Partida Rol por web

- La asignatura de este profesor no es un problema. Se trata de estudiar el tema del examen y recitarlo en el pergamino. Durante el verano leí el libro y no hay nada demasiado interesante. No tomaba notas para su asignatura, si no para otra. - contesta a Zane mientras mira de reojo a O'Reily y sus dos "admiradores", que parecen enfrascados en su propia conversación.

-Por como te interesaste por las maldiciones, puede ser ¿Defensa contra las Artes Oscuras?- Pregunto, no se me pasó por alto su excitación cuando cambió de tema el profesor y esas maldiciones está claro a qué clase de magia pertenece -Supongo que tienes razón, no hace falta otra cosa que ser un loro... pero si puedes subir nota- Frunzo los labios y observo el recorte del profeta, intentando echare un vistazo disimuladamente, pero al no ver nada continuo, si es del profeta no sería desconocido...

-Tranquilo, no tengo deseos de copiarte... si me quieres ayudar y yo ayudarte a ti en lo que sé para sacar mejores notas vale, pero no me sirve de nada copiar... aprovaria tal vez pero después sería inútil. Sin mbargo siempre se nos puede pasar algo por alto en algunos apuntes...

Me encojo de hombros y repaso mis apuntes para después repasar el libro, la verdad es que Severus tiene razón, pero si se puede aumentar nota mejor.

Dejé la pluma a un lado al comprobar que Binns se había quedado absolutamente dormido y aprovechando la oportunidad volví a inclinarme hacia la mesa de Zoe, Sophia y Sonja discretamente, no tanto por que Binns fuera a pillarnos si no más bien por pura costumbre. 

- He pensado que esta noche podíamos hacer algo en la habitación. -Comenté en voz baja de forma casual, como si la idea acabara de venirme a la cabeza en ese momento. - Una especie de "fiesta de pijamas". - Desvié la mirada hacia cada una de ellas esbozando una sonrisa divertida. -Ya sabeis, podemos hacer que nos preparen algo para comer, encender algunas velas, contar historias ... - Aclaré. - Podría ser divertido. -Concluí con una sonrisilla tentadora.

Escuchas lo que dice Zane, aunque no puedes ver sus expresiones faciales u otros gestos. Sería muy obvio que les escuchas si les mirases con detenimiento.

-Por como te interesaste por las maldiciones, puede ser ¿Defensa contra las Artes Oscuras? Supongo que tienes razón, no hace falta otra cosa que ser un loro... pero si puedes subir nota.

-Tranquilo, no tengo deseos de copiarte... si me quieres ayudar y yo ayudarte a ti en lo que sé para sacar mejores notas vale, pero no me sirve de nada copiar... aprovaria tal vez pero después sería inútil. Sin embargo siempre se nos puede pasar algo por alto en algunos apuntes...

Escuchas entonces la respuesta de Severus.

- El profesor no ha cambiado nada desde que se murió hace dos o tres siglos. No cambia ni los exámenes. Sus preguntas son siempre sobre fechas y nombres, o sobre acontecimientos importantes, y está todo en el libro. No es necesario malgastar el tiempo en esta asignatura. Si quieres muy buena nota puedes subirla con los trabajos. Mi madre dice que le gustan extensos y te puedes ir por las ramas. En la bibioteca hay muchos libros de historia por épocas perfectos para los trabajos. Ese consejo es gratis.

Severus niega con la cabeza.

- El profesor no ha cambiado nada desde que se murió hace dos o tres siglos. No cambia ni los exámenes. Sus preguntas son siempre sobre fechas y nombres, o sobre acontecimientos importantes, y está todo en el libro. No es necesario malgastar el tiempo en esta asignatura. Si quieres muy buena nota puedes subirla con los trabajos. Mi madre dice que le gustan extensos y te puedes ir por las ramas. En la bibioteca hay muchos libros de historia por épocas perfectos para los trabajos. Ese consejo es gratis.

Después se da cuenta de que intentabas husmear en sus asuntos y esconde el recorte del profeta y los pergaminos con más cuidado, mirándote con cierta fiereza, de manera defensiva. Es como si se oliese que intentas aprovecharte de él o burlarte de él. Es la cara que ponían los niños con algo de inteligencia de las otras familias que visitabas con tu padre cuando querías camelartelos.

- Suena guay... - contesta Sonja a Charlotte mientras saca (sorprendentemente para los niños que la rodean) un pintalabios y empieza a maquillarse. Es uno de esos pintalabios de moda entre las adolescentes brujas porque cambia de color a cada rato, aunque no muchas niñas de 11 años usan maquillaje. 

Aquello era ridículo, el profesor dormido, Charlotte planeando una fiesta nocturna y el resto de los alumnos cuchicheando. Si todas las clases del profesor Binns iban a ser iguales sería mejor aprovecharlas en la biblioteca, sobre todo después de haber oído a Severus decir que con estudiarse el libro se tenía bastante.

Suspiré con resignación mientras dejaba la pluma y el libro a un lado mientras miraba a Severus y a Zane que parecían estar tratando temas interesantes sobre los estudios. Armándome de valor tomé la decisión de acercarme hasta ellos. Siempre era bueno juntarse con gente tan interesada en el estudio como yo, eso ayudaba a hacer más fáciles los trabajos.

- Hola chicos... ¿alguno de vosotros sabe si hay algún libro en la biblioteca que profundice más en las maldiciones? -Me sentía un poco tonta haciendo aquella pregunta pero no se me ocurría otra cosa para poder acercarme a ellos.

