-Ajusticiadles – Roger se encoge de hombros – y cuando vuelva Fadrique, que se ocupe del funeral de Nuño y Ramiro tras mandar su visita a mi habitación. Vosotros intentad descansar esta noche, bien hecho – añade mientras abandona la sala y sube al dormitorio.
-Piedad piedad ...- claman los hombres, una sonrisa ladina baila en los labios de Fernando, sabes que cumplirá con sumo placer la orden tal vez incluso se entretenga un poco en cumplirla haciendo oídos sordos les das la espalda para dirigirte a tus aposentos, al llegar al pasillo escuchas los llantos de mujer tras una puerta.
Pied ... nunca más volverá a hablar, se ha hecho justicia. ¿Cuantas mortajas más serán necesarias antes de llegar a Barcelona?, en principio el viaje se tornaba tranquilo, todo ha sido acercarse a Barcelona y comenzar los problemas.
Pasada media hora llega Fadrique con una ramera, visiblemente alterada posiblemente haya visto los cadáveres de abajo, Fadrique tiene la cara arañada, la mujer un maratón en la mejilla, parece que han forcejeado.
-Domine- agacha la cabeza sin soltar a la mujer del brazo -siento las molestias, Martín me ha contado lo ocurrido ... me ocuparé de los cuerpos de los caídos, ¿puedo hacer algo más por vos?-.
La mujer vuelve a forcejear -soltadme cabrón, déjame salir de aquí- Fadrique aguanta los golpes sin impasible.
Tu brazo se alarga haciendo presa en el brazo de la mujer,de un tirón la atraes hacia ti, tu mano izquierda cierra su boca acallando sus gritos.
-No, dejadme solo- respondes dispensándolo. Tus colmillos se cierran clavan en la garganta de la mujer, los gritos cesan, ya no es necesario mantener la mano en su boca, el éxtasis la embarga.
Dos corazones laten descompasados "bom bom" "bom bom" poco a poco comienzan a latir al unísono, al poco la frecuencia de uno comienza a descender, poco a poco ... hasta extinguirse.
El cuerpo de la mujer se estremece con una sacudida, un suspiro, el último surge de sus labios, en brazos de la postrera muerte, descansa por siempre, la llama de su vida se ha extinguido, sin posibilidad de confesión de sus pecados, posiblemente vaya al infierno, un alma más un alma menos, que importa, la muerte está a la vuelta de la esquina, mal por ella.
El alba se acerca, una vez más te introduces en el enorme baúl, crack ... crack suenan tus huesos al descoyuntarse mientras ocupas el reducido espacio, la tapa se cierra, la oscuridad te acoge, acunándote hasta las puertas del reino de Febo.
A la mañana siguiente no hay rastro del posadero o su familia, los cuerpos de Ramiro y Nuño han sido retirados al igual que los asesinos y la ramera, tan solo las manchas de sangre reseca en el comedor dan fe de lo ocurrido anoche.
Fadrique deposita una bolsa de monedas en el mostrador, el honor es el honor, tal vez eso ayude a la familia a olvidar las molestias ocasionadas.
Los caballos son atados al carruaje, Fadrique viaja junto a ti como de costumbre mientras Fernando conduce el carro y Martín con el brazo en cabestrillo se sienta a su lado. Las horas pasan lentamente, Fadrique no dice palabra, no se atreve, no después de lo ocurrido.
El carro vuelve a detenerse, que pasará esta vez -domine hemos llegado- suena la voz de Martín
Al mirar por la ventanilla ves unas chozas a uno y otro lado, así como una pequeña iglesia Sant Pau del Camp, Fadrique abre la puerta desplegando la escalera para facilitar tu bajada.
Tranquilo avanzas hacia la modesta construcción, afuera te espera Alfonso, intranquilo mira a uno y otro lado.
-Domine- saluda al reconocer tu cara a la luz de la luna -me alegra volver a veros, espero que Nuño os haya puesto al corriente, he preparado alojamiento para vos y el resto de la comitiva, las puertas permanecen cerradas por la noche pero he sobornado a un par de guardias para que nos dejen pasar- añade en un susurro consciente de que ciertas cosas son mejor hablarlas a solas.
Dentro del carruaje, habláis sin tapujos, la noticia de la muerte de Nuño coge por sorpresa a Alfonso, simplemente no sospechaba nada, poco a poco comienza a atar cabos.
