Partida Rol por web

[HLdCN] 2x Diez Negritos

Día 2: Psicosis

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23/02/2015, 02:08
'Director

Un nuevo día amanece. Cada cual se ha despertado donde se fuera a dormir y habéis podido disfrutar de la comodidad de las camas de la Mansión. Realmente, pocas veces habíais dormido tan cómodamente, de no ser por las inquietudes personales que ha privado de un sueño tranquilo a más de uno.

Poco a poco los huéspedes se van despertando. Algunos por los rayos solares que se cuelan por las ventanas, otros por simple costumbre horaria, otros por el olor del desayuno que se desliza por las rendijas de las puertas y hace que una sonrisa se dibuje en las caras.

Quien más quien menos, se reúne en el comedor, donde el servicio ha preparado lo que se está dando a llamar últimamente un "desayuno continental", sin saber muy bien a qué continente se refiere ni el porqué de ese nombre, pero la mayoría lo asocia a un desayuno que fácilmente podría hacerle a uno saltarse el almuerzo.

La mayoría se sirve, o le sirven, lo que pide o lo que toma de la mesa. A pesar de la exuberante preparación de viandas, las caras de los presentes son mayoritariamente serias. A nadie se le quita de la cabeza lo sucedido ayer noche, con aquel gramófono del Diablo.

Entonces alguien hace notar a los demás que hay tres huéspedes que no han bajado a desayunar: el señor Benoni Fausto Predatore, la señora Ágape Stolness y el señor Martin Crowden.

Al principio se le quita importancia al asunto, pero cuando la hora ya excede lo razonable, un temor cunde entre los presentes que, como si alguien hubiera dado una orden silenciosa, se encaminan en grupo a las habitaciones de los faltantes.

Las sospechas de muchos se confirman. Un grito de alguna de las mujeres enmarca la escena de horror que se encuentra el grupo al abrir la puerta de la habitación del señor Crowden. Éste yace muerto a los pies de su cama, con la lengua fuera, su mano en la garganta, una lividez de rostro y color morado de los labios que se diría que ha muerto asfixiado.

El vistazo experto del Doctor Champlain, tras oler la boca del muerto, dicta sentencia: cianuro.

Tras lo espeluznante del caso, los huéspedes se miran entre sí y se decide subir al piso superior y comprobar que la señora Stolness y el señor Predatore estén bien. Ágape no está en su habitación, lo cual inquieta y consuela a partes iguales, pero lo horripilante se desata al acceder a la habitación de Don Predatore.

El italiano está muerto en su cama. Tiene dos balazos en el cuerpo. También un golpe en la cabeza con una brecha sangrante que baña la almohada. Pero, a pesar de ello, no murió ni por los balazos ni por el golpe. A juzgar por la marca alrededor del cuello, había muerto estrangulado.

Otro elemento extraño de la habitación era un cojín en el suelo, con dos agujeros de bala y quemaduras de pólvora. 

Para acabar, un ventanal estaba completamente abierto. De par en par. Cuando alguien se asomó, vio con horror como el cuerpo de la señor Stolness se encontraba diez metros más abajo, en el duro suelo de la parte externa de la mansión. El cuello roto, el alma ida.

Algunos huéspedes volvieron al comedor. No con intención de seguir desayunando, más bien por ir a alguna parte. Allí algo pintoresco había sucedido: dos de las diez figuras de negros estaban rotas sobre la mesa. Al lado de éstas, dos notas.

En una nota decía:

Diez negritos se fueron a cenar;

uno se asfixió y quedaron nueve.

En la otra ponía:

Nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy tarde;

uno se quedó dormido y entonces quedaron ocho. 

Notas de juego

Se abre el nuevo día.

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23/02/2015, 07:51
Sir Gustave Cavanough

La sorpresa se apodera del rostro del caballero Galés. No se puede decir que la muerte le pillará por sorpresa, desde la grabación sospechaba que todos pudieran estar en peligro, ¿pero tres muertes?.

El escenario de Crowden era claro: alguien había envenenado al hombre.

El escenario de las otras dos muertes hablaba a gritos, pero sin un entendimiento claro.

