Partida Rol por web

Me había dejado llevar por el impulso. Aunque sea tenía claro que sentía. Lo que no sé es si Scarlet no me ha rechazado por timidez, por que me aprecia como amigo. A partir de ahora todo estaba en sus manos, pero por lo que la conozco intuyo que presionarla sería la opción errónea.

La sigo por el pasillo, y cuando mira hacia atrás le hago un gesto de asentimiento. No iba a dejarla sola con sus problemas, nunca más.

Al principio Henri pensó que Logan le había hecho a Alex una broma, un comentario tomándole el pelo. Pero después vio que en realidad Alex se lo estaba tomando en serio, al parecer las palabras de Logan tenían algo de verdad. Aun así estaba claro que esta no era la forma de hablarlo con él, no así rodeado de tanta gente, al parecer el tal Logan no tenía mucho tacto. Aprovechando que estaba junto a Alex le dio un toque con la mano en la pierna para llamar su atención. 

-No te preocupes ahora por eso tío.-Le dijo Henri a Alex.- Seguro que cuando llegue el momento lo sabrás, no tiene sentido darle vueltas ahora en el tren. Solo tienes que esperar a la persona adecuada.-Terminó Henri sonriendo.

Scarlet miró atrás y le lanzó una media sonrisa a Spencer. Al llegar al compartimento miró por el cristal, había dos chicos más...Respiró hondo, pegó en el cristal y abrió la puerta con delicadeza.

-Ho-hola...ya volví-dijo, consciente de que seguía roja como un tomate, pero había sido un gran subidón, el sonrojo le duraría mucho tiempo- Me-me encontré a-a Spencer y...bu-bueno...nos entre-tu-tuvimos...-dijo dándole una explicación a Logan y a Alex. Recordó lo que pasó antes y se sonrojó aún más-Pe-pero a-aquí estamos...los dos.-miró a los chicos desconocidos, sus caras le sonaban, estaban en su curso, pero desconocía sus nombres-So-soy Scarlet Watson...Encantada-entró con dificultad en el compartimento (ya que era pequeño y aún le temblaban un poco las piernas) y estrechó las manos de ambos chicos.

Ya iría luego a comprar golosinas.

Alex sonrió y afirmó enérgicamente con la cabeza a las palabras de Henri. El chico tenía mucha razón. De hecho, era exactamente lo que pensaba Alex, pero para un adolescente las cosas de la mente podían dar giros muy bruscos cuando se hablaban de esos temas. Se confundía. Por suerte, su compañero le quitó rápido la tontería.

Y patapám. Scarlet y un Ravenclaw más en la puerta. Si ellos supieran...

Alex se había colocado treinta segundos antes su Amapola Violeta sobre el pecho izquierdo, al lado del corazón. Lissy otra entrelazada en el pelo, bastante tiempo atrás, y Henri tenía una en la muñeca, agarrada con una pulsera. Logan, si no había hecho nada con ella, la tendría en la mano. Y Ashton... mientras no le hubiese comido, lo mismo daba.

Como no, Alex ignoró las palabras de Scarlet, o al menos, la mayoría. Se quedó con lo más absurdo de todo. 

Soy Scarlet Watson, encantada.

Alex se levantó y se alisó la túnica con una mano. Entonces, sacó ambas y estrechó una mano de la chica.

- Alex Blair, encantado- dijo con una sonrisa de oreja a oreja-. Vamos a estar demasiado apretados, también se lo digo.

- Nada nuevo - responde, intentando normalizar la situación de aquel indeseable en el compartimento - Tenía ganas de volver al colegio... Os he echado de menos - dice, en general, a todos los compañeros con los que tenía vínculo, o con los que podría tener.

Nada podía ser más terrible que la soledad impuesta, y el regreso a las clases suponía que aquello podía acabarse, al menos durante un tiempo.

Scarlet se sorprendió de que Alex se le presentase, sería una broma de las suyas. Aun así aceptó su mano y se rió.

