Partida Rol por web

Gozushi!

Tiburones en la piscina (Escena 1)

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29/07/2015, 18:18
Queen Choi

Sonrió ampliamente al ver al conductor, mucho logo moderno, mucho ecofriendly y todo eso pero era un servicio de taxi de los de toda la vida, con taxista hindú como Dios manda, y encima era un cachondo. Definitivamente estaba en América.
Sacó la tarjeta del bolsillo, le dictó la dirección al conductor y se acomodó en el asiento a ver el paisaje urbano por la ventanilla.

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29/07/2015, 18:23
Director

La dirección era Pancho Villa St., una avenida bastante amplia cerca de Portero Hill. Se relajó viendo las calles de la ciudad, ahora en la hora punta de salir del trabajo por la tarde, el histórico tranvía, los autobuses, los coches particulares, las señales de tráfico...

Pero también había cosas típicas de la ciudad que no molaban una mierda. En un semáforo, justo al ponerse en rojo, el taxi estaba solo en una calle pequeña. Dos chavales negros con pinta de gangsta se acercaron al coche, uno de ellos con un paquete de kleenex, y picaron a la ventanilla con la mano llena de anillos.

-Oye tronco, ¿Quieres toallitas? -preguntó cuando el indio bajó un poco la ventanilla.
-No haser falta amigo.

Entonces, el chaval sacó una navaja, y el que iba por detrás se llevó la mano a la cintura del pantalón, donde posiblemente tuviera una pistola. Un tercer asaltante, un adolescente, casi un niño, puso delante de ellos un coche estilo ranchera, viejo y cochambroso, impidiéndoles escapar.

-¿Y si yo hacer falta tu me das el puto dinero? -dijo, zumbón.

El otro chaval pegó una patada a la puerta, en el lado donde ella estaba.

-Hay una zorra china dentro, TJ. Que se baje, joder. Tengo ganas de jugar.

-Tu, zorra china, danos tu puto dinero o te vamos a pegar una paliza.

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29/07/2015, 18:37
Queen Choi

¿Le había tocado un conductor nuevo? Eso no se hace nunca!!...
Por suerte llevaba la pistola a mano y había sido lo suficientemente lista como para meter un par de billetes en la cartera pero el resto llevarlo escondido en la chupa.
Prefirió hacerse la tonta de primeras, así que soltó un chillidito y fingió estar asustada -Ok, Ok..- dijo subiendo las manos y poniendo cara compunjida. Ponerse gallito demasiado pronto nunca salía bien 

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29/07/2015, 18:44
Shabad Gupta

Malditos negratas. Eran lo peor, siempre con los malditos estereotipos. Abrió la guantera, consciente de que le habían bloqueado el paso.

-Doy dinero, no preocupar amigo -dijo con sorprendente servilismo.

El negrata se relajó, aunque estaba nervioso. Hasta las putas cejas de crack, posiblemente. Pero el indio no sacó de la guantera fajos de billetes, si no spray de pimienta. Y generosamente roció la cara del desprevenido pandillero cuando éste se asomó para coger el dinero.

Inmediatamente después, subió la ventanilla, tirando de su cabeza hacia dentro, de modo que comenzó a estrangularle con el borde de la misma, mientras daba marcha atrás con el coche. El pandillero luchó desesperadamente por mantenerse en pie, pues si se caía de rodillas se estrangularía todavía más. No dijo nada, por que le estaban aplastando la tráquea.

El que tenía detrás si puso el grito en el cielo, sacando la pistola y persiguiendo al coche de forma bastante patética mientras graznaba en su dialecto de barrio.

-¿¿Kaces locata?? Para ese puto buga ya o te mato, cabrón. TJ, aguanta negro. ¡Suelta a mi puto negro, moro de los cojones!

