Partida Rol por web

Es una noble y se comporta como tal. Es altiva y orgullosa, y crees que desprecia a la plebe. Por otra parte sus modales son exquisitos y está muy formada. Podría llevar la casa en tu ausencia, hasta mejor que tú.

Por otra parte, contigo se muestra melosa y sumisa, midiendo sus palabras y atenta a tus cambios de expresión.

Coger a más de 2 sirivientes menores te costará 500 mo extra cada uno más otras 500 para aumentar la casa capitular para darle unas estancias adecuadas. Es decir, 1000 mo por cada miembro por encima del límite de 2 que te pongo.

Luego, como posibles "aumentos" que se me ocurren, así a bote pronto serían cosas que por cada 1000 mo te dan un bono de +1, 2000 para +2 y 5000 para +3

Los bonos posibles que se me ocurren:

Muralla +1 a la CA cuando te defiendes de un ataque.

Salón para atender visitas distinguidas +1 diplomacia gente alto estatus

Salón para audiencias con el vulgo +1 diplomacia vulgo

biblioteca +1 a un conocimiento

Sala entrenamiento +1 sociales al tratar con miembros de la orden

etc etc.

UN AÑO EN ILANIL

Mes 1: Acepto a Belinda Junt como escudera, le explico como quiero hacer funcionar la Casa Capitular y le inculco mis valores hacia el pueblo llano, los indefensos y demás ya que sé que es donde su personalidad flaquea. Hago construcciones de la Muralla etc etc. Invito a quedarse el tiempo que quiera al Ser Embajador de mi orden charlo con el y le pido que me cuente cosas de la orden y sus viajes, le pregunto sobretodo por los elfos para sacar informacion sobre ellos. Tambien paso tiempo con Ser Squirrel y le pido que me hable sobre la naturaleza y sus conocimientos, tambien le pido que en el mes siguiente haga un viaje conmigo.

Mes 2 a 5: Dejo a Belinda al cargo y me marcho de viaje con Ser Squirrel hacia la tierra de los elfos. Mi idea es hablar con ellos, ofrecerles mi ayuda en todo. Quiero trazar una alianza con el Rey elfo o quien mande ahi, que la Orden la Rosa y sobretodo mi Casa Capitular no sean considerada enemigos sino todo lo contrario que seamos considerados aliados. Voy a intentar por todos los medios trabar una alianza con un matrimonio, quiero casarme con una elfa para que a ojos de todo el mundo haya una alianza y empezar a poner paz entre Humanos y Elfos haciendoles ver que el verdadero enemigo son los orcos y otras criaturas malvadas. (He puesto mes 2 a 5 porque no se cuanto tiempo me llevara, me llevo a Ser Squirrel criatura de la naturaleza conmigo y le hago saber mis intenciones para que me pueda ayudar con mi idea con los elfos)

Se queda unos pocos días, haciendo honor a tu hospitalidad.

Te parecerá un hombr emuy conetnto de su cargo. Ha viajado por toda Gallantia y sabe muchas cosas de muchso sitios. Sin duda podría darte buenos consejos para ir a prácticamente cualquier lado.

Sobre la órden te insiste que es muy importante hacerte valer para tu gente. Tus protegidos. Viajar es papel de los emisarios como él. Lo tuyo es gestionar la casa capitular, aunque eres libre de gestionarla como creas, y cualquier cosa que ayude a la órden es bienvenida.

La órden tiene grandes mecenas, apoyos materiales y simpatizantes. En caso de guerra podríais poner en marcha una fuerza bastante respetable. Crees que se calla algo, pero no lo expresa por mucho que lo piques.

De los elfos te habla de Ciudad Alta, la capital elfa, muy al norte de Ilanil, Ciudad Armonía, más al sur, donde viven elfos con humanos y luego más al sur hay una gran pradera con varias fortalezas que dividen las tierras de los elfos de las de los humanos. De la Ciudad Alta poca cosa te puede decir, salvo que allí vive la Gran Matriarca. Es una ciudad prohibida para los humanos, salvo contadas excepciones. La ciudad más "pública" es ciudad Armonía.

Los elfos tienen los roles muy definidos. Las elfas son las que mandan. Las matriarcas y las qu etienen las decisiones de peso. Los elfos se encargan del tema guerrero y las tareas menores. Hasta sus tropas de élite son mujeres.

