Partida Rol por web

Eón

DÉMETER

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01/07/2019, 10:50
Darya Gevorkian

Sería hermoso pensar que los dueños de estos cuerpos vieron más allá de lo que el Gólem quiso para ellos y por eso decidieron dormir, que tenían planes propios —irrumpió de nuevo en la conversación dirigiéndose al sóter—. Pero es más lógico pensar que se anularon por un plan ajeno que no conocían por completo.

Limpiando las lágrimas de las que ahora parecía consciente, Darya se volvió hacia los cáusatas:

Hay algo más que deberían tener en cuenta para elaborar su teoría —su voz sonaba apagada como si tuviera que recurrir a todas sus fuerzas para continuar hablando y éstas fueran escasas—: Erik dijo que en los cuerpos mecánicos que ocupamos en la nave no habían órganos, pero podría ser que sí los hubiera. Ese fue mi temor cuando escuché que la voz de mi carcasa se correspondía con la mía, y más todavía cuando vimos el casco roto del que emergía el cadáver muerto por segmentación —añadió mirando a sus compañeros—. No llegué a sentir mis órganos ni nada parecido, pero si habían crecido de forma aberrante dentro de aquella otra carcasa, tal vez en las nuestras hubieran crecido como se esperaba. Lo que no entiendo  —dijo cayendo de pronto en algo nuevo— es por qué no ocupamos allí cuerpos físicos normales, como ha ocurrido aquí —Sibyl no había contado su parte de la experiencia, pero en el vídeo que había visto se le habían mostrado dos mujeres en la nave, no dos robots—. Tal vez se nos requiriera para explorar en el espacio, no sé…

Otra idea cruzó su mente. Necesitaba pensar, necesitaba ser útil y darles a aquellas personas toda la información de que fuera capaz. Si su presencia había anulado para siempre a la persona cuyo cuerpo habitaba no podía permitir que fuera para nada. Miró de nuevo al sóter y pensó en su augurio: tal vez podía ver algo en sus corazones junto a la música que les pertenecía, o tal vez, como líder de los hombres, supiera decir lo que era necesario decir cuando era necesario hacerlo. “Está en nuestra naturaleza”, había dicho. Ella había afirmado durante la comida que quería ser libre. Bien, pues ser libre no era poder vivir en las montañas, consiguiendo tu propio refugio y comida, eso era sólo una imagen de algo mucho más fundamental. Ser libre debía ser elegir qué hacer con tu vida más allá de condicionamientos, presiones y trampas vitales. Elegir tu misión y luchar por llevarla a cabo. Pero, ¿cuál era su misión, esa misión de que hablaban Ryu y Erik? ¿Era como Ryu decía alterar la realidad de que venían?  Aún no lo sabían. Pero la forma que tomaba en ese instante era ayudar a aquella gente a que conociera la superviviencia y posibles planes del Gólem. La revolución, si estaban en lo cierto, no había terminado.

¿Cree que es posible distinguir si un planeta es habitable o si está habitado por su espectro Moshen? —preguntó de nuevo al sóter—. Si el Gólem busca lugares donde asentar nuevas colonias tal vez nos necesitara para determinarlo… —y recordando otro dato del que no habían hablado preguntó:— ¿Qué es un contacto Kennedy o un contacto Kardashov tipo II?

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01/07/2019, 10:56
Darya Gevorkian

Notas de juego

Ryu puede ver que el abatimiento de Darya patente en su mirada se va transformando al mismo tiempo que ésta alcanza un nuevo brillo. Tiene la impresión de que conforme es capaz de aportar nuevos datos o ideas se siente mejor. Parece fundamental para ella, en un sentido realmente fundamental -podría decirse vital-, sentirse útil.

