Partida Rol por web

Hilos invisibles

Capítulo 0: Resonancia (Rena)

Cargando editor
31/10/2015, 04:47
Ino Abukara

Con esa pregunta lanzada al aire Ino te observa durante un instante, como si no entendiera del todo a qué venía o qué podía ser lo que no encajara. Sin embargo un instante más tarde lleva sus ojos a tu pantalla y asiente con convicción.

- Ya te digo -enuncia entonces-. Puto cerdo -comenta mientras te das cuenta de que teclado y ratón han dejado de responder-.

En esas condiciones no hay nada rápido que puedas hacer para recuperar el control. Por su parte Ino parece a punto de decir algo más cuando te pones en pie. Sin embargo sus palabras deben cambiar cuando están ya en su boca, pues lo que abandona sus labios es una pregunta cargada de extrañeza. - ¿Adónde vas? -te dice- ¿Necesitas algo?

Cargando editor
31/10/2015, 04:56
ASH

Caminas con rapidez, dirigiéndote al portátil y llevándolo de nuevo a tu estudio. Además allí tienes un cable libre con el que conectarlo a la red, lo cual será mucho más seguro y rápido que trabajar por wifi. De camino tu mente trabaja a toda velocidad, dividida en varias partes. Por un lado está el asunto de esa mujer y el hotel. Por otro, el cómo Ash podría saber algo así, si es que no es casualidad. Y también el ataque. Las cosas pendientes empiezan a acumularse.

Además te resulta imposible imaginar cómo puede haber hecho aquel último movimiento. Que haya conseguido algo así se salta toda norma que conozcas acerca de la red o los ordenadores: es como si estuvieras jugando al shōgi contra un niño que inventa sus propios movimientos, y el universo le diera la razón al atravesar el tablero entero con un fuhyō en un sólo turno.

Tu cabeza aún está dando vueltas a aquello cuando llegas de vuelta y encuentras tu pantalla tal y como estaba antes de que te fueras. Tu código sigue presente, aunque Ash parece haber escrito un nuevo par de líneas.

Además es evidente que ha estado aprovechando el escaso tiempo que ha tenido desde que tu pantalla cambió. En menos de medio minuto se ha abierto otro par de puertas traseras en los servidores de la empresa, y parece estar intentando hacer lo mismo en tu propio ordenador. Lo cual no tiene mucho sentido, pues si ha logrado el control hasta el punto de anular tus periféricos ya debe tener acceso total a todo.

 

- Tiradas (3)

Notas de juego

No hemos resuelto la investigación porque hemos dado por hecho que al volver y encontrar eso no la llevabas a cabo todavía. Si quieres hacerlo más adelante puedes conservar esa tirada. :)

Cargando editor
03/11/2015, 11:10
Rena Hiyane

Apreté los dientes con fuerza cuando aquel payaso se volvió a reír de mí. Me estaba tocando mucho la moral. Muchísimo. Se notaba que era bueno, mejor que yo me atrevería a decir, al fin y al cabo había tomado el control con una facilidad impresionante. Pero en aquel mundo cualquier barrera podría ser burlada, lo estaba demostrando.

¿Puedes buscar noticias sobre alguna joven hallada muerta por arma de fuego ayer, nena? Le pregunté, mientras me ponía a trabajar en volver a cerrar las puertas que estaba abriendo como si estuviese en su propia casa. Era caucásica, rubia, de unos treintaipocos o veintimuchos, no sé. Mi tono era de máxima tensión. Estaba perdiendo la batalla y lo peor de todo era que estaba convencida de que Ash podría haber hecho lo que quisiera al hacerse con el control de mi ordenador. ¿Quién coño eres? ¿Y porqué juegas conmigo?

Rápidamente me dispuse a cerrar todas las puertas que había violado y a reforzar las defensas. Pasé de contestarle. Estaba claro por su actitud que era el típico tío engreído que se creía superior a los demás. Recibiría su merecido. Daría con él. No en aquel momento, tenía que proteger mi sistema, pero lo haría... Y desearía no haber conocido el nombre BlackScissor jamás.

