Partida Rol por web

Escucha todo lo que dices y cuando acabas resopla, molesto, o resignado.

La castidad os hace mejor caballero. No pensáis en cosas que no os conciernen. Si tenéis esposa e hijos vuestros votos no tienen valor. En caso de tener que elegir... ¿Qué elegiréis? Proteger a una persona anónima o a vuestros hijos? Es por eso por lo que no podemos tener lazos familiares. Si sois un caballero de Syranel y tomáis esposa y engendráis hijos, es posible que un día os tengáis que debatir entre conseguir la Joya o salvar a vuestra familia... ¿A quién fallaréis, ser Galath?

Pero entonces entrecierra los ojos y te mira algo triste.

Poco puedo hacer para haceros cambiar de idea... Ya veo que Syranel ha usado de sus artes para convenceros... Y creedme que sé como es esa mujer...

Esta bien. Podéis retiraros, ser... pero pensadlo bien. Si al final dejáis vuestro símbolos de caballero antes de iros sabré cual es vuestra decisión. En cualquier caso habéis sido honesto y no me he encontrado con un caballero amancebado... O algo peor.

Te dice con un gesto de la mano.

Podéis contar con nuestra amistad, ser.

Remata, y te da la espalda, como dándote permiso para retirarte... ¿Quizás está llorando y no quiere que lo veas? Quizás es simplemente un poco altivo? Quien sabe.

Escucho sus palabras, aunque con el resoplido que las precede se que no van a ser muy buenas. Aun asi aguante estoicamente, con una leve sonrisa en los labios, amable no burlesca.

- No fallaré a nadie Ser Escarcha, trataria de salvarlos a todos para eso me entrenasteis tan bien. -agacho la cabeza con respeto- Siempre actuare por el bien de muchos, no por el mio propio.

Cuando dice lo de Syranel sonrio levemente de nuevo aunque tengo cierta curiosidad.

- La Gran Matriarca Syranel ha sido muy buena conmigo y no me ha empujado a ninguna decision, pero me ha dado su apoyo en la que sea que tome. Y eso espero tambien de vos mi señor, sois mi mentor y jamas olvidare todo lo que habeis hecho por mi vos y mis hermanos caballeros.

Cuando esta de espaldas, sabiendo que cuento con su ayuda y que ha accedido a dejarme marchar por mucho que le pese me quedo y le pregunto.

- Porfavor Ser Escarcha, contadme mas sobre esta Muerte Roja, la gente os acusa a los elfos de ser los responsables por ser inmunes a ella pero yo no me trago ese embuste. ¿Que podeis contarme? Y no puedo reprimir mi curiosidad, ¿de que conoceis a la Gran Matriarca Syranel?

Ahora que lo pienso, por altura y palidez son bastante parecidos... ¿serán familia?

Tarda un poco en volverse hacia ti. Se lleva una mano a la cara... Pero no ves nada. ¿Se habrá secado una lágrima, arreglado el cabello?

Se gira y te mira como si mirara a través de ti, como si viera algo que hace mucho que ve.

Idealizáis a mi pueblo, ser. Hay ruiseñores y hay cuervos. Y ambos son pájaros... ¿Diríais que todos los humanos son buenos? Que todos son malos? No puedo responder por mi pueblo, sólo por los inocentes. Justo en nuestra ciudad había un elfo... Puntafina. Un gran espadachín con su propia escuela. Al poco de darse los primeros casos de Muerte Roja dejó la ciudad de forma apresurada... Y poco después llegó la epidemia a la ciudad. ¿Casualidad? Quizás... he enviado a algunos de mis hombres a buscarlo, pero aún no sé nada de ello.

Sobre tu pregunta de Syranel parece que ser Escarcha se resiste a contestar. Te mira, da la vuelta a su mesa y se deja caer en la silla pesadamente.

A Syranel la conozco desde hace mucho tiempo. Mucho...

Escucho sus palabras cargadas de elocuencia pero no caigo en el juego que el desea que caiga, o almenos eso pienso yo. Decido responderle midiendo bien mis palabras.

- No hay ninguna raza o nacion en la que no hayan manzanas podridas, pero creo que dentro de vuestro pueblo abunda mas la bondad que dentro del mio. Los humanos vivimos de manera mas intensa, y nuestra corta existencia lleva a muchos a querer conseguir lo que quieren a cualquier precio y es ahi donde perdemos Ser Escarcha.

Le dejo que termine de hablar sobre Puntafina y Syranel, es entonces cuando me atrevo a preguntar.

- Ese Puntafina es peligroso? Si creeis que tiene relacion con la Muerte Roja ¿como creeis que debo actuar con el si por casualidad me lo encuentro?

Finalmente añado, ya que la propia Gran Matriarca Syranel me dijo que la sabiduria de Ser Escarcha es tambien extensa como la suya.

