Partida Rol por web

El profesor mira con lo que casi se podría llamar curiosidad a Charlotte, aunque su monótono tono de voz parece decir que todo lo aburre (hasta él mismo).

- Esa información no es parte de mi materia, señorita. Tal vez es más adecuado que pregunte a su profesor de Defensa contra las artes Oscuras.  - no obstante, y pese a sus palabras, parece complacido por la atención y sigue hablando. - De cualquier modo, una de las maldiciones más sonadas es la popular maldición del faraón, o maldición de Tutankamon. Obviamente este es el nombre popular y utilizado para esconder la verdadera naturaleza a los muggles. En el mundo mágico se la clasifica como parte de las maldiciones telaraña, pues cuándo uno e los hilos es afectado la vibración rápido se  propaga en el resto. Aun no cuenta con un nombre concreto pues los expertos aún no han conseguido descifrarla del todo. Hace tan solo 50 años de los hechos.  Si bien es cierto que resultó muy popular entre los muggles y está rodeada de sensacionalismo, la maldición tiene origen mágico. El alquimista Howard Carter trabajaba en una expedición con muggles cuándo encontraron la tumba. No se sabe bien el porqué el alquimista se arriesgó a trabajar con muggles habiendo tanto riesgo. Fue juzgado posteriormente en el tribunal Mágico perdiendo su varita durante varios años. La cuestión es que los hechizos de protección que el alquimista lanzó en el equipo no fueron plenamente efectivos, afectando a una decena de exploradores e incluso extendiéndose posteriormente.  El primer afectado fue un muggle de importancia en la expedición, al que se considera el sujeto del centro de la telaraña. Esto es porque sin duda los efectos de la maldición empezaron en él, siendo su muerte la primera y la más horrible. - todo lo cuenta con el tono sobrio que le caracteriza, incluso el hecho de hablar de muerte. ¿Será porque es un fantasma? - A partir de ahí la maldición se propagó entre todos los que no habían estado bien defendidos por el alquimista. Algunos efectos tardaron largo tiempo, pero el resultado fue el mismo para todos: muerte.

En ese momento el profesor se calla y la clase se encuentra en extraño silencio. No es cómo el anterior silencio de aburrimiento, sino un silencio de genuino interés.

Ajajá... esto ya empieza a estar mucho mejor...

Pienso apuntando lo que dice a un lado bajo el título de "ejemplo de maldición egipcia" A pesar de que lo he apuntado todo, incluso el ejemplo y con un orden impecable para la comprensión los apuntes no me ocupan nada. Mi caligrafía pequeña y apretada no estaba hecha para ocupar espacio si no para ocupar el menos posible.

Frunzo el ceño al ver el ejemplo...

¿Qué le quitaron la varita? Encima que usó a los muggles como debe hacerse, encima les dió un trabajo interesante... mejor que mueran cien de ellos a un sólo sangre limpia.

Me mantengo a la expectativa de la clase por si tengo que tomar más apuntes mientras observo al profesor con la pluma en la mano.

Aunque la pregunta de la sabelotodo de Charlotte me había sorprendido me sentí mucho más animada al comprobar que el profesor contestaba poniendo algún que otro ejemplo de maldición. Aquel era un tema fascinante y a pesar que el tono del Sr. Binns seguía siendo igual de monótono y aburrido, le había dado un giro interesante a la clase.

Apuntaba alguna que otra palabra en mi pergamino, no me hacía falta escribirlo todo ya que con ciertas anotaciones que me sirvieran para después consultar más ampliamente en los libros tenía suficiente.

Sonreí complacida ante la respuesta del profesor, al contrario de lo que muchos opinaban la realidad solía demostrar una y otra vez la importancia de los detalles. Detestaba cuando los adultos trataban torpemente de endulzar las partes más incómodas, por decirlo de alguna manera, de la historia y en ese sentido, el profesor Binns no lo hacía del todo mal. Tal vez el hecho de que fuera un fantasma tuviera algo que ver, tampoco es como si me importara. En cualquier caso, aprovecharía la ocasión. 

Y así, deslicé la pluma nuevamente sobre el pergamino tomando las notas pertinentes, la última "chocolatina" para el fantasma la reservaría para el final de la clase.

- ¿Alguna pregunta más o podemos seguir con la materia de esta clase? - dice el profesor al ver que nadie añade nada.

Eché un leve vistazo al resto de la clase, al ver que nadie se animaba a preguntar nada más terminé por encogerme de hombros.

- Gracias por la aclaración profesor, por mi parte puede continuar. - Repuse manteniendome a la espectativa.

El profesor abandona el interesante tema de las maldiciones para volver a la historia que la mayoría ya conocen, utilizando además ese aburrido y monótono tono. Seguía hablando de los egipcios, pero ahora era simplemente sobre la evolución de la magia y el poder que ostentaban los magos, lo que les permitía una libertad que pocos magos han tenido en los siglos posteriores.

Sin embargo, la clase está más excitada ahora, tras la explicación de las maldiciones. Los tres chicos, O'Reily y sus amigos, se han girado sin ningún disimulo y cuchichean entre dientes. El profesor parece no darse cuenta o ignorarlo, ya que continúa con su narración en trance. Severus ha cambiado de libro, y ahora parece leer y pasar páginas en busca de algo, en lugar de escribir notas con concentración. 

Sophia parece explicarle a Zoe algo sobre el alquimista que el profesor acaba de nombrar, ya que llegáis a escuchar su nombre entre los cuchicheos, antes de que las dos empiecen a reirse sin demasiados reparos.

