Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 3: El viejo camino

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22/06/2019, 02:40
Director

Turno 309
​Percepción

 

Los sentidos de Larrid prestaban atención a los alrededores, la desconfianza de su compañeros le parecía excesiva, pero no estaba de mas permanecer atento. Nada le llamaba la atención, como era de esperar...

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22/06/2019, 04:47
Director

RESOLUCION TURNO 309
 

 

Freagulf se deleitaba con el buen hacer de los jóvenes. Sus pensamientos lo llevaban a pensar que su excelencia en el trabajo era debida a la repetición, lo que le hizo suponer que estaban acostumbrados a realizar esa tarea. Nunca sabría el porqué de sus habilidades, podía llevar razón, o simplemente tratarse de un buen entrenamiento.

Pasaron unos minutos, el penúltimo de los caballos estaba casi listo, cuando llego uno de los guardias algo apurado. Al parecer todos esperaban la llegada de los animales. El soldado habló de malos modales a los muchachos, asegurándoles que serían castigados por la tardanza. Pero no resulto ser tan mala persona, pues se dispuso a ayudar a los mozos de cuadra a cargar a la mula. En el fondo quería que el castigo fuese mínimo, y que pudieran terminar su trabajo con premura.

Los dos niños terminaron de cargar el caballo, para después ir a continuar el trabajo del guardia sobre la mula. Freagulf no intervino, sabían lo que se hacían, se dedicó a calmar a los animales.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 310

► La mula está a medio cargar, pronto estar lista.

 

► Resolución del próximo turno: martes 25-06-19

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22/06/2019, 04:48
Director

RESOLUCION TURNO 309
 

 

Cuando salieron a la entrada de la casa, descubrieron que los caballos no estaban. En ese momento, y por alguna inexplicable razón, la situación le pareció extraña a algunos de los invitados. El guardes se mostró realmente enfadado, no entendía la razón de aquel retraso. Mando a uno de los guardias a buscar los caballos, y a los mozos que debían de haberlos traído. Los muchachos estaban en problemas, no habían realizado su tarea, y seguramente serian castigados por ello. No es que fuesen a darles latigazos, pero seguro que perderían alguna cena o serian obligados a realizar alguna tediosa tarea de limpieza desagradable.

Otro de los guardias fue a esperar junto a la puerta donde debían estar guardadas las armas, mientras un tercero iba en busca de las llaves. Fue en ese momento, en que Bernard daba las órdenes pertinentes, cuando el enano lo agarró del brazo. El naugrim quería sus armas hasta el punto de saltarse cualquier tipo de saber estar. Si el guardes estaba ya enfadado con los mozos de cuadra, que Gwalin lo sujetase del brazo lo enfureció aún más. Quizás su reacción fue excesiva, pero los invito a irse cuanto antes, por el camino por el que habían llegado. Ya no pasearían entre los prados, y seguramente no verían los caballos que allí criaban. Larrid trató de calmar al guardes, al igual que algunos de sus compañeros, logrando que el enano lo soltase, y que incluso pidiese perdón.

Edan retrocedió hasta la entrada de la casa, mientras que Grimbeorn logro hacer que Gwalin lo acompañase hasta estar junto a la puerta del armero. Los demás, asombrados por tan maña reacción, sencillamente se quedaron dónde estaban, tratando de calmar los ánimos de todo el mundo. Estaban entre la fuente y la entrada principal, observando el lugar por donde se había marchado el guardia para buscar los caballos.

Habían llegado pronto, pero entre la comida y la sobremesa, quizás habían pasado demasiado tiempo en aquella granja. El sol ya no brillaba tan alto, había comenzado su viaje hacia el horizonte, en pocas horas oscurecería. Aunque Edan trataba de buscar y calcular las salidas, desde la entrada no había demasiado que ver. Solo estaba el camino, y hectáreas de terreno cultivado a ambos lados. No había arboles ni ningún lugar donde esconderse y huir, solo podrían ocultarse entre las espigas.

Paso un rato, nadie se movió esperando por los caballos, cuando el guardia llegó con las llaves de la armería. Se las entregó a Bernard que, aunque más calmado, se negó a abrir la puerta por el momento. Eso no causo una buena impresión, pero tenía sus razones. Aunque las llaves llegaron pronto, no lo hicieron los animales, ni Freagulf, tampoco el guardia. El cabreo del guardes se hacía notar, y ya no solo era por la actuación del enano.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 310

► Bernard tiene las llaves de la armería, pero no la abre.

► Hay dos guardias. Uno junto a la puerta del cuarto de armas, y otro junto a la entrada principal.

