Partida Rol por web

Hilos invisibles

Capítulo 0: Resonancia (Rena)

Cargando editor
25/11/2015, 12:28
Rena Hiyane

Dejo el vídeo para después. Lo importante en aquel momento es mantener a Ash en línea.

Te rindes tan fácilmente? No te tenía por un cobarde.

 Le escribo rápidamente, intentando alargar el tiempo de conexión de su ordenador para que me de tiempo a localizar su ordenador para atacarlo aunque él no esté conectado. Ha sido un éxito, pero de nada me valdrá si no consigo volver a penetrar en el sistema. 

Trabajo de forma ininterrumpida, esperando poder implantar el virus que monitorizará sus actividades en la red en un lugar poco visible. No estoy del todo contenta con el trabajo, con un poco más de tiempo habría hecho algo mejor, pero mejor haber hacer eso que no hacer nada.

Pese a todo lo que he conseguido no me siento satisfecha. No hasta que no pueda realizar un seguimiento o pueda volver a atacarlo. De nada habrá servido entrar en su sistema si no lo consigo. Aunque sé que él volverá a intentarlo, lo ha dejado muy claro. La próxima vez estaré más preparada.

- Tiradas (1)
Cargando editor
27/11/2015, 13:01
Narrador

No te cuesta localizar su IP, aunque estando en la calle lo más probable es que esté usando una conexión WiFi pública, lo que la convierte en inservible. Sin embargo, te las apañas para dejar un pequeño troyano instalado en su ordenador, disimulado en la carpeta del antivirus y con funciones de spybot: monitorizará ese ordenador y te irá informando de todo lo que se haga con él cada vez que se conecte a internet. 

Ash no responde a tus últimas palabras, su nombre continúa en el chat, pero su silencio se alarga hasta que empiezas a convencerte de que no va a contestar, al menos por el momento. Por suerte tienes la dirección del chat y algo te dice que esa vía seguirá abierta y si le dejas mensajes allí, los recibirá.

Entonces te llega un nuevo mail, de Haku:

Haku Abukara 

Asunto: Re:Re:Lista de archivos.

Rena, dime algo. ¿Has podido arreglarlo? ¿Cómo de comprometidos estamos? Estoy preocupado.

 

Notas de juego

No pasa nada si no te acuerdas, porque nosotros nos encargamos de revisar bien las tiradas, pero sólo te baja en 2 la dificultad para los asuntos relacionados con la red. Es decir, para colarte en el ordenador de Ash te baja, pero para crear un virus e implantarlo no. Sin embargo, para cualquier asunto relacionado con virus tienes Especialidad, aunque no tires por Inteligencia. 

Cargando editor
30/11/2015, 12:53
Rena Hiyane

Ya está hecho. Apoyo la espalda en la silla, satisfecha a medias. Sí, he conseguido devolverle el ataque a Ash y tal vez eso haga que se replantee posibles ataques, pero no estoy del todo satisfecha con el virus. Si me hubiera dado más tiempo... Pero no era momento de lamentarse.

Miro el móvil y la pantalla del ordenador. A punto estoy de seguir trabajando para trabajar en la seguridad del sistema, pero al final decido tomarme un descanso. Después volveré a repasar los archivos que me ha pasado Ino, a ver el vídeo y a trabajar con la seguridad.

Cojo el móvil y llamo a Haku mientras me levanto de la silla y salgo del cuarto, dejando la habitación cerrada, como siempre. ¿Haku? Siento no haberte llamado antes, estaba tratando de contolarle. Empiezo, tratando de calmarle, aunque nada de lo que le voy a contar le va a gustar. Ya lo he echado de nuestro sistema. Ha conseguido penetrar en él y, aunque lo haya echado, ha podido hacer cambios menores en algunos archivos del sistema que ha descargado, los que te he pasado. Tenemos que contar con que dispone de una copia de todos ellos y tendremos que revisarlos todos ellos para detectar los cambios que haya podido realizar. Aunque de momento hay que centrarse en los más importantes.

