Partida Rol por web

Encuentras un compendio de pruebas de años anteriores y notas que todos los exámenes son un tanto diferentes, pero guardan algunos puntos de similitud.

En cuanto a la materia que buscas, encuentras que todos los exámenes sin excepción incluyen las siguientes criaturas:

• Gnomos
• Hadas
• Doxys
• Unicornios
• Gryndillows
• Licántropos
• Vámpiros
• Demiguise
• Bogarts
• Elfos domésticos
• Quimeras (Sólo los exámenes más antiguos y eventualmente en algunos modernos)
• Dragones (Sólo los exámenes más antiguos y eventualmente en algunos modernos)

Tras el estudio de varios exámenes, termino cogiendo un trozo de pergamino y anoto todas las criaturas que acostumbran a aparecer, resultándome muy curioso que incluyan a algunas de las criaturas más propias de DCAO. En cualquier caso, dada esa estructura, parecía que de prepararme las diez primeras me bastaría para sacar una buena nota y únicamente de pretender sacar la nota máxima debería repasar las criaturas quíntuple equis que no hubieran salido últimamente. No parecía complicado, por lo que tras recoger todo y doblar el pergamino con la lista, opté por dejar la biblioteca.

Freddy se sentía atorado por la información que guardaba el libro y no había sido capaz de encontrar ningún hechizo que le ayudara. Iba a quedar como un memo cuando Hellen le preguntará y eso le sentaba fatal pero seguiría intentándolo hasta saber lo que era necesario.

Después de la clase de Herbología, Allison se dirigió de vuelta a los dormitorios de Hufflepuff para poder tomar los libros que tenía prestados de la Biblioteca, de vuelta con Irma Prince. Sabía que tenía que devolverlos cuanto antes según le había explicado la bibliotecaria el otro día. 

Siendo el libro que Madame Pomfrey estudiaba tan pesado, se dio cuenta que subir las escaleras con el iba a ser cansado, más aún si contaba con el esfuerzo que estuvo haciendo en el Invernadero para trasplantar la dichosa branquialga.

- Tal vez... Wingardium leviosa. Ajá, mil veces mejor. - se dijo mientras hacía levitar el pesado tomo, aunque tenía ambas manos cerca, vigilando que no se alejara del rumbo previsto. Tras unos pocos minutos, la pelirroja llegó a la Biblioteca del castillo, y sin demorarse más se acercó al mostrador. Dejando ambos libros sobre este.

- Buenos días señorita Prince, aquí le traigo los libros que saqué la otra vez. Me han servido mucho, no me extraña que Madame Pomfrey sepa tanto. - comentó alegre, sonriendo a la bibliotecaria.

Minutos después y ya que estaba por allí, decidió volver a buscar algo de información sobre los centauros, esta vez por su cuenta. ¿No podía ser tan difícil no? Características, forma de vida, costumbres... Lo básico, vaya.

Tal y como le había prometido a Ian, una vez acabada la clase de DCAO fui con él a la biblioteca para ayudarle con el trabajo de Bane, aunque esperaba que se tratara de Transformaciones, pues me resutaba extraño que me pidiera ayuda para aprender a pelear en mitad de la biblioteca.

- Tu dirás, ¿de qué es el trabajo?
¿trasmutación? ¿poliformismo?

Pregunto en voz baja para no molestar a nadie que ya estuviera estudiando.

Es sobre polimorfismo, por alguna razón tengo problemas para alterar la forma de los objetos, cada vez que quiero hacer un conejo me sale un ratón e incluso una vez hice un canguro. - comenta Ian mientras ríe con naturalidad.

Ya he consultado varios libros, pero no logro hacer el conejo.

No andaba tan desencaminado dado que ambos eran mamíferos bastante similares y, si solo era eso, seguramente podríamos arreglarlo aquella misma mañana.

- ¡Ssssh! - le chisto para que no se ría a pesar de que sonrío antes de hablar en un volumen muy bajo - Ambos tienen características similares, posiblemente tu fallo consista en un movimiento innecesario de la varita o que necesites concentrarte un poco más - le explico recordando la fórmula - Transformaciones requiere ser firme, tanto en los objetivos como movimientos y palabras. Pongamos de ejemplo el encantamiento levitador, el movimiento oscilante de la varita pede hacer que el objetivo ascienda más o menos rápido, pero en una transformación, ese pequeño efecto provoca que esta falle cono en tu caso creando ratones... voy a ver si lo encuentro.

