Partida Rol por web

Fantasy World (Híbrido de HLdC)

La ciudad de agua

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26/10/2013, 21:27
Director

La Ciudad del Agua

En medio de uno de los lagos más grandes de la Creación, se erige, en una isla de piedra basáltica, La Ciudad del Agua. Es una ciudad portuaria, en dónde la mayoría de las personas que viven en ella viven de la pesca o de los recursos que puedan obtener de toda el agua que les rodea. En la torre más alta de la ciudad, se encuentra el Faro de Alexandreteta, por el cual, marineros se ubican ya que su origen mágico hace que la luz se pueda ver desde cualquier punto dentro del agua. Las personas que viven allí son simpáticas y bastante accesibles, siempre y cuando nadie nombre a la Ciudad del Fuego. Hay una especie de guerra fría entre ambas ciudades pero nunca han pasado más que de cuestiones políticas o algún que otro insulto entre sus regentes. Aunque, en los tiempos que corren, tal vez esa guerra que viene librándose entre políticos, vaya un poco más allá. Cuentan las leyendas que en algún punto de la ciudad de agua, existe una especie de portal que puede trasladar a los que entran en él a cualquier parte de la Creación, pero como ya hemos dicho, son sólo leyendas... ¿o no?

-Número máximo de ocupantes: 20
-Número actual de Ocupantes: 0 / 20
-Seguridad: 7
-Recursos A: 8
-Recursos B: 2

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27/10/2013, 23:36
Director

DÍA 1

"La noche de los Gigantes Ciegos"

Los Bardos de las Ciudades cantan canciones sobre los Gigantes Ciegos, pero últimamente, las canciones se han vuelto un poco más... como decirlo... más cruentas. Los Gigantes Ciegos, una raza de gigantes que habitan las Tierras Sombrías, están saliendo de sus zonas de caza para adentrarse en los poblados y en algunas ciudades. Por eso los Bardos cantan canciones sobre ellos. Pero por ahora, no se han dado casos de hombres, enanos o cualquier otra criatura que hayan sido atacadas por los Gigantes. Lo que si se sabe es que están nerviosos. Nunca habían salido de su zona, pero hay algo que los asusta, o en su defecto, los espolea para que se internen en los bosques para cazas los animales. Se han recibido informes contradictorios sobre bestias que habitan en los bosques que están haciendo que la fauna del lugar busque otro lugar más tranquilo para vivir. Así como también, se han detectado ataques de seres que nunca se habían acercado a las personas, como si algo los animase a atacar, o como si algo les haya cambiado su forma normal de ser.

Algo está pasando en el Reino, y no es algo sobre lo que la gente desee hablar abiertamente. Aunque se escuchan rumores, cuchicheos, diálogos en voz baja sobre que un mal asola las tierras. Algunos hablan de que las viejas leyendas están tomando forma nuevamente y que el Mal Supremo está cobrando cada vez más fuerza mediante un acúmulo de seguidores... y aunque por ahora no se han recibido informes o escuchado noticias de ello, más vale estar preparado. Las Ciudades importantes han comenzado a levantar defensas por si la Noche Eterna se acerca...

Aunque la gente sabe que eso no será suficiente, se aferra al pensamiento que una simple barrera mágica o un muro de piedra podrá detener al Mal si este hace su aparición en el Reino.

Pero, ¡que diablos! esas son leyendas. Habladurías de viejas que pasaron de oreja a oreja hace ya mucho tiempo. Simples y meras historias para asustar a los niños.

Notas de juego

En este día no podréis moveros a ninguna parte ya que las puertas de las zonas están cerradas de manera mágica. A partir de la Noche 1, os daremos la posibilidad de moveros a alguna otra zona disponible, las cuales podréis mirarlas en la escena de Mapamundi.