-Creo que...tu y yo nos conocemos de hace bastante...lo decía por ellos dos...-señaló a los Hufflepuff con una tímida sonrisa.

Después se fijo en la amapola violeta que tenían todos, la curiosidad le pudo y preguntó tímidamente:

-¿Y-y esta flor?

Scarlet nota unas ganas de reír increíbles.

Saluda a los dos chicos que entran en el compartimento. Ese lugar comienza a estar abarrotado y más cuando entran Scarlet y otro chico más. Así que se levanta del asiento.

-Bueno, chicos... es un placer conoceros, pero comenzamos a estar abarrotados y yo tengo que ir a saludar a mis amigas, así que me voy a buscarlas.

Se despide de todos con una sonrisa y se marcha del lugar para buscar a sus amigas.

No sabe si será por la flor o por la broma de Alex, pero Scarlet empieza a reírse. Primero tímidamente, intentando disimularla, pero después no puede controlarla y empieza a reír a carcajadas. Se rodea la barriga y se dobla por la risa.

¿Qué le estaba pasando? Hacía mucho que no se reía así. Le dolía el estómago de tanto reírse, pero no se sentía del todo mal. Seguía sin poder parar de reír.

Lissy se va y ella sin poder parar de reír la despide con la mano, aprovecha para sentarse, entre las emociones de antes y la risa, sus piernas no podían más.

 Mientras las chicas hablaban de frivolidades, yo seguía muy concentrado en mis cosas, con la vista clavada en el libro y no me molestaba en levantar la vista ni un segundo...

 El único gesto nuevo que hice fue pasar la página y mirar una nueva, aparte de eso, era como una estatua que leyese sentada.

Llegué al tren casi tarde, siempre iba con el tiempo justo y eso que mi "niñera" había estado intentando despertarme 3 horas antes, ya que no me había ni preparado el carro para el viaje. 

Al cruzar el muro entre el andén 9 y 10 vi a muchos padres despidiéndose de sus hijos, mientras ellos les despedían timidamente por la ventana de su compartimiento. Era una imagen que al principio me dolía bastante, y hacía que me sintiera desgraciada. Ahora ya, me empezaba a dar igual.

Subí apresuradamente al tren cuando ya estaba a punto de marchar y busqué un compartimiento vacio, pero no encontré ninguno. Así q me conformé con el nº5, donde solo se encontraban un chico y una chica también con el pelo lila. Entré y me senté, sin dirigir palabra, para descansar de haber corrido tanto para no llegar tarde. 

Al cabo de un rato dije: - Hola, por cierto, se puede?- 

Me aparto ante el paso de la muchacha. Súbitamente Scarlet se echa a reír. La actitud de Alex no es la de alguien que le conoce, y se supone que son amigo.

-¡Mira que casualidad!.- Desde el marco de la puerta señalo a mis anteriores acompañantes.- Estos son los chicos que te quería presentar antes, Scarlet. Ellos son Henri Hudson y Ashton Hughes, ambos miembros del equipo de quidditch de Hufflepuff. Henri, Hughes, ella es una compañera de casa, Scarlet Watson.

"¿Que diantres hacen todos con flores por el cuerpo? O me he perdido el chiste o aquí pasa algo raro."

-Ho-ho-hola.-se presentó Scarlet. Tartamudeaba más por la risa que por su timidez-Si-si-si que ha si-si-sido una gran ca-ca-ca-casualidad...-siguió riéndose.

Ya empezó a preocuparle el no poder parar de reír. ¿Sería por las flores o alguna broma pesada de sus compañeros? Espera...Alex. Le encantaba usar Rictusempra, el hechizo de la risa, más de una vez lo había usado con ella; aunque a ella no le molestaba que se lo hiciera de vez en cuando, ahora no era el momento.

El estómago empezaba a dolerle más de la cuenta, le faltaba el aliento y lloraba de la risa.

-¡A-A-Alex! ¡Pa-pa-para, por favor!-dijo riéndose aún.

