Partida Rol por web

Tardó un poco en alcanzar al joven pero al ver su amabilidad, se tranquilizó un poco y rió levemente ante lo que parecía una broma de su parte.

Se sintió un poco desilusionada al escuchar su nombre pero tomó el cigarro y sacó un encendedor de su bolsillo para encenderlo y responderle - Así es, la clase especial. Creo que es suficiente justificación para querer relajarte un poco, ¿No crees? - encendió el cigarro y tomó una profunda calada para decir - No del todo, pero hay cosas que no esperas. Me llamo Charlotte... - por un momento pensó en si debía pronunciar o no su apellido y su rostro se tornó algo serio. Luego pensó en que no tendría por qué sucederle nada allí, así que retomó la compostura y dijo - Charlotte Renaud - respiró profundo. No solía pronunciar su apellido en público y ya había perdido la costumbre.

- ¿Eres también de la clase especial? - continuó usando las mismas palabras del joven.

Las orejas de Inubashiri se movieron al escuchar su nombre pero apenas se movió de donde estaba, su cola se mecía de lado a lado dejando medio claro que seguía despierta. -Un humano preguntando como es el Gehenna. Una respuesta que deberían haberte dicho ya tus profesores. Bosteza largamente y continua acurrucadita sin hacer mucho caso a lo que haces. -El reino de los espíritus esta ubicado mas o menos en el cuarto circulo, es una guerra constante en el cual nuestro señor Astaroth nos manda diariamente a las lineas de combate. El cielo es rojo, el suelo de azufre y de tanto en tanto hacemos una visita al reino del fuego para atacar. Poco mas que añadir.

-Mas o menos, yo os llevo un año de ventaja. Responde Haru tomando una larga calada mientras guardaba el paquete de cigarrillos. -Puede pareceros que los primeros días son duros, pero lo hacen para prepararos. Cuando haces tu primera misión o prueba, agradeces todos los sustos que te han ido dando. Aun usan aquel muñeco de practicas averiado? Siempre se descontrola aunque digan lo contrario. Deja caer su cigarrillo ya consumido y lo pisa con el pie. -No se que categoría de exorcista quieres ser, si necesitas alguna guiá puedo ayudarte en lo que pueda. Eso si, no abandones ahora que ves demonios. La gente que no duro en la primera semana se lamentaron el resto de su vida, veían demonios y no podían luchar contra ellos. Así que aguanta.

Veamos, empecemos. Por el momento no sabeis muy bien como usar las llaves y en el caso de que conocieras el camino, Yukio os advirtio de no ir solos. Razon simple, pueden haber demonios sueltos y atacaros. He tenido la tentacion de colocarte uno, no me considero un master mama, pero no lo hare al principio de la partida. Para empezar borrare los pequeños mensajes que hemos intercambiado, esto se suele hablar en el off topic. Estas en una escena social, por tanto solo te puedes mover por la residencia y los terrenos que, creeme, no son pequeños precisamente.

Al llegar a mi habitación espere como una hora quieto  sin decir nada, para después salir sigilosamente a la residencia a ver si encontraba algo que me fuera mas util que dormir.

tras ver la nevera sonrio y me voy a ver si localizo otras zonas, para reconecer mejor la residencia y si ay algun sitio seguro para pasar al dormitorio de las mujeres

No hay ninguna seguridad en las puertas de las mujeres, es basicamente la misma residencia que la de los hombres. Como mucho cambiaba en que el sol pegaba en ese instante en las ventanas de los dormitorios laterales. Por el momento no te has encontrado con nadie mas, pero por el aspecto, habian muchos mas estudiantes viviendo alli.

Tras rondar un rato decido irme a la sala de estar

Al entrar a mi habitación vi que sus paredes eran de un color neutro entre gris y blanco, me guarde las ganas de ponerme a pintar esas paredes, la cama, bueno no iba a pararme a pensar en que había pasado en el colchón, había mil cosas de las que quejarse, pero la verdad solo era cosa del aburrimiento, salvo lo de las paredes la verdad, es que eso sí que me molestaba.

