Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 3- Casa de Kendra Lorrimor.

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30/09/2017, 21:19
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

En aquel momento llegó la respuesta a la pregunta que tantos le habían planteado, y con su llegada había traído más preguntas de las que había respondido. Preguntas que gruñían y mostraban sus dientes de forma amenazadora mientras unos tensaban los músculos buscando sus armas y otros ponían de por medio una prudencial distancia.

Buscador no hizo ni lo uno ni lo otro haciendo ambas: extendió un brazo dispuesto apartar el hocico de la bestia si se le abalanzaba mientras con el otro tanteaba su cintura en busca de una daga de plata que no encontraba. Tan pronto comprendió que nada tenía para defenderse excepto el cuerpo con el que había nacido y que el tiempo erosionaba, empezó a retroceder sin apartar la mirada. Y todo eso en nada, en el instante que le tomó a Sasha aparecer bajo el umbral de la puerta y calmar a la criatura que la acompañaba.

La siguió con la mirada y tan pronto la vio caer rendida junto al fuego supo que habría que esperar para las respuestas, al menos para aquellas que no se volvieran obvias con el tiempo y la observación detallada.

Ya más calmado, con un corazón que había dejado de estar acelerado, comprendió que lo menos que podía hacer era devolverle la amabilidad que ella había demostrado con él, y no pudiendo darle lo que pedía le dio algo que probablemente también necesitaba. Sasha había hecho algo parecido con él ofreciéndole la corteza de sauce que tras masticar había aliviado el dolor con el que las heridas le recordaban que aunque no sangraban, existían.

- Toma, bebe- la invitó tras llenar de agua el vaso que le habían llevado.

Dudó si apoyar con suavidad la mano sobre su hombro para despertarla, pues temía la respuesta agresiva de un lobo que se había mostrado en exceso protector para con su ama.

- Espero que no te importe, pero es el vaso en el que he bebido yo.

Miró a los ojos a la bestia como pidiéndole permiso, si es que tal cosa podía obtenerse de un animal, y esperando que aquello bastara para aplacarla acercó el vaso a la mano de la mujer cansada.

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01/10/2017, 00:24
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

Sascha vuelve y lo hace con un lobo de compañero. Sabía que la mujer tiene la capacidad de domar fieras para que sean sus compañeros, pero no pensaba que podría ser algo tan impactante. Intento quitar atención de ello y vuelvo al tema realmente importante. Miro a Konrad y le respondo:

 - "Debemos ir a Piedra Alzada y no podemos esperar a que Gheorghe vuelva para hacerlo. Pueden pasar días o más antes de que aparezca, pero esta es probablemente la única pista real que tenemos para continuar y cada día que pasa, los rastros e enfrían."

No termino de entender realmente los motivos por los cuales Konrad considera que realmente necesitamos al paladín, pero estoy seguro de que quienes estamos en esta sala somos capaces de conseguir lo que sea que ese sitio maldito tiene para ofrecernos.

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01/10/2017, 11:38
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

Me desabrocho la mochila despacio para estar algo más cómoda, pero no la dejo lejos, si no que aprovecho y me apoyo en ella.

- Gracias. - Le contesto a Buscador. - No.

Cojo el vaso y bebo, y me alivia, a pesar de que el agua no es lo que me ha faltado en mi pequeña aventura. Me pregunto si el lobo tendrá hambre.

Algo me dice que sí, que igual que yo. O yo igual que él...

Me rugen las tripas al recordar al conejo, que al final ninguno de los dos probamos. Acaricio al lobo pensando que él lo estará pasando igual de mal. Quizás incluso puede que note la misma debilidad. Al menos hasta que la conversación vuelve a llamar mi atención.

¿Han decidido ir a alguna parte? ¡Por fin!

- No es necesario esperar a Gheorghe. Aparecerá allá donde esté Gabriel, tarde o temprano.

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01/10/2017, 11:58
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

La preocupación por la ausencia de Sascha se convirtió, cuando la vio aparecer por la puerta con un enorme lobo, en enfado. Primero por haber osado a dejar a Buscador de la Verdad a solas en casa de Kendra Lorrimor. ¿Y si hubiese robado algún objeto o libro importante? ¿Qué demonios le había pasado por la cabeza para abandonar la casa? Segundo por traer con ella a esa cosa. Ni más ni menos que un lobo que parecía aún más salvaje que ella. El noble no tenía, ni mucho menos, un don con los animales. Era como si éstos pudieran apreciar, de alguna manera natural, su lado más oscuro y peligroso. La mirada seria de Konrad lo decía todo, aunque no iba a reprender a su empleada delante de todo el mundo. Ya hablaría con ella en privado.