Regresó al salón con el resto. Encendió su pipa olvidándose por un instante de sus modales y pensó un poco en voz alta...

¿Qué ocurriría en la habitación del mafioso autoproclamado inocente? Quizás la señora Stonless acudió a ver a su enamorado y se suicidó al verle allí tendido y muerto.

Quizás la sorprendieran allí y la empujaran por la ventana, en ese caso ¿qué hacía Predatore aun durmiendo (a juzgar por los disparos y la sangre del golpe en la cama)? No, esto sería absurdo.

Quizás ella acudió a una invitación de Predatore y este resultara ser su asesino lanzándola por la ventana, para que luego la justicia poética le deparase su propia muerte de manos de un tercero, pero en ese caso ¿no sería una decisión absurda lanzar a la mujer desde su propio cuarto y echarse a dormir con las ventanas abiertas?, eso tampoco cuadra.

Quizás ella era la asesina y el señor Predatore, fuerte como un toro sobreviviera a sus dos disparos, cargara contra ella y la hiciera volar. En este caso, ella no actuaba sola, algún tercero golpeó en la cabeza a Predatore dejándole inconsciente, arrastró su cuerpo a la cama y lo remató estrangulándolo... en este caso, dada la corpulencia de Predatore, o bien era alguien muy fuerte, o varias personas... Lo que significaría que hay varios asesinos aquí, aunque eso ya lo sabíamos...

Y ustedes que opinan... ¿Romeo y Julieta o Matahari?

Dice por primera vez dirigiéndose al resto. Y luego prosigue

A mi lo que más me descoloca es la muerte del tercer hombre. Siendo justos, les confesaré que anoche salí de mi habitación y vine al salón del piano. Aquí había querido encontrarme con una persona en secreto para aclarar mis dudas respecto a los anfitriones, pero Crowden salió de su habitación y hablamos. Él iba a la planta alta, según su versión, para encontrar un baño puesto que el suyo esraba roto. Vamos, una mentira: tal y como le hice notar no existen baños en la planta de arriba salvo los de las habitaciones. Él insistió en que subiría igualmente a buscar uno. Le recomendé pasarse por la biblioteca a preguntar pues sabía que al menos dos personas habían quedado en encontrarse allí. El señor Dyle y la señora Dupont (algo que no me extrañó lo más mínimo, dado que yo también había querido quedar en secreto). El señor Crowden al oir esto me amenazó y se fue escaleras arriba. No sé porqué lo hizo, como tampoco sé si su visita nocturna o su amenaza tienen algo que ver con su muerte o si ha sido simplemente casual, pero creoimportante que todos sepamos esto y actuemos en consecuencia.

Hago una pequeña pausa.

¿y bien? ¿Alguien puede completar la noche del señor Crowden? ¿quizás la persona con la que se entrevistó anoche? Sino, tal vez alguien pueda aportar más datos sobre el señor Predatore o la señora Stonless...

Cualquier información puede ser de vital importancia para mantenernos con vida hasta que hoy aparezca el barquero, tal y como prometió y nos podamos ir de aquí para siempre.

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23/02/2015, 12:19
Yvette Mercier

La fuerza de la costumbre me hace despertar bien temprano. Me levanto mecánicamente aunque al instante me arrepiento de hacerlo, el dolor de cabeza me asalta recordándome los excesos de anoche con el whiskey.

-Merde. Je chie sur tout ce qui se tortille.- Maldigo en voz baja mientras me lavo la cara en la palangana.

El malestar de la resaca no me impide levantarme y empezar con mis quehaceres. No tengo ningún porqué, pero por mucho que me queje no se estarme quieta y encargarme de mis tareas me sirve de distracción.

Tras servir el desayuno a los allí presentes subo para avisar a los que no dan señales de vida. Tras llamar y no obtener respuesta abro la habitación del señor Crowden.

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH- El grito me sale involuntariamente, más debido a la sorpresa que al horror en sí.  Con razón no daba señales de vida.

