Partida Rol por web

Pensó en lo que necesitaba, no sabía exactamente si lo tenía. Se pasó la mano por la nariz, como si le picara. Luego se acercó a un ordenador que había allí, un portátil. Lo abrió y se sentó sin decir nada, revisando una tabla de superb* que tenía para catalogar todo aquello. El ordenador no tenía conexión a internet, a propósito. Así las agencias de seguridad no podían acceder a ese archivo.

-Ah, si, claro -dijo algo en ruso a su novia, y ella pareció fastidiada por eso.

Al cabo de un rato, volvió a entrar con una escalera metálica entre las manos. Discutieron en ruso un rato, parecía cabreada por que él no tuviera las cosas a mano. Algo así como "no soy tu puta criada". Él asentía pero no decía nada. Desplegó la escalera, y se subió a unos armarios cerrados que tenía en las esquinas de la pared, que eran muy alargados.

-Combinatsie era...
-Mira en puto ordenador -dijo ella.
-Ya se, coño.

Tecleó la combinación y abrió el compartimento, que tenía dentro unas cajas con RPG soviéticos, que fue sacando. Pero no era eso lo que estaba buscando.

-Ejérsito americano hase poco lanzacohete que se puede recargar. Pero éste te vendrá muy bien, si, si.

En la caja decía "US Army - Fort Zancudo", y unas siglas SMAW. Abrió la caja.

-A diferencia otros lansacohetes éste solo operado por una misma persona, se puede recargar bien, no muy complicado. Yo enseño.

Le pidió a ella que buscara otras cajas entretanto, y se subió a la escalera con el consiguiente plano de culo. Él lo miró un momento, y luego se rió.

-Éste lansacohetes diseñado como antibúnker. Te venir muy bien. Compré unas cargas, hase casi dos años. ¿Tu encuentras? -dijo a su novia.
-Da, da...

Sacó tres cajas de un tamaño menor.

-Solo tengo tres proyectiles tu nesesitas, pero creo ser sufisiente. Son HESH, cabesa de proyectil se deforma cuando impactar. Es como si tu meter martillaso a una tabla de madera y luego martillo reventar dentro como mucho C4 junto. BOOOM. ¡¡¡GRAN AGUJERO!!!
-Tu si que tienes gran agujero bajo la nariz.
-No seas grosera, tenemos invitada.
-¿Me necesitas para algo más, te paso la mopa?
-Tu sabes que tu eres para mi cosa muy presiosa. No enfadar, mujer.

Ella hizo un gesto como si hubiera escuchado eso muchas veces.

-Tengo lansacohetes además con visión óptica seis aumentos. 2.000 dólares lansacohetes, 500 cada cohete, 3.500 todo junto. Además yo te hago oferta. Si tu te llevas caja de granadas fragmentación te lo dejo todo 4.000. Caja con 50granadas, tu aprovecharás mucho. Mucha gente poder reventar con eso, si.

La escena rayaba entre lo cómico y lo incómodo, y podía acabar de dos maneras: con ellos follando sobre la mesa o tirandose encima todo el arsenal que les rodeaba, sin tener en cuenta que ella estaba presente. Desde luego si era una estrategia para presionar al cliente estaba funcionando porque Queen tenía ganas de salir cagando leches.

Soltó un encantado "WOW" cuando sacó el lanzacohetes -¿Tres? Hmmm lo justo y necesario- lo trasteó para ver peso y funcionalidad -tu sí que sabes. Es perfecto, aunque... necesitaría también unos punteros de laser infrarrojo, tres... que con la polvareda y tal...- miró alrededor por si veía algo más que le gustara, ya que estaba de compras... -Mmm... venga apuntamelo todo y... ¡Ah! ¿Tienes una pala de esas multiusos del ejército chino? Para mi colección personal jeje, está guapisima y... he visto videos de la KRISS super V, por saber a cuanto va- las granadas seguro que si no las usaba ella las usaría Hwo para su campaña de "terrorismo", estaba claro que Mirko se las quería quitar de encima como fuera.

