Partida Rol por web

Kiel se dirigió a su tienda, estaba cansado en especial por que muchos de sus esfuerzos habían sido en vano, aquél extraño individuo, había sido diferente, un reto por así ver la situación, debido a que no tuvo tiempo de usar ningún conjuro ni poder preparar nada, solo les había visto morir, aunque era una escena interesante con matices rojos  de bella intensidad.

Aún así se mantuvo con el uniforme y el equipo, algo le decía que la noche sería agitada, esperaba no equivocarse.

La música era más y más intensa, y aunque pensó que sólo ella la escucharía, pronto vería a parte de sus compañeros, quizás todos ellos con sentidos lo suficientemente agudos como para poder sentir aquella música. La dhampiro avanzó lo suficiente como para notar las pertenencias del elfo lo que le comprimió el corazón, levantando la mirada hacia el bosque...

Sin pensarlo mucho y a pesar de las órdenes, dejó atrás el campamento para ir en busca de Eladamri a pesar de haber escuchado a Aura y su petición de que no salieran aún...

Kain siempre precavida, miró la situación, aquel tono por suerte no tenía efecto en ella, y cuando Aura pidió que esperaran pensó si hacer caso, hasta ver el avance de la Dhampiro, se colocó a su lado.

- te cubro - susurró buscando cobertura y sombras que cobijaran su figura. Cogió aire preparándose para alzar pronto su propia voz, tomando sus dos cañones preparada para lo que estuviera por iniciar.

Pensar el tipo de tono para su verso dependería de lo que vieran, un solo rival o una horda, ajustarse al campo de batalla era el principal fuerte de la Aquarian.

Tras estar un poco de tiempo despierto hablando con Euphemia en mi tienda las luces se apagaron y dormí como pocas veces en mi vida, debido a varios factores, pero la cuestión es que caí totalmente rendido y dormí toda la noche como un tronco siendo complicado el que me despertaran.

Además tuve varios sueños, desde algunos donde encarnaba o acompañaba a mi padre en algunas de las aventuras que me contó hasta los últimos donde una versión mas mayor de mi mismo con muchísimo mas poder y conocimientos realizaba auténticas proezas.

¿Qué diablos te crees despertándome a esta hora? ¿Acaso estamos bajo ataque? Porque sino más te vale correr porque pienso arrancarte esas putas orejas de un solo zarpazo. - dice la teniente mientras pone de pie con una cara de cabreo monumental.

Si no fuera porque la teniente empieza a llorar copiosamente, su sola mirada bastaría para que cualquiera se cague en los pantalones.

Cuando llegaís al origen de la voz, lo que ven las deja sin aliento, ante ustedes se encontraba Eladamri quien danzaba con su espada y su torso desnudo bajo la luz de la luna.

Conforme el elfo danza y canta, la luna parece incrementar su brillo, el elfo parece estar en uma especie de trance profundo.

El torso del elfo exhibía una musculatura bastante impresionante, la misma que contrastaba con las multiples cicatrices que le recorrian la espalda y el pecho. 

La danza del elfo resulta bastante hipnótica y seductora, pese a que su canto transmitía un profundo dolor.

Le sonrió de medio lado a Kain, sintiéndose más segura desde la retaguardia, pues la pistolera era impresionante y Euphe se sentía segura con ella, aunque claro, no se lo diría tan abiertamente. Con la guadaña en la manos, caminó entre los árboles y los arbustos, siguiendo apenas la luz de la luna que lo cubría todo. Cada vez temiendo más el echo que fuese una trampa y que el elfo estuviera muerto, pero darían con él, y afortunadamente no estaba muerto, pero si hacía mucho ruido y estaba llamando la atención de todos en un gran radio, poniéndolos en peligro.

— Eladamri — lo llamó, avanzando un poco hasta ser bañada por completo por la luz de la luna, —¿ es-estás bien? — le pregunta, esperando que él pudiera verlas o reaccionar ante su presencia.

Por mi parte, no tardé demasiado en caer rendida, después de haber pasado algún tiempo hablando con Darius, y acompañándolo en su momento de oración. Sorprendentemente resultó bastante gratificante aquel tiempo de recogimiento y quizás fue eso lo que, contra todo pronóstico, me ayudó a conciliar el sueño.

