Partida Rol por web

Horus - II

¡Juntos! (Cap. III)

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04/03/2016, 11:00
Oliver Booth

Desperté como tantas otras veces: en una posición extraña, con la boca seca, tumbado en una cama deshecha y sin tener ni idea de qué hora era (y no estaba seguro del día). Mi incorporé antes de comprobar que era más pronto de lo que cabría esperar, pero aún así decidí que no era una buena idea descorrer las cortinas, el sol de Egipto desintegraría al instante a un vampiro como yo.

A todo esto le seguía siempre el mismo ritual: ducha, un poco de música, recreación en la ducha (esto sólo a veces), un poquito de agua y ropa de la montaña de la ropa limpia. Y con eso ya estaba listo para afrontar un duro día de resaca.

- Joder... tengo hambre - dije en un susurro.

Y enseguida recordé dónde estaba, en un maldito hotel de lujo donde la comida surgía de la nada continuamente. Un paraíso para un fiestero resacoso como yo. De modo que, tratando vagamente de reconstruir la noche anterior, abrí la puerta de la habitación y un repentino ataque de luz procedente del pasillo me hizo retroceder.

- Ehhhh... un momento - a tientas en la penumbra de la habitación palpé la superficie de una mesa hasta encontrar mis gafas de sol.- ¡Oh, yeah! No puedo ir a ningún sitio sin vosotras.

La vida cobraba sentido de nuevo, una vez que la odiosa claridad había sido apagada debidamente con las lentes oscuras. Entré en el ascensor y por primera vez fui consciente de la ropa que me había puesto. Era apropiado para el clima, desde luego, pero supongo que alguien podría sacarle algunos fallos estilísticos garrafales. Podía escuchar la voz de Nat diciéndole que los cuadros no pegan con las rayas.

Me dejé guiar por el olor hasta descubrir dónde estaba la comida y, aunque pude ver a todos sentados en una terraza charlando, decidí que era mejor idea servirme antes de ir. Huevos revueltos, bacon, uno de esos pastelitos orientales de frutos secos y un pedazo de café bien cargado. Con todas las provisiones me dispuse a reunirme con el resto, con suerte podrían contarme qué paso la noche anterior.

Estaba un poco ido, como de costumbre, así que no vi salir a aquella chica y por poco me choco con ella. Mis reflejos funcionaron y me aparté a tiempo. Luego me giré y vi que se escabullía a toda prisa.

- ¿Qué le pasa a...? ¡Ahí va, pasteles! - agarré un par de ellos como si fuese el fin del mundo.- Esto... ¡Buenos días a todos! Si es que todavía no es por la tarde...

Dejé todo lo que traía en la mesa, repartido de forma errática, y acerqué una silla para sentarme con ellos.

- Échate a un lado, Nat, hazle un sitito a tu amigo Oli - le dije mientras le empujaba ligeramente.

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04/03/2016, 14:10
Nathan Morrison

Nat se movió a un lado para dejar huevo a su amigo. Afortunadamente, la tumbona en la que estaba recostado era lo suficientemente grande como para dar cabida a dos culos pequeños como los suyos... eso sí, sentados y no recostados. Con la coyuntura, el bailarín se levantó para ir a la mesa dónde la muchacha del servicio, esa tan extraña, había dejado unos bollos que parecían estar llamándole a gritos. Probablemente la culpabilidad le haría matarse a abdominales más tarde pero, ahora que era un bailarín en paro tras haber dado por finalizado su primer y último trabajo y, más que nunca, al estar de vacaciones, igual se podría permitir algunos hidratos de más.

- Buenos días, Oli... sí, para tu información aún es por la mañana. Por cierto, muy elegante eso que llevas puesto. Pareces una mantelería... en fin. - concluyó con hastío.

Los dulces estaban exquisitos. Delicados, dulces y especiados... Una auténtica maravilla para alguien más que acostumbrado a flagelarse con el tema de la alimentación día sí y día también. La cuestión fue que para Nathan fue imposible reprimir un gemido de auténtico placer al morder aquella divinidad hecha de hojaldre y frutas escarchadas.

