Partida Rol por web

Owen asintió al doctor. Claro, le acompañaré encantado a comprovar el cadáver de la señora Agape, y si Gustave viene mejor que mejor. Creo que tiene una mente más viva para estas cosas que al menos la mía.
Antes de ponerse en marcha Owen dudó si decir lo que le pasaba por la cabeza, como estaba claro que aquellos asesinatos les habían puesto, como mínimo, a la misma altura social, habló con franqueza Me preguntaba porqué la elección de esas víctimas. Si nuestro anfitrión o anfitriones quiere impartir justícia basándose en el número de asesinatos Predatore era una buen inicio. Siguiendo esta misma lógica el segundo hubiese tenido que ser yo, quizá el hecho de que yo y Aldred compartamos habitación ha impedido al asesino u asesinos venir a por mi... pero siguiendo esa lista el siguiente sería el doctor con sus bajas de guerra. Pero está aquí, junto a nosotros. Lo único que une para mi a Predatore y Crowden es la conversación que comentan en la biblioteca. Owen negó con la cabeza, todo aquello era demasiado absurdo Perdonen, igual digo estupideces pero es que no entiendo nada.

Poco a poco, las teorías iban tomando el cariz de conspiraciones. No tardaron los huéspedes a pensar que entre ellos debían estar los responsables de todo aquello y, peor aun, quienes tendrían planeado acabar con todos ellos.

El instinto de supervivencia comenzaba a hacerse hueco a codazos en las psiques de todos y cada uno.

Entre tanta visceralidad, la voz más comedida y científica del Doctor Champlaint, dictaminó lo sucedido a la señora Ágape Stolness: Cuello roto y traumatismo cráneo-encefálico con pérdida de masa cerebral. Difícil decir si fue el cuello, quebrado en un ángulo inimaginable, o el golpe en la cabeza lo que acabó con ella. Lo que parece indudable es que ambas lesiones se produjeron por la caída desde el piso de arriba. No hay más huellas de violencia.

Con este dictamen, y tras ocuparse de situar el cadáver de la señora en algún lugar más decoroso que el porche de la mansión, volvieron los huéspedes a pulular por las estancias comunes.

No pocos, se fijaban en las figuras africanas, aunque ahora con más temor que reprobación. La insinuación que el hablar o mirar mal a tales figuras podría ser causa de perder la vida, hacía mella en las mentes más sensibles a este tipo de cosas. Sea como fuere, era difícil volver a hacer mención directa a aquellas piezas de artesanía indígena sin sentir como se erizaba el vello de la nuca.

Las dos figuras rotas pertenecían al mismo grupo. Las cabezas habían desaparecido.

El día avanzaba y llegaba la hora del almuerzo. El barquero no hacía acto de presencia, aunque el servicio aseguró que tenía por costumbre llegar a primera hora de la tarde.

Poco a poco, el olor procedente de la cocina se filtró por la casa y comenzó a abrir el apetito de aquellos cuyos estómagos habían conseguido deshacer el nudo forjado durante el despertar en la Isla. Entonces, la tensión atmosférica se incrementó perceptiblemente. No sólo los ánimos se crispaban dentro de la casa, también el clima fuera de ella. Los vientos soplaban del sudeste con cada vez más fuerza y en pocos minutos el cielo se encapotó.

Los alojados en la casa vieron con preocupación como el mar se rizaba y escucharon en la lejanía los primeros truenos. Las peores sospechas parecían cumplirse.

- Bueno, sería tan amable como para que alguien sel servicio me acompañase, ya que el resto no dice nada? ¿Quizás el Señor Doyle?...no veo oportuno que me acompañen las señoritas..

El incidente del día anterior había dejado a Alfred mentalmente agotado, pero cuando quiso conciliar el sueño lo único que podía oír era aquella maldita grabación repitiendo los crímenes de cada uno de los presentes pero al final y en un momento tardío de la noche sus cerebro al fin pareció querer desconectar de su la abrumadora realidad y cayo rendido ante el sueño.

