Partida Rol por web

HLCN - Casa de Muñecas II: Ruinas

Insha'Allah

Cargando editor
25/04/2015, 16:20
Andrea Barbara Roots

Al escuchar a Sophia continuar con su broma Andy tuvo que retener el aire de sus pulmones para no acercarse directamente a por sus labios. Era increíble que aquella chica fuese capaz de animarla de aquella manera. Y cómo, en sólo un día, le había contado cosas de las que no había hablado a nadie nunca, a excepción de su hermano. Rió con suavidad, apretando levemente su mano antes de encogerse de hombros. - Oh, y podemos. - Aclaró, con una sonrisa tierna en el rostro. - Adquirimos ese poder en el momento de colgar el título en una pared. Pero tenemos que fingir que no. - Aseguró, antes de levantar una mano con el índice estirado. - Pero si alguien te pregunta al respecto, tú ni pío. - Enunció, mirándola encantada.

Luego esperó a que ella terminase de encender el portátil, valorando su pregunta, y sin separar los ojos de la pantalla se echó hacia adelante, acercándose un poco. - En realidad, valoro más la idea de ir yo. - Comentó. - Quizá buscar un par de pisos vecinos cerca de la clínica, y tratar de hacer una vida lo más normal posible. - Valoró, antes de encogerse de hombros. - Pero bueno, todo eso eran planes de antes de descubrir todo esto. - Le dijo, desviando la mirada de la pantalla un momento para buscar la suya. - Ahora tengo mucho que pensar antes de tomar una decisión. - Concluyó, antes de dedicarse a mirar las imágenes que Sophia le ofrecía una por una.

- Vaya... - Murmuró, entrecerrando los ojos y ampliando alguno de los dibujos. - Son una pasada. - Enunció, sin apartar sus ojos del ordenador. - ¿Tiene exclusividad con alguna galería? - Preguntó con naturalidad, dando por hecho que el chico había expuesto. Por su manera de hablar era evidente que ya estaba valorando un par de ideas, aunque no iba a ponerlas en voz alta para ilusionar a la chica hasta terminar de darles forma.

Cargando editor
25/04/2015, 17:05
Sophia Hall

Sophia escuchó los planes de Andrea mirándola con atención y, cuando terminó, no pudo evitar preguntarle con curiosidad. - ¿Y Salvatore? ¿Se iría también allí contigo? - Hizo una pequeña pausa. - Creo que es una gran idea que la saques de allí, ya sea trayéndola o yendo tú. No está loca y no se merece estar sola. - Dijo, bajando voz y haciendo un gesto suave hacia el lugar en que se encontraban. Si su madre estaba loca, todos ellos también lo estaban. 

Dejó que Andrea contemplase los cuadros de Cyril y no pudo evitar una risita ante su pregunta. - Qué va. Todavía está en la escuela de arte, le quedan un par de años para terminar. Ha hecho algunas exposiciones en bares y cosas de ese tipo, pero nada más por ahora. Tiene veintiuno. - Añadió, recordando que ella lo había preguntado. 

Entonces una sonrisa maliciosa empezó a dibujarse en su rostro, mientras sus ojos se volvían vidriosos un instante. - Le he dicho a Jessie que no estoy en su bando. - Anunció, mientras su sonrisa se ampliaba. - Por cerdo pervertido y asqueroso. 

Y una duda brotó en su mente. - Y oye... El resto de supervivientes, ¿no siguen teniendo contacto con tu madre? ¿Los has visto alguna vez? - Preguntó con curiosidad, dándose cuenta una vez más de lo poco que sabía de aquello. - ¿O a ellos también los han internado? 

Cargando editor
25/04/2015, 19:05
Andrea Barbara Roots

Aún pendiente de los dibujos, Andy dedicó una sonrisa a Sophia cuando esta siguió preguntándole por sus planes. - Si yo me fuese, él vendría. - Afirmó. - Así será siempre. - Dijo antes de encogerse de hombros, como si aquello fuera algo normal. - Aún así ya te digo que supongo que todos los planes cambiarán ahora. - Expuso, antes de emitir un suspiro y hacer un gesto abarcando aquel lugar, todo el campamento. - Esto lo cambia todo.

Después de esas palabras se apartó del portátil, devolviéndoselo a su dueña. - Es jovencito. - Observó, señalando lo evidente. - Aún tiene tiempo, pero si en algún momento le apetece exponer de verdad, pegadme un toque. No puedo prometer que vaya a vender, ni nada de eso, pero por algo hay que empezar. Además, está claro que tiene un estilo bien definido, y eso es importante. - Se ofreció, sin concretar más por el momento. La oferta estaba hecha, no tenía sentido insistir o imponerse. - Y sería gracioso verte en plan arreglada y todo eso. - Comentó luego, antes de volver a girarse para echarse hacia atrás, apoyándose en la pared.

- En el otro hotel había un par de chavales más pequeños que Katia. - Dijo, haciendo una mueca. - Mi madre prácticamente los adoptó, y traicionó a alguno de sus compañeros para salvarles la vida. - Empezó a relatar, llevando la mirada hacia el libro, pero sin llegar a cogerlo. - Uno es el chaval por el que acabó sintiendo esa adoración, del que te hablé antes. Aunque ya no es un chaval, claro. - Dijo con voz pesada antes de apartarse un mechón de pelo de la cara. - De vez en cuando se escribe con ellos dos, y creo que podría localizar a los otros si quisiera. - Concluyó, antes de mirar a Sophia directamente a los ojos, con dulzura. - Oye... ¿No me lo dices pensando en entrevistarlos también, verdad? - Preguntó, antes de entrecerrar los ojos, como si intentase leer su mente. - ¿En qué estás pensando?