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01/07/2019, 12:56
Darya Gevorkian

La descripción que hizo la niña era tan hermosa, fantástica, poética y descabellada que bien podría haber estado describiendo lo que era un dragón. Darya sonrió divertida y sus ojos se iluminaron recordando las historias que Milla inventaba para su hermano y para ella; siempre pensó que su madre debería haber aparcado la novela negra y haber escrito alguno de los cuentos que inventaba para ellos.

Pues, ¿sabes? —le respondió Darya con ánimo de participar en su desafío de misterio aportando otro más. Se sentía contagiada del espíritu de la pequeña—: creo que a nosotros nos ha tragado una ballena...

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01/07/2019, 13:39
Cáusata Nin Kundara

La cáusata hizo un gesto al sóter pidiendo permiso para intervenir y éste se lo dió. Había afirmado con la cabeza cuando Darya había dicho que quizá el Gólem les necesitaba para buscar nuevos lugares en donde asentar colonias.

—La escala de Kardashov es una forma de medir el grado de evolución tecnológica de una civilización. Las del tipo II serían capaces de aprovechar toda la energía de su estrella. Son civilizaciones interplanetarias con dominio total sobre su sistema solar.

Sobre el contacto Kennedy no conozco el término y sobre el espectro Moshen en efecto, se puede saber si un planeta es habitable o no por su música, por supuesto que sí.

Notas de juego

Editado: he cambiado un par de detalles.

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01/07/2019, 22:58
Sibyl Hadue

Un rato antes de la llegada del sóter.

En cuanto los dedos de Charlie empezaron a reproducir la melodía sobre las teclas del piano, Sibyl vació los pulmones en una larga exhalación y cerró los ojos, dejando que la música penetrase por cada uno de los poros de su piel hasta tocarla por dentro. Tenía los dedos de nuevo sobre el piano, sintiendo sus vibraciones al mismo tiempo que la música la iba llenando por entero. 

Esa música, esa canción, las sentía como si fuese su misma esencia, y escucharla fuera de sí era extraño y mágico al mismo tiempo, una experiencia que le hacía pensar que podía abandonar su cuerpo y flotar llevada por el sonido de cada una de esas notas. 

Para cuando terminó, tenía las mejillas arreboladas, los ojos cerrados y los labios entreabiertos, su rostro transido por ese momento de conexión íntima consigo misma. Tardó aún un par de segundos en abrir los ojos y una lágrima de pura emoción se desprendió de sus pestañas y se deslizó, solitaria, por su mejilla. Inspiró por la nariz y la limpió con las yemas de sus dedos, aún asimilando aquel momento trascendental que acababa de vivir. 

Al notar el gesto del músico pensó que él se había dado cuenta de qué era lo que estaba tocando, de que la estaba tocando a ella. Y su rostro se encendió de golpe cuando se dio cuenta de lo expuesta que se había mostrado ante él. Quizá en esa cultura las canciones de cada uno eran algo demasiado íntimo como para compartirlo abiertamente como ella había hecho. Desde luego podía comprender que así fuese, incluso compartir ese sentir. Sin embargo, por encima de la repentina timidez que la invadió estaba la gratitud por lo que Charlie le había regalado.

Muchas gracias —murmuró en un primer momento, evitando mirarle fijamente para no aumentar el bochorno de ambos—. Ha sido una experiencia... indescriptible. Abrumadora. Mágica. —Sentía la melodía revoloteando en su cabeza, cada vez más aprehendida de los rincones de su ser, y sus labios dibujaban una amplia sonrisa que el rubor de su rostro sólo lograba hacer más brillante. Suspiró y buscó su mirada al seguir hablando—. Era yo, la canción... Lo sabe, ¿verdad? Yo... No sé cómo agradecérselo, la verdad. 

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02/07/2019, 17:39
Ryu Akahoshi

Un rato antes de la reunión, durante la cena.

