Partida Rol por web

Pasad, pasad!.- dice Mentor animadamente.

Sir Ragnar partió esta madrugada temprano. Se ha ido encantado con vuestro trabajo. Ha repetido una y otra vez su agradecimiento por vuestra ayuda.- prosigue mientras os invita a tomar asiento.

Lamento no haberos dejado descansar, pero ayer mismo llegó un mensajero del Principe Magnus. Parece que hay una cada vez más creciente banda de ladrones escondida en las Montañas Negras. En su mayoría son orcos, aunque está comandada por Gulthor, un despiadado Guerrero del Caos.

La semana pasada, las fechorías de esta banda han llegado al limite de su osadía y han robado tres cofres repletos de oro a su Majestad.

Vuestro trabajo, no es eliminar la banda; ya que de eso se encargaran las tropas del principe; sino recuperar los tres cofres sin que falte ni una moneda.

A la vuelta, el principe os recompensará con 200 monedas de oro.

Os deseo mucha suerte.

Esta misma tarde saldreis hacia las Montañas Negras. Espero que no os sea muy complicado encontrar la cueva donde tienen su guarida.- finaliza.

Dos días más tarde llegais al pie de las Montañas Negras y en tan solo un día vuestras pesquisas os llevan a una mal escondida guarida.

Subiendo por una estrecha escalera y tras deshaceros de dos vigilantes penetrais en la pequeña sucesión de cuevas que conforman la guarida.

Al fondo una puerta de madera parece dar acceso a donde la famosa banda tiene su centro de operaciones.

Krugbarg se desplaza hasta la puerta con su nuevo flamante casco reluciente.

¡¡Pronto manchado de Sangre!! JA JA JA . Mas sangre...

Nada mas abrir la puerta, veis una sala desaseada y sin ningún tipo de adorno. Terminada en la misma piedra de la montaña unicamente tiene la utilidad de dar cobijo a la banda de maleantes; exactamente igual al resto de la guarida.

En el fondo de la habitación, muy cerca de la puerta, dos despistados goblins parecen estar jugando a una especie de juego de dados.

Aún no se han dado cuenta de vuestra presencia.

Krugbarg echa abajo la puerta con fuerza y asalta la posicion de los inutiles goblins...

En cuanto se escuchó el grito a la batalla se despreocupaba de sus asuntos para apoyar el combate, ya colocaba la piedra mientras cruzaba la puerta. En cuando asomaba en la sala, la cruzaba para poder arrojar el proyectil a los flancos de los viles goblins. Su entusiasmo volvió a provocar su error, parecía haber perdido la práctica. ¡Maldición!

Tiranthir saca la ballesta cuando ve cargar al barbaro.

¡Enano, tu la llevas!

Y entra en la habiatacion contigua con el arma lista. Se queda junto a la puerta y abre fuego con una sonrisa en la boca.

Los aventureros entran en la sala como un ciclón, terminando con los dos goblins que caen pesadamente al pavimento en tan solo unos segundos.

El enano avanza pesadamente y al llegar a la sala se encuentra que sus compañeros ya han acabado con todos los enemigos, Por las barbas de Gimli y Grugnir, no os da vergüenza dejarme sin fiesta?, aprovecháis mis patas mas cortas para acabar rápidamente con ellos, grrrrrr.

El elfo caminó hacia la puerta y la abrió.

Vamos! aún nos quedan enemigos.

La puerta da acceso a un largo y estrecho pasillo.

Numerosos derrumbes, muestran lo que debían de haber sido otras cavernas o habitaciones.

Veis que todo está en un estado deplorable. Suciedad y humedad lo inundan todo.

Los techos son bastante bajos.

Al fondo del pasillo dos orcos armados con arcos parecen estar vigilantes.

El Elfo ve como el barbaro sale sin mirar si el pasillo esta ocupado.

No tengas tantas prisas, o te robaran el corazon.

Se encamina unos pasos, y luego frena y da la vuelta.

Deberia de reconocer el terreno primero el enano, por si hubieran trampas.