Partida Rol por web

-Puedo ayudarte- afirma el pequeño oso rosa flotante –Pero no puedo abrir el baúl. No soy de… este mundo, no puedo interactuar con las cosas sólidas, así como así- dice éste –Peeero- sonríe alegremente –Puedo meterme dentro y buscar lo que quieres. Eso sí puedo hacerlo- afirma repetidas veces con su cabeza regordeta y peluda.

[Habitación femenina de Slytherin]

Qué poco le gusta a Iacomb hacer de profesora; cada vez lo tengo más claro. Lo de dar clase y tal sí, pero todo lo demás la tiene con unas caras de fastidio...

— Sí profe, yo me ocupo de todo —la despido con la mano y una sonrisa, también apurada por que se pire. Cuando al fin lo hace y cierra, me siento en la cama al lado de Steve y me descalzo para subir las piernas. — Uy pequeña, es que tenemos motivos serios para estar así. Pero necesitas contexto para no perderte —me acaricio la barbilla. — Imagino que empezaré por lo que te interesa: April y Dariel cortaron a principios de curso.

Para cuando ambos volvéis vuestra atención hacia Reed, éste ha volado del aula y ninguno habéis visto nada. Estabais demasiado centrados en la bienvenida de la pequeña Carson. SHIT. ¿Hacia dónde se dirigirá? ¿A clase? ¿A otro sitio? No tenéis ni idea…

Veo como Stevie se marcha con la profe Iacomb y con Cassia. Hago una mueca, molesto. A saber, qué le cuenta. Pero no es algo que pueda evitar. Sólo espero que la irlandesa no le meta ideas raras en la cabeza a mi enana o realmente ella y yo tendremos un problema serio. Así que me concentro en lo que sí puedo controlar ahora mismo y urge: Reed.

-Sí, será mejor que nos vayamos- entonces me doy cuenta de que Reed se nos ha escapado de entre los dedos. Le hemos perdido.

-Tenemos que buscar al norteño, se ha ido mientras no somos estábamos en la parra- le doy un manotazo en las abs a Julian –O no sabremos nunca a donde se llevó al muermo de Okazaki.

Sigma pierde de vista a Reed en un visto y no visto. Parpadea varias veces. Las primeras caídas de pestaña son normales, pero se vuelven cada vez más lentas hasta ser un verdadero esfuerzo moverlas de arriba abajo.

“Caminas por pasillos de piedra. Los tapices te son familiares. Estás en la escuela. El aire se enfría a medida que avanzas, estás bajando. Estás penetrando en el interior de la tierra. O algo similar. Entras en una estancia oscura y helada. Algo se mueve en el suelo.

Tu visión cambia: Empieza a faltarte el aire, como si alguien hubiera vaciado la sala de todo oxígeno y tus pulmones estuvieran colapsando. Un dolor repentino en el abdomen te provoca ganas de vomitar. Te duele la cabeza. Y todo se vuelve oscuro por un momento.  Ahora eres el bulto que hay en el pavimento de piedra.”

El velo se aparta y Sigma vuelve a su punto de partida. Siente la calidez del aula donde está y la procedente de sus dos amigas, Mack y Nissa.

Cassia + Stevie

Dormitorios femeninos de Slytherin

Cassia pone al día a Stevie el día de su retorno, en Noviembre. Hablan sobre Werd, atan cabos sobre la Orden de la Serpiente Blanca y ponen en común sus ganas de matar a Ashley LeFay. Al final van en busca de April Glackstone para protegerla de Reed. 

Stevie: Esperaba que me contara qué coño pasaba con Werd, pero la agenda de Cassia era otra. Un cosquilleo acalorado me recorrió el cuerpo cuando anunció que Dariel y April habían roto, y sentí cómo la sangre se me acumulaba en la cara. No pude evitar una sonrisilla nerviosa.

— ¿Qué dices? -solté, sin pensar muy bien en lo que decía, entre incrédula y contenta- Digo… Oh, qué pena -corregí, haciendo un mohín con el labio. 

Había sido un bajón cuando April y Dariel habían comenzado a salir. Glackstone no me caía mal, pero siempre acababa tan frustrada por la envidia (y por ese pequeño grano de esperanza que surgía cuando se peleaban) que acabé odiando aquella relación. A veces me preguntaba por qué Dariel no se daba cuenta, y la mayoría de estas acababa convenciéndome de que lo sabía y no decía nada por no joder la amistad. 

