Partida Rol por web

Sonrió ante los comentarios de que era un lienzo mal cosido. - Realmente empecé aquí .... porque se hacer cosas de cuero, y la piel no deja de ser un cuero sin curtir. Sonrió. Le daba vergüenza haberse sincerado ante el hombre. - Coser piel y coser una chaqueta de cuero no es muy diferente.

No podía confesarle de que su combate se lo había perdido. A ella, cuando empezaron las tortas, le ordenaron batirse con Samara, y aún así, por muy bien parada que pudiera estar... tenía un morado en la mejilla.

Dia 9 desde el comienzo de la Escuela Basgiath

- Vaya, y ahi esta nuestra chica misteriosa - dije mientras sonreia, de verdad que era delicada con sus manos - ¿A eso te dedicabas entonces? ¿A curtir pieles? Me lo apunto por si alguien me apuñala y necesito remendar la chaqueta, si coses el cuero la mitad de bien que lo haces con la piel de seguro que ni se notara la cuchillada.

No entendia muy bien porque estaba bromeando con ella. Era silenciosa y reservada, tampoco daba mucho pie a ello. Quiza solo era la tension del momento. Lo cierto es que yo no era una persona particularmente dada a mostrar mis pensamientos o sentimientos. ¿Que me hacia hablar con ella?

- ¿Puedo preguntarte algo? - no queria excederme y preguntarle algo inadecuado o meterme en su vida sin que ella me autorizara por lo menos a preguntar.

Día 13

Beren se dirigió al cuadrante de curanderos por primera vez, al menos de forma voluntaria. Buscó a un maestre y sele acercó para preguntarle:

Si no le molesto, querría preguntarle si esta hoja, se puede conseguir en los bosques aledaños a la escuela, y que otras plantas, raices, semillas, cortezas y resinas o savias se pueden conseguir... tengo algunas nociones y me gustaria perfeccionarlas, además de conseguir ciertos elementos que son de gran estima por mi.

Mientras consultaba y esperaba la respuesta, si es que se la daban, vio como  a lo lejos aparecían los dos hermanos, Samara y Maluma, y les hizo gestos ostensibles para que lo vieran. Además de un silbido notable.

Esperaba a que se le acercaran ya que quería agradecerles los cuidados recibidos.

El doctor le puso la mano en el hombro y le dijo a Hielina: - Bueno, eso lo sabes hacer perfectamente, así que... Mientras se ponía una pesada chaqueta: - ... como me tengo que ir, atiéndelo tú. Y se marchó. Sonó como un martillazo. A la muchacha se le heló la sangre, porque sabía que si estaba cerca, y algo salía mal, siempre podía recurrir al maestro, pero ahora, no solo estaba los mandos del timón, si no que además era la única que la barca, y si zozobraba sería la única responsable y la que se ahogaría por ello.

Asintió con la car más pálida que normalmente. - Si... si. Contestó con temor. - El cuero era mi vida, pero los libros mi pasión.

Ante la pregunta, mientras limpiaba la zona con una gasa empapada en un mejunje que recordaba a sangre vieja asintió. Le abría la puerta a preguntar... cosa que no tenía porque conseguir una respuesta. Al menos no una respuesta directa o una que él desease. Simplemente contestar no tenía porque ser responder.

Dia 9 desde el comienzo de la Escuela Basgiath

En cuanto el medico los dejó solos y salió por la puerta le cambio la cara. Era como si la hubieran sumergido en un lago helado. ¿Estaría preocupada por quedarse sola junto a mi? ¿Tendría miedo de que pudiera aprovechar para agredirla y eliminar competencia? No era mi intencion en absoluto pero... Me quedé pensativo ¿habia hecho algun movimiento agresivo? ¿Algo que le indicara que tenia intenciones ocultas?

Que el medico se hubiera marchado era una simple coincidencia, ni siquiera era algo que yo pudiera controlar. Incluso me había dado pie a preguntarle cuando se lo había pedido. Entonces lo entendí, no tenia miedo por su seguridad, ni siquiera había valorado que la pudiera agredir. Simplemente estaba dudando de sus propias capacidades, tenia dudas de si podria terminar el tratamiento que me estaba administrando por si sola. Trate de calmarla, lo cierto es que estaba haciendo un gran trabajo, ya se lo había dicho antes, pero parecía necesitar oírlo de nuevo.