Traté de cerrar las puertas que había abierto y echarle de mi sistema. ni siquiera me molesté en seguir rastreándole, tendría tiempo para eso cuando me lo topase por los foros.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He puesto mal la dificultad, pero da igual, porque la tirada se quedaría exactamente igual ¬¬

Cargando editor
04/11/2015, 03:19
Ino Abukara

- ¿Eh? -pregunta Ino sorprendida, cogiendo el portátil cuando se lo tiendes- ¿Una mujer? -repite, mirándote algo confusa, como si no llegase a comprender qué tiene que ver eso con el asunto que tenéis entre manos-.

Sin embargo, no discute, confía en ti lo suficiente como para limitarse a hacer lo que le has pedido con la tranquilidad de quien sabe que ya se lo explicarás después. Sus dedos empiezan a moverse ágiles por el teclado y tan sólo dedica una última mirada de desdén a las frases de Ash antes de apartar la mirada de tu pantalla para concentrarse en el portátil.

Cargando editor
04/11/2015, 03:19
Narrador

Tus esfuerzos se centran ahora por entero en recuperar el tiempo perdido mientras ibas a por el portátil. Ash desde luego no ha desperdiciado esos escasos minutos y ahora tu sistema parece estar lleno de agujeros. Resulta frustrante ver cómo alguien ha logrado destrozar tu trabajo de años con lo que se te antoja demasiada facilidad. 

Vas cerrando caminos abiertos, listando los archivos que el intruso va subiendo a tu ftp. Son muchos, pero no queda otro remedio que revisarlos todos uno a uno. Como la cosa siga así durante mucho rato vais a tener que empezar a plantearos un retraso en la salida del videojuego y sencillamente esa no es una opción para ti. 

Y de repente, Ash sencillamente desaparece. Parece haberse esfumado sin más, como si ya hubiera conseguido lo que quería... O como si se hubiera aburrido. No puedes evitar que te ronde la idea de que sólo estaba jugando contigo a un juego que conoces mejor que nadie y en el que estás más que acostumbrada a ganar siempre, salvo que en esta ocasión él era el gato y tú el ratón.

Revisas varias veces hasta estar segura de que ya no está en tu sistema. Te espera un largo trabajo por delante, no sólo para reparar todo lo que haya podido dañar, sino también para restaurar la seguridad, cerrar todos los agujeros, cambiar todas las contraseñas, levantar nuevas barreras... Y empezar a trabajar en una revisión completa que te asegure que esta situación no volverá a repetirse.

Es cuando te encuentras cerrando las últimas puertas traseras que encuentras insertada entre tu código una dirección web que estás segura de no haber dejado tú ahí. Parece un enlace para llegar a un chat web privado, sin necesidad de registro y totalmente limpio y anónimo. 

Cargando editor
04/11/2015, 03:33
Ino Abukara

- No encuentro nada, Rena -dice Ino a tu espalda para después suspirar algo frustrada-. ¿Seguro que fue en Yokohama? Es muy  raro que ningún periódico haya dicho nada. - Hace una pequeña pausa y entonces parece tener una nueva idea. - Puedo llamar a la agencia y preguntar si quieres, ellos tienen una base de datos enorme con noticias de todo el país. 

Cargando editor
06/11/2015, 14:39
Rena Hiyane

He perdido. No entiendo como ha pasado, pero he perdido. la certeza de esa afirmación me golpea con fuerza. Ash ha tenido acceso a lo que ha querido. Mi sistema ya no es seguro. Voy a tener que trabajar horas y horas para crear uno nuevo, pero será mejor que el anterior.

La decepción no llega a mi rostro, simplemente me pongo a trabajar en cerrar las puertas de nuevo y cuando acabe con eso pensaré en el nuevo sistema. Esto no se puede repetir. Sin embargo, la idea de que Ash podría repetir eso una y las veces que quiera me preocupa. Está muy por encima de mis capacidades informáticas, y yo creía que era de las más hasta ahora. No entiendo como ha sido capaz de enseñarme una ventana con otro sistema operativo y como se ha hecho con el control del teclado y del ratón. He estado a su merced y algo me dice que lo podría seguir estando aunque cambie todo, pero no por eso voy a dejar de hacerlo.

