Volví frustrado, cualquier cosa que me viera a los ojos sentiría culpa e incomodidad por lo que prefirieron ignorarme, pero fijé mi mirada en Apolo, aquel que decía ser el dios de la luz, aquel que me enseño a no mentir, el ser que guió todos mis pasos para ser quien soy ahora.

Después con mas ira miré a Perséfone y pensé es Hestia. -Quiero que me juren con la mano en el corazón que Afrodita es inocente.- Tire mi vara contra una estaca gruesa que había en la prisión rompiéndola y me quedé mirando fijamente al señor de la luz.

Las primeras palabras de Asclepio desde que volvió al Inframundo sorprendieron a Hebe, no iban dirigidas a ella pero como desde que había utilizado su don había dejado atrás la prudencia y la contención, no dudó en responder.

-Con la mano en el corazón te digo que lo ignoro. Sólo sé de mi inocencia, de la de mi madre y de la de Ares y Hefesto. Si Afrodita puede proteger desde aquí no es imperativo que vuelva ¿no?

Hizo la última pregunta dirigiéndose a la diosa del amor, un brillo pícaro se veía en los ojos de la joven, el inframundo sin Dita no sería lo mismo.

En vista de que Eris no aparecía y ya no quedaba tiempo para esperar a que el dios de la muerte se decidiera, Hebe cogió aire y expuso lo que pasaba.

-He recibido una visita sorpresa y puedo hacer servir un poder ajeno a mí. En vista de lo que ha pasado, o más bien de lo que no, como ya dije he decidido que Thanatos sea traído aquí. 

Al escuchar a Hebe, se sorprendió por haberse apresurado - Thanatos sólo podía enviar a alguien acá al final del día, pero creo que ya no podremos averiguarlo. Y creo que debes saber que Heracles ha ido a parar a los océanos -.

Miró al dios de la muerte y con enojo e ira, le dijo - Bienvenido, Thanatos. Me alegra que Hebe te haya traído, ya que estás pagando por lo que le hiciste a mi madre - apretaba los puños fuertemente y acarició la cabeza de su fiel can para calmarse.

- Hermes ha regresado, aunque desconocemos cómo aún. Ares propuso que Artémis arrojará una de sus flechas a Hestia para ver si es inocente porque Artémis cree que Eris dice la verdad al decir que un con jurado la ha poseído para obligarla a confesar algo erróneo. Si le dispara a Hestia y Hestia confiesa su traición, Eris es inocente. Si es el caso contrario, es culpable -.

Ante la petición de Asclepio, Perséfone le mira extrañada - ¿Por qué es tan importante? Si quieres creer en su inocencia, hazlo. Si no, háblale. Al fin y al cabo, está aquí contigo -.

-Al final aquí estoy.. No puedo decir que me sorprenda. Saludos a todo el mundo

Veía la frustración y el dolor en los ojos de Asclepio, más entendía que la pregunta de su inocencia no era para creerla a ella sino a los dardos que parecían apuntar a su padre. Sabía que cualquier cosa que dijera la voluptuosa diosa caería sobre suelo mojado y prefirió mantenerse callada sobre este punto, dejar que el resto hablara y sacara sus propias conclusiones pues ahora mismo su opinión de si era inocente o no poco valdría.

Miró a Hebe ante su respuesta. Era comprensible, ahora todos dudaban hasta de su propia sombra pero sonrió con ternura a la joven diosa.

- ¿Quiero volver al Olimpo? Por supuesto, me gustaría volver a ver a Ares y recuperar el tiempo perdido. Ya me entendéis.- Guiñó un ojo pícaro antes de seguir respondiendo.- ¿Pero es necesario que vuelva? No. Puedo proteger desde aquí, sólo necesito información, pero tal y como comenté antes es muy limitado. Dependo de vosotras dos para saber qué ocurre y estar completamente segura de que hago lo correcto, por eso preferiría ver y escuchar por mí misma en vez de depender de terceros.- Esta vez se dirigió a las mensajeras, Perséfone y Hestia.- Bastante trabajo tenéis las dos. Gracias.