Añoranza. Al escuchar aquella palabra las sensaciones que había experimentado cada vez que una obra de arte me había movido a rescatarla, a tomarla para mí y llevarla a mi santuario en el Eón, retornó con una fuerza inusitada. Cada vez que el pincel me había llevado a plasmar con vanos intentos aquello que me oprimía, que me seducía, que percibía. Cada vez que subyugado por la belleza de una mujer o de un hombre había sucumbido a mis egoístas deseos de posesión y de perdición. De querer tenerlo todo, abrazarlo todo, quemarme con todo, fundirme con todo, beberlo todo, amarlo todo... y terminar vacío, siempre buscando más.

No me atreví a expresar mi parecer ni las reminiscencias que sus palabras suscitaban en mí, se me ocurrieron que las suyas tenían sustancia y sentido y las mías eran el eco de algo por venir, por ser descubierto, una posibilidad. O ni siquiera eso. También sentí unos celos fulminantes que no pude justificar ni ante mí mismo, celos de ella y del sóter, me encontré descubriendo que hubiera querido presenciar esa conversación y consumirla como un alimento sagrado...

-Yo quiero eso -confesé en un susurro antes de que pudiera darme cuenta de que lo decía.

- Tiradas (1)
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02/07/2019, 18:14
Ryu Akahoshi

Un rato antes de la reunión, durante la cena.

Instintivamente me di vuelta hacia la casa cuando la niña lo mencionó y fruncí el ceño, traté de imaginarme ese animal gigante y majestuoso que describía con maestría; me encantaban las imágenes que me transmitía al hablar. Me erguí de nuevo sobre mi altura y comenté -Sin duda son parientes -miré a Beatrice y a Darya alternativamente y me expliqué -Comparten el don de la elocuencia.

Me quedé pensativo unos instantes cuando la frase de mi compañera me tomó por sorpresa, la miré analizando sus implicaciones; habíamos sido rescatados, ¿Estábamos yendo hacia nuestro destino?

-Te propongo algo -miré a la niña de nuevo saliendo de mi ensimismamiento -Si tú quieres, un día que tus padres te den permiso me gustaría que me cuentes un cuento y yo lo dibujo mientras tú lo cuentas, se me ocurre que sería de lo más divertido... -esbocé una sonrisa de lado y me crucé de brazos -¿Qué dices? Puede acompañarte quien tú quieras.

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03/07/2019, 18:05
Sibyl Hadue

Por un instante la mirada de Sibyl reflejó admiración por el que el sóter aseguraba poseer. Recordó el momento en que habían subido a la cubierta de la nave y había podido escuchar la música de las esferas y su espíritu se revolvió con la idea de poder escuchar esos sonidos constantemente. Exhaló el aire en un suspiro, centrándose en las siguientes explicaciones, y una pequeña arruguita frunció el espacio entre sus cejas. 

Recogió las manos en su regazo mientras su mirada iba de uno a otro de sus compañeros, comprendiendo las motivaciones de sus palabras, compartiendo la culpabilidad, la incomprensión, la lástima. Le dolía pensar que había alguien atrapado en su interior, ella, sin ser ella. Atrapada. ¿Acaso sería ese su destino en cualquier realidad? ¿Acaso debía pasar a ser ahora su propia carcelera? «¿De mí? ¿De ella?». El rostro de Sibyl permanecía sereno, pero en sus ojos se podía leer la angustia que esa idea le provocaba. 

Volver... Volver a casa. A esa vida que conocía y en la que todas las piezas encajaban en su lugar. Darya verbalizó una vez más una línea de sus pensamientos y la miró agradecida. Al ver sus lágrimas se humedecieron sus ojos en reflejo, pero no podía reconfortarla en ese instante. Ni siquiera se sentía capaz de sostenerse a sí misma. Y en ese momento una idea intrusa se deslizó en su mente. ¿Quería volver? A esa vida en la que se sentía atrapada, perdida. Que no había añorado desde que abriese los ojos en ese extraño lugar. La culpabilidad sobrevino con un sabor amargo, ahogando esa idea antes de que llegase a echar raíces. Se obligó a sí misma a prestar atención a las palabras de Erik. Tenía razón. Necesitaban, con una urgencia imperiosa, saber más. Saber si estaban allí por algo, por alguien. Saber si todo era parte de un plan y, aún más importante, debían averiguar cuál era ese plan. ¿Estaban allí para impedir la destrucción de toda aquella belleza? ¿O sólo para contemplarla? Testigos. Espectadores. Observadores. ¿Pero y si su viaje había sido tan sólo fruto de un error, de esa asignación abortada? ¿Y si eran otros quienes debían haber viajado, otros que supieran dónde iban y por qué?