No sé donde ha sido. Le digo a Ino, sin entrar en más detalles. ¿En medio de la calle apareció una habitación? Eso no va a hacer más que preocuparla. Tal vez ni siquiera haya sido en Japón.

Tras revisar las puertas y chequear veo el enlace de chat. Dudo un instante antes de clicar en él. Mi rostro se muestra serio, extremadamente concentrado, preparado para cualquier ataque más aunque todo parece que se ha acabado. No voy a cometer el mismo fallo otra vez.

Creo que ha estado jugando conmigo desde el principio. No sé como lo ha hecho, pero ha ido por delante de mí en todo momento. Confieso.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me dedico a ir arreglando todo antes de ponerme a pensar en el sistema y abro el chat.

Cargando editor
07/11/2015, 13:47
Ino Abukara

Ino hace una pequeña mueca al escuchar tu respuesta y teclea un par de cosas más antes de mirarte y cerrar tu portátil. - Vale, ¿como cuánta prisa te corre eso? -te pregunta con una disposición que te hace pensar que si se lo pides estará dispuesta a ponerse en marcha en ese mismo momento- Desde aquí no voy a encontrar nada sin saber al menos dónde fue, pero si voy a la agencia puedo consultar su base de datos y sus servidores. 

Sabes que no se refiere realmente a servidores, sino a las bases de datos de los medios de otros países que comparten varias agencias, pero no merece la pena que le recuerdes una vez más que eso no es un "servidor". Ella seguirá llamándolo así para los restos, para empezar, porque ni siquiera ha llegado a comprender lo que es un servidor.

Saca esa pequeña libreta moleskine que lleva siempre encima y escribe algo en ella, presumiblemente los datos que le has dado del suceso. - Cuéntame todo lo que sepas y empiezo a moverme. ¿Tiene algo que ver con... ? -Deja la pregunta morir en el aire y señala hacia tu pantalla con el bolígrafo. 

Entonces llegan tus siguientes palabras y tu novia arruga la nariz. - No te preocupes porque te haya ganado una vez. Eres la mejor y seguro que puedes arreglarlo -dice con absoluta confianza en tus habilidades-. Ese gilipollas no sabe con quién se ha metido.

Cargando editor
07/11/2015, 13:47
Narrador

Una vez Ino se marcha, ya sea a la agencia o a trabajar a su estudio, toda tu concentración se vuelca en la pantalla que tienes delante. Sin la presión inminente de la presencia de Ash es más sencillo trabajar rápido, al menos no tienes que ir arreglando lo que estropea en tiempo real. Te das cuenta entonces de que el intruso ha desactivado tu sistema de alarma, probablemente con la intención de que no te enteres si vuelve a entrar. Trabajas hasta levantarlo de nuevo, con nuevas claves y una encriptación más segura. Ash no se ha dedicado a perder el tiempo y ha dejado un gran número de puertas traseras y fisuras por las que volver a colarse con facilidad en el futuro. 

Tecleas y tecleas hasta que pierdes la noción del tiempo, pero cuando terminas estás bastante segura de que has arreglado los errores, cambiado todas las claves y movido algunas barreras de sitio. Es lo mejor que puedes hacer rápido, aunque no es lo único que vas a hacer ni mucho menos. Sin embargo, crear un nuevo sistema mejorado te va a llevar muchos días y por mucho que lo que has hecho ahora para ti sea provisional, sabes que es al menos igual de bueno que el sistema que ya tenías. Claro que eso no es suficiente para Ash, eso ha quedado claro.

Es entonces, cuando ya tienes las cosas más o menos bajo control, cuando te decides a seguir ese link que ha dejado incrustado en tu código. La pantalla de chat es negra y cuando la contemplas hay algo que te hace fruncir el ceño. Junto al cursor blanco que parpadea está escrito tu nick: DarkScissor. Pero es una página web sin relación ninguna con tu ordenador, ¿cómo ha sabido la web que eras tú? ¿Quizá por tu IP? Tal vez Ash ha afectado también a los proxy que usas para protegerte y ahora tu IP es visible. O quizá ha instalado algo en tu ordenador que lo hace reconocible. Tal vez algún pequeño spybot. Aunque... Hay otra posibilidad. Que todo sea postureo y ese chat sólo reconozca a Ash y cualquier otro acceso se reconozca como DarkScissor. Sería un pequeño truco de magia, evidente pero útil para impresionar si tú eres la única con acceso. 

