Partida Rol por web

Entre todas las clases que daba el colegio Hogwarts había una que a Kat se le daba terriblemente mal y esa era la clase de Herbolaria.

La Rubita se dispuso presta a identicar las algas ya maduras, se puso los guantes y estaba al pie del estanque lista para tomarlas. Intento descifrar el diagrama del profesor y este le parecía incompresible, como una tablilla ancestral y escrita por un gato vestido de arlequín.

Así en la duda no pudo ver una branquialga madura. No tenia opción, debía pedir ayuda:

—Profesor Longbottom ¿podria ayudarme con esto?

Así el afable Profesor le explico por los comos y los por ques de las Branquialgas, se notaba que el Profesor amaba el tema pues su explicación fue muy completa, sin duda aquellos conocimientos sería muy valiosos para cualquier afín al tema, mas para Kat fueron una avalancha de cosas que no alcanzaba a entender.

Mareada por la explicación intento ver cual alga estaba buena y cual no, no, fue lo mismo, lo único distinto fue un leve dolor de cabeza dejado por las lecciones del profesor.

Conforme el profesor iba describiendo la tarea que tendríamos que afrontar el día de hoy, ya sabía que iba a acabar mal. No sabía el que exactamente, pero era la certeza de conocer una de mis mayores flaquezas.

Así que empecé buscando la planta, lo cual no fue tan difícil como esperaba, hasta que estuve a punto de cosechar una que aún no estaba lista, por lo que la deseché en favor de otra que se encontraba bastante liada y que tuve que manejar con con mucho cuidado hasta conseguir liberarla.

Había conseguido lo más complicado, deserollarla y prepararla para su trasplante, pero el esperado fallo llamó a mi puerta en ese punto y la branquialga empezó a deshacerse en mis manos confirme la dejaba en la cubetas.

- ¡Profesor!

Lo llamé inmediatamente cuando vi que yo no sería capaz de hacer nada por la planta y esta necesitaría unas manos más expertas para acabar correctamente trasplantada.

Freddy llegó meditabundo a la clase de herbología. Había pasado el día anterior estudiando sobre oclumancia y no había podido repasar lo que tocaba ese día.

Cuando intentó encontrar las branquialgas se le cayó el alma a los pies. No sabía reconocerlas y tuvo que pedir ayuda al profesor para encontrarlas e identificarlas.

Afortunadamente, el resto de la clase fue bien. No le costo demasiado desenredar y transplantar así que, sonriendo, el joven Townsend esperó al final de la clase mientras veía el resultado de su obra.

Allison llegó a clase de Herbología con la ilusión habitual, daba igual lo temprano que fuera en la mañana, estar por los invernaderos siempre la ponía de buen humor. 

Una vez llegaron al Invernadero 4 y después de ponerse el equipo que les había señalado el profesor, Allison escuchó muy atenta sus explicaciones. Quería hacerlo lo mejor posible y que todos su estudio dieran sus frutos. Por eso a la hora de identificar la branquialga no dudó un instante, había encontrado una lo bastante madura para poder ser transplantada como le pedían... 

Pero era ahora cuando la cosa se ponía peliaguda... Si no la desenredaba correctamente podría dañar la planta, y aunque lo lograse tendría que transplantarla a una cubeta y eso era todavía más complicado. Uf, respira Allison no pasa nada, despacito y buena letra... - Con cuidado.. - murmuró para sí mientras notaba como las manos comenzaban a temblarle por los los nervios, notaba como una gota de sudor le bajaba por la frente mientras titubeaba viendo como las frágiles hojas ondulaban bajo el agua.

- ¡P-profesor Longbottom..! - pidió con cierto pánico mientras alzaba un brazo buscando llamar la atención del hombre. - No me atrevo a seguir, temo d-dañar la branquialga, este espécimen parece estar muy enredado... - le dijo con voz preocupada, le daba un miedo atroz hacerlo mal y que Longbottom la mirase como una asesina de plantas.

Al llegar a clase, no supe que esperar, herbología es una materia que no se me da para nada mal, pero tampoco es que sea mi fuerte.

