Partida Rol por web

El pijo le iba a la zaga, entendía que estuviera entre los habituales del podio. Le sorprendió que el machirulo perfiera ventaja ¿Lestaría afectando el culo de la feminazi? No tenía pinta de que ase le afectara nada así que sería mala suerte nada más. Independientemente de todo se lo estaba pasando como los indios, ni sentía el frío y reía ampliamente, pero no se confiaba y por eso vigilaba los flancos y la espalda, puede que en el agua sus competidores fueran más flojos, pero sabía que al volante eran hachas y ahí es donde se la jugaba de verdad. No obstante el hecho de haber adelantado considerablemente a Gao ya la llenaba de satisfacción.

En el último tramo, la adelantó elegantemente con la lancha. Pero como no quería estrellarla contra el banco de arena, frenó para bajarse en la orilla y desde allí comenzar a correr. Eso hizo que Queen se adelantara mucho a la hora de llegar al coche, y él tuvo que caminar por ese trecho de la arena cercano al mar, donde los pies se hunden y es difícil desarrollar cierta velocidad cuando se corre.

Con la frenada del chino, el pijo tuvo dificultades para llegar a la playa, pues tuvo que frenar para evitar una colisión. ¿Quien coño frena en una carrera así? Estaba que no estaba, algo le distraía. Ese no era el Gao que conocía.

No obstante, recuperó cierta ventaja al bajar a tierra corriendo como alma que lleva el Diablo. Estaba en forma, y se notaba.

Lo mismo podría decirse para Trevor. Un lío de lanchas que obstaculizaba el paso del resto de participantes, justo delante de la rompiente de la playa. ¿Estaban gilipollas o qué?

-Me cago en los pijos de los cojones -exclamó, tirándose al agua.

Nadó como un campeón los últimos metros, y salió del agua corriendo como el T-1000.

El ruso volvió a demostrar de qué pasta estaba hecho. Sorteó las lanchas y la suya, finalmente, entró en tierra recorriendo una decena de metros, antes de que saltara a la arena. Pero la fortuna quiso que tuviera una mala caída, y se diera contra una piedra. Eso le hizo perder la ventaja adquirida a su llegada. Pero aún así se mantuvo a la par de otros competidores.

Al igual que el ruso, maniobró bien al llegar a la playa. La moto de agua era mucho más maniobrera, y en eso se benefició. Pero a diferencia de las lanchas, la moto no podía meterse en tierra, así que perdió tiempo precioso chapoteando en el agua y corriendo lentamente sobre la arena de la playa.

Finalmente, el coche. Arrancó y el GPS se activó indicando la ruta. Había cogido ventaja a esos cabrones a la llegada de la playa, y ahora debía aprovecharla. Le esperaba un poco de curvas, pues la ruta en principio discurría por carreteras costeras y atravesando un valle.

El motor rugió cuando pisó el pedal del acelerador.

¿Que coño fue eso?
La maniobra de Gao la dejó con el culo torcido, la favoreció considerablemente, aún así no se detuvo y corrió como un gamo dejando tras de sí un completo desastre, menudo montón de pollos sin cabeza. Efecto dominó de manual.
Practicamente voló sobre la arena, en aire o mar a lo mejor era más patosa pero sobre la tierra... sobre la tierra era una diva y su cuerpo una máquina perfectamente engrasada para la velocidad.
Distinguió a su nena (su coche) al instante, con grandes zancadas subió la pendiente y llegó hasta el coche -Hola cariñito, ya estás con mami- arrancó se puso el cinturón y pisó el acelerador sintiendo como las revoluciones recorrían su cuerpo, espezaba lo bueno.

Había que remontar posiciones, así que tan pronto entró en el coche, se dió buena mano conduciendo. Queen se había confiado un poco, al ir en primera posición. Finalmente, se situó justo detrás de ella, preparado para adelantarla en la última y decisiva fase de la carrera.

Podía acariciar la victoria con los dedos...

Llegaba el momento de la prueba reina: la carrera con los coches. Su favorita, como la de la mayoría de los que practicaban aquellos triatlones. Era el motivo por el que los "amistosos" eran, simplemente y llanamente, carreras de coches como en la que ella había participado.