- Tiradas (1)
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29/07/2015, 18:57
Queen Choi

Queen se descojonó de la risa viendo la salida del taxista -Aprieta, aprieta!- coreaba mientras echaban marcha atrás y al pavo se le escapaban los salivajos intentando ridiculamente mantenerse en pie. La cosa se ponía divertida.
-Espera que te ayudo-
Le guiñó un ojo al hindú por el retrovisor, bajó la ventanilla del asiento de atrás y sacó la pistola apuntando directamente a los huevos del idiota al que tenían atrapado -tira la pipa bien lejos o le hago un piercing a tu amigo en las pelotas!-

- Tiradas (1)
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29/07/2015, 19:11
Director

No eran unos héroes del barrio, ni nada parecido. De hecho, era posible que para evitar que se le cayera el pelo, el revólver que sostenía estuviera descargado en aquel momento. El caso es que lo último que se esperaba es que aquella tía estuviera armada, armada de verdad. Arrastraban a su primo y él no sabía que coño hacer. Lo que hizo fue salir corriendo, tras tirar el revólver. Corriendo de vuelta al coche, donde estaba su hermano pequeño. Y sin esperar a su primo, se fueron cagando leches.

Finalmente, el sikh bajó la ventanilla, pasando por encima del brazo del negro inconsciente que se desplomó. Clac, sonó. Ahí se había roto algo. Se fijó en su expresión, y no había cambiado. No estaba aterrorizado. Solo preocupado por la pasajera. Reemprendió la marcha, esquivando el cuerpo tendido, no sabían si inconsciente o muerto, con el brazo roto y el hueso salido.

Y como si nada, siguió para dejarla en el cruce que ella había señalado. Era un sitio de extrarradio, casi en la zona industrial. Los trasteros ocupaban una manzana, con sus calles y las puertas todas iguales. Frente a ese edificio, al otro lado de la carretera, la oficina de los trasteros, donde había cajas fuertes para guardar cosas más caras, y a cambio de una fianza mayor, no se perdía el artefacto si no al cabo de X años sin ingresar la anualidad.

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29/07/2015, 19:20
Shabad Gupta

Detuvo el coche en la zona de aparcamiento de los trasteros. El sol se ocultaba por el horizonte, y él se arregló mecánicamente el cuello de la camisa que llevaba.

-Ruego disculpe incidente de antes. Culpa mía, debí preveer. Usted mucho valor. No saber yo que ir armada.

Intuía que no era policía. Si no hubiera llamado por teléfono a los compañeros, o detenido a los dos negratas. No, debía ser una chica de armas tomar. Pero vivía en un barrio de clase alta. Él no era tonto. Aquello olía a mafia, o quizá una profesional de élite.

-Yo pago ésta carrera por molestias causadas.

Sacó una tarjeta personal, de éstas gratuitas, con un dibujito muy gracioso. Y se la ofreció.

-Si alguna ves necesita conductor discreto, llamar aquí. También hago encargos en coche personal, no empresa. Hombre discreto yo, de fiar, saber manejar armas si hacer falta. Muchas boca que alimentar yo, seis hija y esposa, ella trabajar grandes almasenes pero yo no gustar. Yo querer dar ella mejor vida.

Sonrió.

-Perdonar, yo estar contando vida mía otra ves.

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29/07/2015, 19:31
Queen Choi

-Van y nos tocan los tontos del barrio... pues si que...- hablaba viendo como los asaltantes se largaban cagandose en los pantalones -que cutres...- se guardó el arma sin prestar la más mínima atención a lo que le pasara al de la ventanilla -una chica moderna tiene que estar preparada para todo- respondió al conductor quitando hierro al asunto. Él hizo lo propio con su charla, iba a pedirle una tarjeta cuando él se la ofreció, el tío tenía narices y siempre venían bien esa clase de contactos
-Shabad Gupta...- Leyó la tarjeta en alto - Lo tendré en cuenta- la guardó en el bolsillo del pantalón, le tomaba la palabra -Hmm, la familia... las cosas que se hacen por ella... no sabe como le entiendo- le dio la mano y le soltó un billete de 50 -y esto para dar las gracias por el show- volvió a sonreir y salió del vehículo -Bye!- miró al horizonte pensativa, luego caminó al interior del almacén de trasteros

