Partida Rol por web

Acepté lo dicho por ambos aunque un poco a regañadientes, entregándoles las pociones a ambos con un suspiro y diciéndole a Darius con un último atisbo de mandonería:

- Pero te tomo la palabra. 

Yo sabía que no faltaría a ella y él que yo lo sabía, pero se me había quedado guardado en el pecho y tenía que terminar por decírselo. La respuesta de Ruby sobre deberme algo simplemente la descarto con un gesto de la mano. Es lo mínimo que podía hacer tras lo del Centauro, aunque en general se resume de otra forma: no me gusta llevar las cuentas.

En el camino al campamento, se notó que algo del miedo por el tema de los centauros se me había quedado pegado en el cuerpo aún, aunque no hablase al respecto, pero sí que me apegaba un poco más a Darius de lo que era habitual, cosa con la que había bromeado un poco, pero se notaba que estaba un poco perdida en mis pensamientos.

La llegada repentina de Kiel mientras estoy abrazada a un lateral de un herido Darius (y Ruby al otro*), hace que desvíe la mirada del otro grupo al que veía llegar más tranquilo y mirarlo fijamente, y su noticia hace que me crispe y suelte las manos del torso del ronso para llevármelas a los labios, con un brillo en ellos ante la dureza del mensaje.

- ¿Y dónde ha sido? Quizás podamos llegar a tiempo de devolverlos a la vida. -digo, mirando a Mey dado que ella también había afirmado tener tales capacidades.

Kain llegaba con prisa pero sin problema alguno añadido junto a Tempi, para escuchar sobre la caída de un compañero, en comparación su aviso era de risa...

- esto... Teniente... Nosotros hemos vislumbrado una cueva, por seguridad en vez de acercarnos hemos venido a informar, bajaron en ella un rastrillo y aquí traemos esta información nueva, si hubiéramos avanzado aquella reja no se si nos hubiera podido encerrar... Una trampa o simple seguridad, pero esperamos nuevas órdenes en brevedad.

De repente, todo quedó eclipsado por la llegada de Kiel, con el rostro descompuesto y un pánico en la mirada que nunca antes le había visto y que para nada casaba con su habitual actitud despreocupada y temeraria.

En aquel momento ya no importaban las heridas, ni lo que hubiéramos sentido, ni siquiera importaban los centauros, el puente, o la cueva de la que Kain habló en cuanto su grupo llegó. Lo único que importaba es que dos de los nuestros habían caído. Estaban muertos, un escalafón al que todavía no habíamos llegado. Siempre hubo heridos en el grupo, gente que había salido mejor o peor parada, pero la misma constante se había repetido siempre, hasta entonces: todos habíamos seguido adelante, vivos, a pesar de todo.

-No, joder. - fue lo único que dije, mirando a Kiel, totalmente incrédula, con los ojos muy abiertos y la sangre sencillamente helada, aún bajo el amparo de Darius, negando lentamente con la cabeza- Aura tiene razón. Vamos hacia allí. Quizás también podamos pillar a ese desgraciado. Vamos teniente. No podemos quedarnos aquí parados. Ya habrá tiempo para preguntas despues. - dije, acabando por adelantarme, mirando también a mis compañeros, en especial a Darius y a Aura, esperando su apoyo y que moviéramos el culo hasta el lugar en el que había pasado.

No, no tenía intención de dejar escapar a ningún hijo de perra más aquel día.  Y ahora, lo unico que mi cuerpo clamaba, cada vez con más fuerza, era venganza.

- Eladamri me ha contestado, pero Isabeau no. - Informó a sus compañeros sobre el resultado de los mensajes que había enviado. Durante unos segundos, pareció estar pensándoselo. - Le enviaré un mensaje a Droniel para ver si... - El sonido de alguien corriendo le alertó, girando la cabeza en dirección a la persona que se acercaba a la carrera.

Fueron sus palabras sobre el destino de sus compañeros lo que le hicieron quedarse congelado durante unos segundos, bajando la vista al móvil. No solo aparecía el mensaje enviado a la semi-aven, también estaba a medio escribir el mensaje a Droniel. Apretó la mandibula, guardando el móvil sin decir nada. La idea de pensar que había estado intentando hablar con dos personas que estaban muertas sin él saberlo, le había afectado.