Un nuevo día nos esperaba sólo pocas horas después. Y si era como los últimos días que habíamos vivido, más valía que repusieramos fuerzas.

Kain no hubiera esperado que Eladamri tuviera dotes de bardo, sin prisas fue revisando desde las sombras que no hubieran agresores a la vista, sin dejar de vigilar a Euphemia.

Aquel baile, aquel cántico, ¿serían parte de un ritual? Las creencias de los demás no eran asunto de la aquarian, pero si ponían en peligro a quienes trabajaban a su lado, lehacía pensar que pegarle un disparo no estaría fuera de lugar. Pese a aquel pensamiento, dejó en manos de su compañera aquel tema.

El fervor de la teniente al despertarse me hace amilanarme un poco hasta que, antes de responderle, se echa a llorar como una niña pequeña. Un poco sorprendida, parpadeo un par de veces y finalmente resoplo.

- ¿De verdad tú también? -replico, antes de darme la vuelta y volver a la carrera, probando a ver si puedo hacer que Darius ande para meterlo en nuestra tienda*, y lo logre o no, después voy hacia el origen de la música, pues he visto que Euphemia y Kain están despiertas y no quiero dejarlas solas.

¿Yo también qué? - pregunta la teniente cuando te ve partir. - Vuelve aquí carajo no puedes sólo despertarme e irte, te voy a desollar.  - dice la teniente mientras te sigue de cerca y puede apreciar lo que ocurre.

De pronto la canción se detiene y los efectos cesan.

¿Pero que cojones es esto, acaso estaba llorando? - añade Sasha confusa.

Cuando Euphemia habla rápidamente me pongo en guardia, pues se supone que yo era el vigía.

Euphemia ¿No deberías estar durmiendo y en donde carajo esta mi ropa? ¿Cómo mierda me quitaste la playera y el saco sin que lo notara? Así que después de todo decidiste aceptar mi propuesta, lástima que estoy de guardia, sino con gusto te acompañaría, ahora por favor devuélveme mi ropa. - comento bastante confundido.

Es evidente para todos los presentes que Eladamri acababa de despertar de un profundo trance, por lo que no era consciente de lo que había estado haciendo.

La dhampiro se sorprende por lo que dice su compañero, pero termina molestándose demasiado por sus dichos y de dos trancadas llegó hasta él poniéndole la guadaña justo bajo la garganta, esos ojos estaban rojos y mostraban la molestia que le producía lo que había dicho, además de lo roja que se puso.

— no seas pendejo... debería rebajarte el cuello ahora mismo — replica y rueda los ojos hacia un costado, bajando su guadaña y tomando del brazo al elfo, lo arrastra de vuelta al campamento. Estaba mosqueada — te sacaste todo afuera, y estabas bailando como si estuvieras en algún jardín cortando flores — come flores debió decirle — estúpido comefores — termina diciéndole con rabia, arrastrándolo sin contemplaciones. 

— Kain — llama a su compañera — volvamos, me pone los pelos de punta este sitio — Euphe seguía con sus ojos rojos. 

Ey suéltame de una puta vez. ¿En serio crees que estoy tan salido como  para ponerme a bailar semidesnudo en mitad de la nada?

Venga me conoces mejor que eso. Y una cosa más, si vuelves a amenazarme con rajarme el cuello, lo mejor será que estés dospuesta a cumplir con tu amenaza, porque de lo contrario las cosas pueden ponerse muy feas rápidamente. - digo con expresión cabreada.

Estaba fastidiado de los desplantes de la dhampiro y si a eso iba a sumar amenazas, pues la cosa no pintaba bien para nadie.

Un poco extrañada al ver que se desvivía en lágrimas pero que eso no la había paralizado como a Darius, cuando finalmente cesa el efecto mientras me acercaba a este, la miro con gesto serio.