Pensó en lo que decía, mientras preparaba el envío. Tenía que cambiar de local, o comprar de una maldita vez la cochera del viejo que no se moría ni a tiros. En ella podía cargarse el material sin tanto engorro. Tenía pensado un servicio de compra y recogida por catálogo, en un sitio de trasteros. Pides lo que quieras, lo lleva al trastero, te deja la llave en tu buzón, te pasas por allí, lo recoges, dejas la llave en el buzón del ruso. Simple que te cagas. Y mucho más discreto.

-Hum... Espera. Para eso mejor te cambiamos visor del arma, uno de visión nocturna. Y te doy punteros láser de infrarred, que solo pueden verse por misma frecuencia del visor.

Revolvió en busca de dos compatibles. Como tenía material americano, era fácil. Visor americano, láser en la misma frecuencia.

-Ten en cuenta ésto van con pilas botón. Revisa, o pon unas nuevas. No es primera vez que me quedo sin láser por que pilas venir de fábrica medio gastadas.

Añadió a la cuenta el pedido mientras escuchaba lo que le pedía, y se rió. Mucho.

-Oh, yo también he visto video pala china. Es la polla, me encanta. Conseguiré alguna, prometo, otra para mi.

Por lo último que le pidió, reflexionó.

-No tengo pero puedo conseguir pronto. Eso si, yo recomiendo cargadores mixto. Yo explico. 45 calibre muy bueno para matar gente, los tumba rápido. Pero si llevan chaleco antibala, no mucha penetración. Por eso yo recomiendo te hagas los cargadores así: una bala normal, una bala AP, penetrante, y así todo el rato. Te aseguras éxito en ambos casos. Pero arma muy chula, no tiene casi retroceso. Para despejar casas y todo eso, muy útil. La tengo, no se, semana que viene quizá. Yo aviso por móvil.

-¡Genial! Un momento que te hago la transfe…- sacó el móvil he hizo la transacción online, estaba deseando llegar a casa y hacerse fotos con su juguete nuevo, a lo mejor llamaba a Mary, lo más normal del mundo: comprarte un lanzacohetes para posar con el en bikini. También estaba considerando la idea de llevarse a Golan para llevar a cabo el golpe -¡Coño!- reparó en un detalle, un imprescindible que había olvidado hasta ahora –ponme dos tasers- uno para ella y otro para tener en casa que nunca se sabe. Salieron un poco más caros de lo que esperaba pero eran los mejores y salía a cuenta.
Una vez recibido el mail de confirmación, cosa de un minuto escaso, y cargada la mercancía se despidieron quedando pendientes de la llegada de los otros encargos –prometo avisar con tiempo antes de venir- sonrió esperando con ello rebajar un poco el cabreo de la rubia.

Conforme salió se fue directa al kebap, pidió un durum extra grande con todo y acto seguido escribió a su tía

Mensaje para Kendl:
-Lo tengo todo listo
-pro necesito consejo
-d arquitectura no s ni papa

(¿¡La pasma!? ¿¡Tan rápido!?)

Las sirenas resonaban fuerte y ahogaban el sonido de las ruedas sobre el pavimento. 

- ¿Alguna idea? - pregunté a Chau Min - Esto no me gusta un pelo. 

Con la mirada buscaba posibles vías de escape. ¿Quizá alguna moto cerca?. Esas son fáciles de arrancar y se cuelan por donde quieras.

Volví a buscar con la mirada el cuerpo del hombre que había abatido.

Kendl: Pásate por la oficina.
Kendl: Hablaremos con un arquitecto.
Kendl: Es de confianza.

Perdió un poco de tiempo trasteando con el móvil. El local era pequeño, de esos que solo tenía una barra y dos sillas de bar para sentarse junto a la pared.

-Yo reconosco, usté venir antes -dijo el que trabajaba allí.

El durum era grande como su brazo.

Las correrías habían terminado. Si querían salir todos de allí sin pasar por comisaría, convenía usar la fuerza bruta. Traspasar la frontera, aunque supusiera la muerte de algún agente. Ellos les matarían si tenían la oportunidad, y eso lo convertía en una guerra.

-Abrirnos paso -dijo- Súbete al coche, conduces tú.

Mientras hacía esto, él abrió el doble fondo del maletero, del que sacó un lanzagranadas RPG, como los que se usaban en todo el mundo.

