-¡Señor Barrow! -exclama con sorpresa-.. Entonces era cierto que podía hablar con los muertos.. ¿Por qué no interactuó más con ellos? Quizás nos hubiesen ayudado -dijo, con pesar-.. No recuerdo nada, posiblemente me estrangularon antes de apalear a Yvette, porque sino, me hubiese despertado sin duda. ¿Qué comentan los vivos? ¿Hay sospechas? ¿Y no está Yvette aquí?

Durante un rato el doctor se abstrae de la conversación contemplando  la laguna y los que allí descansan, luego la llegada de la señora Morstan llama una vez mas su atención

-usted ¿asesinada? ¿que puede significar esto?-

Mesandose la barba contempla a la mujer y con poco interes al alma en pena que a el no le dijo nada, luego vuelve a mirar a Barrow como si recordara lo que pregunto

-¿nacionalidad?¿africa? ya vuelve ese gales a hacer el payaso con sus tonterías. Digale que ganará mas cerrando la boca-

Tras el inciso sigue obserbando a la señora Morstan mesandose la barba con frenesi

-es importante que nos aclare algo chere. Aquí el señor Predatore les vio a usted, Arbuthnot y la señora Dupont quedando la primera noche. Se encontraron en la biblioteca pero no pudieron hablar de lo que fuera que quisieran hablar debido a la presencia de Crowden, Predatore y yo mismo. Y no sabemos si la señorita Barrow formaba parte de su reunión o otra cosa. Aclarenos para que se cito esa primera noche-

Luego añade para Barrow -¿hay una figura de negrito rota por la señora Morstan?¿y un poema?-

Evento Diurno en la Laguna

En esta hermosa laguna hay poco más que hacer que contar las horas que pasan, aunque sin reloj que funcione incluso eso es difícil. Pero al ritmo que más almas moran en este lugar, un cosquilleo de ultratumba se hace cada vez más presente. Se diría que este lugar está cargado de energía de algún tipo y, con cada nueva alma que se aloja en él, esa energía aumenta.

Hasta hoy, los muertos no podían más que fiarse de lo que les pudiera transmitir el médium. Pero éste no es que esté mucho por la labor. Una cosa es estar muerto y cocerse eternamente en un caldero de aceite hirviendo sin consumirse, pero otra mucho peor es aburrirse.

Por ello, la energía se desata e impregna a las almas de nuevas capacidades que antes sólo soñaban.

Cuando caiga la noche y una nueva alma entre para morar entre los habitantes de la laguna, seréis capaces de aprovechar la perturbación ectoplasmática para volver a la Mansión. Allí vagaréis a vuestro antojo* y espiaréis a los huéspedes en sus cuitas nocturnas.

Alfred se encuentra tranquilamente escuchando al resto de sus fantasmales acompañantes, una de las ventajas de la situación en la que esta ahora es que se acabo el fingir y mantener las apariencia y además se acabaron las preocupaciones que hacia tanto tiempo arrastraba pero claro ahora ese lugar lo ocupaba la preocupación de no saber que estaba pasando en aquella mansión.

No sabe cuando comenzó exactamente pero Alfred se da cuenta de que parece como si una parte del sitio en el que están se empezara a difuminar poco a poco, primero los colores se van apagando, luego se convierten en el más oscuro color negro que nadie pueda imaginar y por último al final de aquel extraño "agujero" recién creado puede ver la mansión.

Aunque sabe que ya no pertenece a ese sitio Alfred siente verdadera curiosidad por saber que esta pasando en su ausencia y ahora en la de Morstan, por un momento se imagina aquel enorme lugar siendo escenario de todo tipo de vandalismo por parte de unas personas cada vez más desesperadas al sentir que se acerca su hora, aquella idea logra estremecerle un poco. También le gustaría ver a Yvette y ver como le van las cosas -Es la única empleada del servicio que queda...y teniendo en cuenta las circunstancias no le auguro mucho futuro- Por último desearía ver al señor Cray con quien compartió habitación su última noche en la vida terrenal.

Wesley se encoge de hombros ante Morstan. - Del mismo modo que usted, no recuerdan sus últimos momentos... Sin pretender quitarles mérito ni importancia. - Aclara mirando al resto de difuntos. Niega al Doctor, tras reír por el comentario sobre Cavanough. - La verdad, sí... Pero, no, no ha aparecido poema o negrito roto alguno. ¿Algo que decir, Eleanor?