- Sí, también estabas llorando, mucho. -respondo sin mudar el gesto, sin entender lo que sucede- Antes me ha parecido ver algunas prendas de Eladamri, que era nuestro vigía, tiradas, por eso tenía que llamarte, por si era un enemigo tratando de emplear magia para deshabilitarnos y él no estaba. -añado, algo preocupada por si estarán bien tanto él como las dos chicas a las que vi moverse.

Ya respondidas sus dudas y notando que el efecto ha cesado, me giro a Darius y le toco la mejilla.

- ¿Darius?¿Estás bien, grandullón? -pregunto, mirándolo preocupada.

Sin haber dejado de apuntar al elfo se asomó por el lateral de un árbol - si ella no está dispuesta yo si, estabas llevando a cabo algún ritual de bardo cantor danzarín y pervertido, y has puesto en peligro a todos - a ella le mantenía el jardín por trabajar en equipo, la duda era si el elfo decía la verdad, la dhampir parecía confiar en el...

Aquella canción cesa, y aquella congoja que le obligaba a permanecer donde estaba mientras aullaba en dirección a la luna, cesó con ella. Tardó unos segundos en reaccionar ¿Qué había pasado? ¿Qué era aquella pena que había invadido su alma y mente? ¿Qué origen tenía?

Con ayuda de la lanza, que aun permanecía percialmente clavada en el suelo, se puso en pie. Irguiéndose hasta quedar en pie, contemplando su alrededor buscando una respuesta a su anteriores preguntas, vislumbrando las ropas de Eladamri a lo lejos. Preocupado, tomó su arma entre las manos y fue a avanzar en busca de Aura y las demás chicas, cuando esta apareció en su campo visual junto a Sasha, quien parecía que también se había visto afectada por el mismo embrujo que él.

- Aura, Teniente. Parece que algún tipo de conjuro amenazó el campamento... - Miró en dirección al bosque. - Teniente, permiso para que Aura y yo vayamos al origen de lo ocurrido. Recomendaría que usted debería quedarse aquí, con el resto de cadetes y comprobar que todos estén bien. - No tenía mucho tiempo para recuperarse, así que se aquella pena se la guardaría para él, y la dejaría salir en un momento donde no sintiera la vida de cuantos apreciaba amenazada.

Si hasta le tronaron los huesos de los puños apretados. El elfo era un cabezotas y el muy idiota no se daba cuenta del peligro en el que estaba y lo estaban todos por su culpa. Kain era quien ahora lo amenazaba y lo apuntaba con su arma.

— primero... no me provoques — resopla y mira a todos lados, sin soltar a Eladamri, le importaba el elfo y esas era la forma de demostrarlo, de lo contrario, no hubiera entrado en el bosque por él — segundo... en serio que hiciste eso... te encontramos bailando en medio del bosque, — lo suelta al fin y se cruza de brazos — pero como quieras, me preocupe por... digo, nos arriesgamos por ti... tsss — le da la espalda y camina de vuelta al campamento.

— Kain, ​ puedes sentir o detectar algo — de todas formas era extraño, una fuerza mágica había atraído al elfo y podría ser un enemigo inminente, ella también se puso en guardia intentando detectar cualquier cosa — vuelvan al campamento, yo... daré una vuelta — les anuncia a sus compañeros.

Nunca dejar a un compañero solo era ley, indiferentemente de lo que pidiera Euphemia. Kain dejó de apuntar al elfo, pero no le iba a acompañar al campamento en ese momento que no confiaba del todo en el. Además había prometido cubrir las espaldas de Euphemia.

- sólo he mirado por encima, pero no he visto a nadie...

Pues lo único que yo recuerdo es que estaba montando guardia y me puse un poco nostálgico, luego empecé a cantar una vieja nana que me cantaba mi madre y luego todo se puso en blanco.

Luego de eso escuché la voz de Euphemia y cuando volví en mi ya estaba como me encontraron, por eso creí que me habían hechizado sólo por echarse unas risas a mi costa.

De allí mi actitud de chulo, para darles a entender que su broma me traía sin cuidado. - respondo con total sinceridad.

Yo no sé nada del arte de los bardos, sólo sé que antes de que me encontraran yo sólo estaba haciendo mi jodida guardia y nada más. - añado cabreado.