El misil salió del tubo, y los agentes tuvieron el tiempo justo para salir pitando, apartándose de los coches. La explosión lanzó uno de los coches patrulla por el aire, diez metros atrás, y giró el otro (aparte de deformarlo y dejarlo inservible), creando un pasillo por donde sus vehículos podían escapar. Había agentes heridos, pero de momento no parecían haber provocado ningún muerto. La suerte estaba de su lado.

-¡Vamos, vamos! -dijo, metiendose en el asiento del copiloto y cerrando la puerta.

Como no podía conducir y comer al mismo tiempo paró en el local un rato en plan "brake", que llevaba toda la mañana con el chip intensivo y si algo estaba aprendiendo es que nada de sobrecargarse, que a veces había que parar, respirar y luego ya sí continuar.
Tontineaba por Guassup, sin perder de vista el coche, cuando le habló el dependiente, se ve que se aburría, que cabrito! Tenía buena memoria... se activó la primera banderita de alarma.

-Emmm sí, jeje... no conozco otro sitio donde pongan unos durum como estos- sonrió, era cierto.

El dependiente, que parecía el típico pakistaní tan tostado que parecía negro, se la quedó mirando con una sonrisa, amable.

-Tienes acento gracioso. ¿De donde eres, China, Corea, Hapón?

¿Un tanteo sobre con qué bando estaba?

Hiiiiijo de puta, vaya pedazo de sondeo, segunda banderita de alarma activada. Inmediatamente las ideas se ordenaron en la mente de Queen ¿Estarían tocando los cojones a los terroristas de verdad? Fijo que sí. Se rió de ese modo tonto girly que tienen las orientales, teatro puro -Gracias- se encogió de hombros -no, soy tailandesa, de Phuket ¿Lo conoces?- por suerte había pasado allí uas largas vacaciones.

El pakistaní se mostró algo sorprendido por la respuesta. Pero él mejor que nadie sabía que a los ateos había que mentirles como parte de la yihad. Así que ya averiguarían de quien se trataba. Después de todo, él era un mísero e ínfimo peón que solo traficaba con información a cambio de que le dejaran en paz. Podía simpatizar con los occidentales, pero el islamismo le había atrapado en sus redes. Ganas tenía de quitárselas de encima.

-No conosco no. No preocupa. Doce dólare -dijo, cobrándole- Que tenga buen día, vuelva cuando quiera.

De vuelta al mismo edificio de su tía. No estaba lejos, de hecho, formaba parte de aquel distrito de negocios. Era curioso como en las grandes ciudades se podía pelear a muerte por unos metros de terreno, que estaban puerta con puerta. Anunció quien era y la hicieron pasar al despacho de su tío. Allí, se sorprendió al encontrarse no solo a un hombre, si no a dos. A uno de ellos, de hecho, lo conocía. ¿No era el gerente del maisonette?, ¿que demonios hacía allí aquel faker puertorriqueño?

El otro era un hombre de facciones árabes, con una barba corta y algo cana, que vestía sin importarle mucho el estilo o combinar bien las prendas, de modo un poco fardón. Hablaba con acentazo, y era muy gracioso. Parecía un personaje de las películas de Krisney, la del genio de la lámpara. Cuando los árabes eran buenos y aliados de EEUU, y no terroristas en potencia.

La tita sonreía. Estaba hablando con ambos hombres, pero evidente que el moro estaba embobado con ella, de un modo poco honesto. Le gustaban más las mujeres que a un tonto un lápiz. Creía que podía comprarlas a todas, pero si con alguna no podía, entonces la deseaba más. Típico.

-Queen, te presento a Yusuf Amir, el arquitecto del que te hablé, y del que todos hablan. Éste es... perdona, no me quedé con tu nombre.

Sonrió al reconocerla. Sabía que la chica tenía potencial, por lo que hizo con aquellos chinos al lado del maisonette. No había que ser muy tonto, pues todos sabían que había una guerra entre los chinos y los coreanos en San Fierro. Mientras, los blancos se sentaban a mirar como se mataban, comiendo palomitas y comentando la jugada.

-Luis. Ya nos conocemos.

Estrechó su mano, que era como saludaban los americanos, aún a las mujeres. Pero él era latino, y le habría dado dos besos. Pero no quería ser grosero.