Durante un buen rato, imposible de calibrar en minutos u horas, el señor Predatore estuvo inmóvil mirando como flotaba desde que se perdió en la laguna el cuerpo inerte y bello de su amada.

Hasta que una nueva alma “enviada”, pues no diremos “extraviada”, “inocente” o “en pena”, apareció entre ellos.

-Ja, ja, ja. Entiendo que esté perpleja, sorprendida, pues solía ser usted una de los que buscaba matarnos. Bene, conmigo no lo consiguieron si bien lo intentaron y otro terminó su labor. ¿Cierto? Supongo que no será facile estar al otro lado de la ecuación.- Se giró momentáneamente para dedicar a la mujer una mirada y una sonrisa divertida.

A diferencia de lo que pretendía aparentar aquél ser incorpóreo que paseaba por ambos mundos, Fausto no tenía muchos miramientos pues la criada que había venido a sumarse a aquella reunión, no tenía nada de “cervatillo”, más bien de leona, o mejor dicho, de hiena. El italiano reconocía un depredador o un carroñero a kilómetros así que tenía una clara convicción de que no erraba.

-Bienvenida, passare, passare. En este lugar meraviglioso que nos han procurado ustedes antes de tiempo. Verá que hay espacio para todos, si bien no es tan confortable como la mansión, no le faltará de nada, puesto que nada necesitará. Ja, ja, ja, ja.- Rió exageradamente como todo lo que hacía siendo producto de su tierra. -La veo mucho más… habladora y participativa, de mejor conversazione que en la biblioteca, la noche que… ¿los interrumpimos?- Propinó una mirada cargada de intenciones y larga. -¡Eso, eso! ¡Divina grazia! Haga lo que propone nuestro amigo el doctor. Cuéntenos. Igual pueda usted trazar alguna mentira que podamos incluso creernos.- Impertinente e impertérrito, volvió a reírse.

-En cuanto nuestro queridísimo amigo, el señor… ¿Barrow?… sí que interactuó. O qualcosa parecida. Nosotros le damos información, él escucha la que quiere, comunica menos aún y no nos devuelve prácticamente niente. Pero esté usted tranquila, que la señalé como culpable desde que me preguntaron quién me mató. No sufra por ello. Como dice nuestro buen doctor. No me guardé en ningún momento que usted tramaba perfidias en nuestra cuesta. Por suerte, alguien más listo parece que se percató y la mató.- Se giró un poco más para ver el doctor Champlain a quién le guiñó el ojo. -Yo le diré que significa mi buen doctor. Qué alguien finalmente ha empezado a actuar en la buena dirección. Espero que descubra mucho y sepa mantenerla pues me da que no todos buscan nuestra perdición. Y, sea quién sea, ya era hora que empezase a ir a por las personas y obiettivis correctos.

Tornó otra vez su atención a la chica de ojos saltones y pelo panocha. -La han asesinado.- Repitió alegremente por si seguía sin dar crédito. -¡Justicia bíblica! Parola di Dio. Ojo por ojo, lástima que no he podido ser yo, ni influir en ello.

Dejó unos instantes en que de haber podido los habría dedicado a saborear una larga calada.

-¿Sabe qué creo?- Era pura retórica se lo iba a decir igual tanto si le preguntaba como si no, como si tuviese apego y le gustase oír su voz. –Que es curioso que le recrimine al señor Barrow el que no haya podido salvarse con nuestra información pero que no tenga preguntas para nosotros. ¿No le parece extraño? En cambio… sí que se muestra sorprendida con que esa tal Yvette siga viva. ¿Fueron a por ella? ¿Encubiertos por la oscuridad de la noche? Venga, sea buena, redímase un poco y confiésanoslo. ¡Estamos tan faltos de historias…! Ja, ja, ja. Prometemos no contárselo a nadie. ¿Verdad?

