Partida Rol por web

Gozushi!

Tiburones en la piscina (Escena 1)

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26/07/2015, 23:06
Director

12 del mediodía del 7 de julio

El piloto anuncia que están llegando. Vuelo Seul-San Fierro, sin escalas. El culo duele tras tanto rato sentada. Wook está histérica, mirando por la ventana, mientras salta en el asiento como una niña, señalando. La silueta del Gant Bridge se define en el horizonte, mientras encaran el aeropuerto. Para ella, es un juego, una diversión. Va de vacaciones, a los clubes, a la playa, a pasárselo bien. Para ella es la vuelta a casa, con todo lo que ello conlleva. 

Wook va como loca, se echa fotos con un policía macizo en el aeropuerto, recoge sus maletas, se toman un café (asqueroso café americano en vaso grande) y compran cosas en la zona tax-free. No tienen prisa, ni la una ni la otra. Finalmente, se dirigen a coger un taxi. Ella recela: hay que visitar a papa para que le de la llave de su piso, que insistió en que se quedara en su poder. Que lata.

Los taxis amarillos le traen recuerdos. Está a punto de coger uno cuando suena el móvil, el número de su tío, y descuelga.

-¿Ya has llegado? No cojas un taxi, espérame.

Hacen tiempo tomándose otro café, hasta que el móvil suena. Al salir hacia afuera, un chico que parece un guardaespaldas de su tío se hace cargo de las maletas y las mete en el maletero del coche de alta gama.

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26/07/2015, 23:17
Sagong Min-Wook

La chica sonríe cuando el tío coge las maletas. Es mono, pero es coreano. Ella lleva el chip de probar cosas exóticas, y piensa probarlas. Aunque si es guapo, hará una excepción. Entonces, el hombre de negocios baja del coche y se acerca con una sonrisa. Ella se pone nerviosa pero mantiene la simpatía. Le da con el codo.

-¿Ese es tu tío? Está bueno. No me van los carrozas, pero él mola.

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26/07/2015, 23:18
Choi Min-Gun

El tito bajó del coche, abrochándose el botón de la americana. Ese talle, esa apostura del que está acostumbrado a mandar, a manejar billetes a manos llenas. Se acerca a ellas con una pequeña sonrisa. La última vez que la vió era una adolescente. Siempre la visitaban los papas, pero no su tío. Él siempre tenía negocios que atender allí, y le mandaba emails y escuetos mensajes.

Sentía un pequeño vértigo al verle, y él sonrió mirándola un momento cuando se acercaba. Ahora era toda una mujer, y su mirada le decía muchas cosas. Cosas que habían cambiado en ella, y que a él le gustaban. Había madurado. Ignoró momentáneamente a su acompañante, que no le interesaba tanto como su propia sobrina, y los comentarios que escuchó de refilón.

-Vaya, vaya. Pero si es la pequeña Choi, ya toda una mujer.

Abrió los brazos con una sonrisa de oreja a oreja.

-Bienvenida de nuevo a tu ciudad. Ven, abraza a tu tío.

La abrazó un momento, y luego se separó, encantador.

-Brazos fuertes. Veo que en el ejército han hecho una mujer de ti.

Se metió las manos en el bolsillo y sacó algo: su juego de llaves del piso. Se lo ofreció.

-He conseguido ésto de tu padre, que como imaginas está currando como un negro ahora mismo. Yo te llevo al piso, a ti y a tu amiga. Sube, anda, y cuéntamelo todo.

El guardaespaldas les abrió la puerta del coche, no por caballerosidad, si no por costumbre y rango. Era la sobrina del jefe, y el respeto a dispensar debía ser máximo.

