Partida Rol por web

De pronto, el castillo explota y de él emerge un enorme perro de tres cabezas que se lanza contra ustedes ladrando y salibando, mientras los tres se abrazan esperando su cruel destino.

Sin embargo, la mordida nunca llega, pues tres enormes fénix se llevan volando al perro lejos de allí al tiempo que tus amigos y familiares emergen de las ruinas del castillo y corren hacia tí para luego abrazarte con ternura.

Jane y Artemis estrecan su abrazo sobre ti mientras dicen: "Sin importas lo que pase, nunca te dejaremos sola, siempre podrás contar con nosotros Kat."

Súbitamente, un grito gutural rompe la quietud de la noche mientras que un misterioso hombre intentanta salir huyendo de la habitación.

Las manos del misterioso ser parecen estar envueltos en llamas plateadas, mientras las runas dibujadas por Kat sobre la cabecera de su cama brillan con gran intensidad.

- Mocosa tonta ¿Qué me haz hecho? ¡Pagarás por esto lo juro! ¡Te llevare a la locura y cumpliré los deseos de mi amo! - brama el hombre sombra mientras intenta en vano acercarse a Kat al tiempo que las runas lo repelen.

Con excepción de ustedes, las otras tres chicas que comparten habitación con ustedes parecen confundidas y aterrorizadas.

El sueño que iba a ser una pesadilla paso a ser una hermosa visión divida de 3 fenix's alejando el mal del castillo y la mente de Kat. Esta desperto con una mezcla de paz y temor, ahora frente a ella estaba un horrible hombre siendo sometido por la magia de las runas.

Rapidamente Katherin tomo su varita de la comoda de su cama y conjuró:

-Flipendo.

Dicho esto disparo rapidamente al vientre del hombre esperando sacarle el aire.

- Kat, sabes que no tienes que darlas, somos amigas, es normal que nos ayudemos - tumbada en mi cama, me quedé mirando a la pequeña rubita apoyando los codos en el blandito colchón - pero tienes, estás loca, eres mi pequeña loquita - le dije en forma de broma con una amplia sonrisa y una amable mirada.

Observé orgullosa como realizaba los hechizos que le nos había enseñado y me metí en la cama. Dejé que Sù se acurrucara a mi lado como solía hacer a veces y bostecé.

- Buenas noches, Katherin.

Me quedé medio adormilada cuando el grito me hizo saltar en mi cama y pegar un grito de miedo. Los pelos se me pusieron de punta al oírlo y mi mascota soltó un chillido antes de colocarse en mi hombro con las plumas erizadas. Cogí rápidamente la varita que tenía debajo de la almohada y apunté a la figura que increpaba a Kat. ¿Un fantasma? No lo parecía. ¿Tal vez algún ente oscuro? Fuera lo que fuera parecía querer hacer daño a mi amiga y no lo iba a permitir.

Salí corriendo de la cama y salté sobre la cama de la niña para colocarme a su lado.

- Sanctorum repellum - conjuré una protección a nuestro alrededor para reforzar nuestra defensa y apunté al misterioso ser - ¿quien es ese amo del que hablas?

No respondo ante ti amante de mestizos el amo la tendrá a ella y a ti también. Sus tontas runas no las protegeran por siempre. Las sombras son eternas. - responde el hombre con una voz siseante mientras se aleja lo más que puede del campo de protección.

Sú y Atori al notar la presencia del hombre empiezan un canto reconfortante para ustedes pero que parece taladrar los oídos de aquel ser, quien va tornándose un poco más sólido.

Al ver que su ataque apenas habia sido percibido por el espectro esta se molesto. Este ser horrendo insultaba a Jane con la malicia de los labios de una serpiente ponsoñosa y eso no se lo iba a perdonar, podia tolerar que la insultaran a ella pero jamás dejaria que le hicieran eso a una amiga. En eso los Fenix Atori y Sú cantaban un canción en el dormitorio, una tonada muy hermosa que parecia calmar a Kat y llenarla de confianza y valor, pero que tenia el efecto contrario en el espectro que parecia sufrir por el coro dual de los Señores de la luz solar.

Aprovechando este momento de debilidad Katherin dió un salto de la cama y enfrento al espectro con su vara en alto apuntandole, hizo el giro de muñeca correcto y le dijó de manera valiente:

-Las sombras seran eternas si, pero estas siempre le temeran a la luz, IGUAL QUE TU.

Dicho esto apunto hacia el rostro del ser perverso y conjuró:

-Lumos Solem.....

Entonces de la varita salio un resplandor solar que ilumino el semblante del villano y lo desprotegia aún mas de las tinieblas que lo escondian.