— ¿Crees que…? -empecé a preguntar. Addie me hubiera acusado de buitre sobre hormonada- No, da igual. Sígueme contando. 

[...]

Stevie: Me acerqué a ella y puse mis manos sobre sus hombros. 

— Vale. Respira —intenté tranquilizarla—. Estamos todos en el mismo equipo —le aseguré—. Vamos a buscar a Glackstone. Nadie más se va a meter con una Slytherin en su puta vida. 

Ha sido perder un momento de vista al nórdico, ¡y desaparece! ¿Cómo puede ser? Eso me pasa por entretenerme con Nissa y Mack.

Me enfado de primeras, hastiada, pero cuando miro hacia la puerta, como si quisiera seguir el rastro del huidizo tío de dos metros…

El malestar no me dura mucho, y se calma conforme vuelvo “al presente”. Eso sí, agarro la mano de Mack en cuanto vuelvo a ser consciente para que esa calidez vuelva pronto a mi cuerpo y mi cabeza. Eso me ayuda a coger aire. Al menos esta vez no sangro por la nariz.

Sé lo que he visto, o al menos tengo una idea.

-Chicas… - exhalo, abriendo y cerrando mucho los ojos para asegurarme de que se ha pasado esa pesadez de mis párpados – Chicas, creo que sé dónde… - me muerdo el labio – Vamos.

Las insto a levantarse. Si están conmigo, si confían en mi como aseguran, no dudarán en seguirme.

Yo misma recojo rápidamente mis cosas y me adelanto, encontrándome con Julian y Dariel cerca de la puerta. Cojo al segundo de la túnica y tiro de él. No es que no me fíe del Capitán de Slytherin pero supuestamente él no sabe “lo mío” aunque yo sí sepa “lo suyo”.

-Dariel, sé dónde está Lance – susurro, mirándole a los ojos, y le sonrío de una manera “enigmática” para que sepa que he tenido una de mis visiones.

No me doy cuenta de que Reed ha desaparecido hasta que Dariel me da en los abdominales. ¿Qué…? ¿Cómo se ha escaqueado así? Y todo por estar pensando en…

-Por cierto, Ivy me ha dicho que ha conseguido permiso para ir a San Mungo – le comento, aunque luego recuerdo que él no estaba en la pequeña reunión que tuve con ella, April y Cassia porque cuando le esperaba en la Sala Común para hablar con él… Me fui de paseo nocturno – Ya te contaré pero estuve con las chicas – no especifico – Y nos dimos cuenta de muchas de las cosas que dijeron alguno de los ingresados en San Mungo, el sentido que tenían y decidimos que sería buena idea volver – le hago un resumen muy rápido – Así que ha conseguido que Ashley nos dé permiso y creo que deberíamos ir los tres…

Pero me quedo a medias, porque la Huffie peliazul nos interrumpe para apartar a Dariel y hablarle… Sí, ya sé que se traen algo entre manos, y cada vez tengo más claro que es ella la que Dariel dijo que “tenía visiones”. Tienen muy buena relación desde la fiesta Swann.

Espero, pacientemente, y vuelvo a mirar al rubio.

-Levi, ¿estás bien? – insisto – Pareces muy distraído. Vente con nosotros, anda. Tenemos algo que hacer y siempre viene bien ayuda – intento sonreírle aunque no estoy de muy buen humor.

- ¿No puedes ser más especifico? - le susurra un irritado Levi a Metho. Al menos sabía el número y casa de los sospechosos. - Aquí se está cocinando algo muy gordo, Metho. Necesito datos concretos.- murmura. Okazaki no le importaba tanto como el objeto que podía llegar a estar custodiando.

Levi no sabía qué tenía que ver Okazaki con un conejo pero ni modo. Cosas de Dariel. Pero tanto él como el Capitán estaban apremiándole y tuvo que marcharse. A ver si Metho se dignaba a soltarle algo más de información. - ¿A Reed? - pregunta, aunque tiene la amarga sospecha de que él era uno de los que hablaba el unicornio. ¿Quién diantres sería el otro? - Sí, estoy bien. - murmura no muy convencido a Julian, mirando de reojo a Metho. - Claro que voy con ustedes. - le responde decididamente, aunque no sabía a dónde diablos estaba yendo.