- Por cierto, ¿alguno de vosotros habla árabe? Lo digo porque no le he entendido absolutamente nada a la camarera y los días que estemos por aquí me gustaría ir a hacer un poco de turismo; Guiza, El Cairo, El valle de los Reyes... pero me da que con mi inglés me voy a perder "lo bueno". ¿Qué me dices Omar? Ya sé que eres británico pero, ¿sabrías desenvolverte en un bazar?

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04/03/2016, 23:44
Charlotte Dunne

Charlotte se apoyó en la mesa y se cruzó de brazos, mirando a su hermano, mientras escuchaba lo que este decía.

No sé cuanto bebió ayer, pero tuvo que pillarla gorda. Hace tiempo que no lo veo tan mal...¿Ninjas?¿Talludito de gimnasio? ¿Está delirando? Hay días que llega a asustarme.

-Es una droga de las duras de verdad, Sean... -le contestó Charlotte- ¡Qué incultura! Se llama i-bu-pro-fe-no. De verdad, ¡no sé que harías sin nosotros! Y eso de que haces de guardaespaldas de tu hermana, mejor déjalo, no sigas por ahí, porque no se quien está haciendo de guardaespaldas de quien en este viaje. Aunque tengo que reconocer, que ayer no cumplí, no debí dejarte solo visto lo visto. Si te ven papá o mamá así, ¡me desheredan!-negó con la cabeza cuando vio a su hermano hacer el indio con la pastilla, y decidió volver a prestar atención a la preparación de su café porque ahora sí que le hacía falta de verdad.

Al volverse la vio venir. Le llamó la atención desde el primer momento ya que no recordaba haberla visto antes por el hotel pero era innegable que era parte del servicio. ¡Y traía comida! Por que esa bandeja que traía no podía ser otra cosa. Sus tripas se revolvieron, inquietas, y solo pudo llevarse la mano al estómago y apretar, intentando calmar el hambre hasta tener a mano algo de lo que había sobre aquella bandeja.

Charlotte le sonrió, a la muchacha o a la comida, ni tan siquiera ella lo tenía claro, mientras la veía acercarse. Pero, cuando la muchacha llegó a la altura de la mesa, Lotti no miró el contenido de la bandeja, ni tan siquiera se acordó del hambre que tenía. Y la sonrisa se congeló en sus labios, olvidada. No podía quitar los ojos de la muchacha, algo la atraía a mirarla, algo quería despertar en su mente pero no sabía qué. Era como cuando una quiere decir una palabra en concreto pero es imposible acordarse de esa palabra. Sabía que estaba allí, en el fondo de su mente, pero no conseguía encontrarla. Era como querer agarrar arena del desierto con la mano. Toda la arena se escurría entre los dedos. Por eso, por estar pendiente de la chica, no se perdió la escena que tuvo lugar ente ella y Samantha.

Cuando la chica soltó la bandeja en la mesa, Lotti dio un respingo.

Eso no lo hace una camarera... a no ser que quiera una reprimenda se encontró pensando de repente mientras la chica se volvía caminando al hotel, sin poder apartar la vista de ella mientras se alejaba.

Y solo cuando Olivier, al que no había visto llegar, habló en la mesa con voz fuerte y despreocupada, se asentaron sus sensaciones ante lo que acababa de vivir. Pero no era posible, no tenía sentido, ninguno. Ella nunca había estado antes en Egipto, nunca había visto a esa muchacha antes, no había visto aquel hotel antes de aquellos días y era la primera vez que estaba desayunando allí, con aquel sol tan espléndido de fondo. Por eso, no tenía sentido la palabra que por fin había localizado para describir la sensación que la aparición que aquella muchacha le había provocado.