- Me alegro de verte pero, esa cosa... Tharath...no puedes meterlo aquí.- ¿De dónde coño lo había sacado? Que lo dejara en los establos, al menos. Pero, ¿sabría comportarse?- Llévalo a un sitio donde no moleste. Los establos, si es capaz de comportarse y no asusta a los caballos.- El tono de Konrad era gélido. Si tenía Sascha que dormir con el lobo entre la paja estaba seguro de que la mujer no tendría problemas. Esperaba que Kendra tomara la iniciativa con respecto al hambre que padecía su díscola sirviente. Respiró hondo y trató de concentrarse en el problema que de verdad les ocupaba aquella noche. Miró a Janos algo sorprendido por su actitud para con su hermano Gheorghe.

Menudo escudero...

-  Deberíamos prepararnos bien para ir a Piedra Alzada. Todo lo que hemos descubierto es preocupante como para no tomar precauciones. Si hay un nigromante de por medio, no muertos y ese tipo de cosas, la presencia de Gheorghe podría sernos de una ayuda inestimable. ¿No lo crees así, Janos?- Janos seguro que conocía a su hermanastro mejor que él, puesto que muchos años habían permanecido sin hablarse siquiera. Desconocía de las habilidades que su hermanastro hubiera podido adquirir en sus años de formación pero no dudaba de que les seria útil en Piedra Alzada. Eso sí, Gheorghe ni siquiera había querido llevarse los objetos que habían encontrado en la cripta secreta. Ahora  se alegraba de haberlo ignorado y haber tomado los objetos "prestados". Entonces Sacha se metía en medio de la conversación cuando no se lo había pedido. -Si vamos antes de que Gheorghe vuelva, entonces tendrá usted que acompañarnos, me temo.- Dijo dirigiéndose a el investigador. Puesto que aún no conocían cómo se estaban realizando aquellas extrañas transposiciones no quería quitarle ojo de encima al sustituto de su hermanastro.- Todavía nos queda alguna poción de las que encontramos en la cripta pero mañana deberíamos ir a comprar algunas más, y equipo que pueda sernos útil, si nos faltara algo. - De camino al pueblo para ver el espectáculo la amable Kendra les había informado de los distintos establecimientos a los que podían tener acceso.

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01/10/2017, 14:56
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

Me quedo unos segundos mirando a Konrad, intentando discernir si en sus palabras hay algo de broma, pues no podía creer (o me resultaba demasiado sencillo creerlo) que estuviera echando de la cercanía del fuego al lobo, el animal que me había salvado la vida y estaba ligado a mí.

- Bien.- Digo mientras me levanto despacio, y recojo la mochila. - Entonces descansaremos fuera, pues los caballos ya están bastante nerviosos. Total, algo más de frío no nos hará daño. Que a nadie se le ocurra venir a molestarnos. - Camino hacia la puerta mientras hablo. - A no ser que traiga una buena ración de comida. Para cada uno.

En el fondo no es que me molestara tener que dormir fuera, pues no era la primera vez que lo hacía, aun enferma, como buena salvaje. Pero antes de salvaje, soy mujer, y mi especialidad es manipular a los hombres para hacerles sentir culpables.

Si nadie se interpone, ambos salimos fuera.

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01/10/2017, 15:51
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

Kendra se ocupó del invitado malherido como Konrad le pidió, primero le dio un vaso de agua y después se dispuso a preparar un baño caliente para Buscador. También estaba preocupada por todo lo que había sucedido y sobre todo por la desaparición de Sascha. Cuando llamaron a la puerta su corazón dio un vuelco, aunque dejó que fuera Gruñido quien se encargara de abrir la puerta, estuvo atenta por si era algún vecino y se llevó un susto de muerte cuando vio un enorme lobo aparecer amenazador, después vio a Sascha malherida y aseverando que el lupino era de su propiedad.
No dijo nada pero no se sentía nada cómoda con aquella bestia dentro de su casa, por fortuna Konrad le dijo que la bestia debía permanecer en los establos, ella sonrió al noble y asintió.

-Sí, en los establos estará mejor, una casa no es lugar para meter animales. Me gustaría ver tus heridas Sascha, pero por favor, saca a Tharath de aquí, luego regresa por favor.

Sabía que a ella no le haría caso, pero Konrad era de su misma opinión y Sascha lo obedecía ciegamente. Mientras se ocupaban del asunto del lobo Kendra volvió a lo del baño de Alarico.

-Señor Alarico, antes de nada debería usted darse un baño, creo que le sentará bien, además le he dejado algo de ropa de mi difunto padre, si no le está bien podemos ajustarla de alguna manera.