-Maldita sea ... como no pudimos darnos cuenta- pausa -disculpad domine, vimos a un hombre en varias ocasiones mientras velábamos por el hijo del comerciante, pensé ... pensamos que era un simple matón, alguien encargado de asegurarse que no dejará la ciudad, en ningún momento caímos en la cuenta de que éramos nosotros quién les importábamos ... pero ... ¿por qué? ... no lo entiendo-.
El carruaje vuelve a detenerse, estáis en frente de la puerta indicada por Alfonso Drassanes la llaman, Alfonso sale del carruaje, intercambia unas palabras con el guarda al otro lado de la poterna, un saco cambia de manos, la puerta se abre, el carruaje avanza, Alfonso vuelve a subir esta vez adelante.
El guardia ríe, la puerta se cierra, descorres la cortina para mirar a través de la ventana, ves a un anciano en la calle, su mirada se cruza con la tuya, sus rasgos te resultan conocidos.
"El guardián ha muerto ... la bestia se despierta ... el guardián ha muerto entre las sombras mora sus siervos ... en las sombras ... recuerda la bestia" las palabras suenan en tu cabeza, sacas la cabeza para mirar el lugar donde estuviese el viejo, no hay nadie, sufrirás alucinaciones.
El carruaje surca las calles empedradas produciendo el traqueteo característico, la arquitectura cambia, atrás queda la austeridad de la muralla romana, a juzgar por los edificios parece que os dirigís a la zona adinerada de la ciudad, varios palacios surcan la calle, poco más adelante cambia la situación, casas humildes pero de apariencia confortable dominan el paisaje
El carruaje vuelve a detenerse como hiciera otras veces, la puerta vuelve a abrirse y la escalerilla desplegada, un par de mozos aguardan para ocuparse de las monturas. La luz y el calor salen de una puerta entreabierta, arriba se lee posada el l´Escorço.
Al entrar un hombre os saluda presentándose -mi nombre es Carles Montagut dueño de este establecimiento, que puedo hacer por vos- al entrar Alfonso le reconoce excusándose -mil perdones noble señor, honráis mi casa con vuestra presencia ... vuestras habitaciones están preparadas, si lo deseáis podéis sentaros junto al fuego y comer algo, pasad ... pasad nobles señores- dice agachando la cabeza en señal de respeto.
Tras asentir, los hombres pasan dejándose caer sobre las sillas, en espera de comida y bebida para olvidar las miserias del camino, Fadrique se dirige a tus aposentos para cerciorarse de que todo está correcto, mientras tanto Alfonso habla con el posadero, este asiente y os conduce a una pequeña habitación a parte, unas cuantas sillas y una mesa es todo cuanto contiene, al rato vuelve con una jarra de vino y dos vasos dejándolos encima de la mesa, luego le da una llave a Alfonso, quién la introduce en la cerradura de la puerta cerrando girandola a su derecha, a todas luces está habitación parece estar reservada para cerrar negocios "delicados" proporcinando un bien preciado, la intimidad.
-Siento mucho lo ocurrido domine- dice dejándose caer sobre la silla -debimos estar más atentos, no soy digno de su confianza- pausa -al menos espero haberos echo un flaco favor, ¿os hablo Nuño del palacete?-.
Muy buen post, en serio. Solo un detalle, para futuras referencias: Roger no mata cuando se alimenta salvo situaciones excepcionales (estar famélico o en frenesí). Cosas de su moralidad, pero tampoco tiene mayor importancia.
Gracias :), no des nada por sentado aún.
Alfonso toma la frasca quitando el tapón que aprisiona el rojo néctar, fruto de la tierra y sudor de campesinos vertiendo su contenido primero en tu copa y luego en la suya, el apagado brillo metálico de la copa es sustituido por el rojo del borgoña, de olor afrutado, parece un caldo decente ... al menos lo bastante para una posada, a tu memoria viene la última vez que bebiste vino ... en la víspera de la batalla que daría lugar a la toma de Beziers, junto con tus vasallos y compañeros de armas
-Por la victoria- brindasteis ... amarga fue la copa que te tendió el destino ese fatídico día, ¿pero cambiarias algo de poder volver atrás en el tiempo? ... de ser así ¿el qué?, poco podías hacer empujado a un mundo de violencia con la violencia como único medio para resolver la disputa,no solo se trataba de vuestras creencias.No, ahora lo sabes a ciencia cierta, los Trencavel erais un obstáculo, amasasteis demasiado poder y erais un obstaculo para vuestro rey y para el Papa, tan solo podía haber una doctrina tan solo podia haber un señor en Francia.