Niego con la cabeza. Bueno, sí que me gustaba un poco mucho pero sentía que Sigma me juzgaba por lo facilona que era. Y por algún motivo, su opinión me importaba. - Espera. ¿Carson? ¿Es Stephanie Carson? - pregunto sin poder disimular mi asombro. Había olvidado su existencia por completo hasta que la menciono. Joder, era la chica abusiva de las reuniones aburridas de mamá. Esa que me pegaba cuando era Nissa de las flores y aunque era un año mayor. Sonreí por la nostalgia. Ya luego hablaría con ella. Parecía que era Slytherin, por lo que se larga con Piernas ni bien acaba la clase. - Lo cierto es que nunca he hecho desaparecer a nadie. - le respondo medio en broma. Y lo cierto es que sí había hecho algo parecido en Ilvermorny pero sin intención de matar o robar al susodicho. - Si sospechas del rubio podemos atraparlo y obligarle a confesar. - murmuro pensativa. - Podríamos aturdirlo y entonces lo envenenaría. Y luego le diríamos que no le dábamos el antídoto a menos que confesase. - acabo diciendo, entusiasmada.

Cuando vuelvo a mirar, el vikingo desapareció. Mierda.

Y entonces Sigma se descompone. Reconozco los síntomas, pero me muerdo el labio inferior, preocupada. Antes de que pudiera levantar la varita, ella vuelve en sí. - ¿Por qué no esperas un momen...? - pero claro, la Harry Potter con tetas y pelo azul va corriendo a no sé dónde y yo la sigo, exasperada. De nuevo nos juntamos con los Sly de la otra vez. Parece que somos la maldita patrulla Slytherpuff.

— ¿Eh? ¿Y de qué mundo eres? —le pregunto con curiosidad. ¡Pero espera, no! Céntrate. — ¡Vale, pues dime qué hay dentro!

"Okazaki, lo siento. No le diré a nadie si tienes pornografía guardado"

Al final no he ido a Transformaciones. Y porque no tengo Astronomía, sino tampoco iría. Todo lo que puedo hacer es quedarme tumbada bocarriba en mi cama, mirando el dosel y rascando las orejas de Sly, que ronronea contenta por las atenciones cuando normalmente estaría por ahí acosando a otras mascotas.

No sé muy bien qué hacer ahora y todo lo que me gustaría ahora es hincharme a chocolate... ¿o helado? Sí, me apetece más un buen helado de chocolate mientras holgazaneo en el sofá, cotilleando revistas del corazón del Mundo Mágico. O mejor no, que siempre hablan de ellos y al final me pondré enferma.

Me levanto de la cama y me quedo unos largos minutos de pie sin moverme ni pensar nada. Al final me dirijo como una marioneta hacia el lavabo y me planto frente al espejo. Que horror, tengo los ojos hinchados.

— Pff, estás horrible. Qué asco das. —le digo al reflejo del espejo.

Tarareando, comienzo a cortarme el pelo con la varita mientras me fumo un cigarro sin importarme una mierda nada. Ah, sí, me tengo que arreglar para mi "cita" con Reed.

El pequeño unicornio aletea repetidas veces sin moverse del sitio. Es su forma de pensar concienzudamente en algo.

-Un… rubio. Y un… moreno- dice muy tímidamente –Hablaban entre sí y fueron a un sitio muy oscuro de las mazmorras. No diré más- zanja el tema muy rápido. Se cruza de brazos y al final decide desaparecer de tu vista con un Puff que deja tras de sí un montón de purpurina. Algo le ha hecho huir…

Descartes, el oso amoroso más rosado del planeta afirma con la cabeza y se mete en el baúl, atravesándolo como si no existiera. Tarda un buen rato en volver a salir, pero parece que oyes como golpeteos en el interior. Realmente parece que esté revolviendo cosas ahí dentro. Al cabo de unos minutos asoma la cabeza peluda por un costado del baúl.

-Pues sólo veo libros, unos dulces que saben raro, papeles y cosas así. ¿Qué buscas exactamente amigo mío?

[Conjunta Sigma/Dariel]

Dariel: Aun pensando en el vuelo estelar de Stevie de retorno a nuestras vidas, Sigma me pilla desprevenido.

-¿Qué?- es lo único que consigo decir, en voz baja, sorprendido. Imagino que habrá tenido una de sus visiones, si no, a santo de qué iba a saber eso.  No habría problema con eso si no fuera porque entonces Julian contrataca contándome no sé qué milonga de que quieren ir a San Mungo.

-Espera, WHAT?!- esto se nos está yendo de las manos, definitivamente.

“Vale Dar, por partes. Céntrate. Deja de ver blondies pululando por todas partes y asaltándote por los pasillos con bolsas de palomitas y pijamas de Bob Esponja. En serio”. Me va a costar esto. Mucho.