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29/07/2015, 19:50
Director

El taxi se marchó, subiendo a tope aquella musiquilla india, que persistió en el ambiente un rato. Recorrió los pasillos del trastero, generalmente desiertos. Siempre había alguien que vivía en el trastero, sobre todo hombres de clase media arruinados tras un divorcio, y que vivían como osos lavándose por partes, turnándose para enchufar la lavadora, el televisor o la resistencia en la que cocinaban las latas baked beans. Pero no en aquel trastero, o eso parecía. Posiblemente era un trastero para gente de bien, que cobrara bien sus servicios. Las puertas eran gruesas y duras, y tenían un sistema de apertura mecánico que consistía en meter la llave y girarla hacia un lado (derecha subir, izquierda bajar).

El trastero era amplio, como un garaje de dos plazas y media. Encendió la luz y apreció mejor el interior con una breve sonrisa. Para aprovechar el espacio, en los laterales había varios armarios, y aprovechando el punto ciego de un pilar en la esquina, una mesa en forma de cuña, con armarios para las herramientas y lo que parecía (y resultó ser) una troqueladora de matrículas. Había diversos recambios de partes de moto colgando de las paredes, e incluso un armario armero de seguridad, muy pesado, con un código de apertura que ella misma programó siguiendo las instrucciones que su tío había dejado en un papel. Dentro encontró más munición para la pistola, así como dos cargas de explosivo plástico con su detonador a distancia.

En otros armarios había ropa de motorista, como coderas, dos cascos (uno deportivo y otro más marimoñis) y un conjunto tipo mono de pantalón y chaqueta con refuerzos, de esos que se te pegaban al cuerpo como un catsuit. También, oh sorpresa, encontró una nevera pequeña en los bajos de un armario, diseñada principalmente para guardar bebidas. Parecía la batcueva, y le hizo reir.

La moto que había allí dentro era una Yamato R1, una moto de carretera muy famosa. Estaba apoyada en un pequeño gato mecánico que servía para hacerle reparaciones o cambiarle la rueda con facilidad. Para evitar accidentes, venía sin gasolina, y de hecho tenía algunos plásticos todavía de los que venían de fábrica. La gasolina estaba en latas en los armarios, sin plomo 96.

Junto a ésta señora moto, arrumbada contra una esquina, ocupando la otra media plaza, había un scooter normal y corriente de 125 cc, de la marca italiana Sforza. Suponía que el casco más modosito era para aquella moto, que consumía el mismo combustible. Las llaves estaban colgadas justo encima, de un clavo en la pared.

Finalmente, un muy importante detalle: un póster. No podía faltar el póster en un garaje, y su tío se había acordado del poster que tenía en su cuarto, en casa de sus padres. Siempre le había gustado aquel actor, por que estaba bueno de cojones y era exótico.

Le llegó un mensaje al Wassup, y lo consultó. Era su hermano. "¿Vienes a casa de los papas o qué? Te estamos esperando".

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30/07/2015, 01:59
Queen Choi

-JOOOOOOOOOOOOOOOOOOODER!- Silbó al ver el sitio y la moto, un puto palacio era eso, y se rio a carcajadas por el poster, sí que la tenía calada su tío, Gun hablaba poco pero no se le escapaba un detalle.
Los explosivos le hicieron arquear la ceja, eso eran palabras mayores pero… más valía prevenir.

Si por ella fuera se habría quedado allí, bebiéndose un refresco y trasteando su nuevo juguete, pero el deber llamaba, literalmente. Ahí estaba su hermano metiendo prisa –Aggggggggggg- se quejó –que ya voy cooooño- soltó el aire fastidiada y respondió con el mismo tono, tiró de los plásticos y luego llenó el depósito con cuidado, como si estuviera dándole de comer a un potrillo recién nacido.
El momento de hacer el primer contacto con las llaves fue una explosión de excitación, el motor sonó a música celestial. Acarició la superficie, el asiento… brincó con el rostro iluminado, se puso el casco grande, sacó la moto del garaje, echó el cierre y se montó, con decisión, como lo haría con un maromo de esos que te ponen al rojo vivo. Sintió un escalofrío, revolucionó el motor y salió atronando al vecindario –SÍ JODER!- el camino a casa de sus padres le serviría para testearla.