Es curioso que apenas un año atrás otro rey y otro Papa iniciasen un conflicto similar con la Orden de los Templarios como blanco, todo por el maldito oro ... todo por el poder, "ser rey a cualquier precio" recuerdas la cita de tu querido amigo Luís Ambrosio Montçada.
Mientras tanto, sediento por el camino y la conversación Alfonso da un sorbo de su copa -mis disculpas domine- dice interrumpiendo tus cavilaciones devolviéndote al aquí y ahora, un hilillo de vino escapa de la comisura de sus labios, no recorre demasiado trecho, pues con el dorso de la mano detiene su avance secándola.
-D´Aguilar y Aitor el Vasco- masculla pensativo -poco sabemos de esos dos, en especial del último, es un hombre discreto y temido, todo cuanto tenemos de él son rumores de taberna, parece ser que es bastante temido no es para menos según dicen controla los bajos fondos- dice bajando la voz - en cuanto al primero le hemos visto en las lizas siempre compite en la última hora de los días nublados y al anochecer, porta armadura negra, su blasón es el de un águila bicéfala, según dicen es un caballero originario de Valencia- su cabeza niega tu última afirmación -no hemos visto a D´Aguilar en compañía del hijo del comerciante, no puedo afirmar nada sobre el Vasco pues no conozco su rostro-.
Las últimas palabras de Alfonso te alivian en parte como un bálsamo a un herido, pero en el aire queda la identidad de los atacantes de la posada, ¿quién estaría detrás?, ¿guardaría alguna relación con el hijo del comerciante?.
-Mañana por la mañana tomaré medidas para asegurar la seguridad del hijo del comerciante, por el momento dispongo de suficiente dinero para pagar un par de matones, esos siempre sobran y son asequibles- sonríe lacónico -sin embargo si tenéis algo en mente más ... discreto o seguro serán necesarios más fondos- se encoge de hombros.
-De paso haré los preparativos para que podáis visitar la propiedad del difunto- dice tras dar otro sorbo más de su copa -¿una hora después de anochecer?, no creo que haya problema alguno están deseosos de vender- asiente -Nuño y yo echamos un vistazo a la propiedad, me atrevo a decir que será de vuestro gusto, los criados venden la propiedad con todo cuanto contiene por una minucia, el palacio en cuestión se encuentra calle abajo, junto con al resto de propiedades de la nobleza barcelonesa, por desgracia los comerciantes han tomado la plaza, un contratiempo menor dado el precio asequible- añade pasando el dedo por el borde de su copa.
La frasca a medias, la copa de Alfonso vacía, sin embargo tu copa permanece inalterable ... llena en su plenitud, según quién símbolo de ventura y soberanía, la realidad es bien distinta ... el único liquido capaz de llevarte a los labios es la sangre, la sangre de pecadores y malhechores suele ser tu alimento aunque a falta de ella echas mano de cuanto tienes, Dios te libre de caer en la tentación de beber del inocente.
Alfonso asiente dando por entendido tus ordenes, de un trago apura su copa, luego toma la frasca con la diestra y sale en pos tuya para sentarse junto a Fradrique, quién en estos momentos disfruta de una merecida cena.
Al verte es el primero en levantarse, a una seña tuya vuelve a tomar asiento al igual que el resto de los hombres.
Al salir a la calle te inunda una amalgama de olores, el salitre de la playa, mierda de caballo, los olores que salen de la cocina de la posada, ciertamente Barcelona huele diferente a Toledo, la mezcla de olores da su seña a la ciudad. Calle más abajo un nuevo matiz se añade al conjunto, el olor de los acomodados, el olor de la nobleza ... .
Un anciano camina calle arriba con un muchacho que carga con un pesado maletín, sus ropas manchadas de sangre seca, delatan su profesión ... un físico, matasanos los llaman otros, adormilado camina calle arriba, al pasar a tu lado ambos te saludan con un gesto de cabeza añadiendo un -dios le guarde noble señor- tus ropas hablan por si solas.
El olor a salitre comienza a ser cada vez más intenso, vas en la dirección correcta, poco a poco las calles cambian, atrás quedan los palacios y palacetes de la gente adineradas, el olor a caballo y perfumes es sustituido por el olor del mar y el pescado.