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27/10/2013, 23:43
Director

Aquí estáis, en esta zona. Vuestros viajes os han traído a la Ciudad del Agua y por supuesto, aquí empieza vuestra aventura. Los bardos cantan por las calles y la gente va de un lado al otro sin percatarse de que vosotros estáis allí. A unos pocos metros de dónde os encontráis, que es la plaza de la ciudad, existe un gran mercado con mercaderes que gritan a mil voces cosas sobre sus productos.

Pero por ahora, vosotros no estáis allí de compras.

Tampoco el Mal Supremo.

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28/10/2013, 19:30
Rendam Weispell
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Quien sea malvado que levante la mano

Tirada: 1d10

Resultado: 1

Notas de juego

Bueno voy haciendo la tiradilla de Int de rigor para detectar el mal. Luego posteo ^^

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28/10/2013, 21:12
Pispantorín

La gente de la Ciudad del Agua está acostumbrada a ver de todo, comerciantes, exploradores de todas las naciones, goblins piratas y goblins mercaderes (a veces es difícil distinguirlos), orcos en sus galeras de guerra e incluso dicen que en una ocasión atracó un barco elfo camino de un mítico lugar más al oeste de Unour, aunque todo el mundo sabe que eso es una locura y que más allá del horizonte lo único que hay es el fin de Umbría y el Gran Vacio.

Aún así, la presencia de aquel goblin solitario, que había llegado en una nao humana y no en una de las naves tortuga de su raza llamaba la atención. En parte por haber llegado como un pasajero más, en un barco humano; en parte porque no era normal el encontrar a un goblin solitario, ya que siempre viajaban con los miembros de su clan; en parte debido a que los colores decaídos, gastados y casi borrados que identificaban su clan eran prácticamente desconocidos allí y sólo los estudiosos de la cultura goblin podrían llegar a reconocerlos.

Pero sobretodo llamaba la atención debido a que a su lado avanzaba un pato con una enormes gafas de pasta y gruesos cristales, un pato con el que el goblin parecía hablar de forma continua, aunque la mayor parte del tiempo parecía estar discutiendo más que otra cosa. Así, mientras mucha gente pensaba que era un truco de magia, o que el goblin era un ventrílocuo y que usaba el pato para su espectáculo, los niños lo seguían para oírlos hablar y discutir.

Así, fue como llegó a la Ciudad del Agua Pispantorín, el goblin errante, junto a Rufus, su compañero de aventuras.

Sinceramente, Pispas. ¡No se para que hemos venido a esta ciudad! - Gruñe Rufus, mientras avanzan por entre la gente en el mercado, el goblin delante y el pato justo detrás, para evitar que lo pisen los humanos. 

He oído que aquí tienen una buena cerveza, fuerte, negra y que casi se puede cortar con un cuchillo. - Respondo sin detenerme, con mi voz aguda, mientras avanzo fijándome en los carteles de las tabernas. Estoy buscando un arpa dorada sobre fondo negro, el nombre de la taberna no lo recuerdo, estaba demasiado borracho cuando me lo dijeron, pero si que recuerdo la descripción del escudo de la taberna. Finalmente lo localizo y sonriendo me giro hacia Rufus antes de decir: - Pato de poca fe, ves como al final hemos encontrado la taberna.

¡Una taberna! - Grita Rufus indignado. - ¿¡Hemos hecho todo este recorrido por una maldita taberna!? - El pato se para y levanta las alas hacia al cielo mientras estira su cuello. - Que el Señor de la Luz nos pille confesados.

No protestes tanto. - Respondo con desgana agitando una mano para quitarle importancia a sus palabras. - Si en el fondo te mueres de ganas por probar la cerveza. 

Unos instantes después entramos en la taberna, que está casi vacía a esas horas y me acerco a la barra para pedir. Al hacerlo me encuentro con el mismo problema que tengo en todas las malditas tabernas humanas, la barra es demasiado alta para mi, por lo que sin apenas detenerme doy un salto y me subo a uno de los taburetes, para a continuación ponerme de pie en el y así estar a la altura del tabernero que me mira estupefacto.