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30/07/2015, 02:07
Director

Cabalgó a través de las carreteras, sin importarle que las cámaras le echaran fotos. Que se las echaran. Algún gilipollas pagaría el pato, gracias a su matrícula falsa. Con la cara tapada, le podían poner todas las multas que les diera la gana.

Ya era de noche, y había ese ambiente místico, eléctrico y glamuroso en las calles de la ciudad, con las luces de los carteles reflejándose en la superficie pulida de su moto, en el visor de su casco. Daba gusto conducir así. Además, hacía más fresco a aquella hora que durante el tórrido día.

Se encaminó a Santa Flora*, más conocida como "Los cerros", una de las zonas altas residenciales de la ciudad. Por doquier, casas de diseño de nuevos ricos, entre la que se contaba la de sus padres. Ahí redujo la velocidad, pues no era menester que la policía te detuviera al lado de casa de tus padres.

La casa estaba en un pequeño altiplano, y los terrenos ocupaban una extensión nada desdeñable. La mitad de esos terrenos lo ocupaban el gran garaje y el patio trasero con jardín y piscina de lecho de piedrecillas. Una pijada de esas del inglés del programa de hacer piscinas chulas del canal Max, que había costado un puto ojo de la cara. La entrada a casa se hacía a través de un elegante carril pavimentado que llegaba hasta el garaje, con otra entrada peatonal, mucho más teatral, que daba al lado de una pequeña calle secundaria.

Las luces del patio estaban encendidas, pues la cena iba a desarrollarse allí, al aire libre, junto a la piscina. No era quizá lo más glamuroso, pero aprovechaba el fresco que se formaba en los cerros durante la noche, que bajaba como suaves brisas de viento.

Habían montado las mesas que utilizaban para las barbacoas veraniegas, con las sillas grandes, amplias y pijas. Sillas de esas que son difíciles de colocar una al lado de la otra, y más vale que se te ocurra poner la mano entre ellas, o al menor movimiento te la deben amputar.

Su familia estaba allí, parte de pie, tomándose una cerveza, parte sentados. Como la abuela, que como buena matriarca encabezaba la mesa. Había piscolabis, una mezcla de occidente y oriente, y los platos estaban por la mitad. Se notaba que habían estado esperándola desde hacía un buen rato, pues se habían cansado y habían empezado a comer.

Notas de juego

*Twin Peaks

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30/07/2015, 02:21
Choi Jon-Hoo

Su padre fue el primero en verla. Cuando se acercó, dejó la cerveza encima de la mesa y con grandes zancadas, cubrió la distancia que les separaba para levantarla de un abrazo.

-¡Ya está aquí mi niña! -dijo, entusiasmado- Madre mía, cada año estás más guapa.

La dejó en el suelo y le dió dos besos. Olía todavía a la cocina del restaurante, pues seguro que había estado trabajando hasta el último momento. De hecho era posible que hubiera llegado poco antes que ella.

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30/07/2015, 02:24
Choi Do-Nari

La yaya sonrió al verla llegar. Hecha toda una mujer, como Dios manda. No esperaba menos de la que había heredado sus genes. Los buenos genes siempre saltan una generación, o eso dicen. Ella no se levantó, si no que miró de reojo a su madre, que seguía hablando por el móvil, fumando cerca de la piscina. Luego miró a su hijo y a la nieta que abrazaba.

-Anda, bájala, que no es una niña ya. No. Mírala, es una mujer de bandera, como tu madre.

No se levantó por que no tenía muy bien las piernas. Cosas de la edad.

-¿Es que no vas a dar un beso a tu abuela?