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02/10/2017, 18:59
(CC) Konrad Mykephoros.

Konrad puso una mano en el hombro de Kendra y negó con la cabeza. Era inútil. Sascha podía ser muy cabezota en ocasiones, era parte de su encanto.

- Déjala Kendra. está acostumbrada al frío. No pasará nada. 

 "A no ser que traiga una buena ración de comida."- ¿Quién se creía que era? No era propio de Sacha, aunque salvaje, hablar así en presencia de Konrad. Sin embargo acabó entendiendo lo que las palabras de Sascha querían decir. El lobo estaba hambriento y sería mejor, por el bien de todos, que tuviera el estómago lleno.

- Pero si puedes hacerme otro favor, querida. Preparar algo de comida para Sascha. Se lo llevaremos fuera si es que no quiere separarse de ese animal. Y algunas sobras para el susodicho. Cuando esté listo se lo llevaré yo mismo.- Bastó un leve gesto hacia Gruñido para que entendiera que "ese yo mismo" era una forma de decir que saldría a hablar con Sacha pero que la comida la cargaría Gruñido.

Mientras Kendra preparaba las viandas, Konrad siguió atendiendo a la importante a conversación que transcurría en la habitación antes de que su sirviente interrumpiera. No podía evitar que su cabeza volviera una y otra vez al asunto de ese lobo. ¡Sascha estaba loca apareciendo así y habiendo abandonado la casa! Pero algo le decía que la mujer le iba a dar una explicación lo suficientemente convincente. ¿No le gustaban las extravagancias? Pues es lo que tenía tener un Ama de Llaves como Sascha Danzante de las Nieves. Poco a poco su humor se fue calmando y, cuando Kendra le indicó que la comida estaba preparada salió a hablar con la mujer.

- Ayúdame con esto, Gruñido.- Con una leve inclinación de cabeza se ausentó de la sala unos minutos.- Si me disculpan.

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02/10/2017, 21:44
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

A pesar de que las palabras del señor Alarico no habían sido muy claras con respecto a Sascha, algo le había quedado claro a Gruñido. Había salido con un caballo, así que sin esperar más salió disparado hacia el lugar donde se encontraban las monturas.

Una vez allí tuvo que contarlas por tres veces para asegurarse de que estaban todas. Si no hubiera estado tan nervioso por Sascha hubiera visto a la primera que uno de los caballos estaba sucio y tenía barro y hojas en los cascos, pero le costó un poco más advertirlo.

Se dirigió a Peonía, la yegua que se había llevado Sascha, y la examinó de arriba abajo tratando de encontrar alguna evidencia que le dijera donde estaba la mujer. Mientras murmuraba para sí – ¿Dónde estar Sascha, dónde tú haber ido?

Casi dio un salto y se golpeó con una viga cuando la montura volvió la cabeza y piafó lo que le parecieron unas palabras. – Yegua roja en mucha madera que mira arriba, no limpia, hambre…

El cochero cayó de culo sintiendo que todo le daba vueltas. ¿Se estaba volviendo realmente loco? Dejó que pasaran unos minutos mientras controlaba su respiración como le había enseñado la Bruja Roja. Miró a Peonía a sus enormes ojos castaños, y la yegua movió su testa arriba y abajo mientras piafaba. Decidió que su mente le había jugado una mala pasada cuando Júbilo, la otra yegua que tiraba del carruaje asomó la cabeza por entre los maderos y piafó. – Sueño, no hablar, descansar…

En ese momento Gruñido sintió que todo le daba vueltas y cayó entre la cálida paja mientras creía oír otras voces en diferentes relinchos y piafares. La inconsciencia le abrazó.

Cuando despertó estaba calentito ya que Peonía se había tendido a su lado abrigándole durante toda la noche. Parpadeó un par de veces y decidió que estaba muy cansado y que seguramente Sascha estaba en la casa y volvió a ella con paso ligero, estirando sus agarrotadas piernas.

Al abrir la puerta, se quedó mirando a la concurrencia, que aparentemente había pernoctado en el comedor de la casa Lorrimor, y antes de que pudiera hablar, tocaron la puerta.

Al abrir, el gruñido del lobo gris le puso los pelos de punta, y se vio apartado por el animal. El susto cedió ante la visión de la mujer pelirroja.

– ¡Sascha! ¡Estar aquí! – Gruñido estaba feliz, no le hubiera importado que el lobo le mordiera. Sostuvo a la mujer, acompañándola al sofá, donde calmó su sed al menos.