Las nuevas noticias llegaron pronto, antes incluso de lo esperado. Thanatos había hecho acto de presencia tal cual habían anunciado, Hermes, quien apenas se proclamó, volvió al Olimpo y Heracles se confirmaba inocente al viajar a los océanos.

- Bienvenido Thanatos. Parece que has causado una verdadera caza de brujas.- Como era habitual en ella, se acercó al dios para saludarlo con un leve beso en la mejilla.

La llegada de Thanatos no sorprendió a la joven diosa, pero las palabras de Perséfone sí. Abrió la boca y la volvió a cerrar sin que saliese de ella ningún sonido, el descenso a los Océanos de su esposo Heracles la dejó en shock por un tiempo, la mirada perdida en un punto indefinido del suelo a sus pies y los hombros hundidos. Primero su madre y ahora su marido, su corazón casi dejó de latir por el dolor.

Con las palabras de Afrodita pareció reponerse y volver al presente, su rostro se endureció, la mandíbula se le tensó y sus esbeltas manos se apretaron en puños. El suelo debajo de Hebe se agrietó, la piedra en un paso a su alrededor se descompuso en polvo y sus pies quedaron enterrados entre los deshechos. Apenas había transcurrido un instante y parecía que en esa zona la roca había pasado por mil años de erosión. 

Sin una mirada al efecto que sus sentimientos habían tenido en el espacio que dejaba atrás, la diosa de la juventud avanzó varios pasos para acercarse al nuevo "invitado".

-¿Nada más que decir Thanatos? Sólo que no te sorprende, pero ninguna referencia al porqué, ni quién te ha acusado, ni de qué, ni lo equivocados que están todos al votarte... Al menos Asclepio pretende hacer algo por otro.

Hestia apareció nuevamente ante los allí presentes y comunicó lo que acontecía en el Olimpo.

- Hola de nuevo, traigo nuevas noticias. En el Olimpo Artemis me disparó una flecha confirmando mi lealtad a Padre, se que no tenéis por qué creerme pero espero que Perséfone reafirme mis palabras o si alguien tiene la opción de comprobarlo que lo haga. Eris y Eros son las opciones que se barajan para ser enviados como probables conjurados. Eris se mantiene firme en que es leal y que su confesión fue producto de una habilidad de los conjurados que la forzó a mentir sobre su naturaleza. ¿Alguien de los aquí presentes puede afirmar ser el que ha usado una habilidad que declarase cual es su naturaleza?

- Afrodita, me pediste consejo para saber a quién proteger... Yo protegería a Artemis, creo que tiene más flechas para comprobar la lealtad o enviar a un conjurado. Es probable que la tomen como objetivo pero lo dejo a tu menester protegerla o no. He dado mi opinión porque me la pediste y al haberme disparado y comprobado mi lealtad, le creo.

- Por otro lado, nuestro buen Hefesto ha regresado al Olimpo tras copiar la habilidad de Selene. Afirma poder copiar hoy mismo otra habilidad usando su esfera.

Después de esto, Hestia volvió a desaparecer, no sin antes decirles que podían seguir hablando y preguntándole que ella siempre estaba atenta y dispuesta a responder y ayudar.

La aparición de Hestia con las noticias hizo que la atención de la diosa cayera de forma inmediata en ella.

- Espera, ¿Eros? – El único hijo que le quedaba todavía en el Olimpo parecía haber suscitado sospechas suficientes como para colocarse en cabeza de las votaciones. Alarmada y extrañada, se acercó a la llama donde Hestia había hecho acto de presencia para pedir más información.- Creía que la confesión de Eris era fruto de una habilidad, como la que hicieron con Ares el primer día, pero ¿qué tiene que ver Eros en todo esto? – Había algo que no le estaban contando. Himeneo tenía grandes posibilidades de ser conjurado, ¿pero ambos? No podía creer que sus dos retoños conspiraran contra Zeus. Demasiada coincidencia.