Matones de saldo y esquina, marineros, putas en busca de clientes deambulan por el barrio, los primeros acechando en las esquinas, los segundos armando gresca tambaleándose por las calles, alguno con una de estas últimas bajo su brazo.
Una puta se acerca a ti, descarada te enseña un pecho - por dos croats puedes mamar de él cuanto quieras- atrás queda la puta descarada, tal vez en otro momento ... tal vez.
Guiado por el sonido de las olas, sirenas tentadoras con la promesa de un momento de paz sigues adelante, a contra corriente de los marineros tan ansiosos por llegar a tierra,las piedras del camino son sustituidas progresivamente por la arena de la playa, tus pies se hunden al principio dejando pequeños hoyos a tu paso, huellas al final de tu trecho fruto de la tierra mojada por el agua y espuma del mediterráneo.
El mar, olor a sal, cantos de sirenas, en infinita paz, abajo muy abajo no llega la luz, la temida luz ... el mediterráneo ... Mare Nostrum, a lo ancho y largo del negro mar de sombras gobernáis, algo en vuestra sangre os atrae a él tarde o temprano.
Las estrellas brillan arriba en el cielo, dispuestas en el cielo reconoces al Cazador, Orion llamados por otros ... no demasiado lejos una mota rojiza brilla, Marte ... Dios de la guerra ... siempre hambriento de sangre.
-Ha tenido todo un detalle al ahorrarme ir a buscarle- suena la voz de un hombre a tus espaldas, al volver la vista ves a un hombre de complexión media, alto de cabellos morenos, nariz prominente y tez blanca, tranquilo avanza hacia ti -mi nombre es Aitor, alguacil de Barcelona- dice situándose a tu lado -¿quién sois vos y qué os trae a Barcelona?- dice con tono hosco yendo directamente al grano .
Tranquilo deja de observarte, esperando tu respuesta mientras observa el mar, el negro mar, lejos los barcos anclados se mecen suavemente con al ritmo de las mareas, la espuma del mar sube y baja en una constante cadencia, cada vez más lejos de vuestros pies ... la marea baja poco a poco.
No le has escuchado llegar a Aitor hasta que te habla.
El vasco sigue mirando al frente, escuchando el rumor de las olas, de haber escuchado tus palabras no da muestras de ello,tomandose su tiempo para responder. A lo lejos ves la pequeña barca de los pescadores, afanándose por entrar en el ancho y negro mar.
Con un grito lanzan sus redes al negro tapiz, la fría brisa sigue soplando, arena y sal, sudor y sangre, ¿qué pensará el vasco?, para tu alivio rompe el silencio, su mirada fija en el mar ... siempre en el mar.
-Nadie me encuentra a menos que así yo lo desee- responde con tono gélido -habláis con tino Roger de Aquitania, chiquillo de Godofredo,pues es el príncipe en última instancia quién tiene la última palabra ... entretanto- pausa - permaneced localizable ... ¿donde os hospedáis?- su cara se gira mirándote ahora de frente.
Posiblemente sepa donde encontrarte, a fin de cuentas ha dado contigo rápido ... muy rápido, entonces ¿por qué preguntará?. Su mirada se mantiene fija esperando tu respuesta. Una vez contestas el vasco asiente quedo.
-Permaneced allí hasta que seáis debidamente presentado a su alteza ... después podéis haced lo que os plazca, entre tanto no cacéis aquí, en el Barrio Real o el Barrio Honrado, no matéis al alimentaros y evitad todo trato con la iglesia y sus representantes ... estáis avisado- enuncia con tono monótono -¿habéis comprendido cuanto os he dicho?, ¿tenéis alguna pregunta?- pregunta inquisitivo enarcando una ceja.
Contesta lo que quieras, te recuerdo que la posada donde estas hospedado se llama L´Escorçó. Lo siento hoy no doy para más :(.
No te agobies en responder, ya sabes que si puedo soy de hacerlo pronto ;)
Su cara cambia, la mano deja de abrirse y cerrarse, tornándose en un puño, de pronto el alguacil es más imponente ... más intimidador, su ceño fruncido estrecha sus pequeños ojos arrugando su entrecejo.