Otra opción es reemplazarlos por copias de seguridad de los archivos de los que dispongamos. Creo que es nuestra mejor opción. Si no conseguimos solucionarlo para la fecha una posibilidad sería abrir una beta y que nos informen de los bugs que surjan, nos ayudaría a localizar los problemas y ganaríamos algo de tiempo. No sé como se lo tomaría la gente, pero tal vez funcione. Ese es su terreno.

Yo trabajaré en reforzar el sistema de seguridad y cuando acabe haré uno completamente nuevo y más fuerte. Me llevará mucho tiempo, pero trataré que sea mejor que los anteriores. Después de meditar unos instantes chasqueo la lengua. Me jode tener que irme, pero no hay opción, me necesitan allí. Tengo que hacerlo yo personalmente. Voy a ir, salgo en diez minutos. Me encargaré de revisar las copias de seguridad personalmente y me pondré con la seguridad del sistema. No te preocupes, Haku. No voy a dejar que ese cabrón nos joda.

Notas de juego

*Si es que los tenemos. No sé como va eso, pero parece lógico pensar que una compañía así tendrá copias de seguridad XD

Sorry por lo de virus, me apunto que ahí no se aplica ^^

¿En seguridad de sistemas se aplica?

Cargando editor
02/12/2015, 17:46
Teléfono

No ha llegado a terminar ni el primer tono cuando Haku descuelga el teléfono al otro lado de la línea. —¿Rena? —dice rápidamente y no necesitas una gran perspicacia para darte cuenta de que está bastante alterado—. Te escucho. 

Durante el rato que tardas en explicarle la situación, él permanece en un silencio que intuyes tenso y tan sólo puedes escuchar pequeños sonidos de asentimiento que te indican que sigue escuchándote. Cuando terminas, tu primo tarda todavía un par de segundos en responder a tus palabras. 

—Creo que voy a convocar una junta de accionistas para explicar la situación —dice finalmente. La mayoría de las acciones son vuestras (cuarenta por ciento cada uno), pero con el éxito de la empresa sabes que hay una parte de ella que no os pertenece, alrededor de un veinte por ciento. No soléis necesitar a la junta para nada, así que habitualmente ese tipo de reuniones sólo tienen lugar una o dos veces al año, para presentar las cuentas de la empresa. Ni siquiera conoces a esa gente, ya que por lo general es Haku el que se encarga de esos asuntos que implican relacionarse con otras personas desconocidas.

—Aunque consigamos mantenerla bajo control, deben saber lo que ha pasado y estar preparados por si la cosa se pone peor —continúa Haku con tono nervioso—. También voy a convocar una reunión del equipo creativo para que valoremos la posibilidad de abrir esa beta que mencionas y hagamos balance de daños. 

Finalmente suspira y parece adoptar una actitud resuelta después de haber hecho todos esos planes. —Perfecto, Rena. Nos vemos ahora entonces. Estaré con el equipo revisando los archivos que me pasaste. Si necesitas algo, búscame.

Sin embargo, a pesar de su despedida, se queda esperando por si tienes algo más que decirle antes de colgar.

Notas de juego

¿En seguridad de sistemas se aplica?

Depende. En la seguridad relacionada con ataques externos a través de la red, sí -cualquier cosa relacionada con firewalls o gestión de cookies-, en la seguridad relacionada con infecciones ya contraídas, no -funciones de antivirus, por ejemplo-. Para detectar y neutralizar un spybot sí que funcionaría, ya que se sirven de la red.

Cargando editor
11/12/2015, 16:17
Rena Hiyane

Le pongo en altavoz mientras habla. De mientras me voy quitando la boca y lavando los dientes. Te buscaré cuando analice la copia de seguridad para ver si ha accedido a ella o no. Le digo, con la boca aún llena de pasta. Intenta que no se pongan demasiado nerviosos y deja claro que estas cosas suelen pasar en las empresas de videojuegos. Nos vemos ahora.