-Perdone que le diga, Predatore, pero Yvette era mi compañera de habitación. Estando dormidas, nos atacaron a las dos, y la creí muerta, sí, pues los asesinos no suelen fallar, como por desgracia han comprobado algunos de ustedes y yo misma.  Lo que usted piense me trae sin cuidado, pues la muerte ya me ha alcanzado. Respecto a lo que el buen doctor pregunta, a la biblioteca yo acudí, pero no participé en reunión alguna, el tiempo terminó sin que yo hubiera dicho una palabra. Allí se hablaron cosas de las que los presentes han sabido lo mismo que yo. Del mismo modo, también puedo yo preguntarles qué hacían allí ustedes, que hablaron mucho más que yo.

Hizo una pausa.

-Señor Barrow, intermediario entre los vivos y los muertos, ¿no nos puede usted contar qué está sucediendo allí? Diría que si tiene tan poderoso don, habrá que sacar partido de él, y debería usted informarnos, y del mismo modo, hablar de nuestra parte con los vivos.. Además, recuerdo haber visto al reverendo haciéndole gestos a usted, mientras las enfermeras y el doctor reconocían el cadaver de Frederick en la playa. ¿Para qué iban a reunirse, ustedes? Que mucho hablan ustedes de la biblioteca, pero aquí hay más gente que queda y tiene secretos.

Aún recién llegada al mundo de los muertos, Eleanor echaba ya de menos el de los vivos. La oportunidad se le brindaba de poder volver a recorrer los pasillos y estancias de la casa donde la mataron. 

La tentación era grande, y Eleanor no la desaprovecharía. Iría a la biblioteca. Todo el mundo le echaba en cara haber estado en una reunión en ella, aunque el destino quiso que no participase más que con su presencia. Ahora esperaba asistir de nuevo allí a otra, si la suerte la acompañaba en su viaje astral por los pasillos de tan funesta mansión.

-Hay MÁS gente que queda y tiene secretos.- Parafraseó remarcando el más. -Con eso reconoce que quedó. ¿No es así? Puede negarlo cuanto quiera, al menos no nos aburrimos tanto, que por bello que sea el paisaje al final lo terminas aprendiendo. Ja, ja, ja.

-Muy cierto es que hablamos allí mientras usted estaba más muda que un pez muerto, pero además de muda no creo que sea sorda, así que sabrá muy bien lo que hablamos: de citas fantasmas con caballeros que no aparecieron, de libros, de insomnio y de si todo era un plan orquestrado para chantajearnos o eliminarnos. Como ha dicho sabemos lo mismo que usted, pero lo que no sabemos (bueno, de hecho sí) es qué hacía usted ahí.- Le guinó un ojo antes de volver la vista a la laguna. -¿Estamos?

-Y por supuesto que perdonada está, nuestra querida Morstan. Pero no me la creo, y adenás añadiré que opino que más de uno tampoco. ¿Realmente le cuento que hacía yo allí? Insista le invito. Como quiera, pero le advierto que la dejará en muy mala posición, y dado que aquí todos lo sabemos qué hacía allí puesto que lo he repetido mil veces no me importa repetirlo mil una.

La respuesta de Morstan no hace mas que incomodar al doctor Champlain que deja que sea Fausto quien lleve la conversación, siempre tuvo un caracter mucho mas decidido y seguro de si mismo

-lo cierto señorita es que no ha respondido a mi pregunta. Ya se lo que dijo, al menos en mi presencia que fue buena parte de la noche. Le he preguntado porque fue a la biblioteca y porque quedo disimuladamente con  Arbuthnot y la Dupont. Respecto a la cita anoche del señor Barrow con el cura, estuvieron hablando con usted y el cura le pregunto a Barrow nuestra opinión sobre usted. Poco mas sabemos ya que el medium es experto en escatimar información-

Tras esto cruza las manos a su espalda y observa las aguas de la laguna, su profundidad parece insondable y le atrae de una manera inexplicable

-ya repeti que habían varias personas actuando por las noches. Crowden fue asesinado por una tercera persona. Fausto fue atacado en varias ocasiones, puede que hasta tres. Le dispararon, golpearon y estrangularon. Como el dice bien bien podría ser que usted sea una asesina cazada, y que su objetivo fuera Yvette milagrosamente salvada. Cosa que cuadra exactamente con lo que me temía, Yvette sabe algo-

Mea culpa que no he explicado aún a las últimas almas llegadas a este impío lugar como se realiza la votación de los muertos. Ahí va:

Durante el día, hacedme saber vuestro voto contra uno de los vivos en un mensaje como Sólo al Director. Al final del día, antes del recuento de las votaciones de los vivos, haré el recuento de las votaciones secretas de los muertos y el vivo que gane la votación se llevará de regalo el voto de las Almas en Pena. Si hay empate a la cabeza de las votaciones, se decidirá a suertes entre los empatados.

