Partida Rol por web

Megan observa el encuentro entre Seele y la niña de la muñeca con algo de satisfacción. Por fin Seele mostraba su verdadero rostro. Ver su apariencia le daba a entender que había algo que cambiaba en su interior.

Cuando se acerca a Nil y le llama Jared y habla a Azhariel, Megan comienza a pensar que pudo haber estado la vez anterior. Con la reacción de todos, confirma sus sospechas. Realmente era así.

Muchos parecían no poder respetar ese momento. Era algo molesto, así que pide en tono quedo - ¿Podrían por favor respetar este momento dejando de pelear? - mira a Gabriel algo molesta. Esto sólo ocasionaría más peleas entre ellos

Cuando todo comenzó a precipitarse Eko se quedó completamente paralizado. Observaba con los ojos bien abiertos la situación, asustado, y sus manos se crispaban cuando el trágico desenlace se acercaba. Vio cómo el acero atravesaba el pecho de la mujer y aún estando sentado sus músculos se tensaron. Esperaba que al menos ella llegase a las votaciones, y tenía fuertes sentimientos enfrentados al respecto.

Permaneció unos instantes sólo observando, ligeramente conmocionado por la situación, y cuando los ojos de Zyllah se pararon en los suyos le mantuvo la mirada un instante, sin saber cómo sentirse. Luego se quedó callado, escuchando las reacciones de los demás, simplemente mirando al suelo. Levantó la vista una vez más, tan solo para verla desvanecerse en forma de humo, y su rostro se volvió una máscara de inexpresividad entonces.

Eko se quedó completamente quieto, con la mirada fija en el lugar donde un instante atrás estaba ella, como quien espera algo que no termina de suceder. Unos y otros hablaban, pero finalmente las palabras y la mirada de Gabriel le hicieron reaccionar.

- ¿Perdonarnos? - Preguntó, mascando cada sílaba, con el fuego ardiendo en su interior.  - Gabriel, o eres un capullo o no tienes ni idea de lo que hablas. - Le dijo con una mirada de completo odio. - No sé si te estás aferrando a lo que te da la gana o sólo tratando de librarte de los votos que iban a ir para ambos, pero no me importa: No vuelvas a decir algo así, o te juro que escucharás cosas que no quieres que se digan.

Se quedo mirando junto al resto la extraña reaccion de Seele y la muerte de una de las chiquitas. Cerro los ojos dejando de ver las acciones de los demas para consentrarse en las palabras de ellos.

Nada... responde y abre los ojos mirando a Liam. Esta muertes no cambian nada, seguimos encerrados y Gabriel morira en esta votacion a menos que los que iban a votar por Seele eligan a otro. termino de contestar.

La pregunta mas adecuada seria por quien iremos mas tarde, ahora que la pareja ha muerto. termino de decir antes de irse a sentar a un rincon, no participaria en la pelea que pasaria en unas horas de eso estaba seguro.

Ivhone se había sentado en el suelo y observaba con los ojos completamente abiertos a Marceline y a Nil. Ella no había querido creer lo de los tres legados. Pensó que eran cuentos y no quiso atender a aquellos que habían hablado de ello. Pero... Qué equivocada que había estado. Ahora que ambos se alzaban, la joven no podía apartar la mirada de ellos. Están cambiados, ya no son los mismos de antes... Pensó al escuchar a Marceline pidiendo un cigarrillo. Su forma de hablar, su forma de mirar... Todo parecía haber cambiado.