Las dudas se iban reflejando en la mirada de la joven, que se iba moviendo de uno a otro a medida que iban hablando. Sin darse cuenta había empezado a morderse una uña mientras escuchaba al sóter hablar de que debían enfrentarse a sí mismos, a sus reflejos. Ella no se sentía tan fuerte como para salir airosa de ese desafío y tuvo miedo. Miedo del fracaso. Miedo de convertirse en un fantasma, en un cuerpo sin rostro. 

Sentía su cabeza bullir con todas las explicaciones e hipótesis que aún estaban en el aire. Sentía que todo aquello la superaba, que era demasiado para ella. Con cada nueva revelación la situación se le antojaba más extraña, más difícil. ¿Cómo dilucidar qué sería lo correcto? ¿Iban a tener que elegir entre salvar ese mundo o el suyo propio? 

Echó el cuello hacia atrás y elevó la mirada hacia el cielo, tomando aire y evadiéndose por un momento. La melodía que Charlie había completado giraba y resonaba en su interior. Si se concentraba en seguir sus notas y silencios sentía que la llenaba por entero, cada recoveco y vacío bajo su piel. Sus ecos la hacían imaginar líneas plateadas uniendo las estrellas, uniendo a todas las Medusas en una única red, como individuos distintos compartiendo una misma esencia. Quizá esos hilos hechos de rayos de luna podían vibrar y compartir. Quizá podían encontrarse y sentirse. Se sintió menos sola, arropada por ese ensueño, y la angustia de sus ojos se diluyó un tanto hasta que sus labios se curvaron en una tenue sonrisa. 

Cuando bajó la mirada la cáusata estaba respondiendo a Darya. La escuchó con atención, pero después su mirada se fue hacia el sóter.

¿Qué cree que ha pasado con nuestros cuerpos de verdad? —preguntó, desgranando otra de sus inquietudes—. ¿Estarán vacíos, como carcasas? ¿Estarán en coma, parecerán dormidos, quizá? —«Como lo parecían estos que ocupamos ahora», parecía estar diciendo implícitamente—. ¿O cree que otra conciencia ha ocupado nuestro lugar?

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03/07/2019, 23:23
Mihai Razvan, sóter de Basa'rab

El sóter se encogió de hombros en un gesto de humildad.

—Es algo sobre lo que no tenemos precedentes. Me temo que no hay forma de saberlo, al menos por ahora.

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04/07/2019, 01:01
Charlie

Un rato antes de la llegada del sóter.

Charlie cerró la libreta con la partitura y las notas y se la ofreció a Sibyl.

—No me hace falta. Su música me acompañará como lo hace la luz de la luna. Soy yo el que debo darle las gracias. 

Y visiblemente afectado se disculpó para marcharse con una torpeza impropia de su porte, como si no supiera bien cómo debía comportarse.

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04/07/2019, 01:22
Terpsícora

Un rato antes de la llegada del sóter.

—Lo tienes.

Contestó la junzi, como si hubiera liberado un hechizo o impuesto un don.

—Y como ahora sabes que lo tienes, lo tienes.

Sonrió. Cómplice.

—Y nadie te lo podrá quitar. Jamás.

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04/07/2019, 00:51
Faraz Snowden

La conversación está tomando giros cada vez más rocambolescos. ¿De verdad se está planteando que estas personas ofrecieron sus cuerpos voluntariamente? No sé hasta qué punto puede hablarse de libertad de elección, si la alternativa era sufrir una «segmentación explosiva», como la llama el sóter.