Viven en armonía con la naturaleza, o al menso así era hasta la llegada de los humanos, que les obligaron a copiar las técnicas de lucha y construcción bélica humanas, para no ser arrollados por ellos.

Son muy celosos de su intimidad y sus tierras sagradas. Veneran a los árboles como símbolo de longevidad y paciencia, y parece que tienen cierto lazo empático con las fuerzas de la naturaleza que les permite comunicarse con los animales y las plantas.

Sobre tus ayudantes...

Walrick: Lo acepto a el y los suyos, le dejo claro que si se comporta con su afan de querer ser escudero intentare en mis ratos libres enseñarle fundamentos de la espada y escudo, tambien le digo que si aprende bien mis lecciones de espada y galanteria tratare que la orden de la rosa le de una oportunidad de cumplir su sueño.

El hombre le pone más empeño que otra cosa. Por unaparte es bastante incompetente, y por otra no puede evitar decir chascarrillos poco caballerosos y usar técnicas de combate sucias como pisarte el pie y otras cosas así para tener una ventaja. Como caballero es un caso perdido... Y tus atenciones a Walrick ponen celosa a Belinda que no ve con buenos ojos que pierdas el tiempo con semejante despojo. De todas maneras Walrick está muy orgulloso y le encanta fardar de tus enseñanzas. Este año ganas un +1 adicional a la diplomacia ocn el vulgo de Ilanil.

Kiliboss: Lo acepto a el y sus dos san bernardos y me encargo de que Walrick ayude a Kiliboss en tareas que requieran salir al aire libre, vease enviar mensajes etc etc

Te agradece tu buena disposición.

Viejo Fred: Tambien le doy una calida bienvenida, hablo con el distendidamente y le dejo claro que agradezco mucho su ofrecimiento, esta claramente contratado. Ademas le pido que si tendria el honor de enseñarme un poco a disparar con arco ya que no es mi mayor virtud. Tambien le sondeo de si tiene algun hijo o heredero que quiera venir a la casa capitular para ir aprendiendo y darle la oportunidad de ser mi escudero en cuanto el que tengo ahora termine su servicio. Y de poder ser hablara con Ser Squirrel para que tomase al hijo/nieto del Viejo Fred como escudero.

Acepta tu amable petición de enseñarte a disparar. Es un hombre seco y sus elcciones son a desgana. hay cierto resentimiento, y se acrecenta con tu oferta bien intencionada de aceptar su hijo/nieto. No ha tenido hijos ni se ha casado nunca. Se ha reservado para el momento de ser caballero... un momento que nunca ha llegado, ni llegará ya. Ahora no tendrá hijos que lo cuiden en su vejez, ni sabelo que son las caricias de una mujer (o eso te dice).

Al margen de eso es un guardia eficiente y sus hombres le son muy adictos.

Viajas al norte, hasta Ciudad Armonía, con la compañía de ser Squirrel. Ir a su lado te abre puertas con los elfos y sois acompañados como invitados hasta la ciudad. Os acompaña una patrulla de elfos montados en ciervos y alces,

una patrulla que ha aparecido al poco de entrar en sus tierras, pero como he dicho, hablan con Ser Squirrel y os tratan bien.

Entráis en la ciudadela, de altos y estilizados muros, con sus delicadas torres cubiertas. Todo es de diseño humano, pero un diseño más estilizado y delicado que el estandar humano, por lo general más chaparro y funcional. Las calles está empedradas y limpias, y está claro que hay un doble muro, con un ancho camino de ronda entre ambos muros antes de acceder a la ciudad bajo una enorme puerta rastrillada.

Os guían por las calles empedradas. Hay bastantes humanos, pero también elfos. Te queda muy claro que los humanos hacen las tareas más humildes mientras que los elfos parecen pasearse con tranquilidad en lugar de trabajar y sus ropas son más elegantes.

Os llevan hasta una fortaleza que hay dentro del recinto. Crees que hay un gran jardín, pues copas de árboles sobresalen por encima de esos muros interiores, pero no lo llegas a ver, pues os conducen a una sala que hay cerca d ela entrada, una especie de cuerpo de guardia.