Cargando editor
25/04/2015, 20:50
Sophia Hall

Sophia miró a Andrea con curiosidad cuando habló de su hermano como si ella pudiera hacer algo para organizarle una exposición. Pero la chica tampoco parecía querer dar mucha información, así que tan sólo se encogió de hombros. - Vale. Se lo diré cuando le vea. 

Escuchó el resto y cuando Andrea terminó, se quedó pensativa un instante. - No, no era por eso. Es decir, sería genial entrevistarlos a todos, claro. Pero si no quisieron hablar con los medios entonces, no creo que quieran hacerlo después de tanto tiempo. Pero... - Hizo una pequeña pausa y sus ojos recorrieron aquella habitación ruinosa mientras aspiraba suavemente el olor del incienso. - Me preguntaba qué pasará con nosotros después. Si acabaremos todos mal de la cabeza, o si dentro de un montón de años habremos superado todo esto. Después de pasar estos días encerrados con estas personas en una situación tan intensa... Se me hace raro pensar en no volver a verlas nunca más. Pero por otro lado, creo que a la mayoría preferiría no volver a verlos. - Se encogió de hombros de nuevo. - No sé.

Cargando editor
25/04/2015, 21:50
Andrea Barbara Roots

Con suavidad, Andrea asintió a las primeras palabras de Sophia, dedicándole una pequeña sonrisa. Quizá luego al chaval le daba cosa, o al ver los cuadros en persona no estaban a la altura... Pero todo eso ya se vería en el futuro.

Luego, cuando ella siguió hablando, Andy la escuchó, mirándola con tranquilidad y una pizca de devoción. - Hemos tenido unos amaneceres espantosos, y el miedo a morir en el pecho cada noche. Y hemos visto gente volver de la muerte. No creo que esto se supere nunca. - Comentó, encogiéndose de hombros. - Aunque supongo que será más fácil para los que no habéis muerto, ni matado. El impacto es menor. - Valoró, antes de quedarse callada unos segundos mirando a Sophia. - Lo más difícil va a ser la necesidad de hablar de esto y que nadie nos crea. - Aseguró. - Así que siempre que quieras comentar cualquier cosa, o simplemente distraerte... - Empezó. - Bueno, pégame un toque. Y no como psicóloga, espero. - Añadió, antes de dedicarle una sonrisa cercana. Y durante unos segundos permaneció dubitativa, dudando sobre si añadir algo más, para finalmente decidirse. - En cuanto a Sam... - Empezó, antes de torcer un poco el gesto. - Las relaciones no suelen sobrevivir a un trauma de este tipo, pero ese no tiene que ser vuestro caso. - Le dijo con resignación, decidida a ayudar a pesar de que aquello fuese en contra de sus intereses. - No dejéis que se convierta en un tema tabú. Ni lo que habéis pasado, ni las cosas que habéis hecho para salir adelante. - Dijo, dedicándole una mirada significativa antes de emitir un suspiro. - Ni sobre todo las que ha hecho ella. - Concluyó, un poco fastidiada por estar remando en la dirección opuesta a la que le gustaría que aquella relación fuese.

Después de eso su mirada paseó por la estancia, intentando que Sophia no notase que se sentía como una estúpida, por muy evidente que fuese.

- Yo no creo que quiera volver a ver a ninguno de los que están ahí fuera. - Aseguró tras un instante, considerando evidente que su hermano quedaba excluido de esa afirmación. - Me conozco, y aunque ahora piense que encontrarme con Luis, que me ayudó cuando estaba muerta, o con Janko, podría estar bien, dentro de unos meses creeré lo contrario. - Comentó. - Bastante horrible va a ser la recuperación de Salvatore. - Enunció, antes de morderse el labio y volver a buscar los ojos de su acompañante. - Está destrozado, ¿sabes? - Dijo antes de tragar saliva. - Y eso es mi culpa de manera directa.

Cargando editor
25/04/2015, 23:28
Sophia Hall

Sophia escuchó con atención todo lo que Andrea decía y cuando habló de Sam, su mirada se ensombreció un poco. - Ella ya tiene remordimientos ahora, no quiero ni pensar lo culpable que se va a sentir dentro de un tiempo. - Dijo, mirándose las manos. - No la voy a dejar sola, pero sé que se va a culpar por haber matado, aunque fueran personas que querían vernos muertos a todos. 

Suspiró quedamente. - Tenemos los vídeos y vamos a destapar todo esto para que nos crean, pero supongo que tendremos que estar preparadas para que la mayoría de la gente piense que es un montaje. - Añadió, con cara de circunstancias.

Sin embargo, al escuchar sus últimas palabras sobre Salvatore, frunció levemente el ceño. - Es... Por esas grietas, ¿verdad? Parece un hombre muy vanidoso y verse así tiene que haber sido devastador para él. Pero no es culpa tuya, ¿por qué iba a serlo? Tú le salvaste, ¿no? - Hizo una breve pausa. - Además, hoy en día hay cirujanos increíbles y vosotros estáis forrados de pasta. Seguro que recupera su cara. - Terminó, intentando traspasar su optimismo a Andrea.

