Partida Rol por web

Et in Barcino Ego Origins

Escena 3 : Sombras del Pasado

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11/10/2011, 01:44
Director

El mendigo vuelve a acurrucarse en una esquina. Hoy ha tenido un poco de suerte, se ha llevado algo a la boca, tal vez mañana no tenga tanta suerte.

El aire frío y humedo se hace más pesado, el empedrado de las calles está húmedo. Poco a poco comienzan a verse algunos mortales deambulando por las calles. Los guardias que han hecho su ronda de noche se marchan bostezando a sus barrocones, mientras sus compañeros, aun con los ojos pegados les dan relevo.

Tus miembros comienzan a adormecerse haciendose más pesados, como si pudiese sentir el cansancio al igual que un mortal. Una vez más te retiras a la oscuridad y seguridad de tu refugio, antes de que el taimado sol te sorprenda.

La muerte cae sobre ti una noche más, pero por poco tiempo, al cabo de unas horas, cuando el sol se oculte volveras a renacer una vez más.

Notas de juego

Algo menos de una hora, al caso pasamos a la siguiente noche. Cuando vayas a ver al mendigo te dirá que no sabe donde se oculta el aprendiz de carpintero, pero que solia frecuentar mucho la compañia de Fray Luis, un monje dominico.

¿Que haces con la rata?.

 

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11/10/2011, 01:55
Director

El "medico" se detiene en seco al escuchar tus palabras,lentamente gira su cuello hacia ti y asiente con la cabeza sin decir palabra antes de abrir la puerta y desaparcer por el umbral.

Al poco aparece Michel con su acostumbrado semblante -domina, el medico se ha marchado con su aprendiz- informa con tono ausente -si me lo permite, quisiera acompañarla esta noche una vez más- acompaña sus palabras agachando la cabeza con humildad.

La vela oscila, lanzando una larga y tenue sombra sobre la mesa, acariciando con sus oscuros dedos el pesado volumen que momentos antes ojeara el shiqq.

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11/10/2011, 09:00
Aspasia ibn Abir
Sólo para el director

Notas de juego

¿qué hora de la noche es? me refiero por si le da tiempo a Aspasia de pasar a dar instrucciones a su otro ghoul o no antes de ir a la reunión. Al menos esa era mi intención.

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11/10/2011, 09:25
Fernando Cabrera
Sólo para el director

Notas de juego

¿Me da tiempo a echar un tragito de mi rebaño?

¿La rata? Quizas... ¿Usar animalismo y ....? No. Mejor la suelto por ahora y mañana cogere otra.

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11/10/2011, 17:12
Director

Notas de juego

Sí. Te da tiempo de echar un trago.

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11/10/2011, 17:13
Director

Notas de juego

Sí, te da tiempo a dar instrucciones a otro ghoul siempre y cuando no te entretengas demasiado.

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13/10/2011, 08:43
Aspasia ibn Abir
Sólo para el director

Aspasia aún permanecía de pie, la mirada perdida en algún punto de la estantería que tenía enfrente cuando Michel regresó y expresó su solicitud con tono humilde. Sin recordarle que ella misma se lo había comunicado hacía un rato se limitó a asentir, recuperada la iniciativa.

- Me sentiría muy honrada, querido Michel. Aguardad en las cocinas, enseguida me reúno con vos- comentó inclinando ligeramente la cabeza. Una vez el soldado se hubo marchado, la erudita, repasó con la mirada los pesados volúmenes que descansaban sobre el escritorio. Thanos, e incluso su padre antes que él le había enseñado la virtud del orden, así que, tras atrancar la puerta desde dentro, se tomó unos minutos en recogerlos todos y se acercó al tapiz  que cubría la pared de detrás donde tanteó en la piedra y presionó un mecanismo oculto. Segundos después un crugido la advirtió de que el oculto mecanismo se había activado y apartando el tapiz entró en su verdadera biblioteca, una estancia un poco más grande que el estudio donde había una decena de estanterías y huecos para pergaminos. Depositando los libros que llevaba con ella en su sitio, se tomó unos intantes para comprobar que todo estaba en orden y finalmente salió cerrando la puerta secreta tras de sí. Una sonrisa satisfecha bailoteó en sus pálidos labios mientras apagaba la única vela de la estancia y finalmente salía del estudio cerrando la puerta con llave tras de sí.