 

► Resolución del próximo turno: martes 25-06-19

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22/06/2019, 10:15
Freagulf
Sólo para el director

Turno 310

Freagulf, con paciencia, dejó que el hombre les dijera lo que estimase oportuno, pero al verle ponerse manos a la obra, pensó que no sería tan malo, a no ser que hubiera un poder por encima de este, que le obligase. - ¿Órdenes tal vez?

Con un tono amable, intentando sonar calmado y pausado, comentó: - No preocupe, no preocupe. Freagulf sonreía, intentando parecer amable. - Si me he adelantado yo. Y solicitó: - No les riña, que no hay prisa...añadiendo a posteriori, con la misma voz y continuando lo dicho... - si además, lo que tendríamos que hacer es recoger las armas. No quería decir recuperar, que sonaba como si hubiéramos... perdido estas, o algo así. - ¿Podríamos abrir para que cuando salga los compañeros las pueda repartir? Todo el rato sonaba con el mismo tono paciente y amable. Casi pusilánime.

Notas de juego

No veo los destinatarios, que en el cuartito, está "fastidiado" la máscara de presentación y no veo la mitad de las cosas. Ya puse la incidencia, pero no se como sale tampoco. Sigo pensando que quería haber intervenido. ¿Puedo intervenir ahora? Bueno, lo dejo puesto, pero si no lo ves oportuno, siempre le puede borrar o vemos como proceder.

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22/06/2019, 10:27
Gwalin

Turno 310

Gwalin miraba la situación con aparente calma. El cuerpo del enano permanecía quieto esperando de pie a que el guardés abriera el armario donde habían depositado las armas. Bernard ya tenía las llaves, pero como no habían llegado los caballos no abría las puertas del armero, así que todos esperaban.

-Grrmm.

Cada poco el naugrim emitía un leve gruñido que duraba lo que tardaba en echar una ojeada al armero, pasando por Bernard hasta terminar por donde habían desaparecido los caballos cuando se los llevaron. No era normal que tardaran tanto en traer sus monturas y eso se notaba en el propio guardés, quien cada vez estaba más nervioso. 

-Grrrmmm.

Si bien Gwalin parecía calmado, por dentro era una olla a presión. Estaba en medio de un delicado trabajo en el que probablemente expondría su vida, pero les habían desarmado y eso para el guerrero era peor que estar desnudo. Si bien no le hubiera importado seguir a pie, sin las monturas, no pasaba por perder sus armas.

-Grrrrmmmm.

Si los caballos no aparecían pronto, Gwalin iría a los establos a ver qué sucedía, lo aprobara Larrid o no. De hecho cada poco miraba también a su líder preguntándose si no hacía nada porque no quería ahondar en el cabreo del guardés, porque sabía algo más que ellos no sabían, o porque no sabía que hacer en ese momento.

-Grrrmmmmm.

La dura cabeza del enano cada vez especulaba con más problemas e intrigas y eso le hacía aumentar la duración e intensidad de sus gruñidos. Y por si fuera poco los sitios a los que miraba, pasó también a mirar a los guardias que estaban apostados cerca de ellos, vigilando que todo estuviera en orden.

-Grrrrrrrmmmmmm.

- Tiradas (1)
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22/06/2019, 16:33
Grimbeorn

Turno 310

El tiempo discurrió con su paso pausado pero constante e inevitable. Grimbeorn seguía junto a la puerta, con el enano, mientras esperaba a que los caballos llegasen. La situación alteraba sobremanera al guardes, que parecía encolerizarse más a cada minuto que pasaba y no había rastro de los caballos, ni de Freagulf ni del guardia que había mandado a los establos o caballerizas.

Sólo la llegada de otro guardia con las llaves que cerraban el acceso a sus armas (o, al menos, a las de sus compañeros) podía haber relajado la tensión que comenzaba a acumularse. Pero Bernard no quiso devolverlas aun. Los ocasionales gruñidos del naugrim indicaban al norteño que éste no encontraba tal disposición de su agrado. Y que se impacientaba. Por su parte, el animista no había observado nada fuera de lo común, que pudiera sugerir un peligro inminente. Tal vez toda aquella demora se debía a un mozo de cuadra perezoso. Mas Grimbeorn no se confió por ello; se mantuvo en una alerta calmada, sin dejarse llevar por la impulsividad ni precipitarse a conclusiones que le forzasen a una actuación fuera de lugar. Apoyó una mano de nuevo en el hombro del enano en un intento por sosegarle y sugerirle paciencia de forma muda.