Cargando editor
26/04/2015, 00:23
Andrea Barbara Roots

Al escuchar las primeras palabras de Sophia Andy frunció un poco el ceño. Se pensó durante algunos segundos si hablar o callar lo que pasaba por su mente, pero finalmente se decidió. Lo hizo despacio, con tiento, sabiendo que iba a tocar terreno que quizá fuera pantanoso.

- Sé que habéis venido a hacer el reportaje, y todo eso. - Comentó, hablando despacio. - Pero quizá deberíais plantearos si realmente es lo mejor para vosotras. - Expuso, antes de empezar a explicarse. - ¿Cuántas veces va a tener que ver Sam los cadáveres que ella misma dejó, si seguís adelante? O hablar de ello como si fuera una noticia más. - Dijo, antes de encogerse de hombros. - Vosotras sabréis lo que hacéis mejor que nadie, pero a lo mejor podéis conseguir la sección del programa sólo entregando el material, y que se encarguen otros. - Expuso con tiento. Y luego, cuando ella habló sobre Salvatore, su expresión sombría sólo desapareció cuando ella le definió como vanidoso. No había palabra que encajase mejor, eso seguro.

- Es culpa mía porque yo se las provoqué. - Dijo despacio, bajando la mirada. - Creo que él todavía no se ha dado cuenta, y tendré que explicárselo pronto. - Expuso. Y entonces buscó con la mirada el porro que hacía un rato se había estado fumando, sólo para volver a encenderlo de nuevo. - Mike y Erika querían ir a por Katia, y como no se creían que lo de ellos me lo había inventado no se fiaban de mí, creían que les ocultaba quién me lo había dicho. - Empezó a explicar. - Yo decidí intercambiarme por ella. Pero tenían que atacarla igualmente, para que pudiera usar su poder para encadenarla y que la sed de sangre no la consumiera. - Fue diciendo, antes de dar una calada y tomarse unos segundos para saborear aquella sensación. - No podía hacerlo muy pronto, porque si aparecía en el cubil y yo desaparecía no la atacarían y ella estaría perdida. Pero tampoco muy tarde, porque si ella moría también lo haría Salvatore. - Explicó, antes de buscar la mirada de Sophia. - Si hubiera seguido cualquier otro plan, o lo hubiera hecho un poco antes, o tantas otras opciones, él no habría llegado a empezar a descomponerse, y ahora estaría bien. - Dijo con dureza.

- ¿Y sabes qué es lo peor? - Preguntó después, mientras el enfado consigo misma crecía en su interior. - Lo peor es saber que aunque se lo cuente ni siquiera va a enfadarse, porque el poder de Katia hace que me vea como una jodida diosa y le mina la voluntad.

- Pero tienes razón. - Dijo al final con un suspiro. - Al menos lo suyo tiene arreglo. Al menos estamos vivos. - Concluyó, antes de hacer un gesto con los brazos. - Pero es difícil verle así, creyéndose un monstruo.

Cargando editor
26/04/2015, 01:15
Sophia Hall

Sophia se quedó pensativa con las primeras palabras de Andrea, escuchándola con la cabeza un poco ladeada. Finalmente asintió sin mucho convencimiento. - Supongo que esperaré a que estemos fuera de aquí y lo hablaré con Sam para que podamos pensarlo con calma. 

Después escuchó la explicación de Andrea y frunció el ceño levemente. Había una parte que no terminaba de cuadrar. - Pero espera. Si las grietas le hubieran salido por eso, al estar su vida ligada a la de Katia, también le habrían salido a ella. Y ella no tiene nada así... Así que no debe ser por el tiempo de descomposición, que además no debió ser ni de un instante, si cuando lo vimos todavía estaba vivo. - Hizo una pequeña pausa y se encogió de hombros. - Aún así, tampoco habría sido culpa tuya. Ellos iban a atacar a Katia como fuese, tú le salvaste la vida a los dos. Los culpables son Erika y Mike en todo caso. 

Entonces sonrió de medio lado. - Jessie ya ha asumido que no voy a hacer planes con él y tampoco nos vamos a enrollar. Así que estamos jugando al blackjack. Creo que si hubiera sabido lo mal que le iba a salir la jugada conmigo, habría preferido llevarte a ti a ese lugar. 

Cargando editor
26/04/2015, 01:57
Andrea Barbara Roots

Frente a las primeras palabras de Sophia Andy simplemente lo dejó estar. Bastante se había metido ya en aquel asunto. Luego, cuando siguió hablando se encogió de hombros, mostrando cierta inquietud.

- Yo tampoco lo entiendo. - Aseguró. - Temporalmente no entiendo por qué pasó eso. Pero sé que pasó, y sé que fue culpa mía. - Comentó, antes de poner una cara de circunstancia. - Y aunque ellos quisieran ir a por Katia las dos sabemos que si yo lo hubiera intentado de verdad seguro que habría podido desviarlos hacia algún otro objetivo. - Comentó con sinceridad. - Pero fui egoísta. Pensé que si lo hacía bien la salvaría a ella curándole su enfermedad, a mí misma por lo que Jessie me hizo y a mi hermano por ser esclavo de Katia. - Expuso, antes de dar una larga calada al porro. Luego se lo pasó a Sophia, sin mirarla directamente. - Va a parecer una locura lo que voy a decir, pero quizá no tenga por qué tener sentido temporal. - Valoró. - Quizá simplemente era la manera que tenía este sitio de demostrarme que no podía pasarme de lista. - Expuso, antes de frotarse los ojos.

Luego se desperezó, e intentando que su mente se liberase de aquella carga cerró los ojos un instante, volviendo de nuevo a su refugio mental. La habitación, las puertas... Y Sophia. Ahora y para siempre, Sophia.