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27/07/2015, 02:07
Queen Choi

Volver a casa ¿Qué significaba eso? Casa… se le escapaba a veces por lo bajini, suspirando con fastidio, inmersa en sus pensamientos ¿A dónde pertenecía? Cada vez que pasaba el tiempo suficiente para sentir que se asentaba sus padres la trasplantaban como una maceta sin discusión posible.
-A ver que coño te encuentras Queen… ¿Se acordará alguien de ti?- Alguien que no fuera de la familia claro… la familia…
Bueno, por lo menos Wook le haría la transición más suave, el problema vendría cuando esta se volviera a Corea y la dejara allí más sola que la una ante un montón de gente con ganas de planificarle la vida.
La sorpresa llegó nada más bajar del avión, el tío Gun. De todos era con quien había conectado mejor siempre y que fuera precisamente él quien se tomara el interés de ir a buscarla lo decía todo.
Hizo un gesto pizpireto-azorado cuando le abrazó y le dijo todo eso, pero el comedimiento se acabó cuando tintinearon las llaves ante su cara. Saltó de alegría al cogerlas –Volved con mami!- exclamó haciéndolas sonar entre las manos y guiñándole el ojo a su amiga.
Wook y ella se metieron corriendo en el coche, después de las horas de avión sus culos agradecían los mullidos y grandes asientos forrados de piel.

-Sí sí… ya me los conozco, trabajar, trabajar y trabajar, de ser por ellos no habría hecho nada más que estudiar, estudiar y estudiar, meeeeeeeeeeeeeh- sacó la lengua –pero el servicio militar ha estado bien… mejor que bien, ya me conoces, jiji- rio apretando los dientes –soy una chica de acción- dirigió una mirada a su tío a través del retrovisor mientras reposaba la espalda y cruzaba los brazos en un gesto elegante y serio. Miró por la ventana observando los cambios del paisaje urbano con respecto a lo que recordaba.
Por wasap preguntó a su tío que tal las cosas por allí emplazándole a verse en algún momento con más tranquilidad, sin terceros… disimuló delante de Wook distrayéndola con la excusa de hacerle una foto.

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27/07/2015, 02:16
Director

Disfrutaba del trayecto de vuelta, admirando la ciudad. Había cambiado un poco, aunque no demasiado. Cambiado al modo norteamericano. Muchos negocios nuevos, sobre todo orientados para pijos, gays o turistas. Pero algunas cosas no cambiaban, como el famoso tranvía, cuyas líneas cosían la ciudad desde las colinas hasta el puerto. Tampoco cambiaba la mala leche de sus apáticos habitantes, que contrastaba con la forma de ser de los inmigrantes. Una ciudad llena de asiáticos, sobre todo chinos, dando fe de su papel en la historia del país. A los chinos se sumaban otros inmigrantes, aunque en menor medida, destacando los rusos, que competían con los chinos en los negocios de importación/exportación, alma de la ciudad a través de su puerto.

San Fierro, bella y bohemia, la ciudad más trendy y gay de los Estados Unidos. Ciertos barrios, 100% homosexuales, ahora tapizados de bares pijos, tiendas de cupcakes y centros para el tratamiento integral de la mascota. Cuidar de la perrita fifi, con sus graciosos totos, nunca fue más sencillo.

Cambiaron la radio, que era una conservadora, vomitando mierda contra los liberales, a una emisora que pinchaba sobre todo música de los 80-90. Su tío se mantuvo silencioso durante el viaje, aunque no paró de hablar por teléfono. Era un hombre ocupado.

De esa manera llegaron a las colinas, a Plaza Álamo. Era el sitio donde tenía el piso, frente a las monas casitas bajas. Algún día se compraría una, ahora se conformaba con vivir en un bloque de pisos. Pijo, pero bloque. Era como una deshonra, en la ciudad de las casitas monas, vivir en un piso, por bueno que fuera. Pero los papas eran así, habían querido enseñarle humildad.