- Se te da muy bien todo esto, tienes las manos muy delicadas, y como dices la piel y el cuero son bastante parecidos a la hora de tratarlos y coserlos - le dije sonriéndole.

Respecto a la pregunta que decía. Me gustó mucho tu desempeño en Dracologia, ahora entiendo porque - dije en referencia a su comentario sobre que los libros eran su pasión - lo cierto es que a mi... bueno, no se me dan demasiado bien los libros. Me preguntaba... esto... ya sabes - ¿Porqué dudaba? Era evidente, no me gustaba reconocer mis debilidades y limitaciones - ¿Podrías ayudarme con los estudios? 

Paró lo que estaba haciendo y se apartó levemente la máscara, que no era otra cosa que para ocultar sus vergüenzas. Una cicatriz le cruzaba un ojo, se arriba a abajo, sin dañarlo, pero dejando una extraña y oscura marca, como si le hubieran quemado. No era una deformación... e incluso en algunos bailes de máscaras, podría pasar como una decoración o maquillaje transgresor. Pero no. No lo era.

Le sonrió con algo menos de temor.

- Nos podremos ayudar juntos... porque yo necesito aprender a pelear.... y en la batalla, cuando empiecen las guerras y salgamos de esta escuela como verdaderos jinetes, seré apoyo e información para los que pelean mejor. Asintió como si hubieran firmado un pacto.

Retomó el trabajo de limpieza, que le quedaban unos segundos para terminar. Luego empezaría lo bueno.... pero seguro que a Asterion no le gustaría.

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Se retiró a un lado la mascara, dejando al aire la razón por la que la llevaba. Una cicatriz le cruzaba el ojo, de arriba a abajo, dejando una pequeña zona levemente mas oscura que el resto de su cara, que tenia un tono blanco y en el que daba poco el sol. 

La mire directamente a los ojos, me pareció que para ella era algo que ocultar, una imperfección que no le gustaba dejar a la vista. En mi opinión se equivocaba, no tenia porque avergonzarse en absoluto de ella, evidenciaba una vida en la que había trabajado por lo que quería, en la que no le habían regalado nada, se lo había ganado. Yo respetaba eso. 

Además ¿Quién era yo para criticar cicatrices de ningún tipo? No solo tenia una colección mas que grande de ellas, sino que estaba ahí siendo tratado de dos heridas que me dejarían otras dos cicatrices que añadir a mi repertorio particular. Seria realmente hipócrita por mi parte juzgar las cicatrices de nadie.

De hecho, por extraño que pareciera una sonrisa le adornaba la cara después de enseñarla, y lo cierto es que era una sonrisa bonita. No, si pensaba que tenia algo de lo que avergonzarse se equivocaba totalmente.

- Bueno, no es que sea un experto, a la vista esta, pero sí puedo enseñarte algunas cosas que he estado aprendiendo. Supongo que tenemos un pacto, nos ayudaremos el uno al otro - parecía una situación en la que los dos ganaríamos. No era un mal plan.

Siguió limpiando las heridas. No podía quedar demasiado para que terminase ¿Qué vendría a continuación? Le había visto un cierto destello travieso en la mirada, como si se estuviera riendo de algún tipo de chiste que solo ella conocía.

Enonces, ya dejando las gasas y las pinzas de las curaciones le comentó: - ¿Sabes que ahora te va a doler?¿Sabes que tengo que cerrar las heridas cosiendo y esto no es que sea algo agradable... verdad? A ella no le era problema, ya que, en su mente, era como cerrar las costuras de un pantalón, pero sin tener que dejar dobladillo. Era incluso más fácil, siempre y cuando el "cuero" no gritase mucho y se quedase mínimamente quieto.

Giró los labios, en una mueca de morritos, como representando que era algo inevitable, sin separarlos lo más mínimo, y esperó unos instantes, con ese gesto, hasta que le diera el visto bueno, para empezar el zurcido. El hilo era negro. Era un tipo de seda, untada generosamente en la sabia de la celedonia. Además, la aguja era curva, casi como un anzuelo, pero algo más larga.

Para Hielina esto de la aguja así era un tanto siniestro, pero ayudaba a hacer su trabajo.