Cualgo el teléfono y entro en la ducha. No planeo estar mucho tiempo como me suele gustar hacer. Ponerme debajo el agua y pensar mientras masajea mi cabeza y cae por todo mi cuerpo. No, esta vez no hay tiempo para eso. Me doy una ducha rápida y me visto. Antes de salir me dirijo donde se encuentra Ino para despedirme.

-Ino, tengo que ir a analizar la copia de seguridad, con un poco de suerte no ha metida la mano en ella. Le digo, acercándome y dándole un beso en los labios. He conseguido un vídeo de seguridad una cámara de seguridad donde probablemente salga él. Está en París. Si lo vuelve a intentar le pillaré.

Recojo el portátil y el bolso antes de darle un último beso. Si tienes alguna novedad sobre el viaje, llámame. Y ya sabes, si necesitas cualquier cosa para el reportaje o lo que sea, aquí me tienes. En cualquier otra situación habría dicho "aquí tienes a la mejor hacker del mundo", pero este no es el mejor momento. 

Tendré unas semanas algo locas ahora, pero hay prioridades. Le digo guiñándole un ojo y dedicándole una sonrisa a modo de despedida para tranquilizarla. Me giro y salgo por la puerta con dirección a la empresa. Probablemente tenga que pasarme días enteros durmiendo una mierda, pero tengo que proteger el sistema. Dormir es secundario.

Cargando editor
12/12/2015, 17:50
Ino Abukara

Cuando entras en el baño te asalta la duda de si será tu rostro el que verás en el espejo. La última vez fue el de esa mujer rubia y caucásica... Sin embargo, ahora sólo estás tú. Haku se despide antes de que cuelgues y la ducha es breve. No tienes tiempo para recrearte como te gusta hacer en esta ocasión. 

Unos minutos después entras en el estudio de Ino, que tiene un mapa extendido sobre la mesa y los cascos puestos. Mientras se mueve al ritmo de una música que sólo ella puede escuchar, va consultando algo en su portátil y dibujando lo que parece ser una ruta en el mapa.

Al verte entrar, se saca los auriculares de las orejas para mirarte y escucha todo lo que dices antes de hablar.

—Claro que lo pillarás —dice sin ningún tipo de duda en la voz—. Eres la mejor. 

Sonríe y cuando te acercas para darle el último beso, te sujeta un instante por la cintura, alargando el momento un par de segundos más. Después, cuando te separas de ella, asiente. 

—Claro, tú no te preocupes por mí. Céntrate en lo tuyo. Si te puedo ayudar con algo, llámame.—Mientras te vas, hace un gesto con la mano antes de empezar a colocarse los auriculares de nuevo. — Nos vemos esta noche.

Cargando editor
13/12/2015, 04:13
Narrador

Sales a la calle y empiezas a caminar hacia la oficina. Tu mente está ya concentrada en todo lo que vas a tener que hacer cuando llegues, incluso una parte de tu cerebro va dedicándose a idear el principio del código que te permitirá detectar rápidamente si las copias de seguridad han sido alteradas o no. Y al mismo tiempo también estás dándole vueltas a las mejoras que planeas para la seguridad. Ignoras con facilidad los sonidos de la calle que permanecen como un rumor de fondo, mientras tu cabeza sigue trabajando incesante.

Es entonces cuando sucede. Un coche pasa cerca de ti con las ventanillas bajadas y la música que sale de su interior a todo volumen se te antoja extraña, fuera de lugar de alguna manera. Suena como a una melodía árabe, hindú o algo por el estilo y cuando miras a tu alrededor te das cuenta de que eso no es lo único que no encaja. 