Mientras empiezas a rastrear tu propio ordenador en busca de algún virus o malware intruso, el cursor del chat sigue parpadeando delante de ti, como invitándote a continuar la conversación que quedó en el aire. No te cabe duda entonces, Ash te ha dejado una forma para contactar con él a través de ese chat.

Cargando editor
10/11/2015, 12:21
Rena Hiyane

No corre prisa. Le digo a Ino, dedicándole una sonrisa que pretendía ser tranquilizadora a la pantalla. Seguro que no ha sido nada, una simple coincidencia. No te preocupes. Le dije, sin parar ni un segundo de analizar mi sistema para cerrar las puertas traseras. Todo lo que sé es que se trata de una mujer caucásica, rubia. Murió por una disparo en una habitación. Pero no te preocupes, seguro que no es más que una coincidencia. Céntrate en tu viaje, es mucho más importante.

Cuando Ino se marcha sigo a lo mío concentrada y, pese a saber que me ha dejado un enlace, no es hasta que acabo lo que estoy haciendo que accedo a él. La seguridad de la empresa es lo primordial y seguramente me toque pasar varias noches sin dormir trabajando en ella.

Al ver lo que Ash ha preparado frunzo el ceño, barajando todas las ideas. Lo que está claro es que tendré que analizarlo a fondo cuando acabe de hablar con él. O mejor, mientras lo hago. Le respondo de forma escueta y bastante borde hasta para mí, pero lo cierto es que el tipo ha conseguido cabrearme mucho. Mientras espero su respuesta trato de comprender como ha conseguido eso, empezando por la opción más preocupante, que haya dejado mi IP visible.

Añado otra frase al chat y prosigo con la siguiente teoría, que haya instalado algo en mi ordenador que lo haga reconocible. Chequeo de vez en cuando el chat para ver si el capullo me ha respondido o no, esperando que no lo haga y que me deje en paz, pero sin demasiadas esperanzas.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Sumarían 5 éxitos en la primera tirada.

Cargando editor
10/11/2015, 20:47
Narrador

Cuando llevas ya un buen rato trabajando, sin que Ash haya dado señales de vida en ese chat, empiezas a estar segura de que tu ordenador está completamente limpio. Los proxys funcionan como deben y no hay ningún tipo de malware que pueda estar transmitiendo tu IP. Queda entonces la otra opción, que sólo haya sido un truco bien pensado y seas la única con acceso a ese chat. Salvo Ash, claro.

Es entonces cuando te levantas para ir al baño, para lavarte la cara y despejarte un poco antes de seguir trabajando en el nuevo sistema de seguridad.

Las dudas por el asunto del ataque que habéis sufrido no dejan de dar vueltas en tu mente. ¿Cómo pudo Ash hacerse con el control de tu ordenador de esa manera? ¿Y lo del sistema operativo? No tiene ni pies ni cabeza. ¿Y si vuelve a repetirlo antes de que puedas proteger el sistema correctamente?

Es al levantar la cara después de remojarla con agua cuando buscas tus ojos en el espejo y al hacerlo te quedas congelada en ese movimiento. 

No es tu rostro el que te devuelve la mirada como sería de esperar, es una mujer caucásica, de unos treinta años, la que lo hace. No hay rastro de tus cabellos negros o tus ojos rasgados y castaños. Ella en cambio tiene el pelo rubio y ondulado, la piel bronceada y sus ojos son azules. Va vestida con lo que parece ropa de trabajo, una camisa de cuadros ancha y unos pantalones desgastados. Y su expresión de sorpresa es probablemente gemela de la que tú debes tener en este momento.