Cuando anunció su estado famélico y el Amo dispuso que se preparara comida, Gruñido acudió a la cocina para ayudar a la señorita Lorrimor con toda su buena voluntad. Que primero cogiera fuerzas y luego les contara qué había pasado. El semiorco frunció el ceño cuando el Amo mandó a Sascha al exterior con el lobo, pero no dijo nada. Arreglarían sus cosas como clan y luego verían cómo actuar. Dejó que Sascha partiera con un gesto cómplice de – Ahora voy. – Después volvió a la cocina para preparar todo para llevarlo al exterior. Al volver fue requerido por el amo Konrad, al cual siguió dócilmente.

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03/10/2017, 08:37
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

Vio con desaprobación como Sascha se marchaba, pero había poco o nada que él pudiera hacer para impedirlo. Las razones de su marcha habían sido bien claras y tenían un principal responsable. Solo él podía hacer que volviera, aunque aquel hombre no parecía mostrar demasiado interés en que lo hiciera. Claro que cierto era que poco interés demostraba más allá del que tenía en sí mismo, y si interés alguno mostraba por los que parecían sus lacayos tan solo se debía a que del de ellos dependía el suyo propio.

Buscador centró su atención en la que parecía la dueña de la casa.

- Muchas gracias, señorita, es mucha más de lo que podía esperar. Puede que recuerde muy pocas cosas y haber olvidado aun más, pero si tengo algo claro en este mundo cruel y lleno de incertidumbres es que usted me acaba de recordar lo que es amabilidad y generosidad.- Se acercó a Kendra y tras coger su mano la beso con tal delicadeza que sus labios no llegaron a rozar la piel de la mujer.- Y belleza, por supuesto. Por cierto, me temo que parte con ventaja pues si bien usted sabe cómo me llamo, yo carezco de una forma de llamarla más allá de hacer mención a sus numerosas y obvias virtudes.- Y un Kendra, pero prefería escucharlo de ella.

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03/10/2017, 11:17
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

Konrad salió de la casa de Kendra acompañado de Gruñido, que portaba toda una bandeja repleta de viandas, algunas no más que deshechos para el lobo. Buscó con la mirada a la imponente mujer y su nueva compañía y se dirigió hacia allí.

- Traemos algo de comida para ti y ...para él o ella, o lo que sea. ¡Ains!- Suspiró dejando exhalar, junto al aire contenido en sus pulmones, el poco enfado que ya le quedaba en el cuerpo.- ¿Dónde demonios te habías metido y, sobre todo, por qué? Abandonar la casa del profesor con ese al que ahora llaman Buscador de la Verdad.- Negó con la cabeza ante la imprudencia de su ama de llaves.- Pero supongo que hay una explicación para todo ello, y espero que sea buena. Estábamos muy preocupados, ¿sabes?- La mujer no parecía herida pero sí cansada, como si no hubiera pegado ojo en toda la noche. Konrad se imaginó que habría estado haciendo cosas de las suyas, lo cual siempre la dejaba en un estado bastante lamentable. No recordaba que fuera una noche especial ni nada.- Ayer en el concierto fuimos atacados por un enjambre de estirges. Unos bichos horrendos chupasangres. Menos mal que Velkan y Gruñido estaban allí. Si se me llegan a acercar un poco más...- Todos sabían ya lo que hubiera provocado eso, una reacción incontrolada que hubiera puesto a todos en peligro. Había echado de menos a Sascha quien hubiera permanecido a su lado protegiéndolo.- Creemos que Agentes del Camino Susurrante pueden haber venido y "despertado" a antiguos presos de Piedra Alzada, los más peligrosos. Al parecer había uno que era capaz de controlar con su música a las estirges. Una extraña coincidencia. Ahora quieren ir allí a investigar y Gheorghe aún no ha vuelto.  Tú que estuviste con Alarico, ¿qué te ha podido contar o cómo le has encontrado? Quizá si le curan del todo mi hermano vuelva. Esto es todo muy extraño.

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03/10/2017, 14:22
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

A Kendra le parecía que a veces Konrad trataba con rudeza a la salvaje, aunque debía admitir que por otro lado nadie de la posición del noble la hubiera mantenido tanto tiempo a su lado, por lo tanto no se consideró con la autoridad moral suficiente para juzgarlo, Sascha era una mujer difícil.
Se limitó a asentir y se dirigió a la cocina para preparar algo de comida para Sascha, aunque hasta que no compraran al día siguiente no tenía mucho que ofrecer, tendrían que conformarse con algo de pan y queso.

-Toma Gruñido, ya no queda mucho más, mañana iré a comprar.

