Partida Rol por web

Llego casi al final de la clase, tema que solo me deja leer las instrucciones escritas en el pizarrón, las leo rápidamente y sacando mi varita lanzo los hechizos ordenados, el primero no me costó nada y el segundo pensaba que sería un fiasco, pero resulto de alguna manera.

- Sería interesante lanzar hechizos sin pronunciar - confirmó Freddy a Hellen su asistencia. Aún estaba pensativo con varias cuestiones, pero le parecía que la idea había sido muy buena y podría ayudarles más adelante.

El chico de Gryffindor no había entendido bien lo que iba a enseñarles, o más bien había dejado volar demasiado su imaginación.

- No es exactamente eso Freddy, pero ya verás cómo puede ser muy útil.

Le corrijo dejándole expectante sobre lo que era en realidad.

Yo me apunto, pero primero tengo que volver a probar suerte con aguamenti, así que vayan adelantándose.

Mientras veo a mis amigos partir, me acerco al profesor.

Profesor yo quiero probar suerte de nuevo, pero quiero intentarlo por mi cuenta si me lo permite. - digo con calma y tras la anuencia del profesor, me posiciono frente al huerto y realizo el hechizo sin problemas.

Lo logre profesor, muchas gracias por su paciencia. - digo con una leve inclinación de cabeza mientras recojo mis cosas.

Primera parte

Ingreso al aula junto a Dorian y nos ubicamos juntos en uno de los costados de las mesas del invernadero. Atenta a lo que el Profesor estaba por decir, tomo nota sobre sus explicaciones y pasos a seguir. No era una de mis asignaturas favoritas, pero al menos intentaba ser aplicada en todas. - Veremos que tal nos va ahora. -  le comento a mi mejor amigo mientras observo las plantas de mi alrededor, las paredes del lugar y aspiraba el intenso aroma de la tierra húmeda. 

Ante la pregunta del Profesor levanto la mano y respondo. - No conozco los hongos abisinos, pero si las higueras pasa de abisina. Ellas se utilizan como ingrediente para encoger. -  enuncio segura, era algo que habíamos leído en Durmstrang y probablemente Dorian se acordaba de aquello también. 

Finalmente comenzó la parte práctica y eso me gustaba un poco más que estar hablando de definiciones. Una vez que cogí dos macetas, una para mi amigo y otra para mi, saco la varita con intenciones de apuntar a la misma donde sólo se encontraba la tierra y el abono. - Herbivicus- pronuncio con firmeza, ansiosa por ver los resultados. Por suerte, unos segundos me bastaron para descubrir que una sandía surgía de la maceta. - ¡Que guay! -  expreso contenta señalando la misma a Dorian. 

Segunda parte.

Contenta por mis logros, ahora tocaba realizar otro hechiza que era vital para la planta. Ahora al doblar las mangas de la túnica, agito ligeramente la varita mientras pronuncio. - Aquamenti. - dando como resultado un imponente chorro de agua que se dirigía hacia la maceta. Orgullosa por los logros obtenidos, observo expectante el desenvolvimiento de Dorian. 

Antes de marcharse para aprovechar el día con los demás, tenía que intentar sacar el hechizo Herbivicus, no pensaba dejar pasar la oportunidad de aprender un hechizo tan importante.

- ¡Por mi estupendo! Pero antes voy a ver si logro el hechizo de clase. - dijo disculpándose mientras se acercaba al profesor y los alumnos que como ella habían pedido probar suerte de nuevo.

- Voy a intentarlo de nuevo profesor. - dijo mirando al mismo y esperando confirmación, mientras apuntaba con su varita nuevamente al terreno de tierra. Concentrándose, relajó la muñeca para realizar un movimiento suave con la varita. - ¡Herbivicus! - exclamó con decisión, en un abrir y cerrar de ojos, y para el asombro de la niña, de la tierra brotó una calabaza enorme, que siguió creciendo hasta tomar un tamaño más que respetable. - ¡Hala! ¡Es gigantesca! - 

- ¡Muchas gracias profesor Longbottom! ¡Adiós! - dijo despidiéndose con una gran sonrisa del maestro, recogió sus cosas para salir del Invernadero a toda prisa.

Fui a la clase de Herbalogía sin mucho interés. Realmente no me importaba mucho lo que pudiera ocurrir con las plantas, aún así, presté especial atención a la clase, y me aseguré de hacer los conjuros que nos pedían de la mejor manera posible. Aguamenti fue algo tan fácil para mí que el chorro que le eché de agua a las plantas lo tuve que dividir entre varias pues era demasiado, al parecer la magia acuática era bastante fácil para mí.