Se encontraba en ese estado de observación, cuando todo pareció precipitarse. Sintió que Shia se ponía nerviosa, así que apartó la mirada de Nil y, deslizándola por aquellas frías piedras, la clavó en Seele. Había decidido votarla aquella tarde. No le gustaba la forma que tenía de acusar a los demás como arma de defensa... La mujer fantasmal empezó a cambiar delante de ellos. Aquello había sido lo que había puesto nerviosa a Shia. - Pero... ¿Qué...? - En aquel momento, Seele se acercó al engendro de la muñeca y pareció poseerla. Ivhone sintió un escalofrío recorrer su espalda y una exclamación de sorpresa salió de sus labios cuando vio a aquella cosa rota y muerta... - ¡Lo ha conseguido! Esos monstruos pueden morir... - Pero entonces vio emerger una estaca de acero en el pecho de Seele. Una nueva exclamación rozó los labios de la joven mientras la veía convertirse en humo.

Todas las palabras que le había dicho, todas aquellas acusaciones, le removieron el estómago. No le había caído bien, pensaba que ocultaba cosas y no había estado del todo equivocada, aunque sí en sus motivos. Ivhone pestañeó repetidas veces... Se había quedado sin habla, sus labios resecos se mantenían cerrados, apretados con fuerza, mientras sus pupilas se afilaban sobre Gabriel. 

Él no la amaba...

Si en algún momento la lástima hubiera decidido rozar el corazón de Ivhone, ese momento pasó de largo, dejando una sensación fría en su interior.

-¿Pero qué estás diciendo, Syd? ¿Acaso la muerte de un inocente no cambia nada? ¿Es que no te preocupa que seamos cada vez menos para enfrentarnos a ese mal?

La insensibilidad para la muerte de más de uno me asombraba... Se notaba que ninguno había pasado por lo que yo, tan cerca de la muerte, viendo pasar mi vida ante mis ojos, sufriendo el más terrible dolor que cualquiera, humano o semidemonio, podía llegar a sentir... Esa sensación de, en plena agonía, cerrar los ojos y sentir cómo tu alma abandona tu cuerpo... Para volver segundos más tarde a respirar y sentirte que por poco estás viva de nuevo.

¿O es que realmente toda aquella muerte les convenía, para seguir haciéndose fuertes?

Con un suspiro, Eko dirige su mirada hacia Alice. La examina durante unos instantes, paladeando, antes de decir nada. Una sonrisa irónica se dibuja en su cara, y niega con la cabeza al hablar.

- Quizá estás aventurando demasiado al asegurar su inocencia. - Le dice, divertido. - Sobre todo tratándose de ti.

Miro a Alice y luego a Eko, sin una minima expresion en el rostro haciendo dificil para cualquiera meterse en su cabeza. Finalmente volvio con Alice. Me preocupa que los complices esten controlando la votacion y que ellos nos hayan movido contra Seele y Gabriel por razones tan frivolas como tocarse las manos o acariciarse entre ellos. Comento sin dejar de mirarla a los ojos.

Me parece que él que vuelve a los semidemonios de la muerte, no hara eso si la muerte es por votacion, volviendo a este el momento mas peligroso para todos nosotros ahora mismo. miro a Eko de nuevo por un segundo. Como ves algunos ya trabajan para que vuelvas a estar presente entre los acusados y al fin sufras la muerte que pudiste esquivar la primera noche. termino de decir antes de prender el cigarrillo que hacia tiempo balanciaba en su boca sin encenderlo.

Al escuchar las palabras de Syd Eko lo mira durante unos segundos, con desconcierto.

- Creo que me has malinterpretado. - Enuncia - No lo decía por ella, ni mucho menos.

- Seele era una traidora, eso os lo puedo garantizar. - Dijo, y antes de continuar posó sus ojos en Andrew, con la disculpa en la mirada, antes de volver a Syd - A eso me refería con que estaba aventurando demasiado al creer en su inocencia. Y he dicho que es aventurar demasiado, sobre todo tratándose de ella, porque Seele le hizo algo esta noche para que muriera al atardecer. Se levantó, como un fantasma, y trató de tomar el alma de Alice. No sé si tendrá efecto, teniendo en cuenta que ahora ha desaparecido, pero resulta curioso que precisamente ella la tome como una mártir.