- Ser Escarcha, mi señor.... ¿que podeis contarme vos sobre la "Joya"? ¿Me aventuro a una cruzada imposible? La Gran Matriarca Syranel me contara mas de la "Joya" cuando vuelva, pero vos seguro que tambien podeis ayudarme.

Asiente sobre tu reflexión humana.

Sí... Vuestra fugacidad os lleva a realizar grandes actos... Ya sea buenos o malos. Que nuestra longevidad no te deslumbre. Son muchos los elfos que se pasan siglos paseándose sobre Gallantia sin hacer nada por ella. La bondad... ¿Quién merece más respeto? Aquel que lucha en su interior por hacer el bien, aunque desee hacer el mal? O aquel que no tiene esa clase de impulsos?

En este punto hasta parece que su máscara gélida se rompe y la emoción asoma a su rostro.

Y decidme, ser Galath. Habéis estado meses con los elfos... ¿Habéis visto muchas muestras de bondad? O sencillamente viven sus vidas? Qué han hecho por Gallantia? Han decidido recluirse en la parte más apartada de Gallantia y esperan que el mundo se muera de viejo para volver a salir... Los elfos no hemos hecho las cosas mucho mejores que los humanos... Yo mismo luché, hace mucho tiempo contra los orcos. Cuando no eran lo que son hoy. Eran una raza sensible, amiga de la naturaleza, centrada. Los primeros que pisaron Gallantia. Pero nosotros les arrebatamos sus conocimientos sobre la naturaleza, los enanos les arrebataron su casa. Entre unos y otros los expulsamos, desposeidos de todo, a los agujeros donde ahora se esconden. Llevan demasiados siglos viviendo del rencor de ese día. ¿Es eso bueno? Eh? Eh?

Se lleva las manos al mentón y sus ojos chispean.

Mmmm... Veo que Syranel no os ha contado eso que acostumbra a llamar pecados de juventud...

Ves claramente que en el pasado Escarcha y Syranel debieron de ser amantes, pareja o algo así. Se le ve cierto resentimiento y cuando la nombra jurarías que le duele. Quizás exagera, o quizás justamente ser Escarcha es como es a causa de Syranel...

Disculpadme, ser.

Dice con un suspiro.

Puntafina decís... Sí. Es muy peligroso. Sobretodo en combate singular y cuerpo a cuerpo. Es la especialidad de su escuela. Ha formado los mejores duelistas de todo Gallantia. No sé si tiene relación, por eso quiero hablar con él. Los humanso neceistan un cabeza de turco y Puntafina les ha dado todas las excusas... Si os lo encontráis... Sed cortés. Una mala palabra os puede llevar a un duelo. Pero ya no es vuestro cometido. Comunicadle a uno de nuetsra orden donde lo habéis visto. Vuestra misión es otra... Dice con una mueca extraña. La Joya... La Joya... La Joya fue creada para proteger todo aquello que estaba en peligro. Y nos fue robada en la primera guerra con los humanos. Quizás sea mejor así. Los tiempos cambian... Y hay algo que Syranel no os ha dicho... Ya hay un grupo buscando la Joya. Flor Gentil. La mayor de las Guardianas de la Luz. Y os aseguro que que no le gustará saber que un humano también la busca.

Te observa con el rostro tenso.

Sí, sé más cosas sobre la Joya, pero le corresponde a Syranel hablaros sobre vuestra sagrada misión. Quizás he hablado más de lo prudente. Me he dejado llevar por... la emoción.

Remata con una mueca de desagrado. Tras lo cual te invita a irte.

Si me disculpáis, ser... Os deseo mucha suerte en vuestra misión.

Escucho todo lo que Ser Escarcha me dice, parece ser que he conseguido que esa máscara de hielo pulido se resquebraje pues me habla sin tapujos como nunca habia visto. Todo lo que me dice me llevara tiempo reflexionarlo, pero lo que mas me ha preocupado es lo que me ha dicho sobre Florgentil. ¿Me ha engañado Syranel? ¿Realmente esa Florgentil puede tomarse mal que la ayude? Todo son incognitas....

- Os debo eterna gratitud por todo Ser Escarcha, por lo que me habeis dicho ahora, por permitirme abandonar la Orden de la Rosa, por haberme forjado como el hombre que hoy en dia soy, todo. -hago una sentida reverencia a Ser Escarcha- Cuando nos volvamos a ver será como amigos y aliados. Me mantendre en contacto con vos Ser Escarcha.

Veo claramente que desea que me marche ya que ha hablado mas de la cuenta, tras la reverencia me marcho y cierro al salir. Me acerco a la armeria y en una palestra dejo la espada y escudo antiguos que recibi de la Orden y en un estafermo coloco mi armadura pieza a pieza. Consigo reprimir las lagrimas pero mis ojos se ven llorosos, recuerdo lo que senti cuando recibi esta armadura y es por eso que se me hace tan emotivo este momento, pero he elegido un nuevo camino y en mi corazon siento que estoy haciendo lo correcto.

