Tank no me lo perdonaría... Cuento con verte luego...

Y acto seguido, retrocedo sobre mis pasos, dispuesto a repartir justicia...

Al ver a Down, Rote sonrió con alegría.

—¡Hola Down! ¡Te ves bien, Down! ¿Eso que llevas es de Victoria’s Secret?

Down cogió a Rote de una muñeca y la atrajo hacia sí.

—¡Eh! ¿pensabas que porque no estaba por aquí podías llevarte a mi chica? —le preguntó a Gear—. Pues lo siento, por ahora, tendrás que seguir con tus “manualidades”. Oí que eres experto en eso.

—No te pongas celosa —le dijo Rote—. Sólo estábamos aprovechando todo el jaleo para escapar.

—¿Tú, escapándote de una pelea? —le preguntó Down con gesto escéptico.

—Sí, lo sé —reconoció Rote, bajando al mirada con expresión avergonzada—, pero le prometí a tu viejo que sería buena, de ahora en adelante, así que no se supone que me meta en riñas.

Down levantó las cejas, sorprendida.

—¿Cómo te enteraste de…?

—Iba a decírtelo —se apresuró a responder Rote—. Pero tu viejo quería hacerlo él mismo. —señaló hacia atrás con el pulgar— Por cierto, está pateando culos seriamente allá atrás. Se ve que tienes a quien salir.

—¿Qué es lo que está pasando? —preguntó Down.

—Ojala supiera —dijo Rote—. Todo está oscuro y hay un tío que bajó del techo y se cargó a la turra de karizma —se inclinó, para hablar en tono confidencial—. Por cierto, no lo escuchaste de mí, pero, justo antes, la muy puta se folló a Tank. —volvió a ponerse derecha—. Y ahora todos están tratando de patearle el culo, me parece. Así que nosotros nos piramos.

Down sonrió.

—Así que ahora no quieres pelea, ¿eh?

Levantó la mano de Rote a la altura de su cara.

—Sé de algo que te hará cambiar de opinión, “niña buena”.

Con un rápido movimiento, arrancó el brazalete de Rote, que se quedó mirando su muñeca con los ojos bien abiertos.

—¡¡¡Que me follen bien duro!!!! —exclamó y miró a Down con una sonrisa de oreja a oreja.

Down se volvió al resto de los presentes y les sonrió de manera socarrona, con las manos en las caderas, flotando a varios centímetros del suelo.

—Ok Chicos, ¿quién quiere una prisión?

-Gracias de nuevo Max, no olvidaré lo que has hecho por mí. Ya sé que no está en tu lista de prioridades... pero si puedes evitar que el grandote se meta de cabeza en la boca del lobo también te lo agradeceré. Ve y recupera tu brillo-

Con una sonrisa, Kari se despidió del súper héroe y siguió adentrándose por el pasillo rumbo a la enfermería.

Veo que el súper vuelve al Taller. Mejor para mí, ahora no tendré a nadie vigilando por sobre mi hombro. Ahora tengo que encontrar la forma de salir de aquí. 

Me interno por el pasillo que lleva a la enfermería, más no creo que por allí esté la salida. Es muy extraño. No se oye a nadie correr, casi se diría que el lugar está vacío, lo cual me inquieta un poco.

Avanzo con calma, no quiero ser tomada por sorpresa, siempre buscando la forma de alcanzar la superficie. Por lo que sé, estamos en el medio de la montaña.

Un fuerte viento barre el taller, agitando las llamas que recubren el cuerpo de quien fuera Alan, flotando en la mitad del Taller.

El culpable del viento es Maxwell, quien ha llegado volando generando una tremenda onda de presión. Giro tiene a Flicker por el cuello, ahogándola, mientras la muchacha para no poder soltarse y a punto de desmayarse. 

Ráfaga está intercambiando disparos con el ser flamígero que vuela frente al ventanal. 