Ya no estás en Yokohama. Es otra ciudad, una más colorida, llena de lo que parece ser vieja arquitectura victoriana inglesa. El tráfico parece demencial, los coches cambian de carril sin sentido y no dejan de pitarse unos a otros. 

Entonces un autobús rojo de dos pisos pasa por tu lado y termina de descolocarte. Miras a tu alrededor y ves mucha gente caminando por la calle. Prácticamente todos los que andan por esa calle tienen la piel morena y parecen salidos de una de esas películas de Bollywood. Es entonces cuando te das cuenta de que hay alguien a tu lado.

Es un chico de unos treinta años, está sentado sobre una moto con un teléfono móvil en la oreja. Puedes sentir su preocupación por algún asunto y recibes una punzada de dolor en la mano que él tiene vendada. Su espalda se tensa, y al contrario que con la mujer que se apareció el día anterior en esta ocasión tienes la completa certeza de que todo está bien, de que ese es su lugar. A tu lado.

El hombre mueve un poco la cabeza y cuando vuestras miradas se encuentran algo en tu cerebro y en tu pecho parece conectar con él, como si lo conocieses de siempre, a pesar de no haberlo visto nunca, como si pudieras confiar en él tu vida, incluso tu propia alma. Un hilo invisible parece atarse entonces, uniéndoos de una forma que tu mente no puede racionalizar ni explicar, pero que sientes de una forma tan innegable como inexorable. 

Cargando editor
14/12/2015, 20:47
Devendra Balabhadra

Las emociones del joven te embargan en esa extraña comunión entre ambos, acariciando con suavidad algún lugar en tu pecho. Puedes sentirlo, del mismo modo que intuyes que él te siente a ti. 

 

Empiezo a negar para responder cuando siento aquella melodía que me deja con la palabra en la boca. Vuelvo a girar el rostro hacia la moto y entonces me encuentro a una mujer oriental.

Durante el momento que dura aquella sensación tan especial me quedo quieto, respirando lentamente y agudizando el oído mientras sorprendido, continúo observándola. No entiendo por qué me llama tanto la atención, quizá sea porque es oriental o por su traje tan elegante.

- Tal… Tal vez debería volver, ¿verdad? - dije muy lentamente, asintiendo sin perder de vista a la mujer. No me imaginaba dejando la ciudad, pero después de alucinaciones y extorsiones quizá debería replanteármelo. - Amor, te tengo que dejar un momento… te llamo en un par de minutos otra vez... - expliqué lentamente. - Lo prometo.

Si Alisha se despide cuelgo el teléfono y tras apartarlo de mi cara me bajo de la moto. - Hola – le diría precavido con una sonrisa.

Cargando editor
15/12/2015, 11:31
Rena Hiyane

Mi mente trabaja sin parar en ningún momento, ignorando por completo las constantes distracciones de la ciudad sin mayor problema. Esquivo a la gente por pura inercia sin dejar de pensar en todo lo que debo hacer cuando llegue a la empresa. Van a ser unos días duros, pero eso es lo que menos me preocupa. Lo que más me preocupa es hacer las cosas realmente bien para que la situación no se repita.

Me encuentro absorta en esa reflexión cuando una de las distracciones consigue atravesar la barrera, probablemente debido a su incongruencia. Giro la cabeza para mirara a aquel coche con la ventanilla bajada, dejando que toda la calle escuche aquella música árabe que tan poco pega en la ciudad de Yokohama.

Al apartar la mirada de aquel coche y mirar alrededor me detengo al momento, sorprendida y descolocada, aunque sin dejar que eso se muestre en mi rostro, al menos no de forma demasiado evidente. Aprieto los labios y me concentro en lo que tengo alrededor, tratando de buscar una explicación a todo aquello sin alterarme. Busco algo que me diga que no me he vuelto loca, aunque lo cierto es que eso es difícil. Sobre todo teniendo en cuenta que no hay barrio hindú en Yokohama.