No sabía cuanto tiempo se quedo dormido ni siquiera se dio cuenta cuando el señor Cray salió de la habitación, solo fue consciente de como la realidad lo arrastraba de nuevo a su mundo cuando todo a su alrededor pareció volverse intranquilo, ruidoso, muy ruidoso.

Aquellos ruidos le hicieron sospechar de que algo no iba bien, por lo que con la mayor premura que fue posible se vistió y se preparo para salir, al mirarse al espejo sintió como si su ropa no tapase nada puesto que su mayor peso en la consciencia ya había sido desvelado, aún así debía intentar por todos los medios mantenerse firme, sereno como la mayoría de los que compartían su oficio al llegar al lugar donde se encontraba la mayor agrupación de huéspedes se dirige a ellos:

-Damas y caballeros ¿Que es lo que esta ocurriendo aquí?

Eso es lo que queremos saber. Respondió Owen, cada vez más molesto. Pero hay mucha gente callada. Creo que la única manera de que empecemos a saber cosas es hablando Owen había sido muy bueno en eso en sus tiempos, pero claro, sus metodos eran tan eficaces como brutales. Y en ese momento no disponía ni de las herramientas ni -para bien o para mal- del estómago, para retomar aquellos antiguos metodos.
Entiendo la reticencia a hablar, Gustave lo ha hecho con sinceridad y inmediatamente algunas sospechas han recaído sobre él. Pero yo no creo que haya hecho nada, creo que el segundo asesino debe de ser alguno de los que vió a Predatore y a Crowden hablando en aquella biblioteca, y que aún no se ha pronunciado. Aunque a su vez, Owen también entendía que hablar era fijar la atención sobre uno mismo, colgarse una diana durante un instante. La diferencia es que alguien inocente cedería rápidamente esa diana, pero alguien culpable ¿se arriesgaría a colgársela? Empezaré yo: salí tras la cena con Alfred a ver si encontrábamos al anfitrión por alguna parte de la casa. Esa fue una búsqueda infructuosa, luego ya cansado de toda una tarde cargando maletas me dirigí a mi habitación a intentar dormir. Alfred vino luego, no sabría decir cuanto porque el tiempo pasa muy despacio cuando no logras conciliar el sueño. Luego, tras hablar con él un momento me volví a acostar y, esta vez sí, me quedé dormido ya hasta esta mañana.

Wesley se reunió con el resto en el desayuno, vestido de un modo similar al día anterior pero con ropa distinta. No está hablador, y dedica saludos solo a Sir Gustave y a Penny, a la cual abraza al verla. La acompaña silencioso en el desayuno, con una sensación extraña, de que algo va mal. 

Cuando todos se lanzan a buscar a los inquilinos desaparecidos él siente un pálpido, como si de algún modo todo estuviese relacionado y lo que se va a encontrar no es una novedad. Al encontrar los cuerpos sin vida de Ágape, Martin y Fausto no se llega a sorprender, y de nuevo silencioso se dedicó a ejercer de apoyo para su hermanastra.

Mientras bajaban mantuvo un silencio sepulcral, como si su mente estuviese en otra parte, ocupada con otros asuntos. Desde ese momento observa a la gente hablar, pero no se atreve a pronunciarse aún. Siente que es su momento, y al fin se pronuncia. Hace a un lado a Penny, diciéndole lo que le debería haber vuelto a decir en bajo. - Nos iremos. Te lo prometo. - Guiña un ojo tristemente a su hermana.

- Tengo que hacerles una confesión. - Anuncia a todos. - De algún modo, no sé si por obra de Dios o por arte de nuestro anfitrión... Estoy en otro sitio, no puedo explicarlo, simultáneamente, con los fallecidos. - Dice finalmente, claramente afectado y con mirada preocupada a la vista de todos. - Están los tres. Ágape, Crowden, Fausto... Me hablan, hablan entre ellos... Ninguno recuerda quien acabó con sus vidas, pero tienen teorías causadas por las reuniones nocturnas. - Deja de hablar y se centra en tomar aire.