Al escuchar sus palabras sobre Jessie Andy formó una media sonrisa, aún sin abrir los ojos. - Vamos a divertirnos. - Afirmó mientras esa sonrisa se acentuaba. - Dile que nunca me había excitado tanto como cuando me hizo aquello, y que fue una pena que no se quedase un rato más para agradecérselo. - Propuso, y aunque por su tono era evidente que eso último no lo pensaba del todo, la idea de decirle eso al chico la divertía sobremanera. - Y que Salvatore se llevó todo lo que él se habría llevado de quedarse. - Añadió después, antes de abrir los ojos y mirar a Sophia de medio lado. - De hecho dile que lo he dicho delante de todos en la sala del té. - Concluyó, con una sonrisa cómplice.

Cargando editor
26/04/2015, 03:10
Sophia Hall

- O quizá no fue culpa tuya. - Dijo Sophia, frotando con suavidad el brazo de Andrea. - Y no te va a servir de nada culparte por intentar hacer lo mejor para los tres. Estáis vivos y bien, eso es lo importante. Unas pocas cicatrices son lo de menos comparado con el hecho de salir con vida de este infierno. 

Entonces suspiró y una sonrisa de medio lado se dibujó en sus labios. - Le he dado tu mensaje a Jessie y se lamenta de su triste destino. - Se encogió de hombros mientras una carcajada brotaba de su garganta. - Le dije que estabas celosa porque me hubiera escogido a mí. - Frunció la nariz haciendo una graciosa mueca. - Y me ha ganado esta mano.

Cargando editor
26/04/2015, 03:57
Andrea Barbara Roots

Al sentir el tacto de Sophia en su brazo Andy le dedicó una sonrisa suave y puso una mano sobre la de ella, aceptando su contacto. - Opino como tú. - Afirmó. - Pero tendrías que verle ahora. - Dijo, negando con la cabeza. - Se le pasará, supongo, pero ha caído en una espiral de autocompasión bastante fea. - Explicó, antes emitir un suspiro.

- Como no lo cojas me lo voy a fumar yo entero. - Le comentó luego, haciendo un gesto con la mano que le tendía el porro. Después escuchó la respuesta que Sophia traía de parte de Jessie, y una la miró largamente, dando forma a una sonrisa gemela a la de ella. - Qué triste destino, sí. - Citó con ironía, sólo para reír con suavidad al escuchar lo que Sophia le había dicho al fumeta. Era increíble que aún en aquella situación, con Salvatore en ese estado, Sophia supiera arrancarle la risa. - Bien hecho. - Concedió, inclinando la cabeza en una reverencia simulada. - ¿Y qué es lo que os apostáis? ¿O jugáis por jugar? - Preguntó, antes de ponerse un poco más seria. - Oye, no sé a ti, pero a mí el chico no me caía mal. Al menos, cuando no se ponía a decir chorradas de loco asesino. - Le concedió. - Por mi parte, si quiere que le lleve algún mensaje a alguien de su familia, o así, lo haré sin problemas.

Cargando editor
26/04/2015, 04:11
Sophia Hall

Al ver el movimiento de la mano, Sophia alargó la suya para coger el porro y darle una calada larga. - Entre tú y Jessie -comenzó, deteniéndose un instante para soltar el humo- creo que estoy fumando más hoy que el resto de mi vida. - Aseguró con una risita.

- Por ahora no nos hemos apostado nada. - Se encogió de hombros. - Se lo he propuesto, pero la verdad, no sé qué podría ofrecerme que me interesara. Seguro que propone que nos quitemos una prenda al perder o algo así. - Puso los ojos en blanco. - ¿Por qué a los tíos les cuesta tanto entender que ser lesbiana no me convierte en una viciosa bisexual? 

Dio otra calada, dejando la pregunta en el aire. - En el fondo no es mal tío. Salvo esa parte de querer matarnos a todos. Bueno, un poco pervertido sí que es. Pero se ha tomado muy bien que le haya engañado y luego me ha ofrecido la mitad de su negocio de marihuana. - Terminó, echándose a reír al recordarlo. 

Cargando editor
26/04/2015, 04:19
Andrea Barbara Roots

Con las primeras palabras de Sophia Andy volvió a reír, divertida al imaginarse a Sophia totalmente fumada. - Pues no se te nota nada. - Aseguró. - Supongo que lo del limbo no se notará aquí, - Valoró, antes de encogerse de hombros. - qué pena.

- A mí Chechu no me ha vuelto a decir nada. - Afirmó después. - Aunque bueno, para lo que tenía que contar... Aunque al menos le dio mi mensaje a Sasha. - Dijo, sin terminar de entender cómo alguien podía matarla dos veces y luego no tener problemas en hacer de recadero. Acto seguido, al verla poner los ojos en blanco de aquella manera, estiró la pierna para darle un golpecito cariñoso con el pie, divertida. - Supongo que les cuesta asumir que algo no esté dentro de su alcance. - Valoró. - Y puestos a fantasear, con la palabra viciosa siempre es mejor.

Después, al escuchar su última aportación, se quedó mirándola unos segundos, pensando en sus palabras. - Bueno, lo de querer matarnos no es culpa suya. - Le recordó, antes de añadir algo con una naturalidad inusitada. - Piensa en mi madre. - Le dijo, y ella misma se sorprendió de lo fácil que le había resultado. - Es lo que tú dices: no es mal tío. Si me dieran a escoger entre savarle a él o a cualquiera de los otros asesinos, no me lo pensaría. E incluso lo haría antes que a algunos de los inocentes, si pudiera hacer como Katia y hacer que se trague esa sed de sangre.