Minutos después se reunía con Michel en la puerta de las cocinas que daba al exterior del burdel. Por el ruido de risas y conversaciones que llegaban de los salones principales y habitaciones superiores, el negocio estaba muy animado aquel día.

- Vamos...tenemos que ir primero a la calle de los Escribanos...- susurró al tiempo que salía al frío exterior. La pesada capa de terciopelo negro ondeó a su espalda mientras en silencio se internaron en la noche.

Notas de juego

pues eso, a ver al otro ghoul rauda y veloz ^^

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13/10/2011, 12:00
Fernando Cabrera
Sólo para el director

El nosferatu, empezaba a sentir el peso de una noche larga, así fue como encamino sus pasos hacia lo que el llamaba su gente para saciar su sed, pensando el completar su dieta si fuera menester. Una vez aplacada la sed, se arrastró hacia su madrigera, donde hallar el tan necesitado reposo.

Notas de juego

Pues echamos un trago del rebaño, si hay alguno a mano (animal o persona) que no es de mi rebaño y no compromete pues tambien y a dormir (que me lo merezco, corcho).

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14/10/2011, 01:06
Andrei Obertus
Sólo para el director

 

Era noche cerrada. La suave brisa de las calles de Barcino pasaban entorno a él, pero ni tan siquiera aquello provocó el más mínimo movimiento en su cuerpo. Sentir el entorno. Sentir los olores en el viento. Escuchar el silencio de los humanos al dormir, lejos de los animales nocturnos del bosque. Silencio roto por las pisadas de los soldados haciendo su patrulla a muchas casas de distancia.
Se puso en movimiento.


Irá a la Catedral.


Silencio.


Preguntará por nosotros, Andrei.


Más silencio.


Al fin una réplica dentro de su cabeza.


Nadie nos conoce. Aprenderemos. Hemos sido unos necios. Deberíamos haber usado otro aspecto.
Nos causará problemas.
No de momento. Nadie nos conoce. Cacemos.


El ronroneo de gusto de la Bestia se alzó entre sus dos voces. No había hambre. No había que dar lugar a pasarla. No sin necesidad. Era la forma de mantener satisfecha a la Bestia.
Se movió en silencio, pies descalzos sobre la tierra de las calles mezcladas con la suciedad humana. Sentidos de cazador que le dirigían en la noche, a pesar de la falta de luz; en la ciudad debía guardarse de usar su visión de noche, a pesar de cubrir su rostro con la capucha del hábito.
El destino estaba claro, tan sólo habría presas en el puerto a estas horas. Era demasiado tarde para encargarse del carpintero. Tampoco convenía llamar la atención.


Dana, nos tomó por un sacerdote de la Iglesia del chico.
Me di cuenta… Mañana irá a la Catedral a preguntar por nosotros…
Efectivamente.


Silencio. Ya oía unos pies arrastrándose. Hacía rato que no oía a la guardia de noche. Era mejor para ellos dar de lado estas calles. ¿Para qué buscar problemas innecesarios? Aquí nadie molestaba a los adinerados de la ciudad. Aquí la ley no hacía falta. Aquí las calles eran su propia ley, parecidas a las del bosque.

Ya olía el hedor a vino barato. Debía estar cerca. El arrastrar de sus pies tambaleante sonaba tan cercano que casi parecía estar a su lado. Un portal sin farol; uno de tantos en aquella calle. Su rastro se aproximaba cada vez más. En esa misma pared.
El asalto fue rápido y limpio. El sabor del vino una vez más. La Bestia se relamía. Le gustaba la comida con sabor. A aquel cualquiera le sobraba, pero alimentaba como cualquiera.
En un momento lamió sus heridas y quedó allí tirado como un borracho cualquiera. No llamaría la atención de nadie. Un borracho más que no pudo llegar a su casa.

Continúo en movimiento. Nunca había que pararse más de lo necesario. En este escenario era el cazador y la presa  a la vez. Tenía cierto toque irónico. Tener que andarse con cuidado por unos meros humanos.
Allí se oían unos pasos solitarios. La guardia seguía sin dar señales de existencia. Se acercó por una calle estrecha, tanto que pasaría inadvertida para la mayoría, llegando a la de su víctima a una docena de metros atrás. Avanzó rápidamente hasta estar justo encima suya.
Nunca llegó a oírle. Otro portal sin luz alguna sirvió para ocultarle otra vez. Sin embargo, en esta ocasión no podría pasar por otro borracho más, así que la alimentación fue rápida y breve. Quedaba explicar su asalto. Tras lamer su mordisco, un rápido golpe en la nuca lo dejó sin conocimiento. Un tirón a su bolsa y ya era un robo.