Richard asintió a la clase, y una vez listo, comenzó a prestar atención. Observó a sus compañeros con vergüenza, ¿Como no podían saber algo tan básico? La mayoría solo respondía estupideces. Hizo los conjuros que le pidió el profesor, y una vez listo, abandonó el lugar.

Samantha asintió a clase con su libro de gran calidad, y tras escuchar la pregunta, se dio cuenta de que sus compañeros respondía mucho más rápido que ella, por lo que decidió no levantar su mano. Los miró unos segundos pensando en los patéticos que eran tras escuchar sus estúpidas respuestas, y decidida a ignorarlos, siguió prestando atención a la clase. Una vez la hora de los conjuros, ella conjuró;

Herbivicus, Aguamenti.

Los conjuros salieron uno tras de otro de su varita. Eran conjuros tan básicos que no provocaban ningún problema para ella, por lo que una vez terminó de realizarlos, se retiró de la clase.

Buenos días jóvenes, el día de hoy quiero empezar con el hechizo excavador, este hechizo está diseñado para facilitar el sembrado de plantas y su uso aunque simple, puede resultar bastante complejo, pues si no se parctica bien podría dañar severamente la tierra privándola de sus nutrientes escenciales, lo que la volvería árida e inadecuada para la siembra. - dice el profesor Longbottom mientras los conduce al invernadero dos.

Por favor, presten atención y repitan después de mí. ¡Defodio! - dice el profesor mientras apunta su varita al suelo y con un leve movimiento hace un pequeño agujero en la tierra, para luego plantar una semilla en el mismo.

Una vez que hayan conseguido plantar la semilla deberán usar el hechizo herbivicus para hacer crecer la semilla y luego deberán identificarla, existen cinco semillas diferentes entre las suyas, así que no podrán copiar el trabajo de sus compañeros.

Tienen toda la clase para lograr su cometido. Comiencen.

Freddy llegó sin demasiadas ganas a la clase. Tenía sueño por una noche de investigaciones y no demasiadas ganas de participar, aún así consiguió realizar el hechizo que les enseñaba el profesor correctamente.

También identificó que la semilla que le tocaba era la de Belladona. No había ninguna duda de ello, solo le quedaba hacer que creciera para que confirmarlo.

Sin embargo, cuando fue a lanzar el hechizo Hervibicus para hacer que la planta brotará, está simplemente se desintegró.

-Lo siento profesor. No sé que ha podido suceder con mi semilla.- dijo algo avergonzado.

Tras el desayuno tocaba enfrentarme a la maldita Herbología, una de las peores asignaturas a las que podía enfrentarme, por lo que tampoco tenía muchas esperanzas en lograr algo que no fuera un fracaso total. Aún así opté por no venir con una predisposición negativa, pues bien podría aprender algún hechizo útil... justamente como el que el profesor Longbotton explicaba al poco empezar la clase.

- Defodio.

Pronuncié una vez vi sus efectos y cómo era ejecutado, logrando un agujero adecuado para colocar la semilla de lo que fuera, las plantas y yo seguíamos sin llevarnos bien, pero aún así no contaba con la naturalidad con la que me salió el hechizo para acelerar su crecimiento, provocando que la hierba  germinara y brotara en apenas un instante. Todo un logro considerando mis experiencias previas con aquel hechizo. Sin embargo no podía emocionarme y rápidamente recordé la clase en la que habíamos aprendido el Herbivicus y pasé a regar la planta.

- Aquamenti.

Pronuncié con confianza generando un chorro de agua desde la punta de la varita. Parecía que en el cultivo de plantas, al menos si había dado un paso adelante, lo que nunca estaba de más para afrontar la clase.

Con tanto ruido después de los hechos en la clase de Astronomía Kat por fin daba gracias al santísimo por algo de normalidad, algo raro sí se trataba de una escuela de magia con criaturas fantásticas y entes de pesadilla.

La Rubita miro atenta como el profesor Longbotton hacia el hechizo, le parecía interesante el como los magos usaban la magia hasta para las cosas más sencillas como cavar. Como le hubiera gustado saberlo desde hace 3 años así se hubiera ahorrado un par de ampollas que ahora adornaban las palmas de sus manos. Ahora tocaba la práctica, apuntó al suelo y conjuro:

-Defodio.

Para su buena fortuna la varita fue mas amable con ella, permitiéndole hacer el agujero con mucha facilidad. Tocaba ahora plantar las semillas, hecha la faena ahora debía hacerlas crecer, apuntó la varita al bulto de tierra.

-Herbivicus.