El coche se detuvo en la puerta del piso, y su tío bajó. Era un buen barrio, vigilado por la policía. Echaban a los pordioseros por la noche, en el parque, y de día mantenían lejos a la escoria. Era lo que se esperaba de un barrio de clase alta. Los locales, por supuesto, eran caros. Hasta los supermercados. En la zona solo había un 247, supermercado 24 horas que cobraba algunos productos el doble de caros por éste servicio, y solo primeras marcas. Normalmente, los pijos encargaban la compra a sus criadas hispanas, que a tal efecto bajaban con el tranvía hasta los barrios obreros y volvían cargadas. Otros, gustaban de ir a hipermercados, distantes de allí unos 10 minutos en coche, donde además podían disfrutar del cine IMAX, zapaterías, joyerías, tiendas de cristal de Pildustszky y otras gilipolleces que eran de su agrado.

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27/07/2015, 02:31
Director

Entraron al piso, un viejo conocido. Pijísimo, con un patio interior (estaban en la planta baja) que compartían con otros vecinos y que tenía una pequeña piscina. Alarma, seguridad privada en la puerta, servicio de lavandería y compra a domicilio: una pijería. El piso estaba exactamente igual como lo dejó, acaso más ordenado y limpio. Sus tonterías de cuando tenía 18 años, ahora ordenadas en estanterías y armarios empotrados. La ropa que le estaría pequeña... menos mal que traía un buen cargamento. Pero habría que comprar más, claro.

Wook dejó la maleta y subió a la planta de arriba, donde anunció su intención de ducharse, ponerse un bikini y salir a la piscina. No iba a perder ni un puto segundo. Eso era de débiles. Por su parte, ella dejó la maleta y esperó a que su tío se marchara. Pero él no parecía tener esa intención.

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27/07/2015, 02:37
Choi Min-Gun

Su tío la miraba. Había colgado el móvil. De hecho lo puso en modo avión. Eso quería decir que quería hablar con ella, hablar cosas importantes. A poder ser, lejos de oídos indiscretos. Ella no lo intuía, pero pronto le adivinó la intención, cuando miró de reojo a la planta superior, al ruido de la ducha.

-Se que vienes cansada, e imagino que querrás descansar. No obstante, me gustaría hablar contigo. Cosas importantes, sobre tu padre, sobre tu madre, sobre todo... Cosas que no te he contado éstos años, pero que ahora debes saber. Tienen problemas. Tenemos problemas.

Parpadeó significativamente.

-Conozco un sitio aquí cerca... No quisiera ser indiscreto, ni molestaros. Me he permitido la libertad de mandar hace un par de días, que limpiaran ésto, llenar un poco la despensa. Poner los asuntos en órden.

La invitó con un gesto, caminando hacia la puerta.

-¿Me acompañas?

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27/07/2015, 03:03
Queen Choi

La malcriada de Wook entró como Pedro por su casa, la dejó a su aire, podía resultar agotadora aunque fuera su amiga, con los años Queen había aprendido a valorar el silencio.

Echó un vistazo alrededor, el piso parecía congelado en el tiempo, molaba demasiado.

Ella también tenía ganas de ducharse y tirarse a la bartola en la piscina, pero había intuído la intención tras los ojos de su tío, por eso no se quitó los zapatos si no que esperó. Efectivamente tenían que hablar.
Gun apreció como Queen cambiaba de estar en compañía a estar sola, un gratificante cambio, puede que estuvieran hechos de la misma madera…
Queen hizo una leve mueca con la boca como queriendo decir “lo sabía”. Hizo un gesto con la mano en dirección a la puerta a modo de asentimiento, mandó un escueto wasap a Wook diciendo “Ahora vuelvo” y cerró tras de si.

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28/07/2015, 00:29
Director

Caminaron, aunque éste era un ejercicio poco habitual entre los norteamericanos, que iban a todas partes en su vehículo. San Fierro, sin embargo, era diferente. Una ciudad pija, sana y cosmopolita, donde el transporte público era eficaz. A la gente de los barrios altos le gustaban pasear por ellos, en los parques, jardines y calles, y también salían a hacer su jogging, spinning o la chorrada de turno.