Claro que...

Tal vez no tenían ni la más remota idea de lo que podía ocurrirles. Tal vez no nos aceptaron como mecanismo para salvarse. Y no fue una decisión fácil, en cualquier caso. Eso seguro. Pensándolo fríamente, es muy fácil opinar sobre un asunto desde fuera, pero, ¿qué habría hecho yo ante la perspectiva de ver mi alma relegada a un plano minúsculo por una consciencia extraña? ¿De entregar el control de mi cuerpo, de mis pensamientos y emociones, a una versión distinta de mí mismo proveniente de otro tiempo?

Presto atención a mi alrededor, a las reacciones de mis compañeros. Erik parece especialmente afectado, y siento una punzada de compasión por él. Como profesional de la psicología, debe de estar acostumbrado a ofrecer apoyo emocional a personas que lo necesitan, pero ahora es él quien parece superado por la situación. De repente, siento deseos de que todos callen. Que se acaben las preguntas y las respuestas. Sobre todo las respuestas.

Tras asegurarme de que no interrumpo nada importante, me acerco lentamente a Erik y apoyo una mano en su hombro, ofreciendo una ligera presión que pretende ser reconfortante. Lo miro directamente a los ojos y asiento muy despacio, sin retirar la mano.

- Tiradas (2)
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04/07/2019, 11:30
Beatrice Danesti

Un rato antes de la reunión, durante la cena.

La niña sonrió animada por la propuesta del crítico.

—Dentro de dos semanas los niños de nuestra cuadrilla haremos un teatro en el jardín y en barcas. La historia la tenemos a medias, trata de un enano verde que vive en la profundidad del lago y al que sólo ven los niños. Si te parece podrías ayudarnos pintando los decorados. 

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04/07/2019, 12:20
Erik Du Mont

La respuesta del sóter alivió un poco a Erik, al saber que de alguna forma habían conseguido salvar a esos cuerpos... A pesar de que sus conciencias todavía seguían en un segundo plano precisamente porque las suyas estaban allí. Algunos de los términos mentados por el hombre le recordaban a algunos otros que a veces utilizaba su madre, cambiando un poco la perspectiva de lo que era el Gólem. Lo había imaginado como una especie de sociedad directamente controlada por la misma tecnología que habían desarrollado, una que decidieron romper y que llevó a muchos a la locura, pero cada vez quedaba más claro que el Gólem era una máquina real... Un ordenador. Pero si ese fue el caso, ¿quién creó al Gólem? ¿Quién sería capaz de imaginar una máquina así, que siguiera funcionando sin control incluso tras la muerte de su creador?

Las cuestiones sobre los planetas y los nombres de Kardashov y Kennedy le dejaron algo indiferente al principio. No era un campo que él controlase y su mente estaba perdida en otras cosas, como los motivos que llevaron a la creación del Gólem y cómo todo se había desarrollado así hasta el momento, incluso en múltiples planetas fuera de su sistema solar, donde nadie sabía siquiera que estaba siendo controlado...

La pregunta de Sybil fue algo que terminó por derrumbarle. Si no soy yo, entonces ¿quién está con mi familia? Si no recuerda nada de ese lugar es posible que me traten como amnésico por un golpe en la cabeza. Y si es así, Kiara y Shen se preocuparán por mí... Bueno, por alguien que no soy yo exactamente. ¿Y si es alguien enviado por el Gólem? ¿Les hará daño? ¿Tendrá mi misma personalidad y mis recuerdos? En ese caso, ni siquiera sabrían que me ha pasado algo... 