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Iba a abrirme las heridas y recoserlas nuevamente. No era algo que me hiciera demasiada ilusion, pero si ese era el tratamiento lo soportaria sin decir ni palabra. No era la primera vez que me cosian, probablemente con peor destreza que la que manejaba Hielina.

- Adelante, te puedes imaginar que estoy bastante acostumbrado a lo que va a pasar a continuación - dije sonriendo y bromeando para quitarle hierro al asunto.

¿Habia puesto morritos? Casi parecia que le iba a doler mas a ella que a mi. Me resulto un tanto comica la situación.

Aguantando la ajuga con una pinza, para no tocarla, ya que la había desinfectado, pinchó por primera vez. Se estaba fijando en su piel, y ya habían varios zurcidos de estos. - Si, veo que no es la primera vez que pasar por un dispensario. Estaba apretando lo dientes, al decir eso, y su voz no sonó demasiado fuerte. Le había hablado mientras pinchaba, como le habían enseñado, para distraer al paciente, y desviar su atención de lo que sentiría al coserle.

- Intentaré asegurar lo cosido anteriormente, y solo cerrar donde haga verdadera falta, ya que hay otros "zurcidos" por la zona. No quería hacerle más destropicio del que ya tenía el pobre. 

Aunque sus comentarios eran para Asterion, también le valían para distraer su mente. Coser sabía de sobras, pero, el daño que haría... no estaba acostumbrada a ello.

- ¿Vas bien?¿Sigo?

Día 13 - Cuadrante de curanderos

        - ¡Vaya, vaya!     Al parecer los cadetes maltrataos se recuperan mas pronto de lo que se suponía mi querido Maluma       ¿Acaso ya les quieres enseñar a los expertos curanderos de este cuadrante con que hierbas te deben curar mi estimado Beren? -     Dice Samara alegre por ver tan pronto a Beren de la golpiza recibida por parte de Kenneth hace 2 o 3 dias mientras que se acerca al cadete hospitalizado cerca de su hermano Maluma quien le sonríe y levanta su pulgar en seal de aprobación

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Seguia teniendo esa sensacion en subconsciente de que este proceso estaba siendo mas duro para Hielina que para mi, lo cierto es que recordando las manos de Marlee, y como me habia cosido tantas veces antes de esta, era evidente que Hielina tenia una destreza superior a la suya. Casi ni notaba los pinchazos de los puntos.

- Tranquila Hielina, de verdad que los estas haciendo muy bien - trate de animarla y mostrar neutralidad en mi cara, mientras ella parecia sususrrarse una letania autoimpuesta para centrar sus acciones.

Era cierto que sus puntos eran certeros y poco dolorosos, pero eso no quitaba para que hubiera una reminiscencia de dolor. 

No queria hablar demasiado para que no tuviera que estar corrigindo sus puntos por el innegable movimiento de mi cara, de modo que espere pacientemente. Si ella decia algo, por supuesto le respondería.

Hielina tomaba aire ante de empezar una tanda de puntos, y no respiraba hasta que terminaba...o incluso, paraba, cuando tenía que respirar, y como un buceador que se arrojase al agua, tomaba aire antes de lanzarse. 

Cuando terminó, empezó a respirar con algo más de normalidad. Tiró la gasa al bote con los otros desechos del trabajo, y pilló una última, que la untó ligeramente en el mejunje rojizo y se la poso sobre las heridas, para taparlas y luego las aseguró con cintas de lino, para dejar el conjunto fijo. - Te va a tocar venir en dos o tres días para revisión, pero espero que no se salte ningún punto más, y si todo va curando bien, espero que no se tengan que cortar puntos y reponerlos. Con eso último hizo una mueca de dolor, como si fuera a ella a la que cosían. 

Dejó de mirar la herida, y superó la vergüenza de mirarle a la cara. - ¿Y qué me cuentas de ti? Porque estoy segura que esta no era tu primera pelea. Lo agricultores y cazadores podían tener peles en ocasiones, pero estas heridas, y su cantidad no eran las de un simple campesino que se hiriera en el trabajo o en una pulla de taberna. Se notaba en su voz un tonito acusador de que algunos de esos puntos que le surcaban la piel eran culpa suya.

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Terminó los zurzidos de manera bastante precisa, sin apenas dolor y con bastante buena tecnica. No seabia cuanto tiempo llevaria entrenando en el Cuadrante de Curanderos, pero lo cierto es que estaba aprendidendo a un ritmo muy considerable. Eso unido a la experiencia que traia consigo de su vida anterior la harian una cirujana excelente.