Fiel a sus costumbre la varita de Kat soltó su clásica trompetilla burlona. Miro a su varita con gesto agrio, ¿acaso su varita disfrutaba el hacerle todo tan difícil?. Decidida a hacerlo repitió el hechizo lo cual acabo igual que antes, apretó el mango con fuerza y lo intentaría de nuevo, su varita necia no la iba a irritar solo por esto.

-Herbivicus.

Esta vez la planta brotó alegremente del suelo, tan fresca y llena de vida la pequeña planta ahora saludaba al nuevo mundo. Viéndola mas de cerca se dio cuenta, sabía que planta era:

-Profesor Longbotton, a mi me salió una lengua de dragón.

Mientras esperaba confirmación del mentor Kat quería darle cariño a la planta, apuntó su vara y conjuró un Aguamenti, así estaría bien hidratada.

Desde que empecé a estudiar Herboristeria, la verdad es que he empezado a encontrarle el gusto a una asignatura que antes me parecía terriblemente anodina.

Y la clase de hoy sirve perfectamente para alejar de mi mente todo lo que ha pasado últimamente.

Y estoy en racha, mi varita, recuperada del traume de ayer se comporta magnificamente, apartando el suelo sin problema y el Herbivicus hace que de la semilla empiece a brotar la planta.

Me agacho a su lado y acaricio ligeramente una de las hojas que empiezan a salir.

- Es una Lengua de Dragón la semilla que me ha proporcionado, profesor. - digo sin apartar la mirada, con una sonrisa de seguridad en los labios.

¿Pero cómo hacían para identificar esas hierbas? A mi me resultaba incomprensible, pues como mucho podía distinguirlas si eran de un color u otro, pero con la multitud de plantas, hongos, musgos, hierbas, hortalizas, frutas y verduras que existían el identificarmas me resultaba imposible.

- Seguro que es cosa de Parker.

Comento ante la gran cantidad de lenguas de dragón que iban anunciando, aunque dudaba que nadie entendiera los motivos que me llevaban a ese comentario.

Cuando Freddy desintegró la semilla, el rostro de Neville se ensombreció mientras sus ojos se humedecían ligeramente.

No se preocupe señor Townsend, los accidentes pasan, tome otra de la bolsa y por favor tenga mucho cuidado, es un ser vivo y como tal también siente. - dice el profesor con evidente tristeza en la voz.

Y por favor, esta vez plántela primero y luego realice el hechizo.

Luego el profesor se gira hacia las alumnas que tenían la Lengua de Dragón. - Señoritas, por favor no les den tanto de beber, no querrán ahogarlas y mucho menos que crezcan demasiado rápido y se envuelvan en sus piernas, el contacto directo con esa planta escuece mucho la piel.

Tras un agradable desayuno, llegué puntual a clase, el profesor Longbottom nos recibió con su buen ánimo característico.

Rápidamente nos condujo hacia el invernadero dos de donde recogió una bolsa de tela, al parecer su contenido era en extremo valioso para él. Supuse que se trataría de una planta o semillas raras.

Conforme iba realizando su explicación, me di cuenta de que estaba en lo cierto, otra vez tendríamos que hacer germinar semillas, pero esta vez las plantaríamos con magia, lo que me pareció fabuloso.

Me puse a trabajar de inmediato con la semilla, busque un sitio algo mullido en la tierra y apunte mi varita al suelo, la verdad el movimiento se me hizo un tanto complicado y doloroso por mis lesiones de la noche anterior, pero una vez superado el dolor inicial el conjuro salió sin problemas. - ¡Defodio! - allí estaba el pequeño agujero en la tierra.

Tras acomodar la semilla, la cubrí con mucho cuidado y luego apunté nuevamente mi varita al suelo, esta vez la magia fluyó sin problemas y mis movimientos resultaron ligeros e indoloros. - Herbivicus - la planta empezó a crecer con bastante vigor y una vez que estuve satisfecho con mi trabajo, me dedique a intentar identificarla.

Luego de observar por varios minutos la planta, finalmente opté por darme por vencido, lo único que sabía de aquella planta es que no era una lengua de dragón, pues no se parecía a las de mis amigas.

Bueno, al menos una cosa tenía clara, lo que fuera que hubiera germinado no era una luparia ni una lengua de dragón, por lo que si quería optar por alguna debía hacerlo a suertes.

- Acaso es... un... ¿díctamo?

Teorizo por puro azar, dado que de mis viajes a la enfermería juraría haber escuchado algo sobre su esencia, ¿o quizás era en pociones?, igual daba, la cuestión es que sabía que sanaba y quizás el destino hubiera tenido a bien sonreírme. Y ya puestos a tentar a la suerte opté por acercarme a Artemis y susurrarle algo.

- Parker solo te quiere para darme celos, pretende verme desnuda.