Le tendió los alimentos al semiorco que con buena voluntad había acudido a ayudarla.
Regresaron al comedor y Alarico se deshizo en elogios y galanterías que hicieron enrojecer a Kendra.

-Muchas gracias señor Alarico, es usted muy amable. Lo siento, me temo que los acontecimientos ocurridos han descuidado mi cortesía, soy Kendra Lorrimor, la hija del Profesor Petros Lorrimor, a veces trabajaban juntos, siento que no nos recuerde. Es una situación extraña, espero que pueda recuperarse. Creo que el baño le sentará bien, no se donde se encontraba usted y sus compañeros, pero debe ser un lugar horrible por lo que cuentan. -Sentía que traer aquellos recuerdos a la memoria del debilitado hombre, pero no podían ignorar lo que pasaba.- Tome, es un pequeño saquillo con algo de comida, no es mucho pero lo suficiente para portarlo encima, todos tienen uno y lo llevan siempre con ellos por si... cambian.

La mujer entregó el saquillo a Buscador, no podía ofrecerle nada más que aquello, un buen baño y su hospitalidad.

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03/10/2017, 19:09
(CC) Doctor Querio Vandel.

El Doctor Vandel frunció el ceño. Sascha no había dado ninguna explicación sobre el lobo, y tendrían muchos problemas si aparecía alguna res de los ganaderos locales muerta con marcas de dentelladas.

Acaba de amanecer. Cuanto más esperemos aquí, más gente verá al lobo. Y este no es su sitio. Salgamos a Piedra Alzada apresuradamente-propuso-. Que sean los peligros mortales a los que nos enfrentemos los que decidan el destino del lobo. Si vive, habrá mostrado su valía. Si muere, ya no tendremos que pensar en dónde meterlo ni qué darle de comer. Sascha puede dormir en el carruaje de Konrad de camino a las ruinas de la prisión.

Pero hagámoslo ya... Vayamos ahora. Si esperamos a que las calles estén llenas de lugareños, puede pasar cualquier cosa. Pueden pisarle la cola sin querer, o tirarle piedras. Si el lobo se revuelve y muerde a alguien... Es un animal salvaje. Ni establos ni carro: debemos llevarnos el lobo lejos de aquí.

Iba a sugerir matar al lobo. Bastaría con la piel, una vez vendida, para costear parte del equipo necesario para enfrentarse a los muertos vivientes que pudiera haber en Piedra Alzada. Se lo calló. Sascha, por mucho estado febril que afectara a su entendimiento, no era una persona con la que se pudiera entrar en razón.

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03/10/2017, 20:50
(CC) Velkan Matacambiantes.

Detuvo su mano en el banjo al escuchar las apremiantes palabras del Doctor Querio Vandel, por fin alguien hablaba en su idioma.

Vamos, yo estoy listo y dispuesto.

A su viejo amigo el Profesor Lorrimor le había llegado la muerte en aquel lugar y Velkan sospechaba que aquello no había sido tan inocente como lo habían contado, algo sucio ocurrió con su viejo amigo. El cazador se puso en pie tan largo como era y volvió a colgar su fiel instrumento en su espalda. Llevaba queriendo ir a la prisión desde antes de que le mandaran a la otra dimensión a combatir en aquel manicomio de los horrores y alejarse de allí lo único que había conseguido era acrecentar sus ganas.

¿Necesitaremos lo que encontramos en la tumba? Las armas y objetos que allí encontramos las dejó allí el Profesor por algo, quizás nos sean útiles.

No recordaba todos los instrumentos que encontraron pues casi no había tenido tiempo a inspeccionarlos antes de que lo mandaran al otro lado pero confiaba en que sus compañeros lo supieran.

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03/10/2017, 21:37
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

JARDÍN DE LA CASA LORRIMOR.

Había sacado la manta y el saco de dormir de la mochila y estaba extendiendo éste último mientras la manta ya reposaba sobre mis hombros cuando Konrad y Gruñido salen de la casa.  Les miro con cierta desconfianza, esperando que vengan a decirme que el lobo y yo podemos volver a entrar, pero la visión de la bandeja con comida me hace descartar la idea.

Sin embargo la acepto. La supervivencia antes que el orgullo, mas no le doy las sobras al lobo si no que reparto la ración que parece ser para mí para que él también coma algo fresco.

Me siento en el suelo, sobre el saco, y mientras como, escucho hablar a Konrad. Procuro no mirarle demasiado, ignorándole en parte, queriendo dar a entender que estoy enfadada, aunque las veces que dejo que los inquietos ojos sean visibles lo que expresan es interpretable como una profunda tristeza. Quizás porque no soy capaz de sentir o expresar otra cosa en este momento.