¡Dos pintas de Guinnes, jefe! - Grito con alegría, dejando unas monedas sobre la barra y golpeando con el puño al lado de ellas para llamar la atención del camarero que mira a Rufus. - Una de ellas con pajita, que si no mi amigo Rufus, aquí presente, no puede beberla con comodidad.  - Digo mientras este revolotea hasta posarse en la barra a mi lado.

Sabes que no me gustan estas cervezas tan fuertes. - Protesta Rufus, con aire ofendido. - Cornelius tiene un gusto mucho más refinado en cervezas, le gustan las cervezas de trigo, como a mi, no este tipo de cerveza.

Lo se, lo se, echas de menos a Cornelius. - Digo con tono tranquilizador mientras le doy unas palmaditas en el cuello para que se tranquilice. - Sabes que acabaremos encontrándolo, que presentaremos nuestros respetos a sus amigos y que luego nos tomaremos unas pintas juntos, ¡no puede haber nada mejor en la vida!.

Finalmente el tabernero nos deja dos pintas en el mostrador, a nuestro lado, y yo cojo la mía con ganas y le doy un largo trago mientras Rufus intenta beber la suya por la pajita, pero la cerveza es demasiado espera y le cuesta, por lo que al final se resigna y olvidándose de la pajita bebe directamente del interior de la jarra.

Después de los dos primeros tragos, cuando el estómago empieza a aposentarse con la cerveza, me giro en el taburete y observo a mi alrededor, para ver que más parroquianos hay en el lugar.

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28/10/2013, 22:54
Abaliv, el Elegido

La Ciudad del Agua, famosa entre todas las ciudades, me deja practicamente boquiabierto con su belleza, con su arquitectura sólida pero a la vez etérea, casi irreal. Esto no lo pueden haber construido ninguna raza sin ayuda de un dios, es demasiado.

Camino durante horas por la ciudad, adquiriendo conocimientos sobre esta, sobre sus gentes, sus intereses, sus productos y servicios. Todas las razas parecen tener cabida en esta polis, aceptados por sus propios dones o por el sonido de sus monedas.

Finalmente decido entrar en una taberna, cansado del gran paseo que he dado durante el día. Pido una jarra y, tras dar un sorbo, murmuro para mí -Y ahora ya se la razón de su nombre, que cerveza más aguada.

Tratando de evadirme del mal sabor de la cerveza floja miro a mi alrededor, observando a los parroquianos. Se repite una vez más lo que he visto por toda la ciudad, gentes de todos los lugares de todas las razas. Espera.

¿Un pato? -digo mirando perplejo al animal con unas extrañas lentes en el rostro.

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29/10/2013, 20:10
Tiria Mirr

¿Eso es un jodido pato? ¿Es un pato que habla? A ver, Tiria, a ver, ¿seguro que no vas borracha?

Miró hacía arriba y se pellizcó un muslo para darse cuenta que en realidad, todo eso estaba pasando allí y ahora. No, no estaba borracha, ni soñando siquiera. Eso era un pato y el pato estaba hablando con un ser pequeño y verde que vaya uno a saber de dónde demonios ha salido y además, bebe cerveza en una pajita y... ¡se queja de que la cerveza es mala! ¿Pero de dónde cojones han salido esas dos criaturas? Que el pequeño ser verde me parece hasta mono, pero mono así en plan osito de peluche... pero el pato... con esas gafas... ¡venga ya!

Se acercó a ellos con una sonrisa, ocultando en realidad sus ganas de patearle el pico a ese ave con gafas.

¡Hola! Me llamo Tiria. Dijo sin más. Disculpe señor pequeño verdoso, ¿ese pato ha hablado o los oídos me han jugado una mala pasada? 