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30/07/2015, 02:48
Queen Choi

Estaba nerviosa de cojones, poner los pies en la entrada fue como si la atravesara un rayo. Tragó saliva.
Avanzó entre ellos en actitud algo tímida, a la espera de ver reacciones y tal, de reojo vio a su madre pero volvió a sonreir al dejarla su padre en el suelo –Papá…- se quejó infantil pero le devolvió el abrazo cariñoso -Abuela!- trotó haciendo como que estaba sonrojada por sus palabras y la abrazó dejándose besar como lo hacen las abuelas, esos rituales por los que hay que pasar sí o sí.
La mesa estaba llena de cosas ricas, le rugió la tripa.
-Y Hwan? ¿Dónde está ese plasta de hermano que tanta prisa me metía?- se echó un canapé a la boca

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31/07/2015, 00:49
Choi Hwan

Fue preguntar y le sorprendió. Le hizo cosquillas, por la espalda. Estaría en el baño, o algo así, por que no dió muchas explicaciones al respecto.

-¡¡¡Mira quien essss!!!

La abrazó por la espalda y trató de levantarla, de forma bastante patética, todo había que decirlo, por que seguía siendo un poco tirillas.

-Cuanto pesas tía. Tienes que ser de hueso ancho.

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31/07/2015, 00:53
Director

Quedaba la mama. Pero la mama pasaba de todo. Estaba hablando por teléfono y fumando, como si nada fuera con ella. Como si el regreso de su hija le sudara el coño intensamente. Notó miradas de circunstancias en la familia, y como su padre la invitaba a acercarse a la mesa y picar algo, disculpándose por que ya hubieran tocado los platos.

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31/07/2015, 00:55
Choi Do-Nari

La abuela la miró de reojo con una sonrisa.

-Anda, siéntate. No esperes a tu madre, que vive pegada al teléfono. Ni que tuviera muchas cosas que hacer. Siempre hablando con sus amigas y mirando las redes sociales. ¡Bah!

Miró a su padre y sonrió.

-Anda, traed el resto de la comida. Le hemos dado la noche libre a la cocinera, mucho trabajo preparando todo ésto. La pobre se merecía un descanso.

Se quedaron solas, y la abuela le puso una mano en el regazo.

-¿Has hablado ya con tu tío, mm? Sabrás que hay problemas, problemas con tu madre. Ella es una bruja, nunca me ha gustado. Discutimos mucho, pero no me hace ni caso, me quiere meter en una residencia. Y tu padre, como siempre, un calzonazos que no se entera de nada. Como sigan así, nos arruinan.

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31/07/2015, 01:33
Queen Choi

-Y tu sigues siendo un mosquito ñeeeeeeeeeeeeh- sacó la lengua divertida –Kwan estará en la cama no?- sus padres habían sido siempre muy estrictos con los horarios, “una vida ordenada es el primer paso en el camino a la excelencia” decía su padre “Si tú supieras papá…” tenía toda la razón y tristemente se encontraba en el centro del caos.
Se sentó junto a la abuela e inclinó la cabeza, entre el cariño y la confidencia
-Sí… sí… me ha puesto al corriente- miró hacia la casa donde se escuchaba el cacharreo y las voces de los hombres de la familia –De eso nada…- se refería a lo de la residencia –ya estoy aquí, entre los tres pondremos las cosas en orden, ya lo verás- le sonrió llena de decisión -¿Algo más que deba saber? Tú que la ves todo el día danzando por aquí…- disimuló no mirando a su madre, aunque estaba tan ocupada parloteando que no se enteraría de nada ni aunque hablaran a gritos 

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02/08/2015, 18:58
Choi Do-Nari

Rió por el comentario. Que mal informada estaba.

-¿Todo el día? No. Solo viene para dormir, estar un rato en la piscina o bañarse mientras fuma y bebe champagne. El resto del día, cuando tu padre no está, siempre tiene alguna clase de reunión de negocios. Se cree que es una businesswoman o algo. Yo lo creo es que a tu padre los cuernos ya no le permiten entrar por la puerta.

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02/08/2015, 19:04
Choi Hwan

El hermano llegó primero, dejando en la mesa las langostas que habían hecho al vapor, mientras su padre llegaba con el resto de platos. Escuchó de refilón lo que hablaban, pero no dijo nada. El tema no le era desconocido. Posiblemente el único que no supiera nada, o no quisiera saber nada, fuera su padre.