No tardaron mucho en llegar a un café/restaurante de apariencia anticuada donde servían la habitual alta cocina. Éste tipo de locales pintorescos contrastaba con los gastrobares y los afterworks tan de moda en la ciudad, como curioso contrapunto. Eran las 13:30, una hora habitual para la comida en aquel barrio para los turistas y los diletantes mantenidos.

La carta era escueta, pero no tenía malos platos. Cocina pija, no esperes grandes porciones, pero la factura era excelente y el sabor inmejorable. Era hora de comer, y su tío parecía dispuesto a costearle cualquier capricho. Durante un rato, hablaron de tonterías, sobre todo de ella, de sus experiencias en Corea, de sus proyectos de futuro.

De primero sirvieron sendos platos de un solomillo al oporto con patatas que quitaba el sentido. Fue entonces cuando su tío aprovechó para hablar de cosas serias.

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28/07/2015, 00:46
Choi Min-Gun

De segundo, habían pedido ambos un croque monsieur. El restaurante estaba especializado en cocina cahún, posiblemente una de las mejores cocinas autóctonas del sur de Estados Unidos. La miraba de vez en cuando, como evaluándola. Quería saber que clase de mujer tenía delante: una tía dura o una niña consentida. Presente o pasado. No obstante, se fue convenciendo de que podía confiar. Así que desembuchó.

-Los negocios no van bien. No del todo. Tu madre tiene un tren de vida muy alto, gasta muchísimo dinero. Además, no es fiel a tu padre. Me duele decirte ésto, pero es la verdad. Él no lo sabe, o si lo sabe, se lo consiente.

Negó, despacio.

-El caso es que la expansión comercial de la franquicia se ha apoyado en ciertos préstamos. Préstamos a gente poco recomendable, capaz de darnos la liquidez que buscábamos sin los intereses habituales. Pero ha sido un error. Han comenzado a chantajearnos, y al ser accionistas, están interviniendo en los negocios para su beneficio. Su objetivo es claro: quedarse con la empresa. Y ésta gente es capaz de matar para conseguir sus fines.

Sacó un cigarrillo, pero no lo encendió. No era zona de fumadores.

-Pero no vamos a comenzar la casa por el tejado. Necesitas dinero, para ti, y necesitamos dinero para pagar las deudas. Luego nos ocuparemos de éstos prestamistas. Creo que conoces a Cesar Vialpando, el dueño de Wang Cars. Él tiene negocios, poco recomendables, pero que dan mucho dinero. Deberías visitarle, ve de mi parte. Nos conviene una alianza con él. Evita todo lo que puedas a Wu Zi Mu, el magnate de Venturas. Él es uno de los prestamistas de los que te he hablado. Es poderoso en la ciudad. De hecho, las guerras de bandas terminaron en su favor, y los Da Nang Boys, la banda vietnamita, le ha jurado lealtad. Controlan casi todo el tráfico de drogas e inmigrantes ilegales en la ciudad. Ya nos han dado varios sustos en los negocios, y entran en ellos como si los locales fueran suyos.

Sacó un papel de su bolsillo.

-He instalado una caja fuerte para ti, detrás de ese cuadro tan chulo que te compré cuando tenías 16. Me han dado éste papel, es la combinación -se lo entregó- Dentro encontrarás cosas útiles. Para todo lo demás, cuenta con mi número de teléfono. No tenemos a mucha gente empleada, y menos de ellos armados. Tendrás que hacer amigos, amigos con armas, dispuestos a pelear por dinero. Cuento contigo... Eres la única con cojones en la familia.

Sirvieron el segundo plato.

-No te olvides de visitar a tus padres. Sobre todo a tu padre, se alegrará de verte. Tu hermano se mete en algunos líos, vas a tener que echarle un ojo, apartarle del mal camino. No obstante, él puede ayudarte. Conoce secretos de gente poderosa, y puede chantajear. Mañas de paparazzi.