Cuando todos suben buscamos al resto temiendo lo peor, finalmente acabamos por descubrir el cadáver del gordo italiano y el de la mujer de nombre ridículo. –Maja. Ya se te han acabado los ágapes. -Pienso asomada a la ventana en un arranque de humor negro. Aquella fulana me cayó mal desde el momento en que la vi, no seré yo quien llore su muerte, pero eso no quita el hecho de que nos hemos metido en un lío de narices. Cuando venga la policía habrá que dar muchas explicaciones y yo no tengo papeles.  –Merde.

Ya en el comedor Sherlock Holmes empieza con sus deducciones detectivescas pero la tostada con mantequilla y mermelada que me estoy preparando acapara toda mi atención. No tengo ganas de jugar a los detectives, ya se encargará la policía, pero aún así no puedo evitar responderle.

-Mon cherry, esa es su versión. Por desgracia nunca sabremos la del señor Crowden y lo cierto es que siendo usted la última persona que lo vio con vida, nada nos garantiza que no fuera usted su asesino.  

Sin embargo sí que hay una cosa segura. –Digo dándole un gran bocado a la tostada. -Los que pasamos la noche sin salir de nuestras habitaciones no pudimos asesinar a nadie.

Me encojo de hombros mientras disfruto cada mordisco de la tostada.

-Tanto da. Ya se encargará la policía. Pero si quieren jugar a los detectives, yo en su lugar  empezaría explicando con quienes quedaron anoche y con qué motivo se reunieron, a escondidas, para "hablar"-Digo poniendo rintintín en la palabra hablar- con unas personas a las que en teoría apenas conocían desde hacía unas horas.

Hay gente muy mal pensada y cualquiera podría pensar que ya se conocían de antes, lo cual les daría muchas papeletas a ser los autores de toda esta pantomima.

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23/02/2015, 12:44
Sir Gustave Cavanough

Señorita, comprendo sus dudas, pero si comparto mi entrevista con Crowden, aunque nadie la pueda corroborar ni desmentir, es precisamente para poder aclarar todo. Digame una cosa, si yo mintiese ¿qué saco mintiendo que no hubiese conseguido mucho más eficazmente callandome? ¿no cree que hubiera sido mucho más prudente callar si fuese su asesino como usted dice?

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23/02/2015, 13:01
Frederick Von Baach

Von Baach se despierta con algo de molestia en la cabeza debido al alcohol bebido el día anterior, se levanta ante tanto revuelo y sonidos de madera de gente que caminaba rápido por afuera de su habitación. - Algo ha pasado... piensa antes de levantarse.

Al bajar se encuentra con algunos de los demás que ya se habían levantado. Por lo que alcanza a escuchar se entera de lo que sucede, eso no impide que se prepare su desayuno como corresponde. Tostadas, café y mermelada.

- Una lástima, y terrible lo que pasó anoche... Uno no puede estar seguro en una casa con criminales... Dice serio y con sarcasmo mientras sigue en la preparación de su desayuno.

- Lo único que puedo agregar a lo acontecido anoche, y que además escuché, es el movimiento nocturno de la señora Ágape Stolness o la señora Prudence Bennett... La verdad en ese momento no distinguí mucho, pero ahora me queda claro quien dió su último recorrido por la casa...

Calla un segundo para llevarse una rebanada de pan a la boca.

- No puedo agregar más, la verdad estaba muy cansado y dormí como un niño todo el resto de la noche.

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23/02/2015, 14:02
Yvette Mercier

Las paredes de esta casa tienen orejas y usted lo sabe.- Digo respondiendo al Sire –Teniendo en cuenta que pueden verte u oírte, confesar sería la mejor manera de curarse en salud y alejar sospechas de uno mismo.- Me encojo de hombros- Vamos. Es lo que yo haría si fuera la asesina.

Además tenga en cuenta que el hecho de que siga sin decir el nombre de la persona con la que iba a reunirse o el propósito de esa reunión, no ayuda a disipar las sospechas.

Terminada la tostada apuro el vaso de café.  

-En fin, no me haga caso. Solo son divagaciones. En cuanto llegue el bote acabará todo esto.

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23/02/2015, 14:10
Margaret Beddingfeld

Tras una noche de sueños intranquilos, Margaret apareció en el salón donde se servía el desayuno pulcra pero sin lograr ocultar la inquietud que se instaló en ella luego de que el gramófono hiciera sus macabras declaraciones.