Declaro y me levanto en busca de un libro de Transformaciones y otro de Encantamientos antes de regresar.

- Mira - le digo buscando un hechizo de cada asignatura - Los de encantamientos requieren movimientos fluidos, los de transformaciones precisos y contundentes.

Le muestro varios ejemplos de lo que decidía para que pudiera comprender cual podía ser su error, aunque también existía la posibilidad de que su propia forma de ser fuera el verdadero obstáculo a superar.

- McGonagall aseguraba que podía ser una de las asignaturas más complicadas dado que requiere una comprensión más científica de la magia, pues algo no puede ser a la vez una cosa y otra, de ahí que a muchos Ravenclaw se les de bien, pero yo opino que únicamente debes centrarte en lo que quieres e ignorar las posibles distracciones - le explico mi punto de vista - En tu caso, quizás deberías visualizar un conejo común marrón y no pensar en todas las especies de conejos. Eso te ayudará a concentrarte en algo concreto y ya sólo te faltará pulir el movimiento de la varita y la magia que emplees.

Termino mi exposición a la espera de si tenía alguna duda adicional o si prefería poner en práctica mis indicaciones.

Gracias, eres genial en esto. ¿Lo sabes cierto? - responde Ian sonriendo amenamente.

Me gustaría poner en práctica tu consejo. ¿Qué dices si después de clases nos reunimos en el jardín a ver qué tal me va con el hechizo? - propone Ian mientras se apresura a completar sus notas sobre el pergamino.

Si, era buena en transformaciones, pero por ser una cabezota con las cosas muy claras, seguro que de ahí venía mi talento para ella, aparte de que el hecho de ser una animaga seguro que sumaba al haber interiorizado un conocimiento más profundo sobre los efectos de una transformación. Aún así, me vi obligada a considerar con cuidado la propuesta de Ian.

Quedar después de las clases, como me pedía, suponía quedar al anochecer en los jardines, puesto que hoy teníamos el Club de Duelos y tenía que hablar con Hagrid, quién quizás hubiera concertado la cita con el centauro aquella misma noche, lo cual lo hacía inviable.

- ¡Buf! Hoy creo que imposible - exclamo dejando entrever cierto agobio - Mañana después de Cuidado mejor, porque luego necesito comenzar a estudiar para los TIMOs.

Parecía sonar a excusa, dado que aún nos quedaban años para dichos exámenes, pero la propuesta que le ofrecía a cambio era demasiado específica para sonar como que le daba con la puerta en las narices.

Ian se veía algo decepcionado, pero asintió sin rechistar.

Comprendo, entonces será mañana. - responde con tranquilidad. 

Creo que será mejor que vayamos a comer algo antes de que cierren el comedor, mira que luego hay clase en el club de duelos y no me gustaría practicar con el estómago vacío. - agrega un poco más animado, mientras se pone de pie y te ofrece su mano para ayudarte.

Acepto el ofrecimiento sin reparos para luego dirigirnos al comedor.

- ¿Sabes que aquí sólo se estudian las criaturas de calificación cuádruple equis y superior de forma teórica? - le pregunto mientras nos bajamos las escaleras - Hagrid me ofreció un intercambio para poder estudiarlas de verdad, pero necesito sacar un "Supera las expectativas" en mi TIMO de Cuidado. Es por eso que necesito comenzar a estudiar cuanto antes.

Le explico el por qué estaba tan interesada en comenzar a estudiar, quizás así entendiera mejor mis intenciones.

- Si ya se que es muy pronto, pero no quiero correr riesgos. He investigado los exámenes de los últimos años y hay diez criaturas habitualmente, pero siempre está la posibilidad de que toque algún viejo mago nostálgico que decida sacar alguna que hace tiempo que no aparezca y, como ya te he dicho, no puedo correr riesgos.

Le sonrío emocionada por la expectativa que tenía en mi futuro, poco importaba que fuera para dentro de varios años y menos si no llegaba a comprenderlo.

Al parecer estás determinada en convertirte en magizoologa, la verdad es que yo quisiera trabajar en la sección de deportes de El Profeta, pero comprendo perfectamente el porque de tu interés. - responde Ian mientras camina a tu lado bastante más animado.