Trató de remontar un poco, situarse en una buena posición. No podía fallar... Esa liga tenía que ser suya.

A diferencia de otros pijos de allí, no tenía un deportivo de alta gama, si no un coche clásico con mucho trabajo de tuneo en el motor. Pero la aerodinámica no era la mejor posible, y tampoco estaba muy fino conduciendo ese día. Otros le pasaron por delante, y él se cagó en todo. Había comenzado tan bien...

Era conduciendo donde destacaba. Pero hoy tenía la negra, y no sabía muy bien por qué. Mala suerte, malas elecciones o cualquier otra cosa. Quizá es que se estaba poniendo nervioso, y para correr hay que tener nervios de acero. Quizá todo aquello le sirviera de valiosa lección en la vida.

O quizá no. Era ruso.

Mierda, mierda, mierda.

No estaba haciendo para nada un buen debut. No estaba cumpliendo ninguno de los objetivos que se había marcado. También es que era muy ambiciosa, quizá demasiado. La furia está bien para aporrear sacos de boxeo, pero en esas carreras ganaban los reflejos, la frialdad y la pericia.

Estaba dejando de divertirse. Llevaba sufriendo desde el inicio de la carrera. Aunque no dejaba de ser emocionante.

Llegaba el final de la carrera. A pesar de que caía la noche, y recorrían carreteras poco transitadas, era visible y notorio donde se encontraban: los famosos viñedos del valle de Radditz, de donde salían las botellas de "filtro de amor" para cenas con parejitas y pajas de mujeres insatisfechas en la bañera.

En ésta última fase de la carrera, había más rectas y las curvas eran menos pronunciadas. Daba lugar para lucirse, sacar a relucir la potencia de los motores y hacer un sprint final. La línea de meta estaba cerca de un pueblo en medio del valle, marcado en el GPS con el nombre de Daneborg.

"Nota mental: cambiarme de ropa en cuanto pueda y tomarme un antigripal"
Ufff empezaba a notar el frío por la espalda y eso la incomodaba y desconcentraba pues de vez en cuando le daba algún escalofrío. Llegó incluso a estornudar, entonces vio a Gao arrimandosele y se cabreó -¡Los cojones!- pisó a fondo tratando de distanciarse lo más posible, la meta se veía cerca y no había mucho que maniobrar solo poner al límite la maquinaria -Dame tu fuerza pegasooooooo!!!!!!!-

Pisó el acelerador. Estaba sudando, ¿O era el agua? Esa combinación de ropa sin secar y tensión no debía ser buena. Quizá por eso los triatlones se hacían, mayormente, en verano. También es que durante el resto del año la mayoría de esos pijos tenían que hacer que eran buenos chicos y se concentraban en estudiar o trabajar.

Recta final de la carrera. Había que demostrar de lo que uno estaba hecho. Así que pisó el acelerador, apretando los dientes. Conducía muy bien, tan bien como Queen, quizá. Posiblemente, su forma de manejar la palanca de cambios era más rápida, pero era más prudente a la hora de tomar las curvas con demasiada velocidad, fruto del accidente que sufrió durante los rallies.

El coche daba problemas en la fase final de la carrera. El carburador se estaba calentando demasiado, y bajaba las revoluciones. Mierda. Pegó un golpe al volante con la palma de la mano, tuvo que reducir, por que si no se iba a cargar el buga.

-¡Me cago en todo lo que se menea ya, joder!

Se estaba encabronando de más, y podría tener un accidente en la recta final.

Al final volvió a conducir como el de siempre. Pero esa la lástima, al final. De haberse mantenido así durante toda la carrera, habría podido subir al podio y llevarse un poco de gloria. Sobre el dinero del premio, para él no era más que calderilla.

Ahora si que si, joder. Dejó la mente en blanco, tiró por la ventana el odio y se puso a conducir como Dios manda. Como hacía falta conducir para hacer un buen papel en aquella carrera. La emoción de la línea de meta le divertía, la hacía estar hambrienta por la vida, a tope. Incluso se notaba mojada. ¿Era el agua del mar u otra cosa? Ya habría tiempo para averiguarlo.