Deje mi macuto sobre la cama y dispuse mis prendas bien colocadas en el armario, la mayoría era ropa oscura algún traje y algún chándal suelo, pero sobre todo vaqueros, y ropas oscuras.

Coloque la foto de mi madre sobre la mesilla de la cama, para que me diera fuerzas cada día que me levantara.

Cogí ropa para cambiarme y me dirigí a la segunda planta para ir al baño a ducharme, odiaba que fueran baños comunes, con lo que adoro los baños largos, pero que se le va hacer.

El baño era tradicional japones, tenia la parte de las duchas, una media docena mas o menos con su respectivo asiento para poder lavarse la espalda y la cabeza con mayor facilidad. Ademas tenia una especie de piscina de agua caliente en la cual podías relajarte. Por suerte ninguna pared daba al exterior salvo una pequeña ventana localizada en una esquina superior que dejaba salir el vapor de agua para no empañar totalmente la sala.

Mientras entrabas en el baño, poco antes de cruzar la puerta casi chocas con una figura que salia de ella. Era un joven, quizás de un par de años mas que tu, vestía con un kimono grisaceo. Sus ojos eran casi rojos, de un color ámbar y el cabello marrón. Sus manos te sujetaron un momento para no llegar a chocar contra ti y sonrió. -Vaya, tendré que tener un poco mas de cuidado al salir de ahora en adelante. Dijo el joven sonriendo. -Eres de los nuevos alumnos? Mi nombre es Yuuta, Takumi Yuuta. Un placer

Por toda la academia resonaron unas campanas que no se sabia bien bien de donde provenían, pero resonaban. Marcaban el final de las clases para muchos, las actividades de los clubs para otros y finalmente el inicio del atardecer. El sol ya se empezaba a ocultar en el horizonte y el primer día como exorcistas llegaba a su fin. Quien sabe lo que pasaría en los siguientes pero por el momento podíais relajaros un poco.

Al verle me quede parado un momento, hasta que la información acabo por entrar en mí, mire a él joven, pudiendo apreciar que parecía algo simpático, busque en mi memoria, sabía que me había dicho su nombre, pero me costó un poco sacarlo y eso que lo acababa de mencionar.

-Yuuta en efectivo soy de los nuevos alumnos, tú debes ser de los antiguos, mi nombre es Naxael, dime hay algo entretenido y emocionante que hacer aquí en el tiempo libre o… es tan coñazo como parece-dije tanteándole para descubrir cosas del lugar.

-Tadaa~an- le enseñó a Audrey una caja en la que había una bolsa de area para gatos-¡Arena! He tenido que preguntar a algunos dependientes pero ya está- sonrió encantada y, tras pagar las compras que habían hecho buscó al gatito mirando de un lado a otro.

-Fígaro, vamos, que ya hemos salido, ¡Fígaro!-a medio paso se detuvo y giró sobre la punta de uno de los pies, haciendo que el pelo se le abriese en abanico- ¿Y si vamos a avisar a los chicos de que Fígaro va a estar con nosotras? ¡Así si quieren cuidarle también pueden comprar ellos algo!- miró hacia el cielo y añadió en voz baja, para sí,-aunque claro, lo mismo les da igual y no les interesa- frunció los labios y miró a sus compañeras, encogiéndose de hombros- por intentarlo ¿hm?- miró a un lado y a otro, Charlotte seguía hablando con el chico que no las había saludado, el del cigarrillo, seguramente se conocían de algo o similar así que Giulietta decidió no intervenir en la conversación y dejarles a su aire... después de todo, se alegraba de que Charlotte estuviese más comunicativa aunque no fuese ninguna de sus compañeras de residencia la persona con la que se había decantado por ser social.

-Os echo una carrera hasta la residencia- propuso sujetando bajo un brazo el cajón de arena y en la otra mano la bolsa de arena de Fígaro.

Charlotte le sonríe levemente y le dice - Sí, aún falla y sí que es molesto - toca sus mejillas, recordando el golpe y cuando habla sobre darse por vencido, piensa en su padre. Nunca lo haría, por él debía ser fuerte y debía persistir.