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29/10/2013, 22:28
Pispantorín

Estoy disfrutando de mi cerveza negra y densa, paladeándola con gusto y sonriendo de oreja a oreja, cuando veo que un parroquiano pide cerveza normal, por lo que dejo escapar una sonrisa cuando comenta que la cerveza está aguada.

Ves Rufus. - Le digo al pato con mi habitual voz aguda. - Hemos escogido la cerveza buena. - Después me giro hacia el hombre y levantando la jarra para saludarlo digo en voz alta: - ¡Deberíais pedir una Guinnes, yo la acabo de probar y ya estoy enamorado de ella, no tiene nada que ver con esas cervezas aguadas que bebéis habitualmente!

Esta cerveza es imposible de beber. - Protesta Rufus. - Yo quiero una cerveza buena, que sea ligera, de trigo, que deje buen sabor de pico y que no provoque las resacas tan desagradables que me dejan estas porquerías de cervezas que bebes habitualmente. Cornelius me trataba mejor. ¡Tabernero, una cerveza de trigo! - Grita al final.

Me giro hacia el pato para dar una respuesta acorde a la tontería que acaba de decir sobre las cervezas, mientras doy otro trago a mi jarra de cerveza negra cuando de pronto una voz de mujer, me llama algo raro, algo tan raro que hace que me atragante y escupa parte de la cerveza por encima de la barra y sobre Rufus, que empieza a graznar protestando.

- ¿¡Pero que cojones!? - Mi voz aguda ha bajado una octava mientras limpio la cerveza de la comisura de la boca. - ¿Me has llamado "pequeño verdoso"?, ¿y si yo te llamara gran rosita? - Me estiro todo lo que puedo encima del taburete para parecer más alto - Soy un goblín, y estoy orgulloso de mi raza. - Doy otro largo trago a la jarra y la poso sobre la barra mientras me recompongo y mi voz vuelve a su agudo tono normal. - Os pido disculpas, Lady Tiria. Normalmente no soy tan brusco, pero me habéis sorprendido con vuestro comentario. Soy Pispantorín, el goblin errante. - Digo con una pequeña reverencia sin moverme del taburete. - Pero podéis llamarme Pispas, casi todos lo hacen...

- ¡Ja, ja, ja!, ¿¡Orgulloso de tu raza!? - La voz de Rufus interrumpe la frase de Pispantorín - Venga ya, no me hagas reír, pero si no sabéis hacer nada, sólo compráis y vendéis y os movéis de un lado para otro continuamente, si por tener no tenéis ni una nación, sois incapaces de quedaros quietos el tiempo suficiente para ello.

Me giro hacia el pato ignorando por un momento a la mujer mientras le grito al pato:

- ¡Callate y bebe, pato consentido! - Doy una palmada en la barra al lado de su jarra de cerveza - ¡Lo que tienes es envidia de que yo sepa disfrutar de una buena cerveza mientras que tú sólo eres capaz de beber cerveza aguada y mala, eso es lo que te molesta realmente! Bueno, eso y que no está Cornelius para mimarte - El comentario sobre Cornelius hace que el pobre pato agache la cabeza - Lo siento Rufus, no quería ofenderte con ese comentario.

Después me giro hacia la mujer mientras hago un gesto al tabernero para que le traiga al pato una cerveza de trigo:

- Como vos misma podéis comprobar. - Digo señalando al pato. - Si, el pato habla, y se llama Rufus, tiene un poco de mal genio y está acostumbrado a hacer lo que quiere, pero no es mal pato.

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29/10/2013, 23:26
Abaliv, el Elegido

Me acerco al goblin, un ejemplar raro de por sí, y escucho las palabras que le dedica la mujer, Tiria, y la respuesta del ser verdoso.

Espera, ¿en serio es un pato? ¿es víctima de algún conjuro? ¿era un príncipe o algo así al que un hechicero del dios de la oscuridad maldijo? Nunca había visto nada parecido en mis años de viajero -pregunto, sorprendido y un tanto alterado.