Escuche sus instrucciones para los puntos y las posibilidades que existian de tener que volver o no a someterme a la aguja mientras temrinaba de vendarme ahi conde tenia la herida de la cabeza, la del labio estaba bien al aire. A  continucion me recoste en la silla, estirando mis piernas una a cada lado de ella, la verdad es que era una chica bajita, incluso desde mi posicion recostado con ella de pie enfrente no estaba en una posicion mucho mas elevada que yo.

- ¿No es evidente? -dije mientras estiraba los brazos en cruz dejando a la vista innumerables cicatrices que poblaban mi piel. El brazo derecho completamente tatuado desde la muñeca hasta mas alla del hombro con motivos tribales - Pensaba que mi ascendencia noble quedaba patente en mis formas y costumbre - la mire a los ojos, parecia avergonzada, y yo seguia sin entender la razon para ello - Muy bien Hielina, has demostrado ser una chica inteligente, mirame bien - Dije mientras me incorporaba delante de ella y daba una vuelta sobre mi mismo para que pudiera verme bien - ¿Que es lo que ves?

Para nada mi intención es enseñarles nada a estos señores. No quiero hacerles perder el tiempo, que se dediquen a sanar a sus Jinetes que seguro lo necesitan mas que cualquiera de los cadetes, que somos prescindibles. Pero si quería saber donde consiguen estas hojas... y alguna otra raiz o resinas, etc... Entiendo que puede que en los bosques, si se saben buscar... Pero naturalmente, no voy a pedirles que me las vayan a conseguir...

Me basto y me sobro para tratar mi cuerpo con más interés del que pueden dedicarme ellos, vistas las actitudes que tienen con los cadetes, que mas parecemos una molestia que un valor de futuro para este lugar.

Naturalmente, estoy dispuesto a pagar esa información recolectando algunas plantas que precisen, si tienen a bien informarme.

Me alegro de veros, lo cual significa que me he recuperado bastante bien, aunque aun tengo dolorcillos que me recuerdan que estoy vivo, porqué a los muertos ya no les duele nada.

Como lo lleváis los 2 hermanos? os tratan amigablemente, u os desprecian  por doble partida al ir en pareja?

Beren tenía la sensación de que los cadetes del año en curso, eran considerados una molestia que hacía perder un tiempo precioso a los presuntuosos de este centro de afinamiento, que para nada le parecía una Escuela... pues se aprendía mucho más sentado a la orilla del rio que dentro de estos muros. Al menos es lo que el había experimentado en estos casi primeros 15 días.

Dia 9 desde el comienzo de la Escuela Basgiath

No tenía nada clara su pregunta, pero, era sencillo: - Un hombre. Por ahora era un compañero, y seguro pronto ascendería por sus capacidades de combate, cosa de las cuales ella carecía. Pero no era tonta. Era una opción más, y sus conocimientos y otras habilidades también les haría ganar batallas. Incluso las batallas que no se tenían que luchar, eran guerras ganadas de la mejor manera. Había gente que prefería gloria, renombre y esas cosas, pero realmente a los reyes les interesaban los resultados, y ganar guerras sin perder tropas, vidas, bienes y tiempo, les eran mucho más rentables en las que tenía que hacer esos "gastos".

Su voz, tímida, sonó sincera.

Dia 13 - Cuadrante de Curnderos

               - También nos alegramos mucho de verte mas recuperado, así como yo tras nuestra derrota en la pelea, ya es ventaja que sigamos aquí vivos, porqué a los muertos ya no les duele nada y los que se han redido o tenido que ir ya no nos preocupan por ahora pero además de haber sido derrotaos debemos buscar ventajas para combatir contra adversarios que podrían aprovechar el arma que han ganado para sacarnos del paso amigo -     Le susurra Samara al oido tras acercarse al joven cadete yerbero para que su comentario no fuese malinterpretado por nadie más atento en los alrededores, mientras que Maluma asciente en silencio y busca con la vista algún artículo útil en las instalaciones para hacerse de él de acuerdo a una lista previamente elegida para prepararse para emparejar las siguientes contiendas, así que termina por proponerte:

           - Necesitamos practicar nuestras siguientes peleas con entrenamiento físico, aunque no te guste la violencia es necesario para conseguir ser jinetes dragón, así que si gustas podemos practicar juntos?