Vortex se levanta de al lado de un guardia, que cae al piso, su cabeza en un ángulo antinatural. La mayoría de los presos se alejan de ustedes; algunos se refugian contra las paredes, otros intentan romper el ventanal para salir de allí.

Un nuevo temblor hace aparecer nuevas grietas en las paredes.

- Estás loca... ambas lo están, dice Gear en voz baja. Hace una seña a los demás, y comienzan a meterse en el enorme hueco del ascensor, buscando trepar por él. 

Antes de salir el último, Gear las mira. El lugar se va a venir abajo... quédense en la Tumba y púdranse en ella si lo quieren.

Desaparece en el hueco. Escuchan como los presos van subiendo por dentro del hueco, buscando escapar.

El pasillo sigue, descendiendo. Caminas con cuidado, por lo que vez, allí adelante, una puerta de acero cerrada, con un guardia que intenta manipular una abertura en el marco de la misma.

En el piso, dos presos yacen inconscientes. La escopeta del Guarda descansa a su lado, apoyada en la pared cerca de su pierna derecha... mientras él intenta hacer algo con ambas manos en la abertura.

La plancha metálica vuelve a caer sobre los guardias, que emiten un quejido y un grito.

El metal se abolla tanto que ahora es una pieza de chatarra. Mientras lo levantas y arrojas a un lado, ves como Yunque se lanza sobre Crusher con un grito escalofriante.

Uno de los guardias te lanza un puñetazo, que detienes con tu mano sin problemas, cuando estuchas un click a tu lado.

Te vuelves, para el al tercer guardia arrojar un par de granadas a tus pies.

Sonrío y levanto al guardia al que sujeto por el puño y lo apoyo con fuerza sobre las granadas.

Sabes tío...esto lo he visto en las pelis de guerra y siempre tuve la curiosidad... Por si acaso aparto la cabeza.

mientras me encuentro levitando, frente a frente con Rafaga, puedo ver a mi alrededor como se desenvuelve la situacion., El Heroe parece que tambien a recuperado sus poderes. Lo exraño es que los Reos, se acobardan en vez de actuar... Por que sera? quizas no todos se han liberado de sus ataduras.

Veo como Flicker esta a punto de caer inconciente... Esbozo una amplia sonrisa, y miro a Rafaga... Esperame un momento, chiquitin, tengo algo que hacer...

Con las palmas hacia arriba, formo dos bolas de fuego... Eh, tu , no te parece que no es manera de tratar a las mujeres? En un abrir y cerrar de ojos, ambas bolas de fuego impactaron en Giro... Justo cuando Rafaga iba a aprovechar que estaba distraido, y pensaba tomarme por sorpresa, me doy vuelta, y una bola de fuego aun mas grande impacta de lleno en el pecho del Heroe... VIVA LA REVOLUCION!!!! JAJAJAJA

Nunca había cruzado demasiadas palabras, por no decir ninguna, con Alan, aunque siempre sospechó que había algo extraño en el. Aún así, ahora mismo parecía estar persiguiendo los mismos objetivos que el propio Maxwell y eso era bueno. También se encontraba allí Vortex, pero de momento no parecía posible saber cuales eran sus intenciones y no había tiempo que perder.

Aprovechando las bolas de fuego de Alan que iban a impactar sobre Giro, que probablemente soltaría a Flicker, Max pretendía volar a toda velocidad hacia Flicker para rescatarla y sacarla de allí.

Rote se asomó la hueco del ascensor y observó como Gear y sus compañeros, ascendían por él.

Se miró una mano y flexionó los dedos. Apuntó la palma de su mano hacia los presos que trepaban trabajosamente. De pronto, un temblor sacudió la estructura y uno de los delincuentes se precipitó al vacío, gritando. Pasó junto a Rote en su caída, sin que ella le dedicara siquiera una mirada. Rote estiró el brazo todavía más se escuchó sonido similar a un trueno fuerte, seguido por los gritos de terror y desesperación que se alzaron de las gargantas de los evadidos, cuando el ascensor se desplomó sobre ellos, cayendo por el tubo, como un tren fuera de control, arrastrándolos a su muerte.
Rote se apartó justo un segundo antes de que el amasijo de carne pegada a la parte inferior del cubículo metálico pasara zumbando hacia las entrañas de Aguas Negras.
Rote se volvió hacia Down con una sonrisa exultante.