Se sirvió un poco de té y unas tostadas, junto a unos huevos pasados por agua. No tenía ánimos para comer mucho más. Transcurría el tiempo y su reciente amiga no aparecía. Dado que no era la única ausente, el grupo al completo decidió ir en busca de los que faltaban, para ver qué había sido de ellos. Al llegar a la habitación del señor Crowden, Margaret deseó no haberlos acompañado.

Dada su anterior profesión, las muertes no le provocaron demasiada conmoción. Lo que realmente la había impactado era el hecho de que estaban allí encerrados a merced de alguien quien, a juzgar por el espectáculo nocturno, se había autoproclamado justiciero aplicándoles la ley del Talion. Cuando por fin pudo salir de su estado de conmoción inicial, intentó exponer a los demás sus ideas y aportar lo poco que sabía.

-Está claro que quien (o quienes) nos tendió esta trampa está asesinándonos siguiendo alguna especie de ritual. Las estatuillas rotas y esas esquelas acompañándolas así lo indican. También es cierto que los presentes somos más que diez, con lo cual el asesino tiene un especial encono con algunos de nosotros, no con todos. Si pudiéramos descubrir la pauta que lo hace distinguir a unos de otros, tal vez pudiéramos protegernos mejor.

Se acercó hasta una de las teteras más próximas y se sirvió otra taza de té. Hablar tanto le había secado la garganta, además de que la infusión atenuaba sus nervios.

-Por otra parte, el señor Predatore sufrió dos intentos de asesinato antes de que pudieran acabar con su vida, con lo que hay dos asesinos más además de nuestro anfitrión. Como fue que la señora Stolness terminó cayendo desde la habitación del italiano no lo tengo muy claro. Tal vez el doctor Champlain pueda aclarárnoslo ya que anoche lo vi intercambiando susurros y gestos poco decorosos con el difunto.

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23/02/2015, 14:12
Sir Gustave Cavanough

¿no lo he dicho ya? Disculpe, realmente creía haberlo dicho y no me había dado por aludido*. Fue el señor Barrow.

Notas de juego

*La omisión fue del jugador no del personaje, pero bueno, la verdad que la cagué no diciéndolo xD

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23/02/2015, 14:19
Eleanor Morstan

Seguía Eleanor preparando el desayuno de tantos huéspedes, en plena rutina. No dejaba de darle vueltas a lo sucedido en la cena, el descubrir que todos fuesen asesinos, o hubiera sangre en sus vidas causada por ellos.. Nosotros, se autocorrigió en el pensamiento. Por mucho que pretendiese negarlo, alguien más que ella sabía ya su secreto. Era inútil tratar de ocultarlo y engañarse a sí misma. Lo hecho, hecho estaba..

Un grito rompe el silencio, y todo se precipita desde entonces. Tres cadáveres en la noche.. ¡Tres! Para ser sincera, Eleanor no les tenía especialmente cariño (imposible apreciar a alguien en tan poco tiempo), pero.. el que hubiese un asesino de tal crueldad entre ellos la atemorizó.

-Pero.. Pero... -balbuceaba Eleanor-.. ¡muertos! ¡Los tres! Yo coincidí anoche con ambos y más gente en la biblioteca un instante, pero no supe más, y ahora..¿muertos! Y... ¿qué me dicen de las estatuas de la mesa? ¿De esos versos tan horripilantes? Dos rotas, y las dos con versos que parecen.. Oh Dios mío.. coincidir con las muertes de los señores Predatore y Crowden.. Uno envenenado.. y otro a balazos. La señorita.. Oh, no puedo ni mirar.. No sé qué ha podido pasar, pero.. para ella no hubo verso. Necesito sentarme.. -las fuerzas le fallaban. Jamás en la vida hubiera esperado semejante acto atroz.

Las recientes palabras de Margaret Beddinfeld la sobresaltaron:

-¿Que el señor Predatore sufrió dos intentos de asesinato, señorita Beddinfeld? ¿Cómo es eso? Yo no supe nada de ello -admitió, avergonzada.