Después de aquellas palabras Andy se quedó pensativa unos instantes. Se hacía tarde, y con la noche cerca los viejos miedos no se disipaban del todo. - ¿Sabes una cosa? - Le dijo, dibujando una sonrisa entre soñadora y cómplice. - Hace un rato estuve a punto de decirte que esta noche, cuando Sam saliese a por alguien, te vinieses a hacerme una visita rápida. - Le explicó, sintiéndose como una adolescente. - Pero como Sam no va a ir a por nadie, ya nada. - Dijo, encogiéndose de hombros y quitándole importancia. - Y mejor así, supongo. Imagínate que vuelve y no estás. De esa sí que me mata. - Expuso, empezando a reír casi sin querer.

Cargando editor
26/04/2015, 15:22
Sophia Hall

- Al final nos hemos apostado un beso contra que me haga la cena. - Explicó Sophia, con una sonrisa divertida. - Y voy ganando dos a uno. - Hizo una pausa y ladeó un poco la cabeza. - Dice que te prometió la vuelta a caballo con él, no con nadie más. Pero que le harías un gran favor si le dices a su amigo que cumplió su promesa. Que él, el gran Jessie, se atrevió a subir hasta la famosa "Casa de muñecas" de los rumores y murió en ella como un héroe. - Sophia al llegar a este punto hizo una mueca triste. - Se ha puesto a llorar. - Dijo, algo compungida. 

Sin embargo, enseguida continuó hablando. - Dice que te pases por su casa y que te inviten a unos gramos de su híbrida, que está en su habitación, y que te asegures de que su madre esta borracha dormida de lado y no boca arriba, para que no se ahogue... Y que no mires debajo de su cama, que es personal. Supongo que tendrá el porno allí. 

Entonces hizo una pequeña pausa, repasando mentalmente por si se dejaba algo y finalmente se apoyó en la pared, mirando a Andrea con media sonrisa y soltando una risita contagiada por la suya. - No voy a poder hacerte esa visita, pero tampoco tienes que temer nada de Sam. Le conté que me respetabas y que nos ibas a intentar conseguir una entrevista con una de los supervivientes del incendio. Es motivo suficiente como para que se le pasaran las ganas de matarte. - Añadió. - No le he hablado todavía del libro, ni de tu madre, pero supongo que si la cosa sigue adelante, en algún momento tendré que hacerlo. 

Cargando editor
26/04/2015, 15:42
Andrea Barbara Roots

Al escuchar las primeras palabras de Sophia Andy le dedicó una sonrisa divertida. Sin embargo, con las siguientes no pudo sino emitió un largo suspiro y llevarse una mano a la frente, para frotársela con una ligera turbación. - Dile que lo haré. - Enunció. Lo que había empezado como una pequeña broma se había tornado triste y lúgubre. - Y que no habrá paseo a caballo. - Añadió, más hacia ella que hacia el chico. Por algún motivo, le preocupaba lo que aquella chica pudiera pensar acerca de sus formas de divertirse. Y tampoco era que Andy fuese muy amiga de las jeringuillas.

- Oye, Sophia. - Le dijo, frunciendo el ceño. - Cuando salgamos de aquí... Si vamos a echar la culpa a alguien podríamos dejarle a él fuera, ¿no? - Preguntó. - Mike y Erika son culpables suficientes. No hace falta que digamos que murió en plan heroico, salvando a alguien, o algo así, pero... - Dijo, encogiéndose de hombros. - No sé. Los que le conocieran y no se crean nada de las posesiones prefiero que le recuerden como una víctima antes que como un asesino.

Luego, ante la negativa de una visita que Andy ya sabía que no se produciría simplemente sonrió, escuchando sus palabras. Torció un poco el gesto cuando le dijo que le había contado ya a Sam lo de la entrevista, aunque su expresión volvió a ser serena al aclarar ella los motivos que había tenido y las cosas de las que no había hablado. - Bueno, gracias por cubrirme. - Enunció con tranquilidad, sin poder evitar preguntarse qué le habría dicho si no la hubiera respetado. ¿Hasta qué punto habría mentido para protegerla? - Y lo otro... - Empezó, valorando las opciones en voz alta. - Deja que si esto sigue adelante se lo cuente yo, anda. - Le pidió. - Puede ser una buena forma de que me vea un poco menos como una enemiga. - Valoró. Aunque no tenía demasiadas esperanzas puestas en llevar bien con Sam jamás después de todo lo sucedido, estaba bien que Sophia viera que estaba dispuesta a intentarlo.

- Y oye, hablando del libro... - Retomó al final. - ¿Quieres echarle otro ojo? - Se ofreció. - Hay algo que quiero acabar antes de que se termine el incienso, y no debe faltar mucho. Si quieres puedes leerlo un rato, o marcharte, o quedarte conmigo sin hacer nada... - Empezó a proponer. - Lo que tú quieras.

Cargando editor
26/04/2015, 16:09
Sophia Hall

A la propuesta sobre Jessie, Sophia asintió pensativa y tardó un par de segundos en responder. - A mí no me parecería mal, pero creo que sería complicado conseguir que todos los de ahí fuera estuvieran de acuerdo. - Dijo finalmente, sin querer mencionar que el mismo Salvatore probablemente sería el primero en no estarlo. - Pero cuenta conmigo si consigues convencerlos. 