Al salir fuera me cubro bien con mi capa, tal vez sintiendome desprotegido sin armadura y siendo por primera vez un hombre de a pie, no un Caballero de la Rosa. Me subo al caballo y me como un pastelito de Largamirada, no solo por hambre o fatiga, sino para recordarla. Su dulce sabor aparta de mi un poco la amargura del momento y me recuerda porque estoy aqui haciendo esto.

Espoleo a mi caballo camino de donde habia dicho a Ser Squirrel que debiamos reunirnos si el podia, si no esta ahi entiendo que no ha podido venir. Tratare de tomar el barco hacia Bastion Blanco para ver al hombre que nos "prometio" una audiencia con el Rey y asi expresarle mi decision. He de tratar de conseguir su bendicion para la nueva Orden.

Al encontrarme con tanta dificultad para ir a ver al "Gran Rey" de Bastion Blanco decido intentar ser recibido por el Rey que hay en Gallantia.

Viajare hasta el castillo/vivienda del Rey en Gallantia, estando en Nuevo Bastion no puede estar lejos de donde estoy ahora. Llegare hasta ahi y pedire una audiencia. Me presentare como ex-Caballero de la Rosa y Heroe de Ilanil. Supongo que con todo lo que hicimos se debe saber de nosotros. Dire que es un asunto importante y asegurare/demostrare no estar contagiado por la Muerte Roja.

Explicare que conozco al "ayudante" del Rey de Bastion Blanco y que tenia asegurada una audiencia con el pero con esto de la Muerte Roja veo muy dificil viajar hasta ahi y pretendo que me atienda el Rey de Gallantia en funciones.

Antes de irte pasas por la herrería para dejar tus cosas y te atiende ser Dontos. Cuando el explicas un poco todo asiente sin decir nada. Te despoja de la capa, desmonta tu armadura y reemplaza las piezas que te identifican como un caballero de la Rosa por otras sin adornos. Hace lo mismo con tu espada. Desmonta la empuñadura de la espiga y te la cambia por una sencilla sin adornos ni distintivos.

Tened... La vida ya es muy dura ahí fuera como para que tengáis que salir con lo puesto.

Carraspea algo incómodo antes de proseguir.

Es... habitual que se les ofrezca, a los caballeros que dejan la órden de forma voluntaria y con honor, la posibilidad de continuar como mecenas para la órden.*

Te explica un poco en qué consiste el trámite y después de eso te ofece una copa de vino, un trozo de pan y se despide de ti, dejándote en la puerta.

Intentas una entrevista con el rey de Nuevo Bastión pero te dan largas y no te atiende. Parece ser que con el tiempo el rey de Nuevo Bastión se cree que no debe vasallaje a nadie... Y quizás sea cierto. Aquí hay una propia corte, una propia estirpe... Eso sí puedes dejar una petición por escrito de lo que deseas.

Después de pasar varias veces durante ese mes para saber de tu audiencia, uno de los secretarios te pide que le expliques con detalle la razón de tu audiencia... Parece muy interesado en lo de tu estatus de ex-caballero.

Espero pacientemente a que Ser Dontos haga su profesional trabajo con mi armadura, escudo y espada. Observo como hace su trabajo con cierta curiosidad, ya que por aqui solo habia pasado una vez cuando recibi lo que ahora me estaban quitando.

Cuando finalmente me habla sobre lo de ser mecenas le escucho atento y cuando acaba le hago un gesto de respeto con la cabeza y le sonrio a la vez que digo:

- Para mi seria un honor seguir vinculado a mis hermanos, quiero ser mecenas de la Orden de la Rosa para asi seguir ayudandoos. Habia conseguido varios mecenas para la Orden de la Rosa, pero creo que esta Muerte Roja se esta llevando a demasiada buena gente de Gallantia.

Finalmente decido salir a mi cometido de conseguir una audiencia con el Rey de Gallantia, pero veo que es algo que va a llevar tiempo. Asi que pido a Ser Escarcha si puedo como mecenas de la Orden de la Rosa y amigo dormir dentro de su Casa Capitular que esta libre de la Muerte Roja, asi solo he de salir fuera cuando hayan aceptado mi audiencia. Seria estupido arriesgarme a contagiarme cuando no tengo poderes curativos para ayudar a la gente de ahi fuera que sufre.

Cuando me atiende el secretario voy vestido con las ropas que me dieron los elfos. Voy lo mas limpio posible y he aprovechado para arreglarme la barba un poco antes de venir.