Después vino el consejo hacia Artemis, haciendo que sus dudas cada vez fueran in crecendo al preguntarse cuántas flechas tendría realmente la cazadora. Miró a Apolo, el mellizo, quien parecía ajeno a todo lo que ocurría desde que le incentivaron a disparar a Asclepio. Por último la vuelta de Hefesto, aunque pasó de largo, fue una alegría para la diosa, sin embargo la preocupación por Eros seguía latente. No sabía a quién proteger.

- Es cierto, han disparado a Hestia. Lo que ha sucedido es eso, pero Artémis ha insinuado no tener más flechas. Creo que quien sería mejor candidato a ser protegido es Hefesto, ya que copiará una habilidad pronto y su estadía en el Olimpo puede ser problemática para los conjurados -.

- Todos creímos que su confesión era igual, pero nadie se ha atribuido la confesión de ella como leal, así que creemos que ha sido la habilidad de un conjurado - paso seguido, acarició a Cancerbero en la cabeza.

- Con respecto a proteger, elijas a quien elijas, será buena opción. Son muy pocos los números de leales que quedan y se contempla la posibilidad de que un conjurado haya burlado el poder de los leales para ser descubierto, además de los leales desleales -.

La diosa del Inframundo alzó la voz para intervenir después de un largo día - Hefesto dice haber copiado el poder de Hebe para atacar con este a Thanatos, pero al ver que no había caído,se puede inferir que es un conjurado. Él dijo que creía que era un cruce de su habilidad junto con la de Atenea de proteger, pero al descubrirse que Atenea era conjurada, era solo eso - dijo tranquilamente.

- Además, parece que no puede copiar la habilidad de Selene porque es demasiado poder para él. Eros parece ser el más opcionado, ya que Eris ha demostrado fehacientemente su inocencia. Pidió ser disparada con la flecha de Artémis, pero eligieron que fuera Hestia el blanco de la flecha -.

Al ver que el dios de la muerte no respondía y que había noticias del Olimpo, Hebe prestó oídos a las nuevas sin dejar de mirar a Thanatos. Parecía que podían tachar a Hestia de la lista de posibles conjurados y quizás también a Eris y Artemis, y Hefesto estaba que se salía con sus trucos. 

-Esperemos que encuentren a quien quede de los conjurados pronto y acabe todo esto. Gracias por las buenas nuevas Perséfone y Hestia ¿Selene no va a hacer uso de su don con nadie más? 

Se acercó entonces a la diosa del amor, que estaba viendo como sus dos hijos parecían culpables y apretó su brazo con afecto.

-Afrodita, yo protegería a Hefesto, su don es más efectivo en el Olimpo que el de cualquier otro que sepamos.

- Selene puede usarlo cada cuatro días. Por tanto, habrá que esperar - y Perséfone miró a su madre.

- ¿Has sido tú, madre? ¿Es por ti que Eris está aquí? -.

Miró a los recién llegados, especialmente a dos de ellas con tristeza - Si bien sé que no es una situación muy grata, bienvenidas al Inframundo. Me alegra que Artemis haya podido traerse a Eros, quien debió ser el traído aquí en primer lugar - miró al arquero con algo de recelo.

- ¿Sabe alguien qué ha sucedido con la llama? -.

-¿Eso significa que eres tu una traidora Persefone? Pues he dicho mil veces que no soy un traidor como algunos de vosotros. No entiendo porque la llama no me sacó a mi, pero está claro que sean los leales que quedan arriba, están condenados gracias a vosotros... Si tan solo hubierais abierto los ojos - Miré a Artemis quien aún seguía dudando si reconocerla como leal o traidora.

-Madre... lo siento, ha sido culpa mia que acabeis en el tartaro

Ártemis recorre el lugar hasta la celda con el fuego ardiendo en la mirada. Casi parecía que reflejara las llamas que les rodeara.
-Gracias, Perséfone, pero era de esperar.