Había pasado miedo, hambre, frío, me había preocupado ver de lejos a las estirges y había sentido ira cuando tuve que elegir no acercarme a ayudar. Había perdido sangre, y la tripa aún me dolía debido a la hemorragia provocada, y un dios se había reído de mí. De nuevo había sentido miedo, y desesperanza hasta el punto de aceptar la muerte, cuando creí que el frío o los lobos acabarían conmigo. Y no había sido consciente de los problemas que traería mi nuevo amigo hasta que no había llegado a la casa.

Por último, me había vuelto a sentir rechazada, desplazada, por el hecho de ser lo que era. Preferían alejarse del lobo a pesar de que yo también me quedara de esa forma sin cobijo.

- Konrad. - Comienzo cuando me siento algo mejor por llevarme algo a la boca. - La verdad es que ahora mismo no me apetece dar explicaciones. El momento de explicar nada estaba ahí dentro, en la seguridad de la casa, con el calor del fuego, y rodeada de todos, pues si lo explico ahora para vosotros seguro que más tarde tengo que repetirlo para ellos, y no sé si tengo ánimo para una vez, con lo que menos para dos. Las estirges, sí, las vi, pero tu maldito caballo no quiso acercarse. Se escapó, y tuve que ir tras él. De todas formas, no dudé de que podríais con ellas sin mi ayuda.

Tras terminar de comer, comienzo a masajearme los pies, que aún me dolían por la congelación y la caminata. No pensaba decir nada más mientras Konrad no relajarse su tono.

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04/10/2017, 06:42
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

CASA LORRIMOR.

Escucho la respuesta de Konrad, a la que replico sin dudarlo:

 - "Si está la presencia de no-muertos y sus suciedades, yo me encargaré. La luz de Sarenrae guía mi mano contra ellos y no descansaré hasta purgar su presencia de este mundo."

La verdad es que Gheorghe es un gran guerrero del bien, pero los no-muertos son mi especialidad. Luchar contra ellos es tanto mi deber como mi devoción y no temo enfrentamiento alguno contra ellos, aunque puedan significar mi muerte pues Sarenrae me recibirá en su reino con todos los dones si cayese en aquella gesta contra el mal.

Entonces la conversación se vuelca hacia Sascha y su nueva mascota. La mujer es una salvaje y su gusto siempre ha sido por las bestias, por lo que no me extraña ni me molesta que ese sea ahora su compañero. La verdad es que creo que ese lobo puede ser muy útil en combate y, como no detecto ninguna clase de influencia impía en ninguno de ellos, creo que la naturaleza es una aliada en la lucha contra las sombras.

Los presentes indican que deberíamos partir luego a Piedra Alzada y Kendra parte a hacer un poco de alimento para Sascha, por lo que pido disculpas un momento para aprovechar al máximo mi tiempo:

 - "Perdón, pero debo hacer mis oraciones ahora que estamos en el alba. Luego los alcanzaré con los preparativos. Con su permiso."

Acto seguido subo a mi habitación y comienzo a rezarle a Sarenrae, agradeciéndole haber pasado la noche y sus peligros y pidiéndole por sus dones para este nuevo día. La diosa no me abandona y mi agradecimiento es infinito para ella, así como el regocijo de servirle.

Completo mi media hora de plegarias matutinas y luego bajo con las alforjas, listo para preparar mi caballo para el viaje que haremos.

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04/10/2017, 11:58
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

JARDÍN DE LA CASA LORRIMOR.

Konrad se mostraba más frío de lo normal y se esforzaba por no caer en el chantaje emocional de la mujer.