Erik dio un respingo al notar la mano de Faraz sobre su hombro y le miró sorprendido. Hasta ese momento no se había dado cuenta de la preocupación que denotaba su rostro, una que se había esforzado en ocultar para no contagiársela a los presentes. Sigues siendo humano, Erik. No puedes cuidar de los demás y de ti mismo a la vez. La mirada de Faraz consiguió que el doctor sonriese, aún con gesto algo triste, pero agradecido. Puso la mano sobre la de él y asintió de vuelta, indicándole que ya se encontraba mejor. Pero necesito tiempo para asimilar todo esto...

Miró a los demás, atento por las preguntas que siguiesen teniendo pero deseando que aquella ronda llegase a su fin. Tenían muchas respuestas para completar el puzzle y necesitaba ordenarlas antes de que le soltasen absolutamente todas sobre la mesa. Un buen sueño lo arregla todo...

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04/07/2019, 12:22
Erik Du Mont

Anteriormente, tras el concierto.

Erik sacudió la cabeza, divertido por la actitud de Hélène, pero no rechazó la copa que le tendió. Alzó las cejas sorprendido nada más olerla y sonrió a la mujer. De verdad me quiere emborrachar... 

- Es extraño, pero no me quejo. De todo se pueden aprender cosas nuevas. - sonrió, alzando levemente su copa para un brindis antes de beber - ¿Un torneo? Si fuese de ajedrez no diría que no, pero supongo que aquí tenéis otras costumbres...

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05/07/2019, 00:31
Sibyl Hadue

Un rato antes de la llegada del sóter.

Sibyl tomó la libreta con ambas manos. Las palabras que Charlie le dedicaba como despedida sólo lograron que el tono de sus mejillas enrojeciese aún más. Contempló su espalda mientras se marchaba y sólo cuando estuvo a solas exhaló un largo suspiro. 

Aún dedicó una caricia al piano con la punta de los dedos, despidiéndose agradecida también de él, antes de abandonar ese lugar, hacia el dormitorio que había escogido un rato atrás. 

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05/07/2019, 01:27
Ryu Akahoshi

La pregunta de Sybil me hizo removerme incómodo en mi lugar, un escalofrío me recorrió mientras imaginaba otro Ryu con mi familia, con mi pareja, con mi hermano, con mi abuelo, con mis amigos, allí en el Eón. Un profundo desasosiego me invadió el pecho, ¿Y si esos dobles hacían daño a nuestros seres queridos porque nuestra asignación había fallado? No, no podía ser. La máquina no sabía de venganza ni de represalias, era fría y eficiente: pondría a los otros a llenar los huecos que nosotros no logramos rellenar... Lo cual me daba más exasperación, prefería que permanecieran dormidos o en coma, como estaban estos antes de que los inhabitáramos. Necesitaba creer eso antes que sumar una angustia más a la lista de horrores incomprobables.

Me dio la impresión de que cierto espíritu de abatimiento flotaba sobre nosotros, no había certezas a las cuáles entregarse ni verdades irrefutables, no había respuestas lógicas: todo parecía de cabezas. Y sin embargo, ahora sabíamos que la telaraña existía y la figura del arácnido se perfilaba en las sombras. Y aquella misión que se nos hubiera dado, cualquiera que fuera, ahora había sido suplantada por otra cuyo alcance no podía imaginarme.

No obstante, había una verdad irrefutable: estábamos exhaustos, todos nosotros, pero no fue hasta que la imagen de Darya se unió a la de Sibyl y a la figura de Faraz apareció de pie junto al buen doctor que el cuadro no se me encajó en el cerebro. Me pasé la mano por el rostro, cansado, necesitaba que esta sesión terminara.

-No sé ustedes pero creo que he tenido suficiente por esta noche.

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05/07/2019, 01:58
Faraz Snowden

Hasta bien entrada la madrugada, después de la reunión

Bajo la luz de la luna y las estrellas, alejado de todo y de todos, logro al fin encontrar algo de paz. De vuelta en la casa de invitados, estoy sentado en la veranda que da al patio trasero, contemplando en silencio las flores del jardín dormido. Cuando acabó la reunión y el sóter se despidió de nosotros, sentí que necesitaba poner en orden mis ideas, así que me despedí amablemente de mis compañeros y vine aquí.

