Partida Rol por web

-Entonces ¿le informaras tú? – observé con detenimiento la escena, con todo lo que había ocurrido era bastante interesante, aunque  hasta el momento me había mantenido algo distante y absorto, era necesario comenzar a intervenir, al menos por mi bien.

Vio como se acercaban Isabeau y Kiel, para preguntar si informar a Mey de lo que habían visto.

- ¿si a ti te dan una orden, esperas que otros sepan de ella? Claro que saberlo le puede a Shasha ir bien, ¿de ser así por que preguntas en lugar de brillar cual estrella? Infórmale para que esté advertida, y esperemos no perdernos la parte divertida.

No se trataba de ir a ningún sitio para Kain, tal vez solo buscaba un poco de diversión, por ello, dejando a Isabeau, a Kiel y a Ruby, se fue acercando a la capitana Bodoc con paso lento y tranquilo, mientras alguien avisaba, otro podía ganar tiempo. ¿Como hablaría hoy? No era un tratado o negociación, por lo que el roce de peloteo y medir las palabras no sería necesario, tampoco era un lugar 100% amigable por lo que tutear era impensable, debía dedicar sus palabras como quien habla con sus padres, mostrando respeto sin exagerar en ello.

Siento que forcé mucho mis límites durante la batalla, especialmente con aquello que hice al final al ver a todos tan hechos polvo, sin saber exactamente ni qué era ni sus efectos. El cansancio extremo era patente en mi gesto, que amenazaba con que me quedase dormida repentinamente en cualquier momento.

- Sí... -respondo a Tempi con voz suave- Ambos, gracias... Siento preocuparos. -digo con la respiración pesada- Tempi... ¿Están todos bien?¿Murió alguien? -le digo, esperando una respuesta negativa a lo segundo.

Eran una expectativas irreales, pero en mi fuero interno deseaba que todos los soldados de Lucis y mis compañeros se hubiesen salvado de la escaramuza. Sería un milagro del Fénix que así fuese, pero aún así rezaba en silencio por ello.

Droniel observa la ejecución del doppleganger casi sin mutar el rostro. Definitivamente aquella le parecia una escena grotesca. La muerte le parece un proceso mas de la vida, sin embargo matar a sangre fria por que si...

Pudo ver como la vida del doppleganger se apagaba frente a si. Un ultimo estertor indicó su muerte, Droniel musitó un breve "adios" mientras este abandonaba el mundo.

Luego volvió a mirar a la teniente y realizó el saludo SeeD.

- A la orden.

Dicho lo cual volvió sus pasos y salió tras Renall dejando al doppleganger y a la teniente atras, sin embargo se paró en el quicio de la puerta antes de continuar.

- Teniente... -dice mientras se gira- es mi deber informarle. La muerte es definitiva, la vida esta llena de posibilidades.

Dice mirandola un segundo, realiza nuevamente el saludo y se marcha.

Estaba apunto de contestar a Kain cuando, de repente, aquel ruido de motores captó mi atención, haciéndome girar la cabeza hacia aquellos dos blindados que acababan de llegar, deteniéndose a la entrada del campamento.

-¿Qué cojon...? - comencé a decir, viendo aquella exclamación de sorpresa interrumpida por la intervención de Isabeau. ¿Es que no había tenido suficiente ya? ¿Qué venia, a ver si me calentaba un poco más la boca y acababa liándola? ¿Y de dónde había salido ahora Kiel? Le habia perdido de vista no sabía ni cuando...

Miré a Kain de reojo, haciendo un ejercicio de autocontrol ante la pregunta de Isabeau. Afortunadamente, mi nueva amiga no tardó en contestar algo bastante similar a lo que se me estaba pasando por la cabeza, aunque de una forma mucho más educada y menos ofensiva que lo que pasaba por mi mente.

-La hostia...- fue lo unico que dije en voz baja, negando, mientras veía como Kain se acercaba a Bodoc, seguramente con intención de saber más- Luego hablamos, señora de verso. Búscame cuando termines. Voy a ver si me entero de algo más por ahí... - antes de que se me pegue algo.  Fue lo que me mordí la lengua para no decir en voz alta.

Y así, tras alzar la mano a modo de despedida y obviando al resto, me alejé de allí, encaminándome hacia el lugar al que se habían llevado a Euphemia. Al menos podría intentar hacerle algo de compañia, o echarle un cable en lo que necesitara.

Darius esperó unos segundos, y al ver la forma de moverse que tenía Dayka, su lenguaje corporal le dejó entender que no había amenazas ni nadie espiándoles. Más aun, la dragona le pareció especialmente contenta, por lo que bajó el arma y clavó el asta en el suelo, girándose hacia Euphemia.