Estando sentada con Zoe, Sophie y Sonja, puedo escuchar lo que dicen?

-Mi padre me dijo que cuando le quitaron la varita al tal Howard Carter el muy idiota se puso a suplicar en la sala. Dice que incluso se ofreció  a compensar a todas las familias muggles de los afectados si no se la quitaban.

- ¿En serio?

- Dice también que era tan estúpida la petición que rompieron la varita delante suyo. ¡Cómo pueden ser tan tontos los traidores a la sangre!

Es tras ese comentario que empiezan a reir.

Sonreí con malicia ante el comentario de Zoe y Sophie, no tanto por el comentario en sí si no más bien por las reacciones y el cambio en el ambiente general. Oh sí, así se hacía magia...

Tras ello, me encogí de hombros de forma casual inclinándome un poquito, sutil y en actitud cómplice, vigilando de reojo no ser descubiertas por Binns.

Después de una discreta aportación en voz baja terminé por ahogar, junto a ellas, una risita pulcramente con la mano.

- Fue aún más patético... -les susurré en voz baja, sin poder evitar esbozar una sonrisilla maliciosa. -Dicen que terminó por echarse a llorar en medio de la sala tratando de recoger las astillas que habían quedado... - Terminé ahogando una risita.

A pesar de que el profesor había vuelto a su aburrido y monótono tono el resto de mis compañeros parecía que habían cogido carrerilla y ahora sólo hacían que cuchichear y reírse sin impotarles para nada la clase. Miré hacia atrás con el ceño ligeramente fruncido y pude ver que casi nadie le prestaba atención al profesor Binns, aunque tenía que reconocer que su clase era bastante soporífera por lo menos podían mostrar un poco de respeto.

Sophia se tapa la boca teatralmente al comentario de Charlotte, ahogando una risa algo estridente. Cuándo ve la mirada de Debbie tuerce el gesto como preguntandole "¿Y a ti que mosca te ah picado?"

Continuo apuntando lo que Bins relata, mientras al márgen del pergamino voy poniendo nombres y datos que luego puedo buscar en la biblioteca. Sigo apuntando como los magos egipcios eran mucho más listos que los amantes de los muggles que tenemos ahora, cuando de repente escucho una risita detrás de mí...

Con un vistazo rápido confirmo que era el grupito de tres chicas de donde ha salido eso, sin embargo como si eso no me molestase en absoluto me vuelvo a girar hacia el profesor, aguantando su soporífera voz mientras sigo tomando apuntes y marcando cosas en mi libro.

Una bola de papel vuela con precisión hasta la mesa de Zane.

- Psst! Knight!

Solamente una bola de papel que cae directa a mi mesa, al lado de mi mano me distrae de mi labor.

Pero ¿quien...?

Escucho la voz del chico ese... O'Reily llamándome y me giro -No hagas eso...- Digo refiriéndome a la bola de papel, vale que a lo mejor solamente quiera llamar mi atención... pero no estoy sordo y puedo escuchar perfectamente, mientras que tal y como es ese Bins... no se daría ni cuenta -¿Qué pasa?- Pregunto finalmente y solamente cuando Bins sigue dando vueltas a algo ya apuntado y marcado.

- ¿Crees que tienen libros sobre las maldiciones esas en esta biblioteca? - aunque hablase en voz baja en una clase tan grande, vacía y silenciosa sus palabras eran claras. Cualquier profesor las habría oído... excepto Binns, quien podríais jurar se había dormido en su propia clase. - Nosotros vamos a ir a echar un vistazo luego. ¿Quieres unirte al grupo?

-Sí- Respondo -Tiene que haber algo, iba a ir de todas maneras así que vale. Voy con vosotros- Respondo encogiéndome de hombros, después me percato de que Bins se ha quedado dormido, desde luego podria ser mucho mejor profesor.

-De todas formas ya me imagino lo que hacían esas maldiciones, también me gustaría completar la información de Bins...- Murmuro más para mí mismo que para O'Reily, mientras echo un vistazo a mis apuntes. Un aprobado no me basta y con este profesor me iba a tener que apañar yo mismo.

De repente caigo en la cuenta de que Severus estaba apuntando algo distinto, me pregunto el qué y ya que el profesor se ha quedado dormido...

Cojo mis libros y apuntes y aprovechando el sueño del profesor acudo al pupitre de al lado de Severus, estoy casi convencido de que anque Bins despertara ni caería en la cuenta de que he cambiado de lugar -¿Qué estabas apuntando?- Pregunto -Es por si tienes algo que me pueda ayudar a completar estos apuntes...

Severus mira a Zane con expresión escéptica y cierra el libro dejando sus pergaminos dentro. Después dice algo en voz baja a Zane, tan bajo que no todo el mundo puede oirlo.

Severus mira a Zane con expresión escéptica y cierra el libro dejando los pergaminos dentro, como intentando evitar que el niño viese que escribía. Después, en voz muy baja, contesta a su pregunta.

- La asignatura de este profesor no es un problema. Se trata de estudiar el tema del examen y recitarlo en el pergamino. Durante el verano leí el libro y no hay nada demasiado interesante. No tomaba notas para su asignatura, si no para otra. - dice mientras mira de reojo a O'Reily y sus dos "admiradores", que parecen enfrascados en su propia conversación.

Aciertas a ver que atrapado entre el pergamino y el libro hay un recorte de un periódico, seguramente de El Profeta.