Aunque el primer conjuro de Kat atraveso al hombre sombra sin causarle daño, el conjuro de Janelle fue suficiente para mantener a aquél ser a una distancia segura.

Al verse superado en número, el hombre sombra intento escapar, pero el poderoso canto de los Fénix se lo impidió, dejándolo incapacitado para realizar cualquier clase de movimiento, al tiempo que su cuerrpo se iba tornando un tanto más sólido mientras Kat y Jane sentían una gran alegría en su corazón.

En ese preciso instante, un poderoso fogonazo solar invadió la habitación, destruyendo por completo la oscuridad mientras el hombre sombra era devorado por las llamas sin dejar rastros de su existencia.

Sólo un par de segundos bastaron para que el nefasto ser desapareciera por completo dejando escapar un espeluznante grito de dolor, el cual fue sofocado por el canto de los Fénix

Fruncí el ceño cuando dijo lo de amante de los mestizos. Ese amo que andaba detrás estaba claro que era uno de esos sangrelimpia fanáticos de la limpieza de sangre. Me hubiera gustado que me respondiera, pero me quedé sin saberlo. Habría que encontrar otra manera de averiguarlo. 

El canto de los dos fenix fue como agua de primavera, tranquilizó mi ánimo ensombrecido y me serenó la mente. Las magníficas aves eran realmente mágicas. El espectro comenzó a debilitarse, lo que nos dio una oportunidad para actuar. A punto de convertirlo en humo espectral, Kat hizo un asombroso lumus solem que pulverizó a nuestro enemigo hasta casi la nada.

Asombrada, miré los restos del oscuro ser y me lancé gritando como una loca contra Katherin, abrazándola entusiasmada.

- Kat, has estado maravillosa, genial, asombrosa.

La niña no podia creer lo que estaba pasando, en un asombroso despliege de poder de su varita el conjuro de la clase de Herbologia habia vuelto ceniza al bastago oscuro que habia atormentado sus sueños. Miro su varita con gran sorpresa, no se esperaba que un cacharro que consiguieron en menos de 5 galeones fuera así de poderoso -Una varita rebelde que ha estado aqui por decadas, a nadie a querido y a nadie a obedecido. Usted es un caso raro señorita Darling........-Recordaba las palabras del Señor Ollivander cuando le entrego su varita, quizas la varita tenia mas secretos que los que parecia. En medio de sus meditaciones Jane se pego a ella en un calido y enfusivo abrazo que saco a Katherin de su trance, miró a Jane con alegria y le dijó:

Si, gracias. No pense que fuera a aniquilarlo con ese hechizo, solo queria que dejara de esconder en las sombras como tanto decia.

Reí encantada y luego miré a nuestras compañeras que parecían algo asustadas.

- Bueno, va siendo hora de dormir, mañana hay clase - le dije yendo hacia mi cama más tranquila de lo que debería - y tenemos que seguir explorando el castillo. Todavía no te he enseñado el sótano donde estuve.

Entré en el dormitorio a toda prisa y saqueé mis reservas de dulces. Los metí en una mochila y salí corriendo de nuevo. KAt no parecía estar todavía pero esperaba que pronto se uniera nosotros en el lago.

Entré en la habitación con Kat y me giré a ella con una sonrisa. Tenía varias cosas que contarle, pero decidí empezar por algo más animado.

- ¿Quieres quedar estas vacaciones? Sería genial que pudieras venir a mi casa, tenemos un jardín bastante grande y cerca hay un río fantástico para bañarse - le dije entusiasmada.

Ante la invitación Kat se emocionó enseguida, tanto que comenzó a brincotear del gusto, solo repitió como loca:

-Oh por dios, oh por dios, oh por dios......

Era la cosa mas emocionante que había pasado en su vida, su mejor amiga del colegio de magia la invitaba a divertirse fuera de casa. Era increíble ya que nunca había salido más allá de una acampada en un parque o un viaje al Zoológico o el parque de diversiones, pero esto era mucho mejor ya que sería una pijamada pero de varios días.

-Claro, iré encantada.

Kat asentía con gusto, en cuanto al permiso de su mamá no era mucho problema, ella tenía 2 trabajos y casi no estaba en casa por lo que sólo necesitaba saber donde estaba para quedar tranquila. En lo que empacaba sus cosas pensando en lo que iba a vivir con Jane fue cuando vino a su mente el estudió, el estudio de su padre. Cabizbaja miró a Jane y le dijo:

-Jane, creo que no podre ir, me acabo de acordar que mi papá tenia un estudio en el sótano, esta lleno de libros muy viejos y pergaminos llenos de apuntes que ahora estoy segura tienen conjuros muy complejos. Me gustaría ir contigo pero creo que seria mejor para todos si investigó que cosas hay allí.