Ante su petición de contarle ella a Sam lo que faltaba, una sonrisa empezó a surgir en sus labios, cada vez más amplia. - Eso sería genial. - Dijo, con un brillo en los ojos. 

Y finalmente cuando le ofreció el libro de nuevo, asintió con la cabeza. - Claro. - Dijo, rápidamente. - Me encantaría poder leerlo entero, si te digo la verdad. - Miró a Andrea con curiosidad por lo que fuese que quería hacer antes de que se acabase el incienso, pero no preguntó. Si ella quería contárselo ya lo haría por sí misma. Así que estiró la mano para coger el libro con cuidado y empezó a ojear sus páginas, leyendo esta vez desde el principio.

Cargando editor
26/04/2015, 21:30
Andrea Barbara Roots

Andy asintió a las primeras palabras de Sophia, contenta de saber que apoyaría su versión. Habría preferido que ella la ayudase a convencer a los otros, pero quizá aquello llamase demasiado la atención de cara a Sam, así que se conformaría con eso. Luego, al ver aquella sonrisa y sus ojos brillar de esa manera, se alegró de haber tomado aquella decisión. La idea de incluir a Sam en el plan de la entrevista seguía dándole punzadas en el pecho, pero sabía que sería inevitable. Después de todo el reportaje era de las dos, a pesar de que la oferta hubiera sido sólo para Sophia. No le apetecía nada viajar las tres solas a Washinton... Pero de aquí a entonces ya se vería qué pasaba. Muchas cosas podían cambiar.

Finalmente, cuando la chica aceptó su oferta tan de buen grado y tomó el libro, Andrea le dedicó una sonrisa. - Bueno, todo se andará. - Le dijo con voz suave. - Pero vayamos con calma por ahora, anda. - Añadió después, mientras sacaba de su bolsillo aquella hoja de papel arrugada y se volvía a tumbar pegada a Sophia. Sentir el calor de su cuerpo, aunque fuera a través de la ropa, le provocaba un continuo y placentero cosquilleo que no podía evitar. - Al principio, cuando habla de lo que le pasó a ella en lugar de nuestras visiones, habla bastante de mí. - Le dijo. - Cada que ponga Barbara, ya sabes. - Comentó, antes de dar una pequeña palmada en la pierna de la chica. Luego empezó a releer lo que ya había escrito, tratando de retomar el hilo, para luego continuar escribiendo con fluidez. De vez en cuando sus ojos se desviaban del papel a la chica, y en alguna otra ocasión, cuando sentía sus ojos humedecerse, evitaba conscientemente mirarla. Sin decir nada sacó un pañuelo de papel de su mochila para sonarse antes de continuar con un nido de incertidumbre en el pecho. Después de algunos minutos una melodía conocida se había instalado en su mente. Casi sin darse cuenta empezó a tamborilear con los dedos en el suelo y, tras echar un nuevo vistazo a Sophia, dejó que su garganta liberase las primeras palabras de la canción. Al principio eran versos tímidos e imprecisos, y se detuvo a plantearse si lo mejor no sería callarse. Pero la letra parecía tan adecuada y poco invasiva y la melodía tan alegre que no tardó en contagiarse a sí misma y ganar seguridad. Se sentía bien con Sophia, tremendamente bien. Y estaba segura de que ella podría aceptar incluso su voz desafinada.

Apenas llevaba algunos versos cuando no pudo evitar cruzar su mirada con la de Sophia. Divertida, cómplice, alegre de lo que estaban compartiendo. Escribir lo que sentía y se sentía obligada a callar había mejorado su humor, y notar la cercanía de la chica sólo consolidaba ese estado. De vez en cuando, sin dejar que su voz muriese, anotaba un par de palabras más, pero no se engañaba: hacer las dos cosas a la vez era imposible.

Sin embargo al terminar de cantar miró a Sophia con los ojos brillantes y cargados de ilusión. Se sentía mucho mejor, más contenta y liberada. La observó durante unos instantes, con una enorme sonrisa y el pecho moviéndose por la pesada respiración, y entonces le tendió aquel trozo de papel escrito por ambas caras.

- Toma. - Le dijo con tranquilidad. - En realidad no he terminado, pero el resto te lo puedes suponer. - Expresó, sin que aquella sonrisa amplia desapareciese de su cara.

Notas de juego

Letra en inglés y en español de la canción. :)

Cargando editor
27/04/2015, 03:49
Sophia Hall

- Tu libro, tus reglas. - Respondió Sophia, levantando brevemente la mirada del libro para dedicarle a Andrea una sonrisa tranquila. 

Después volvió a pasar sus ojos por las páginas y no tardó en quedar embebida por las aventuras y desventuras de aquella mujer a la que comenzaba a admirar por su fortaleza, por su capacidad de adaptarse a la situación y hacer lo que debía en cada momento, por su valentía a la hora de hablar con los medios al salir, por su honestidad consigo misma al escribir aquel libro. Sophia pasaba las páginas absorta, soltando alguna risita entre dientes con alguno de los pasajes en que la madre de Andrea expresaba sus pensamientos aparentemente racistas sobre algunos de sus compañeros. 

En algún momento, la melodía de Andrea la distrajo y Sophia levantó la mirada de la página para contemplarla mientras escribía con la cabeza ladeada y una sonrisa en los labios. Le gustaba ver a la joven de tan buen humor, como si todo fuese a salir bien, y dejó el libro con cuidado a su lado para estirarse y coger su mochila. 

