Partida Rol por web

-Escuché que el conjuro hace replica de los sentimientos positivos de una persona, para que los dementores no puedan consumir directamente la de una persona, pero hace falta mucha concentración para lograrlo...y que tiende a tomar forma de un animal, un animal que en cierta forma es el reflejo del alma de una persona.

-Son muy importantes la concentración y la fuerza de voluntad. Y, aunque no estoy seguro, si no ha habido felicidad en tu vida, o no logras llegar a ella...no se podrá conseguir el patronus. También he leido que se pueden mandar mensajes con ellos ¿Es cierto?

Lo mejor sería practicar, sin duda. Cuanto más mejor.

A Lissy no le sonaba de nada el patronus, no tenía ni idea de lo que estaban hablando y aquello la avergonzaba, pero tampoco podía seguir permaneciendo en la ignorancia y más después de haber conseguido ingresar en la Orden.

- Pues yo la verdad es que jamás habían escuchado nada sobre eso... y me encantaría aprenderlo. Si lo que hace falta es un recuerdo feliz... puedo recurrir a mi infancia...- Lissy se tomó unos segundos, su vida había sido un cuento de hadas hasta que cumplió los 11 años e ingresó en Hogwarts... o más bien cuando el sombrero la seleccionó para Gryffindor- ¿Vamos a empezar a ensayarlo ahora?- miró a Cristine, tenía ganas de aprender.

-No es solo un recuerdo feliz... hay muchos recuerdos felices, pero debéis buscar aquel que os llene de energía y calor. Pensad que debéis luchar contra una fuerza extremadamente poderosa... contra unos seres capaces de haceros perder las ganas de vivir.

Se coloca en el centro de la zona adecuada para las prácticas de la Orden y saca la varita. Se concentra durante unos segundos y luego realiza el conjuro. Es algo sencillo, simplemente hay que apuntar hacia delante con la varita y si se tiene el poder necesario, el hechizo crea una potente luz que repele a los dementores.

-¡Expecto Patronum!

De la punta de la varita sale un hilo de luz que va tomando la forma de un animal. En este caso, un león. Cuando deja de concentrarse, el león se desvanece.

-Ya lo habéis visto... tratad de hacerlo.

"Psé, seguro que hay otras vías" la idea de hacer un conjuro demasiado difícil no me gustaba...pero la idea de probar un nuevo conjuro si.

"¿En que puedo pensar?". No era tan fácil encontrar algo como lo que había descrito Gordon, podías creer que algo que te hacía feliz era eso recuerdo, pero que fuera un pensamiento mucho más sutil. Una emoción de un momento dado.

Recuerdo durante un instante la fascinación que me provoco ver por primera vez un unicornio, como mi alma infantil se llenaba de ilusión ante tal belleza.

-Expecto Patronum.-nunca había entendido la necesidad de gritar de la gente cuando hacía magia.

Una nubecilla que recibe una mirada cínica parece y se difumina poco después

-¿Algo así?

Por fin se había presentado la oportunidad que Madelain había estado buscando, por fin alguien se dignaba a enseñarle a realizar el Patronus, y era la persona que menos esperaba.

Lo observó bien, no quería cometer errores. Sabía que era un encantamiento difícil, ya había intentado hacerlo sin éxito solo leyendo los textos. Eso no era suficiente.

Se concentró y empezó a buscar en su mente. Todos sus recuerdos felices quizás hubiesen bastado, pero ella sabía que había algo más. Y se concentró en una idea, algo que en realidad nunca había ocurrido: toda su familia reunida. La nueva y la vieja. Pensó en cada una de esas caras, de alguna manera todos juntos y junto a ella.

_Expeto Patronum.

Lo que salió de su varita distaba mucho del león del profesor. Debería intentarlo de nuevo. Pero primero debía secarse las lágrimas de su rostro.

Cuando Henri entro en la sala de los menesteres la encontró más llena que nunca, mucho más que la única reunión del club de duelo a la que había asistido ese año, por lo menos de alumnos de su curso.