- Falsa alarma. - Se giró, dejando la lanza nuevamente apoyada en el arbol y moviendo la muñeca para soltar la cadena un poco. - En fin... no hay amenazas. - acabó por concluir, acercandose a la chica, y volviendo a tomar asiento delante de ella. - ¿Por donde ibamos? Ah, si... porque tu vida te trae sin cuidado y porque no negociarlo con Sasha. - sacó algo más de comer, tendiendoselo por si quería algo más.

La dragona no perdió demasiado tiempo una vez entró en la tienda de campaña. Al ver a Aura, avanzó a la carrera, tomando impulso y saltó a los pies de la cama, poniendose patas arriba y rozando el morro con las piernas de la semielfa. Parecía que la dragona estaba muy contenta de verla. Pero de quien no había rastro era del Ronso que solía acompañarla.

- En otras circunstancias tras platicarlo con ustedes irÍa a informar a nuestro superior, en esta caso la teniente, sin embargo por lo que acaba de pasar me ha dejado muy claro la teniente May que yo no la siga y si voy diciéndole lo de las indicaciones no se como se lo tome, tal vez sea una buena oportunidad para que me quede callada y simplemente aprenda de ustedes a conducirme de una manera mas apropiada - Tras decir lo anterior sin ninguna ironía, hizo Isabeau mutis y les acompaño a Kain y Kiel con la capitana, sin entender del todo porque parecía tan molesta con ella Ruby, tomando en cuenta lo poco que habían coincidido hasta este momento

No pude más que suspirar ante la respuesta de Eladamri, aunque la verdad es que esperaba algo así. - Estamos bien gracias a ti, no se que nos habría pasado si nos llega a alcanzar la tormenta de hielo.- Tan solo de imaginar ese escenario mi rostro se ensombreció durante un instante antes de recuperar la jovialidad. - No sé donde está tu espada ni que ha pasado con ella, pero la buscaremos. Y Euphemia tampoco lo sé, hace rato, cuando Darius trajo a Aura, también iba cargando con ella, no sé donde la llevó. De cualquier manera, no seas tan duro con ella, estoy seguro de que sabe que actuó mal, aunque lo demuestre... bueno, a su manera.- Intervine a favor de la Dhampir, realmente apenas la conocía, pero no era capaz de pensar mal de nadie sin una muy buena razón.

Centré mi atención entonces en Aura y respondo cabizbajo. - Aura, en las guerras muere gente.- Dije casi susurrando. - Todos nosotros estamos bien, dentro de lo que cabe.- Añadí esto último refiriéndome a ellos dos. - Pero cinco soldados de Lucis murieron.- Al decir esto mi mente me transporta al campo de batalla, recuerdo como vi morir a uno de esos cinco y me oculté tras el cadáver de otro. Una lágrima comienza a rodar por mi mejilla. - Pero hicimos cuanto pudimos, estoy seguro de que salvamos a mucha gente.- Alcé la cabeza, aún con ojos vidriosos pero con una sonrisa que daba fuerza a mis palabras y demostraba mi optimismo una vez más.

De pronto, como si se me hubiese olvidado algo o simplemente quisiese cambiar de tema me giré de nuevo hacia el elfo. - Por cierto Eladamri. ¿Podríamos hablar luego?

-Vamos no seas tan dura solo sigue tus instintos- le dije por lo bajo, no es que me importará realmente lo que la chica Halcón pudiera decir o hacer, lo importante era no arriesgarce demasiado y cumplir con el objetivo.

- Ya has oído a Kayn por que no tomas tu momento y brillas, la información puede ser útil a Sasha,  o ¿prefieres que yo lo haga?  Supongo que podría hacerlo si no te sientes competente, aunque no soy precisamente rápido para alguien con alas debería ser relativamente fácil- por un segundo observe a la chica quería ver su reacción aunque igual estaba curioso en lo que Bodoc había guardado indicaciones supuestamente - ¿Cuál es vuestra respuesta Flambeau?.

La "carga" de Daykastrasza hace que alce un poquito los brazos para recibirla en una especie de mezcla entre una caricia al lomo y un abrazo si aceptaba subir hasta mi torso, sonriéndole suavemente.

- Hola cosita. Sigues herida... -digo frunciendo ligeramente los labios por la preocupación- No tengo fuerzas para curaros... coge pociones de mi mochila para ti y para el grandullón. -sabiendo que aunque es mucho más lista que si fuese un simple animal, pero que hablar normal a veces no es efectivo del todo, hago un gesto con la mano hacia la mochila, señalándola, y repito- Pociones. Para ti y Darius. -repito.