Megan escucha con atención las palabras de Eko y no puede evitar abrir los ojos de par en par por la sorpresa. Al parecer, este joven lograba percatarse de cosas que los otros no podían entender.

La joven mira a su hermano de legado con atención y luego piensa en Seele. Era posible, pues ya habíamos visto los alcances de su habilidad, así que decide aventurarse a preguntarle a Eko - ¿Cómo estás tan seguro? Y aún más importante. ¿Cómo sabes esas cosas? - los ojos de Megan parecían tener una luz especial.

Tetsuo se puso de píe y se mordió el dedo pulgar, manteniendo silencio mientras todo lo referente a Seele sucedía. Observaba cauteloso, analizando la situación, hasta que todo termino. No se permitió apartar la vista de lo sucedido, tenía que ser fuerte, como ella.

Cuando el cuerpo de la mujer se desvaneció entre las sombras, Tetsuo camino hacia donde solo quedaba el cuerpo sin vida de la niña demonio. Desenvaino su katana, y sin mirar a nadie la clavó con fuerza en la cabeza de la muñeca que descansaba en el suelo. Alzó la mirada en busqueda de Juliette, y tras avanzar unos cuantos pasos hacía ella*, blandió nuevamente su afilada arma, dejando que la inercia empujara la cabeza del muñeco del demonio caído a sus pies. Sin despegar su mirada, fría y llena de rencor, pronunció en su idioma natal, con su voz llena de un tono amenazante.- Koeru ka?

Inspiro profundamente y un torrente de emociones me embarga intentando arrastrarme con él durante la batalla, siendo realmente tentada a combatir del lado de Selee, no obstante al final me reprimo y cierro los ojos. Y aunque todos hablan precipitadamente, decido esperar, incluso yo sé cuando debo de hacerlo y ceder un poco de silencio a quien ha sido capaz de al menos dañarlas.

-Fuese o no una asesina, su combate merece mi respeto.

Declaro en voz alta, aunque esas palabras podrían provocar que alguien me mirase mal, no es algo que me importe. Entonces alzo mi tez lentamente y me fijo en Tetsuo.

-He estado pensando... Cuando dije que te voté por que me pareció lo más acertado entre mis tres sospechosos... es curioso que por la noche matasen a Nil... quizá alguien me escuchó y quería mataros a los tres, o los traidores querían incriminarte dejándote como el único sospechoso. Si es lo primero... lamento haberte puesto en peligro. Creo que por ahora es mejor que guarde silencio.

Asiento lentamente con la cabeza afirmándome en mis propias palabras. Desde mi posición aprieto ligeramente las manos. Mi cuerpo me pide acción, pero decido estar en calma y esperar, tan sólo dedicándole una mirada larga a Yormund.

Mis pensamientos tropezaban unos con otros, mi ignorancia sobre todo esto me estaba pasando factura. No entendía nada, y mucho menos el porqué de todo esto.  Algunos seguían hablando de la paliducha, que por lo visto era conocida de Andrew y partícipe de lo que pasó la primera vez. Traidora o no ya poco importaba, ella no estaba, al menos yo no tenía ninguna razón para derramar alguna lágrima por ella, no la conocía, pero tenía mi admiración por morir de aquella forma.

- Ahora no sé que pensar de todo esto. Estoy bastante perdido la verdad. – Admití de forma contundente delante de todos. – No estoy seguro de nada, joder. – El tiempo se acababa para emitir una acusación y yo no tenía absolutamente nada en contra de nadie. – Creo que votaré al azar, así que a la persona que le toque que sepa que no tengo nada en contra de ella. Es que no sé a quien votar. – Algunos lo tenían bastante claro, en cambio yo no y eso me escamaba.

Me preguntaba que pasaría ahora, algunos estaban decididos, otros en cambio eran visiblemente ajenos a todo y de todos, yo me veía en el segundo grupo.