No puedo evitar sentirme fuera de lugar. Mi traje, mi maletín, mi móvil... todo completamente negro desentona en aquel colorido entorno. Resulta evidente que no pertenezco en aquel sitio. A punto estoy de buscar mi localización en el móvil cuando le veo a mi lado.

No es que destaque demasiado sobre los demás salvo, tal vez, por su tatuaje, pero cuando nos miramos no puedo evitar abrir un poco la boca ante aquella sensación. Inconscientemente dejo de respirar durante unos segundos, dejándome atrapar por aquella extraña cercanía con el hombre. No es algo que pueda explicar, no estoy acostumbrada a establecer ningún tipo de lazo con nadie pero pro alguna razón siento que puedo confiar en él, pese a estar en aquel entorno hostil en el que evidente no debería estar. O sí. Sí, debería estar al lado del chico.

Hola. Respondo con extraña naturalidad en mí cuando el chico me saca de mis pensamientos. Hay algo en él que me da confianza. Tal vez sea la innegable conexión que siento o tal vez sea por algo más. Me llamo Rena. Uso el inglés, confiando en que el hombre me entienda.

Me quedo unos instantes callada, mirándole y sin saber muy bien lo que decir. Nunca he sido muy de hablar salvo con contadas personas de confianza, pero por alguna razón siento que él es una de ellas. Perdona por la pregunta,pero ¿dónde estamos? Le pregunto finalmente, sin rodeos innecesarios. Las ganas de saber pueden a la posibilidad de quedar como una pirada, al fin y al cabo puede que lo esté. Si es así estaría bien saberlo cuanto antes.

Cargando editor
15/12/2015, 12:57
Narrador

La voz de aquel hombre suena de alguna forma dentro de tu cabeza, reverberando por dentro y llenándote de una manera que no habías conocido antes. Su pronunciación es más clara que la de la mayoría de la gente que conoces, y a pesar de su aparente origen extranjero parece hablar un japonés tan de la zona como si fuera un nativo.

Cargando editor
17/12/2015, 19:34
Devendra Balabhadra

¡Ostia! Que no hay duda de que me sorprenda que me responda es más que evidente. Había esperado que fuera alguna alucinación o al menos algo parecido a lo que me le solía pasar. Pero aquella mujer en cambio parecía más cercana de alguna forma, casi se puede decir que sentía familiaridad con la misma. Es por eso que no me cuesta nada en absoluto mantener una alegre actitud, tratando de desarmar a la chica con su mejor sonrisa.

A su saludo y cuando me dice su nombre me llevo la mano a la frente en un gesto rápido, y luego la bajo con la misma rapidez ofreciendo la nada y mi nombre. - Yo me llamo Devendra - contesto algo divertido por no entender muy bien qué quería decir con eso de donde estamos. - No tengo nada que perdonar a una mujer tan guapa - explico alzando ligeramente la mirada, ensanchando la sonrisa y dejando que se formen hoyuelos en las mejillas. - Estas en en centro de Mumbay, ¿te has perdido? - pregunto tendiendo la mano hacia ella durante un par de segundos antes de volverla a retirar. - Si quieres puedo acercarte a la parada de autobuses más cercana, no me cuesta nada. ¿Vas al distrito financiero? - pregunto dando por sentado la respuesta al fijarme en su ropa.

Tiene pinta de ser una bróker o alguien que esté en la ciudad por asuntos de negocios. Si hay algo más que llame la atención es su pinta oriental, pero hablando perfecto hindi entiendo que ha debido crecer en la India.

Cargando editor
19/12/2015, 15:32
Rena Hiyane

Cualquier persona, sobre todo hombre, que me hubiera entrado de aquella forma habría recibido una mirada fría y cortante de mi parte, pero no es el caso. Por alguna razón entiendo perfectamente a Davendra y aquel comentario no me molesta lo más mínimo. Sé que no va con las intenciones que tanto desprecio en la mayoría de los hombres, por no decir todos.