Los pasos de la guardia a lo lejos. Se había alejado demasiado de su zona de caza original. Estaba ya en una zona con una vigilancia menos relajada. Había que salir de aquel lugar.
Varias calles a lo lejos escuchó las increpaciones de la guardia y los quejidos de aquel desgraciado. Regresó de nuevo a la caza.

Hay que averiguar si la Catedral ha sido construida sobre alguna iglesia, Dana.
¿Dónde estuvo el dios clavado?
Efectivamente.
¿Has notado que lo llama igual que nosotros?
Un no cristiano. Eso le da puntos a su favor.
¿El falso altar?
Donde hagan sus sacrificios. Yo diría que habrá cuevas bajo la Catedral. Allí deben esconderse.

Un rápido desvió a un callejón. Pasos apresurados. Malla tintineando. La guardia se acercaba rápidamente. Tras un tiempo prudencial, siguió la estela que dejaron al pasar.
No tardó mucho en llegarle los sonidos del final de una pelea. Ahora la guardia tardaría un buen rato en poner orden.  Las chicas tardarían en salir, si volvían a hacerlo.
Tan sólo quedaba esperar en lugar seguro. Al resguardo de las miradas en un callejón, en algún portal especialmente cómodo.

 

Los segundos se acumulaban como granos de arena en el reloj dentro de su cabeza. Grandes y pesados granos de arena. La Bestia quería seguir cazando. Era indignante esconderse de su propia presa, pero el compañero sabía más. Sabía que un humano sólo era una presa, pero que un grupo de ellos podría presentar problemas serios en algunos casos. Era mejor no arriesgarse. La supervivencia siempre es lo primero. Hoy no se alimentaba por hambre, sólo por gusto.
Los granos apilados formaron los minutos, y estos en pequeñas montañas. Al fin parecía que la algarabía se calmaba. Las mallas tintineantes de los soldados se alejaba. Habría de esperar poco más para salir sin peligro. De todas formas, las ovejas tardarían un rato en volver a salir.

De nuevo en marcha. Las calles estaban más desiertas que antes; en parte por lo avanzada de la noche, en parte por el cubo de agua fría que habían recibido. Las rameras lo sabían igual. Tres calles a su izquierda sonaban los pasos de una mujer. Seguramente una de ellas regresan a su cueva tras una noche de honrado trabajo. Dos calles más cerca, su olor confirmó lo que imaginaba. Olía a alcohol, a sudor y a sexo. Una vez más sus pasos no le delataron. Una voz que no era la suya susurró al oído de su víctima “¿Quieres cabalgar una última vez más esta noche?”.
A continuación se quiso resistir, pero pronto el placer lo inundo todo. Le daba igual si no pensaba pagarle, tan sólo no quería que terminara. El éxtasis lo llenaba todo, lo era todo.
Inesperado como llegó, se marchó. Cuando las nubes dejaron su cabeza, se dio cuenta de que hacía varios minutos su asaltante se había desvanecido. Sus ropas rasgadas y la ausencia de sus monedas, anteriormente guardadas con celo en su generoso escote, evidenciaban que había sido un robo, además de una ¿violación? Quizás no importase tanto; el placer había merecido la pena.

Igual de comprensiva fue la segunda víctima igual de la noche, mas no así la tercera; aunque nada hubo que pudiera hacer al respecto, salvo tragarse la bilis que le subía al pensar en su desgracia.

La Bestia volvía satisfecha. Quedaba tiempo de sobra hasta el amanecer; no habría problema por encontrar un lugar seguro donde descansar. Cerca de los muelles siempre había buenos lugares donde enterrarse, lejos de miradas no deseadas.
La noche había sido interesante. Dana y Andrei hablaron largo hasta que los rayos del sol trajeron consigo el sopor.
¿Quién era ese anciano que se proyectó? Poco importaba ahora mismo. Ya habría tiempo de averiguarlo. Ahora había que centrarse en encontrar la Iglesia donde estuvo el dios clavado, y el falso altar, donde habría de tener cuidado. La Catedral parecía su mejor baza de momento.

