Partida Rol por web

En medio de la conversación con Merida se abrió un portal y aparecieron algunos más de nuestros compañeros. Eché a correr detrás de la chica hasta ellos mirando preocupada a Artemis.

Me quedé cerca escuchando en silencio las explicaciones que dio Allison, asintiendo cuando preguntó si estábamos bien. La revelación de Helga me resultaba familiar después de nuestro encuentro. Iba a decir algo al respecto cuando de pronto apareció el último grupo de amigos y suspiré aliviada.

Mientras hablábamos con Allison aparecieron el último grupo y suspiré aliviada. Fui hacia Kat para preguntarle cómo estaba pero no llegué a decir nada. Apareció de nuevo aquel demonio y quería pelear con nosotros, ¿acaso no podía dejarnos en paz? Estaba cansada y apenas podía sostenerme de pies, los últimos acontecimientos me estaban pasándome factura. Cogí mi varita y lo apunté.

- ¿Porqué no nos dejas en paz? Seguro que hay un bonito infierno en que puedas vivir feliz - dije inútilmente intentando hacer una broma.

No sabia realmente lo que habia pasado, la serpiente que habia ahuyentado de Hellen se habia convertido en un basilisco y se habia comido al demonio que los estaba atocigando, todo por manos de un viejo palido de aspecto malevolo pero que los habia ayudado ¿Que relación tenia Hellen con el?. Dejo eso de lado y mejor corrió llevando de la mano a Freddy que estaba todavia "petrificado" de miedo hacia la salida.

Parecia que habian escapado, todos estaban ahi o cuando menos los que ella le importaban o solo conocia. Estaba Jane a la que al verla Kat corrio hacia ella y la abrazo con mucha tristeza, la habia extrañado mucho en ese infierno frio; tambien Artemis quien estaba debil -Debio gastar toda su magia allá, pobrecito-Pensó con tristeza.

Iba a decirle algo a Jane cuando la voz de su perverso anfitrion sono el la estancia, no siendo suficiente ahora aparecia un demonio gigantesco frente a ellos. Sin tener miedo apretó su varita con el puño y se puso en guardia junto a Jane, le sonrió gentilmente y le dijó:

-Esta vez lucharemos juntas, no tienes que enfrentarlo sola.

Dicho esto tomó de la mano a Jane, mostrandole que no estaba sola en esto.

No parecía aliviado cuando al final conseguimos atravesar el portal, sino que me encontraba bastante entristecida a pesar de que habíamos conseguido escapar del demonio.

- ¡Condenado viejo estúpido! ¿¡Tenías que hacerlo verdad!?

Maldecía a alguien con lágrimas en los ojos, pese a que el único varón que nos acompañaba, y junto al que me encontraba al aparecer con Kat, era Freddy.

Para colmo, la bienvenida no parecía mucho mejor. Artemis se encontraba inconsciente, lo que me hizo dejar de lado al otro chico y correr hasta él extremadamente nerviosa.

- No, no, no...

Suplicaba cuando me tendí a su lado y el infernal volvía a parlotear sin que me importara lo que tuviera que decir.

Enfadado por todo lo sucedido, el recuerdo de la muerte de sus amigos repetido una y otra vez, el ataque a sus compañeras y ahora, el desvanecimiento de Artemis, Freddy cargó contra el demonio. Un rugido salió de su boca mientras un objeto aparecía en su mano.

Portaría ese objeto con todo el orgullo de un Gryffindor. La espada infundía valor en su corazón y esperaba que eso se contagiara en todos sus compañeros.

- !Vuelve al infierno de donde has salido maldita bestia llena de Pus con el cerebro de pudin¡- Gritó mientras lanzaba sus tajos a la sombra que les había tratado de matar.

Ajeno a lo que ocurría a mi alrededor, sólo intentaba acomodarme para dormir mejor, cuando la voz de Hellen me saca de mi sueño.

Cinco minutos más, sólo cinco minutos más... - respondo somnoliento mientras me acomodo en posición fetal hasta que esa lúgubre voz termina de devolverme a la realidad.

¿Dónde estamos? ¿Hellen estás bien? - pregunto mientras intento levantarme sin éxito.

¿Dónde está mi varita? - pregunto mientras intento levantar mi brazo para lanzar un hechizo. 

¡Aléjate de mis amigos! Sanctorum Repellum. - digo mientras siento que mis fuerzas me abandonan y el hechizo falla. - Rayos. ¿Por qué justo ahora?

Cuando regresas al castillo, ves un enorme demonio en el patio principal y frente a él todos los alumnos de primero esperando a ser aniquilados o al menos eso parece.