No fue fácil decir esto, en sus ojos tenia semejantes lagrimones por la tristeza, no quería volver a casa y mas con Fredd estando de tóxico a su alrededor pero tenia que hacerlo, tanto por Artemis como por Jane seria bueno buscar conocimiento en ese lugar, cosas que pudieran ayudar el año que viene.

Sonreí encantada cuando Kat me dijo que vendría, pero pronto lo perdí cuando me dijo que no podría. Tras pensarlo unos segundos, me acerqué a ella y la tomé de las manos con gesto serio.

- Pues yo te ayudaré, este año me he hecho muy buena encontrando cosas y me encantan los misterios. Así que, ¿qué te parece si vienes unos días a mi casa y luego yo voy a la tuya para buscar esos conjuros tan fantásticos? Recuerda que el verano es largo y hay tiempo para hacer de todo - le dije guiñándole un ojo con complicidad - bueno, si tu familia no le importa, claro. 

Me levanté bien descansada y con ganas de empezar el nuevo día. Había sido triste despedirme de mis padres, pero volver a Hogwarts también era maravilloso. Había miles de cosas que quería hacer e investigar, y tenía muchas cosas pendientes. Sù se colocó a mi lado y pegó su pico a mi mejilla como dándome un beso de buenos días. Después, se puso al lado de la ventana para que la dejara salir.

Después, me vestí y salí camino al gran comedor a desayunar. Kat debía estar ya allí y no quería llegar tarde el primer día.

Antes de ir al jardín a comer la tarta de Helen me quedé un rato hablando con el profesor sobre algunas dudas, volví a la habitación y saqué el viejo libro que había encontrado el curso anterior. No había podido practicar en casa nada más que las pronunciaciones y estaba deseando probar. Todos los hechizos parecían muy complicados, por lo que no tenía muchas esperanzas de aprenderlos enseguida.

Miré el que parecía más fácil e inofensivo. También parecía el más bonito. Lo había estado practicando mucho, estaba deseando ver cómo era mi patronus, ¿sería como mi forma animaga? Agité la varita y pronuncié - expecto patronum.

(Dejo el resultado en espera del master, creo que he hecho bien la tirada, pero por si acaso no adelanto nada)

El siguiente hechizo era mucho más complicado. Despistada, agité la varita y pronuncié - bombarda máxima.

No ocurrió nada, era de esperar, esos conjuros eran muy complicados para una alumna de segundo. Mientras lo hacía apuntaba a la ventana, estaba segura de que no pasaría nada pero en caso de que pasara siempre podría solucionarlo con un reparo. No entendía del todo lo que podía hacer el hechizo, sólo que producía explosiones. Si algo conseguí, no esperaba que fuera mucho mayor que un pequeño cohete.

Volví a pronunciar el hechizo y nada pasó. Realmente era complicado... venga una vez más... me concentré y volví a lanzarlo - bombarda máxima.

(También espero al master para resolución)

Luego de la clase Kat regreso como un tren al dormitorio. Atoli miro curiosa a su ama y como rebuscaba en su baúl, luego de un rato por fin encontró lo que buscaba, un pedazo de Ónix. Lo puso en la mesita de cama y lo miró desafiante:

-Así que, nos volvemos a encontrar eh piedrita. Esta vez vengó lista, preparate para el segundo asalto.

Dicho esto apuntó con su varita y conjuro:

-Veridicun.

La piedrita de ónix paso a ser una normal. Kat sonrió orgullosa de esto, por fin se demostraba todo el esfuerzo dado en las vacaciones.

Hecho esto tocaba ahora prácticar en un área abierta, hacerlo aquí sería malo.

Tras revisar brevemente tu libro de conjuros, pruebas suerte con dos de ellos.

Con algo de dificultad, logras crear un destello plateado que parece repeler la oscuridad, al tiempo que un poderoso recuerdo viene a ti, el día que te entereaste que eras la adalid de Ravenclaw.

Tal como inicio, el conjuro se disipo. 

Motivada por tu éxito anterior, decides probar suerte con un poderoso conjuro de combate y aunque al principio la fuerte te es esquiva, en tu tercer intento, el conjuro sale con tal potencia que, dónde antes había una pared, ahora sólo quedaba un enorme boquete que te permitía ver el bosque prohibido en todo su esplendor.

Jane, en este momento estás cubierta de polvo y tu cuarto es un desastre, los oídos te zumban y estás aurdida.