Partida Rol por web

Encuentras una planta llamada Neferazno Negro de las Sombras™ ( x3 ) y sabes que machacándola y combinándola con algo de orín puedes hacer una especie de poción que sane un poco a Z, aunque no estás muy seguro. Sin embargo, peor de lo que está no puede estar. Necesitas 2 Neferazno Negro de las Sombras para realizarla.

Mientras Zorin comienza a buscar por los alrededores los componentes para hacer la poción, veo que nuestro compañero parece recomponerse, esta herido pero se incorpora y comienza a caminar.

Un tipo duro, como mis antiguos hermanos de armas...

- Dejemos que Zorin haga su trabajo, que es un hombre capaz. Voy a investigar los alrededores, a ver si encuentro que nos pueda servir. Estar preparados por si recibimos otra visita de cortesía de esos cabrones - digo cubriendome con la capa avanzando una vez mas por estas jodidas tierras.

Noche 3

El Mal está entre nosotros. Ha llegado.

"Un portal se ha comenzado a abrirse en algún lugar de este mundo, un portal de dónde saldrán las más horribles criaturas comandadas por el Hechicero Oscuro. Y ese día, que será pronto, todas las criaturas, humanos y no humanos, hombres y mujeres, elfos, enanos, gnomos, patos con gafas, sufrirán el mayor de los tormentos. Ese día llegará pronto, cuando los dos soles alumbren la mañana." Busterini Campironi, Acólito de Tercer Grado, Orden Oscura.

La noche ha llegado, sombría, oscura, fría. El viento azota los pueblos y las ciudades y la gente, y las Tierras Sombrías no son la excepción. Allí, además del viento, una arenizca oscura se levanta del suelo, haciendo que se formen remolinos extraños que pasean por la tierra mecidos por el viento, que al soplar, suena como cientos de susurros de criaturas tristes y temerosas por lo que puede pasar.

Pero se puede sentir su miedo entre esas ráfagas de viento.

La noche ya está aquí, y ni siquiera los bardos se han dignado a escribir alguna canción sobre ella. Esta noche no. Los recientes acontecimientos, los asesinatos, las apariciones, les han metido el miedo en el cuerpo. Temen por sus vidas y aunque no lo digan entre acordes, saben muy bien que esta noche los asesinatos se seguirán produciendo. Tal vez, mañana por la mañana, alguien no despierte.

Por suerte, antes que el sol se pusiera tras el horizonte, Gys pudo atizbar una serie de pisadas que se dirigían hacía el promontorio que se podía ver a lo lejos hace unas horas. Ahora mismo, en noche cerrada, la visión estaba limitada a unos pocos metros alrededor de la posición de los aventureros.

Sin moverme demasiado les digo a mis compañeros que la poción está lista mientras saco el Neferazgo Negro de las sombras

- Bueno, sólo falta un pequeño detalle. 

Dándome la vuelta saco el miembro para orinar encima de la planta preparada y tener así lista la poción

Después la uso a modo de ungüento sobre las heridas de Z

En mi cabeza se repetía una y otra vez el ataque de mi enemigo, ¿como podía haber alguien tan rápido?, no estaba preparado, no estaba preparado, mi cuerpo estaba anquilosado, no podía moverme, ¿que magia era aquella?, ¿estaba muerto?, apenas sentía dolor, no he podido esquivarlo, ¿quien era?.....

Sin sentido alguno recuerdos del ataque de caballero oscuro se repetían en mis pensamiento, buscando el como y el porque de aquel ataque. 

Como asesino mato esta noche a Korina, apenas participó.

El ungüento de Zorin, hecho con las plantas que ha encontrado y su propio orín, se mete en las heridas de Z como si de una pasta viscosa y negra se tratase. Las heridas, comienzan a cicatrizar de manera rápida y expontanea, sin embargo, ahora son marcas negras que recorren la piel de Z en cada sitio en el que estaba herido. Además, venas renegridas salen de sus heridas, marcándole toda la zona haciendo que su aspecto sea, cuanto menos, siniestro.