Reprimo un gesto de dolor y miro mi mano para después fijarme en su mano vendada. ¿Qué coño está pasando? Soy incapaz de explicar lo que está pasando. Esta puede ser la prueba definitiva de que estoy loca. Seguro que esa sonrisa te funciona con todas las chicas. Le digo, en un tono menos cortante que el que pretendo en un principio. Lástima que yo no sea como la mayoría.

Cuando me dice donde me encuentro le miro alzando ambas cejas, incrédula. ¿De dónde ha salido este tipo? Le miro durante unos instantes, meditando la posibilidad de que el loco sea o él o de que todo sea otra alucinación. Mumbay, ya... Digo mirando alrededor una vez más. Viendo el panorama probablemente sea la segunda opción. Tiene que ser justo ahora... No se me ocurre un peor momento.

Sí, iba al distrito financiero. Al de Yokohama. Respondo, convencida ya de que aquello no era real. Aún así no iré a ningún loquero. Lo solucionaré... ¿Pero cómo? Evidentemente no estoy en India. tengo que salir de la alucinación.

¿Qué le ha pasado a tu mano? La forma de preguntarlo no era demasiado educada, más bien directa y sin mucho tacto. En realidad no me importa demasiado la respuesta, mi mente está más concentrada en tratar de encontrar una solución, pero el dolor que siento en la mano y su mano vendada no puede ser coincidencia. 

Cargando editor
20/12/2015, 23:30
Devendra Balabhadra

Las cortantes palabras de esta mujer oriental me hacen dudar un poco de mi propia seguridad. Entiendo que es más que probable que esté alucinando como cuando había visto a la mujer el día anterior y hoy, y como con Yamir. Finalmente me repongo y me acerco a la mujer un poco más, rodeándola lentamente para examinarla con más detalle, no con intención de flirtear ni con miradas extrañas, es únicamente curiosidad y así intento reflejarlo.

- A mi tampoco me pareces como la mayoría - comento acercándome un poco más y con un tono simpático y divertido. - Pareces muy confusa, ¿por qué? Sus siguientes palabras no hacen más que confundirme más todavía, no de una manera agobiante, era más como una diversión e intriga sin resolver. ¿Mumbai... ya?

- Yoko... Yokoqué? - pregunto sin ser capaz de recordar el nombre que justo había dicho. - ¿Esto? - digo alzando un poco el brazo vendado y consiguiendo que se me agriara un poco el humor. - Me han agredido, pero mañana estaré como nuevo... creo. Agité un poco el mismo para quitarle hierro al asunto. - Me lo merecía - Añado sintiendo la tristeza que me provocaba recordar el motivo de todo ello, de la muerte de Yamir y la culpabilidad que rodeaba al asunto.

Aun sabiendo que no voy bien de tiempo, no me importa gastar el que sea necesario en dialogar. No me siento capaz de marcharme y no ayudarla. - ¿No eres de por aquí verdad? Pero en cambio hablas muy bien hindi - explico a pesar de que pueda sonar un poco racista-ofensivo si se confirma que la chica ha nacido aquí cerca. - Debo hacerte una pregunta más... ¿Está siendo esto especial para ti también? No me atrevo a decir por qué, pero es que nunca había sentido algo así.

Cargando editor
22/12/2015, 12:46
Rena Hiyane

Observo como aquel hombre me rodea mientras me mira fijamente. En cualquier otra situación aquello habría conseguido darme asco, pero por alguna razón sé que las intenciones del hombre no van más allá de la curiosidad y que la aproximación no es para nada sexual, como habría supuesto de no tener aquella extraña conexión con él. Sin embargo, no respondo a aquella sonrisa que abriría al chico la puerta de cualquier chico y de muchos chicos. Simplemente me quedo observándole con una pose erguida, elegante y algo fría.