- Tiradas (4)

Motivo: Astucia + Sigilo

Tirada: 5d10

Resultado: 29

Motivo: Astucia + Sigilo

Tirada: 5d10

Resultado: 7, 8, 4, 4, 7

Motivo: Astucia + Sigilo

Tirada: 5d10

Resultado: 1, 1, 2, 6, 9

Motivo: Astucia + Sigilo

Tirada: 5d10

Resultado: 6, 3, 3, 7, 10

Notas de juego

Si desgloso la tirada, casi que mejor XD

Asumiré una dif 6 (no es extraño a la zona del puerto, se ayuda de Auspex y es un Cazador) y por lo tanto, para la narración, he considerado 3 éxitos en la primera, 0 en la segunda, 3 en la tercera. Si consideras aplicable menos éxitos, pues recortala cómo estimes pertinente.

Iniciando proceso creativo... 1%

Proceso creativo... 37%

Proceso creativo... 64%

KO por sueño... 100%

 

Proceso creativo... 100%

Completado. Nueva noche ;)

Imaigno que relleno la reserva; si no es así, ¿me podrías decir cuantos PdS me faltan? :)

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14/10/2011, 07:54
Aymar de Montdragon
Sólo para el director

- Bahhh !!! Eres un mentiroshho !!! Hic !! – bramó el sujeto de hombros anchos y barba pelirroja. – Es impossss… impossible que hayas visto tierra… hic !!! Tierra Santa…

Para subrayar sus palabras, intentó propinar un amigable empellón al cruzado, pero su mano pasó demasiado lejos de su objetivo. El envión le hizo perder el equilibrio, y el mugriento marinero fue a dar de bruces a la blanda arena de la playa. Tan lamentable era el estado de su compañero de juerga, que Aymar no había tenido siquiera que esforzarse por esquivar el ridículo sopetón.

El suave THUD !!! que siguió a su caída desencadenó inmediatamente una serie de sonoras carcajadas por parte de sus camaradas de copas, que disfrutaban obscenamente con tan triste espectáculo. El sujeto quedó allí tendido, roncando sonoramente, sin importarle en lo más mínimo la arena que se colaba por su boca grotescamente abierta. El Brujah se permitió esbozar una leve sonrisa, aunque consiguió mantener fácilmente la compostura. Uno menos. Su plan comenzaba a dar resultados. Y justo a tiempo. No faltaba demasiado para la salida del sol.

Tras despedirse de Aspasia y del resto, había deambulado un poco por la ciudad, y no había tenido demasiados inconvenientes en dar con el tugurio más inmundo de toda la zona. Solo había tenido que recorrer un par de calles hasta los muelles, y luego seguir el penetrante olor a inmundicia y depravación que impregnaba el fresco aire nocturno.

Una vez dentro del patético reducto, había conseguido llamar la atención de alguno de los parroquianos, ganándose su confianza a base de buenas historias y rondas gratuitas. Aquello apenas si le supuso algún desafío. La cerveza era lisa y llanamente una inmundicia, y su precio a tan altas horas de la noche era acorde a su calidad. No representaba una gran inversión. En cuanto a las historias… para alguien que había vivido en carne propia las Cruzadas, eso era aún más sencillo.

Finalmente, luego de un buen rato, el patrón de la casa se había hartado de los ruidosos festejantes, y los había echado prácticamente a patadas de su local. Con varias promesas y algo de misterio, Aymar se las arregló para conseguir que un pequeño grupo de borrachines decidiera continuar con aquel cónclave en algún otro lugar más adecuado. Así fue como terminaron sentados sobre la arena, con el suave murmullo del Mediterráneo como único confidente.

- Bien, creo que ya es demasiado tarde. – dijo un sujeto enjuto y de dientes torcidos, que parecía haber soportado mejor que el resto los etílicos vapores de tan inmundo brebaje. – Será mejor que vuelva a casa. O la jefa va a ponerse de los pelos.

Uno de los contertulios, que se encontraba sentado junto al Brujah, intentó ponerse de pie con evidentes deseos de secundar la propuesta de su compañero, pero Aymar lo detuvo de inmediato, apoyando su mano suavemente sobre el hombro.