- Esto es demasiado extraño, demasiado grotesco... Como esas malditas figuras. No creo que sea tan evidente como culpar a quienes se reúnen para cuchichear, como está diciendo Fausto. - Toda sospecha es gigante. - Por lo menos la señora Ágape y Fausto están felices de estar juntos. - Finaliza, tratando de dar una nota positiva a su mensaje.

Sally tuvo el presentimiento, desde que oyó el gramófono, que las cosas se iban a poner feas. Aunque no se esperaba eso, tres asesinatos en una misma noche. Los modus operandi eran distintos, así que no era descartable que hubiera un solo asesino.  -  Disparos, estrangulamiento y veneno, parecen obra de 3 atacantes distintos o de uno al que no le importa improvisar.  -  Pero resultaba difícil de creer que una sola persona acabara con tres la misma noche.  -  Yo creo que debemos pensar en la posibilidad de que no hay solo uno, pero yo sé poco de estas cosas. Y la idea de que ambos, 

Sally había leído libros, pero los de asesinatos y detectives no eran sus preferidos. Así que contaba solo con lo que su cerebro le decía como más posible, careciendo de experiencia en cosas tales como resoluciones de asesinatos.  -  Y por si sirve de algo, deberíamos hacer como Owen y Penny Barrow, entre otros, y comentar lo que hicimos o vimos anoche. Yo me fui a acostar no demasiado tarde. Reconozco que las acusaciones de anoche me pusieron nerviosa y no me atreví a salir de noche. No esperaba que nadie muriera, pero sí que quería evitar situaciones tensas. Así que anoche no escuché ni vi nada inusual-  No pudo evitar que sus tímidos ojos se posaran sobre el mayordomo y la sirvienta Eleanor.  -  Al menos nada que nos ayude a encontrar a los que han cometido los ataques.

Pero le había llamado algo la atención. Algunos hablaban de una reunión en la biblioteca. Reunión a la que ella no había asistido pero que supuestamente había tratado temas importantes. La joven norteamericana miró a una de las personas que sacó el tema, el Dr Dumond.  -  Dice que hablaron sobre la situación aquí presente, ¿llegaron a alguna conclusión útil? ¿Vieron u oyeron algo de interés?.  -  La viuda había dormido casi toda la noche y era lógico que no hubiera escuchado nada. Pero los disparos con el silencio de la noche, con el eco de una casa grande, deberían haberse podido escuchar por al menos las personas que estuvieran despiertas a esa hora.

Por último asintió cuando Everet resaltó el hecho de las figuritas.  -  Tres muertos pero solo dos estatuillas destruidas. Además, los asesinos podrían estar actuando bajo un ritual en el que las estatuas representan las víctimas, asumo que su objetivo es seguir una idea retorcida de justicia a juzgar por la grabación que escuchamos ayer. Además somos más de diez, ¿es posible que no todos seamos el blanco de los asesinos? ¿o hay una nueva tanda de figuras preparadas? ¿Alguien tiene alguna otra idea de por qué esto es así?

Al poco de hablar, Wesley tenía algo que contar. Espeluznante, poco creíble, aunque sonaba sincero. Sally era de clase baja, o al menos se había educado en una. Y en esas circunstancias no era inverosímil tener respeto a ciertos temas y supersticiones. Bromear con lo desconocido no era una opción para ella, pues nunca se sabía cuanto tenían de ciertas.  -  ¿Le han dicho algo sobre sus muertes? Por lo que dices, ¿no se han atacado entre ellos?

Cuando Alfred ve los cuerpos se horroriza, sus ojos se abren como platos y por un momento parece que no puede apartar la mirada de aquella grotesca escena, la situación empeora cuando debido a los murmullos de los presentes se dirige hacia la ventana de aquel cuarto donde han ocurrido los asesinatos para encontrarse con el cuerpo golpeado contra el suelo de aquella mujer:

-¡DIOS SANTO!- Dice sin poder alzar la voz más de lo que sabe que debe -Luego en estado de shock comienza a caminar despacio hacia los presentes como si nada de aquello estuviera sucediendo realmente -Debe de ser otra de esas horrible pesadillas...No puede estar pasando ¿Alguno de los presentes tiene algún tipo de información sobre lo que ha podido pasar aquí esta noche?...Esto es...es....lo cierto es que....no hay palabras para esto...