-Ahora vengo- le digo a Julian y le dejo distraerse con Levi. No creo que cueste mucho.

-Vaaale. Hablemos.

Sigma: - He tenido una visión – voy directa, porque Mack y Nissa me esperan – He visto a Lance. Bueno, yo era Lance – sacudo la cabeza – Y está bastante jodido, créeme. Y estoy casi segura de que está en algún sitio de las Mazmorras, por los tapices, el suelo de piedra y el maldito frío… Igualito que cuando vamos a clase de Pociones - me da un escalofrío sólo de pensarlo.

Dariel: Bueno, al menos parece que está dentro de la escuela. O eso parece.

-Ooook. Pero las mazmorras son muy grandes. ¿Puedes describir los, que has dicho, tapices? Para que podamos guiarnos un poco más. Aquello es un laberinto de piedra...- me excuso.

Sigma: -Ahmm… - trato de recordar, cerrando un momento los ojos, pero lo cierto es que le hago una descripción muy por encima. Creo que estaba fijándome más en otras cosas, como intentar memorizar el camino que seguía. Soy muy nueva en esto de la Videncia, no me juzguéis – Creo que si los viera quizás…podría identificarlos – me muerdo el labio – Pero tiene que ser en una sala muy olvidada para asegurarse de que nadie le encuentra… No puedo decirte más pero tienen que ser las Mazmorras porque era como si me adentrara en la tierra y hacía un frío de cojones. La estancia en la que estaba era muy oscura y me dolía horrores el abdomen, además era como si hubieran vaciado la sala de todo oxígeno porque me costaba respirar… Y la cabeza me iba a estallar. Da para empezar, ¿no? – le miro – Nissa y Mack se apuntan, ¿te vienes?

Dariel: Me quedo pensativo. Hay algunas salas y pasillos que se parecen a la que describe.

-Julian, Levi y yo íbamos a hacer lo mismo. Pero igual ir tantos es excesivo.

Sigma: Miro un momento a las chicas; podría pedirle a una de las dos que se quedara. Aunque luego miro al Capitán de Sly.

-¿Estás…seguro? – alzo las cejas – De Julian, me refiero.

Dariel: La miro, extrañado por su pregunta y duda acerca de Julian.

-¿ Por qué dices eso? Jules es mi mejor amigo, por supuesto que estoy seguro.

Sigma: - Sé…lo que le pasa – le confieso – Y también sé que es tu mejor amigo, sólo digo que…tenemos que tener cuidado. ¿Os habéis preguntado si lo que sea que le tiene…poseído tiene acceso a sus recuerdos? ¿O a sus conversaciones del día? Personalmente, no sé cómo funcionan las posesiones e igual digo alguna gilipollez, pero ¿os habéis planteado que puedan utilizarle para adelantarse a los movimientos que hagáis? – pregunto – Sólo digo que quizás sea más seguro mantenerle al margen pero no te ofendas que te veo venir… - le advierto – Confío en ti y sé que Crautchin es buen tio, pero eso no quita lo que está pasando con él.

Dariel: Enarco una ceja. Me huelo quien ha sido la "rata" que ha largado el tema. Pero me callo.

-Puede. Pero ni yo puedo convencerle de que no lo haga. Es como... querer frenar el Hogwarts Express con una escoba voladora. Imposible- me encojo de hombros -De todos modos, yo me ocupo de él. Nos podemos dividir en dos grupos. Yo le mantendré a raya, tranquila.

Sigma: Suspiro.

-Está bien, pero los Sly conocéis mejor las Mazmorras que nosotras. Te cambio un chico por una chica – sonrío de lado.

No termina de convencerme el tema de Crautchin pero no quiero pelearme con Dariel; es mi mejor baza en todo esto, y fue quien me ayudó con mi primera visión y quien se ofreció a acompañarme a ver a Trelawney. Es un buen aliado.

Dariel: Hago un mohín con la boca.

-Vale. Hablo con ellos, pero no te garantizo nada. Aunque un chicos contra chicas sería divertido. Ya sabes, ver quien llega antes...- sonrío maliciosamente.

Sigma: - Vale, os esperamos en los pasillos de Pociones – le respondo, señalándole – No tardéis. Allí decidimos si hacemos una competición chicos VS chicas. Ya veo que os cuesta separaros – le saco la lengua y luego le doy un toque con el índice en el mentón – Y gracias – aunque eso lo digo con la boca pequeña, de espaldas a él mientras vuelvo con Nissa y Mack, que deben estar odiándome.