Partida Rol por web

DÍA 1

Turno de noche

La noche parece tornarse tranquila... ¿eh? ¡No! ¡Nada de eso! En las Tierras Sombrías no existen las noches tranquilas. Y, efectivamente, tal y como todos comentan, los gigantes ciegos están saliendo de sus zonas habituales de caza. Y aquí tenéis, enfrente vuestro, a dos maravillosos ejemplares que no dan la sensación de querer hacerse amigos vuestros...

- Creo que no lo has entendido muchacho - miro a Glardom con una media sonrisa en mi cara - Zorin y yo solo esperamos a ver si elegís acompañarnos o no, tenemos las cosas bastante claras - respondo observando como rápidamente la noche comienza a cubrirnos con su manto.

Lamentablemente para nuestros intereses, la paz y la tranquilidad duran poco, sobre todo al aparecerse delante de nuestros ojos dos gigantes ciegos. Joder, ya veo que no vamos a poder tener una noche tranquila. Maldita sea, ¿Que es lo que les habrá atraído el olor del resto de nuestros compañeros o más bien la suerte nos ha jodido una vez mas?

Desenvaino mi espada dejando esa pregunta sin responder y me preparo para hacer frente a uno de los gigantes, que se dirigen a nuestro encuentro con bastantes malas pulgas. 

- Ahora veremos si sois buenos guerreros o carnaza para las bestias de las tierras sombrías - digo mientras cargo hacia uno de los gigantes. Mi objetivo la rodilla izquierda, una herida en esa zona y ese cabrón con suerte trastabillara para caer al suelo.

Sobrevivir primero, decidir después.

Son mis únicas palabras ante la aparición de los gigantes y la grandielocuencia de todos mis compañeros.

Media sonrisa aparece en mi rostro, quizá excesivamente confiada, mientras retrocedo unos metros a gran velocidad y desenfundo un estilete con precisión.

¿Y en qué dirección partiréis, héroes?

Si hay sorna o diversión, quizá incluso sinceridad, en mis palabras es algo realmente difícil de discernir. Un par de giros precisos y, mientras veo cómo el humano se encarga de luchar contra uno de ellos me decido a atraer la atención del segundo arrojando mi estilete directo hacia su cuello, con la clara intención de terminar esto cuanto antes.

He de confiar en mis conocimientos. 

Salgo corriendo en otra dirección a la de mis compañeros confiando en que lejos de su presencia, sea imperceptible a los Gigantes con mi enjuague de sangre de raya. O al menos un plato menos visible que ellos que les atacan. 

Me mantengo en Las Tierras Sombrias

Una vez más la espada tiene que hablar, y es mejor que los labios se sellen para que la conversación vaya por el camino correcto........

Una finta hacia la rodilla, "Bien hecho.... Umm, que  chica tan rápida, ya ha lanzado su ataque, pero yo no me quedo atrás."

Durante una fracción de segundo Glardom sopesa las posibles acciones a acometer, por su mente pasan innumerables golpes y tretas para hacer caer a esos gigantes..... finalmente opta por arremeter contra el gigante que fue alcanzado por el estilete, lo más probable es que pueda causarle más daño con sus espadas que con el dardo que incrustaron en su garganta. Aprovecha el momento del impacto para practicar algo sencillo,.... algo temerario, una rápida carrera entre sus piernas, brazos extendidos con sendas espadas desenvainadas...... el hedor del gigante se hace palpable cuando se encuentra bajo él, su dolor también. Ambas espadas impactan las dos extremidades del titán, la sangre salpica por ambos flancos al guerrero. -"Espero que esto te entretenga lo suficiente."-

Gys, Raenhmi y Glardom atacan con ferocidad y agilidad a uno de los gigantes, mientras Zorin se resguarda y Anvi parece sacar unos cachivaches de su mochila y empieza a unir piezas.

El primer gigante cae ante los certeros ataques pero el segundo se lanza al ataque. Sin embargo, cuando ya lo tenéis encima, los cachivaches de Anvi, que ahora parecen formar una especie de cañón de bolsillo, expulsan una especie de rayo que impacta en el segundo gigante, dejándolo muerto en el acto. Eso si, el artilugio queda completamente destrozado y Anvi lo observa, maldiciendo por lo bajo, sin prestar atención a nada mas.

Parece que el peligro ha pasado... de momento.

- No ha estado del todo mal para ejercitar los músculos – murmuro al ver caer muertos a los dos gigantes.

Saco un trozo de tela de entre mis cosas limpiando de sangre de gigante la hoja de mi espada, y comienzo a acercarme hasta el cadáver de uno de ellos para comprobar si llevan algo que nos pueda ser de utilidad.

- Primer obstáculo superado, estos ya no nos darán problemas, y bien. ¿Os animáis a seguir nuestro camino y dar caza a ese sicario? – pregunto mientras miro a Zorin.

Maldita sea, espero que en el próximo combate podamos contar con él y no ponga pies en polvorosa.

- Claro, claro... Y por cierto, no llevo aguantando este fétido olor durante horas como para no usar la ventaja que nos otorga. Si hice uso de mis conocimientos para ser invisible a ellos ¿por qué habría de lanzarme a su ataque? Hubiera sido ilógico desde cualquier punto de vista. Enhorabuena por los ataques caballeros y una gran ovación de intención a mi compatriota enano por su ingenio. Yo no soy ingeniero solo... no sé como definirme... ¿Guardián del Saber? ¿Bibliotecario? ¿Cantamañanas? así que mi saber no es tan especializado como el suyo con los artilugios, pero sin lugar a dudas sé que usted sabe mucho. 