- Tranquilo, la noche aún no ha terminado… - dijo ejerciendo una leve presión sobre el sujeto que tenía a su lado. – Puedes irte, si quieres. Nosotros aún tenemos asuntos que atender.

Mientras decía esto, extrajo de debajo de su túnica una última botella de cerveza. La sonrisa embobada de los dos hombres que aún permanecían sentados dio por acabada la discusión. El de los dientes torcidos no insistió demasiado, y se alejó en soledad, tropezando cada tanto y dando barquinazos de punta a punta por la playa de Barcelona.

Aymar lo observó durante un buen rato, hasta que hubo desaparecido por completo de su vista. Había aguardado aquel momento desde hacía horas. Por fin se había ido ese maldito bastardo. Su increible fortaleza casi había echado a perder todo el plan. Pero ahora solo quedaban los más perdidos. Para cuando volvió a centrarse en sus camaradas, ya había otro más tendido sobre la arena, durmiendo a pierna suelta.

- Bien, solo quedas tú. Creo que ya no tiene sentido esperar más. – dijo al último de los extraños mientras se ponía de pie. El sujeto apenas si notó sus movimientos, hipnotizado como estaba por el oscuro arrullo del mar, y no opuso la menor resistencia cuando el Cruzado lo tomó fuertemente por la espalda y lo mordió en el cuello.

Los sólidos brazos del Cainita lo apresaron durante unos breves instantes, inmovilizándolo en el acto. Luego de varios instantes, todo había terminado, y el sujeto yacía junto a sus compañeros sobre la arena, completamente inconciente.

Echando furtivos vistazos a su alrededor, asegurándose de que nadie se acercaba a aquel recluido y solitario paraje, Aymar se alimentó también con los otros dos extraños que yacían junto a él, procurando de cubrir cada uno de sus movimientos con las sombras y los ruidos propios de la noche.

No se había sobrepasado con su Sed, aunque quizás esta vez había tomado un poco más de lo que acostumbraba normalmente. No era algo que lo enorgulleciera, y hasta le provocaba cierto malestar físico, pero dadas las circunstancias, no tenía más opciones. Lo esperaba un día duro, y muy posiblemente lleno de sorpresas.

De todos modos, cuando terminó, corroboró que todos se encontraban fuera de peligro, evaluando su respiración y sus signos vitales. Quizás tardarían algunos días en recuperar por completo sus fuerzas, pero el daño no sería grave.

Dejó a uno de los sujetos sobre la arena, aquel que parecía en mejor estado de salud, y cargo a los otros dos de vuelta hacia la ciudad. Con cuidado, los fue depositando en los rincones más cómodos y protegidos que encontró, de modo que pudieran pasar el resto de la noche de la mejor forma posible. Incluso consiguió acomodar a uno de ellos entre los mullidos fardos de un estable.

Por último, y con las primeras luces del alba arañándole la piel, el Cruzado llegó a su refugio y se entregó al terrible sueño de los que no podrán descansar jamás.
 

Notas de juego

Si que se me hace larga la caza. Un poco más y lo agarra el día.

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15/10/2011, 00:30
Director

Las ruidosas y bulliciosas calles se tornan en silencio a medida que hombres y mujeres se retiran a sus hogares a descansar, algunos rezagados os miran de soslayo antes de continuar con su camino.

La guardia de la ciudad, enfundados en tintineantes cotas de mallas, patrulla la ciudad en su eterna ronda, precedidos de su característico ruido metálico, capaz de poner de sobre aviso hasta al más duro de oído, tal vez el objetivo de la guardia no sea el de ajusticiar malhechores sino el de ahuyentarlos.

En algún lugar una ventana se abre al grito de agua va, poco más adelante veis un humeante cagajón de caballo cubierto de moscas.

-¡Que ciudad más sucia!- arruga la nariz Michel –en momentos como estos hecho de menos Beziers- refunfuña malhumorado para si.

Tras recorrer un sin fin serpenteantes calles de dudoso empedrado llegas hasta un taller, en su puerta cuelga un letrero con el dibujo de un hombre sentado en un escritorio pluma en mano, justo debajo escrito con cuidadosa y elegante caligrafía se lee: “Andre Puig, escribano”. Mientras tanto Michel vigila la calle desde una esquina, preparado para cualquier contratiempo.