Tras contestar a las palabras de la diosa, se vuelve en dirección a Eros y Apolo
-¡Eh! ¡Vosotros, arqueritos! Sé que una flecha me ha traído aquí, no podéis engañarme. Está claro que habéis tenido que ser uno de vosotros... Y sospecho especialmente de ti, hermanito, te juro que te mato.

Dita estaba sentaba esperando a que llegara el nuevo arrojado democráticamente con las piernas cruzadas y jugando con un mechón de cabello mientras Caronte hacia su trabajo. Vio la barca acercarse a lo lejos y no se levantó, por primera vez no tenía intención de saludar a quien hubiera dentro porque sabía quién era pero, para su sorpresa, no iba sola.

Extrañada por el cúmulo de dioses, vio a Eris acompañada por Artemis y Eros, levantándose esta vez para acercarse a su hijo y acariciar su mejilla.

- Tú no deberías de estar aquí.- Escuchó a Perséfone y entendió que de alguna forma la cazadora se había llevado un acompañante con ella, respirando hondo.- Yo traje a Eris aquí.- Cuando confesaba miró a la pequeña diosa, intentando descifrar sus pensamientos más allá de la máscara que solía aparentar.- No sé qué habrá pasado arriba, pero el hecho de confesar que eres una conjurada y poco después convencer al resto para que votaran a Eros es algo que no podía tolerar. Eres una diosa lista, más de lo que la mayoría cree.- Le dio un sutil beso en la frente a Eros antes de saludar a Artemis con una sonrisa.- Me alegra verte, aunque sea en estas circunstancias.

Eris entró en el inframundo sin que eso le supusiera una gran sorpresa. Contra todo, se esperaba algo así. Lo que no se esperaba del todo era que fuese obra de una inocente, aunque luego recordó algo y se hechó a reir.

Cariño, si he convencido a 10 dioses (bueno, a 6) de mi inocencia desde un punto de inicio en el que todos desconfiaban es por algo. Concretamente por el hecho de que soy inocente. Pero oye, ahora da un poco igual, así que ¿hay dónde ponerse cómoda?

Entró en el inframundo y buscó un lugar donde sentarse.

Perséfone, Hestia, me gustaría que valoraseis compartir allí arriba lo siguiente: Afrodita está unida a Apolo. Sospechábamos (casi sabíamos) que Apolo era conjurado pero quedaba una pequeña duda con Himeneo. Hoy ya no hay duda alguna. Afrodita me ha traído aquí y ella misma así lo ha admitido y Apolo ha traído a Artemis con una de sus famosas flechas. En cuanto a la información que esperaba el día de hoy, por desgracia, traerme aquí rompe mi habilidad, así que éste ha sido un amanecer en blanco. Vosotras sabréis si confiar o no en mi y si queréis o no compartir estas suposiciones allí arriba. El hecho de que Eros y yo estemos aquí y no haya acabado todo esto debería ser prueba suficiente de que alguien más ha cambiado de bando y curiosamente ayer se confirmó la inocencia de dos personas: Hestia y Perséfone. Las dos que me escucháis. Vosotras dos sois las únicas que no pueden ser conjuradas de quienes estáis allí arriba porque vuestra inocencia fue confirmada por poderes de terceros el último día. A partir de ahí, cuanto más tiempo haga que sepamos la inocencia de alguien, más sospechoso es.

Por cierto, Afrodita. No te guardo rencor, ha sido muy divertido, así que, ahora que estamos las dos aquí, ¿me puedes poner al día en qué hacéis por aquí para divertiros?

Hebe, que conste que a ti tampoco te guardo ningún rencor. Sé que no crees en mi (o eso me han dicho) pero yo si sé de tu valía y por eso intenté que Selene te eligiera para volver allí arriba. Por desgracia al final se decidió por Hermes. Una apuesta que ha demostrado ser totalmente inútil. No ha hecho nada ni aportado nada. Tú eres infinitamente más valiosa.