- Gratitud por atenderme Secretario, soy Ser Galath, ex-Caballero de la Orden de la Rosa desde hace pocos dias. -le hago una reverencia galante- Tenia disponible una audiencia con el Rey de Bastion Blanco, pero es imposible viajar hasta ahi con esta desgracia que ha caido sobre Gallantia llamada Muerte Roja. Es por ello que necesito reunirme con el Rey de Gallantia. -hago una breve pausa- Voy a fundar una nueva Orden que sera simbolo de Paz, pero sera una Orden a la manera de los humanos y los elfos. Sin votos sobre castidad que nieguen el amor a sus integrantes, reprimir la sexualidad lleva a la violencia. Habran tanto elfos como humanos en la Orden, de hecho cualquier criatura de puro corazon sera bienvenida a sus filas. Ayudaremos a todos los que sufren en Gallantia sin distincion por su raza, posicion social o clero. Cuento ya con la bendicion de la Reina de los elfos la cual me otorgara una fortaleza para la nueva orden y todas las facilidades de las que disponga. Mi viaje aqui es para contar con la bendicion y reconocimiento del Rey de Gallantia, tambien viajare a Burgundia para conseguir lo mismo de los Reyes Enanos. Es necesaria esta Orden en Gallantia, para que cesen los enfrentamientos y hostilidades tanto entre los Reyes, los ejercitos y la gente de a pie. Tambien he conseguido la alianza de la Orden de la Rosa. ¿Me ayudareis a tener una pronta audiencia con el Rey porfavor señor?

En todo momento me fijare en sus reacciones y lenguaje corporal, estare atento a sus palabras por si detecto algo extraño.

Pasan unos días y tienes una cita con el mismo secretario que te atendió.

Disculpad señor... Lo que solicitásteis... Bueno, hemos sabido que habíes abandonado la órden de la Rosa... Y que deseáis fundar vuestra propia órden... Bien... Eso está bien... Sois sabio... Bien... Necesitamos de vuestra ayuda... Vos tenéis la confianza de los caballeros y estáis hospedado en su casa a pesar de no ser caballero...

Os seré franco...

Y con un gesto te lleva a un patio interior del castillo.

La órden de la Rosa está metida en asuntos turbios... Cosas que no creeríais pues veo que sois alguien de recto proceder... Está acumulando mucho poder y creemos que tiene... Socios, poco recomendables. Quizás actúa por desconocimiento o por mala fe, eso no lo sabemos, pero en cualquier caso debemos limpiar esa orden de las malas hierbas.

Y te da una palmada amistosa.

Necesitamos el libro de contabilidad de la órden... O que nos transcribáis las entradas de donantes más importantes... Esos donantes creemos que están empujando la órden a hacer cosas ajenas a sus ideales. Hacedlo y podremos salvarles... No lo hagáis y ya veréis como se condenarán ellos solos...

Entonces parece que recuerda algo...

Ah! y sobre vuestra órden... Bueno, mi rey se pondrá muy contento cuando vea ese libro, o la información que deseamos... Y estoy seguro que caballeros de valor correrán a querer unise a un vasallo tan fiel de su majestad.

Llego con los mejores atuendos que puedo juntar a mi cita con el secretario que me atendio la anterior vez. Le sonrio amable y saludo de igual manera, aunque no sea el Rey almenos estoy teniendo la opcion de hablar con alguien cercano a el.

Escucho sus palabras, pero despues del cumplido sobre mi sabiduria veo que todo empieza a llevar unos derroteros que no me gustan nada.

- Escuchare vuestras francas palabras, y tratare de ayudaros en lo que me sea posible. Os acompaño.

Le sigo hacia el patio interior del castillo, admirando su arquitectura y belleza. Cuando nos detenemos en el patio le miro a los ojos, con tranquilidad y confianza. Y dispuesto a averiguar si me miente u oculta algo. Es entonces cuando empiezo a escuchar palabras que me cuestan creer pero sobretodo que me preocupan.

- Yo no soy un ladrón ni un espía, creo que os equivocais de persona a quien pedir algo asi. De hecho, me parece un grave insulto. Pero cuando veo verdad en vuestras palabras no puedo pensar en otra cosa que en cuan preocupante es la situacion de mi antigua orden. Os ayudare, a vos y vuestro Rey.

Pero a mi manera....

Tus palabras no lo tranquilizan, por lo que te mira, con el ceño algo fruncido.

Espía? Ladrón? Un patriota. Estoy seguro que sois un fiel servidor de su majestad. Un caballero. Que quiere fundar una órden virtuosa. Y os digo que ese libro puede ser la muestra de que la orden está corrupta y sus ideales son falsos... Y pensad donde irían los caballeros de recto corazón cuando se sepa que su orden no es lo que pensaban... ¿Me seguís?

Te dice con un guiño cómplice.