Con inusitada calma comienza a hablar con un tono que hace el anterior cálido como el mediodía en Julio -maese Roger de Aquitania, ¿supongo que no tendrá por costumbre insultar a sus anfitriones?- su mirada terrible cae sobre ti mirando directamente a los ojos - tal vez he entendido mal ¿está acusando a su alteza, mi sire por añadido junto con el resto de su corte de no ser buenos cristianos? ... obviamente no se ha tomado la molestia de visitar la catedral en construcción- una sonrisa cruza su cara pero está desprovista de todo afecto -parece que después de todo teneis necesidad de unas aclaraciones ... "extras"-.
El vasco vuelve a mirar al frente perdiendo su vista en la lejania, disfrutando del olor a salitre y el negro manto del mar, resignado suspira, volviendo a hablar de mala gana.
-Desconozco de donde provenís o como se hacen las cosas allá donde moraseis con anterioridad, pero aquí en esta ciudad se respeta la ley de Caín-.
De nuevo gira su cuello para mirarte a la cara-¿habéis oído hablar de la Fraternita Vera Lucis?- tu cara responde antes de que tu lengua -por vuestra cara entiendo que no ... son cazadores de vampiros entre otras cosas, están infiltrados en la iglesia y en la nobleza local-.
-como entenderá no deseamos llamar la atención más de lo necesario por culpa de cualquier ... ignorante- hace un alto sosteniendo la mirada en ti - con la afluencia de nuevos cainitas los indicios de nuestra presencia aumentan, y yo me encargo de castigar al infractor- dice con sonrisa torcida - y disfruto con ello ... así que joven magister ¿decidme que tengo delante mía? ... ¿qué clase de cainita tengo delante de mis ojos?-.
Paciente mantiene su mirada, esperando tu respuesta ... qué será, la arena parece negra como la ceniza ... las sombras se alargan ... la luz de las estrella mengua ,una nube tapa a la luna ocultando su cara, la fria brisa del mar sopla levantado una fina cortina de arena a vuestra espalda.
Vuestras huellas en la orilla del mar desaperecen, ocultando que alguna vez estuvisteis en aquel lugar, bajo el manto del cielo estrellado y con el negro mar como testigo, la barca ha desaparecido de vuestra vista, tal vez porque todo se ha tornado más ... oscuro.
Ha costado ... ha costado escribir esto, Aitor es más cabrón que bonito ... tela, lo bueno es que no se molesta en disimularlo.
El Vasco turce el ceño, al escuchar tu respuesta ... claro que no es más que un ojo por ojo y diente por diente, la antigua ley de Talion aplicada tal cual, más esta vez no contesta ... simplemente sonríe, sobre todo cuando mencionas tu procedencia conocerá a Polanco ... muy posiblemente, ¿quién no conoce al caballero de Toledo?, brazo de la cruzada ... compañero y rival de Tercio Bravo a la par que uno de los servidores más famosos de Silvestre Ruiz ... Silvestre Ruiz ... ¿sospechará algo el taimado Aitor?.
-Que Dios os guarde maese Roger- responde a tu despedida, tus palabras suenan lejanas, bajo el rumor de las olas ¿las habrá escuchado? -las cosas nunca son lo que parecen- te llega su voz a tu espalda.
Atrás queda el Vasco, una brisa de aire marinera sopla de nuevo, pegando tu capa a tu espalda, tus pies se hunden en arena desandando el camino de vuelta.
El rumor de las olas son de nuevo sustituidos por la música de las gentes de Barcelona, la arena por la piedra del camino ... curioso caminas por el resto del barrio, llegados a un punto las putas, los chulos y marineros desaparecen, silencio y quietud reinan en el lugar, grandes construcciones custodiadas por guardias bien armados se alzan en el pintoresco paisaje, almacenes, los almacenes reales ... , dejando atrás los almacenes y su custodia te topas con los drassanes o astilleros, madera y esqueletos de barcos, el olor a brea te hace arrugar la nariz.
Una pequeña capilla completa el barrio, al pasar junto a ella, sientes el conocido escozor de la santidad, Dios es grande y mora incluso en los lugares más humildes, añadido al escozor la sensación de ser vigilado de cerca, ¿Aitor? ... ¿quién sabe?.
Desandas lo andado, dejando el vulgar barrio para continuar con tu trayecto esquivando a putas, matones y marineros.