- Mierda, ¿quién me mandaría venir aquí?  - Maldije mi suerte y suspiré fastidiado. Estaba empezando a hartarme de todo esto, y lo peor de todo es que solo era el principio.

Era cierto, ahora creía que mis motivos para venir a estas tierras devastadas que fueron testigas de tanto sufrimiento, ya no eran importantes. Tenía que haberme quedado al margen, pero ahora ya era tarde para lamentarse, mi única opción, era sobrevivir, o al menos aguantar todo lo posible. ¿Estaría preparado? Sinceramente lo dudo.

-Yo me he disculpado por el mismo motivo que Vanna, creía que estaba corrupta, que era una traidora y tenía razón, por lo que dice Eko. Pero también es cierto que nos acaba de librar de uno de esas...-Miro alrededor por si Juliette anda cerca.- ...adorables ñiñitas. Respeto su determinación, eso es todo. Dicho esto, seguiré confiando en mis instintos.

Me encojo de hombros ante la mirada de Vanna. Entendiendo que no le gustaba esto de esperar tanto. Buscaba acción, como yo. Empiezo patear cristales y mandarlos a una esquina, tarde o temprano nos quedaríamos dormidos, y la idea de hacerlo sobre esos fragmentos no me gustaba.

- Eso es sencillo. - Respondió Eko a Megan, aún sentado en el suelo. A pesar de la seriedad de su rostro se encontraba tranquilo. - Me lo dijo ella. - Explicó, y entonces tomó aire para continuar, simplemente por evitar las preguntas posteriores.

- Estábamos ligados de una manera parecida a la que un día estuvieron Azhariel y Valfar. Ella estaba en mi cabeza, y yo en la suya.

 Escucho las palabras de Eko y le replico -así que estaban ligados Verona y tu, tal como estaban Valfar y Azhariel?... y aun así no hiciste nada por ayudarla? creo que entonces no era lo mismo... Valfar y Azhariel aún cuando supieran que eran traidores, se defendían a muerte-muevo la cabeza y me giro, miro mi brazo y mi nueva forma...

- Esto es increíble... la última vez era yo el que los traía de vuelta y cuando volvían, despertaban con todos los legados en ellos - miro mi maza y luego que Tetsuo se aparta del cuerpo de la niña muerta me acerco y le aplasto la cabeza con la maza - es mejor asegurarse...- miro hacia arriba y hablando con burla le hablo a la compañera de la niña muerta- Prepárate mocosa engreída... se viene tu turno; pero antes tenemos que encontrar a otro...- me rasco el mentón con una mano, mientras con la otra sostengo la maza firmemente.

Suspiro y me vuelvo a Eko nuevamente-Bueno, yo quiero saber y que me expliques, si eres tan amable EKo, porque tienen una especial fijación con Gabriel, aparte de su cercanía con Seele-Verona... puedes decirme?- termino mirando a Eko, esperando su respuesta. 

No le respondieron, pero si a uno de ellos que pregunto lo mismo. El payaso se cruzo de brazos molesto y en parte contrariado. Esperaba que no tuvieran que votar después del sacrificio de esa mujer.

No obstante las palabras de Eko le llamaron la atención y se giro hacia su amigo Andrew. Pues era uno de los que mas información podían tener.
-¿Es eso cierto? ¿Puede a ver una conexión así?-Pregunto ante la rápida respuesta de Nil.

¿No obstante también sabemos que los traidores hablan entre ellos?-Se toco el mentón pensativo, la posible relación de Eko y la mujer de humo podían ser de muchas maneras... y no todas buenas.

-Si ella era traidora, y os lo confeso, ¿A que bando perteneces tu entonces?-Estaba confuso demasiadas cosas nuevas.