Déjà vu

En un instante, el sol había dejado de calentar, el hambre había desaparecido y la conversación que Olivier y Nathan estaba manteniendo era solamente un murmullo ininteligible a su lado. Lotti solamente prestaba atención a aquella sensación que la había invadido, pillándola desprevenida, con los ojos clavados en la espalda de la muchacha que volvía rauda al hotel. Cuando esta desapareció de su vista, el murmullo de sus dos compañeros de mesa, cargado de alegría, de despreocupación, de normalidad, hizo que tras unos segundos volviera lentamente la cabeza para buscarlos a los dos con la mirada. Y no encontró nada fuera de lugar, sino simplemente una conversación banal y sin importancia sobre los futuros planes de ese día. Ellos no habían notado nada raro, no estaban sorprendidos, aquella visita no les había provocado nada más que... hambre y ganas de desayunar.

El sol volvió a calentar y su estómago a rugir. Y de repente se sintió mal. Había tenido tantas ganas de ir allí y de vivir Egipto, que su mente, cansada de la noche anterior, le acababa de jugar una mala pasada. Se había sugestionado demasiado los días previos al viaje, recordando la historia de sus padres mientras que se las contaba a los hermanos Yaddow y comentaban cada detalle, y ahora, con la guardia baja, veía cosas raras. Que le pasara a Sean, depende del día tenía una explicación lógica, solo bastaba verlo esa mañana, pero que le pasara a ella... Tal vez debería tomarse un ibuprofeno. O dos. O irse a la cama, incluso.

Lentamente, buscó a Omar con su mirada. Era una tontería, pero si veía que él estaba preparando el café y los zumos como si nada, le pediría esos ibuprofenos. No pensaba comentar nada en voz alta de lo que acababa de sentir. Si lo decía, su hermano se reiría de ella por los restos, y no tenía ganas de aguantar aquel tipo de broma. Y, en todo caso, sabía que más tarde, podría hablar con Omar sobre lo ocurrido y se reirían juntos de las bromas que puede gastar una mente cansada y, quizás, aun bajo los efectos tardíos del vino blanco en su cuerpo.

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05/03/2016, 14:52
Omar Echenique

El seco golpe de la bandeja contra la mesa y la rápida marcha de la muchacha fueron seguidos por Omar que la observaba con seriedad. Tras ello se volvió hacia el grupo y su mirada quedó prendida brevemente de la de Charlotte, en un mudo mensaje difícil de interpretar. A ella siguió Estel. Esperaba ver entre sus manos la cámara, fiel utensilio del que nunca se separaba y que siempre empleaba en el momento más adecuado.

En una bandeja colocó todos los cafés que había hecho y se dispuso a repartirlos entre los presentes.

-Samantha -dijo al pasar por su lado invitándola a coger el café cargado que tanto parecía desear-. Nathan, pese a todo, un macchiato. Y en cuanto a tu pregunta, ¿acaso un pez respira bajo el agua? Mi madre es egipcia y no son pocas las ocasiones en que hemos visitado su país natal. Si quieres que te acompañe en una visita al bazar, no tendré problema en hacerlo. Charlotte -depositó ante ella el café y asintió brevemente-. ¿Me acompañarás a fumar un cigarrillo cuando acabes el café? Estel, ¿te sumas? -dijo volviéndose hacia ella y poniendo en su mano un café negro como la noche y sin azúcar-. Sean, ten, te vendrá bien -una nueva taza buscó su nuevo destinatario. Y luego volvió la cabeza de nuevo hacia Samantha-. Sam... Esa muchacha pareció reconocerte. Espero que en la fiesta de ayer no te excedieras con ella. Visto su gesto y sus formas, no parecía muy contenta contigo.

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06/03/2016, 18:34
Mike Yaddow

Mike estaba disfruntando del buen ambiente que había entre los amigos, parecía que muchos habían seguido en contacto a lo largo de los años y ahora que su hermana y Sam lo habían arrastrado hasta allí estaba dispuesto a conocerlos un poco más él también pues sus recuerdos sobre ellos eran nulos.
Una persona más conocida se acercó al grupo.

-Buenos días Sam. ¿Que tal estás?