Cuando Tempi me habla, lo miro, y a pesar de que trata de preparar el terreno sus palabras se me hacen muy dolorosas y eso se refleja en mi rostro. Desvío entonces la mirada en el lado contrario, con los ojos humedecidos por la tristeza. A pesar de ser en susurros, se nota que mi voz es ligeramente más ronca de lo que suele.

- ¿Podrías llamar a la capitana Bodoc, por favor? -le pido con tristeza.

Darius era muy hablador pero lograba sacarle más palabras y hasta una conversación a la dhampiro que hasta ese punto, poco y nada había conversado con el resto de sus compañeros, incluso con el mismo Renall, al que le respondía con mucha mas agresividad que al ronso, aunque a él le respondía con un poco más de cinismo o con medias verdades, pero estaba cansada y no se le daba muy bien eso de socializar con otros seres vivientes. 

Comió de los dedos del chico y tosió un poco, esas barras eran secas y realmente el hambre por sangre la estaba matando, pensaba en el cuello de Renall, y pasó su lengua por sus labios, pero al darse cuenta que estaba pensando más en Renall, movió su cabeza para despejar esas ideas, distrayéndose un poco del parloteo de Darius. De ahí, aquel ruido que el ronso se fue a investigar, pero no era nada serio. Mientras Darius revisaba, y aprovechando que le había dado la espalda, pasó sus brazo por debajo de sus caderas, y logró poner sus manos delante de ella, así que cuando él la quedó mirando, estaba comiendo la barra de alimentos con sus propias manos. No iba a durar mucho más dependiendo de alguien.

— si seguimos hablando de cosas profundas, me perderás, bonito — lo miró con un ojo cerrado y sus labios ligeramente entreabiertos, tampoco se iba a ir con rodeos, no quería responderle a sus última pregunta simplemente porque no se le apetecía — sobre tu pelo...— ladeó un poco su cabeza — tienes que peinarlo de todas formas, no veo que tengas pelo apelotonado... ¿acaso Ruby te acicala? ya sabes, peinar y todo eso, creo que detecté cierta tensión entre ustedes, pero también de Aura por ti, sí que las traes locas por tu rabo, querido — se rió, y pasó sus dedos por su barbilla para limpiar las migas, era muy delicada en sus movimientos, denotando su educación de niñita rica, además, esos modales los acentuaba cuando quería ser odiosa, y con esas preguntas lo estaba siendo, pues, no existía nada que le dijera que Ruby estaría interesada en él, sólo he hecho que estaban juntos en la misión, así que poniéndose a especular, juega a mentiras verdad. Sobre Aura, con ella parecía que sí había algo, pero eso si era una simple corazonada. 

— por cierto, ¿le puedes decir a la Teniente que realmente necesito sangre... sino me dará algo y no será bonito? — se sonrojó, era lo más sincero que había dicho en casi toda esa conversación. 

Se hace más que evidente que Dayka conoce a Aura desde hace tiempo, además de conocer el apego que le tiene el Ronso a Aura. "Trepa" hasta alcanzar el dorso de Aura, donde repliega las alas para dejar que la elfa le abrace. En cuanto al ofrecimiento de Aura, parece que la dragona entiende lo que le dice, y niega con la cabeza las dos veces. Acto seguido, se queda junto a ella, sin moverse, restregando el hocico cuando la ve más afectada.

- Todavía no hemos llegado a los puntos trascendentales, cielo. - Al verla toser, hizo mano del orde, abriendolo y tendiendoselo, ahora sin darle de beber. - Y... si haces esas cosas, acabarás por meterte en un lío. - le advirtió sobre haber pasado las manos por delante. - Pero bueno, si no quieres hablar de esas cosas, lo entiendo. Aunque siempre es un alivio poder... explicar tus cosas a alguien que sabes que mantendrá el secreto. - movió la mano de lado a lado, restándole importancia. - Quien sabe, quizás es mejor así. - había intuido la negativa a seguir hablando de esto, y por algún motivo que había visto venir el Ronso, prefería que ella también dejara de contar su vida.

Así que cuando comenzó a hablar de su pelo, soltó una sonora carcajada. Ese tema si que no se lo habría esperado. - La madre del Fénix hermoso. - resopló. - No, no lo tengo ni apelotonado ni enredado. - confirmó hasta que Euphemia le preguntó si Ruby lo acicalaba. Aquello hizo que el Ronso inclinara la cabeza con un claro gesto de incredulidad. - ¿Qué Ruby me qué? -  De haber estado bebiendo en aquel momento, lo habría escupido todo, eso seguro. Por suerte, tenía el orde en la mano y no en la boca.