- No conozco tanto como tú a las bestias salvajes pero creo que le gustará más lo otro que el pan con queso.- Kendra no había podido preparar casi nada pues aún no había salido a comprar y andaba ya escasa de provisiones. Por eso habían cogido las sobras de la cena del día anterior y un poco de pan con queso para Sascha.- ¡Demonios, Sascha! No es el momento para hermetismos. Lo repetiremos las veces que haga falta. El grupo quiere salir ya mismo para Piedra Alzada y no pareces estar en condiciones. Pero, ¿por qué abandonaste la casa? Si tan segura estabas de nuestra seguridad, ¿qué te hizo abandonarla? Debías cuidar a Alarico en nuestra ausencia.- Estaba claro que Konrad se había sentido muy defraudado al llegar a casa de Kendra y ver que Sascha había partido con uno de los caballos. Alarico podría haber resultado un peligro para la misión que el Profesor le había encomendado, sin contar con que si hermano Gheorghe dependía de la seguridad del mismo. Lo primero que pensó es que la hubiera pasado algo pero también se le habían despertado viejos temores, aunque los había descartado en seguida. Necesitaba una explicación para aquello, al menos. El tono de Konrad fue dulcificándose poco a poco.- Sé que no lo ves así pero no puedes llegar con un lobo salvaje y llamar a eso la "seguridad de la casa", mucho menos si es rodeados de todos. ¿No te das cuenta que algunos no habrán visto más en su vida que perros falderos y bestias de tiro? ¿No viste la cara de susto que puso Kendra al ver a tu nuevo amigo? ¡Es nuestra anfitriona!- Konrad fijó ahora su atención en el enorme lobo salvaje, curioso.- A partir de ahora te va a acompañar todo el rato.- Se podía imaginar la reacción de la gente de Ravengro.- ¿Es eso lo que me estás diciendo? Espero que sepa comportarse. Quiero verlo con mis propios ojos antes de hacer nada. ¿Te obedece? ¿Me obedecerá a mí o a los demás?- El lobo había gruñido hasta a Gruñido, y eso que eran "hermano" de Sascha, con olores parecidos.- Pareces cansada. ¿Es sólo cansancio o hay algo más?- Konrad se acercó a la mujer y comenzó a examinarla más a conciencia.-No seas cabezota y pasa a la casa. El lobo puede estar perfectamente en el establo. Si los caballos se asustan seguro que Gruñido puede hacer algo, ¿verdad? Incluso podrían ya quedarse fuera.

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04/10/2017, 22:10
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

JARDÍN DE LA CASA LORRIMOR.

- Por muy animal salvaje que sea, prefiere comer pan y queso antes que mordisquear huesos. - Digo bastante enfadada, pero no tanto como cuando Konrad sigue hablando, que incluso llego a levantarme para encararle. - Me he ido porque tenía que hacerlo. Alarico no iba a hacer nada, era incapaz de moverse del sofá, y yo... - De repente la ira que Konrad ya había visto otras veces en mis ojos, se calma con la misma facilidad que en esas otras ocasiones. - Tenía que irme. Llegó el momento que llevo esperando toda la vida. Al fin y al cabo, soy bruja, y para avanzar en mi poder le necesito. - Señalo al lobo. - Y tiene que estar conmigo, y bien. Me da igual lo que piensen los demás. Yo no me quejo del escudero del paladín. - El tono de mi voz es demasiado duro para que se note que es una broma. - No va a atacar a nadie. ¿No ves lo tranquilo que está? Sólo está preocupado. Lo estaba cuando amenazó a Gruñido. Por cierto, lo siento, Gañancito. Pero no debéis tener miedo. Si yo no me siento amenazada, él, tampoco. Pero no, no os va a obedecer a vosotros, así por las buenas. Tampoco es que me vaya a obedecer a mí. Es como... un hermano. Me aprecia, pero tiene voluntad propia.

Miro a Gruñido con cariño y orgullo. No es que pretenda comparar al lobo con él, pero es el símil más parecido que se me ocurre, sin ganas de pensar como estoy. La debilidad vuelve, así que me siento de nuevo sobre el saco.

- Estoy cansada. No tengo heridas. No te preocupes. - Si para examinarme se acerca o intenta tocarme, le rechazo. - Déjame. Estoy sucia. Debería bañarme, pero claro, para eso tengo que entrar en la casa, y si yo entro, entrará el lobo. Y no hay discusión posible. El lobo, sin estar yo cerca, se comerá a los caballos, y a Gruñido. Entiéndelo... o déjame tranquila. Si queréis partir y queréis que sea útil, déjame descansar. Ya que no estaré caliente y cómoda, que haya silencio, por favor.

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04/10/2017, 23:25
CC: Ravengro: Concejal Mirta Straelock.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA TEMPRANO.

ANTE LA CASA LORRIMOR.

Varias personas del pueblo ven a Sascha "acampando" en el suelo helado con un lobo gris a su lado. Algunos corren a avisar al Sheriff, otros lanzan gritos de espanto.

Sascha, por su parte, no tiene ganas de discutir y comienza a sentir escalofríos. La fiebre vuelve a arremeter, si sigue hablando empezará a decir delirios sin mucho sentido. El lobo gruñe, enfadado ante la cercanía de extraños, y se pega más a Sascha mientras le muestra los colmillos a Konrad y lo mira furibundo con sus ojos dorados.

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05/10/2017, 09:44
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POCO DESPUÉS DEL AMANECER

JARDÍN DE LA CASA LORRIMOR.