Escucho con mucha atención a Penny Barrow, de hecho esperaba con ansia escuchar sus palabras, pero cuando habla su hermano (o lo que sea) me deja un poco descolocada.  

-¿Este qué dice? ¿Qué habla con los fiambres? Sacre bleu.-Barrunto sin saber bien que pensar- Fuma opio dicen, será divertido dicen...

-Permítame disentir con usted- Le digo a Wesley llamando su atención – Yo creo que esas...  voces que oyes tienen razón. Quienes no salimos de noche, no pudimos cometer los asesinatos. Eso ya descarta a varios de los presentes. Y si hay más de un asesino, algo en lo que todos estamos de acuerdo, obviamente tuvieron que reunirse en algún momento para concretar los asesinatos. Lo que pone el foco en los que anoche estaban reunidos. Es de cajón.

La cosa parece obvia, pero parece que ambos “hermanos” Barrow están interesados en desviar la atención de las reuniones nocturnas. No quería desvelar mi pequeño secreto, a veces acusar a alguién es sinónimo de muerte pero finalmente me decido.

-Qué demonios. Si la próxima noche soy la siguiente en palmar, por lo menos se sabrá que tenía razón y han venido a por mí. Es magro consuelo ¿Pero qué le vamos a hacer? C´est la vie.

–Por cierto Penny, has comentado que no son relevantes las reuniones nocturnas, pero usted y yo sabemos que su reunión con la señora Bennet, ni fue un encuentro casual, ni tuvo nada que ver con tomarse un vaso de leche ¿Verdad man chérie?- Le pregunto mientras una sonrisa felina se dibuja en mi cara.  -Como le decía a Sir Cavanough, en esta casa hasta las paredes oyen. Quizás usted o la señora quieran contarnos algo más. O si lo prefieren puedo hacerlo yo- Añado ensanchando mi sonrisa- Tengo buena memoria.

Tras haber pasado una noche bastante tensa, me había preparado para bajar a desayunar. Pedí que me sirviesen una buena taza de aquel café tan delicioso, aunque sin nada como acompañamiento. Nunca era capaz de meterme nada en el estómago por la mañana. El café era lo que me mantenía viva en aquellas horas.

Ni siquiera había terminado la taza cuando reparamos en la ausencia demasiado prolongada de tres de los invitados. Siguiendo a la muchedumbre, fui a las habitaciones de los desaparecidos, y lo que encontramos allí, me dejó boquiabierta. Tomé nota y agradecí no estar yo en su lugar. Ni yo, ni ninguno de los demás invitados que amenizaban el cotarro, claro. Tampoco era cuestión de quedarme sin noticias.

Al volver al comedor, seguí anotando mientras escuchaba a los demás aportar ideas sobre lo ocurrido. Horrorizada, y a veces, sorprendida, me mantuve callada hasta que creí oportuno aportar mi pequeño grano de arena.

- Hablando de reuniones... -Miré durante un segundo a la criada descocada.- Yo también he de confesar algo. Como ya bien se ha dicho, yo me encontraba en la cocina, poco después apareció la señorita "Berett" y algo más tarde, la señorita "Narrow". -Miré a ambas.- Si bien es cierto que aproveché mi visita a las cocinas para hacerme con un buen saco del delicioso café que aquí nos sirven, ese no era mi motivo para presentarme allí, como es obvio. Y es que yo también vi cómo dos personas quedaban para más tarde, aunque no se trataba de las dos señoritas anteriormente citadas, que, digamos ya de paso, en mi presencia se mostraron totalmente sorprendidas, es más, la señorita "Narrow" incluso se disculpó, haciendo como si creyese que las que estábamos allí reunidas éramos la señorita "Berett" y yo. -Tragué saliva. A veces, cuando empezaba a soltar información, hablaba de forma atropellada y sin apenas pausa alguna. La emoción de revelar datos me podía.- En fin, a lo que iba. Que yo vi cómo el señor ¿Albert? -Señalé al mayordomo- y la señorita... esa -señalé ahora a la criada no descocada*- hacían como que se encontraban, así, de casualidad, -reprimí una leve risa, recordando el intento fallido de aquellos dos de ser totalmente disimulados- y quedaban para más tarde. Supuse que irían a la cocina, siendo el sitio que más cercano les quedaba, y me pasé por allí.