Si hay algo con lo que pueda ayudarte, no dejes de mencionarlo, mi padre es amigo personal de Luna Scamander y pese a que es una persona un tanto peculiar, ella es muy agradable. - agrega Ian sonriendo.

- ¡Oh! Eres un cielo Ian, pero no todo va a ser contactos. Además, tampoco estoy tan segura de querer acabar así, quizás incluso intente convertirme en auror, trabajando para el ministerio ¡o yo qué se! Creo que aún tengo tiempo para decantarme, pero dejar escapar esa posibilidad no es algo que me gustaría.

Encuentras un libro que habla sobre la fisiología de los centauros y sus costumbres:

El libro dice lo siguiente:

Los centauros son criaturas bastante orgullosas y reservadas, suelen vivir de la caza y la pesca, su arma favorita es la ballesta, pero son bastante diestros con los arcos y espadas de gran tamaño.

Se recomienda tener mucho cuidado al tratar con ellos, pues no dudarán en atacar a la menor provocación.

Las hembras no suelen salir del campamento bajo ninguna circunstancia, ellas se encargan de atender a los heridos y preparar la comida.

Sin embargo, subestimar la peligrosidad de una centaura, puede ser un error mortal, dado que las hembras suelen portar lanzas, algunas de ellas envenenadas, las que emplean para su propia defensa o la de los potrillos.

Los centauros son excesivamente territoriales y no reconocen de buena gana a las autoridades del gobierno.

Tienen una gran facilidad para la astronomía, astrología y adivinación. Se sabe de muy pocos magos que han entablado amistad con los centauros.

Oh bueno. Igual el ofrecimiento sigue en pie, no es que tenga tiempo limitado o algo así. - responde Ian, mientras te pone el brazo encima del hombro y te abraza por algunos segundos antes de soltarte rápidamente.

No llego a molestarme por el gesto, pues no era nada que no pudiera tolerarle a ningún amigo, categoría a la que él pertenecía a pesar de todo. Con suerte algún día se daría cuenta.

- Bueno, vamos a comer.

Concluyo sin aspavientos y bastante animada.

Con pociones finalizada y tras explicarle tenía un fabuloso día por delante para prepararme para el TIMO de criaturas mágicas, así que me vine todo contenta a la biblioteca dispuesta a aprovecharlo... al menos hasta que descubrí que el primero de la lista eran los gnomos. Los recordaba de historia y sus guerras, así como de Gringotts y su antipatía, pero quizás había llegado la hora de descubrir a que se debía todo eso.

Conforme iba leyendo sobre los gnomos, una pregunta repiqueteaba en mi cabeza . ¿Cómo esas criaturas podían haber ocasionado guerras? Bien que podían ser molestas si se adueñaban de tu jardín, pero de ahí a estar siempre enfadados como los del banco o que su descripción como patatas no me encajara lo más mínimo, me había empezado a cuestionarme si no se me habría ido la cabeza y estuviera pensando en... ¡DUENDES!

Claro, eso lo explicaba todo.

Reconocí para mis adentro conforme me ponía más roja que un tomate. Había cometido un error de novata de tal calibre que me hubiera cerrado el camino a esos estudios en Castelobruxo, pero me había dado cuenta, lo que me hizo sumergirme nuevamente en los gnomos "de jardin", iba a necesitar esa puntualización para no volver a equivocarme.

Calificación doble equis, inofensivas, de un pie y marrones...

Iba repitiendo los datos conforme iba leyendo para asegurarme de recordarlos, pero no solo las características confirmadas, sino también otras como que su saliva podía ayudar a aumentar la creatividad, aunque el autor del libro lo consideraba como un fuerte placebo a falta de estudios que lo confirmaran, o que su inteligencia podía considerarse ligeramente superior a la de un perro en algunos aspectos.

Luego venían formas de exterminarlos, o distraerlos, diferencias detectadas entre los norteamericanos y los europeos, o incluso las peculiaridades que presentaban según el entorno donde vivían, como que los que vivían cerca de las montañas acostumbraban a chirriar los dientes las noches de luna nueva que no dejaba de ser un dato curioso.

Te pierdes la clase pero ganas un punto en Cuidado de las Criaturas Mágicas.