Percibes en su mirada algún tipo de temor o preocupación y tras ese primer instante de estupor ves que da un par de pasos hacia atrás, con los ojos muy abiertos. Después vuelve a caminar despacio hacia el espejo, estirando la mano para tocarse la cara. Puedes ver cómo mueve los labios, aunque su voz no llega hasta ti. Sin embargo es sencillo leer en ellos su expresión de sorpresa, en inglés "¿Qué coño...?". Pasa su mano desde su cara hacia el espejo mientras murmura algo más que no llegas a comprender y camina de espaldas, alejándose. 

Pestañeas entonces y de repente es tu rostro el que tienes ante ti, como si la visión de esa otra mujer no hubiera sucedido nunca.

Cargando editor
11/11/2015, 01:42
Rena Hiyane

He tenido un buen despertar, pero se ha quedado en eso. Desde la llamada de Haku las cosas han ido de mal a mucho peor. Las horas se me han hecho muy cortas, casi parece mentira que casi hayan pasado dos horas. Normalmente cuando estoy al ordenador me abstraigo, pero en este caso la concentración y los nervios han sido tales que he perdido por completo el sentido del tiempo.

Según me levanto para ir al baño noto por primera vez el vacío en el estómago. Pese a haber bebido coca-cola, no he ingerido casi nada sólido y empiezo a notarlo. Ando a buen paso hasta llegar al cuarto de baño y suspiro con fuerza antes de lavarme la cara para despejarme. ¿Cómo cojones lo ha podido hacer? Una cosa es que alguien consiga algo que yo considere difícil, pero otra cosa muy distinta es que no sea capaz de entender siquiera lo que ha podido ser. Eso jamás me había pasado.

Además, ha podido ocasionar grandes pérdidas en la empresa si ha tocado algo del Raising Hell. Espero que no lo haya hecho, el muy cabrón...

El pensamiento se corta de repente al levantar la cabeza. Lo que veo en él consigue asustarme, sobre todo después de haber estado en tensión tanto tiempo. Doy un pequeño respingo y levanto los brazos para protegerme en un primer momento, asustada por la presencia de una desconocida en casa. ¿Pero qué? Murmuro, con un deje de temor y sorpresa.

Tras unos escasos segundos y tras ver su cara de sorpresa, voy relajando poco a poco mis brazos hasta bajarlos de nuevo, pero la tensión se mantiene. Vuelvo mi mirada, recelosa de encontrarme a aquella mujer detrás de mí, pero allí no hay nadie.  Despacio vuelvo a mirar al espejo y me acerco a él a la vez que la mujer rubia que muestra el espejo. Levanto una mano, tratando de encontrar mi propio reflejo, pero es en vano.

Cuando la mujer estira la mano, imito su gesto con cierto recelo. Aprieto la mandíbula con fuerza mientras me atrevo a tocar el frío cristal, pero al pestañear la mujer desaparece. Miro al espejo, tan sorprendida por ver mi propio reflejo como lo he estado de ver segundos antes el de la mujer caucásica. Tras mirar alrededor y asegurarme de que no hay nadie más en el baño cierro el grifo con un escalofrío y salgo del baño lo más rápidamente posible.

¿Qué me está pasando? Me pregunto. Todavía puedo notar el escalofrío en la espalda. No quiero pensar en la respuesta evidente, la de que me estoy volviendo loca, así que me abstraigo en el nuevo sistema que tengo que crear, pero esos pensamientos y los rostros de las chicas vienen a mí cada poco tiempo.

Cargando editor
13/11/2015, 22:42
Narrador

Sales del baño con el rostro más refrescado, pero muchas más dudas de las que tenías cuando entraste. No hay nada que conozcas que pueda explicar lo que has visto en ese espejo, salvo que estés teniendo alucinaciones o algo parecido. 

Escuchas la voz de Ino en su estudio, parece estar hablando por teléfono con alguien, aunque no distingues si es sobre el asunto de la mujer del hotel, o si es por algo de su viaje.

Tus pasos te llevan de vuelta a tu estudio donde puedes ver que Ash ha respondido en ese chat que parece haber dejado preparado sólo para ti. Y por lo que parece, sigue en la misma línea desafiante de antes. 