Scarlet nota que la sensación de coquillas desaparece, pero aun le quedan las ganas de reír que poco a poco se van disipando.

Alex sonrió de forma afable mientras la chica se reía. No parecía estar en estado de desenfrenada alegría como cuando su pequeño circo de amapolas, simplemente estaba contento y sonriente, como cuando recibía una buena noticia. Lo cierto era que le gustaba reír a la gente, y a más le importasen, más. En el fondo creía convencerse de que era una tontería hacer reír a los demás con magia, pues eso era algo que debía salir con naturalidad, pero por otro lado, más en el fondo, pensaba que no había nada más natural que la magia, y defendía el valor de las carcajadas como fuente para superar el miedo... y vivían la era del verdadero miedo.

Sin molestarse en ocultar que había sido el artífice, sacó la varita en el primer segundo, la balanceó en el aire en el segundo apuntando a Scarlet, y la guardó en el tercero. No despegó los labios ni articuló palabra, pero Scarlet, si bien le podría doler el estómago y las mejillas, ya no debería sentir la necesidad de reír. No por el conjuro de Alex.

- Ya está- dijo sin más mientras parpadeaba tranquilamente. Con eso se daba por pagado aquel día. Había pensado en que su hermana no había sufrido aquella chiquillada de las amapolas, pero estaba lejos y Alex no quería irse del compartimento en momento. Estaba contento. Se hubiese acurrucado contra alguien, pero sólo tenía a Henri al lado y no era algo muy recomendable... si bien el chico le caía muy bien, abrazarse a él en aquel momento no le apasionaba como idea.

Pensó que Scarlet no tenía flor, pero ya tendría tiempo para solucionar aquel pequeño detalle.

Un momento... ¡Lissy se había ido! ¿Y Logan? Seguía ahí, vale. Le hizo una señal con la cabeza señalando la puerta, y fingiendo que se colocaba el puño en el lado izquierdo de la cara, gesticuló sin sacar voz de la garganta. Se amparó no sólo en la mano, sino en el hecho de que con tanto ir y venir de la gente en aquel vagón, ambos se habían visto obligados a moverse hacia la ventana para hacer sitio a los demás. No había nadie que pudiera mirarles por la derecha, salvo por el tenue reflejo del cristal.

No dijo nada más al resto de chicos, pues quería dejarles espacio para que se presentasen y hablando de sus cosas. Tampoco se molestó en preguntar qué había estado haciendo Scarlet, ¿no tenían todos derecho a su espacio? A Alex no le hubiese gustado que le preguntasen.

Cena de navidad, Valiente.

Eso fue lo que le dijo a Logan sin hablar. Hubiera sido de muy mala educación decirlo en voz alta, así que tomó todas las medidas que pudo para hacerlo de la forma más íntima y disimulada posible en aquel concurrido espacio. Su plan era claro... apoyar al chico. No directamente, claro, no necesariamente, pero sí quería darle ánimo. Apreciaba a su amigo, así que confiaba en él para merecerse un par de bailes con Lissy. Era un buen chico, ¿cómo no iba a merecerse eso y más?

Era lo que tenía el valor de la amistad.

-Gra...gra...gracias.-dijo recuperando el aliento-...no...vuelvas a...hacerlo así...tan...derepente, ¿va-vale?-le sonrió en parte por el efecto del encantamiento y para que no volver esto una situación incómoda-¿Me-me dirás el por qué de la flor? Es muy bonita.-dijo fijándo se en la que tenía en el pecho.

Estas eran las cosas que le gustaban de Alex, que siempre quería que la gente que le importaba riera y estuviese bien. Seguramente notaría que estaba demasiado rara...

¡Casi se olvidaba! No había presentado a Spencer...aunque tampoco sabía si se conocían...por si acaso decidio presentarlos:

-Oh. Alex, Logan...él es Spencer Ollivander...está en mi ca-casa-sonrió a Spencer, no quería que pensase que lo que había pasado la había molestado o había provocado que cambiase su opinión respecto a él-...no sé si os conocíais ya...