Mike se levantó para saludar a su amiga con un par de besos, costumbre que había adquirido y desarrollado gracias a sus amigos latinos y a la que su amiga y su hermana estaban más que acostumbradas. Le indicó una silla a su lado para que pudiera sentarse. Como siempre iba hecha una buena muestra de la última moda o al menos eso le parecía a Mike que no tenía ni idea del tema. Casi a continuación llegaron Sean y Estel.

-Pum pum -Disparó Mike a Sean haciendo una pistola con sus dedos cuando pidió que lo mataran.- Veo que aprovechaste muy bien la fiesta de ayer, estás peor que yo jajajaja. Pero... ¿Que te dije? Te prometí diversión si venías y aquí la tienes, diversión y buena compañía. -Mike se acercó a Estel para recibirla con un par de besos.- Buaenos días mamasita linda. -Le dijo con una sonrisa en español con una extraña mezcla de acento latino e inglés.- Bueno ya estamos casi todos ¿No?

Si las cuentas no le salían mal y la cabeza no le traicionaba, cosa bastante probable aquella mañana, tan solo faltaban por llegar Oliver y su hermana. Miró su comunicador para comprobar la hora una vez más.

Que raro para Mel... Con las ganas que tenía de esta reunión me extraña que llegue tarde, a no ser que esté cambiandose de ropa una y otra vez...

-Sí tío, muy cascado. ¿Con cuantos Rolad Garrós se retiró? -Mike sonrió a Sean, no era la primera vez que discutían de deporte- Al menos así algún francés podrá ganarlo de nuevo ¿No? jajaja. Y mi hermana... -Mike miró a Sam para ver si ella sabía algo.- Sam ¿Tu la has visto? -No le dio tiempo a contestar pues una trabajadora se acercó con más comida para su desayuno, le parecía haberla visto antes, suponía que se habría cruzado con ella por el hotel aunque no caía en aquel momento. Le extrañó que se parara y se dirigiera a ella en un tono algo brusco.- ¿Que pasa Sam? ¿La conoces? ¿Que diablos te ha dicho? -Mike comenzó a comprobar su comunicador, lo había programado para traducir los distintos idiomas de la región y quizás podría averiguar que había dicho sin mucho esfuerzo. Como Sam llevaba más tiempo que cualquiera allí en el hotel quizás si que la conocía.- ¿Y has visto a Mel? Me extraña que no esté por aquí...

La llegada de Oliver dejó a su hermana como la más rezagada del grupo oficialmente, debía haber tenido una noche más movida de lo que él pensaba o unas dudas existenciales sobre la moda, desde luego nunca se presentaría con algo que pudieran criticar como había hecho Nathan azuzado por el propio Oliver.

-Buenos días Oliver. -Mike se acercó y ofreció la mano al recién llegado para un choque.- Me encantó vuestra presentación de ayer, se lo estábamos comentando a Nathan ahora. Nathan. ¿No tienes un comunicador? -Preguntó Mike algo extrañado enseñándole el suyo, a veces se olvidaba de que no todo el mundo estaba a la última en gadgets tecnológicos o sabía manejarlos.- Con él puedes traducir casi cualquier cosa al instante, si no sabes manejarlo te podemos enseñar.

De algo debía servir tener allí a un par de frikis informáticos y aquello era algo sencillo. Mike pareció absorto en la pantalla de su comunicador, primero escribiendo algo y después parecía hacer algún tipo de comprobación.

Cita:

Mel ¿Donde te metes? Ya están todos aquí, si en dos minutos no vienes iré yo a buscarte, espero que no te hayas dormido, menuda vergüenza nos vas a hacer pasar.

Se rió por lo bajo, él no se iba a avergonzar pero seguro que su hermana se lo tragaba y llegaba más roja que un tomate, como si hubiera estado bajo el sol todo el día, cosa que había hecho cada vez que le había sido posible por otro lado.

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06/03/2016, 18:49
Udjat

El traductor instantáneo te informa de la frase de la muchacha:

"Qué haces aquí...?"