Cargando editor
17/11/2015, 00:56
Rena Hiyane

Me siento en la silla frente al ordenador y sigo con mi trabajo para quitar de mi cabeza las ideas que me rondan. Está claro que estoy teniendo alucinaciones, paranoias. Por mucho que intente negar la realidad esas palabras vuelven a mi cabeza sin piedad.

Pienso un instante en contárselo a Ino, tal vez ella sepa lo que me pasa, pero descarto la idea al instante. Solo la preocuparía y ahora tiene que estar más concentrada que nunca. Nada debe salirle mal en el viaje y tener temores sobre mi salud mental no la ayudará. No, esto es algo que tendré que guardarme, al menos por el momento.

Sigo trabajando, cerrando todas las puertas abiertas y construyendo nuevas. Creando parches que eviten que Ash pueda entrar y que me den tiempo a montar el nuevo sistema. Pese a todo, no me cuesta concentrarme, nunca me ha costado, al menos desde que tengo memoria. No soy alguien que se distraiga con facilidad.

No he tenido no para empezar.

 Le respondo, tratando de no amedrentarme por su chulería. Le voy a pillar y cuando lo haga deseará no haber entrado en mi sistema.

Cargando editor
18/11/2015, 02:41
Ino Abukara

Mientras te concentras de nuevo en la tarea de rastrear a Ash, un aviso en el escritorio te informa de que tienes e-mails nuevos. Uno es de Haku:

Haku Abukara 

Asunto: Re:Lista de archivos.

Ey, Rena. ¿Cómo va? Te adjunto un documento con la lista de los archivos en los que hemos detectado alteraciones. Ha sido grave, vamos a tardar días en arreglarlo. Espero que hayas podido solucionar el problema. Si necesitas algo, avísame.

Y el otro es de Ino, sin asunto ni contenido, tan sólo un documento de texto adjunto.

Mientras lo abres, escuchas de lejos el pitido del microondas. En el documento puedes ver una lista recopilando noticias de todo el mundo, todas del último mes y todas sobre mujeres jóvenes muertas en hoteles. Hay por lo menos cuarenta noticias diferentes, algunas con nombres y apellidos y otras sólo con las iniciales. En aquel momento entra Ino, con la caja de tu comida en la mano y los palillos asomando de la caja. 

- Tienes que comer algo, nena. Te lo he calentado de nuevo. - La deja sobre tu mesa, cerca de ti y se asoma al ordenador por encima de tu hombro. - ¿Has visto mi correo? Es lo que me han mandado de la agencia, le pedí a Ji-Tau que hiciera una búsqueda en sus servidores. A ver si te sirve de algo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
18/11/2015, 02:55
Narrador

Sin embargo, algo aparta de inmediato tu atención de la comida, la lista de cadáveres en hoteles, el e-mail de Haku, incluso del chat en el que Ash sigue mostrando esa chulería que te crispa los nervios. En otro de tus monitores, ha saltado una alerta que provoca un cosquilleo en tu estómago. La adrenalina de estar en juego una vez más. La macro que habías puesto a analizar el código fuente del chat de Ash ha encontrado una pequeña fisura. Una que alguien poco habilidoso no habría detectado, pero que para ti es suficiente para tener un cabo del que tirar. 

Tus dedos vuelan sobre el teclado, ahora eres tú el gato y Ash el ratón que ni siquiera sabe que estás a punto de cazarlo. Tardas varios minutos, pero cuando terminas, un mapa se muestra ante ti, con un punto rojo parpadeando en él. Estás bastante segura de que has desmantelado el último proxy. De que has encontrado a Ash. 

La sensación de triunfo es inevitable, mientras estudias ese mapa de París. El punto está sobre la Avenue des Champs-Élysées, muy cerca de la Place de la Concorde. Y por lo que dice el mapa, allí están en GMT+1, ocho horas menos que en Japón. 