Estáis con guardias en la puerta, unos criados humanos os sirven unas bebidas refrescantes y al poco llega un elfo con porte altivo pero expresión franca, flanqueado por dos guardias, que con un gesto de su mano se detienen en la puerta y avanza él hasta vosotros...

Bienvenidos caballeros... Espero que disfrutéis de vuestra estancia en nuetsra ciudad. Soy Duro, el Guardián de Ciudad Armonía. Si deseais tratar algún tema con Senda, nuestra Matriarca, así se lo haré saber...

Mientras, permitidme que os invite a alojaros con nosotros...

y se os asigna una pueqeña vivienda, con un guía elfo para ayudaros a haceros más cómoda la estancia.

Con todos los elfos que me encuentro me muestro galante y cordial, en ningun momento me muestro altivo ni hostil. Mi visita aqui tiene muy claros fines y voy a demostrar como soy realmente, mi armadura no podra ocultar mi buen corazon.

Durante el viaje disfruto de la frondosidad de sus bosques sagrados y admiro la ciudad, su arquitectura es menos burda que la nuestra y es de agradecer. No puedo evitar pensar que ojala algun dia la Casa Capitular pueda ser hecha por manos elficas.

Cuando estoy frente a Duro decido entablar conversacion:

-Muchas gracias Guardian Duro por vuestra hospitalidad, vuestra ciudad es preciosa y tanto Ser Squirrel como yo os agradecemos que nos hayais dado esta bienvenida tan hospitalaria. -hago una pequeña pausa- Estoy seguro que entre tan seguro muros y con tan eficientes guardias no vamos a necesitar de nuestras armaduras ni espadas. Así que si lo encontrais oportuno las dejaremos donde nos alojeis. -sonrio cordial y añado- Para no llamar la atencion con nuestras humildes y burdas ropas humanas, ¿seria posible adquirir almenos durante nuestra estancia aqui ropajes elficos para Ser Squirrel y para mi? Oh! Y espero que tal peticion no supongo un insulto o desfachatez por mi parte, no soy muy conocedor de las costumbres del pueblo elfico.

Tras la bienvenida y presentaciones y recibir respuesta del Guardian de Ciudad Armonia dire:

- Me gustaria ver a vuestra Matriarca Seda si es posible, he traido un humilde presente para ella. Pero no me gustaria estorbarla o ser un invitado incomodo Guardian Duro, ¿podeis decirme como he de actuar en una audiencia con una Matriarca de vuestro pueblo? No quiero ser grosero. -sonrio amablemente y espero su respuesta, tambien me fijo si mi forma de ser gentil y amable es bien recibida-

Acoge con agrado tus palabras.

Actuad como sois, ser Galath... Es todo lo que necesitáis.

Sois caballeros de la Rosa... Es algo de lo que estar orgulloso, ser.

Añade, algo enigmático.

Una vez en vuestras estancias ser Squirrel te habla con su voz estridente y aguda.

Ssssherrrr... Esta zzzzziudad essssh bonita, eh?

Comenta mirando pro al ventana, la calle. Luego salta hasta la mesa y toma las ropas élficas a su medida, que hay junto las tuyas.

Quizasssss no ssssherrr buenaideaponerropassss elfozzzsss... Ellossss orgullosssossss de lo que serrr... Humanossss nosonbuenosss amigossss naturalezzzz... Pero quizzzz-ás gustar gesto. Hablarbiensu exzzzzzz-celencia

Asiento agradecido al Guardian Duro.

- Vuestras palabras me honran Guardian Duro, sois muy amable. -hago un gesto respetuoso con la cabeza sin olvidar la galanteria tipica de un caballero.

Cuando me encuentro con Ser Squirrel en los aposentos hablo abiertamente, tras irme acostumbrando a su "peculiar" voz he encontrado en el a un buen y sabio amigo.

- Es una ciudad preciosa, han sabido juntar muy bien la arquitectura humana con la majestuosidad y delicadeza de la arquitectura elfica. -miro con el por la ventana- Sobre los ropajes creo que deberiamos ponernoslos, es una muestra de su hospitalidad y debemos corresponderla. Ademas, nuestras ropas bajo la armadura son humildes, podria ser una ofensa ir a la audiencia con la Matriarca Seda asi vestidos.