Yokohama. Japón. Le digo, midiendo mis palabras. Vuelvo a mirar alrededor. Aunque aquello no sea Yokohama, tal vez no sea más que una alucinación y que yo me encuentra en realidad en medio de la calle en Yokohama. No quiero que la gente se piense que estoy loca.

Vuelvo a mirarle la mano cuando comenta lo que le pasó y me miro la mía de nuevo, extrañada. No recuerdo haberme hecho nada que explique la molestia. Tal vez por las horas que he estado en el ordenador, he leído por ahí que puede crear dolores en las articulaciones.

Sin embargo, aquella pasa a un segundo plano cuando el hombre dice lo de mi perfecto hindi. ¿Hindi? Respondo, extrañada. Eres tú el que habla perfecto Japonés. Me muerdo la lengua nada más decir aquello, lo cierto es que cualquiera que me esté escuchando pensará que estoy loca.

Sus últimas palabras hacen que me lo quede mirando fijamente durante largos segundos. No entiendo nada. Absolutamente nada. Todo esto solo se puede explicar con una paranoia. Sao el móvil para comprobar mi localización y después me lo llevo al oído. No he llamado a nadie. Es simplemente para que, si es una alucinación y sigo en Yokohama, la gente no piense que estoy hablando sola en medio de la calle. 

Vamos. Le digo, echándome a andar, con la vista fija en el frente y sin saber muy bien donde me dirijo. Las probabilidades de que acabe atropellada son enormes, pero prefiero acabar en el hospital que en el manicomio. Solo tengo que esperar a que la paranoia termine.

Yo también lo siento. Ya te habría rociado con spray de pimienta si no fuera así. Le respondo*. Hasta hace unos minutos me encontraba en Yokohama, en Japón.  Así que, si no me estás gastando una broma, sí. Esto es bastante raro. La única explicación que veo es que estoy como una puta cabra. El tono es cortante, directo y frío, pero no por Daendra. Es mi tono habitual. Eso explicaría muchas cosas.

Notas de juego

Solo si me sigue.

Cargando editor
23/12/2015, 00:43
Narrador

Cuando compruebas tu localización en el teléfono puedes ver que efectivamente estás en Yokohama. Exactamente en la calle en la que creías estar antes de que la ciudad pareciese cambiar a tu alrededor.

Cargando editor
26/12/2015, 23:10
Devendra Balabhadra

- Japonés, yo no sé japonés – explico frunciendo el ceño antes de levantar las manos con un gesto de sorpresa ante la advertencia. - Pues me alegro de que no lo hayas hecho, no creo que lo merezca – digo sonriendo de manera afectiva. ¿Y por qué iba a gastarte una broma? Por favor tranquilízate, sé algo de alucinaciones créeme. Lo mejor que puedes hacer es respirar hondo y orar – le comento suspirando y bajando las manos lentamente con el dorso hacia arriba. - ¿Quieres que meditemos juntos? - ofrezco caminando lentamente hasta ella.

No comprendo muy bien qué trata hacer esta mujer, pero no me siento capaz de dejarla ir con tanta facilidad. Quiero saber qué es esta sensación que me invade desde que la he visto.

- Estas confundida, tanto como yo o más y es por eso que debemos hablar calmadamente, ¿no tienes curiosidad? ¿Por qué soy capaz de sentir algo así? - pregunto al ponerme a su lado. - Piensa que calle abajo no encontrarás Yokoha...ma, ¿es así? - vuelvo a preguntar tras dudar en el nombre de la ciudad.

Cargando editor
28/12/2015, 22:56
Rena Hiyane

Miro al chico como si fuera un bicho de otro planeta cuanto me dice en un perfecto japonés que no sabe japonés. No es eso lo más extraño de todo, sino que le creo. No sé la razón, pero le creo. Sé que no me está mintiendo y no puedo explicarlo. Le miro con cierta desconfianza debido a sus siguientes palabras. No porque desconfíe de él, sino por lo que dice de respirar hondo, orar, meditar...