Pan y queso...- Konrad estaba alucinando pero era un hombre al que las extravagancias le gustaban. Iba a ser divertido la convivencia con el lobo. Mandaría a hacer un babero y cubiertos especiales para que pudiera comer con ellos en la mesa. No iba a ser mucho peor que compartir mesa con Gruñido, con sus flatulencias y sus babas. Sus propios pensamientos le hicieron sonreír un poco.

- Me estás diciendo que este será tu compañero, como bruja que eres.  Me esperaba un dulce gatito, negro y blanco para que fuera a juego con mi pelo, aunque los gatos me odian.- El del profesor Lorrimor siempre le bufaba.- Supongo que es todo un detalle de tu parte no haber elegido uno aunque supongo que más bien él te eligió a ti, ¿verdad?- El noble se cruzó de brazos ante la cabezonería de la mujer.- Tiene que estar contigo.... ¿En todo los malditos momentos?- Una sonrisa torcida se dibujó en sus labios pensando en cuando intimaba con Sascha. Había probado muchas cosas pero la zoofilia todavía no y, ahora que estaba dejando el alcohol y los opiáceos, no sabía si sería capaz.- Hasta Gheorghe deja a Janos sus ratos libres...- La verdad es que su hermanastro y su escudero eran una pareja peculiar.  Había conocido un poco más a Janos dando un paseo matutino con él, y no dejaba de parecerle peculiar.- Lo tomaremos entonces como otro miembro del clan, qué remedio. - Konrad se acuclilló acercándose al lobo con gran cautela.- Bueno, yo soy Konrad, encantado.-Extendió la mano con miedo con la esperanza de que el lobo se comportase como un buen perro y le diera la pata.- Un techo y comida, eso es lo que te puedo ofrecer si  me si-...si sigues a Sascha.- Allí acamados al exterior sólo cumplía una de las dos cosas.- Vamos a ver si podemos daros un techo. En menudo compromiso me pones. A Kendra le va a dar algo.- Le preocupaba cómo convencer a Kendra para que el lobo pudiera pasar a descansar dentro. Volvió a incorporarse y fijarse en la mujer. Extendió la mano para tocarle la frente pero ella se apartó. Parecía una loba herida, nunca mejor dicho.- Voy a buscar a tu amigo Janos para que te eche un vistazo. No pareces sólo cansada, sino enferma.- Esa sería su estrategia para que Kendra se apiadase del lobo.- Gruñido, espérame aquí por si necesita algo.

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05/10/2017, 10:10
(CC) Konrad Mykephoros.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, 6 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA TEMPRANO.

ANTE LA CASA LORRIMOR.

Konrad se encaminó pensativo hacia la puerta de la casa de Kendra Lorrimor. ¡Cuántas veces había abusado de la hospitalidad de su viejo amigo? Ahora tendría que hacerlo una vez más. Sascha parecía enferma y, cabezota como ella sola, se empecinaba en no dejar al lobo ni para mear. Pensando en su estrategia apenas se dio cuenta de la turba que empezaba a formarse en los alrededores de la casa. Al parecer el nivel de paletismo de Ravengro no hacía más y más que aumentar. No en vano una de las pocas personas cuerdas del pueblo, el Profesor Lorrimor, había fallecido, dejando al pueblo sumido aún más en su ignorancia. Bueno, al menos aquello le daba otro argumento para convencer a Kendra de que dejara pasar al lobo al interior. Dio un par de toque a la puerta y abrió sin esperar a que lo hicieran desde su interior.

- Hola, ehm...parece que tenemos algunos problemas fuera. La gente del pueblo ha visto al lobo y andan alborotados. Kendra, cariño, ¿crees que sería posible dejar entrar al lobo de momento? Los caballos están asustados por lo que meterlo en el establo queda descartado. Eso y que Sascha se empeña en estar junto a él, no hay quien la convenza de lo contrario. Es parte de su Clan.- Esperaba que al menos Velkan comprendiera aquellas palabras pues significaba que ella haría lo indecible por mantenerse junto al dichoso lobo.-El lobo es inofensivo...- Esta última frase sonó poco convincente. De hecho estaba casi convencido de que le hubiera gustado hincarle el diente en sus cuartos traseros cuando Konrad le dio la espalda.-...sabrá comportarse, te lo aseguro. Además me parece que Sascha  está enferma. - Ahora buscó a Janos con la mirada también esperando que la buena de Kendra se compadeciera de la mujer.- ¿Sería posible que le echaras un vistazo, Janos? Ha pasado toda la noche a la intemperie y parece cansada y congelada. Dudo que pueda partir para Piedra Alzada ahora mismo. Necesita reposo y reponer fuerzas.