Conforme el profesor iba explicando las propiedades y morfología de las branquialgas, empecé a tomar notas, luego llegó el momento de calzarnos el equipo y pasar al trabajo de campo.

Por más que me esforcé, me resultó imposible encontrar una branquialga madura.

Profesor, disculpe ¿Podría echarme una mano? - diga ya un poco exasperado, pero incluso con la ayuda extra del profesor, me resultó imposible encontrar las dichosas branquialgas.

Bueno chicos, comprendo que la clase ha estado especialmente desafiante hoy, pero sidesean quedarse y continuar intentándolo, estoy aquí para ayudarlos y si no igual podemos intentarl de nuevo la próxima clase, pues estas plantas son parte del TIMO y no pueden dejar de aprender sobre ellas. - dice el profesor mientras empieza a evaluarlos en su registro.

Mérida E. Becket

Llegue a la clase un poco retrasada, esta vez las sábanas se me pegaron un poco, la verdad es que aunque herbología era de mis materias favoritas, había ocasiones en las que no se me dba muy bien, tras ponerme el equipo de protección que nos hacía parecer pescadores en lugar de horticultores, me puse en marcha junto con mis compañeros al invernadero indicado por el profesor.

La verdad que trabajar cerca del lago sí que me hacía ilusión, este lugar me traía muchos recuerdos, la gran mayoría placenteros.

Cuando la clase inició me aplique lo más que pude, pues nos tocaba trabajar con las branquialgas, aquella plantita que uso Harry Potter para ganar el torneo de los tres magos y en realidad pensé que podrían serme de utilidad más adelante.

Encontrar las branquialgas no resultó un problema para mi aguda visión, pero desenredadrlas y trasplantarla eso sí que fue un reto, la verdad es que intenté hacerlo con el mayor cuidado posible para no dañar la planta, pues sabía bien que si lastimaba algún especímen, el profesor Longbottom me echaría la bronca.

Es así que tras algunos minutos de arduó trabajo finalmente logré desenredar la planta y trasplantarla con éxito a la maceta.

Viendo que aquella planta iba a ser importante de cara a los TIMO, era necesario quedarse y aprender cuanto pudiera. Así que en cuanto el profesor terminó la evaluación, Allison se quedó con el equipo puesto dispuesta a seguir intentando desenredad la branquialga, pero esta vez esperaría a que el profesor Longbottom le diese indicaciones para no dañar a la planta.

- Quiero quedarme un poco más profesor, ¿si pudiera indicarme como deshacer este nudo de aquí? - dijo al docente, haciéndole saber que quería quedarse después de clases para terminar la tarea. - Cuando pueda claro. - añadió enseguida, pensando que tampoco iba a acaparar la atención del hombre por si alguien más decidía quedarse tras la clase.

Claro señorita Keneth, no hay ningún problema, es más todo aquel que desee quedarse es libre de hacerlo, yo estoy más que dispuesto a echarles una mano, los que deseen irse también pueden hacerlo sin ninguna clase de compromiso.

Ya saben que los maestros estamos para guiarlos y absolver todas sus dudas. - responde el profesor con una sonrisa sincera.

"Yo...  yo queria aprender mas o menos lo más simple. Que no hemos tenido tiempo de plantearnos NADA" dice un tanto frustrada.

Al final, al profesor no hay quien lo entienda, porque no deja de hablar acerca de su Waifu, Luna Lovegood. Que si es una chica imaginativa como ninguna otra, que si tiene una risa contagiosa y tan dulce que hace que parezca que amanece de nuevo, o que huele como los girasoles danzando.

Tras tanto shipping, Jackie se aburre, llama a su escoba mediante el hechizo Accio y sale de ahi ¡Hay cosas mejores con las que estudiar!

Siguiendo las indicaciones del profesor paso a paso, Allison logró desenredar la planta después de varios minutos, casi se le hicieron eternos con tal de no dañar la branquialga, podía notar lo fácil que sería rasgar la hoja si estirase demasiado, realmente era una planta delicada. 

- Vale... Esto ya está, y ahora... La pasamos con cuidado a una cubeta.. - se dijo en voz alta mientras sostenía la branquialga con una mano y con la otra sujetaba las largas hojas hasta una cubeta vacía. Con cuidado..

