Partida Rol por web

-Corre FORBÚL ayúdame!! oigo gente armada que viene de la cocina!!! UNNNNGNGGFFFFF - intenté hacer fuerza para levantarme de allí. El esfuerzo me desencajaba la cara, pero el cuerpo de Fury no se apartaba. ¿Cuánta masa de carne tenía ese tipo para que no pudiera ni siquiera apartarlo? Era un ser humano o era un robot dirigido desde la central??!

Me desplomé sin haber logrado hacer nada más que cansarme. 

Forbúl decidió hacer caso a la primera parte dela orden del negro y no a la segunda. "Corre" le dijeron y sin pensarlo dos veces, corrió afuera del reservado.

—¡Auxilio! —gritó con todas sus fuerzas— Intentaron drogarnos y abusar de nosotros. ¡Auxilio!

A la pasada miraba a ver si veía algo largo con lo que hacer palanca y ayudarse a mover a Fury

Y así fue como, heroicamente, Forbúl Tamejiri dejó atrás a sus dos compañeros inmovilizados para buscar algo o a alguien que les pudiera ayudar, eso sí, desde una distancia prudencial de la zona del conflicto, el problema y en definitiva, el peligro en el que estos estaban.

Ahora lo que le pasara a El Negro y a Michael Fury mientras este no se encontraba con ellos iba a ser algo que tan solo El Negro y Michael Fury solo supieran. En cambio, solo Forbúl sabría lo que este miró y encontró en el exterior.

Entrando en aquel cuarto hizo aparición un hombre que le sacaba una cabeza al mismísimo Michael Fury y que apenas era capaz de entrar por la puerta de aquella sala. Pasando la mirada por encima de aquella en busca de quienes habían hecho mal a su pequeña hermanita.

-Hermana. -Dijo con un tono de voz grave y serio- ¿Este ser malo contigo?.

A medida que se acercaba a ambos tumbados encima de la mesa.

La joven Ai Fang, cubriéndose su cuerpo con sus pequeños bracitos, confirmó aquella investigación del hombre, se notaba que su inteligencia estaba a la par de lo que uno se esperaría de la policía secreta de aquella pequeña micro-nación. Echando una mirada de asco hacia El Negro, esta lo acusó.

-¡Sí!. ¡El de abajo!. -Exclamó señalando a El Negro- ¡Y también hay fuera uno que también me hizo cosas! ¡Es bajito y con gafas!

Para Fo Fang, aquel hermanazo, no le hizo falta saber más para acercarse a aquella mesa y con una mano abrirle la boca a El Negro, mientras que con la otra sujetaba una tetera de aquel té recién hecho salido de la cocina. Al parecer, este era el cocinero particular de aquel restaurante, al menos de momento. 

-Tu descansar. -Dijo mientras le abría la boca y le echaba directamente el té caliente- Tu no ser tu, cuando estar cansado.

Y con aquella referencia a Snickers, este ahogó a El Negro. Obligándolo a beber el contenido de aquella tetera.

Aquel líquido caliente, mucho más caliente incluso que el que tomó Michael Fury, entró directamente por la boca de El Negro, e incluso se derramó un poco por su cara, su nariz... mientras aquel gigantesco hombre le seguía echando dicho líquido sin detenerse hasta terminar con aquella nueva cafetera.

Era evidente que en estos momentos El Negro se encontraba altamente estresado, y esto era justo lo que aquel brebaje cuasi-mágico necesitaba para hacer su efecto, pues poco a poco el hombre empezó a sentirse somnoliento hasta que finalmente cayó dormido.

Una vez que Forbúl Tamejiri salió al exteiror de ese local en busca de la ayuda de alguien o de algo, este se encontró con lo mismo que había visto antes, una calle completamente desierta. Dando a entender qué era lo que iba a ocurrir en aquel lugar dentro de poco, una especie de "crónica por una muerte anunciada" aunque sin tanto realismo mágico de por medio.

De hecho, los primeros signos de que algo iba a ocurrir empezaron a escucharse desde el final de la misma, en donde varias personas empezaron a salir de aquel local en particular, llevando consigo pancartas, altavoces, banderitas...

Saliendo de detrás de Forbúl Tamejiri, apareció la imponente figura de un hombre con cara de malas pulgas y muy poca paciencia; este hombre llevaba una tetera vacía en su mano ligeramente roja por quemaduras, y su mirada se posó encima del pequeño Peruano.

-Tu. -Dijo mirándolo fijamente- Tu hacer daño a mi hermana.

El hombre, más alto que Michael Fury, se acercó con claras intenciones de dañar a aquel agente por lo que aconteció en el interior de aquel establecimiento.

Cuando vi llegar a ese chino gigante, me asusté. ¿Es que estaban experimentando genéticamente con ellos mismos?

-N-no, es un malentendido, yo...! - No pude hacer nada, el tipo me abrió la boca con tanta fuerza que mis ojos se salieron del susto. Y lo peor, el dolor indescriptible de la infusión ardiendo hizo que sintiera mi garganta violada. No podía respirar.

Sin saber qué fue antes, el efecto del ardor o el efecto somnífero, me quedé totalmente KO.

Retrocediendo para alejarse del grandote con pinta de mafioso samurai y acercarse a los manifestantes, intentó ignorar la afirmación para ver si lograba desviar el tema.

-Mira esos malditos anarquistas. Que están en contra de nuestro gobierno y todo lo que representamos. Nos quieren destruir. ¿Qué vamos a hacer?

Al igual que muchas otras naciones, partidos politicos y demás agrupaciones; todos ellos tienen un lema, algunos son "Dios, Patria, Rey" y otros son "Libertad, Igualdad, Fraternidad", pues cada uno de ellos tenían sus propios temas de interés en esta especie de ranking. Para este hombre era "Familia y Trabajo" en ese orden.

-Eso después. -Comentó sin ningún tipo de miramientos al respecto de la manifestación que empezaba a tomar forma- Primero castigar a tu.

Al ver que el poli tenía más interés e vengar a su hermana antes que cumplir su deber, debió cambiar d estrategia: giró sobre sus elegantes zapatos y corrió hacia los revoltosos.

—¡Ayuda! ¡Es la policía secreta! ¡Están en aquella casa de té! ¡Abajo la tirana y todos sus perros guardianes!

No era la entrada más sutil de su carrera. Pero si eso le evitaba recibir un par de cachetazos valdría la pena.

Para fortuna de Forbúl Tamejiri y su propia integridad física, este logró escabullirse y huir en dirección hacia aquella marcha pacífica en donde, poco a poco habían superado el centenar de personas que habían salido a unírseles por una Isla Shuriken libre y con democracia real.

Y el hecho de meterse entre aquella multitud para evitar ser golpeado por aquel hombre que tenía todo el derecho del mundo para golpearle por "manosear" a su pequeña hermanita, sea o no sea eso del todo cierto, este se encontraba bastante justificado para romperle las manos al peruano.

En efecto, Forbúl Tamejiri se encontró con un gran apoyo por parte de los que ahí se encontraban, acelerando el paso para poder cubrir al hombre en aquella capa protectora que era un "Safe Space" o "Lugar Seguro", ahí estaría protegido de todo mal y le brindarían sentido de comunidad a su lucha contra la policía secreta.

-¡Te he reconocido!. -Exclamó uno de los hombres que lideraban todo aquello- ¡Tu fuiste el que apresó a mi segundo al mando!. ¡Eres Fo Fang, el que no sabe conjugar!. ¡Que sepas que no dejaremos que nadie más sea apresado por motivos políticos!. ¡Esta marcha pacífica parará tus pies!.