Entre tanto, su mente seguía recogiendo los hilos de poder que emanaban de Araw al tiempo que, cual viajero perdido en la noche, buscaba el resplandor familiar de un fuego en la oscuridad. Un rescoldo, más que una hoguera, si consideraba el alcance de la fuerza del Vala, al cual podía acceder sin ni siquiera necesitar de la voluntad expresa de la entidad.

Notas de juego

2 asaltos de preparación para Bendición, por si las moscas.

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25/06/2019, 00:02
Ional

Turno 310

El joven duandan se acercó a las caballerizas intentando averiguar qué es lo que había pasado con los caballos y con su compañero Freagulf que aun no había aparecido. No creía que pasara nada más allá de que los caballos no quisieran ponerse sus arreos y esto, multiplicado por todos los caballos de la compañía, resultaba que era bastante tiempo en preparar las monturas.

Con ese pensamiento se acercó el montaraz a las caballerizas para ayudar a su compañero y traer las monturas a sus compañeros para poder salir cuanto antes e ir detrás de los orientales.

Notas de juego

Voy a las caballerizas, por eso no parco a los demás.

​DJ: Para otra vez, es preferible que antes de marchar lo declares para todos los destinatarios.

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25/06/2019, 23:18
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 310

Tras constatar que no había un lugar al que poder huir en las inmediaciones, Edan regresó al lado del guardia.

La razón le decía que no había nada que temer. Si Bernard o cualquier otra persona de la villa hubiesen deseado hacer algo contra ellos, habian tenido multitud de ocasiones mucho mas favorables durante la comida. Hubiese bastado con introducir algún veneno en la comida, o sencillamente encerrarlos en el salón. No, aquello no era posible. Otra cosa sería que alguien se hubiera colado en la villa precisamente en aquel momento, quizas aprovechando que los guardias y el señor se encontraban ocupados atendiendo a sus inesperados huespedes. Aquella idea, aunque más factible, resultaba casi igual de improbable. Sin embargo, el grado de indefensión en que se encontraba, le impedía dejar atrás el nerviosismo.

Freagulf y los mozos no terminaban de llegar y la paciencia del grupo empezaba a terminarse.

Ante lo tensó de la situación el rohir hizo un gesto a Larrid y le habló en voz alta.

Freagulf tampoco ha vuelto, creo que había ido a los establos. ¿Debería ir en su busca?la pregunta iba dirigida tanto a Larrid como al Guardés.

El viento parecía haberse detenido, al menos Edan no sentia su gélido abrazo como antes y un reguero de sudor empezaba a asomar entre sus sienes.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vuelvo a tirar Percepción.
Me ofrezco a ir abuscar a freagulf.
Mientras no me digan nada me quedo al lado del guardia.

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26/06/2019, 00:52
Hallfrid

TURNO 310

El joven campesino seguía observando extrañado cuanto ocurría a su alrededor. Sin embargo, aunque buscaba sombras furtivas en cada rincón del lugar, y escrutaba con atención los rostros y las miradas de sus anfitriones, no podía encontrar ningún signo de peligro.

Y, de algún modo, aquella tranquilidad comenzó a preocuparlo. Pues el muchacho reconocía la veteranía de varios de sus compañeros, y no sentía que fuera prudente desestimar sin más su experiencia. Sobre todo la del enano, que llevaba ya varias décadas errando por los caminos, y algo debía de haber aprendido sobre el comportamiento de los hombres.

Con todo, el único verdadero sobresalto llegó cuando el ofendido Bernard se negó a entregarles las armas. Y ello agrió un poco el normalmente distendido semblante del joven. Quizás algunos de sus camaradas habían sido algo bruscos con el anciano. Pero habían pedido las disculpas correspondientes. Y, en cualquier caso, ello no era motivo para mantenerlos desarmados...

- Quizás sea lo más conveniente. - respondió a las palabras de Edan, aún con un tono tranquilo en su voz - Así nos ponemos en marcha cuanto antes. Yo podría darte una mano.

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26/06/2019, 02:15
Larrid

Turno 310

 

- No, nadie se moverá de aquí - dijo tras la pregunta de Edan, y justo después de que Bernard lo atravesase con una severa mirada.

- Tu tampoco Ional - exhortó al dunadan - Sera mejor que os estéis quietos, Bernard se ocupara - dijo con una mezcla de enfado y resignación, sabiendo que habían perdido el favor del guardes.

- Por las barbas de Beorn, ¿Es que no sabéis comportaros? - el semblante de Larrid mostraba una cierta duda.

 

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26/06/2019, 02:55
Guardia

Turno 310

 

El guardia estaba a lo suyo, cargando la mula de Leofred e ignorando a Freagulf. Poco a poco recogía los enseres dispuestos por los mozos en el suelo para colocarlo todo en la grupa del animal. No parecía contento, y no era solo por la tardanza de los chavales, si no por la presencia de Freagulf.