Envías el mensaje a Mel. La respuesta te llega casi inmediatamente:

¡Esto mismo me preguntaba yo de ti. Bueno, de vosotros! Os estoy esperando en la terraza junto al oasis. Esto se está llenando de gente a marchas forzadas, os he guardado sitio en un par de mesas con sofás, pero ya me han preguntado un par de veces si estoy sola...
 

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06/03/2016, 19:22
Mike Yaddow

Mike levantó la mirada de su intercomunicador y sonrió a sus compañeros, la traducción de lo que había dicho la chica le daba una idea de lo que pasaba.

-Creo que ya se lo que pasó. La chica le preguntó que hacía aquí, creo que como la ha visto trabajando estas últimas semanas en el hotel piensa que es una empleada más y por lo tanto le extrañó verla con nosotros.

Sí, eso lo explicaba todo, a los empleados no se les permitía compartir las zonas exclusivas de los clientes, lo que la muchacha no sabía era que Sam no era una empleada del hotel estrictamente y por eso la confusión. Sintió una ligera vibración en la muñeca, seguramente un mensaje, quizás su hermana, miró de nuevo la pantalla.

-JAJAJAJA. Mel -Mike hizo un gesto con las manos entrecomillando lo que iba a decir.- "Nos está esperando ya en la terraza y nos está guardando sitio a todos." Jajajaja. -Mike intercambió una mirada de complicidad con Sam, ella conocía bien los despistes de su hermana.- Disculparme un momento, será mejor que vaya a buscarla antes de que se confunda de nuevo.

Mike hizo un gesto de despedida y fue en busca de su hermana, sería más rápido así que si le indicaban donde estaban y ella trataba de encontrarlos, pero al mirar su pantalla todos vieron como ponía cara de extrañeza y se quedaba parado en el sitio. Miró a su alrededor sin verla. ¿Como era posible? Su hermana no estaba allí pero el colgante... Solo había una explicación, su hermana debía haber perdido el colgante la noche anterior. Mike intentó acercarse lo más posible al origen de la señal mientras miraba por el suelo o en cualquier lugar donde pudiera haberse extraviado.

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06/03/2016, 20:29
Nathan Morrison

Nat sonrió ante la ocurrencia de Mike. La evidencia era que aquella mujer se había comportado de una manera tremendamente extraña y, sin embargo, el bailarín se negaba a dejarse llevar por teorías conspiranóicas. Aquello era otra cultura, otro país... si apurabas incluso se trataba de otro eje cronológico diametralmente opuesto al de Nueva York, Londres o cualquier otra ciudad del "primer mundo". Juzgar el comportamiento de la... ¿camarera? No solo era desacertado sino que, más aún, resultaba ofensivo.

- Joder... es el primer día y el servicio del Hotel aún está un poco verde, tampoco hay que guillotinar a nadie. Bastante que nos ha traído pasteles... porque Fadil, nuestro Cicerone, parece pasar de nosotros olímpicamente. ¿Os imagináis que aparecen Mel y él acarameladitos tras haber pasado la noche juntos? - Nathan sacudió la cabeza ante la evidencia. Aunque sonase a broma, la posibilidad no era tan remota bien pensado. - No es por picarte, Mike... pero te digo yo que Fadil tiene pinta de que, de proponérselo, no se le escapa una viva.

Por otro lado, a pesar de que trataba de entablar conversaciones y atar lazos, empezaba a ocurrir lo que más temía en aquellas reuniones de "antiguos alumnos"... grupitos. Omar, Estel y Charlotte parecía que no tenían suficiente aire en la terraza y querían desmarcarse para... ¿fumar? Más bien para cotorrear. Por supuesto eran bien libres y al canadiense no le importaba en absoluto pero si el objetivo de aquel viaje era sentirnos todos un poco más cerca los unos de los otros, aquella actitud era justamente la contraria. Y, en cierto modo, Nat la entendía y la reprobaba a partes iguales. Como con Oliver no se iba a sentir igual de cómodo con nadie y, sin embargo, si se había subido a este buque en dirección a villa amistad, esperaba, al menos, llevarse un souvenir.

