Partida Rol por web

Veo como el bégimo se encuentra en las últimas y en un intento desesperado de atacar a quien le había causado mas daño, levanté las manos para rematar a la bestia pero justo antes de lanzar la magia escucho un fuerte sonido al cual no estaba nada acostumbrado, un disparo.

Deshice el hechizo absorbiendo de nuevo el poder mágico que había usado en el y me quede unos segundos observando el cadáver. Camine hasta estar junto a el, desenvainé mi espada y le clave la espada en la cabeza.

-Por si acaso, ha sido un gran trabajo por parte de todos. Ahora vamos a por el thunderbird -aunque podría ser un poco difícil de notar mi tono de voz era algo diferente de lo habitual, se podía notar mis malas pulgas en el. Eso claro siempre y cuando estuviera atento alguien.

Empecé a mirar a mi alrededor, buscando al otro equipo o algún indicio de pelea. No quería perder tiempo.

La guadaña se había hundido en la carne del bégimo y lo disfrutaba, pues no era la primera vez que se enfrentaba a uno y claro que había notado lo fácil que había sido, contra uno de verdad, jamás le habría podido hacer tanto daño. La guadaña estaba llena de sangre y sus ropas también, y pasó su pulgar por su mejilla donde habían caído algunas gotitas, y la limpió aunque no lo lamió, ya lo había hecho antes y no le gustaba.

Luego de las palabras de Renall, Euphemia se preguntó si valía la pena, si ellos no podrían contra el thunderbird, eran unos inútiles y era mejor que dejaran el jardín antes de que salieran lastimados, justo como pensaba que debería hacerlo Droniel, pero debía reconocer que había sido de mucha ayuda. Un punto para el colorín al que miró de reojo, algo en él le producía curiosidad y aún no sabía si era para bien o para mal del pobre chico. 

Apoyó la guadaña y luego la movió hacia un costado muy rápido para limpiar el resto de sangre mientras ponía atención al ambiente para poder escuchar al grupo, quizás así podría convencerse a Cecil que le hablara de su madre y demostraba ser mejor que todos los cadetes que estaban en ese ejercicio. Se fijaba una nueva meta, destacar sobre el trabajo en equipo así que apenas logró darse cuenta donde estaba el resto, saldría corriendo en esa dirección, deseando acabar con el thunderbird, quizás ahora podría usar su magia.

- ¡La criatura no tien...! -comienzo, pero entonces un disparo de Aokishi termina por derribar a la maltrecha bestia- Bueno, da igual. -concluyo.

Tras eso, me quito la espada de los hombros y extraigo un paño blanco de entre mi ropa, actualmente una larga túnica, limpiando con él la poca "sangre" que había atrapado con la punta.

- Buen trabajo todos, chicos. -les digo con una sonrisa- Aunque creo que no era el tipo de desafío donde mis habilidades puedan brillar más, tanto más con tal fuerza de choque... -comento, y lanzo una mirada clara hacia Euphemia con una amplia sonrisa- Muy digno de la hija de una SeeD tan fuerte. -le digo a la chica de la guadaña, pues mi madre ya me ha contado un poco acerca de ella al reconocer el nombre Dracstone.

El rostro de Euphemia cambio por completo, de hecho palideció si eso fuese posible y se volteó hacia Aura que limpiaba su arma, y fue tal el grado de estupefacción que no le respondió inmediatamente, más cuando su puño libre se cerró con tal fuerza que llegó a volver sus nudillos blancos y su mirada se volvió más fija y fiera, como si fuera a atacarla, pero no lo hizo.

— luego hablaremos — su voz sonó pausada, oscura, alguien en su sano juicio no iría a esa cita, pero parecía no dar lugar a rehusar a esa charla — vamos — murmuró para ahora si ir hacia el otro grupo, sin embargo las palabras de la elfa la perturbaron ¿qué conocía de Emilia? ¿de donde la conocía?... debía ser por su madre. Diablos, al final ambas eran hijas de miembros del SEED y que se conocían.