Empiezo a ponerme las ropas elficas esperando a que nos avisen para ir con la Matriarca Seda, si va a tardar dias en recibirnos paseare por la ciudad con Ser Squirrel y me mostrare galante y amable con todo el mundo. Tratando de hacer "buenas migas" con las gentes de Ciudad Armonia.

Todo parece indicar que vais a estar días esperando la cita, pero cuando estáis pensando en salir a dar una vuelta aparece un mensajero, que habla unos momentos con vuestro guía y os indica que la matriarca os espera de aquí a una hora. Os arregláis y el guía os conduca hasta una fortaleza que hay dentro de la ciudad. Una especie de bastión dentro de la ciudad. Desde fuera se intuye un frondoso jardín en un recinto amurallado anexo a la fortaleza. Se os introduce en el jardín de la fortaleza por esta puerta, que él cierra desde dentro (de golpe)

Dejandoos solos en el jardín...

En el jardín se oyen infinidad de pájaros y se respira paz. Te sientes abrumado por tanto verdor, los penetrantes olores de la naturaleza te hacen sentir protegido y en armonía con el mundo. Sientes el penetrante olor de la tierra húmeda, los musgos...

Empezáis a andar por él...

Además de pájaros, también acuden conejos y cervatillos, curiosos ante vuestra presencia. Ser Squirrel parece olfatear con etusiasmo el aire, casi como si se alimentara con lo que huele.

El jardín es mucho más grande de lo que debería ser. Está claro que aquí hay magia, pues no cabe un bosque tan grande en un recinto tan pequeño.

Finalmente, como guiados por una fuerza superior, os topáis con la Matriarca.

Buenos días, viajeros. Soy Senda, la Matriarca de esta ciudadela... Sed bienvenidos, caballeros de la Rosa.

Le ofreces tu presente con gran reverencia y cortesía, que ella toma de tus manos como si le estuvieras ofreciendo un presente muy valioso e importante y te sonríe.

Os agradezco mucho el regalo, caballeros...

Y con un gesto os invita a acompañarla en su paseo por el bosque.

Aquí me siento bien... Las murallas y la piedra me oprimen. La piedra y la guerra no están hechas para los elfos...

Os confiesa ella.

¿Qué os trae a nuestra ciudad, caballeros?

La naturaleza me rodea e imbuye en mi corazon un sentimiento de paz, calma, sosiego.... no puedo dejar de observar maravillado el magico lugar. Ahora entiendo porque los elfos protegen la naturaleza de este modo.

Cuando finalmente aparece la Matriarca Senda ante nosotros hinco mi rodilla al suelo y agacho la cabeza como si de una Reina se tratase, soy desconocedor de las costumbres elficas pero mas vale actuar con el maximo respeto.

- Es un honor para mi poderme reunir con vos Matriarca Senda. Ni este lugar tan magico y bello puede competir con vuestra belleza y hospitalidad. -hago una pausa cogiendo el presente que he traido para ella, una preciosa y sencilla rosa hecha con nacar de un color rosa palido y una pequeña pero brillante perla blanca enmedio- Porfavor aceptad este presente de parte mia y de la Orden de la Rosa como muestra de agradecimiento.

Tras entregarle el presente me pongo de nuevo de pie para acompañarla en el paseo, trato de no pisar ninguna flor o partir alguna rama, camino con cuidado por ser respetuoso al maximo mientras escucho sus palabras.

- Entiendo que prefirais este bosque a la fria y protectora piedra, yo solo llevo un poco aqui y lo cambiaria por la seguridad de los muros de mi Casa Capitular. -cuando hace el comentario de la guerra la miro con sinceridad a los ojos y digo- La guerra no deberia existir, no puedo negar que soy un hombre de armas versado pero os aseguro que mi mente vuela en sueños imaginando una Gallantia sin guerras ni violencia en la que humanos y elfos podamos vivir en armonia y paz.

Finalmente cuando pregunta por el motivo del viaje hago uso de toda mi diplomacia, porte y buen talante para explicarle mi idea.

