Partida Rol por web

Las serpientes parten raudas a cumplir tus órdenes, dejando a unas cuantas de ellas para cuidar los huevos de las demás.

Estaba siendo una mañana movida, pero antes de ir al comedor me había decidido a preparar una buena cantidad de poción vitalizante para enfrentar al duro entrenamiento al que pensaba enfrentarme. Es por ello que me había pasado a por el material de pociones por mi cuarto y me lo había traído todo a la habitación de la cámara, donde una vez colocado todo en su sitio, había buscado la receta en el libro de pociones y un solté una maldición que resonó por toda la antigua sala.

- ¡Maldita sea!

Releyendo las instrucciones de la poción caí en la cuenta de un detalle que había olvidado por completo. ¡La poción debía reposar todo un mes a fuego lento! Tendría que comprar otro caldero para antes de la próxima clase de pociones si no quería terminar con un suspenso incluso antes de empezar.

- En fín...

Suspiré y comencé a preparar los ingredientes intentando no pensar en ello o terminaría fastidiándolo todo incluso antes de comenzar.

Las serpientes de la cámara debían estar contentas. Hoy les había llevado comida ya tres veces, las mismas que había aparecido por la cámara, pues una vez terminado el entrenamiento había regresado a realizar la poción antes de ir a Astronomía, y después de cenar quise regresar a ver si alguna de mis pequeñas espías me habían traído algún regalo en forma de profesor.

Como venía siendo habitual desde que la había conseguido, me escondí, en una clase esta vez, antes de teleportarme con ayuda de la insignia. Dejé la comida en el suelo y miré en derredor por si Skaa había llevado mi mensaje al profesor de Pociones. Sin embargo, tenía la varita preparada, sólo por si acaso.

Ssssí lo hicimosss, pero no habla el parssel, pero el otro ssssí. Ambosss essperan afuera por usssted.- responde la serpiente con amabilidad.

Cuando vas saliendo de la cámara te encuentras con Víctor Cain y Magnus Bane, ambos parecen estar bastante intirgados por tu invitación.

El primero de ellos tiene a una de las serpientes jugueteando dócilmente entre sus dedos mientras que al otro las demás lo evitan.

Al notar tu presencia, Bane sisea un saludo "Buenas tardes."

Me resultó extraño que vinieran ambos profesores, sobretodo cuando únicamente había invitado a Cain a la cámara, pero era mejor así.

- Buenas noches profesores - es saludo excesivamente formal - No les esperaba a ambos, pero quizás sea mejor así. Síganme.

Les pido antes de guiarlos al interior de la cámara en sí. Alli me dirijo hasta mi estatua con la serpiente en su cabeza y la llave en la boca.

- Creo intuir el por qué están aquí, así que no me digan que es por nuestros padres, ni nuestra seguridad ni ninguna otra tontería similar ¿vale? - hablaba con demasiada seriedad, tal y como acostumbraba cuando consideraba el momento peligroso - Así que ¿por qué están aquí?

Pregunto esperando que no decidieran tratarme como a una cria, o tendrían muchos problemas.

La verdad yo vine porque esta pequeña insistió, tal vez no hable parsel, pero puedo leer mentes.  Así que dime pequeña para que me citaste. - pregunta Cain intrigado

Yo vine porque quería saber quien tenía las agallas para intentar espiarme y ahora que veo que se trata de una estudiante, pues debo reconocer tu esfuerzo, pero siento que estoy perdiendo un poco el tiempo, pues tengo cosas que hacer. - responde Bane en tono sereno.

Sonreí a sus respuestas. En verdad me resultaban divertidas.

- Entonces es una gran casualidad que el colegio sufra un ataque demoníaco, que los profesores más veteranos decidan jubilarse todos a la vez el año siguiente, que un antiguo auror decida que dar clase le entretiene, que un lector de mentes aparezca para dar pociones, que regrese una antigua alumna conocida por sacar a la perfección sus EXTASIS ¿verdad? - pregunto y borro la sonrisa inmediatamente - Puedo seguir si les interesa, pero dejémoslo en que no soy tonta, ¿ahora podrían responder a mi pregunta?.

Añado nuevamente seria.

Yo vine a dar clases y eso es todo, Horace Slughorn necesitaba un reemplazo y yo soy el más renombrado experto en pociones e investigador mágico de toda la Unión Europea. - responde Cain con sinceridad.
 

Tras la respuesta de Cain paso a mirar a Bane.

¿Tampoco sabes qué pasa o no te atreves?

Me pregunto sin importarme que el de pociones pudiera curiosear.

Yo vine a cazar demonios si eso es lo que quieres saber y el hecho que sus profesores se retiren, en realidad era algo previsible, Slughorn, Flitwick y Sprout llevan años enseñando y ya desean descansar.

Además la última guerra mágica no les dejo muchos ánimos de continuar enseñando, sobre todo a ese blandengue de Slughorn, eso es todo lo que te diré muchacha curiosa ahora a menos que quieras que te borre la mente, te recomiendo que te mantengas alejada de mis asuntos, en cuanto a tí Víctor, será mejor que duermas, pues ha sido un largo día. - dijo Bane mientras ponía su mano en el hombro de su colega quien quedo inconsciente en el acto.