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30/10/2013, 00:33
Rufus

Soy un pato. Un simple pato. ¡Un jodido pato! ¿Está claro?

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30/10/2013, 00:51
Director

No tardasteis mucho en fijaros que en un armario de la taberna, se encontraban ciertos recursos que podrían seros de utilidad y que no daban la sensación de pertenecer a nadie. En todo caso, nadie iba a deciros nada si os los quedabais.

Encontrasteis lo siguiente:

-Espada (ATAQUE +2 DAÑO +1) x1

-Flechas x3

Notas de juego

Al comienzo de cada turno de día, y después de que os cambiéis de localización si es que deseáis hacerlo, aparecerán ciertos recursos en la zona (Depende de unas tiradas ocultas que realizamos los masters, así que podría haber días que no apareciese nada). Los recursos tenéis que repartirlos como creáis conveniente.

AVISO: Esto no es el que primero llegue y se lo pida se lo queda. Si Fulanito pide la espada y horas después llega Zutanito y la quiere, puede pedirla, pues Fulanito aún no la tiene, solo ha expresado su deseo de quedársela. Si ninguno de los dos llega a un acuerdo, ya veremos los masters como solucionarlo.

Si en cambio Fulanito pide la espada y nadie tiene problema o nadie dice nada, se la quedará.

En todo caso, hasta que los masters no os asignemos el objeto al inventario no lo tenéis, por mucho que escribáis "Me lo quedo"

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30/10/2013, 07:31
Pispantorín

Como podéis comprobar. - Digo con una sonrisa. - Es muy susceptible con este tema, y no le gusta que le llamen cosas raras, una vez una chica intentó besarlo para ver si se convertía en un príncipe y la persiguió a picotazos por todo el pueblo. - Le doy unas palmadas amistosas mientras bebe su cerveza de trigo. - Así es Rufus, todo un galán.

Al aparecer esos objetos perdidos en el armario, sigo apurando mi cerveza.

Interesante, el tema del armario, lo curioso es que siendo una posada no encontremos nada de comer. - Digo mientras me rasco la nuca. - De todo eso a mi sólo me interesaría la espada.

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30/10/2013, 18:23
Braka Bagim

¿Qué mejor lugar que la Ciudad de Agua para buscar maestros en curación? Pues allí le llevaron sus pasos al decidido señor de la guerra orco. Tras su llegada no dudó en comenzar su búsqueda con ahínco, y como no conocía bien el lugar se decidió por la opción más simple: preguntarle a un tabernero. Suelen tener respuestas para todo aquel que pregunte, más cuanto más sencilla sea la pregunta, y quepa decir que una simple aclaración sobre las zonas importantes de la ciudad no es cosa complicada.

El gran orco portaba ropas de viaje, aun así no lograba ocultar su figura ni su naturaleza ni por asomo, y realmente no lo pretendía. Entró en la primera taberna que vio llamado también por una curiosidad adicional: al parecer en dicha taberna había entrado un pato que hablaba, o eso comentaba la gente cercana a las puertas. Al entrar Braka constató los rumores, pero curiosamente no fue eso lo que más le llamó la atención sino un comentario. -¿La cerveza de trigo, aguada? -la voz del gran guerrero irrumpió en el salón como un trueno, más todavía que su ya de por sí intimidante figura. Se adentró hasta la barra y se sentó en un taburete cercano al goblin que había soltado dicho comentario, intentando no resultar tan sorprendido por las palabras del pato. -Poca cerveza de trigo has bebido tú para hablar así. He probado guisos más ligeros que una sola pinta de cerveza de trigo. ¡Póngame una tabernero! Y más vale que no esté aguada... -tras un instante de silencio y mientras esperaba que le sirvieran se levantó del pequeño taburete y le ofreció la mano al goblin lo suficientemente cerca para denotar, ante aquel que supiera un poco de la guerra, que pretendía un saludo propio de guerreros agarrando el antebrazo en vez de simplemente la mano. No se paró a pensar en si el goblin lo entendería o lo compartiría, la costumbre actuó por sí misma. -Puedes llamarme Braka, el orco que desmintió tu falacia. -le dijo con su ruda voz al goblin intentando recalcar su tono humorístico con su característica sonrisa ladina en el rostro, pues con notable costumbre su humor no ha sido bien recibido.