Del interior del taller todavía emana una suave luz, al llamar a la puerta se escucha el sonido de una silla retirarse, minutos después aparece un hombre de mediana edad, su barba y cabellos están cubiertos de hebras de plata, sus manos manchadas de tinta.

-Buenas noches, mi señora- saluda con una sonrisa aleteando en sus labios, después repara en Michel, deteniéndose en él por unos segundos –perdonad no la esperaba, hagan el favor de pasar- dice echándose a un lado.

Sobre su escritorio ves un tintero con una pluma, un poco de arena, y muchos, muchos algunos a buen recaudo en estanterías, otros tantos apilados sobre el suelo, cuesta creer que el hombre sea capaz de encontrar algún volumen entre tanto desorden.

 

Notas de juego

Dime que le dices, que le mandas hacer en un notas y te respondo, quiero pasar a la siguiente escena en breves.

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15/10/2011, 01:15
Director

Satisfecho, te retiras a descansar poco antes que los rayos del sol comiencen a despuntar en el horizonte, al pasar junto a una iglesia escuchas el murmullo de los maitines.

El alcohol ingerido a través de la sangre se te sube a la cabeza, mareado recorres las borrosas calles,el tintineo de métalico de los guardias se clava en tus sienes, por fin tras lo que parece ser una eternidad cosigues llegar a la seguridad de tu refugio.

La exquisita talla de cierto maestro artesano de la Provenza, sobresale como una llama en medio de la oscuridad, al pulsar una figura escuchas un sonoro clic, la tapa del sarcófago se abre ligeramente, lo suficiente como para que metas la mano y levantes la pesada tapa.

Cansado cual mortal te adentras en tu lecho, poco a poco comienzas a sentir la rigidez de la muerte en tus miembros, con cuidado depositas tu espada sobre el pecho con las manos cerradas sobre la empuñadura, el entierro de un caballero anónimo  caído en batalla.

Antes de que la oscuridad te reclame, accionas de nuevo el mecanismo, la oscuridad empieza a caer sobre ti a la par que se cierra la pesada losa sobre tu cabeza, luego el silencio y la quietud de la muerte.

“Aymar” escuchas nítido la voz de una mujer antes de abrir los ojos una vez más, tal como has hecho durante incontables años.

Notas de juego

Muy bueno tu último post.

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15/10/2011, 01:28
Director

Tan pronto se oculta el sol, recuperas la conciencia, poco a poco te mueves hasta la superficie, donde un manto de estrellas y una luna menguada te dan la bienvenida.

Con paso ligero, te escabulles entre por las calles, pasando inadvertido para los pocos mortales que aún deambulan. Sabes donde encontrar a Pep, los vagabundos, tal como su nombre bien indica suelen ir de aquí para allá, pero la promesa de comida y vino es más que suficiente para asegurarse que cualquiera de ellos desee ser encontrado.

Acurrucado, bajo el portal de la iglesia vuelves a encontrarte con él, esta vez no está solo a su lado descansa otro vagabundo.

-Hola amigo- saluda con una sonrisa desprovista de dientes –mira Albert, este es el buen amigo del que te he habado- palmea al otro infeliz con alegría –ya te dije que vendría-.

-¿Traes vino?- levanta suplicante su mano para tirarte de la manga.

-¡Calla necio!- aparta la mano de su amigo de un manotazo –perdonad al viejo Pep, no he encontrado al aprendiz del carpintero, pero este de aquí tiene algo que decir que igual os interesa-

- Anda… díselo ahora Albert, cuéntale lo que me has dicho a mi- apremia dándole ánimos con sendas palmaditas en la espalda.

-Mi señor … - balbucea al principio relamiéndose los labios –hace semanas vi al hombre que dice Pep, junto a la catedral, hablando con Fray Lluis, ese que tanto habla sobre los marranos … si usted me entiende … el caso es que los vi varias veces, la curiosidad quiso que prestará atención a una de sus conversaciones … hablaron sobre dar un golpe a aquellos que oprimían al pueblo llano, a aquellos que tiraban de los hilos- se encoge de hombros -eso es todo, ¿me das mi vino?- sonríe pasándose la lengua por los labios.

Notas de juego

Puedes tomar un máximo de cinco puntos de sangre de tu rebaño.

Para el siguiente post pasamos a nueva escena, te lo digo para no enredar más esto.

