Partida Rol por web

Cuando Hellen abre el diario, todos son transportados a una vieja habitación, en la cual ven a un muy envejecido Slytherin escribiendo en el diario.

Ya ha pasado casi un año desde la muerte de Godric, el director Thompson ha tomado las riendas de la escuela y todo parece ir en orden, creo que es hora de que me reuna con mis amigos en aquella vieja cripta.

Pero a diferencia de ellos, yo no estoy dispuesto a permitir que la muerte me tome por sorpresa. Si voy a dejar este mundo, será bajo mis términos y no los de otro. 

​He preparado un poderoso veneno que me conducirá sin premura al sueño eterno, será como quedarse dormido, dejaré el diario en la cámara para mi heredero y mi varita oculta en el ojo de la serpiente.

​Estas líneas son para ti joven lector, si deseas reclamar mi varita requieres contar con un gran dominio de la magia, pues el ojo sólo se abrirá si sabes emplear la cantidad adecuada de magia.

El método para abrir el ojo, está más adelante en este mismo diario. Buena suerte joven mago. Adios

Luego todos regresan a la cámara.

Observo la escena con expectación, pero termino bastante decepcionada cuando al final lo único que nos dice es el lugar dónde encontrar su varita.

- Odio cuando hace eso - en verdad me molestaba cuando no me permitía hablar con él - Viejo amigo, Hogwarts está en peligro. Necesitamos encontrar la llave, la cripta y el taller de Helga.

Hablo directamente al diario, esperando que esta vez me haga caso al especificar lo que necesitábamos.

Todos escuchan un siseo en el aire, al tiempo que una serpiente espectral aparece en el aire por algunos segundos, para luego desaparecer.

La varita es la llave.

Yo misma soy la primera sorprendida por la aparición de la serpiente fantasma, tanto que me obligo a pestañear por ser una de las reacciones más sencillas posibles.

- Pues ya sólo nos falta el taller.

Comento como respuesta al susurro, aunque algo decepcionada por no contar con la información sobre el taller.

- Si lo llego a saber que se resistiría tanto no os habría traído tan pronto hasta aquí.

Me disculpo antes de dirigirme a la última de las estatuas y meterme en su boca.

- ¡Ahora vengo!

Les despido desde el interior de la boca, dando la impresión de que la misma estatua es la que hablaba. Sabía dónde encontrar esa llave.

Continúo lo más rápidamente posible por las escaleras hasta llegar a la habitación, una vez allí recojo la estatua de la serpiente del cajón y vuelvo a abrir el diario.

- Tengo la serpiente.

Le indico en pársel por ser una situación un tanto especial.

Al abrir el diario, el viejo mago te mira y luego observa al cristal que provee luz a la habitación, el cuál parece un ojo.

No necesitas la serpiente, sino el ojo. Cógelo con fuerza y canaliza tu magia a través de él. Aunque me parece que no estás lista para eso aún. 

El ojo puede dejarte exánime si no tienes cuidado, quizá en un par de años, pero si lo intentas ahora no conseguirás nada.

La paciencia es una virtud.

Levanto la vista aún sosteniendo la estatua como si en verdad fuera importante.

- Pero necesitamos la llave para expulsar a los demonios. ¡Qué su varita lo sea es una mera coincidencia! - le protesto, no hacía más que ponerme objeciones a todo lo que le pedía - Por mi puede partirla en dos, no es lo que hemos venido a buscar.

Es más, quizás hasta fuera una buena idea pues prevendría que nadie más la usara.

Sácala de allí si puedes. El poder puede corromper y el poder desmedido, corrompe desmedidamente.

¿Sabes por qué dejamos el corazón de Hogwarts bajo llave? Porque sólo queremos que puedan acceder a él personas dignas de su poder.

Hellen Greystoke, eres una chica lista, rechazaste el mal, no te dejaste seducir por el poder. Ahora sólo te pido que tengas paciencia y te hagas más fuerte para cuando la hora llegue.

- ¿Entonces que debemos hacer? ¿Nada? Tu y los otros fundadores nos encomendasteis expulsar a los demonios de Hogwarts ¿y ahora me pides paciencia? ¿Cuándo tengo de compañera de cuarto a una chica corrompida por ese ansia de poder? ¡Es cómo pedirme que me quede quieta cuando con sólo sacar la mano podría evitar que un dragón se comiera a mi hermano!

Niña, no te he dicho que te cruces de brazos, te he dicho que te vuelvas más fuerte, uno no se hace fuerte cruzado de brazos y haciendo nada.

Mira a tu amigo Artemis, él ha pasado muchas noches en vela estudiando runas y preparándose para esta batalla. Esa niña de Hufflepuff, Mérida. En verdad ha entrenado muy duro para convertirse en buscadora de su equipo lo que le ayudo a forjar ese carácter que la va a convertir en una líder a quién seguir.

​Ese chico Freddy, está empecinado en encontraes cómo es que se cuelan los demonios a este lugar y eso le valió para que Godric lo eligiera. - dice Slytherin a modo de regaño.

Así que vuélvete más fuerte antes de intentar abrir el ojo. Tienes los medios, yo te proveere el conocimiento. 

Maldito viejo estúpido, no me quería retirarme, no ahora que podíamos sacarles ventaja y sin embargo, era exactamente eso lo que me podía. Molesta decidí girarme para darle la espalda y cruzarme de brazos.

- Te odio - le espeté antes de volverme - ¿Cómo les digo ahora que no puedo coger la llave? ¿Eh? ¿Engañándoles y ocultándoles la verdad de nuevo? Porque no podemos arriesgarnos a que alguno le roben la información de la llave.