Ya, bueno, tampoco soy muy de orar ni nada. Digo, mientras sigo andando con paso estirado y firme. Y tampoco es que vaya a encontrar una explicación a todo esto. Hace nada estaba en Yokohama y de pronto estoy aquí, pero según esto- le enseño el móvil, cuyo localizador indica claramente que me encuentro en Yokohama- sigo allí. 

Y lamento no estar tan interesada en esto como tú. Continuo, sin lamentarlo lo más mínimo pero manteniendo una fría educación. No es que el tío me caiga mal ni mucho menos, simplemente no puedo evitar pensar en Ash. Pero en este momento mi empresa acaba de ser atacada por un hacker y tengo que volver allí cuanto antes. No puedo perder el tiempo.

Dicho esto sigo andando, esta vez mirando el localizador y avanzando hacia donde se supone que debería estar la empresa, tratando de quitarme de la cabeza toda asta incongruencia. Trato de fijarme si el punto que indica donde estoy se mueve conmigo o si sigue quieto. Si sigue quieto no tiene sentido que siga andando.

Desconozco lo que encontraré calle abajo, señor Davendra. Sigo hablando mientras avanzo. Hasta hace unos minutos estaba rodeada de rascacielos.

Cargando editor
28/12/2015, 23:55
Narrador

En el momento en que comienzas a moverte examinas tu teléfono con atención. Si tu teoría es cierta lo más probable es que acabes chocándote con algo o alguien, o pasando al medio de la carretera sin siquiera darte cuenta. Sin embargo después de andar algunos pasos no tardas en darte cuenta de que el teléfono sigue indicando exactamente el mismo lugar, como si no te hubieras movido del sitio.

- Tiradas (1)
Cargando editor
03/01/2016, 15:47
Rena Hiyane

Me detengo al comprobar que el localizador indica que estoy en el mismo sitio. La rabia que me da no entender nada se muestra durante una fracción de segundo, después solo se puede percibir seriedad. Levanto la vista y me giro hacia aquel tipo evaluándolo de nuevo.

¿Has tenido más alucinaciones a parte de esta? Le pregunto. El tono de la pregunta se parece al que usan los periodistas en una rueda de prensa, profesional y serio, sin ningún tipo de emoción en ella. Ni siquiera puede entreverse curiosidad, es evidente que creo que es una alucinación más y que estoy hablando con mi subconsciente o algo.

Cargando editor
04/01/2016, 23:31
Devendra Balabhadra

- ¿Hackers? - pregunté ladeando la cabeza. Esa palabra me suena de haberla escuchado en el rodaje contra el Gigatón, pero no qué significa. - Espera – insisto para que no intentase alejarse.

Con su siguiente pregunta me siento visiblemente incómodo, y más con esta que es tan directa y al grano. ¿Sabe algo?, pienso al momento recordando sucesos de hace horas, o las visitas al Dr. Prakash. Se me suben los colores, los nervios me atacan y me veo obligado a apartar la mirada con timidez. No puedo dominar mis emociones cuando me veo obligado a responder a algo así, aunque siento que en esa chica puedo confiar. Es un poco diferente entonces, aunque me gustaría guardarme un poco solo para mi.

- Si - empiezo dudando sobre qué hacer o decir. - He visto algunas cosas últimamente… - explico sintiéndome violento por motivos evidentes y levantando la mirada de nuevo para sostenerla con sus ojos.

No sé como continuar eludiendo, andarme por las ramas o mentir nunca ha sido lo mío. - Te confieso que no estoy seguro de que no seas una alucinación, pero es que mis otras alucinaciones no son cómo tu – le comento perdiendo el miedo a hablar un poco del tema. - ¿Y qué hay de ti? - me acerco un par de pasos hacia ella. - ¿Suele pasarte esto?