- Claro, enseguida... - dijo con desdén cuando menciono las armas, pero sin intención ninguna de hacerlo de inmediato. Sencillamente siguió a lo suyo.

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26/06/2019, 03:05
Director
Sólo para el director
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26/06/2019, 05:43
Director

RESOLUCION TURNO 310
 

 

Bajo la mirada de Freagulf, y mientras éste trataba de que el soldado no abroncase a los muchachos, el guardia fue preparando la mula de Leofred. Ignoraba con total claridad al ailgratha mientras realizaba su faena.

Freagulf preguntó por las armas, pero solo recibió por respuesta el desdén y la desidia por el tema. Solo quedaba terminar con aquel animal y podrían llevarlos a la entrada. Los mozos se unieron al guardia en la tarea, hasta que esta estaba casi terminada.

Casi sin mirarlo, el guardia agarro a dos de los caballos y a la mula, mientras que los jóvenes sujetaron de las riendas a otros dos animales cada uno. Quedaban aun otros dos equinos, el guardia invito a Freagulf a llevarlos, aunque sonó bastante sarcástico. Habló a los mozos con bastante dureza, tildándolos cada poco de vagos y amenazándolos con un castigo cuando el guardes se enterase de su tardanza. Aunque el resto del camino se mantuvo en silencio.

No tardaron en llegar a la entrada. Allí estaban sus compañeros esperando ya, al parecer habían tardado más de lo recomendable. Edan estaba junto a la puerta de entrada, junto a un guardia. No muy lejos estaban Gwalin y Grimbeorn, con otro de los guardias, junto a puerta donde habían guardado las armas. Bernard, Larrid y los demás, esperaban ante la fuente. Todos tenían las caras bastante serias.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 311

► Estáis todos juntos de nuevo, marcaros normalmente

 

► Resolución del próximo turno: viernes 28-06-19

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26/06/2019, 05:44
Director

RESOLUCION TURNO 310
 

 

El momento se estaba volviendo más tenso de lo normal. Los gruñidos de Gwalin, Grimbeorn tratando de calmarlo y Edan junto a la puerta. A ojos de Bernard, la situación vivida con el enano había sido algo inconcebible, en aquellos momentos solo deseaba que el grupo se marchara de allí. No ayudaba que, en lugar de esperar pacientemente, se hubiesen dispersado por la entrada en lugar de esperar junto al pozo. Sobre todo, desconfiaba del enano, que por si no bastaba con su comportamiento, se había puesto junto a la puerta donde guardaban las armas.

Edan sugirió ir a los establos, e incluso Ional comenzó a dirigirse hacia donde creían que estaban. Larrid fue categórico, no quería que ningún miembro del grupo se pusiese en evidencia de nuevo, y mando a todos estarse quietos.

Con todo el mundo en su sitio, esperaron. Al poco rato, por la parte izquierda de la fachada, por donde estaban las caballerizas, apareció el guardia que había mandado Bernard. Llevaba dos caballos y la mula de las riendas. Detrás de ellos, los dos mozos llevaban otros cuatro animales y, por último, Freagulf apareció con las dos monturas que restaban.

La cara de Bernard fue de tranquilidad, pero con un leve atisbo de satisfacción.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 311

► Estáis todos juntos de nuevo, marcaros normalmente.

► Los animales están cargados con vuestras cosas

 

► Resolución del próximo turno: viernes 28-06-19

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26/06/2019, 05:45
Bernard

Turno 311

 

- Aquí tenéis vuestras monturas - dijo serio - Ahora os pido que os marchéis - dijo señalando el camino por el que habían llegado, ya no verían el resto de las tierras.

- Abrid, y devolvedles las armas - ordeno, mientras le tendía las llaves al mismo guardia que se las había entregado a el.

Obediente, el guardia abrió y comenzó a sacar y a apoyar las armas contra la pared, ayudado por un compañero. Solo había tres guardias.

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26/06/2019, 05:50
Larrid

Turno 311

 

- Siento que hayamos terminado de esta forma, pero quiero agradecerle su hospitalidad - dijo de corazón Larrid - Espero volver a encontrarnos en otras circunstancias - Añadió sincero.

- Y ahora, recoged las armas, y reemprendamos el camino - ordeno el soldado al grupo, mientras el mismo cogía la suya, y se subía al caballo..