-Cuidado con el alguacil joven magister- suena a tu oido al volverte no ves a nadie, no ha sonado en tu cabeza ... a sonado en tu oreja, casí pudiste sentir el aliento,puede que no veas al sujeto, pero el olor a podedumbre prevalece, un olor que no fuiste capaz de oler, una palabra te viene a la mente ... "nosferatu" , tu cabeza gira a uno y otro lado buscando a aquel que susurra en las sombras, no ves nada salvo un mendigo sentado en el suelo con las piernas abiertas apoyado junto al muro, su mirada se cruza con la tuya, consciente de tu presencia clama -una moneda para un pobre ciego-.
Dejo a tu elección hacia donde te dirigues, es decir si vas hacia la posada o deambulas un poco más por la ciudad, de ser asi, dime hacia donde vas a menos que pidas indicaciones a alguien para llegar a tal o cual barrio.
Editado: Se me olvidó. Roger se queda en la posada hasta que vayan a por él, va a full de sangre así que puede aguantar sin alimentarse. Lo de visitar el palacio y todo eso lo aplaza hasta que tenga claro como está el patio por aquí.
El olor acre de la suciedad y mortandad te hace arrugar la nariz tan pronto de acercas al pobre desdichado, el mendigo estira su mugrienta mano tomando las monedas al rezo de -Dios os bendiga hermano-, luego responde a tu petición -encenderé un sirio por vuestra alma inmortal- las monedas caen sobre la mano del hombre, "clic" "clic" suena al entrechocar entre ellas.
Tranquilo, con tu conciencia tranquila por tu buena obra te marchas hacia la posada, al echar un último vistazo sobre tu hombro, ves que el mendigo no está, muy rápido ha de moverse el mendigo para abandonar el lugar sin dejar rastro en tan poco tiempo.
Tras deambular un poco por las calles, encuentras el camino a L´Escorço, allí te esperan tus hombres, de buen humor, con el estomago lleno, y fulanas para amenizar su animo taciturno, una justa recompensa dadas las tribulaciones del camino.
Al verte Fadrique te sale al paso desatendiéndose de las caricias de la fulana -domine- agacha la cabeza -¿puedo hacer algo por vos?-tu cabeza gira a izquierda y derecha negando, tras pensarlo unos segundos vuelves -dile a Alfonso que aplace la visita de mañana-.
Los días pasan, uno ... dos ... tres, los hombres juegan a las cartas, beben, comen y disfrutan de cuanto la ciudad puede ofrecerles, más Fadrique y Alfonso se muestran taciturnos, su señor no sale ... recluido como un prisionero espera y espera en la taberna, un lugar poco apropiado para él.
Más no pierdes el tiempo, Alfonso cumple con tus ordenes y procura nuevos hombres a tu servicio, tras entrevistarlos brevemente acoges a unos y despides a otros, pronto muestran que son dignos de confianza, Alfonso sabe elegir bien ... . En cuanto al hijo del comerciante te informan que goza de salud, tu intercesión o mejor dicho la de tus hombres procura que así siga, sin embargo la salud del padre empeora por momentos, pronto se reunirá con su creador.
Al cuarto día recibes visita, una visita más que esperada pero en cierta manera desagradable, como el demonio en busca de un alma se presenta Aitor "el vasco", Fadrique le anuncia manteniéndose luego en un discreto segundo plano, Aitor le mira por encima del hombro con desprecio mientras se quita sus negros guantes, entonces despides a Fadrique.
-Su alteza desea que me acompañéis a fin de tener una entrevista privada con vos- enuncia monótono.
Obviamente aceptas, que otra cosa puedes hacer, echando tu capa sobre los hombros sigues al alguacil recorriendo las calles de la ciudad, el paisaje cambia, más siempre hay una constante, la antigua muralla romana, tras cruzar una puerta custodiada llegáis a una pequeña plaza, en ella ves la catedral en construcción, un palacio al que se accede por unas escaleras, y algunos edificios colindantes.
Al llegar al palacio dos guardias se echan a un lado, los solitarios pasillos os reciben amplificando vuestras pisadas, finalmente llegáis a una pequeña capilla, allí ves a un hombre de mediana edad, de rodillas frente al altar, el alguacil se para, más que un hombre parece una estatua vestida de negro, tranquilo se levanta y enciende un cirio, entonces repara en vosotros dos, con un gesto de su mano os pide que os acerquéis.
-Bienvenido Roger de Aquitania, chiquillo de Godofredo- dice estirando su mano, hacia adelante, mostrando la palma ligeramente hacia abajo, tal como hiciera tu viejo amigo Luis Ambrosio Montaçada -gracias alguacil, podéis volver a vuestros quehaceres- dice despidiendo al taciturno alguacil.