Se llevó la mano libre sobre el morro, cerrando los ojos. - Fénix cuide de ellos. - Murmuró para él, antes de girarse hacia Kiel y la teniente, quien estaba preguntándole sobre lo ocurrido. Al menos, se alegró de que el otro grupo, compuesto por Tempi, Kain y Eladamri hubieran llegado de una pieza.

Parecía que ellos las habían pasado canutas, pero los había que habían tenido un destino peor. - Tomad un momento. - le pidió tanto a Ruby como a Aura. - No podemos ir sin conocimiento ni plan, o correremos la misma suerte. Dejad que hable.- Se refería a Kiel. - Y que la Teniente decida la mejor estrategía para rescatar a nuestros compañeros. - Él, como Aura, creía en Fénix. Y en el perdón de los caidos, así como el beneficio de traerlos de vuelta si Fénix lo consideraba oportuno. Por ello seguía hablando de un rescate, pero en ningun momento de venganza o de recuperar a los caídos.

Para cuando llegaron Darius, Ruby y Aura no solo habíamos escondido el camión y montado las tiendas si no que además también habíamos montado una zona para tratar a loo heridos aunque si no eran heridas muy graves podría hacerme cargo con mi magia pero nunca estaba de mas prevenir además había sido una orden directa. Eso sí... no podía sacarme de la cabeza lo dicho por Sasha y estaba inquieto caminando de un lado a otro hasta que llegaron los tres primeros y suspire aliviado un poco.

Asentí a la pregunta de Darius, nadie mas había vuelto y eso no era buena señal... El siguiente en llegar fue Kiel con una noticia que me heló la sangre por un instante aunque uno segundos mas tarde empezara a hervir con rabia...

- Mierda -le dí un puñetazo al camión a la vez que llegaban Tempi y Kain informando sobre una cueva pero eso daba igual con la cabeza agachada apretaba los puños y los dientes sentía lo mismo que Ruby no podíamos dejarlos ahí había que como mínimo ir a buscarlos pero a la vez Darius estaba en lo cierto sin un plan lo mas probable es que muriéramos todos, tratando de mantenerme calmado pero con unos pasos mas pesados de lo habitual y la mandíbula rechinando me acerque a Darius para curar sus heridas con magia, aún las manos me temblaban de rabia y se podía notar- No podemos dejarles... Hay que... ir... salvarlos.

-Bueno dudo mucho que puedan traerlos de vuelta a la vida, al parecer el enemigo se encargo de reducirlos a pedazos de carne muy bien cortadas- afirmé recuperando lentamente mi habitual rostro - en cuanto a su apariencia usaba una mascará similar a una especie de monstruo, una katana y una armadura, bien podría decir de cierto tipo de espadachín profesional- continué la explicación sacudiendo la capa de la tierra y el polvo.

-De un solo corte ha eliminado tanto a la chica alada como al bueno de Droniel, gracias a un golpe de suerte es que aún estoy entre los vivos- una sonrisa nerviosa afloraba en mis labios - en cuanto a la decisión de vengarnos o no espero las indicaciones de la teniente por mi parte solo informó de lo que ocurrió esperando las ordenes- dije quitando algo mas de suciedad.

Había dejado que Renall saliera a recibir al grupo de compañeros, no era buena con las personas y menos atenderlas, además de que no sabría cómo hacerlo, ya mucho había hecho con montar la zona de atención de heridos y esperarlos casi como niña buena, así que se quedó más atrás, con los brazos cruzados, levantando una ceja cuando Darius llegó con ambas chicas. cada lado, si no fuera por las heridas, el ronso sería muy envidiado, por muchos de hecho. 

Euphemia pudo lanzarle una mirada acusadora a Aura, pero la notó distraída, o quizás sólo fue una impresión injustificada, sin embargo no tuvo tiempo para ahora si acercarse para ver como estaba porque Kiel apareció con una noticia que hizo que la dhampiro entornara los ojos por unos segundos. 

la pajarraca estaba muerta...