Sin embargo ya no siente nada de dolor, y algo más aliviado, tanto que recupera la consciencia.

- He encontrado un rastro de huellas que llevan al promontorio, voy a seguir investigando esas marcas a ver si puedo sacar algo en claro - digo al resto mientras veo como Zorin parece haber creado un mejunje para curar las heridas a Z.

- Buen trabajo Zorin - apoyo mi mano sobre su hombro asintiendo con la cabeza - Guarda un poco de ese preparado por si recibimos nuevos ataques y alguno lo necesita.

Y una vez más abandono la "seguridad" del grupo para investigar, esperemos que la suerte siga conmigo...

Al ver que todo se solucionaba de una forma más o menos tranquila envainé mi lanza de nuevo y miré a mis compañeras de la Hermandad. -Chicas, tenemos que seguir investigando, debemos ver qué ocurre de una vez o al final será demasiado tarde. Hay que empezar a hacer algo de una maldita vez.

El ataque del caballero oscuro, la recuperación de Z... el mal se puede sentir en el aire y eso provoca que me sienta realmente intranquila. Al menos los primeros momentos. La oscuridad acecha y mis orejas se mueven sensiblemente, preparada para cualquier problema que pudiese surgir.

Vuelvo a acercarme al mercader.

¿Tienes comida, o no?

Le pregunto, y mientras aguardo a que busque la comida que necesito, me preparo a investigar cerca de Gys.

- Si. - Dijo el mercader, que de alguna manera aún seguía por allí.

Tal vez por que parecía que tenía una compra segura. O algo parecido.

- Dame ese arco y las flechas y estaré encantado de darte una ración. -

Mientras tanto, los demás investigaban sobre las huellas que se dirigían al promontorio. Eran dos pares de huellas, señal que dos personas pasaron por allí hace un par de días. Una de ellas, según lo que puede observar Palandras, tiene una pequeña cojera, ya que la huella izquierda de su pie es más profunda que la otra. Pese a todo, por lo menos, los a ventureros pudieron averigüar que las huellas eran humanoides.

- Parece que tenemos un rastro reciente, yo voy a seguirlas tal vez sea la persona a la que tengo que buscar - digo al resto, desenvaino el arma - Hay que estar preparado nunca se sabe que puede encontrarse en estas jodidas tierras - termino avanzando por el camino que marcan las huellas.

Asentí a la afirmación del aventurero maleducado y miré a mis compañeros. -Uno de ellos cojea de la pierna izquierda. Igual te sirve de algo. -una cosa es que no me hubiera caído bien y otra muy distinta que yo fuera mala persona. Centré mi mirada en mis compañeras, que parecían mudas. -¡Vamos moveros! Tenemos que hacer algo, no ver pasar el tiempo.

- Gracias por la información, Palandras ¿verdad? - contesto al miembro de la orden de la luz quedándome quieto observando las huellas - Tal vez este herido, si es así, y es enemigo puede ser aún más peligroso. Habrá que avanzar con precaución, esperemos que solo sean dos y no les acompañe nadie o nada más.

- ¿Alguien mas se anima a venir? - pregunto al resto de mis compañeros justo antes de proseguir.

Yo voy, por supuesto. Parados no vamos a conseguir nada - dijo Cassandra con decisión.

De repente note como mi cara ardía, eso me hizo abrir los ojos y observé como un pequeño personaje terminaba de usar un especie de ungüento en mi cara donde había sido herido.

No era muy dado a necesitar ayuda de nadie, pero sabía cuando debía dar las gracias y este era uno de esos momentos.

Le agradezco la ayuda, señor enano.

Mientras iba aclarando mis sensaciones, y aguantaba de algún modo el dolor, oí decir que habían encontrado una camino, algo sobre seguir unas huellas.

Yo os acompañare también, si no es inconveniente.