-Sire- agacha la cabeza y se marcha girando sobre sus talones.
-Bien ... tengo entendido que deseáis residir en mi ciudad y que venís de Toledo, me extraña que mi joven hermano Polanco no se haya tomado la molestia de de proveeros de una carta de recomendación, ¿acaso lo contrariasteis?- añade enarcando una ceja -tengo entendido que sois buen cristiano por lo que dudo que sea este el motivo de disputa para con Polanco, me entristece saber que albergáis dudas sobre la fe de vuestros hermanos en esta ciudad, decidme ¿me han informado mal?-
¿Ahora me sales con lo de las cartas, cuando te las estuve pidiendo y me decías que nada, que no hacía falta? Pues mira, Roger va con cartas hasta las cejas y aun asi la respuesta que se va a llevar Cneo va a mandar a tomar por saco todo lo roleado y mi personaje, porque es mío y hará lo que me de la gana, ya que no me dejas otra salida. Y ya que no puedo jugarlo, pues me lo cargo yo mismo, ni te esperas por donde va a salir. Aquí es imposible jugar porque se haga lo que se haga para no darte motivos para joder, harás trampas para eso, para joder se tome el camino que se tome. ¡Que visión, que Cneo sabe que Roger no lleva cartas sin haberle preguntado siquiera!
No se la has mostrado ni nada al alguacil. Pero bueno ... de todas formas, ¿cual es el problema?, no te han dado carta por una explicación bien sencilla, ¿cuando envias un espía lo envias recomendado?, piensa un pelin hombre, que no te ha mandado a tomar por culo ni nada por el estilo ,te ha preguntado indirectamente por tu relación con Polanco.
No llevas carta alguna ni de Polanco, ni de Montaçada, vas con tus dos cojones castellanos. De verdad, no me lo veas todo como un puteo, puteo será cuando salga en plena noche el sol y te quemes, o someras gilipolleces, que por desgracia algunos lo hemos sufrido, o te digan sí sí, eres tal y luego no sepan ni en que consiste.
A mi me parece que teneis mucho miedo ... y a cualquier cosa que puede resultar jodia, os lo tomais a mal porque pensais que os va a enmarronar, vamos a ver Mateu, que tampoco es dificil cojones, ¿segun tu historia estás aceptado o no en Barcelona?, a menos que te cages en el principe e intentes matarlo, estarás en Barcelona, tan solo un poquito de sentido ¿no?.
Un saludete :).
¿Y tu me pides sentido? Aquí tienes sentido, no le has dejado otra opción a mi personaje, actúa con todo el sentido del mundo sintiéndose abandonado y por tanto traicionado. Roger no tiene porque enseñarle nada al alguacil, que no es el príncipe. Y cuando mandas a un espía a alguna parte le preparas bien y le das toda la información que precisa, mírate cualquier película de guerra o de espías. ¿Darle cartas? Entre otras cosas es casi lo obligatorio en estos tiempos, hasta en Mascarada lo es, no dándole cartas lo que resulta es ser sospechoso y tu además te aprovechas de ello, creas la situación idonea para joder y luego la sacas. ¿Qué has hecho con Roger? Pues como si a un soldado raso le dan una navaja suiza, lo sueltan en medio de Vietnam del Norte en el 73 y le dicen que tome Saigón. Absurdo ¿verdad? Yo juego para pasármelo bien, y te aseguro que si le van con tonterías y situaciones sin sentido a mi personaje no me lo paso bien, y llevo tres semanas o más aburrido de morirme, pero aguantando y posteando lo mejor que puedo.
En silencio escucha tus palabras, ningún reproche sale de sus labios... su cara es una máscara de absoluta ¿tranquilidad?, una estatua intemporal... frío, lejano... calculador.
-Vaya... me entristece oír vuestros reproches hacia la forma de proceder, más creedme que es por el bien de los nuestros, en Cataluña a diferencia del resto de reinos, tenemos ciertos... problemas con un grupo de mortales, algunos de ellos son "dotados" por así decirlo..., la Fraternita Vera Lucis no es un asunto que pueda tomarse a la ligera-.
El hombre hace una seña para pedirte que le sigas saliendo de la capilla para volver a los intrincados pasillos, tras girar unas cuantas esquinas llegáis hasta una puerta custodiada, los guardias se retiran abriendo la puerta y cerrándola tras vosotros.