Esto empieza a ser poco más que un laberinto. Ha habido reuniones en varios puntos de la casa y gente en cada una de ellas: Por favor, digo sacando lapiz y papel y haciendo un dibujo de la mansión ¿Serían tan amables de marcar las reuniones que conocen y quienes acudieron?

Aunque no estoy convencido de su relevancia directa, no estoy cerrado a ella, y quizás con esto se pueda aclarar un poco el asunto. Pero mientras, dejenme aclarar porque digo esto

Mientras comienzo a dibujar las estancias comunes de la casa continúo con mi disertación

El señor Owen dice que las muertes pueden tener relación con lareunión de la biblioteca. Quizás alguien allí fuese un asesino y oyese algo que luego, comentando con sus cómplices hiciera decidir en asesinar a Predatore y Crowden. Es una posibilidad, pero disiento en parte. Yo creo que hay varios asesinos. Me explicaré: el veneno es un asesinato limpio, sin pruebas, sin brusquedades, sin necesidad de compañía. Sin embargo, el otro asesinato está bastante claro que fue en grupo. Incluso suponiendo ciertas las palabras de Wesley, del que no dudo, estaríamos en el escenario "Romeo y Julieta" que les propuse antes. Pero la muerte de Predatore incluye disparos, golpe en la cabeza y asfixia finalmente. Si miramos las heridas sangrantes, podemos asegurar que tantiolos disparos como el golpe en la cabeza fueron hechos en vida y por tanto no fueron para despistar, sino intentos fallidos. Creo que esto sitúa un grupo en el asesinato de Predatore y un solo hombre (o mujer) en el de Crowden. Por eso, aunque creo que esta información y este mapa pueda ser de utilidad para todos y pueda ayudar a localizar a los culpables del asesinato de Predatore, creo que no nos servirá para relacionar ambos crímenes

Al acabar señalo en el dibujo varias salas: cocina, biblioteca y salón del piano. En el salón del piano escribo mis iniciales y WB. También dibujo una línea de puntos que recorre la casa hasta la biblioteca y sitúo sobre ella las letras MC.

Por favor, sé que lo han dicho ya, pero si me ayudan a completar esta información se lo agradeceré. Señor Owen, usted y Dyle ¿dónde se reunieron para buscar al anfitrión? Y dicho sea de paso... ¿Cómo esperaban reconocerle? ¿acaso usted, señor Dyle le ha visto alguna vez?

Pregunto con sinceridad y sin intención de realizar ningún tipo de acusación.

Voy rellenando el dibujo poco a poco con la información obtenida:

En la biblioteca escribo: EM, MC, BFP, ¿AS?

Señora Crowden, ¿dice usted que coincidió con los tres muertos en la biblioteca o solo con los varones?

Continúo escribiendo siglas en la biblioteca: DC, ¿AD?, JD, PBw. Con estas últimas siglas trazo un recorrido hasta la biblioteca y la cocina. En este punto escribo las siglas PBw, PB y EC.

También el doctor estuvo allí y yo escuché a la señorita Dupont citar allí al señor Dyle. La presencia de la señorita Dupont fue confirmada por el doctor, pero el señor Dyle ¿estuvo también él?. Señorita Barrow - le dirijo una sonrisa - como ya hemos dicho, moverse más por la casa o menos no es significativo de nada y la señorita Cavendish parece interpretar que la reunión de la cocina que ella interceptó fue decisoria, pero lo cierto es que si ella interceptó dicha reunión es prueba más que suficiente de que no fue en esa reunión dónde los asesinos de Predatore se organizaron, así que no creo que haya nada que les señale a los allí presentes más que a los de cualquier otro punto de la casa. Dicho esto: ¿me confirma que éste fue su recorrido anoche? - digo señalando la línea punteada identificada con las siglas PBw.