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23/02/2015, 14:32
(Jotade) Sean Arbuthnot

- Señora Beddingfeld, nada demuestra la presencia de dos asesinos...pues los tiros fueron recibidos en lugares que no son vitales, quizás por que el asesino disparó de noche. Está claro que los tiros vinieron primero pues la herida en la cabeza parece ser lo que fue definitivo. Por lo tanto un solo asesino fue el que perpetró ese crímen.

Tomó aire.

- Ahora bien no hay nada que vincule los asesinatos de los hombres. Pienso que si el asesino va con una pistola, no iría colocando pastillas de cianuro en la boca de otro...siendo ambos atentados en la noche con poca visibilidad y viendo que ambos métodos pueden ser ruidosos...eso sí que nos indica pensar que podría haber más de un asesino.

Mira alrededor.

- Por un lado sigo pensando que nuestro anfitrión está en la casa y que quiere ajustar cuentas con algunos...quizás 10 de nosotros, uno por cada estatuilla. Pero que haya otro asesino...¿puede ser un complice de éste? y... ¿Stolness? ¿que hace ahí?....Creo que debemos investigar más a fondo tanto el cadaver como las habitaciones. ¿Puesto que hacerlo solo puede ser sospechoso, alguien le gustaría acompañarme al interior?....claro, el resto puede esperar fuera con la puerta abierta para que no vea que intento nada raro...No quiero resultar acusado cuando lo que pretendo es ayudar.

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23/02/2015, 15:05
Margaret Beddingfeld

-Sean, tal vez usted no esté acostumbrado a ver la muerte de esta manera... Pero yo he sido enfermera antes de casarme. La inspección del cuerpo del señor Predatore indica que sobrevivió tanto a los disparos como al golpe violento en su cabeza. Las marcas en su cuello, el color amoratado de sus labios... No, el señor Predatore murió por asfixia.

-Señorita Eleanor, lo que he dicho lo deduzco por las heridas que ha sufrido este hombre antes de morir. Podría ser un asesino con dos armas distintas y un último intento desesperado de acabar con sus manos lo que empezó con sus dos armas... Pero dudo que alguien tan inexperto (que haya tenido que invertir tantos recursos en una sola persona) hubiera podido acabar con este señor del crimen. No, creo que Predatore fue atacado por tres personas distintas. De todas maneras aún no hemos escuchado al doctor. Él iba a reunirse con Predatore, algo debe saber.

Notas de juego

Cita del director:

El italiano está muerto en su cama. Tiene dos balazos en el cuerpo. También un golpe en la cabeza con una brecha sangrante que baña la almohada. Pero, a pesar de ello, no murió ni por los balazos ni por el golpe. A juzgar por la marca alrededor del cuello, había muerto estrangulado.

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23/02/2015, 15:34
(Jotade) Sean Arbuthnot

Notas de juego

Ups, fallo mio, leí mal...no me flameen mucho XD

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23/02/2015, 15:50
Owen Cray

Ver aquellos asesinatos enfadó a Owen más que le asustó, mierda, mierda Aquello era la confirmación de que no eran sus almas lo que allí estaba en juego, sinó sus vidas. A Owen le importaba bien poco ir al infierno cuando fuese su hora, pero antes debía ver nacer y crecer a su hija. Eso estaba ahora en juego, su vida, y junto con la suya, el sustento de su familia: alguien se estaba colando en sus habitaciones como una serpiente para acabar con sus vidas.
Owen no hablaba, escuchaba a los demás intentando hablar hasta que creyó necesario dar su opinión.
Hay otro asesino como mínimo. Dijo Owen con gesto serio, aunque era evidente que todos ya barajaban esa posibilidad. Al italiano le atacaron dos o más personas, eso es necesario. Es imposible que el asesino mate ahogando a su víctima en la cama y este, al mismo tiempo lo lance por la ventana...para acabar tumbado en su cama. O bien Don Predatore lanzó a la señora Ágape por la ventana en un forcejeo y tras rematarlo el segundo asesino lo reacostó, o bien Don Predatore acabó con ella en la cama y el otro asesino la lanzó por la ventana para ocultar quizás el cadáver. Podríamos saber cual de las dos opciones es si el doctor se cerciora de que la señora Ágape ha muerto realmente de la caída. Aún así tampoco se si esto nos podría ayudar de alguna manera a saber algo del segundo asesino.

