Partida Rol por web

Me termino de estudiar el primer capitulo de historia de la magia, cierro el libro y miro un poco a mi alrededor, Mik está jugando con Bach y Auri está acurrucada con Dharma, veo que aún estan estudiando, así que les digo en voz bajita:

-Ahora vengo chicas. Y me dirijo hacia el invernadero a ver si encuentro a la señorita Sprout.

-Gracias, Diane. Aún no he tenido ninguna clase de Herbología, pero si tengo dudas cantaré tu nombre. - reí ante su expresión. Y volví a centrarme en el libro. 

La voz de Lion me sacó de mi concentración. - ¿Eh? - pregunté sin pensar. Luego asimilé sus palabras.- De acuerdo, yo te espero aquí, ¿vale?- Con una sonrisa en la cara le vi levantarse e irse hacia el invernadero. Sin duda era una cuenta pendiente que tenía que saldar. Al fin y al cabo le iban a abrir un expediente injustamente, mientras que Zane saldría de rositas. 

Volví a bajar la mirada, pero esta vez cogí el libro de Pociones. Acaricié suavemente el pelaje de Auri, concentrándome en estudiar. 

Irina, eso no vale - digo riendo a carcajadas.

Voy a intentarlo yo.

Cierro los ojos y me concentro recordando los pasos a seguir y digo:

Lumos.

Veo como una luz ilumina la punta de la varita.

Bien, mi primer hechizo, he conseguido hacer mi primer hechizo - pienso impresionado.

Tira orientación NATURAL a dif 8.

Me reí de Irina al ver como había fallado su hechizo y cuando vi que el de Dean funcionó me impresionó un poco (tampoco demasiado!) y aplaudí con cara de no esperarlo.
Vi a Irina al fondo, cerca del lago, y corriendo detrás suyo hice un amago de empujón intentándola asustar pero sin empujarla del todo.
-AAAH QUE TE CAEEES!

Por casualidad escuchas a alguien comentar la hora en alto, y son casi las 6. Deberías darte prisa si no quieres llegar tarde al despacho del director.

Me quedé asombrada de que a Dean le hubiera salido bien el hechizo con tanta facilidad, pero entonces vino Donnie a tirarme al lago. 

- ¿QUÉ HACES, ERES IDIOTA O QUÉ COJONES TE PASA?- Le grité a Donnie desesperada y enfadada. Le tenía mucho miedo a las criaturas que podían haber allí, por no hablar de los grandes oceanos. Por suerte, eso era solo un lago. 

Respiré intentando calmarme, muy rapidamente, aún a orillas del lago. Me daba la sensación de que el corazón se me iba a salir en cualquier momento. Donnie ya no me caía tan bien y quería pegarle, pero mi padre me había dicho que contara siempre hasta 10 antes de hacer algo precipitado, de modo que lo hice.

- Uno, dos, tres, cuatro...- Me empecé a calmar. - Cinco, seis, siete.- "Siete? Es mi número preferido" Pensé mientras decidía que era mejor contar hasta siete que hasta diez. Ya me había calmado, un poco al menos. Así que miré a Donnie, matándolo con la mirada. Con eso me conformaba, de momento.

Me quedé anonadado con la reacción de Irina
-Jo... lo... lo siento... -dije con voz entrecortada y ojos bien abiertos -Sólo era una broma...

Entonces escucho a alguien decir la hora... son las 6!
-Oh, oh... me tengo que ir! ADIOS! -Mientras me voy corriendo, al pasar por al lado de Lupin le miro fugazmente, curioso.
 

Donnie se aleja y Lupin también. Sirius, Peter y James están bromeando al otro lado de los jardines.

En cuanto dio la hora de la cena, me levanté en silencio, recogí el libro y lo guardé en uno de mis bolsillos y me encaminé al gran comedor. Un día de fiesta que tenía lo había empleado en leer y no en jugar. Cada vez me parecía más a esos señores que iban a la biblioteca a estudiar y se estaban todo el día. Bueno, qué más daba. Por lo menos había disfrutado del día.

Levanté la cabeza de mi libro entre tanto alboroto y lancé una mirada asesina a los niños que no paraban de chillar y hacer el tonto en el lago. ¿Acaso no veían que estábamos estudiando justo ahí al lado? ¡Qué poca consideración y qué poca vergüenza por su parte. 

Irina, creo que sería hora de volver al castillo.

Bueno, a no ser que tengáis algo mejor que hacer - digo esto último gritando para que me escuchara el resto de los Gryffindors.

- Sí, vamos para allí.-

"Quizás a mi también me hacen falta clases de repaso, no me sale ni el hechizo lumos..." Pienso mientras voy cabizbaja hacia el gran comedor.

Dharma asiente a la idea y salís los tres a los jardines. OS acercáis primero a la cabaña de Hagrid dónde Axel parece totalmente recuperado del incidente de hace unos días: alegre, saltando de un lado a otro y por supuesto, loco de ver a Brad.

Lo cojo cuando viene hacia mi y doy una vuelta con el en las manos. Después lo abrazo y dejo que me lametee la cara mientras le rasco la cabeza y río.

-¡Saludalas a ellas también, campeón!

Estaba seguro de que me entendería y lo haría, sin duda.

El perro, al parecer en un éxtasis de felicidad, salta sobre Dharma y Anne sin acabar de decirdise a cuál quiere saludar, girando sin parar alrededor de las chicas.

Tanto Anne como Dharma acarician al perro y lo miman con palabras dulces. Es un perrito encantador y es normal que encandile a las niñas.

-Bueno, vamos a la orilla y practiquemos. Empezaré con el casco burbuja.

Echo una carrera con Axel para ver quien llega antes, divirtiendome con mi mejor amigo. Al llegar lo hago sentarse...aunque dura sentado menos tres segundos, demasiadas ganas de jugar. Pero yo lo intento. Para enseñarlo.

Y sin más, intento hacer el casco.

Espero que no me pase como la otra vez...

Pero no ocurre. El casco burbuja se forma de manera, aunque no soy un experto, magstral.

-¡Si!