- Veamos. - Carraspeó. Después de haber hablado de la tensión entre Ruby y él, Aura y él y el tamaño de su rabo, si el Ronso pudiera sonrojarse, lo habría hecho con total impunidad y escasa capacidad de disimulo. Por suerte, el pelo lo protegía, entre otras, de esas cosas. - ¿Por tensión te refieres a lo mismo que hay entre Renall y tu? - le devolvió la pregunta. - Y en cuanto al tema de la sangre, sabes que no puedo moverme de aquí. Pero portate bien, y te daré una poca. Sin pelos. - especificó. 

Puso cara de pocos amigos, nuevamente, no le había gustado que insistiera con el asunto de hablar de ella y hablar de Renall era volver a hablar sobre asuntos privados, pero consideró que era justo que le devolviera el guante, así que sonrió al final y asintió.

— ey, no es culpa mía que Renall le vayan las chicas con problemas de comportamiento y le surja el imperioso deseo de salvar mi alma de algún mal... — cómo si eso fuese a pasar, o pudiera pasar, Euphemia estaba condenada, su alma, su existencia, por eso le daba igual su vida — pero no estamos hablando de mí y mis conquistas, estamos hablando de ti y tus conquistas, así que empieza a ladrar — nunca esa frase había tenido más sentido — ¿Ruby o Aura?... ¿con cual de las dos? ¿o las dos? — sonrió de medio lado, divertidísima por el tono de esa conversación.

— por cierto, un problema más uno menos, como que da igual, ya estoy jodida, pero gracias por la advertencia — movió sus manos y bebió un poco de agua. 

Tras aclimatar mis ojos a la molesta luz, logro distinguir algo colgado a los pies de mi cama, me acerco con paso lento y hecho mano de mi es0ada

Tranquilos tampoco es como si fuera a cortarla en dos con mi espada. Al menos no de momento, pero si voy a ajustarle unos cuantos pernos.

En cuanto a lo otro, pues no fue nada, es sólo mi forma de decirles que os aprecio. - respondo restándole importancia al asunto.

Cuando quieras Tempi, cuando quieras. Y Aura, recúperate pronto, tengo un par de cosas que decirte, pero no es el lugar ni el momento. - añado saliendo de la tienda hacia la dulce oscuridad de la noche.

Cuando te acercas a la capitana, esta te recibe de buen agrado.

Buenas noches señorita. Dígame, ¿En qué puedo ayudarla? ¿Se encuentran bien usted y sus compañeros? - pregunta la mujer con tono amable.

Ciando estás llegando a la carpa en dónde se encuentra Euphemia, pasas justo frente a la tienda médica y en la puerta de la misma se encuentra Eladamri.

Camino al campamento la teniente decide dirigirles algunas palabras.

Sé que quizá no estén de acuerdo con mis decisiones, pero un espía descubierto, es una herramienta rota y cuando esa herramienta actúa en pro de sus propios intereses personales, no es una herramienta rota, sino defectuosa y una herramienta defectuosa no sirve para nada.

No juzguen a nuestro empleador por los métodos de sus agentes, muchas veces, los agentes de un empleador actúan por su cuenta lo que no sólo es un incordio para el empleador, sino que puede terminar por exponerlo.

Como SeeDs debemos proteger a nuestros clientes, incluso contra la estupidez de sus propios agentes, es por eso que eel doppleganger debia morir. - dice ella con tono paternal.

Mostró aquella caja de dientes que tenía por sonrisa, ante las palabras de Euphemia. No hacía añadir nada a una confirmación tan obvia de una sospecha ya pública. Lo que hacía que todo aquel asunto tuviera una dimensión mucho más complicada desde el punto de vista lógico. - Si quieres mi opinión, parece un buen chico. Con sus cosas, pero en general preocupado por ti. - resumió, encogiendose de hombros. El gesto hizo que varios de los adornos metálicos de los mechones de pelo chocaran y tintinearan suavemente.

Quizás lo que más la delató fue en aquel intento de cambio de tema, cuando usó el término sus conquistas. Porque en lo que a él se refería, jamás había pensado en quien había conquistado o dejado de conquistar, lo que la pregunta de Euphemia le hizo pararse un momento a pensar. - Uhm..... - Frunció el ceño, un gesto muy antropomórfico para un Ronso, y por extensión, curioso.

- ¿Para una relación física o una relación sentimental? - Quiso aclarar, ya que para él no era exactamente lo mismo. - Y hablamos de supuestos teóricos ¿No? Yo no he visto a ninguna de las dos minimamente interesada en mí. - aclaró, dejando claro que ni se había planteado algo así dado que no había visto ninguna intencionalidad por parte de ninguna de las dos chicas.