Dia 9 desde el comienzo de la Escuela Basgiath

Que respuesta mas escueta, y algo desconcertante. Tendria que instarla a seguir hablando, que profundizara en su reflexión.

- Bien Hielina, un hombre ¿Que mas ves? - pregunte mientras volvia a mirarla - Aseguras que esta no es mi primera pelea. Y te confirmo que no lo es. Me preguntas acerca de mi, y yo te devuelvo la pregunta - le dije estudiando las reacciones de su rostro - Eres una chica inteligente, has demostrado ser bastante reflexiva, mirame y dime que es lo que ves en mi ¿Porque no es mi primera pelea? ¿Que crees que hacia antes? ¿Que era? Y sobre todo ¿Que piensas que soy?

Me quede mirandola, estudiandola, erguido delante de ella, la diferencia entre nuestra altura resultaba muy patente, ella parecia una chica muy ligera, de seguro que se moveria con rapidez, de hecho en la lona habia demostrado que alcanzarla era todo un reto.

Y ademas ahora iba armada, llevaba en su cinto una de esas dagas que les habian repartido por sus victorias. Aquellos que lo lograron claro esta. Mi impetu me habia llevado a subirme a la lona con Chung, eso me habia privado de un rival mas asequible y por supuesto de una daga con la que poder entrenar y protegerme.

Quedó pensado. Esto es como si fuera un examen. No quería pensar nada malo, pero es que es que era lo que le venía a la cabeza.

- Bueno, pues si se enfada, que se enfade. Y se sinceró: - La verdad es que no lo se, pero, tanta cicatriz, y sin ser soldado, es que vivías en una ciudad, no se si grande o pequeña, pero que te daba para vivir en la calle. No se a lo que te dedicabas, pero seguro que no era nada ni moral, ni legal, ni tampoco bueno para las víctimas que elegías .... o que te mandaban. Señaló el brazo. Lo había visto bien mientras lo "parcheaba". - En mi tierra solo los marinos de mal vivir se tatuaban, pero no eres de allí, así que, o eras traficante, esclavista o algo parecido.... pero no eres de mi tierra.... creo. Se frotó las manos y dio un paso hacia atrás. - Por lo delgado que estás... no comías bien, así que llevas mucho en la calle y solo. Sin familia. Dio otro paso atrás. - Lo que no entiendo es como alguien de la mafia se ha prestado a entrar en el ejército, aquí, y de esta manera. Otro paso atrás y puso entre medias una mesitas con ruedas, donde transportaban diferente material para las curas. - Así que lo lógico es que huyas de ellos. Algo les hiciste y te escuendes en estos muros. Hielina sabía que había pasado varias fronteras, y que, de esta, o se hacían verdaderos amigos, o la mataba. Ya cansada de tanto adivinar, y viendo por donde escapar le preguntó por lo bajo: - ¿Voy bien? Le tenía miedo en estos momentos, y si podía escapar lo haría. También sabía que no se dejaría matar tan fácilmente. Si tenía que pelear, lo haría. Se defendería. No dejaría que ningún hombre abusase de ella, en ninguno de los sentidos. Aunque sus  únicas armas fueran sus dientes.

Supongo que deberemos practicar para que este circo siga adelante... Por mi perfecto. Parece que lo mejor es ir cada día a entrenar. Cuando haya clase de algo ir y luego seguir entrenando. Lo demás es misceláneo.

Pero os dais cuenta de que para hacer eso podríamos hacerlo en nuestras casas? Para que abandonar nuestros hogares, si aquí no enseñan nada? nos enfrentamos entre nosotros, para eso no se precisa una escuela ni nada parecido...

Yo he practicado mucho allá en mi bosque. Muchas horas disparando con mi arco... No aprendí a hacerlo por ir a una escuela como esta... Aquí a lo sumo podemos perder la vida, pero por ahora dudo que mejoremos más de lo que conseguiríamos fuera. eso es lo que pienso...

Como diferencia, algunos conseguirán que un Dragón los elija, aunque tal y como yo lo veo, serán sus esclavos, más que otra cosa... Pensáis que los Dragones nos guardaran algún respeto en algun momento?