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23/02/2015, 16:48
Penny Barrow

Penny había bajado a desayunar temprano, con un vestido de rayas blancas y azules con un ligero aire marino y un libro de poesía inglesa en la mano. Se había sentado con un té y una tostada y había estado ojeando el libro descuidadamente, abriéndolo por páginas salteadas sin llegar a seguir un orden. Cada vez que alguien entraba en el comedor, levantaba la cabeza del libro y saludaba con una inclinación de cabeza y una sonrisa. 

Cuando alguien mencionó que faltaban algunos de los inquilinos, miró con curiosidad a su alrededor haciendo un recuento mentalmente. Se levantó con los demás y buscó la cercanía de Wesley en la expedición hacia las habitaciones de los ausentes. 

Volvió al comedor un poco más pálida de lo que estaba al subir y sus ojos azules se detuvieron en los huecos de las dos figuras grotescas que faltaban sobre la mesa. Sus ojos se entrecerraron mientras leía las notas y al escuchar a alguien comentar la semejanza entre los versos y algunas de las muertes parpadeó varias veces para terminar asintiendo levemente.

Escuchó mencionar el bote y se giró hacia la doncella francesa.

- ¿Sabe a qué hora vendrá ese bote? Tenemos que marcharnos de esta maldita isla antes de que nos cacen a todos como ratones. - Después se sentó y miró a Wesley frunciendo el ceño. - Oh, Wesley, tenemos que irnos de aquí. 

Tomó aire despacio y se giró para participar de la conversación. 

- Esta noche había mucha gente levantada. - Afirmó. - Después de que el gramófono cantara yo fui a la habitación de mi herman -detuvo la palabra para corregirse, después de que el gramófono dijese sus nombres era inútil seguir fingiendo que compartían apellido- hermanastro. Y un rato después pasé por la biblioteca a buscar un libro con el que conciliar el sueño. Tenía la esperanza de que se pasara usted por allí. - Añadió, dedicando una mirada al señor Cavanough.

- Mucha gente visitaba la biblioteca. De hecho estaban allí el señor Predatore y el señor Crowden. - Suspiró. - Me dio la sensación de que mi presencia incomodaba al señor Predatore. Así que intercambié algunas impresiones con el doctor Dumont, cogí el libro y me marché de allí. Pasé por la cocina para coger un vaso de leche caliente y allí estuve charlando con la señora Bennett y la señorita Cavendish. Finalmente, con mi libro y mi vaso de leche, me fui a mi cuarto y me encerré con llave hasta esta mañana. Después de escuchar también al señor Cavanough, creo que había demasiada gente levantada como para que eso sea determinante. 

Tamborileó con las uñas sobre la mesa, valorando las opciones que algunos exponían sobre los cadáveres y finalmente hizo una mueca con los labios.

- Me encantaría saber qué pasó en esa habitación. ¿Quién atacó a quién? Tengo la sensación de que falta una tercera persona en ese cuadro, como dice el señor Owen. Porque aunque la señorita Stolness hubiese atacado al señor Predatore -o al revés- y hubieran terminado muriendo los dos en su pelea... A él lo atacaron dos veces, ¿no? Y por otro lado... ¿Qué le pasó al señor Crowden?

Suspiró de nuevo y se frotó la frente. Sabía que tan sólo estaba repitiendo lo que ya habían deducido otros, pero había demasiadas preguntas sin respuesta. 

- Nos han encerrado aquí para matarnos. Pero, ¿por qué? ¿Una venganza o algún tipo de retorcida falsa justicia? ¿Y a qué vienen las figuritas y los versos? - Se mordió el interior de la mejilla mientras su mente parecía trabajar a toda velocidad. - Esto parece un juego macabro. Toda esta puesta en escena... Alguien se está divirtiendo con esto.