Añado en la biblioteca más siglas: SA, WB

Doctor, usted ha citado aquí también a estos dos caballeros ¿es así?. Y bien, eso es todo lo que he conseguido recordar digo mirando el dibujo. Faltaría la reunion del señor Owen y el señor Dyle que citaba el mismo Owen y la reunión de la señorita Morstan y el señor Dyle que la señorita Cavendish no consiguió interceptar in situ. - Señalo las iniciales de la biblioteca - que si el señor Dyle hibiese acudido según marcan estos interrogantes, quizás se trataba de la misma biblioteca... mmm un momento

Repasado el dibujo añado una línea de puntoa desde el salón a la biblioteca uniendo las siglas WB en cada punto.

Ahora sí, esto si sería el dibujo completo

De acuerdo. Hecho esto, dejenme aclarar una cosa. Los asesinos pueden haberse organizado antes de la cena, en una habitación privada por la noche, o incluso antes de llegar o mediante mensajes en la habitación. Con esto quiero decir que, que los nombres no aparezcan aquí no quiere decir que el resto no saliesen de sus habitaciones. Incluso, señorita Mercier, imagínese que yo no hubiese estado en el salón. Que no me hubiese movido de mi habitación para ninguna reunión. Igualmente podría haber salido en mitad de la nochr y asesinado al señor Crowden. De hecho, mihabitación está justo al lado de la biblioteca e incluso estando tan concurrida, nadie me vio bajar al salón ni yo me crucé con nadie mientras subía o bajaba. Con esto quiero decir que no creo que los que no aparecen aquí sean necesariamente inocentes. De hecho, cuanto más miro el dibujo, mas convencido estoy de que es labor inútil... ¡menudos asesinos serían si quedan para discutir sus crímenes en un lugar público!

-Mi nombre es Eleanor, señorita Cavendish -dijo, un poco molesta por el modo de referirse a ella que tuvo la muchacha-. Como dije anteriormente, estuve en la biblioteca, donde coincidí con los finados y más gente, muchos pueden corroborarlo. Creo que lo que ha dicho el señor Barrow no es un tema baladí. He oído de gente que puede comunicarse con los muertos.. Está bien quie así sea, ellos podrán guiarnos..

Tras una leve pausa, añadió:

-También estamos pasando por alto las figuras. Que la gente hablase de ellas no me parece significativo, pues son horribles. Pero me atrevo a decir que el que hubiera dos figuras rotas con sus rimas y tres muertos, Dios los acoja en su seno, es un detalle importante. Tal vez el tercero, como se dijo, no estuviese planeado.. No pasemos por alto ese detalle. He de añadir que anoche mucha gente se reunió en distintos sitios, cierto.. Pero los que se quedaron supuestamente en sus cuartos también pudieron aprovechar para moverse a sus anchas y campar por la casa, regresando a sus estancias más tarde. Les confieso que para mí CUALQUIERA es sospechoso. El que quiere hacer algo, busca el modo y la ocasión -concluyó.

El caballero Galés muestra los dibujos para que sean claramente visibles

Puesto que ni Alfred me hacía caso, ni nadie comencé a tener una actitud más pasiva... parecería que al unico que le hacían caso era el Cavanough.

- yo oí como alguien salia de su habitación Mr. Cavanough. 

Añadí.

A Sally no le gustaban los cotilleos, menos aún si podían ser malinterpretados, pero Elisabeth sacó el tema, y cuando lo hizo la viuda no pudo hacer otra cosa que asentir.  -  Yo también vi a Alfred y Eleanor hablando con susurros y tomándose  familiaridades que van más allá de las relaciones laborales justo cuando iba a entrar en mi cuarto para pasar la noche. Quiero dejar claro que eso no significa nada incriminatorio de por sí, cumpla con las normas de etiqueta o no me da igual quien se encuentra con quien al caer el sol, pero servirá para dibujar mejor el mapa mental que nos sugiere Sir Cavanough y ver quien estaba con quien para formarnos una idea de las coartadas y aliados de cada uno.