No era una buena idea, definitivamente no lo era. Además sabía que la posibilidad de que robasen la información que teníamos era muy cierta, yo mismo había sufrido los efectos del veritaserum y habría sucumbido a sus efectos de no ser por Oesed.

Diles la verdad. Y no temas por la seguridad de la llave o cualquier otro objeto que desees guardar en la cámara, este lugar es una bóveda, no es sencillo acceder a él y cuando aprendas a convocar al basilisco, será imposible.

Lleva el ojo contigo y muestralo a tus amigos. Ten confianza y vuélvete más fuerte para que puedas abrirlo.

No me convencía, pero aún así cogí el ojo y la estatua de la serpiente.

- El basilisco murió. Sus huesos están a los pies de la escaleras. Y me temo que de conseguir otro, sufra su mismo destino. No podría hacerle eso.

Le informo casi en un susurro, incluso para el idioma que usábamos.

Yo sólo te enseñaré a convocarlo, dependerá de ti si lo haces o no.

- De acuerdo.

A pesar de los riesgos, debía admitir que poder contar con la fuerza de uno sería útil en una situación tan peliaguda como a la que íbamos encaminados.

- Será mejor que les cuente que es un plan para varios años...

La habilidad de Hellen para hablar con las serpientes no me sorprendió del todo, pero sí me pareció increíble. Muy poca gente podía hablar parsel, incluso entre los Slytherin. De hecho, era rarísimo. Por lo visto, Kat tampoco tenía mucho amor por las serpientes, por lo que las dos nos abrazamos manteniéndonos tan lejos como podíamos de los reptiles.

Fue entonces cuando Daphne se me acercó preocupándose por mi brazo. Agité mi cabeza, intentando quitarle importancia a mis heridas, pero no pude negarme a sus atenciones.

Me acerqué a Hellen, no sin cierta precaución cuando nos llamó, mientras Artemis se iba a descansar. De pronto, nos encontramos en una vieja habitación en alguna memoria de Salazar Slytherin. La revelación hacía clara referencia a Hellen.

- Hellen, decía cómo abrirlo más... - comencé a decirle a la chica cuando la serpiente espectral apareció. 

Con un grito de pánico, salté hacia atrás y me coloqué detrás de los demás. Definitivamente, las serpientes no eran mis animales favoritos. Les tenía un miedo irracional desde que mis primos me jugaron una mala jugarreta de pequeña y estaba deseando salir de allí.

- Buena suerte - le deseé desde atrás - grita si necesitas ayuda.

Parecía que iban a ser mordidas por las víboras o eso pensaba Kat mientras se abrazaba de Jane por el susto. Por suerte aquel siseo de Hellen compartió con ellas parecía haberlas tranquilizado, esto se comprobó cuándo Hellen les enseñara un pequeño diario a los elegidos de cada casa. Kat no tenia idea de tales lineas, debían ser cosas de elegidos.

Mientras Jane va a ver tal secreto Kat sólo se limitó a estar detrás con la varita en mano vigilando como Hellen había pedido, tampoco es que tuviera mas opciones. En eso todo se trastocó y por un momento parecía la memoria perdida de un mago entrado en años, terminado este y volviendo al presente Kat se volteó de un lado a otro en espera de algún cambio, suspiro aliviada y musitó:

-Guau, eso fue bastante extraño, ¿acaso tuvo que ver ese diario?.

No hubo tiempo de respuestas ya que una serpiente fantasmal gigantesca se presento ante todos, revelo mas secretos en un susurro de una lengua indescifrable, esto llevo a Hellen a irse a ver la garganta de una escultura, Kat iba a decirle algo pero se encontró con Jane que ahora temblaba a su espalda mientras daba palabras de ánimo. Kat la miró curiosa y le preguntó:

-¿Que ocurre Jane? Parece como si no te gustaran las serpientes.

Lo dijo sin intenciones de ofender, solo que se le hacia raro que le tuviera miedo a una sola serpiente.

Por suerte, el viaje vuelve a transcurrir sin problemas y en la Cámara de los Secretos no parece haber ningún rastro de que esos hayan entrado. Al menos en eso parece que les llevamos la delantera, pienso con una leve sonrisa.

Entonces, Hellen propone de separar a los elegidos de los demás y asiento. Al ver el gesto algo tenso de Allison, me acerco a ella y pongo mi mano en su hombro.

- Adelante, heroína. Demuéstrale a la señora tejón que no se equivocó al elegirte.

Me separó de ella y me acerco hacia Artemis que pide poder echarse una siesta y, varita en mano, me siento a su lado.

- Anda, descansa. Nosotras nos quedamos vigilando. Pero, cuando despiertes, tengo un montón de preguntas que hacerte. - le digo con una sonrisa pícara.

Poer, antes de seguir, entramos momentáneamente en una antigua memoria del señor serpiente. Una memoria que da pistas acerca de como encontrar los objetos que él dejó atrás. Y, cuando volvemos, parece que Hellen lo ha entendido pues se lanza sola a una de las estatuas. Y la miro sonriendo. Parece saber lo que se hace y no estar en peligro.

Para cuando regreso, pasados casi diez minutos, lo hago sosteniendo una estatua de una serpiente en una mano y un cristal luminiscente en la otra, el cual ando mirando con cierta decepción.

- Se supone que ésto es la llave. - les explico sin levantar la mirada - Mejor dicho, la llave está en su interior, pero parece que no estoy preparada para sacarla.

Miraba el cristal como si fuera un rompecabezas, aunque era uno del que no tenía ninguna pista que me ayudara a comenzar.