- Nunca me rendiré y puede que te alcance algún día - le dice con un poco de sátira en su voz y le da una última calada al cigarro. Lo había terminado rápido o la había pasado bien con Haru.

- Quiero ser doctor. Mi padre perdió la vida de una manera trágica y, desde entonces, quiero evitar ese dolor en vidas de otros, es todo. Puede sonar algo infantil pero es mi deseo - bota el humo de su boca suavemente, tratando de dejar con ello el dolor de lo sucedido. Suenan las campanas anunciando el final del día y Charlotte le pregunta al joven - Haru-senpai, ¿Qué quieres ser tú? -.

-Quieres ser doctor? Dijo Haru casi sorprendido. -No esta mal. No es que quiera ser, es que soy. Yo soy aprendiz de doctor, este sera mi segundo año en esa rama. Casi como si tuviera un imán, uno de los cigarrillos de Haru acabo otra vez en sus labios, encendido claro estaba. -Aunque a mi no me mueve una acción tan noble como la tuya. A mi me interesan mas bien el combate de soporte, es decir, uso vapores y granadas para alejar a los demonios. No tengo mucha practica a la hora de curar, llevo lo básico y poca cosa mas. Todo es dependiendo de lo que quieras ambientarlo.

Toma una larga calada y mira hacia la residencia. -Casi se hace de noche, no es bueno recorrer la academia de noche. Aunque el director tenga una barrera para impedir que los demonios entren, quien sabe lo que ya ahí aquí dentro. Alguna vez me he dado un susto. Mantengo mi oferta, te puedo enseñar un poco lo básico de doctor si te parece bien, pero no hoy. Los hombres tienen prohibido ir a la residencia de las mujeres, pero mi ventana es... Señala una ventana del segundo piso, casualidad que en ella hubiera una pequeña enredadera. -Esa de allí, la de la enredadera. Puedes encontrarme allí si necesitas algo. Pasa buena noche Charlotte. Alza la mano a modo de despedida aunque antes le da el paquete de cigarrillos, quedan unos tres. -Acabatelos por mi.

Yuuto entrecruza los brazos ocultando las manos en sus mangas mientras pone una expresión pensativa. -Algo que hacer aquí? No te sabría decir bien, bien a que te refieres con coñazo, pero me imagino que es aburrido. Parecía que tenia un vocabulario bastante mas suavizado a la hora de hablar y se tomaba su tiempo a la hora de conversar contigo. Aunque su tono no era cansado.

-Bueno, esto sigue siendo una academia. Tenemos una buena biblioteca y las cafeterías siempre están animadas. Una lastima que no tenga el suficiente dinero como para pagar una mesa, pero tenemos también nuestra propia tienda. A mi me relaja mucho el cocinar. Sonríe y continua con la breve explicación. -Si te refieres a la hora de mas adrenalina, me temo que no esta permitido ninguna acción de exorcista fuera de las horas de clase, a no ser que estés en una misión claro. Pero al ser nuevo tardaras en eso. Mi consejo seria estar acompañado es siempre la mejor solución contra el aburrimiento.

Cuando Giuletta comenzó a cargarse las manos, Figaro comenzó a moverse por su cuenta, sacudiendo el cuerpo y desperezándose al ser la primera vez en horas que tocaba el suelo, ya que lo habíais tenido siempre en brazos. Curiosamente el gato comenzó a lamer algunos estantes, buscando los olores de las comidas que se guardaban y acabo donde tenia que acabar, a los pies de Sora.

Figaro comenzó a restregarse contra la Tamer, Sora ladeo la cabeza y, agachandose, acerco una mano para acariciar al gatito. Antes de que se diera cuenta, Agnis formo otra vez su boca y parecía que quería comerse al gato de un bocado. -No! Exclamo Sora, era la primera vez que abría la boca para hablar y el tono de su voz era muy agudo y dulce. Rápidamente, Sora agarro la boca de Agnis y le hizo volver a su forma normal, ademas de que el peluche azul le dio otra vez un golpe en la cabeza para tranquilizarlo o mas bien regañarle.