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31/10/2013, 07:25
Pispantorín

La voz del enorme orco nos interrumpe, por lo que sonrío levemente mientras poso la jarra en la barra.

Yo sólo bebo cervezas negras o, como poco, tostadas. Digo girándome en el taburete para poder mirarlo a la cara, aún así todavía no llego a su altura. Por eso todas las demás me parecen aguadas. Aunque prefiero una cerveza de trigo a una cerveza normal, como la que ha pedido aquí el compañero. Digo señalando al que ha confundido a Rufus con un príncipe maldito. Pero si, para mi todas están aguadas, y dado que he recorrido todo el reino, se de lo que hablo.

Cuando se aproxima para cogerme del antebrazo, pongo el hombro para el choque posterior, esperando que no sea lo bastante fuerte como para tirarme del taburete. Además, mi mano apenas abarca la mitad de su antebrazo, casi podría colgarme de su antebrazo y no notaría mi peso.

Encantado Braka, yo soy Pispantorín, el goblin errante. Puedes llamarme Pispas. 

También lo puedes llamar verdoso. Interviene Rufus, entre trago y trago de cerveza de trigo. Parece que le gusta.

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31/10/2013, 21:33
Rendam Weispell

Rendam llevaba un rato en aquella taberna, apoyado en la barra con una cerveza en la mano mientras escuchaba sin girar la cabeza aquel griterío. Un pato con gafas estaba hablando con un goblin, lo cual no le suponía un shock muy grande, pues una vez había visto a una vaca darle clases de baile a un niño de 8 años. Luego resultó que aquella vaca era su madre, que había sido maldita por una bruja, ya que la mujer convertida en vaca se había acostado con su marido.

Se perdió durante un rato en sus pensamientos y recuerdos, dándose cuenta que al show del goblin y el pato se habían añadido unos cuantos elementos más. Una chica guapa, un tipo de piel tostada y un orco que conocía las palabras 'desmentir' y 'falacia'.

- Eso sí que es algo sorprendente. - se dijo para si mismo. Aquel día de investigación había sido totalmente infructuoso, así que resoplando y tomándose el último trago de cerveza se giró en su taburete para encarar al grupo.

- No quisiera interrumpir vuestra discusión de patos parlantes y cervezas. Sin ánimo de ofender, Rufus. ¿Era Rufus? Parece que algunos de vosotros sois personas de mundo, aventureros natos, vaya. - comentó echándole una mirada a Abaliv - ¿Estoy en lo cierto? ¿O la supuesta ilusión del pato parlante se nos está yendo de las manos? -

Pareció darse cuenta de algo y se golpeó la pierna con la palma de la mano. - Mierda. Mis modales. Soy Rendam Weispell, mercenario. -

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01/11/2013, 12:26
Rufus

Rufus se bajó de la mesa con un saltito tras escuchar las palabras de Rendam dejando su cerveza a medio beber. Caminó marcando el paso hasta colocarse justo al lado de la pierna izquierda de Weispell y levantó su cabeza hacía arriba con gesto serio. Tan serio como lo puede poner un pato con gafas de culo de botella.

¿Ilusión? Ilusión tu astuta progenitora. Le dijo y acto seguido, le dió un picotazo en la rótula. ¿Puede una ilusión hacerte esto? Después miró a Rufus. ¿Podrías explicarle por que estamos aquí?