Al entrar ves una gran estancia, una chimenea encendida, un escritorio repleto de cartas, sillas alrededor de una pequeña mesa con un ajedrez dispuesto, al fondo ves una panoplia, en ella reside una antigua armadura con grabados en el pectoral, un espada corta y un yelmo emplumado, su diseño parece romano.
En el suelo ves un mosaico, cubriendo las frías paredes algo más "moderno", tapices que representan batallas, el sol en lo alto, armaduras como las que ves en la panoplia relucen a la luz del sol, una sombra cae sobre los enemigos abatidos, rápidamente reconoces a la figura principal del tapiz, es el mismísimo Cneo, príncipe de Barcelona y señor de Aragón.
En otro tapiz ves lo que parece una carga de caballeros, frente a ellos los moros, desprovistos de armadura, con sus cimitarras desenvainas.
Por último y no menos importante, las estanterías... repletas de códices y pergaminos, algunos parecen tener muchos muchísimos años, tal vez centurias.
-Bienvenido a mis aposentos, aquí podremos continuar hablando con más... tranquilidad- añade haciendo un gesto para que tomes asiento en una de las sillas de la pequeña mesa frente a la chimenea encendida -veo que habéis reparado en mi pequeña colección- sonríe.
-Como vuestros superiores os informado mi nombre es Cneo Escipión, prelado de Puvlio Escipión, conocido como Escipión el Africano... fui el primer romano en poner pie en la península, gracias a mis méritos en la toma de Iberia me gane el abrazo de Montano, mi sire... - pausa -a pesar de ello nunca he caído en la soberbia de hacerme llamar señor de Iberia, como algunos más jóvenes se atribuyen- sentencia haciendo alusión a Silvestre Ruiz, sire de tu preciado amigo Luís Ambrosio Montçada.
Tranquilo toma asiento frente a ti, mirándote directamente -parece que Aitor tenia razón después de todo, sois más de lo que parecéis- comenta distraído.
-Ya que os habéis sincerado conmigo... haré lo propio para con vos, Quid pro Quo- añade -más que una sapiencia digamos que el se trata de una corazonada, pues entiendo que lo habríais mencionado al alguacil, un detalle nimio- dice haciendo alusión al asunto de tu carta de presentación -creedme despues de tantos años uno se acostumbra a ciertos detalles sin importancia y en los detalles subyace lo importante-.
-Por vuestras palabras me temo que no conocéis exactamente el proceso que engloba un Tribunal de Sangre... permitid que os ilumine- dice cambiando de tema.
-Se dice que este rito fue instaurado por el propio LaSombra, al igual que la creación de los amici noctis, nuestro Padre, era conocedor de la anarquía que traería las disputas originadas por nuestra ambición ... pues ante todo somos ambiciosos. Por ello para recompensar a los audaces y limar el clan de pusilámines, permitió que aquel que mostrará pruebas de incompetencia de un hermano más cercano en la sangre a su persona pudiese cometer amaranto, con el permiso del tribunal, la fecha y la forma en que se haría serían dictadas por el tribunal-
-Vos, hacéis mención al asunto del Califa de Granada, quién, entupidamente dio muerte al embajador enviado por Silvestre Ruiz- corrige con tono pedagogo -per se no era necesaria una Corte de Sangre, como vos la llamáis, ante todo somos civilizados y eliminar un embajador amparado por salvoconducto no lo es, diferente habría sido de eliminarlo en el campo de batalla... pero se extralimito, así de simple- dice encogiéndose de hombros.
-Si yo os diese muerte ahora mismo, no ocurriría nada, pues no sois un embajador ¿verdad?- sonríe taimado -tranquilo joven... nada más lejos de mi intención, pero recordad que nosotros en especial los antiguos respetamos las leyes de Caín, un príncipe se reserva el derecho de eliminar en su territorio a aquellos que vulneren las tradiciones, independientemente de su linaje o edad, ningún amici en su sano juicio tomaría esto como una falta-.
-Bien, os agradezco el tiempo que me habéis ahorrado, tengo asuntos más importantes que dedicar atención a un joven magíster con aires de grandeza y mucho por demostrar.... No es que desapruebe la traición, siempre y cuando sean por motivos justos, así que ahora os pregunto, ¿por qué habéis traicionado a los vuestros?- pregunta curioso.
* Véase la historia de Roger donde aparece el tema del embajador, la guerra en Murcia, etc.