- Como os he dicho antes quiero la paz, en Ilanil soy una persona respetada tanto por el pueblo llano como por los altos cargos, he accedido a quedarme en Ilanil y regentar una Casa Capitular de mi orden que queda entre ciudad Armonia y Ilanil porque creo que soy necesario aqui para que este sangriento e innecesario conflicto cese de una vez por todas. Mi escudo y espada estan al servicio de la paz no de la guerra, he defendido a todos los que lo necesitaban, fuesen elfos, semielfos, humanos, enanos.... -hago una breve pausa y de nuevo la miro a los ojos, con sinceridad y respeto- He pensado que un matrimonio seria una buena manera de entablar la paz entre humanos y elfos, yo mismo he pensado en renunciar a mi estatus de caballero para poderme casar con una mujer importante de vuestro pueblo elfico para asi sellar la paz y entre ambos usar nuestra influencia con nuestros respectivos pueblos para que acabe la guerra y la hostilidad y juntos podamos traer unos tiempos mejores a Gallantia. Es por eso que he venido Matriarca Senda, para haceros este ofrecimiento y que me digais que pensais. ¿Os parece una buena idea? ¿Deberia personarme ante la Gran Matriarca y preguntarle a ella?

Te mira intentando comprender lo que le dices.

Hacéis un gran sacrificio por la paz... Si eso fuera posible conseguirlo así. La órden de la Rosa es amiga de los elfos, y los elfos de la órden. No pocos elfos sirven en vuestras filas, como vos sabéis... No hay guerra entre nosotros... Ni la habrá... Un matrimonio, como decís los humanos, entre vuestro rey y nuestra reina... Pero vuestro rey está casado y no nos entiende. No aceptaría jamás la posición de poder de nuestra reina. Y nuestra reina, para seros sincera, desaprueba la forma de hacer humana. hay asuntos que han de estar en manos de las mujeres. Las guerras son cosas de hombres, y es por ello por lo que un hombre no puede gobernar. Una madre haría lo posible para evitar enviar a sus hijos a la muerte. Los hombres buscan la gloria mediante la guerra...

No os ofendáis, ser Galath. Como bien decís, sois hombre de armas, pero no hombre de guerra. Estáis como nosotros. Empuñamos las armas para evitar la guerra... Paradójico, pero necesario cuando nos acosan los humanos... Y los orcos.

Camina un poco más, y mira con una sonrisa el cuidado que pones en no dañar la naturaleza. Ser Squirrel os sigue atento a todo lo que se dice.

Nuestra ciudad es un ejemplo que los elfos ponemos todo nuestro empeño en hacer que ambas razas convivan... Pero Gallantia se ha convertido en un lugar muy complicado con la llegada de vuestro pueblo. El reto nos ha hecho crecer, pero nos acercamos al cénit... Y después del cénit llega el ocaso...

Se vuelve y os mira a ambos al decir las últimas palabras.

Sois gente de paz y os acompaña ser Squirrel, un buen amigo de la Naturaleza y, por extensión, de mi raza. Si lo que deseais es la paz... hay un camino. Un camino complicado, peligroso... Pero es, a su vez, el camino de la salvación para toda Gallantia...

Baja la voz hasta casi un susurro y os mira muy fijo.

La Joya... La Joya nos fue robada durante la Primera Guerra. Los humanos codiciosos se la llevaron como botín de guerra y nada más se ha sabido de ella. Si volviera a nosotros, podríamos poner fin a las guerras... Para siempre.

Tened en cuenta que las Guardianas de la Luz también la buscan, por lo que si os encontráis con ellas hacedle saber que yo, Senda, os he suplicado vuestra ayuda para esto...

Escucho sus palabras con mucha atencion y respeto, no la interrumpo en ningun momento. Cada vez me gustan mas la sabiduria de los elfos.

- Matriarca Senda, todo lo que me decís me es cercano a mi forma de pensar y la forma de sentir de mi corazon. Siento haber sido tan estupido de pensar que si me casase con una Matriarca evitaria todo el daño que nuestros pueblos estan sufriendo a manos unos de otros. -hago una pausa y añado- Mi orden no levantara un arma en contra de los elfos ni tampoco de los humanos. Pero he tomado la decision de que si hay que cabalgar a la batalla yo y mi Casa Capitular lo haremos de vuestro lado, aunque preferiria evitar que llegase esa batalla....

Cuando me habla de la Joya la miro profundamente a los ojos por si en ella hubiese intencion de engañarme o manipularme. Finalmente al acabar de oir sus palabras le digo con total sinceridad y agachandome de forma respetuosa.