Es curioso ver cómo cada uno de nosotros ha reaccionado a toda esta experiencia de un modo completamente distinto. Ryu, por ejemplo, es quien se ha atrevido a plantear sus miedos y objeciones con mayor claridad, pero me temo que tiene tendencia a la impetuosidad y la ira. Darya, por el contrario, ha adoptado una estrategia más mecánica, tratado de indagar al máximo y conocer hasta el último detalle de cuanto nos rodea, tal vez movida por la idea de que, asumiendo una actitud proactiva, logrará reducir la sensación de pérdida de control que tenemos todos. Erik es un hombre afable, siempre presto a ayudarnos cuando lo necesitamos, y, aunque no dudo que su altruismo sea auténtico, quizá atender los problemas ajenos también constituya para él una vía de escape a las preocupaciones propias, o una forma de restarles importancia. En Sibyl intuyo un alma especialmente sensible, y creo que su actitud apocada y temerosa puede deberse al simple hecho de no saber cómo afrontar la situación.

En cuanto a mí...

Parece que divagar mentalmente sobre mis compañeros es lo más útil que sé hacer, pero, ¿cómo plantearse cómo actuar si ni siquiera sé cómo debo sentirme? Una parte de mí desea vehementemente volver a casa con mi familia, pero otra parte, no sé si peligrosa, ve en el desarraigo emocional el único modo de mantenerse cuerdo. Ante el desconcierto y la incertidumbre de una vida que no sé si volverá, ¿no es acaso más sensato, más sano, aprender a «dejar ir» y empezar a elaborar el duelo? En cualquier caso, he vuelto a acabar solo y apartado, como de costumbre.

Me doy una palmada en los muslos y me levanto del suelo. Creo que al fin he decidido algo. No sé si podré volver jamás a mi tiempo, como tampoco sé si lo que me espera de ahora en adelante es aún peor. A juzgar por las palabras del sóter, parece que aún quedan revelaciones por venir. Pero lo que sí sé, es que el presente es lo único que me queda. Y mis compañeros... no, mis amigos... son ahora lo más cercano a una familia que pueda tener. De modo que velaré por su bienestar, y los atesoraré en mi corazón como mi bien más preciado. Mi hijo, mis padres, solo necesitan que los recuerde, pero Ryu y Darya, Erik y Sibyl, me necesitan a mí.

Y yo a ellos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Mañana me levantaré temprano y, después de la ducha, prepararé un delicioso desayuno vegano para mis compis. :)

P.D.: Si nada lo impide.

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05/07/2019, 01:56
Ryu Akahoshi

Un rato antes de la reunión, durante la cena.

-¡Mejor todavía! -respondí impulsivamente entusiasmado ante la idea de pintar en soportes de grandes dimensiones, de pronto me quedé congelado: no tenía idea de qué me depararía la suerte de aquí a dos semanas. Tuve que moderar mi respuesta por temor de decepcionar no solo a la pequeña, sino a toda su banda de amigos -Si los planes que discutiremos con tu padre más tarde me lo permiten para mí sería un honor -dije poniendo una mano solemnemente sobre mi corazón.

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05/07/2019, 02:05
Ryu Akahoshi

Un rato antes de la llegada del sóter.

La miré contrariado pero al mismo tiempo deseando con todas mis fuerzas que por arte de magia aquello que decía fuera una realidad. -¿Cómo puede ser eso posible? -inquirí sin belicosidad mas dominado por mis pensamientos febriles y caóticos que se unían a mis más profundos deseos y temores -Entonces, ¿Por qué siento como si aquello de lo que hablas fuera algo terriblemente lejano? -me pasé la mano por el cabello, nervioso -¿El camino interior puede ser enseñado?... ¿Me lo enseñarías tú?