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28/07/2015, 01:47
Queen Choi

No era tonta, todo eso de pasear, el restaurante y la charla ligera… preámbulos, Gun allanaba el camino para lo que realmente quería decir. Él era más refinado y cosmopolita pero la estaba evaluando exactamente igual que sus instructores hicieron al comienzo del servicio militar. Era curioso como todo el mundo, por ser pija (a su manera), presuponía que era boba y débil, cuando lo cierto es que las chicas orientales de hoy, para conseguir lo que realmente quieren son tenaces y capaces de hacer lo que sea ¿No se prostituían las Ko-gals para comprarse un bolso? Queen aún tenía que explorar sus propios límites pero tenía el convencimiento de ser capaz de mucho más.
Ni parpadeó ante lo de la infidelidad de su madre, los temas de cuernos le importaban un pepino, eran algo tan normal… lo de los socios y los préstamos era mucho más serio, pero tampoco le sorprendió, nadie escapa de la mafia y ellos siempre habían estado dentro en uno u otro grado.
Seguía comiendo, haciendo algún que otro ladeo con la cabeza o un arqueo de cejas y mirando fugazmente a su tío.
Se habían acabado las vacaciones.
Hizo repaso mental de los datos -Ok- fue su escueta primera respuesta –Va a ser un poco coñazo con Wook danzando por aquí, pero bueno… me las apañaré. Tampoco es nada de otro planeta son solo… negocios familiares- suspiró. En su foro interno lo sabía, y aunque había intentado retrasarlo todo lo posible… ya no podía eludir el deber familiar, el que sería su trabajo
-En fin y… porqué importante lo de mi madre? ¿Se tira a alguno de esos…”accionistas”?- tomó un bocado – y de quien fue la gran idea de asociarse con esa gente? Es para completar el cuadro…-
Hablaba como si se tratara de algo trivial ¿Quién dijo miedo? Queen quería vivir bien, y si tenía que aplastar cráneos para conseguirlo lo haría.

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28/07/2015, 02:03
Choi Min-Gun

Sonrió por el comentario. Había dado en el clavo, lo cual significaba que era lista. No le decepcionaba, ni esperaba que lo hiciera. Estaban montados en dólar, y mantenerse en él requería una mezcla de pericia, astucia y despiadada sangre fría.

-Precisamente, de tu madre. Sus deudas personales comenzaron a ser subsanadas por dinero de la empresa. Vendió sus acciones a éstas amistades de fiestas de la "high", a un precio que le permitiera seguir viviendo la vidorra. Obviamente, fue una mala inversión. Pero como fundadora de la empresa, junto a tu padre, no podía decirle qué debía hacer con sus acciones. En realidad, ahora mismo, contando con tus acciones, las mías y las de tu padre, controlamos alrededor del 65% de la empresa. Ellos quieren más, y si la cosa sigue así, nos enterrarán a todos. Necesitan la empresa al completo, para blanquear todos sus capitales. Con más del 50%, ya sabes que estaremos en la calle. Pero no lo obtendrán, no si tu padre y yo seguimos vivos.

Tocaba el postre, que como era habitual, cobraban al precio del cuerno de unicornio.

-No te preocupes por tu amiga. Está de vacaciones, que las disfrute. Lo único que espero es que no se meta en muchos líos. Puedes contar con Yong -se refería al guardaespaldas que le acompañaba- Puede resolver problemas puntuales, por que conoce a bastante gente: quitarse de en medio un cadáver, conseguir droga, armas de contrabando. Esas cosas.

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28/07/2015, 02:55
Queen Choi

Tampoco es que se lo esperara pero… no hubo sorpresa. Que deliciosamente irónico… hubo una ligera sonrisa en su cara, se acabó la superioridad moral desde la que su madre siempre la había juzgado.
-Esta noche pasaré por casa para cenar. Hablaré con papá- el móvil vibró, era Wook actualizando Instagram y mandando sus wasaps llenos de iconitos, le había echado el ojo a un vecino, afortunadamente para ella esa noche su amiga estaría entretenida.
-Hmmm, un chico para todo- dijo con la cuchara aún entre los labios –está bien saberlo-.
Hizo un gesto involuntario de cansancio, necesitaba ducharse y cerrar los ojos un rato. 