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23/02/2015, 16:58
Everet Schuls

Aun taciturno por lo acontecido por el gramófono Everet se fue a dormir, se puso su camisón azul y su gorro con bola blanca, todo a juego con un pequeño ribete en azul marino y estampados de barcos y banderas de salvamento,  el pensaba que no iba a dormir bien pero gracias a la brisa del mar ,al silencio de esa enorme casa y al haberse quitado de encima a su madre la verdad que el durmió como un bendito.

Las primeras luces del alba le hicieron despertar mas aun cuando acompañaron a esas luces los gritos de las sirvientas, se vistió la misma ropa que la noche anterior y  se quedo perplejo al ver tal dantesca escena, guardo silencio visto que los presentes tenían mucho que divagar hasta que vio que podría ser su turno.

Buenos días, eso lo primero, disculpen mis modales y la mismo ropa de anoche pero me he levantado a corre prisas al oír los gritos.

Como ya nos conocemos todos no es necesario que no andemos  con rodeos, quien mas y quien menos hemos matado y bueno… obviamente estos asesinatos han sido efectuado para que sepamos que están bien muertos, nada de muertes accidentales o naturales, cosa que sin duda he hecho, pero en este caso el asesino quería dar un mensaje.

Everet toma un trago de la botella mas cercana, sea licor o agua, tiene la boca seca, para después continuar.

Sin duda la nota en la que describe que falta un negrito, que ahora son nueve puede ser de vital importancia, mas aun que si el mafioso estaba yaciendo con la señora muerta en cuestión, si hacen memoria el Señor Predatore dijo que eran de pésimo gusto las estatuas y que deberían quemarlas, puede que esas estatuas sean el señuelo para ir matando y quien hablara mal de ellas o las mirara con sumo desprecio…. Sea quien muera.

Han muerto tres personas y solo teoricamente dos negritos, alguien se percató de alguna mala mirada de esa mujer?

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23/02/2015, 17:57
Dr. Dumont Champlain

Tras el desayuno llegan las malas noticias, el señor Crowden muerto en su habitación por cianuro hace pensar al anciano doctor en sus palabras de ayer, sin embargo la escena que verdaderamente me impacta es el cuerpo muerto de Predatore

-oh Fausto, mon ami- afectado por la escena deja que la señora Bedingfeld se encarge de el, "al menos planto cara a esos bastardos"

Aun afectado escucha en silencio como los demás elucubran, esperando al parecer su versión

-tiene usted buena vista mademoiselle Beddingfeld. Efectivamente quede con Fausto anoche en la biblioteca. Somos amigos desde hace tiempo, mas que amigos. Este verano mi nieta se casa con su hijo- suspira y queda en silencio un momento rememorando algo -disculpen. Nos sorprendio mucho encontrarnos aquí, no sabía que el había sido invitado también. Se que tiene, tenía contactos de dudosa reputación de modo que decidimos actuar con cierta discrección, sin exito por lo que veo. El caso es que mientras esperaba en la biblioteca, fui el primero en llegar, se presentaron la señorita Barrow, que había quedado con un caballero y la señorita Morstan, que tal vez incomoda por nuestra presencia no participo en la onversación. Poco despues llegaron Fausto, el señor Barrow, la señorita Dupont y el señor Abuthnot. Conversamos un poco sobre lo que aquí sucedía, y sobre las posibles intenciones de nuestros anfitriones-

De nuevo hace una pausa pensativa antes de continuar -ojala hubiera tenido razón yo con lo del chantaje. En fin, poco mas se dijo. Aunque observamos que usted señor Cavanaugh había propuesto ya la idea de que quisieran matarnos. También fue de los primeros en reconocer su delito, incitando a otros a confesar también. Crowden señalo, y he de estar de acuerdo con el, que parece usted saber mucho, teniendo a sus espaldas un delito tan venial que mas bien parece un accidente. Sinceramente no parece encajar en este sitio, no como uno de los acusados de los Owen al menos-

Tras esto el doctor se pone en pie con un movimiento lento y cuidadoso y hace un gesto a Owen Cray

-¿me acompaña a por el cuerpo de la señora Agape? tal vez eso aclare lo que paso anoche en la habitación de mi amigo. Y de todos modos no podemos dejarla para los cuervos-

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23/02/2015, 18:19
Sir Gustave Cavanough

Así que a eso se refería el señor Crowden con su amenaza... a difamarme en nombre de una mentira... Permítame que les acompañe, buen doctor, a ver al señor Predatore. Quisiera limpiar mi nombre de las acusaciones de ese desgraciado que por algún retorcido motivo quiso acabar con mi reputación. Y si hay alguna oportunidad de ser de ayuda y limpiar así mi nombre, lo haré gustoso.