El Médium no está enterado del tema votaciones, así que se ruega discreción al respecto.

He modificado el último mensaje del Dr. para adecuarlo a estas normas. Perdón por el lío. ^__^

-La reunión de la biblioteca parece que me va a acompañar toda la.. -Eleanor paró la frase antes de terminarla como había pensado, con la palaba "vida", cosa ridícula en estas circunstancias-.. eternidad. Estoy muerta, he sido asesinada. Como he dicho antes, allá ustedes lo que crean o no, ahora no importa. Respecto al medium que escatima información, ya lo veo, pues podríamos estar debatiendo del presente en vez de sobre el pasado. Y hay más muertos aquí que tampoco se han pronunciado, al menos desde que estoy aquí yo. Lo de que había varios asesinos se dijo desde el principio. Y también seguimos sin saber nada de los anfitriones. No sé si saben que aparecieron unos cuadros con el poema de los negritos en cada cuarto, y nadie sabe quién los puso allí. Éso también hay que averiguarlo..

- Seguro que usted lo haría mucho mejor. Sigue sin haberse roto una estatua de negrito, por cierto. - Le dice severo a la recientemente fallecida. - Ha ocurrido algo extraño. Hemos registrado la habitación de Everett Schuls y encontramos una carta dirigida a la señora Owen, en la que confesaba divertirse con este juego. - Niega con la cabeza. - Sin embargo, esa no es su letra. Estamos casi seguros.

Deja reposar esa noticia y continúa. - Yvette asegura poder encontrar intenciones ocultas en nosotros, los invitados. Si es que las tenemos. Ahora se encuentra discutiendo con Everett. Ambos quieren probar su inocencia. No está claro, la verdad. La señorita Miles dice poder ver por las noches quien es o no es un negrito. Me ha dicho que él no lo es. Lo más probable es que sea escogido como culpable.

-Gracias por la información, señor Barrow. Es muy útil, y ciertamente nos da pistas de lo que ocurre entre los vivos. Los repentinos dones de Yvette y la señorita Miles resultan más que sospechosos, tal vez sea una argucia para culpar o exculpar a quien ellas consideren oportuno.. Me resulta sospechoso. Lo de la carta del señor Schuls.. si no es su letra, y no dudo que se hayan cerciorado de ello, querrán inculparlo, sin duda. O tal vez fueron los propios Owen quienes están detrás de los cuadros con rimas, los negritos, y a lo mejor la misma carta en el cuarto de Schuls. ¿Qué piensan ustedes? -dice Eleanor a las almas presentes, poniéndose cómoda y sacándose la cofia de criada. Ya no hay rangos, y de todos modos, era un trabajo eventual.. Ahora ya inútil-. Ahora que estamos muertos, sin duda pienso tomarme las cosas con mucho más relax.. ¿Qué suelen hacer por aquí ustedes? Mientras no se nos una más gente.. ¿Tomamos una copa de buen vino del más allá? ¿Jugamos una partida de pinacle? 

El doctor desecha las sospechas de Morstan con un gesto desdeñoso de la mano

-Ya hace tiempo sospechaba del don de Yvette. Fue sabia ocultandolo, pero ahora que evidentemente se ha iniciado una campaña contra ella ha de esgrimir todas sus cartas. Y que la señora Miles diga tener otro poder cuando, según creo, nadie la señalaba, me parece creible y un valiente apoyo a Yvette. Sabio o no ya no lo se-

Deja a su espalda la laguna con paso lento

-sobre que hacemos aquí, hablar entre nosotros es la única respuesta. Aquí no hay diversiones ni fiesta. Y aunque algunos siguen participando poco de la conversación la mayoría simplemente ya no puede hacerlo- tras decir esto señala la laguna donde Agape y Van Baach flotan inertes*-

En la Laguna, a un palmo bajo la superficie del agua, flotan inertes los espectros de Ágape Stolness, Frederick Von Baach y Martin Crowden. Los tres con un gesto de paz en sus caras, que reposan como si fueran presos de un sueño placentero.