Aparentemente ajeno a tu descubrimiento, Ash responde y en el chat aparece una nueva línea:

Cargando editor
19/11/2015, 22:20
Rena Hiyane

Gracias Ino. Le digo, apartando durante unos segundos la vista de la pantalla y suspirando. Sí, ya he visto el correo, pero Ash no me da un respiro, luego lo miraré. Sonrío al oler la comida. Recalentada no está tan bueno, pero ella tiene razón, como siempre. Tengo que comer. No se que haría sin ti. Le digo, dedicándole una sonrisa mientras cojo los palillos y me pongo a comer. Probablemente si no me hubiera recordado que tenía comer ni me hubiera molestado.

Sonrío de medio lado al ver que he encontrado su localización. Por fin una buena noticia. Te tengo... Susurro, triunfal. Mientras apunto mentalmente y en una hoja la dirección. Me planteo durante unos segundos empezar la ofensiva directamente, pero decido no hacerlo aún. Él no sabe que le tengo, lo mejor será no precipitarse.

En vez de eso me dedico a preparar el terreno para comenzar la ofensiva, como localizar los mejores lugares por los que atacar, los lugares por los que más difícilmente podría localizar el ataque para que cuando lo descubra sea demasiado tarde, encontrar distintos puntos de ataque por si el primero sale mal, establecer las bases para futuros ataques... Además, de ve en cuando chequeo que a Ash no le haya dado por atacarme una vez más.

Las tijeras no ladran, solo cortan, y no es muy inteligente interponerse en su camino.

 Le respondo por el chat, siguiendo el juego. Una vez compruebo que él no está fuera del sistema, y no antes, es cuando empiezo a atacar, tratando de abrir puertas sin ser detectada, cubriendo mis pasos y tratando de llegar a los archivos de Ash. En este punto dejo la comida de lado por completo y centro toda mi atención en la pantalla.

- Tiradas (3)
Cargando editor
20/11/2015, 22:15
ASH

Tu mirada se enfoca y tus pupilas se contraen a medida que te concentras en la pantalla. Apenas percibes por el rabillo del ojo que Ino se retira, dejándote trabajar a solas. Te sientes segura de ti misma, exultante. La adrenalina del peligroso juego al que dedicas tus días y tus noches recorre tus venas con cada uno de los latidos de tu corazón. Todo parece desaparecer a tu alrededor. Todo, salvo la pantalla. 

Tecleas a toda velocidad, sabiendo perfectamente qué hacer y cómo hacerlo. Bajo tus dedos van cayendo muros y se van levantando puentes. Eres discreta y estás segura de que Ash no debe siquiera imaginar por dónde le vas a caer encima. Debe sentirse tan seguro de sí mismo con sus proxys y sus barreras... Probablemente ni siquiera se le pasa por la mente que hayas logrado colarte en su seguridad.

Cuando atacas lo haces desde tantos puntos al mismo tiempo que es imposible que los frene todos a la vez. Supones que habrá detectado al menos algunos de los ataques, pero has preparado cebos suficientes para tenerlo entretenido un buen rato mientras tú te deslizas como una sombra silenciosa hacia el contenido de su ordenador... Que no puede ser más decepcionante.

Llegas al sistema y el ordenador parece recién salido de la fábrica. Tan sólo tiene un par de programas instalados y algunos archivos de texto codificados, pero parecen ser parte de la seguridad del pc. No hay fotos, no hay documentos, no están los archivos que ha estado alterando del Raising Hell... Por no tener, ni siquiera tiene un programa para manejar ftp. 

Estás segura ahora de que este no es el ordenador que ha usado para violar el sistema de seguridad de la empresa. O si lo es, ha debido estar usando un dispositivo externo que ahora no está conectado. 

Sin embargo, a pesar de la decepción que supone el contenido de ese ordenador, la satisfacción de haberle devuelto la pelota irrumpiendo de esa forma llena tu pecho. Sí, él te ha jodido antes, pero le has dado una buena lección: no es tan invulnerable como parece pensar. Aunque en cierta forma es la misma lección que has recibido tú un rato antes. 

En ese momento una nueva línea parpadea en el chat, cuando llega su respuesta.