Dejo la puerta abierta detrás de él para que pudieran entrar Katie y Ashton. - Hola- dijo a todo el mundo al entrar, no parecía sorprendido de ver las caras nuevas. - Hola profesor Gordon.- le dijo luego a su profesor de cuidado de criaturas.

¿Llegamos tarde?

Lissy se sonrojó cuando el profesor intervino, de todos los profesores de Hogwarts era el que más le gustaba... por razones odbias y más en aquellos momentos... De manera que atendió poniendo todos sus sentidos en aquel extraño hechizo y tras ver los intentos de sus compañeros se atrevió a probar.

- Expectro Patronum- entonó con la varita en ristre rememorando uno de sus recuerdos infantiles más rememorados cuando se sentía triste por algún desplante por parte de sus padres. Era un recuerdo tan pequeño como tierno, se trataba de la última sonrisa que su abuelo le dedicó la última vez que lo vió con vida. Ella ya había entrado a estudiar en Hogwarts, fue su etapa más dura, puesto que acababa de pasar de ser la niña de papá, al patito feo. Entonces aprobechando que se encontraba a solas con su abuelo, en la que sería la última visita de Lissy a la mansión Richards, su abuelo se aproximó a ella apoyado en su bastón, le posó la mano en el mentón y la obligó a mirarla a los ojos mientras le sonreía y le decía que siempre la querría, que era su nieta y que el rojo siempre le había sentado mejor que el verde.

Entra en la sala, abierta por Henri, y observa a los presentes.
Había una multitud allí congregada. Sus ánimos iniciales comenzaban a esfumarse un poco, ante tanta gente. Pero eran aliados, ¿cierto? Podía confiar, o eso esperaba.

- Hola a todos. - saluda, mirando lo que allí se realizaba. - Creo que sí, al menos para practicar encantamientos.

Entra a la sala tras sus compañeros. Aquello había cambiado bastante. Ahora tenían a una Slytherin dentro de la Sala de los Menesteres (cosa que jamás se habría esperado) y varias personas más. Por suerte a la mayoría las conocía.

- Hola... - dice mientras se queda al lado de la puerta y mira a la chica practicar con el Patronum.

Spencer y Madelain no consiguen sacar nada de sus varitas. Bueno, quizá Spencer consigue que salgan unas chispas plateadas que se difuminan enseguida. En cambio, Lissy parece haberle encontrado el tranquillo porque de su varita sale un hilillo plateado que hace el intento de transformarse en su animal, pero no acaba de definirse completamente y a los pocos segundos se difumina. Sin duda es un gran intento para ser la primera vez que lo hace.

Al ver a Ashton se acerca a él con una sonrisa. No sabía que ya ha podido salir de su confinamiento en la enfermería y que ya puede volver a la rutina, aunque quizá no sea del todo bueno... con las clases y esas cosas.

-Me alegro que ya estés bien, nos tenías preocupados por todo eso de la enfermedad. Te has perdido muchas cosas...

Le invita a que se una a la práctica. No será el único en no saber hacerlo pues los otros compañeros que son nuevos tampoco han hecho nunca un patronus.

Alana se concentró si, pero tuvo problemas para hayar un recuerdo como el descrito. Los conjuros guiados por sentimientos eran algo inusual, y no estaba acostumbrada a hacer uso de estos.

-¡Expecto Patronum! -la pronunciación estuvo correcta y los movimientos de varita también...pero le faltaba la esencia, así que apenas salieron unas chispas de la varita.

Scarlet observó como sus compañeros intentaban a hacer el Patronus, algunos con mejores resultados que otros, pero ninguno sin poder conseguirlo. Sabía lo frustrante que era intentarlo y no conseguirlo, y la gran alegría que sintió al realizarlo tan rápidamente... No puede evitar sonreír al recordar la manera en que Alex la felicitó tan orgulloso de ella cuando lo consiguió. Quería que ellos pudieran hacerlo y sintiesen lo mismo que ella. 