Sonrió de medio lado, aún cruzada de brazos, en realidad se lo había buscado y no sintió ni un ápice de misericordia por la semi aven, ni una oración elevaría por ella, tampoco es que fuese una persona creyente en alguna deidad, era un ser pragmático, de ahí su crueldad en muchos aspectos, como ahora. Sobre Droniel, por él sintió algo de pena, pero le dijo que le pasaría, era un chico demasiado bueno para ser un SEED y tuvo un final demasiado malo para un chico como él. Lástima, pensó, y miró acto seguido a Tempi, pensando que él sería el siguiente.

Todos se alborotaron, querían ir por los cuerpos, revivirlos, querían venganza, o quizás no tanto, lo que si era cierto, pero se le heló la sangre cuando escuchó como era el sujeto, apretó la mandíbula y sintió como si la muerte le soplara la nuca... ¿Serían enviados de su abuelo?, no, ellos no usaban máscaras, ¿entonces?. Tragó saliva  y bajó los brazos. 

— ¿rescatar qué? ¿unas cuantas vicesceras  y algún dedo que los animales hayan dejado? — salió al fin de su mutismo — a menos que los puedan revivir con pedazos de sus cuerpos, claro — cerró los ojos poniendo sus manos en su cintura — pero si quieren ir por unos pedazos de carne, allá ustedes, así podremos elegir como morir, a manos del espadachín o los centauros, Merveilleux— juntó sus manos, y entrelazó sus dedos delante de ella, ¿miedo? algo, si era quien creía que era, no estaban seguros ahí.

Llegó feliz al campamento, con ganas de contar a todos el descubrimiento de la cueva que había divisado él. Vio como justo antes de ellos llegaba el grupo de Darius, con este herido; se disponía a dirigirse hacia ellos preocupado cuando llego Kiel pregonando horribles noticias.

El Taru-Taru se quedó helado, no supo como reaccionar, por un segundo pensó, o mas bien deseó que se tratase de algún tipo de broma macabra de Kiel, pero sabía que no era así, y las reacciones de sus compañeros se lo confirmaron.

Mientras todos discutían sobre lo que debíamos hacer el pequeño se quedó quieto buscando la mirada de Aura para apoyarse en ella. Justo cuando pensaba que lo peor había pasado ocurría esto, deberían haber vuelto a la academia cuando aún podían.

- Aunque las palabras de Euphemia no sean las más acertadas, tiene razón.- Comenzó dubitativo. - Si realmente ha ocurrido como dice Kiel es demasiado peligroso que vayamos tras él, alguien así está fuera de nuestro alcance.- Era demasiado tarde, pero aún esperaba poder evitar que lo mismo le pasase a otros de sus compañeros.

Si ya terminaron de correr como pollos sin cabeza, ya puedo empezar a tomar decisiones. - dice la teniente con tono marcial.

En verdad podría traerlos de vuelta, siempre que sus cuerpos se encuentren en una pieza, pero si sus cuerpos están tan dañasos como.indica el cadete Vilthar, no hay nada que yo pueda hacer. - sentencia la teniente dando por zanjado el tema.

Ahora, en cuantonal plan de acción, pues es simple nos vamos a quedar aquí hasta el amanecer, pues ir a la zona en donde se encuentra un enemigo tan poderoso en mitad de la noche es una decisión carente de lógica.

Ahora terminen de montar el.campamento y prepárense para descansar, es una orden. - añade la teniente con expresión reflexiva.

Guardó unos segundos de silencio, asimilando las palabras de Kiel y la Teniente. El primer confirmaba que los cuerpos de los dos cadetes habían sido destrozados, y la Teniente confirmaba que en aquel caso, no podría hacer nada. Le costaba pensar que no vería a ninguno de los dos, pero al menos, estaba en paz con ambos. A pesar de sus diferencias, ahora, sentía lástima por la semi-aven.

Cerró los ojos y negó ligeramente con la cabeza agachada. - A la orden, Teniente. - No estaba de acuerdo con las decisiones de la Teniente, pero era su superior tanto en rango como en experiencia. Ahora solo podía descansar y esperar al día siguiente. Al abrir los ojos, vio a Renall acercarse mientras pronunciaba algunas palabras arcanas. Darius y la magia eran como el agua y el aceite, apenas la comprendía y menos aun la entendía, pero no tardó en sentirse mejor al notar como las heridas pasaban a ser meros rasguños y el entumecimiento y el dolor pasaban a ser meramente testimoniales.