Y mientras lees esas palabras en un idioma que no conoces, la curiosidad por ver su cara, por saber quién y cómo es, empieza a cosquillear en el fondo de tu cerebro. No eres tan inocente como para creer que alguien como él ha podido dejar destapada la cámara del ordenador, pero si está como parece en un sitio al aire libre, en un parque público en pleno centro de París... Quizá no te resultaría muy difícil hackear la cámara de algún comercio o banco cercano. Tal vez podrías verle la cara.*

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Idea de regalo por la cantidad brutalísima de éxitos ^^. No es imposición ni nada, sólo algo que se nos ocurrió que tal vez podría interesar a Rena.

Cargando editor
23/11/2015, 23:08
Rena Hiyane

Pese a la gran victoria, no sonrío en ningún momento. No es que no me alegre de la victoria, simplemente estoy demasiado concentrada y no me sale sonreír. Miro con cierta decepción el contenido de su ordenador. No hay nada que pueda usar contra él ahí, seguramente no esté conectado desde su ordenador principal, pero da igual. Estoy dentro y puedo trabajar desde ahí.

No tardo en descubrir que está en la calle. Tal vez no pueda conseguir nada del ordenador, pero si localizo alguna cámara web cercana podría hackear el sistema y verle, incluso obtener una foto de él que después podría utilizar. Busco en la web los comercios cercanos y me decanto por el que más probabilidades tenga de tener una cámara apuntando hacia la calle, como un banco o una joyería.

Mis dedos vuelan por el teclado a medida que intento penetrar en el sistema del comercio para obtener las imágenes de la cámara. Me protejo antes de llevarlo a cabo para no ser detectada por la seguridad del comercio y trato de duplicar la emisión de la cámara para que luego no falte nada en las grabaciones. Así, si cualquiera revisa las grabaciones, no habrá ningún corte.

Mientras permanezco inadvertida en el sistema de Ash voy preparando un virus que pretendo implantar a su sistema con el que trataré de monitorizar sus acciones futuras. Mi intención es que sea silencioso y difícil de detectar, que analice los futuros movimientos de Ash y los envíe a una zona segura fuera de mi ordenador para que no pueda usar el propio canal del virus para dar conmigo, aunque algo me dice que no va a tener problemas para volver a localizarme*.

Noch nicht

 Le respondo en alemán después de una rápida traducción de su mensaje. Me divertiré cuando tenga su cara y haya implantado el virus. Lo que no sé es si él encontrará eso divertido.

- Tiradas (4)

Notas de juego

El virus empeará a crearlo, no lo envía aún. Se tomará su tiempo. Si tengo que hacer alguna tirada más, tell me ^^

Cargando editor
25/11/2015, 00:05
ASH

Tus esfuerzos se concentran en localizar y abordar alguna cámara cercana. Revisas con google street view la zona y no tardas en darte cuenta de que además de un par de bancos, hay una cámara de tráfico en la Place de la Concorde que apunta hacia el parque, envía imágenes a la nube cada pocos minutos y parece tu mejor opción. 

Acostumbrada como estás a navegar por la Deep Web un servidor virtual de tráfico te lleva un rato, pero finalmente consigues meterte dentro de su sistema. Enlazas la cámara a tu propio disco duro, para que se descargue una copia del siguiente envío en tu ordenador. No será como verlo en directo, pero sí será lo más parecido que podrás conseguir. 

Mientras esperas a que se copie y vas empezando a preparar el virus, te das cuenta de que Ash te ha respondido en el chat con algo que suena a despedida.

Es entonces cuando un sonido te informa de que el vídeo ha terminado de descargarse y puedes comenzar a verlo. El día parece estar nuboso en París. En el parque no hay mucha gente y la hora, en la parte inferior derecha del vídeo, te informa de que allí son las nueve y cuarto de la mañana. 

Puedes ver a una señora paseando a un perro y agachándose a recoger una deposición con una bolsa negra. También a dos hombres de color, sentados en un banco comiendo algo. Algo más allá un jovencito, casi un adolescente, teclea algo en su móvil sin cesar. Una chica pasa en ese momento por delante de él, haciendo footing, y el chico levanta la mirada sobresaltado para contemplarla hasta que se aleja. Y saliendo del parque puedes ver a alguien de espaldas -una mujer o un hombre delgado-, con las manos en los bolsillos.