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02/11/2013, 17:48
Abaliv, el Elegido

Mi nombre es Abaliv -respondo a Rendam, quitándome la capucha que aún ocultaba parcialmente mi rostro-he venido a la Ciudad del Agua buscando confirmaciones pero la visión de este enigmático ser me ha distraido. He escuchado rumores de ataques y conflictos, demasiados para el gusto de un viajero, demasiados para lo que estamos habituados. Tal vez vosotros sabéis algo más.

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02/11/2013, 23:25
Pispantorín

Otro parroquiano más se nos une a la fiesta, pero este es el típico aguafiestas. Comienza picando a Rufus, lo que nos va a dar problemas, seguro, ya que este pato no sabe callarse. Me encojo de hombros antes sus comentarios y me giro en el taburete para calmar a Rufus, pero ya es tarde, el jodido pato se ha tirado a por él, con su diplomacia habitual, vamos a acabar teniendo lío, otra vez.

Yo no soy un aventurero, y menos un aventurero nato. - Digo con mi habitual voz aguda mientras me encojo de hombros sin perder de vista a Rufus. - Y mucho menos un mercenario, como vos, maese Weispell. - Poco a poco mi mente de comerciante comienza a tomar el control. - Sólo soy un pobre goblin errante, que ha perdido a su clan y que está de paso, acompañado por Rufus, el pato parlante, aquí presente.

Cuando el parroquiano que pidió la cerveza normal y se la dieron aguada se presenta, hago una pequeña reverencia.

Maese Abaliv. - Digo mientras veo como Rufus se encara con el mercenario. - ¿Confirmaciones de que?, ¿De los ataques, de los saqueos, del pillaje, de las matanzas indiscriminadas? 

De pronto Rufus se pone a picotear al mercenario, y después se gira hacia mi y me exige que explique nuestra presencia en la Ciudad del Agua. Doy un ágil salto para bajarme del taburete en el que estoy subido para caer con un pequeño giro, de tal forma que esquive los pies de todos los presentes y pueda coger a Rufus antes de que la situación empeore. 

Agarro al pato y lo meto debajo del brazo izquierdo, para sujetarlo con fuerza y bloquearle las alas, mientras intento coger su cuello para evitar que siga picoteándome enfurecido.

¡Sueltame, verdoso de mierda! - Grita el pato mientras se revuelve. - ¿Quien te crees que eres para tratarme así? ¡Que seas un puto cobarde y no tengas huevos para enfrentarte al mercenario no significa que a mi me asuste.

Finalmente consigo sujetarle el pico con la mano derecha y me giro hacia el taburete, doy un par de pasos y me subo de un ágil salto al taburete, pero el peso del pato y el hecho de que no se quede quieto, me hace perder el equilibrio y casi me caigo del taburete, tengo que soltarle un momento el pico para poder agarrarme a la barra y no caer. Momento que Rufus aprovecha para volver a picotearme hasta que, una vez recuperado el equilibrio, le vuelvo a sujetar el pico.

Lo siento, maese Weispell. - Digo con una reverencia para disculpar al pato, mientras este sigue debatiéndose debajo de mi brazo, intentando soltarse y seguir atacándome. - Rufus no se toma las críticas muy bien, y mucho menos cuando lo acusan de ser una ilusión, un príncipe encantado o similar. Además, estos días están siendo muy duros para él y ese es el motivo de nuestra presencia aquí.

Como el pato no deja de revolverse, finalmente me siento en el taburete, eso me hace parecer todavía más pequeño al lado de todos los humanos y el orco que están a mi alrededor. Comienzo a hablar despacio, con la mirada perdida.

Mi clan fue masacrado no hace mucho tiempo, todos los miembros de la caravana. Llevábamos años viajando por el reino y lo más que nos habían pasado era algún intento de robo, bandidos los hay en todas partes, pero esta vez no se trataba de un robo, simplemente fue un ataque de exterminio, mataron a todos, incluidos a los gobbos del corral de recién nacidos. - Mi mirada se enturbia un instante mientras los músculos de la mandíbula se tensan. - Unos pocos nos habíamos quedado atrás y cuando alcanzamos la caravana ya era tarde.