De ella sacó una bolsita con hierba y empezó a liar un porro. Al fin y al cabo, parecía que de eso iba aquella noche. Tras encenderlo y dar un par de caladas largas, estiró la mano tendiéndoselo a Andrea y ella volvió a coger el libro con cierta reverencia, para seguir leyendo donde se había quedado. 

No abandonó la lectura, envuelta en el olor del incienso. hasta que se dio cuenta de que Andrea parecía haber terminado lo que estaba escribiendo y al ver cómo se lo ofrecía, Sophia frunció el ceño confusa. - ¿Es para mí? - Preguntó, cogiendo el papel con curiosidad. - ¿Qué es?

Sin embargo, el revuelo fuera de aquel lugar llamó su atención y con expresión preocupada sus ojos fueron hacia la puerta. Dobló la hoja antes de guardarla en un bolsillo y cogió la mochila, dispuesta a salir para ver qué estaba pasando.

Cargando editor
27/04/2015, 19:53
Andrea Barbara Roots

La enorme sonrisa de Andrea se amplió aún más al sentir la curiosidad en los ojos de Sophia. Asintió a su primera pregunta, tomando aquel porro y emitiendo una suave risa al pensar en qué responderle. Sin embargo, finalmente decidió ser totalmente sincera.

- Bueno. - Le dijo con voz remolona, encogiéndose de hombros. - Hay muchas cosas que por esa manía de respetarte no te he dicho, y otras que me he callado por no estropear el ambiente. - Explicó. - Ahí están algunas de cada tipo. - Expuso, antes de dar una nueva calada al porro.

- No quería presionarte, pero son cosas que me gustaría que supieras, así que pensé que estaría bien que pudieras leerlo a solas cuando el incienso se haya terminado. - Continuó después. - Así, si no se nos ha pasado, podré decirte mucho de lo que he callado. Y si se nos ha pasado, bueno... - Valoró. - Supongo que tendrás un bonito calzador de mesas. - Concluyó. Entonces fue cuando escuchó sonidos fuera. ¿Qué podría estar pasando? Al ver cómo Sophia empezaba a recoger ella hizo lo mismo, guardando el libro con cuidado y luego todo lo demás.

- Oye. - La llamó mientras caminaba hacia la puerta, antes de entrecerrar los ojos, dubitativa. - Sabes que probablemente no volvamos aquí, ¿verdad? - Preguntó, mirándola directamente a los ojos. Sentía que uno de los momentos que más había temido acababa de llegar, y no podía hacer nada por estirar el tiempo.

Notas de juego

Texto de la carta. :)

Hola, mi pequeña Sophia.

Es la segunda vez que te escribo una carta, y no puedo evitar estar un poco nerviosa. La otra vez, después de recibir la tuya, sólo quería tenerte cuanto más lejos mejor. Ahora, en cambio, no puedo dejar de temer qué pasará cuando nos separemos.

Si estás leyendo esto supongo que es porque el efecto del incienso sigue dentro de mí.  Eso, o ya se nos ha pasado y has decidido ver qué te había escrito igualmente. Si ese es el caso, supongo que puedes reírte a gusto de todo lo que tengo que decirte. No me lo tengas en cuenta, échate unas risas y piensa que todo son locuras de una chica colocada.

Me gustas, Sophia. Me gustas muchísimo. No es lo más importante que te quiero decir, pero sí lo más urgente. Llevo reprimiéndome desde que nos hemos encontrado en esta habitación totalmente quemada para no saltarte encima, sabiendo que más pronto que tarde vamos a separarnos, y que nada garantiza que nos volvamos a ver.

Dijiste que querías esperar. Ver qué pasaba después. Ver si era "de verdad". Bien, pues no podría serlo más. Tu encendiste unas barritas de incienso, pero a mí ese incienso me huele a ti. Y tú me hueles a él. Cada vez que cierro los ojos vuelvo a tu aroma, a esa mezcla de las avellanas que de pequeña siempre quería y nunca me dejaban comer, y el césped que había enfrente de nuestra casa cuando aún todo iba bien entre mis padres. Tanto tú como ese incienso oléis a felicidad, y sólo puedo pensar en si no estoy siendo una idiota por respetarte. Me alegro de hacerlo, y que el recuerdo que ambas guardemos esté carente de remordimientos. Pero aún así no puedo evitar preguntarme, ¿y si estoy perdiendo mi única oportunidad?

Hay muchas cosas que me he callado durante el tiempo que llevamos juntas por no ponerte en una situación comprometida. Pero si estás leyendo esto debería ser porque estamos separadas, y deberías poder tomarte tu tiempo para llegar hasta el final sin sentirte presionada.

Como te dije, no pretendo meterme en medio de la relación que tienes con Sam. Podría intentar, ahora o con el tiempo, mil cosas para mellarla, pero si tú y yo acabamos juntas no quiero que sea con ese tipo de jugadas. Esta mañana dijiste que si había algo real en esto, en nosotras, no querías que empezase forzado por algo ajeno y a escondidas, que no era la forma correcta. Tampoco lo es si yo empiezo a actuar en vuestra contra. Lo que quiero es que seas feliz, Sophia. Siempre. Tengo la certeza absoluta de que puedes serlo conmigo, pero hasta que tú también estés convencida y estés dispuesta a dar ese paso quiero que lo seas con quien necesites.