Se adelantó un pequeño paso al resto y les dedicó una sonrisa comprensiva, muy tímida y con las mejillas teñidas de un color rosado. Sacó la varita, para poder enseñarles como buenamente pudiese.

-No os pre-preocupéis si nos os sa-sale a la primera... Requiere mu-mucho esfuerzo y co-concentración, pero sé que e-enseguida lo acabaréis pillando.-miró al resto de sus compañeros, no a los nuevos, si no a los veteranos, en especial a Alex, su testigo.-Hace po-poco yo pude hacerlo... Expectro Patronum.-dice levantando la varita y moviéndola con soltura y gran destreza, cuando se trataba de hacer magia, no había palabras que se le trabasen o timidez que valiese. Mientras pronuncia en esas palabras, se concentra todo lo posible en ese recuerdo feliz, en todos los que ha tenido, intentando exprimirlos al máximo mientras ve como de su varita salen unas delicadas hebras plateadas que poco a poco van formando la pequeña y delicada figura de un ave: Una golondrina.

La golondrina plateada revolotea por toda la sala, casi se podría decir que está alegre de poder salir, dejando tras de sí una estela plateada. Vuela alrededor de los presentes hasta llegar al hombro de su creadora, quien sonríe antes de hacer una suave caricia al pajarillo. 

-Si yo he podido ha-hacerlo... ¿por qué no vosotros? Sé que po-podréis.-los anima con la mejor de sus sonrisas, eso sí, siempre tímida y reservada.

Tras la calurosa bienvenida recibida Henri se concentra en las explicaciones del profesor Gordon, daba gusto verlo explicar el patronus, solo él conseguía trasmitir cómo y dónde encontrar la energía que hacía falta para ese conjuro.

Los que lo intentan por primera vez consiguen más o menos lo esperado, no es un conjuro que se domine a la primera.

De repente, una pequeña golondrína revolotea en mitad de la sala, hasta pararse en el hombro de su creadora. el hufflepuf mira a Scarlet y le sonríe, alegre porque su patronus haya cogido ya forma, una pequeña y delicada forma voladora.

La gente seguía llegando, parecía que por fin estaban todos los citados. La Orden del Fénix estaba completa (fuera eso bueno o malo).

_Hola chicos.

El saludo fue bastante natural, teniendo en cuenta que no era nada natural encontrarlos a todos allí. Ella estaba más concentrada en realidad en ver qué había fallado en su intento de conjurar el Patronus. Su idea había sido bastante feliz, o eso creía ella. Debía seguir intentándolo, detestaba fallar, aunque el reto de poder conseguirlo la estimulaba mucho.

_Expecto Patronum.

Nuevamente no habían salido más que unas chispas de la varita. ¡Qué enojo!

-Hey, Henri. Puede que no tengamos tan claro qué es lo que nos hace especialmente felices...

Ummm... ¿Qué más podía tener en mente?. Pienso en la primera vez que sentí la magia recorriendo mi cuerpo. Cuando al fin me hice con mi propia varita y la energía fluía como agua, la sentía como el aire cuando te concentras en respirar.

-Expecto patronum.

El humo blanquecino se condensó durante un instante. Una figura que se podía intuir pero no identificar. 

Alana repitió el movimiento y la pronunciación, tratando de buscar algun recuerdo que le hiciera feliz...recordó la navidad. En el fondo, adoraba las navidades y el ambiente de las mismas. Pero eso no era suficiente. Recordó una donde había pasado con su madre solamente, puesto que su padre debía trabajar de emergencia esas fechas. Una navidad de a dos no parecería alentador, pero  la mujer había puesto lo mejor de si para que la velada fuese memorable, y le había regalado un reloj de arena mágico.

Sonrió mientras pronunciaba de vuelta el conjuro.

-Expecto patronum.