Les puedo asegurar que esas acusaciones carecen de fundamento. Soy escritor de intriga policial. Huelo los misterios a la legua, y también las falsas coartadas. Si les he puesto sobre aviso es porque mi mente va a la zaga de la de los asesinos. Piensenlo: 21 invitados a una casa en mitad de la nada. No sabemos quien es el anfitrión. Nadie recuerda siquiera su existencia. Estamos rodeados por agua. Una grabación que nos acusa de nuestros crímenes... ¿De verdad pensaban que esto era para entregarnos despues a la policía? En el mejor de los casos querían que nos mataramos entre nosotros. En el peor de los casos, alguien nos está cazando. En cualquiera de ellos, están jugando a un juego macabro y sintiéndolo mucho, no creo que el barquero acuda a recogernos hoy. Si esto fuera un libro de misterio, o bien le han pagado para que no venga, o una tempestad nos aislaría

Ya puestos... si su amigo Predatore era según él inocente de los cargos, ¿qué les hace pensar que yo no encajo aquí? Para un loco soy igual al más vil de los presentes. Hay más personas cuyos crímenes han sido justificados como defensa propia ¿qué me hace diferente? ¿la desconfianza de un muerto? ¿haber sido cortés incluso con él?

Su voz sonaba calmada aunque acorde a la gravedad de los acontecimientos. Además, aun siendo calmadas sus palabras, se notaba a la legua ofendido por la acusación.

Respiró procurando calmarse y apagó su tabaco para dar un trago de brandy que el mismo se sirvió. Después cambió de tema.

Señorita Barrow, siento no haber acudido ayer a la biblioteca ahora que sé que estaba usted buscándome. Anoche quise encontrarme con su hermano y así estuve en el salón del piano

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23/02/2015, 19:02
Dr. Dumont Champlain

Ya de camino a la salida el doctor se detiene a escuchar la defensa del señor Cavanough

-Estuve pensando en todo esto, es un juego macabro. Y nadie hace un juego para no jugar. Creo que los Owen están entre nosotros. Y si han tomado para si el papel de justicieros no creo que sean tan hipócritas como para ser también culpables de asesinatos. O al menos hasta esta noche no lo eran. Como aquí todos hemos sido acusados he de suponer que los Owen han inventado unos crimenes para si mismos. Lamentablemente este hilo de pensamiento solo descarta al señor von Baach, nadie en su sano juicio se adjudicaría un crimen tan repugnante voluntariamente-

Dicho esto vuelve a caminar hacia la salida

-pero estará bien que nos ayude con la señora Agape, yo poco podré ayudar a Owen con el cuerpo-

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23/02/2015, 19:08
Sir Gustave Cavanough

No entiendo como ese razonamiento se vuelve en mi contra. No se intentarían tampoco un crimen justificado como el mío o uno no realizado como el suyo. Pero e, cuerelevanteencualquier caso, cuenten con mi ayuda

Dice avanzando tras él

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23/02/2015, 19:49
Frederick Von Baach

Von Baach se encuentra terminando su tasa de café, mirando como comentan unos con otros tal cual fuera una obra de teatro. Termina su último sorbo y dice.

- Yo no desconfío del señor Cavanough, incluso pienso que sería muy tonto de su parte describir como describió su participación anoche en su junta secreta siendo culpable de los asesinatos. Alomejor me equivoco y eso sería una coartada... Pero eso creo que sería muy paranoico de mi parte. Hay muchos que faltan por hablar aún y contarnos que hicieron anoche o que escucharon, es muy temprano para sacar conclusiones y acusar a alguien...

Se para y se sirve más café.

- A todo esto hay que destacar el café de esta casa, es buenisimo.