La enorme ave se planta ante ustedes batiendo fuertemente sus alas y suelta un gran chillido, para luego lanzarse en picado sobre ustedes, sólo para ser detenida por tres poderosas saetas de tierra lanzadas por Kiel, las cuales forzaron al ave a retroceder por algunos segundos, perdiéndose de vista entre las nubes, para finalmente lanzarse de nuevo sobre el grupo con su vista fija en Kiel.

Las dos enormes garras del thunderbird buscaron la piel del mago oscuro causándole una terrible herida con su garra derecha al tiempo que su garra izquierda se hundía en la tierra sin encontrar el cuerpo del mago (pifia), para luego volverse a elevar por los aires para recibir sendos disparos por parte de Kain, Isabeau y Tempi, los cuales acertaron de lleno en la espalda del ave.

La batalla fue mucho más fácil y rápida de lo que esperaba, tampoco creía que fuera a ser imposible ya que lo adaptaron para sus niveles, pero terminar con esta velocidad, tal vez era demasiado, seguro se debía a los ataques de la dhampira, todos los presentes se debieron de dar cuenta que sus ataques habían sido muy dañinos.

El "golpe final" que le suministro Renall a la criatura a Droniel le pareció demasiado, algo excesivo cuando se trataba de una criatura de un simulador, pero poco importaba eso.

Se acerco al grupo mientras miraba alrededor en busca del otro grupo, ya que habían terminado, al menos podrían observar la batalla si no los dejaban ayudar, aun seguía Eduart sin decirles algo al respecto.

- Todos los focos se los llevo ella esta vez, - Dice señalando a Euphemia. - poco hemos podido hacer los demás Aura. - Dice levantando los hombros. 

Extrañado mira la reacción de la dhampira ante la mención de sus parientes, al menos a él no le parecía algo normal la forma en la respondió, seguro había mucha historia detrás, pero lo más prudente era no entrometerse, esa era información la cual tal vez sería mejor no averiguar.

No me caracterizo por ser precisamente cobarde, pero se nota que no estoy acostumbrada a que la gente con la que trato de ser amable me mire como si me fuese a arrancar el pescuezo, por lo que retrocedo un poco con una cara que mostraba una mezcla entre preocupación y cierta tristeza porque al parecer le había sentado mal.

- Lo siento... por lo que haya hecho. -digo simplemente, pudiendo mi sentido de la culpabilidad a mi sentido común como es habitual, y asiento cuando dice que vayamos, sin replicar a las palabras de Aokishi, que también había tenido tiempo de dar un potente disparo, pero parece obvio que la dhampir ha sido la protagonista.

Más callada y preocupada de lo normal, me dispongo a buscar cómo pasar a la zona del otro grupo si es posible.

Supongo que los otros andan por esa zona. - digo mientras señalo al cielo a un sector que se veía visiblemente más nublado mientras empiezo a atender mis heridas con magia.

Esa maldita bestia me rompió una costilla, gracias a los dioses Euphemia logró despacharlo rápido. - digo mientras la magia hace su trabajo.

¿Alguien más requiere curación?

Nuestros ataques han dañado bastante al enorme pájaro eléctrico, pero este parece seguir bastante entero y arremete contra Kiel, sin pensármelo lanzo el único hechizo que he aprendido sobre él para curarle las heridas; lo más importante era mantenernos a todos en condiciones de luchar y yo era el único capaz de restaurar heridas.

No sabía cuanta fortaleza tendría el thunderbird, pero no parecía que se fuese a dar por vencido fácilmente, había que dar lo mejor de nosotros mismos para poder derrotarlo.

Con el ave en el suelo e inmóvil, Kain se acercó con calma sin dejar de recitar sus versos que la mantenían aprisionada.

- El ave escucha hoy paralizada, golpes de magia y fuego de trueno, buscando entender porque no se mueven sus alas, por que yace quieta en el suelo.

- No temas hermoso ser de los cielos, no te deseo mal y esta lucha será rápida, la tormenta que te guarece se la lleva el viento, mi munición dibujará tu lápida.

- Será un bien mayor si no desapareces, permite probar entre todos tus carnes, solo desaparecer no es lo que mereces, es justo darnos de comer antes.