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28/07/2015, 04:19
Director

Su tío estuvo de acuerdo. Pagó religiosamente la cuenta, y le dió el teléfono de su subalterno. El coche aguardaba a la puerta del café, y ella regresó andando al piso, que estaba vacío. Aprovechó para ducharse y descansar. De hecho, a causa del jet lag se quedó dormida durante 4 horas de larga siesta, despertando a las 6 de la tarde.

Cuando pasó por el salón, se encontró las bragas de Wook tiradas en el suelo, un condón usado en el borde de la papelera y a ella dormida, desnuda de cintura para abajo, en el sofá. Ni rastro del maromo que se había cepillado, pues posiblemente había sido un "aquí te pillo, aquí te mato".

Se sentó en el sillón y abrió un cartón de zumo de naranja exprimido. Le iban a hacer falta energías.

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28/07/2015, 20:43
Queen Choi

Como nueva, ducha y sueño siempre le habían funcionado de maravilla.

Visto desde fuera resultaba patética, y daba un poco de asco, la escena del salón. Dios sabía que no era ninguna mojigata pero... tenía un poco más de clase y amor propio que su amiga, saltaba a la vista. A lo mejor era verdad que estaba madurando...
Miró el móvil, le habían saturado el wassap con mensajes de la familia preparando la cena de esa noche -cena especial familiar... uhhh- dijo con cero entusiasmo. Echó la cabeza hacia trás, sentada en el sofá, dejando retumbar los labios al salir el aire. Se quedó así un rato, apurando el cartón de zumo hasta la última gota. No podía demorarse demasiado, ya mismo era hora de cenar, entonces se acordó de lo que le dijo su tío, parpadeó, se cercioró de que Wook estaba "out" y fue al vestidor, donde estaba oculta la caja fuerte.
Cerró la puerta tras de sí, miró alrededor por si veía algo sospechoso, levantó el cuadro y tecleó la clave (el papel lo había quemado con el mechero camino de casa)

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28/07/2015, 23:17
Director

La caja fuerte era grande, del tamaño de un televisor de plasma de 24 pulgadas. El interior poseía varios compartimentos. En uno, había dinero en efectivo, en billetes pequeños sin marcar. Estaba organizado en fajos de 1.000, y había exactamente 5 fajos. No era una mala cantidad para empezar a rodar. En otro compartimento, había un carné de conducir falso, con su foto. El carné de conducir fungía como identidad en Estados Unidos. Tener una doble identidad la ayudaría a no mezclar a la familia con asuntos delictivos, si era arrestada o similar.

Por último, había una pistola de calibre 40, de esas que tiraba buenos pepinos, y no esa basura de 9mm con la que equipan a la policía. Junto a ella, dos cargadores llenos. Comprar más munición no sería complicado, pues podía adquirirla en cualquier armería, o comprarla en el mercado negro.

Por último, había un sobre con una nota de su tío, y junto a ella las llaves de un vehículo. Por la marca, parecía una moto. "Dicen que es la mejor moto de hoy en día. Espero que te guste". La nota estaba escrita en una tarjeta, la dirección de un trastero donde seguramente estaría guardada.

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28/07/2015, 23:25
Sagong Min-Wook

Se metió hasta en la cocina. Ya con las bragas puestas, su amiga se tiró cuan larga era en la cama, apenas sin reparar en los objetos que estaba examinando.

-Tengo hambre. ¿Has traído algo?

Cogió su móvil y comenzó a trastear.

-Se podrá pedir por Blerp o alguna plataforma así. Seguro que aquí hay mil sitios.

Se rascó el ombligo, hablándole sin mirarla todavía.

-Tenías que haber visto a tu vecino. Es blanco, pero mono. De esos que van al gimnasio y se cuidan. Tenía un cuerpazo... y que artillería se gastaba -le dió la risita- Aunque comparado con los coreanos, cualquiera es un gigante. ¿No crees?