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15/10/2011, 04:03
Aymar de Montdragon
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Percepión

Tirada: 2d10

Resultado: 1, 4

Notas de juego

Ya colgaré un post con las primeras acciones del Cruzado, pero antes que nada se tomará algunos segundos para tratar de reconocer lo que sucede a su alrededor. Dejo una tirada de "Escuchar" para ir agilizando (usé "Percepción"), decime si es correcto. Después lo narro todo junto.

En cuanto a la "Caza", la verdad es que me compliqué bastante. Hace semanas que le doy vueltas al post, y no me terminaba de cerrar. Al final lo recorté por todos lados. Era eso o no colgarlo nunca más. De todos modos, intentaré reciclar los párrafos que quedaron afuera. Si sale bien, creo que tengo escena de "Caza" para un año, jeje.

EDITO: por cierto, casi me olvidaba. Estuve corroborando los números, y creo que tienes razón. Aymar había quedado en 10 Puntos de Sangre al terminar la noche, así que al despertar debería de tener 18 (10 + 9 por los tres borrachines -1 por la noche de descanso). Si me das el OK arreglo la ficha.

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15/10/2011, 04:28
Director

Notas de juego

Sí, hombre actualiza la ficha.

Por cierto que esa tirada de percepcion es una pifia.

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15/10/2011, 04:58
Director

El aire se torna frío, la humedad comienza a condensarse formando tenues gotas de rocío sobre la escasa vegetación. Una suave brisa trae el olor del mar, mezclado con el olor de la gran urbe, “La Gran Costra” tal como la llamaría Arnaldo, el olor de la humanidad, ¿qué es una ciudad sino un gigantesco redil para el ganado? por momentos escuchas la voz de Vasil.

Es tiempo de descansar, los grises opacos comienzan a adquirir nuevos matices a la par que el cielo clarea, suficiente.

Anya se alza para brindarte su abrazo protector, húmedo y fértil, oscuro, suave y áspero en cierta medida, tus ojos postreros se cierran, tu cuerpo recupera la rigidez de la muerte poco antes de que tu conciencia se diluya como una gota de agua en el mar.

Vida, sientes la vida a tu alrededor, no solo en tus miembros que poco a poco comienzan a desentumecerse, alrededor lombrices y demás alimañas se alimentan, reproducen y mueren participando en el eterno ciclo, un baile sin fin.

Con las manos te abres paso hacia la superficie… tierra, húmeda y fresca en tu pelo, en tus ropas, bajo las uñas de tus dedos.

Arriba en los cielos un manto de estrellas brilla bajo el auspicio de la luna menguante, esta noche no habrá demasiada luz, aun así no es problema para ti, un cazador entre cazadores.

Barcino, la gran prostituta espera, con sus secretos… empezando por cierto aprendiz de carpintero, la caza continua….

Notas de juego

Bienvenido, muy buen post.

Tomate tu tiempo, piensa que quieres hacer antes de la cita y escribemelo en un notas. Quiero pasar a mayores cuanto antes.

En cuanto a la sesion de chat, mañana por la noche a partir de las 12 puedo rolear.

Entiendo que usas protean 3 para descansar ¿no?

Cargando editor
15/10/2011, 10:08
Andrei Obertus
Sólo para el director

Notas de juego

A ver si luego lo puedo terminar; me han jodio un poco y tengo que currar en el fin de semana, por lo que el tiempo libre que tenía, al garete... :/

Sí, duermo con Protean 3, como de costumbre. La noche de antes, nada más que cazo, hice tres tiradas, tres horas de caza, más otra para buscar un sitio adecuado para unirme a la tierra discretamente y donde espere tener ningún observador al desperatar a la noche siguiente jejeje

En la nueva noche, voy directo para donde hemos quedado, ya que entendí que quedabamos a primera hora de la noche :)

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17/10/2011, 00:47
Andrei Obertus
Sólo para el director

Notas de juego

Completado el post de la caza :)

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17/10/2011, 01:11
Director

Notas de juego

Sí, estas a full.

 

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17/10/2011, 01:12
Director

Notas de juego

Por favor actualizad vuestra reserva de sangre en vuestra ficha, y hacedlo cada vez que hagais el gasto. Sino se complica la cosa, llevando el gasto de todo el mundo.