No pude evitar desviar la mirada hacia Charlotte y Sonja mientras movía con desaprobación la cabeza.

-Gracias entonces...- Digo antes de ver su mirada, demasiado acostumbrado a ese tipo de miradas decido contarle la verdad -Tranquilo, es simple curiosidad por el recorte no por tus apuntes. La curiosidad es parte de la inteligencia ¿no? Si alguien ve que estabas tomando apuntes sobre un recorte de un periodico, más sensacionalista que otra cosa, es normal que se pregunte de qué es ese recorte.

Me encojo de hombros y al desviar la mirada veo a una de las chicas que acomañan a Charlotte maquillándose -¿Pero qué...?- Pregunto poniendo los ojos en blanco, bufo y apunto el consejo de Severus en el márgen de mi pergamino.

Al escuchar a Debbie levanto la cabeza -Yo sé algo de ellas por mi abuelo y sé que hay libros, deben de estar sí. Iba a ir luego a buscarlos con O'Reily que también quiere verlos.- Contesto a la chica, la única que parece ser inteligente en ese aula.

- ¡Sí, sí! - dice Sophia con emoción, tanta que el profesor se despierta en ese momento. Mientras la mayoría contiene el aliento el profesor empieza a hablar...dónde lo había dejado la última vez, cómo si nada hubiese pasado.

Ahora su discurso se centra en la degenaración de la sociedad Egipcia y con ello la del uso de la magia. Según las escrituras que hablan de magia, la mayoría de sacerdotes que eran magos de verdad fueron desapareciendo, dejando tan solo a los religiosos devotos pero incapaces de conjurar al mando de los templos. Las escrituras no hablan de los motivos pero en el mundo mágico se cree con certeza que el abandono de los magos a los muggles egipcios fue la causa de la caída de la última dinastía de faraones, siendo reemplazados por los persas, y más tarde por gobernantes de grecia y roma.

- Yo... bueno. - contesta Zoe dubitativa. No parece demasiado entusiasmada por la idea, pero no parece querer estar sola y ser la única que no dice que sí.

Ahogué una risita con la mano ante el respingo de Binns, a causa del entusiasmo de Sophia. Tras ello, y simulando coger una pluma nueva me incliné un poco hacia el lado de Zoe. - Venga, será divertido. - La animé en un susurro. - Después de clase pensaba pasar por la biblioteca para terminar los deberes, estoy segura de que podremos encontrar un buen libro con historias interesantes del castillo y echarles un vistazo esta noche. - Añadí tentadora. Estaba prácticamente segura de que había sido ella la que se había preocupado tanto por que su estantería con los libros de cada materia estuviera bien ordenada.

La idea de los libros parece interesarle algo más.

- Está bien. Me apunto entonces. - mira entonces a Debbie, pues al fin y al cabo está en la misma habitación pero no ha dicho nada sobre la idea de Charlotte.

-Genial, iremos después. - Concluí esbozando una sonrisilla complice antes de volver a incorporarme para tomar las últimas notas del soporífero discurso del profesor, como si en ningún momento hubiera dejado de hacerlo.

- ¿Podría ir con vosotros? Me interesa el tema y la verdad... -Mi mirada se volvió de nuevo hacia las chicas que estaban programando la fiesta y no pude evitar fruncir el ceño, aquello era una auténtica estupidez.- Iba a ir de todas formas hasta la biblioteca.

Al ver que el profesor se había despertado y había continuado impartiendo la clase, me encogí de hombros esperando la respuesta de Zane o del tal O'Reily antes de volver a sentarme en mi mesa donde había dejado el libro y todo mi material de escritura.

- ¿Una niña con nosotros? ¿No te lo pasarás mejor en la fiesta de pijamas? - añade con tono burlón y haciendo gestos.

Parece que ha estado escuchando la conversación entre Zane, Severus y Debbie, o almenos en parte. Su actuación, en cambio, es visible para todos, incluso para el profesor...si prestase la mínima atención.

-Cuidado O'Reil...- Murmuro friamente -Que muchas niñas sean tan tontas como parece que eres tú, al despreciar a alguien de una familia de renombre y que, parece ser da las pocas mentes que hay en este colegio, no quiere decir que Debbie lo sea...- Termino en un tono impersonal por completo.

-Bueno, yo voy a seguir yendo a la biblioteca igualmente, así que si quieres venir conmigo me parece bien...- Digo a Debbie mientras apunto las ultimas cosas que Bins dicta, por hacer algo...

La mirada que le lancé al tal O'Reily hubiera dejado en el sitio a más de uno, ¿qué se había creído aquel estúpido? ¿Acaso pensaba que podía ser mejor que yo sólo por ser un chico?

- Seguro que a ti sí te gustaría acudir a la fiesta... -Mascullé entre dientes mientras me quedaba sorprendida por el comentario de Zane.

Me sonrojé ligeramente al oírlo, la verdad es que pensaba que Zane no se preocupaba de nadie más que de él y comprobar cómo me defendía me dejó bastante impresionada... gratamente impresionada.

- Gracias Zane. -Me mordí el labio un poco nerviosa.- Entonces vamos juntos a la biblioteca, si el idiota ése no me quiere aguantar que se fastidie.

Y me puse a atender de nuevo al profesor.

El niño parece sorprendido, pues sus amigos le habían reído la gracia y seguramente había esperado lo mismo de Zane.

- Eh...vale, tranquilo. - sin embargo, ante als miradas de sus amigos parece no querer perder el control de la situación ni su "estatus" - Pues puedes ir tú con la niña, nosotros iremos por otro lado.