Eko escuchó las palabras de Nil, y sólo pudo encogerse de hombros. - La diferencia es que ellos se tenían aprecio. - Respondió con un tono totalmente neutro. - La verdad es que no creí que fuese a pasarle nada cuando se lanzó a por el engendro. Como mucho tragaría arena, igual que yo. - Explica - Aunque de todas maneras, ¿de qué habría servido? Ambos habríamos caído dentro de unas horas.

- A mí la relación entre Gabriel y Verona siempre me la ha traído floja. Lo que ella hiciera con su vida era asunto suyo mientras no me pusiera en peligro. Sin embargo, él se comportaba como si hubiera un vínculo que no existía. Y ella se negaba a hacer nada que pudiese atentar contra él en ninguna circunstancia. ¿Por qué iba una traidora a defender a alguien?

Dicho esto escuchó las preguntas del chico que había arrancado el corazón a Zagam, pero ignoró las primeras.

- Al mismo que pertenecía al llegar aquí. No creo que me hayas visto defenderla nunca.

Niega con la cabeza al escuchar al Vanna, mientras da unos pasos hacía a ella. Vuelve a envainar lentamente su katana, sin despegar la mirada de ella, murmuro en su idioma natal.- Anata ga bakadearu... -

- Te contradices a ti misma. - Sonríe de lado, al hablar.- Primero que nada, no me preocupa tu voto en ro absoruto, cuarquiera que haya visto seriedad en ros motivos de tu voto  simpremente sería iguar de... tonta que tu.- Hizo una pequeña pausa, antes de continuar. - 

Mantiene la distancia de un par de metros con ella, con su cuerpo de costado, viéndose desafiante, preparado para luchar, como buen hijo de Grovehn.- Primero dices que me votas por "parecerme" a un asesino con una espada de fuego, repito, un "a-se-si-no", pero ahora dices que admiras a Seere por ser lo mismo.- Mantiene su mirada fija en ella, aún, unos instantes más.- Anata... Hangyaku no nioi o motte iru... Eso significa "Hueres a traición". - Lleva la mano derecha a la empuñadura de su arma, dejando en claro cuales serían sus intenciones para esta tarde.

-Cierto, eso seria condenarte, como están haciendo con Tempus.-contesto lo primero que le vino a la cabeza.

Luego la giro 45 grados y observo la actuación del japones con la mujer rubia.
-Me parece que hoy estamos muy dispersos...-Mas disperso estaba él que no sabia a quien creer, en estos momentos estaba confuso, mas de lo que cabria esperar y por si fuera poco sus tripas le rugían pidiendo algo de comer.

Escuchaba la conversación en silencio, mientras al mismo tiempo trataba de tomar una decisión sobre mi voto. Ordenaba en mi cabeza los detalles que había visto en cada uno, hacía repaso de todo lo sucedido y todas las reacciones. Sin embargo, escuchar que Seele realmente era una traidora de labios de Eko, me hizo prestar más atención a la conversación. Durante los momentos siguientes a su desaparición había pensado que me había equivocado con ella y sentía remordimientos por otorgarle mi voto. Pero al escuchar que no me había equivocado sentí alivio de alguna manera. 

- Era una asesina, iba a matarnos a todos. Valoro demasiado mi vida como para respetar eso. Admiro lo que ella fue en el pasado, pero no en lo que se convirtió en el presente. - Dije en voz baja, antes de fijarme en Yormund, asintiendo ante sus últimas palabras. - Y me alegro de que mi instinto no se equivocase.  

Sin embargo, eso me dejaba sin la principal sospechosa para mi voto y con poco tiempo para meditar sobre ello. Tras escuchar la historia de Eko, mis ojos se posaron en Gabriel, que había entrado en un extraño trance. No parecía que fuese a escucharme si me dirigía a él en estos momentos, así que lo dejé correr. Escuché las palabras de Tetsuo y presté entonces atención a su conversación con la barbie rubia, hija de melknhar. Yo también me había dado cuenta de lo que decía el oriental. Me interesaba escuchar la respuesta de Vanna.