Por el camino, debió pisar un charco de agua por lo que sintió como perdía el equilibrio, si caía sobre la planta la dañaría, y no tuvo tiempo a reaccionar e intentar mantener el equilibrio, por lo que fue directa al suelo.

Eso sí, intentó por todos los medios dejar los brazos extendidos sobre su cabeza para que la planta sufriese lo mínimo. Aunque significase caer de bruces al suelo. - Ouch, ouch... Lechugas que batacazo... - se quejó mientras abría los ojos para comprobar los daños causados, esperaba de veras no haberse cargado la planta o tendría que asumir las consecuencias, y de veras que no quería imaginarse a Longbottom enfurecido... 

Necia en sus decisión la Rubita iba a terminar con el experimento. Con la guía y ayuda del profesor Kat pudo distinguir aquellas algas buenas de las inmaduras.

Desenredarlas fue complicado mas gracias a las indicaciones de el Profesor Longbotton fue mas fácil, pronto había terminado con eso.

El desastre empezó cuando iba a trasplantarlas, una alga se resbaló de sus manos llenas provocando que al pisarla se deslizará sobre ella para finalmente caer de bruces sobre el piso. Ahora Kat tenia un horrible dolor en la espalda y en el trasero además de estar toda sucia y biscosa por las algas que le cubrían por encima.

—Giug, ¡que asco!.

En lo que se ponía de pie no solo sentía dolor en sus posaderas sino el peso de su desastroso fracaso doble en la clase.

Aquel día el profesor Longbottom nos llevó al invernadero cuatro. Aunque herbología no era mi asignatura favorita, debía reconocer que el lugar me resultó fascinante. Observé todo con curiosidad, antes de centrarme en lo que el profesor nos decía. 

Cogí mis guantes y estudié detenidamente los dibujos. Me costó un poco entenderlas, pero finalmente entendí lo suficiente para proceder. La clave era identificar correctamente las que estaban maduras. No era algo fácil, no al menos para mi. Me paseé entre todas las branquialgas, mirándolas una y otra vez, consultando los dibujos cada pocos segundos y comparándolas con las plantas. Lo último que quería era cabrear al profesor por matar una planta, además de que había oído que eran bastante caras.

Finalmente, localicé una que estaba segura de que estaba a punto para ser recogida. Con mucho cuidado y tras asegurarme por décima vez que era la correcta, metí las manos en el agua y suavemente desenrollé la branquialga del resto. Me tomó un buen rato, ya que estaba bien enredada, pero lo conseguí.

- Profesor, tengo una...

Por desgracia, cuando estaba intentando trasplantarla, no conseguí remover la raíz ya que lo tenía muy hondo. Viendo que si seguía intentando hacerlo la mataría, llamé al profesor.

- No puedo trasplantarlo, profesor, está muy agarrada al suelo. ¿Qué debería hacer?

Tras la clase, me quedé un poco más para que el profesor me explicara cómo trasplantar la planta correctamente y con su ayuda, por fin conseguí ponerlo a salvo en una cubeta.

- Muchas gracias, profesor - me despedí antes de irme hacia el comedor.

Buenos días chicos, el día de hoy los voy a llevar a un nuevo invernadero en el cual se trabaja con plantas fotofóbicas, la gran mayoría de ellas son inofensivas, pero existen algunas que son realmente peligrosas, por lo que les advierto que no voy a tolerar ninguna clase de mal comportamiento durante esta case.

Así que con la advertencia hecha, síganme por favor y no se separen del grupo, pues de lo contrario procederé a suspenderlos de mi clase por tres semanas completas, eso siempre y cuando el lazo del diablo no acabe con alguno de ustedes antes. - dice el profesor Longbottom con seriedad.

Tras una leve caminata, el profesor Longbottom los conduce hasta una caverna cercana al colegio, el lugar estaba perfectamente oredenado y habían diversas señales que demarcaban un área segura para transitar.

Este enorme tallo se llama Tármica. ¿Alguien puede decirme para que se emplea?