Después de escuchar la versión de Mérida, la pelirroja asintió con severidad, al parecer todos habían sufrido ataques por parte de los seres oscuros, pero por suerte habían sido rescatados. - Menos mal, me alegro de que al final saliera bien. Y jope, menudo par.. - añadió frunciendo el ceño, las preguntas se seguían acumulando, pero ya tendrían tiempo. Y, era un consuelo saber que los mayores cuidaban de ellos, de verdad que tenía ganas de que toda esta pesadilla acabase.

Pero no tendrían tanta suerte...

Ni siquiera tuvo tiempo de alegrarse tras ver regresar al resto de compañeros, entre ellos Hellen y Katherin, cuando el culpable de todo aquello, Kronos, hacía resonar aquella escalofriante voz. - ¿Es que no tienes nada mejor que hacer de dónde sea que vengas..? - protestó una Allison cansada de huir, ahora estaban todos juntos y tenían que ayudarse como pudieran, con un poco de suerte mientras resistían al demonio invocado, puede que la señora Helga y el tal Severus regresaran.

- Maldición... ¡Tened cuidado todos! Artemis, no te fuerces, déjame intentarlo... - dijo mientras se interponía y alzaba su varita, concentrándose. Vale... Tú puedes Allison... - ¡Sanctorum Repellum! - exclamó haciendo una floritura con su varita, y al momento una cúpula translúcida de magia sacra los protegía, no era tan potente como esperaba, pero había surtido efecto.

Me sentí muy aliviada al escucharle hablar, aunque el sentimiento no duraría mucho y apenas asentí a su pregunta incapaz de decirle nada.

Estaba agotado, demasiado para mantener a raya al demonio, y aún así seguía intentándolo cuando ya se había demostrado que iba a ser inútil.

- Debemos matarlo.

Susurré intentando convencerme a mi misma y reincorporándome para encararlo.

- Exultant daemonis exortias...

Pronuncié las palabras del hechizo intentando recordarlas con precisión, luego como un salmo las volví a repetir una y otra vez.

- Exultant daemonis exortias, exultant daemonis exortias, exultant daemonis exortias...

Continué pronunciando las palabras con la varita preparada para realizar el hechizo a la mínima ocasión, o al menos intentarlo, pues apenas había visto sus efectos una vez y no había sido yo precisamente quién lo había realizado.

Pero ese era un detalle menor que el demonio seguramente desconocía y, por lo tanto, uno con el que podia dar una oportunidad al resto si en verdad me creía capaz de lograrlo... y al menos Freddy seguro que agradecería esa oportunidad.

Eliphastus observó la escena, y se puso a rodear el lugar mientras rodeaba con la varita, observó con interés quienes estaban vivos, y se puso en una posición más atrás. Especialmente, cuando todos estaban mirando el combate, observó las puertas de las bibliotecas, entradas y salidas, y haciéndole una seña a Alexander y a Richard, les indicó que lo ayudaran a bloquear las puertas con magia y cosas, para que nadie escapara del lugar. Sobretodo ahora que Samantha había aparecido en el lugar, era la hora de actuar.

Richard sonrió de forma diabólica. Debían apoyar al demonio, y aprovechar la debilidad de sus compañeros para matarlos por la espalda. Era el momento que tanto habían esperado, pero para eso, debían asegurar las entradas y salidas. Ayudó a sus compañeros como pudo a poner todos los seguros de las puertas mientras todos combatían con el demonio para así asegurarse de matarlos luego.

Samantha hizo un asentimiento al ver a sus compañeros recibirla, y al ver al gran demonio al medio de la sala que se estaba preparando para matar a sus compañeros. Era un buen momento. Samantha comenzó inmediatamente a ayudarlos, y usó su conjuro para cerrar puertas de inmediato en el lugar, con voz baja para que el resto no la escuchara ni notara;

Ferma

Dijo, y con una magia descomunal, las puertas quedaron selladas.

Solo una mirada entre nosotros fue suficiente para entendernos, ya era hora de dejar la posición de observador y comenzar con lo que nos habíamos propuesto…

Me muevo con mis compañeros y comienzo a ayudarlos para encerrar a la carroña, tomo mi varita y concentro mis energías mágicas para comenzar a derretir las cerraduras que se ponían en mi camino.  

Mientras Kat estaba en guardia le llamó la atención que Allison estaba intentando un Sanctórum Repellum, era una magnífica idea y mas si se hacia en grupo. Sin soltar a Jane de la mano conjuró:

-Sanctórum Repellum.

No tenía el mas mínimo control sobre este hechizo pero había que intentarlo, mas ahora que enfrentaban a una monstruosidad demoníaca.