Sin dejar de apuntar, acercándose con soma, descargo un par de balas más entre cada nuevo verso, para que su obra no fuera interrumpida.

Aun reticente al tema de la magia blanca, la dhampiro levantó su mano negando la oferta, estaba lastimada, pero realmente  no era grave, para nada, solo dolía su hombro derecho y que la hacía un poco más lenta al usar la guadaña, pero nada que no hubiera sentido antes, así que no era necesario. Por otro lado, ya no quería hablar sobre cómo había actuado en el combate, pudo decir que había sido un trabajo en equipo y de hecho, lo había sido, porque sola, hubiera demorado bastante más, sin embargo, se quedó callada, chasqueando un poco la lengua y dejando al grupo atrás, era momento de buscar al resto y prestarles ayuda o hacerse cargo del problema en el que estaban, era la única forma de conseguir que Cecil la considerara y le hablara sobre su madre. Lo bueno, es que tenía una pista, Aura parecía conocerla y ahora Euphemia se lamentaba por haberle hablado de esa forma porque notó el cambio de ánimo de la elfa y quizás no le diría nada. Si fuera menos brusca, pero eso era  pedirle peras al olmo.

Meditaba todo aquello mientras corría hacia el segundo grupo, ya los había detectado. 

Los únicos que habían sido lastimados eran Eladamri y Euphemia o al menos eso llego a ver Droniel, uno ya estaba tratando sus heridas, la otra no podía recibir tratamientos con magia, al menos no sin posibles riesgos de que hicieran más mal que bien. Al no tener él ningún método para sanar heridas, no podía hacer nada por ella, pero si iba a estar en grupo seguido con ella, sería buena idea abastecerse con algunos.

Observando hacía donde Eladamri señalo, Droniel se disponía a avanzar hacía esa dirección cuando ve a Euphemia corriendo hacía allí, al parecer no había quedado satisfecha con haber destrozado al Begimo.

- Los esperamos allá entonces. - Al terminar de decir eso comienza a correr detrás de Euphemia, quería perderse lo menos posible de las batallas y ofrecer soporte al otro equipo de necesitarlo, no tenía ni idea de como les estaba yendo, tal vez ni lo necesitaran, pero esperaba poder al menos llegar a usar sus habilidades en la criatura y conseguir información que podría usaría en un futuro.

Al atacar con toda mi fuerza al Thunderbird, no me esperaba de que tomara represalias ante mi violencia. De hecho en su primer ataque lo recibi de lleno, lo que me hizo gruñir molesto al sentir mi propia sangre correr por mi cuerpo. Por un segundo, puse mi mano en la herida y sonrio levemente. — Me pregunto como sera el color de la sangre de un Thunderbird. — Dije suavemente, volviendo a canalizar mi energia en el baculo, observando sin lastima a la bestia en el suelo paralizada. Pobre monstruo, sin duda alguna. Para aliviar su dolor, vuelvo a invocar tres saetas de tierra y apuntar a puntos vitales de la bestia, lanzando con potencia mi ataque despiadado. 

Tras curar a Kiel vuelvo a poner al enorme ave en mi punto de mira, pero una vez más adolezco mi falta de experiencia con objetivos reales sin lograr un buen impacto.

          - Vaya Kain que ha sido buena tu actuación!   Kiel ... si quieres ver sangre azul, a la que ya estas acostumbrado ... dependerá del detalle de la simulación! -   Trató de actuar la exploradora disparando otra saeta mientras que rimaba la respuesta a su nuevos camaradas inspirada por la hábil poeta 

Tomo aire profundamente y entonces, al ver que la dhampir se olvida del asunto y se volea hacia la zona del thunderbird, exclamo:

- ¡Vamos, chicos!¡A por todas! -antes de echar a correr en pos de ella, en la misma dirección.

Quizás aún llegas a tiempo de protegerlos de las descargas de rayos de aquella criatura. Quizás Euphemia hubiese arrancado unos segundos antes que yo, pero estoy dispuesta a demostrar que la agilidad y velocidad de los elfos no es algo que tomar a broma.