Una vez respondida la pregunta, el profesor Longbottom les muestra como cortar una porción del tallo usando el diffindo.

Por favor, hagánlo con cuidado, un corte muy profundo puede matar la planta y uno muy leve no logrará penetrar la gruesa corteza del tallo, es casi tan resistente como la corteza de un roble añejo.

Tras el desayuno, Allison llegó pronto al Invernadero libro en mano, dispuesta a darlo todo en clase. - ¡Buenos días profesor! - Saludó al profesor con entusiasmo, y junto al resto de la clase siguió al profesor Longbottom hasta el nuevo invernadero del que hablaba el docente. Resultó ser más bien una cueva.  ¿Fotobóbicas? Un lumos solem y acabamos todos en el otro barrio. Vaaale, lo recordaré.  Pensó con cierta aprensión mientras miraba a su alrededor. Incluso el profesor parecía bastante más severo que de costumbre, ¿sería por que la situación del momento u otra cosa?

- Mm, creo que es utilizada en filtros que confunden la mente. Pudiendo producir efectos de exaltación o imprudencia. - respondió después de varios segundos, luego frunció el ceño, ¿iban a trabajar con la planta quizás para fabricar esas pociones durante la siguiente clase del profesor Cain tal vez?

Tras la advertencia del profesor Longbottom, la pelirroja se situó a una distancia prudencial del tallo y siguiendo el ejemplo del mago, - Vale, con cuidado... Diffindo. - usó el hechizo para cortar con cuidado un pedazo del tallo. Tuvo que concentrarse para no realizar un corte demasiado profundo, tras varios minutos logró su cometido, mientras soltaba un pequeño suspiro de alivio. - Aaasí, menos mal. - 

Era hora de la clase de Herbolaria, Kat iba pensativa por lo ocurrido ayer en astronomía, estaba asustada con na sola idea de que aquel designio perverso fuera real. Quizás si le daba mimo a una planta podría olvidarse un poco del asunto.

Cuando el Profesor hizo la pregunta la Rubita alzó la mano cual autómata y respondió:

—Esta planta resulta muy eficaz para la inflamación del cerebro, y de ahí que se emplee corrientemente en la fabricación de filtros para confundir y ofuscar, o allí donde el mago pretenda producir exaltación o imprudencia. La coclearia y el ligústico producen los mismos efectos.

Le vino la respuesta de sopetón, quizás un conocimiento esporádico venido de las horas de estudio de la biblioteca.

Ahora tocaba la práctica. Examinó la planta con cuidado y se posicionó en el ángulo correcto para hacer la incisión; apunto a la planta y conjuro:

—Diffindo

Un corte agreste y feo surca la corteza. Había sido un fracaso el corte.

Al llegar a clase, el profesor se veía un poco más serio que de costumbre al parecer la asignación de hoy era un trabajo bastante delicado, más me valía no estropearlo o acabaría limpiando los establos de los threadstalls dos semanas.

Longbottom y Hagrid eran dos apasionados de sus materias y estaba seguro de que despellejarían vivo a cualquiera que lastimara a sus preciadas plantas y animales.

Cuando mencionó lo de la fotofobia, decidí que sería una pésima idea prender cualquier clase de luz allí aunque fuera un simple lumos.

Al escuchar la pregunta junto con las respuestas de mis compañeros, decidí aportar información adicional a la misma, después de todo de algo debía valer ser el hijo de un auror.

Profesor, la Tármica se usa para elaborar la poción ofuscante, la misma que el Ministerio emplea actualmente para mantener bajo control a magos tenebrosos muy peligrosos, en pequeñas dosis, la poción ofuscante impide a las personas pensar con claridad, pero en grandes dosis, puede llevar a una persona a la locura.

Su empleo malicioso está penado con un boleto de ida a Azkaban con todos los gastos pagos.

Una vez respondida la pregunta, el profesor Longbottom nos mostró como seccionar el tallo sin dañarlo y uno a uno fuimos pasando frente al enorme tallo, pero cuando llegó mi turno, me di cuenta de que no tenía ni idea de donde cortar, por lo que bajé mi varita y di un paso al costado.