- Gracias. - Tanto el tono como la fuerza al decir aquella palabra hacian evidente el profundo agradecimiento por el desinteresado gesto de Renall. Acompañando a la palabra, asintió con la cabeza mientras llevaba una de las manos al hombro del rubio, dándole una palmada.

- Bien. - carraspeó. - Iré a rezar por nuestros compañeros. Estaré en la parte de atrás del camión. - señaló a su espalda, en dirección al camión que los había llevado hasta allí. - Si alguien desea acompañarme, sin importar la fe, es libre de hacerlo. - acabó por decir, antes de saludar a sus compañeros y abandonar el lugar en dirección a la parte trasera del camión. Habían sido compañeros suyos, mejores o peores, pero lo que había sido no podía negarse. Una palabras y la esperanza de un futuro mejor era lo mínimo que podían hacer por ellos.

En primer lugar, asiento a las palabras de Darius, pues por eso estaba haciendo las preguntas. No obstante, la réplica de Kiel de que los han cortado en partes me hace quedarme un poco aturdida en el sitio, aunque lanzo una mirada de disgusto a Euphemia cuando habla de una forma tan dura sobre los que hasta hace poco eran nuestros compañeros. Siendo así, están fuera de mi alcance, pero... No puedo evitar sentir una carga en el pecho por lo que le tenía guardado a Isabeau, aunque al menos nuestros últimos cruces de palabras no fueron tan malos.

Al escuchar la resolución de Sasha, frunzo un poco los labios, pero asiento sabiendo que tiene lógica, y hago un gesto a Darius para que aguarde un instante, antes de mirar a Sasha con más serenidad de la que siento en mi interior y decirle:

- Teniente, encuentro la lógica de no ir hoy por la noche, pero me gustaría encontrar sus restos mañana para darles un último adiós más digno. -indico.

Dejarlos a merced de las bestias salvajes me parecería cruel.

- Y con respecto a ti, Kiel... -digo, y me paro un momento para apartar cuánto me disgusta de lo que pretendo decir lo mejor posible, esfuerzo que ya he hecho al llamarlo por su nombre- ¿Os atacó sin motivo ni provocación? Y siento que hayas tenido que presenciar eso. -en verdad, fuera del terror del momento no me parecía que tuviese un pesar particular, pero me trago mis expectativas sobre él para darle un ligero beneficio de la duda en que su arrebato de maldad y estupidez con los Dinonix no fuese algo generalizado, aunque tenga la sensación de que es una esperanza vacua.

La respuesta de Mey me cayó como un jarro de agua fría. No, desde luego eso no era lo que esperaba por parte de mi grupo si alguien acababa con mi vida. Lo mínimo, como decía Aura, era darles algún final más digno a lo que quedara de ellos que acabar en el estómago de algún animal.

Sin embargo, tampoco tenía ganas ni ánimos de discutir en aquel momento, así que me limité a asentir, con cierto aire contrariado. - A la orden, Teniente. - dije yo también, acabando por girarme, con intención de ir en buscar de un poco de paz, cuando Darius dijo que iba a rezar a la parte de detrás del camión.

Vale. Rezar no iba conmigo. Ni había ido nunca, tenía que decir. Pero en aquel momento, después del impacto de la noticia, y más teniendo en cuenta algunas de las opiniones que acababa de escuchar, sí que necesitaba sentirme reconfortada de alguna forma. Incluso charlar, quizás. Así que asentí a sus palabras, encaminándome también hacia la parte de atrás del camión- Si no te importa, voy contigo. - le dije, simplemente. A aquellas alturas el ronso ya me conocía lo suficiente como para saber que, si aceptaba una propuesta así, es que debía ir muy tajada o estar realmente tocada.

Y, por desgracia, de alcohol aún no había visto ni gota.
 

-Salvo que la razón fuera, preguntarle que hacía por la zona lo dudo- mencioné - descuida no me he traumatizado por la muerte de esos dos, ha sido un golpe duro ya que estaban a mi cargo, pero solo eso- mencioné, para este momento mi habitual rostro había regresado.