—¡Funciona! Ich bin die Rote Zora, wieder!

La sonrisa se disolvió rápidamente y se tornó en un gesto de preocupación.

—No le digas a tu papá lo que hice. Le prometí que sería buena.

Down meneó la cabeza y sonrió.

—No te preocupes. Tú secreto está a salvo conmigo.

Rote miró el tubo del ascensor con gesto de duda.

—Oye, ¿crees que Gear decía la verdad? ¿Qué este lugar se está cayendo?

Down se encogió de hombros.

—Soy invulnerable y tú controlas la gravedad. Deja que se preocupen los perdedores con poderes de mierda.

Miró hacia la sala del Taller.

—Yo no me voy, sin pagar algunas deudas y sin un amigo, al que le prometí que lo sacaría de aquí.

Rote pareció pensárselo un momento.

—¿Vamos a lastimar gente mientras hacemos todo eso?

—Probablemente.

Rote dio un saltito de alegría y aplaudió con entusiasmo.

—Entonces, ¿Qué estamos esperando?

Vortex miró rápidamente la situación, por lo visto algunos presos se estaban divirtiendo con Flicker, una de las supers " vip" que habían llegado hacia poco, y alguien muy "especial en el pasado de Vortex.

El enorme egipcio, soltó la cabeza inerte del guardia que yacía muerto, finalmente.

Postraos ante el dios del caos y el tiempo, mortales, o sucumbid ante el poder de un dios..

Vortex recibió de inmediato el tremendo calor que las bolas de fuego desprendian al impactar con todo, y todos en aquella habitación.

En algun lugar de la mente de Vortex, era normal y obvio lo que pasaría despues.

Vortex se abalanzó sobre Giro, que manteía a Flicker sujeta, parecía que todo el mundo quiera rescatarla, pero era asi?? Con uno de sus brazos extendidos, Vortex intentaba tocar a la chica que se hallaba bajo una terrible presa.

Las granadas estallan con un ruido sordo, orgánico a través del cuerpo del guardia.

Notás inmediatamente que por algo nunca te habías atrevido a tomar una granada con la mano, y que las granadas de Aguas Negras son particularmente efectivas. La metralla de la granada perfora al guardia, convirtiendo su armadura en pedacitos. Pedazos de armadura claquetean contra tu piel, como lluvia sobre un techo de chapa.

Sueltas el amasijo de carne destrozada que alguna vez fue un hombre, para enfrentarte a dos guardias aterrorizados que comienzan a huir. Tu sonrisa se dibujo, pero se convierte en una mueca cuando adviertes un dolor sordo en el estómago. Pedazos de metralla y la destrozada armadura del guardia puntuan tu estómago, habiendo abierto brechas en tu metálica piel. Incluso, aquí y allá, vez pequeños pedazos de hueso incrustados en tu carne.

Los disparos de Alan llenan el espacio como cometas, calientes como el sol. Impactan a Giro y Ráfaga en rápida sucesión.

El segundo disparo a Ráfaga, directo en el medio del pecho, abraza la armadura y hace que caiga con estrépito al piso, sacudiendo los brazos. Sus llamas se extinguen, y un par de presos aprovechan para saltar sobre él. Los gritos y la lucha se convierte en sucia, sanguinaria, y cercana, mientras Ráfaga intenta sacárselos de encima.

Los disparos a Giro, sin embargo, no tienen tanto éxito. Si bien son certeros, Giro cambia la postura para usar a Flicker como escudo humano, interponiéndola ante las bolas de fuego.