Partida Rol por web

Los Montes Milenarios

Estos montes, situados en una zona complicada de atravesar, son uno de los parajes mas hermosos de toda Umbría. Se consideran un lugar sagrado, principalmente por que en lo mas alto de la montaña mas elevada se encuentra el Templo Milenario, donde personas procedentes de todo el mundo dedican su vida a adorar al Bien Supremo, así como a transcribir textos sagrados. Si alguien quiere buscar historias acerca de tiempos pasados, este es el lugar adecuado para hacerlo.

Dicen de este lugar que está protegido de alguna extraña forma contra el Mal...

-Número máximo de ocupantes: 10
-Seguridad: 7
-Recursos A: 9
-Recursos B: 2

Tras una larga caminata, os encontráis a las puertas del famoso Templo Milenario...

Baesa al divisar en la lejania el lugar siente como si el corazon le diera brincos de alegria, y a medida que se van acercando se siente cada vez mejor hasta que justo cuando llegan a los pies de la montaña se desploma de rodillas y empieza a entonar una cancion de rezo al Bien en la que se cuenta - Ohh Bien Supremo que esta en nuestros corazones al nacer... Bendito sea el Bien Supremo, Venimos a ti como tu viniste a nosotros, para cumplir lo que solo el Bien Supremo deseeee.... - tarareando melodia.

Cuando llegaron al lugar, Dacen se sintio un poco extraño y al principio no entendia la razon. Miro para atras y los costados sintiendose aliviado que no hubiera peligros y que las personas que le importaban no corrian peligro. De pronto se dio cuenta mientra escuchaba a Baesa cantar. Lo que sentia era una tranquilidad que no estaba acostumbrada porque nunca habia sentido.

Bajo de su caballo contento, olvidando por un momento todos los peligros y amenazas, para respirar profundamente el aire pacifico del lugar. Es tan extraño... fue lo unico que pudo decir cuando llegaron a las puertas del templo.

Miro a los demas, luego, hacia adelante y canto mientras camino hacia el templo como poseida por una fuerza suprema.

http://www.youtube.com/watch?v=TpdRtIM45ts

Camino detrás de Dacen, este sitio quitaba el aliento, pero de una forma positiva. Como si no fuera necesario seguir alerta.

-Deberíamos subir cuanto antes para realizar consultas. 

Predicando con el ejemplo, camino detrás de Baesa. 

Día 4

¡Cariño, ya estoy en casa!

"Llego la hora. El portal se ha abierto tal y como la profecía lo había dicho y nosotros, los servidores del Mal Supremo, campamos a nuestras anchas por todo el Reino. Os queda poco tiempo, mortales. Cuando el Mal alcance su mayor esplendor, en ese momento, todos y cada uno de los habitantes tendrán que decidir: unirse a nosotros dándonos sus almas, o morir entre los mas terribles sufrimientos. Patricio Hierro, Asesino del Mal Supremo."

La profecía se había cumplido. Nadie sabía como, ni que sucedió para que se den los acontecimientos para que esta se cumpla, pero el Mal está en el Reino. Pero no con simples escaramuzas nocturnas. Esos ataques sólo pretendían preparar el terreno, o distraer a los Defensores del Bien para que no se fijen en lo realmente importante. Y cuando todos miraron hacia otro lado, las cosas cambiaron de repente. Todos miraron la mano derecha, y cual un gran presdigitador, la mano izquierda hizo lo propio.

Y el Portal se había abierto.

Un portal directo al Mal.

La mañana había amanecido algo más oscura que de costumbre. En la dirección de la Ciudad del Agua, unas nubes negras en el cielo, tan negras como el carbón, indicaban que allí se estaba gestando algo. Y ese algo no era nada bueno. Algunos aventureros, preocupados por la situación, indagaron sobre que había sucedido, sin embargo, pocos eran los rumores que daban información fiable y consistente. Muchos hablaban de un portal que se había abierto, otros, que una Legión de Lores del Mal apareció de la nada dejando la Ciudad más muerta que un cementerio.

¿Y que hay de la Ciudad de la Tierra? Los rumores cuentan que fue completamente arrasada fruto de los muertos vivientes ¿Los muertos caminando sobre la tierra? Es sin duda un presagio que indica la cercanía del Mal Supremo.

Pero un nuevo día comienza... aunque seguramente no para todos.

Cuando veo lo que nos encontramos en el mercado, me fijo en el libro antiguo, y pienso - siempre viene bien enterarse de la historia de nuestras ciudades - asi que cojo este y comida que siempre viene bien por si acaso, al seguir mirando, veo unos guantes, me los quedo tambien y la capa me la pongo y me la abrocho, nunca se sabe... 

Aun en este lugar tan tranquilo el día no dejaba de sentirse pesado y las nubes que parecian juntarse en una de las ciudad no dejaba de darle un horrible presentimiento.

No entendia bien porque no lo habian recibido a la noche, pero suponia que ahora de día seria diferente.

Un monje apareció a vuestro encuentro cuando estabais muy cerca de llegar a la entrada del Templo.

Bienvenidos seáis, viajeros ¿Que os trae por aquí? Pocos son los que se adentran en estos montes en los tiempos que corren.

Observo a Dacen, Rendam, Talashia y Ragkrul, y espero en silencio a que alguno de ellos contesten, mientras observo detenidamente al monje... gestos, vestimenta, rasgos... pienso - es de verdad un monje? y busco las palabras adecuadas de por qué hemos venido hasta aquí...

- Gracias. Sabemos que los montes milenarios se hallan aislados, pero no esperaba que fueran inconscientes del mal que se está extendiendo por el Reino meridional y el resto de los lugares. Venimos a aprender sobre la batalla contra el Mal Supremo ocurrida tiempo atrás, y usar esos conocimientos en la lucha de la actualidad, toda ayuda que puedan prestarnos será bienvenida. 

El camino no ha sido corto, pero tampoco nada que alguien como yo no pueda copar sin problemas, y más obligándome a relajar mi paso al de los pequeños acompañantes humanoides que me he anexionado. El mensaje de bien y de mal resuena en la boca de casi todos, excepto del mercenario que solo pretende que no me acerque a su protegida, y con razón. Pero yo me mantengo en mi mutismo, todavía considerando la extraña aparición del Rey y qué clase de males podría estar planeando, como aniquilar más pueblos a placer como si no fuesen nada.

Mientras tanto, reviso por ahí junto con la mujer rubia, asegurándome principalmente que no hay enemigos, o que si los hay soy el primero en cargar contra ellos, ya que tanto habla el pequeñajo. Mientras tanto, este no es el lugar para desenfundar mi hacha de no ser necesario, según parece, y no puedo evitar juguetear con el broche plateado que ahora porto al cuello de manera permanente.

Oh, señorita - dijo ignorando al resto y dirigiéndose a Talashia - Somos conscientes de lo que ocurre, pero el Mal lo tendrá complicado para entrar aquí... También sabemos quien eres, tu padre nos ha hablado de ti, Talashia. ¿Que es lo que queréis saber? ¿Que información requerís? Daros cuenta que aquí se guardan miles de documentos, sin la guía adecuada podríais tardar décadas en encontrar lo que buscáis...