Una vez más se sentía perdida. Con ganas de gritar y esconderse en su cama hasta que todo pasase. Sin embargo, a pesar de su timidez, Sally no era una ingeniua, e ignorar el problema no iba a hacer que se solucione. La mejor forma de averiguar algo era situar a cada persona en un lugar y luego estudiar quien ha tenido más posibilidades de cometer el crimen, y en el caso de ser más de un asesino, encontrar a los cómplices entre los que aportan una coartada o defienden a otro.

El Sir y Eleonor también hicieron referencia al hecho de que el que una persona no fuera vista no significaba que no saliera de su habitación. Aunque claro, ellos dos sí habían salido y podía servir de excusa para no cercar a los sospechosos si ellos mismos eran los perpetradores. Por suerte o por desgracia, Sally, ni siquiera en una ocasión tan extrema como ésta, no pensaba mal de las personas hasta que hubiera algo seguro contra ellas.  -  Es posible que un asesino sigiloso, y más si se conoce la mansión, pueda moverse por la casa de noche sin ser visto.  - Igualmente, esa noche había circulado tanta gente por la casa que no sería tan difícil que alguien le viera de casualidad.  -  Yo no descartaría del todo a nadie aún. Aunque, y esto es una opinión personal de la que pueden estar de acuerdo o no, creo que nos encontramos con un asesino frío pero calculador e inteligente. A mi parecer es preferible para el perpetrador, o perpetradores, dejarse ver por otros para tener una pequeña coartada y excusa si alguno de los presentes le ha visto por la noche que decir que no ha salido por la noche creyendo que nadie lo ha visto y que alguien le contradiga y eche por tierra su versión, delatándolo.

No quería parecer una detective de novela barata, ni a ella misma le entusiasmaban esos personajes. No obstante, siguió hablando pues creía importante dejar las cosas claras.  -  Como conclusión digo que el que una persona diga que no ha salido de su cuarto, como es mi propio caso, no excluye directamente a nadie. Sin embargo, creo que es algo menos probable que lo seamos, ya que decir que no se ha salido, sobre todo antes de que hable todo el mundo, es arriesgado al existir la probablidad de que alguien le haya visto sin que él o ella lo notase y lo diga ahora. Y si han sido vistos es más fácil decir que estaba con otras personas que corroboren su historia que decir que iban solo a por un vaso de agua nocturno para volver a dormir. Por eso creo que los asesinos sí podrían mayoritariamente estar entre los que se han dejado ver, pero sin negar la posibilidad de que los que hemos dicho que nos quedamos en nuestras habitaciones sin salir también puedan haber cometido un crimen "silencioso".

Escucho al Sire cansada e iba a reprochar sus palabras cuando Sally habla. Asiento a sus palabras muy conforme con todo lo que dice.  

- Sherlock, haga tantos dibujitos como quiera que nada de eso cambiará el hecho de que anoche, mientras unos dormíamos otros andaban por la casa conspirando en secreto y quedando a ES CON DI DAS- Digo deletreándole la palabra - para que los demás no nos diéramos cuenta. ¿Verdad Penny?-Le pregunto a la chica, insistiendo ante su mutismo.

-Cuando una persona no tiene nada que ocultar no va por ahí quedando a escondidas. Y más sospechoso aún es que esas personas ya estuvieran conspirando antes de la cena, cuando aún no habíamos escuchado ni lo del gramófono. -Añado aunque parece que el gato se comido la lengua de las interpeladas, pues ni Penny ni Prudence abren la boca así que las señalo a ambas para que no quede lugar a dudas. -¿No tienen nada que contarnos?  

Afirmo con el gesto las palabras de la joven viuda.

Tiene sentido. No descartar pero reducir sospechas

Después dejo el bolígrafo junto al dibujo para que quien quiera lo complete con la información que proponen y me giro a Sean.

Señor Arbuthnot. Si lo desea yo le acompañaré a las habitaciones, aunque no creo que podamos encontrar mucho más, el doctor ya revisó las mismas con todos presentes antes de la comida. Por otro lado ¿dónde escuchó esos ruidos? ¿sabe de las habitaciones de quién podrían provenir?