Luego giro hacia ti con cara de pocos amigos.

Escúchame bien mocosa, hacer magia sin varita es sólo uno de mis muchos talentos, hablo pársel fluido al igual que otros cuarenta y cinco idiomas, así que piénsalo mejor antes de estarme espiando, pues la próxima vez te devolveré a tus mascotas disecadas. Él no recordará nada de lo que paso esta noche y a menos que quieras olvidar hasta tu nombre, te recomiendo que me dejes tranquilo. - añadió Bane con un tono glacial que hizo que se te helará la sangre.

Las serpientes sisearon con furia al verte amenazada, pero antes que pudieran siquiera moverse Bane transmuto en una enorme bestia que las hizo huir aterradas, sólo Skaa permaneció a tu lado mientras Bane se alejaba sin hacerte daño.

Mentiría si no admitiese que no tuve miedo, aunque el hecho de que retrocediera hasta golpearme con la pantera de piedra reveló mucho más.

- Eso me cuadra más.

Confieso aunque no muy aliviada por la información obtenida. Es más, estaba asustada porque pudiera cumplir su amenaza o incluso acabar conmigo ahora mismo. Más parecía un perro de presa que un mago.

- ¡Cuidado con los alumnos!

Intento advertirle conforme se aleja. Sólo necesitaba que se confiara y lo mataran.

- No trabajan solos...

Señalo bajando la voz conforme me doy cuenta de que esa revelación podía convertirme en su objetivo, pero el antiguo auror parece no hacer caso a mi advertencia y acaba marchándose con el nuevo profesor de pociones.

Van a ser un problema.

Valoro en cuanto les pierdo de vista con bastante preocupación. No íbamos a poder contar con el apoyo de Bane, salvo que algún demonio decidiera atacar a la vista de todos, y Kain era un motivo extra para dominar la oclumancia cuanto antes. No obstante, había una serpiente que no había regresado.

- Skaa, ¿que se sabe de la de encantamientos?

Pregunto al ofidio buscando más información.

Mi señora, sólo sabemos que es una chica temperamental, muy hábil pero temperamental.

Mas malas noticias. Aún si obviara el detalle de que dudaba de su supuesta perfección, tener una profesora así no presagiaba nada bueno, especialmente una vez Flitwick se jubilara.

- Seguid vigilándola. Quiero saber que le enfurece especialmente y que castigos aplica. Manteneros siempre una junto al alcance de Bane, pero dejad de seguirle. No creo que necesite mi ayuda, pero al menos tendrá la opción de solicitarla, ¡y aseguraos de explicarle vuestra presencia! No quiero darle motivos para cumplir su amenaza. Respecto a Cain, podéis dejarlo de la lado e incluso mejor si conseguís evitarle.

Termino con mis instrucciones y dejo escapar un suspiro de cansancio. Luego comienzo a oscilar me varita.

- Otra cosa Skaa. Necesito practicar un hechizo contigo, relájate. ¡Legeremens!

Pronuncio el hechizo señalando a la serpiente, pero ni siquiera consigo ver nada del interior de su cabeza. Lástima, pero al menos le debía la idea al nuevo jefe de mi casa, jamás se me había ocurrido que leer las mentes funcionara con animales.

- Lástima. Gracias Skaa, regresaré en cuanto pueda.

Me lamento antes de despedirme de la cobra, a la que trataba básicamente como representante de todas las serpientes, al margen de que fuera mi más cercana. Luego me marcho al dormitorio.

Ya en la cámara de los secretos, sólo debía esperar a que el tiempo pasara y no quedara nadie por los pasillos. Hasta entonces ojearía el diario, obviamente, y mandar a las serpientes como exploradoras.

- Skaa.

Llamé a la serpiente mientras me dirigía al dormitorio del fundador. Cuando por fin se presentó a mi lado, tenía claras las instrucciones que debía darle para entonces.

- Salid fuera y avisadme cuando no quede casi gente por el castillo. Alejaos de Bane y Cain especialmente.

Después continué mi camino, comprobé el estado de la poción y me senté en el escritorio con el diario.

- Buenas noches viejo amigo - lo saludé - He localizado la biblioteca, aunque no he podido averiguar el acertijo. En un rato intentaré subir, pero hasta entonces ¿tienes algo que mostrarme?

Hablaba mientras iba pasando las paginas con cuidado, intentando localizar algún recuerdo que deseara mostrarme.

Esta vez el diario no muestra visiones, pero notas que sus páginas ya no están en blanco, puedes leer algunos pasajes de la vida cotidiana de Slytherin en el castillo, nada realmente relevante, salvo por el hecho de que el hombre era muy métodico.

Algunas quejas sobre los sangre sucia y la falta de exigencia en Hogwarts. Te das cuenta que el Slytherin joven es muy distinto al anciano, este último tiene la mente más abierta y tolerante. 

No hay duda con la edad llega la sabiduría.