Os sigo.

Son mis únicas palabras mientras limpio mis armas y observo la conversación entre todos.

¿Hacia dónde?

Pese a todo, realmente las habilidades marciales y técnicas de mis compañeros, o posibles compañeros, son realmente enormes y hasta casi podrían llegar a sorprenderme.

Día 2

(Turno de día)

Las sombras acechan

Llega la mañana siguiente sin mayores contratiempos. Y hasta los mas escépticos comienzan a pensar que eso de la llegada del Mal podría ser cierto. Cada vez hay mas violencia y muerte en los caminos, y no parece tratarse de simples criminales...

Sombras, todo el mundo dice que se trata de las sombras. Primero los gigantes ciegos parecen abandonar las Tierras Sombrías sin motivo aparente y ahora las sombras cobran corporeidad y aniquilan todo tras su paso...

Lo peor de todo, es que las sombras están en todas partes...

Los guardias de todas las zonas del mundo no paran de repetir que lo mas seguro en el día de hoy es no salir de sus hogares*

Los rayos del sol golpean mi rostro, hemos sobrevivido a la primera noche en las tierras de los gigantes ciegos, ahora toca adentrarse aún más en este territorio hostil. Afortunadamente cuento con dos diestros guerreros, a un enano que parece tener más de un truco en su morral y un guía en estas tierras yermas, Zorin. Con un poco de suerte, lograremos nuestro objetivo.

- Zorin nos marca el camino a seguir – contesto a la elfa para mirar al enano con tranquilidad y decirle – Te seguimos, amigo.

En estas semanas me he dado cuenta, que la opción de darle la espalda a los problemas de ese mal, que esta asolando las tierras, no era del todo buena idea. Tampoco es que sea la mejor de las ideas recorrer las tierras sombrías pero al menos, es algo más que estar esperando la muerte borracho como una cuba.

Me cubro con la capa y sigo avanzando unos pasos más, recordando las palabras de ese borracho, al que tilde de loco. “Las sombras recorrerán la tierra para llevarse a los vivos” Al final ese jodido bastardo va a tener razón y todo.

Me fijo en un recodo del camino, que me llama la atención y avanzo hasta el, esperando encontrar algo de interés…
 

Gys parece el único interesado en recopilar información, mientras el resto parecen mas temerosos de lo que puedan encontrarse por el camino.

Obtenéis bastante información que Gys consigue recopilar a lo largo de gran parte de las Tierras Sombrías.

Las sombras son reales, pero reales como monstruos, mas de una persona las ha visto. Extrañamente, muchos afirman que tras enfrentarse a esas sombras y sobrevivir, ya sea huyendo o luchando contra ellas, todo parece volver a la normalidad pero nadie, salvo los implicados directamente en el combate recuerdan nada. Y todos los muertos por las sombras desaparecen automáticamente.

Es todo extraño, muy extraño.

También os ronda en la cabeza las palabras de un mercenario, curtido en mil batallas, acerca de una vieja leyenda: "Cuando el Mal se acerca, es hora de que el Bien escoja a sus elegidos" No entendéis muy bien a que se refiere pero sus palabras se han grabado a fuego en vuestra mente...

Tras un buen rato intentando recabar información sobre lo que acontece en Umbría, y más concretamente sobre las sombras vuelvo con el resto de mis compañeros. Arrugo la frente al comprobar que ninguno de ellos se ha atrevido a investigar por los alrededores. Según parece han decidido quedarse resguardados sin exponerse a los peligros, no digo nada, no merece la pena, en parte porque hace unas semanas hubiese actuado de la misma manera que ellos, preocupándome por una buena botella de alcohol y que la resaca de la mañana siguiente no fuese muy jodida.

- En principio esto es todo lo que he podido averiguar sobre esas malditas sombras – añado tras comunicarles lo que he conseguido averiguar – Si en verdad lo que se dice es cierto, hasta que no tengamos un enfrentamiento directo con una de ellas no sabremos contra que estamos luchando, lo que si tengo claro es que no voy a huir, voy a llegar hasta el fondo de esta puta mierda de problema. Ir pensando en que tocara hacer guardia esta noche, al menos los versados en el combate cuerpo a cuerpo. Así que Glardom, Raehnmi, aprovechar para descansar en condiciones, yo me encargo de la primera guardia – termino para buscar un lugar donde montar un improvisado campamento.

Me dejo caer en el suelo apoyado en una roca recordando las palabras del mercenario "Cuando el Mal se acerca, es hora de que el Bien escoja a sus elegidos"

Pues si el bien me ha escogido para que me enfrente al mal, o estaba un poco borracho cuando se decidió por mi  o el asunto esta más jodido de lo que pensaba – pienso sacando una piedra de afilar y empiezo a pasarla por la hoja de mi arma.

Pocos recursos se encuentran por las Tierras Sombrías. Sin embargo, en el día de hoy tenéis algo mas de suerte. Ahora toca decidir como repartirlo entre vosotros:

-Comida x2

-Arco (ATAQUE +1 DAÑO +2) x1

-Flechas x2

- Si no os importa y ya que he sido el único en recopilar información, escojo una ración de comida. Creo que me la he ganado a decir verdad. - digo cogiendo una de las dos que hay - El arco y las flechas deberían de ir para el mismo, y creo que la persona más adecuada sería Raehmi, viendo lo que ha hecho con un estilete con un arco en sus manos puede ser aún mas peligrosa.