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29/07/2015, 03:36
Queen Choi

“Tio Gun tu sí que sabes cuidarme…”
Se mordió el labio inferior al ver la colección de juguetes dentro de la cajafuerte, como si tuviera delante un banquete. Escuchó el parloteo de Wook en el dormitorio, en un rápido movimiento echó en una mochilita un fajo, la pipa y las llaves y la documentación, cerró la caja y salió del vestidor haciendo como que llevaba un rato buscando ropa sin éxito.

-Joder, está todo pasadisssimo, menos mal que traigo un cargamento- lanzó la maleta sobre la cama (Wook rodó para no ser aplastada) y empezó a revolver –Buah! Será por sitios…- dijo respondiendo al tema de conversación –llama al Clucki´n Bell, me encanta comer pollo frito después de echar un kiki, yo…- seguía sacando una prenda tras otra –tengo que ir a casa de mis padres, ya sabes, esos rollos… ahhh aquí está…- al fin había dado con la camiseta que estaba buscando, una rollo ochentero con la cara de David Bowie zombie, se sacó la de tirantillo cutre de andar por casa y se puso la nueva. Pantalones se dejó los mismos y zapatos… bueno, poco a poco iba encontrando cosas que le molaban, un look retro le pareció adecuado. Entre medias, caminando de arriba abajo para terminar de arreglarse hablaba con Wook sobre hombres, sí cualquier cosa que no fuera oriental, principalmente latinos y afroamericanos calzaban un buen calibre, bien lo sabía ella, no le molaban demasiado los blanquitos, eran muy gilipollas y pertenecían a la aburrida media pero claro… para Wook era exótico.

Se sentó en la cama junto a ella –toma- le dio una copia de las llaves –no se lo que me entretendrán… tienes de todo en la cocina y en la casa, si te aburres… siempre puedes darle un segundo asalto al vecino o… probar con otro jajajajaja, con lo que sea me wasapeas vale?- sonrió y se levantó de un brinco –Lo único que te pido es que no me montes una fiesta ¿Ok?- suspiró –Bueno… pues me las piro, nos vemos perra- le sacó la lengua y salió del cuarto meneando la mano y echándose la mochililla a la espalda.
Llamó un taxi, pasaría primero por el almacén para sacar la moto.

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29/07/2015, 18:06
Director

El trastero estaba un poco apartado, así que para ir hasta allí tuvo que pedir un taxi. Había olvidado el teléfono de los taxis de la ciudad, y cuando salía por el hall, vió que en recepción había un montón de flyers y tarjetas de los negocios más diversos. Se detuvo a mirarlas con curiosidad, por la diversidad de colores y pamplinas varias. También por que venían locales de comida a domicilio, y siempre es interesante coger los trípticos y saber qué puedes pedir cuando no tienes ni putas ganas de cocinar.

Entonces, como caído del cielo, una tarjeta verde muy mona. "Green cab, taxis ecológicos", y abajo decía "mejoramos los precios del taxi metropolitano". Aquello la convenció, y llamó por teléfono. Eran radio-taxis de aquellos que no patrullaban, los tenías que llamar tu y dar una dirección. Pero no pasaba nada. No tenía prisa por la maldita reunión familiar.

No tardaron mucho, lo que en fumarse un pitillo. Un coche verde muy simpático se detuvo en la puerta.

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29/07/2015, 18:12
Shabad Gupta

El hombretón que conducía era un gigante. Apenas cabía en el coche, y su cabeza con turbante quedaba a escasos tres centímetros del techo. Se había interesado por si llevaba maleta, pero al ver que no, se limitó a bajar el volúmen del cd que llevaba puesto, con música india. Su sonrisa contenía empastes de oro, de aquellos de la vieja escuela.

-Buenas y brillantes tardes. ¿A donde puedo llevarla, prinsesa de Asia? Mejores presios nosotro de San Fierro. Nosotros meamo en competensia.