Suelto el pico de Rufus para coger la jarra y darle un pequeño trago, por algún motivo el pato se queda quieto, sin seguir intentando atacarme, dándome una pequeña tregua en su ataque de ira. 

Hace poco me encontré con Rufus y con su amigo Cornelius, un mago casi ciego. - Poso la jarra y le acaricio la cabeza del pato, colocando bien sus gafas. - Estábamos hablando cuando Cornelius fue secuestrado y nos amenazaron, pero ni Rufus ni yo llevamos bien las amenazas, por lo que estamos buscando a los secuestradores de Cornelius y a los que masacraron a mi clan, creemos que son los mismos, para presentarles nuestros respetos. - Me giro hacia Abaliv antes de continuar. - Hablas de rumores de ataques, de conflictos, de muerte. Te garantizo que no son rumores, tuve que enterrar a todo mi clan, les hice un túmulo para enterrarlos juntos, siguiendo nuestras viejas tradiciones. "Juntos escapamos, juntos vivimos y juntos morimos". - Recito las palabras en voz baja. - Ahora sólo soy un goblin errante, sin clan, sin familia, sin amigos, sin futuro. Sólo tengo a Rufus y la venganza.

Rufus se escapa de mi abrazo y con un rápido aleteo se posa de nuevo en la barra, me hace un gesto de asentimiento con la cabeza y vuelve a dedicarse a su cerveza de trigo. Yo me quedo unos instantes en silencio y después, de un salto me pongo de pie en el taburete y golpeo la barra con la mano para llamar la atención del tabernero.

¡Ya está bien de historias tristes! - Grito con mi voz aguda. - ¡Estamos en una taberna! ¡Tabernero, otra ronda!

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03/11/2013, 17:47
Director

DÍA 1

Turno de noche

La noche se torna tranquila y sin ningún contratiempo. Pero los rumores de que el Mal se vuelve cada vez mas poderoso, no hacen sino aumentar en toda la ciudad. ¿Será esto la calma que precede a la tempestad?

Notas de juego

Tenéis hasta las 23:59 del lunes para decirnos como "solo para el director" a donde os queréis mover, si es que queréis cambiaros de localización.

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03/11/2013, 19:31
Pispantorín

Después de la nueva ronda de cervezas, una vez que Rufus está más calmado, la noche cae sobre la ciudad del agua.

Al ver como se oscurece la calle, salto del taburete y cogiendo la espada la sopeso para comprobar su equilibrio. Doy un par de tajos al aire, para retomar el viejo hábito de la lucha con espada, la guardo, coloco bien las dagas en su sitio, para tenerlas accesibles, y me giro sonriendo hacia los demás parroquianos con una pequeña reverencia.

Lady Tiria, Maeses. Rufus y yo vamos a ir a hacer preguntas por las tabernas locales, para ver si encontramos a alguien que haya oído hablar de Cornelius o de otros ataques de brutales en al zona. - Digo con mi habitual voz aguda y con una sonrisa algo siniestra en los labios. - Si alguien quiere acompañarnos, en nuestra búsqueda, será bienvenido, en principio pienso quedarme en la ciudad al menos otro día para continuar investigando.

Notas de juego

Armado con la espada y las dagas voy a investigar en las tabernas locales sobre los diferentes ataques que se hayan producido en la zona de la Ciudad del Agua, buscando información sobre ataques misteriosos, aumento de la presencia de bandidos en la zona, si han aumentado los ataques de los bandidos o si ha desaparecido gente, familias, granjeros y demás.

¿Tengo que tirar algo? Si es así, ¿que tengo que tirar? 

Si me ayudan otros parroquianos a conseguir información, ¿habría bonificadores? ¿o cada uno haría su propia tirada?