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26/06/2019, 10:24
Freagulf
Sólo para el director

TURNO 311

Fragulf ya no podía contenerse más. - No se meta más con los críos. Sonó fuerte, ya que su sarcasmo le raspó más de lo que quería reconocer. - Hace años que brego con monturas y son de lo mejorcito que he visto en mi vida, y lo mejor que sus ojos tendrán el placer de reconocer que han observado. Sin esperarlo, apareció el resto, pero las palabras del jefe también le hicieron pensar: - ¿Qué porras habrá pasado? Es aparición interrumpió su siguiente reivindicación, que era, pedirles otra vez las armas.

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26/06/2019, 14:56
Grimbeorn

Turno 311

La tensión se había reducido bastante con la llegada, finalmente, de los caballos. Sin embargo, la molestía de Bernard no seguía idéntico camino tras el incidente con Gwalin y con aquellos que habían querido ir en busca de las monturas. Permaneció apoyado contra la pared mientras un guardia abría la sala de las armas y comenzaba a sacarlas con la ayuda de un segundo. Esperó pacientemente a que terminasen y no se apartó del lugar hasta que el enano no hubo recogido las suyas. Tras asegurarse de que el naugrim no protagonizaba otro altercado, Grimbeorn se reunió con el resto y montó, con desgana, en su caballo.

Pensó en presentar unas disculpas, pero Larrid ya lo había hecho, asi que no había motivo para hacerlo. Al menos, sin explicar posibles motivos para la susceptibilidad de la compañía; motivos que el guardes podía considerar poco menos que excusas. Por esa razón, el animista simplemente se limitó a comprobar su equipo. No es que desconfiase de la gente de Bernard: sólo se aseguraba de que no se hubiera perdido ni caído accidentalmente nada al manipular el arnés o las alforjas de la montura.

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27/06/2019, 04:29
Gwalin

Turno 311

Gwalin vio con alivio como se acercaba Freagulf con las monturas. Un gruñido emitido en otro tono más distendido dejó a las claras el sentimiento del enano al saber que todo estaba en orden.

-Ggggggggggggmmm.

Es verdad que para el guardés parecía que habían sobrepasado los límites y entendía su enfado. Pero éste no sabía todo lo concerniente a su misión y lo que se jugaban si hacían caso omiso a cualquier circunstancia.

Por eso el enano estaba tranquilo respecto como había actuado, sobre todo después de haber pedido perdón al guardés. Que sin duda lo había hecho para que Larrid se sintiera bien, no porque creyera que había hecho algo mal. Pero eso lo dejaba para él, pues no quería entrar en polémicas.

Sin más, se despidió del guardés con un simple adiós, se montó en su montura y esperó a que Larrid diese la orden para salir de allí.

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28/06/2019, 05:44
Hallfrid

TURNO 311

Hallfrid ya se disponía a acompañar a sus camaradas a los establos, como más no fuese para apresurar el paso de los porteadores, o quienes quiera que estuvieran encargados de cuidar de sus animales. Sin embargo, pronto unas palabras destempladas de Larryd detuvieron a todos en seco, y el muchacho permaneció aguardando órdenes en su posición.

En verdad, el joven campesino no veía motivo alguno para alterarse así por semejante nimiedad. Después de todo, ¿cuál podía ser la ofensa en permitir que los huéspedes ayudaran a los propios sirvientes? Eran sus monturas, después de todo. Y nadie mejor que ellos para llevarlas de un lado a otro.

Aunque, pensándolo bien, quizás ello pudiera interpretarse como que desconfiaban de las atenciones que podía brindarles su anfitrión. Incluso si se trataba de cuidar a una meras bestias. Y tal vez Larryd prefiriera no arriesgarse a importunar al viejo Bernard con un desprecio semejante.

Tal como estaban las cosas, Hallfrid no podía culparlo. Aunque ello no significaba que lo entendiera del todo. Es que las cosas allí fuera, en el mundo, eran tan distintas a su vieja granja...

Finalmente, antes de que los ánimos se caldearan demasiado, todas las monturas aparecieron, traídas con paso tranquilo por los mozos de cuadra. Y por supuesto, como cabía esperarse, Freagulf venía con ellas, lo cual terminó de distender por completo la tensa atmósfera que se había creado.

Aunque no del todo, por supuesto. Pues estaba claro que el ofendido Bernard ya no quería saber nada con el grupo de viajeros. Y difícilmente pudieran hacerlo cambiar de opinión.

A pesar de todo, el joven campesino se despidió del anciano con una muy profunda reverencia, a la vez que le agradecía a él y a su señor por la hospitalidad que le habían brindado. Tras ello, simplemente tomó sus armas y se encaramó sobre su montura, dispuesto a continuar el viaje.