Ya que a nadie le interesan ni mis pensamientos ni mi persona,por educación me limitare a contestar al Señor Cavanouhg diciendo que anoche me quedé en mi habitación durmiendo como un bendito.

Después de eso se puso un cafe y se sentó a ver como el resto hablaba,

- Vamos, Wes, ¿qué estás diciendo? - Penny miró a Wesley con una clara confusión en los ojos cuando empezó a decir que los muertos le hablaban. La confusión se transformó poco a poco en incredulidad y más al darse cuenta de que los demás parecían asumir que era cierto con tanta sencillez. Penny nunca había creído en las prácticas espiritistas y no habría pensado ni en mil años que fuese precisamente Wesley el que le viniera con esas supercherías. Tal vez por eso prestó atención al joven en lugar de descartar sus palabras directamente. Miró fijamente a Wesley, posando sus ojos azules en los de él y escrutándolo con cuidado. 

- Oh, Dios. - Murmuró. - No sé si los muertos te hablan o estás perdiendo la cabeza. Pero creo que tú piensas que es cierto. 

La ceja de Penny dibujó un arco perfectamente delineado con una expresión divertida cuando la señorita Mercier se dirigió directamente a ella. Abrió la boca para responder, pero otros intervinieron y el señor Cavanough se dispuso a hacer su croquis. Antes de que le diese tiempo a decir nada, la doncella estaba interpelándola de nuevo y de malos modos, así que Penny se giró hacia ella y contemplándola tamborileó de nuevo sobre la mesa. 

- Me pregunto, señorita Mercier, por qué se ha puesto tan nerviosa de repente. Veamos, se siente muy importante porque cree que ha descubierto algo... ¿O tiene la necesidad de echar balones fuera? Primero se lanzó al cuello del señor Cavanough, ahora se lanza al mío. - Hizo una pequeña pausa, antes de enumerar.

- Anoche había mucha gente levantada. - Repitió. - Yo ya he contado alrededor de diez en lo que llevamos de conversación. Y probablemente habría más de la que se ha dicho aquí ahora, pues a la señorita Stolness nadie ha dicho verla, pero es evidente que también se levantó. También había mucha gente cuchicheando en la cena y quedando para después. Ahora, ¿quiere saber por qué quería ver a la señora Bennett? Lo cierto es que no creo que sea de su incumbencia, pero tampoco creo que pase nada porque se lo explique. - Los ojos de Penny buscaron a Prudence y le dedicó una pequeña mirada de disculpa antes de seguir hablando.

- La señora Bennett es una dama de buena educación y resulta que una vez aquí descubrimos que también era amiga de mi difunta madre. Me ha aceptado como su pupila. Lo cual supongo que para usted no significa mucho, pero si algo le pasara a la señora Bennett... Bueno, digamos que yo me enfadaría mucho y tal vez querría vengarla. Aún no había sucedido el asunto del gramófono. Quise reunirme con ella para hablar sobre los caballeros de la reunión, aunque luego surgió otro tema más interesante. - Se encogió de hombros y volvió a mirar a la mujer interpelada. - Lo siento por haberlo dicho, pero esta doncella parecía dispuesta a despellejarnos. Al menos ahora ya no tenemos que cuchichear. - Miró de nuevo a la doncella y ladeó la cabeza, estudiándola con curiosidad.

- Sin embargo, toda esa insistencia que muestra por repetir una y otra vez que usted no salió de su cuarto y que eso la hace inocente... Bueno, si necesita repetirlo con tanto énfasis me pregunto si trata de convencernos a nosotros o a usted misma. Y me pregunto si usted también piensa contarnos sus secretitos o va a limitarse a exigir conocer los nuestros.

Sin esperar respuesta se giró entonces hacia el mapa del señor Cavanough y señaló una habitación. - Mi parte no está completa. Antes de ir a la biblioteca estuve en la habitación de Wesley. Aquí. Al señor Dyle yo no lo vi en la biblioteca, ni en ningún sitio. - Dijo, respondiendo a su pregunta. - Pero podría haber llegado cuando yo ya me había ido.