- No debeis suplicar mi ayuda Matriarca Senda pues ya la teneis ganada. Hare todo lo posible por conseguir la Joya aunque tenga que dar mi vida para conseguirlo. Ahora mismo solo hay dos opciones, que vuelva con la Joya o que muera intentandolo. Es mi juramento. -tras hacer el juramento me levanto de nuevo y la miro a los ojos- Aun asi creo que lo del matrimonio es una buena idea, conozco a mi gente y siempre se han hecho matrimonios asi para sellar la paz. A ojos de mi pueblo si me ven casado con una mujer del pueblo elfico creeran mas en la paz, y por mi parte sabria aceptar vuestra cultura y no seria un problema para mi encargarme de lo fisico y bélico y dejar lo demas para la que fuese mi esposa elfa. -la miro a los ojos y le pregunto con sinceridad- ¿Creeis que vos o alguna Matriarca aceptaria a un Caballero de la Rosa como yo?

Al acabar tus palabras ella sonríe.

Sois muy gentil... Pero haréis más bien a la paz como caballero que como consorte de una Matriarca... Además, vos no lo sabéis, es normal, pero sólo en muy raras ocasiones una matriarca toma esposo. Las matriarcas, así como la mayoría de los elfos, se juntan sin votos, sin juramentos. La naturaleza no requiere de esas cosas. Son juramentos vacíos para mantener atado lo que ya está atado... O para mantener atado lo que no desea ser atado. En ambos casos no tiene sentido a nuestros ojos. Sabemos que para vosotros es muy importante, pero para nosotros no.

Frunce el ceño y la naricilla de una forma graciosa.

Si deseais casaros hacedlo por amor, no por política. Es por lo único que vale la pena romper vuestros votos sagrados... Después de todo, y perdonad si no os entiendo... ¿Se podría creer en alguien que rompe unos votos para tomar otros? Acaso no puede volver a romperlos por otros que sean más propicios en ese momento?

Se encoje de hombros y se inclina a modo de disculpa.

Perdonadme si no me expreso bien... No poseo la sabiduría de la Gran Matriarca para estas cosas.

os invita a seguir paseando y charla un rato con ser Squirrel sobre sus hazañas y descubres que en el pasado ha luchado al lado de los elfos y les ha ayudado en algunos asuntos delicados y caballerescos... Rescató a una joven elfa de las garras de unos orcos y en otra ocasión expulsó de uno de los bosques sagrados a unos cazadores furtivos que habían herido a un par de elfos.

Parece que habéis vuelto hasta la puerta de entrada al jardín.

No hace falta deciros que sois bienvenidos a nuestra ciudad y que podéis quedaros el tiempo que sea necesario... Para cualquier otra duda podéis hablar conmigo, con Duro o quien creáis conveniente. Nuestra casa es vuestra casa, nobles caballeros.

Mientras paseamos escucho sus palabras educadamente y con total interes. Mientras ella va contandome yo lanzo algunas preguntas o "anotaciones".

- De nuevo lo que me decís de vuestra cultura me atrae, siempre he creido que si dos personas se aman no es necesario ninguna atadura bajo la fé. Aunque he de reconocer que para mi lo bello de una ceremonia es poder ante todos tus amigos y seres queridos explicar el amor que hay entre ambos. Pero teneis razon, ¿para que atar lo que ya está atado por los sentimientos? -hago una pausa- Contadme mas porfavor Matriarca Senda, ¿en que ocasiones toman esposo las Matriarcas?

Seguimos paseando me lanza la frase que mas me choca y respondo.

- Yo tambien creo que hay que casarse solo por amor Matriarca Senda, pero si he de sacrificar eso por el amor que siento por la paz y para acabar con el sufrimientos de tantos me sacrificaria con gusto. -entonces dice de lo de la Gran Matriarca y decido preguntar- ¿Creeis que la Gran Matriarca aceptaria recibirme? Tambien he traido un presente para ella y tambien tenia pensado preguntarle lo mismo que a vos.

Tras mis preguntas y conversacion con ella escuchare las hazañas de mi compañero Ser Squirrel y lo mirare con admiracion y orgullo. No podria estar mas contento del Caballero que viaja conmigo, espero estar a la altura de alguien como el.