Lo que lamentaba era no haber podido lanzar una esquirla de tierra pera hacer algo de daño, pero al menos estaba vivo, llorar a los muertos o rezar por ello me parecía tonto, los muertos ya no necesitaban nada sin embargo omití dar comentario y me limite a seguir las ordenes de la teniente, después de todo estuve a punto de no contarla.

-Con su permiso iré a descansar, sugiero lo mismo- dije encaminándome a mi tienda, aunque dudaba al menos cerrar el ojo por un rato, temiendo cualquier emboscada.

No levante la cabeza cuando Darius me agradeció y puso su mano sobre mi hombro aunque si se fijaba bien podría fijarse que esbozaba una débil media sonrisa, el se fue a rezar y yo en cambio me mantuve inmóvil mirando mis manos sumergido en mis propios pensamientos autocriticos aunque no tenía culpa de nada. Me tomo un tiempo ordenar mis ideas y es que pesé a mi poder mágico pese a mi inteligencia pese a los entrenamientos con mi padre... seguía siendo un crió, alguien que aún no había experimentado la muerte de nadie cercano y que su mayor preocupación eran sus propias ambiciones y metas personales todas fruto de su egocentrismo.

- Me voy a mi tienda -dije finalmente sin aún levantar la cabeza tras lo cual camine hacía una de las tiendas que estaba mas en el centro del campamento pensando solo en dormir, descansar y terminar esta misión cuanto antes, no compartía las creencias de Darius y Aura de hecho ninguna creencia y si era imposible devolverles la vida no tenía ningún interés en sus cuerpos por lo que no dije nada ante la petición de la semielfa

Realmente incomoda por no comprender los sentimientos de todos dado su indiferencia hacia la muerte y todo lo relacionada con ella, se quedó de brazos cruzados, sus compañeros estaban abatidos como si realmente hubieran podido hacer algo para salvar a los caídos. Resopló pero prefirió no decir nada más, la teniente ya habia dejarlo claro los pasos a seguir, aunque era una locura quedarse ahí con un enemigo de ese tipo. Euphemia seguía intentando recordar si conocía a algún tipo de asesino de ese estilo, pero  sus pensamientos fueron cambiados cuando vio a Renall, él si estaba destruido, no, más bien parecía haber chocado contra el muro de la realidad y no habernos salido muy bien de eso. 

Dudó en seguirlo, de hecho creyó que era mejor dejarlo solo, pues pensaba que era algo que debían asumir, la gente muere, más cuando te arriesgas de esa forma toda la vida, tarde o temprano la muerte los atraparía, más temprano que tarde, más bien. Euphemia tardó varios minutos en decidir si ir con Renall o no, hasta que luego salir tras del chico rumbo a la tienda.

— Hola ... — le dice a Renall cuando lo encuentra, quedándose en la entrada de la tienda — eh... ¿quieres que me quede? — le preguntó mordisqueandose el labio inferior, por pocas personas había mostrado un interés genuino, y por Renall, este interés había surgido en poco tiempo.

Entre en mi tienda de campaña y me senté con las piernas cruzadas tarde un par de segundos en moverme otra vez pero para cuando lo hice solté un suspiro y me quite la camiseta. Estaba apunto de recostarme cuando escuche los pasos acercarse y la voz de Euphemia.

En ese momento estaba de espaldas a ella por lo que mire por encima del hombro y asentí.

- Si, claro... pero... ¿que pensarán los demás? -aún seguía preocupado por lo que quisiera mantener cierto secretismo entre los dos lo suficiente como para hablar de eso pesé a que mi mente estaba llena de otros pensamientos

La teniente accede a la solicitud de Aura y los envía a dormir aduciendo que esta noche ella montaría guardia personalmente, sin embargo, al final el elfo se ofreció a montar guardia.

La noche transcurre tranquila y sin incidentes.

Mientras descansaís escuchan una canción en un idioma que desconocen, no saben porque razón, pero mientras la canción llega a sus oídos no pueden evitar derramar algunas lágrimas, hay algo en esa canción que los llena de pesar y congoja.