-Me alegra volver a verte. Tu prima se ha pasado más por el local, aunque últimamente poco. Se rumorea que ha ligado.

La miró, haciéndole un terminator. No era de las que le gustaban: una chica/chico, casi sin cuerpo. Además, asiática. Quita, quita. Pero aquello tenía su parte positiva, y es que no tendría que soportarle en modo baboso y plasta. Por que podía serlo, y mucho.

Dió una sonora palmada y se frotó las manos, entusiasmado. Hacer cosas ilegales y peligrosas era la sal de la vida.

-Yo te he traído a Luis, por que es mi amigo. Y nesesito toda la ayuda, por que yo quiero ese solar. ESE PUTO SOLAR BABY -hizo gesto como de pegar un pollazo al aire- El proyecto del teatro no puede dar paso atrás, nononononono. Nononono.

Negó con un dedo.

-Yo dar todo lo que tu necesitas para trabajo. ¿Querer que yo prestar mi buzzard*? Yo presto, Luis mi amigo sabe pilotar. Yo se pilotar. ¿Necesitas dinero? Yo te recompensaré muy bien. Pero ese puto edificio tiene que caer. Ésta noche mejor que mañana. Yo mucho dinero en untar políticos, y concejal urbanismo. Pero necesito edificio ir a la mierda.

Miró a Yusuf como solía cuando se ponía con sus locuras. Él había sido artífice de muchas de ellas, a cambio de unas cantidades de dinero indecentes. A Yusuf el dinero le sobraba, eso estaba claro. Conducía un coche chapado en oro, con forma de lingote, y cada semana pasaban por su piso lumis de supermegalujo. Era de esos que se encendía los puros con billetes de 1.000.

-Yo no usaría el buzzard, bro. No, demasiado ruido, fácil de localizar en el aire. Y pueden haber bajas colaterales.

Nada más montarse en el coche envió un mensaje a Ladlow preguntandole, de forma retórica, si sabía que el susodicho kebap era una tapadera de yihadistas. Habían tocado las narices a la oriental equivocada.

Con poco entusiasmo puso camino a la empresa de Kendl, esa vez no desentonaba tanto pues su disfraz para merodear la obra había sido un traje de chaqueta sencillo muy del gusto ejecutivo. Al ver a Luis arqueó una ceja e inmediatamente giró la cara hacia Kendl diciendo claramente "¿Y este que hace aquí? ¿Es que no te fías de mi?" la relación entre ambas mejoraba por momentos, lo que acababa de gastarse en armas pensaba descontarlo de la cuenta pendiente por los coches.
Cumplió con los saludos diplomáticamente y sacó la tableta con la que había hecho algunas fotos desde distintos puntos, incluidos balcones de edificios cercanos -Está bien, cuanto  antes mejor- habló mientras abría la carpeta de imágenes -aunque ya había buscado compañero...- arrugó un poco el morro -será un ataque rápido y discreto, nada de helicopteros, aunque a cambio se lo pediré para alguna otra ocasión- estaba en modo negociadora -mirad, estas son las fotos que he sacado. Tengo tres proyectiles antibunker así que necesito que me señale que pilares exactos debo destruir para que la estructura colapse sobre si misma- 

Ella hizo aquella pregunta, que es la misma que había tenido él antes de venir. Pero Yusuf había insistido. Siempre le llamaba cuando necesitaba que "algo gordo" fuera bien. No obstante, durante los últimos meses él había vivido la "vida tranquila" del gerente de un local, sin mayores complicaciones.

-Eh, no pasa nada. Si no hago falta, os dejo solos y ya está. Siempre tengo cosas que hacer, aunque sea un poco de gimnasio.

Miraba las fotos y de mientras escuchaba lo que decía Luis. Negó con la cabeza, un poco tozudo.

-No, no. Acompáñala, aunque no hagas nada. Puede haber peligro, ¿Eh? Esos cabrones chinos no se quedarán de braso cruzados. Te lo aseguro amigo mío. Reaccionarán rápido.

Señaló en varias de las fotos, unos pilares centrales, que eran cuatro.

-Éstos parecen los de alzado. Los pequeños son de refuerzo. Pero si esos caen, el edificio colapsa. Dos, quizá resista. Tres, el último caerá. Eso seguro, no aguantará el peso.