No sé qué nos traerá el futuro. No sé cómo quedará el asunto de la entrevista, o tantas cosas que tenemos pendientes. Sí sé que hasta que estés preparada para que seamos algo más me gustaría que fuéramos amigas. Hasta el momento en toda mi vida Salvatore ha sido mi única constante. Nadie me dura más de cuatro o cinco meses, porque no puedo evitar desconfiar de todo el mundo. Pero no es así contigo. Y sólo por eso quiero que seas mi excepción. Mi otra constante. No te equivoques: no hablo de estar cerca de ti, esperando ansiosa, o algo así, sino simplemente de poder saber cómo estás. De hablar con calma, como estamos haciendo ahora. Te cuidaré de la mejor manera que pueda, y probablemente tú harás lo mismo. No necesito más.

Seguramente pasará el tiempo. Semanas, meses, o años, no lo sé. Es difícil valorarlo desde aquí. Y llegará un momento en que pensarás que ya me he olvidado de ti en ese sentido. No quiero que te equivoques. Como te he dicho, no voy a esperarte. Es probable que mi cama siempre esté llena. Pero aún así no importa quién me acompañe, la vaciaré de inmediato para hacerte sitio.

Puede parecerte exagerado, incluso a mí me lo parece. Pero no puedo evitar sentir que es así. Tú provocas cosas en mí, Sophia. Cosas nuevas y que no quiero perder. Puede que el catalizador fuera este incienso, pero eso ya no tiene nada que ver. Y mientras Sam se plantea matarme sólo por celos yo soy tan idiota que no hago más que pensar en qué hacer para que tú estés bien, aún si eso pasa por hacer que vuestra relación lo esté. No te lo dije anoche porque no quería que pareciese una amenaza, o que te preocupases, y si te lo digo ahora no es para que lo tengas en cuenta para nada, sino para que entiendas cómo me siento. Si a través de ese libro he entendido cómo funciona aquí el tema de las parejas, mientras Sam se pensaba acabar conmigo, con mi hermano y con Katia en una sola noche tuve en mis manos la oportunidad de librarme de ella sin que a ti o a mí nos pasase nada. De hacerlo sin que nada pudiera protegerla, y que pareciese cosa de otro. Pero la sola idea de arrebatarte algo así me hacía sentir mal. Y no era por ella, ya que hablábamos de mi supervivencia y de la de mi hermano, sino por ti.

En realidad ni siquiera tengo claro por qué te escribo esto. Al empezar pensaba que era una forma de que supieras las cosas que quiero y no debo decirte, pero voy dándome cuenta de que probablemente ya fueras consciente de todas ellas. Supongo que simplemente es una forma de dejar escapar el miedo a que esto termine. A que cuando todo acabe ya no sintamos nada. Supongo que es una manera de que, aunque todo esto se disipe, quede algún tipo de constancia de que hubo un momento en que existió. Y ¿para qué engañarme? también una forma de intentar que no me olvides. Que esté dispuesta a apartarme no quiere decir que no desee estar presente en tus pensamientos. Esta carta es una manera de asegurar que al menos durante la primera lectura me tendrás un poco en la cabeza. Y supongo que va siendo hora de buscar cómo ir terminándola, porque no quiero perder los últimos minutos de incienso por estar escribiendo esto.

Ahora estás aquí, a mi lado, totalmente absorta con ese libro en las manos. Y preciosa. Eres, a excepción de Salvatore, la única persona que ha querido leerlo, y lo suyo ha sido casi por obligación. Como profesional estoy casi segura de que ni siquiera sus médicos lo han analizado por completo, y no sabes cómo me revienta eso. Es por esas cosas que no creo en psicólogos ni psiquiatras. Pero también sé que, aunque cambiase de clínica, no encontraría nada mejor.

Pero a lo que iba. Sé que probablemente sólo estás leyendo eso por la situación en la que estamos, por querer comprender un poco más lo que está pasando y lo que nos está matando. Incluso es probable que muchos de los que están ahí fuera también quisieran hacerlo ahora mismo. Pero aún así tu forma de sumergirte en él, de querer saber más sobre algo que para mí es tan importante, me llega muy al fondo. En más de una ocasión me ha dado la impresión de que te preocupas por ella más que mi propio hermano, y eso hace que me plantee muchas cosas y que tenga por seguro otras. Como que te quiero en mi vida.

Nada más, supongo. Me despido de ti como lo que espero seguir siendo, una amiga. Lo demás, bueno... Ya veremos qué pasa. No tengo más prisa que por hacer lo que sea mejor para ti.

Gracias por darme un día de paz en una tormenta de locura.

Andrea.

 

 

Post escrito desde el trabajo, lo siento si es muy cutre. :P

Cargando editor
28/04/2015, 01:26
Sophia Hall

Sophia terminó de recoger sus cosas y se colgó la mochila del hombro mientras escuchaba la explicación de Andrea. Entonces llevó una mano a su bolsillo por fuera del pantalón, rozando el lugar donde sus vaqueros se abultaban por la carta y sonrió dulcemente. 

Iba a decir algo más cuando Andrea la llamó y suspiró, inhalando despacio el aroma del incienso para después asentir con la cabeza. - Sí, creo que el incienso se está acabando y... Quién sabe lo que nos espera ahí fuera. - Dijo, manteniendo la mirada de la chica. - Pero haremos frente a lo que sea. - Añadió, estirando una mano para coger la suya antes de continuar caminando hacia la salida. La soltaría antes de salir de las ruinas, pero hasta que ese momento llegase, sostendría su mano con una sonrisa suave en los labios.