- En fín... - apuntó Nat como conclusión a sus propios pensamientos. Agradeció con una sonrisa sincera el macchiato y sorbió quedamente la espuma. - Sí... por supuesto que tengo un chisme de estos. - señalaba a su comunicador. - Me gusta mucho la tecnología... no a vuestro nivel pero me apaño. La cuestión es que me apetece vivir una experiencia más auténtica. Igual es una actitud snob pero ir a un bazar en El Cairo con el traductor del comunicador es como ir a la ópera y ponerse los auriculares de traducción simultánea. Y teniendo a un medio egipcio... sería un desperdicio no aprovechar sus conocimientos. Pues eso... - completó ahora hacia Omar... hablando para todos, pero contando con él en primera instancia. - Si os apetece podemos ir esta tarde. Compraremos infusiones, azafrán, ungüentos afrodisíacos y tal vez una chilaba...

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06/03/2016, 22:42
Sean Dunne

Lottie, simpática, sé lo que es el Ibuprofeno. Solo ponía en duda que Omar me estuviese dando lo que decía que me estaba dando. Y sobre la herencia... Tengo malas noticias. Mamá y papá ya te han sustituido desde que te marchaste a Madagascar. Sustituída por un gato. Uno de esos gatos hipoalérgicos que dan tanta grimilla, para no hacer estornudar a papá. Se llama Montesquieu. Han montado un rascador en tu habitación, con niveles... Parece un poblado Ewok, o el maldito supermario bross, con tanta plataforma. Simplemente no puedes competir por el amor de papá y mamá: estamos hablando de un animal que deja menos pelo en el sofá que tú, no hay color.

Y yo seré el próximo en ser desheredado, en cuanto Montesquieu tenga crías...

Alzó la taza que le había entregado Omar, como en un brindis. A esa altura, Sean no veía el contenido de la porcelana. Podría ser zumo, como le pidió, o café pensando en su bienestar y el de su resaca. Tanto le daba. Bueno, el café le asqueaba en estos momentos un poquito más, por ser bebida caliente y estar en un hotel en medio del desierto a nosecuántos grados. El caso es que se lo pensaba beber igual.

Omar... ¡Eres el puto héroe del día! Me has salvado. No dejes que se te escape ese chico, Estel. Es oro puro.

La pastilla perdió el juego y depuso las armas en la garganta de Sean. La bebida preparada por Omar fue el punto final. Y mientras los activos del "Ibuprofeno" (si ese es su verdadero nombre) hacían sus efectos, restablecían sinapsis cerebrales o lo que fuese, Sean empezó a encajar las piezas.

Oye, Mike... ¿No será que está en la terraza de otro ala del hotel? Es solo una idea. Lo digo por si acaso es así.

No eran esas las piezas del rompecabezas que estaba uniendo. Sean se inclinó hacia delante en su silla para hablar en bajo al grupo.

Creo que yo puedo dar un poco de luz al misterio de la camarera friki. El caso es que esa chica me sonaba de algo. No sé cómo se dice en inglés... en francés es Déjà vu. Creo que se ha puesto nerviosa porque... ehm... creo que es la chica del servicio que me quitó la ropa mojada después de que anoche me bañase vestido en la piscina. Por eso estaba tan rara... ¿abochornada al verme, quizás?

Esas ya eran las piezas del puzzle, solo que encajadas de cualquier manera y aporreando los bordes con un mazo hasta que entrasen.

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07/03/2016, 00:02
Udjat

El colgante de Melyssa no está a la vista. Si el grado de precisión del gps es alto, acabas concluyendo que debería estar justo entre tus piernas. Y, evidentemente, no está.

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07/03/2016, 00:17
Estel Highwater

- Antes necesito un café - . Los hombros de Estel se encogieron al sentir el suave cosquilleo que el aliento de Omar le había provocado en el cuello. Le respondió y se volvió al escuchar a su amiga Loty saludándola. Una sonrisa se dibujó en sus labios cuando ésta le revolvió el cabello, pero antes de llegar a responder a su saludo entró una de las muchachas nativas que trabajaban en el hotel. Los ojos de Estel fueron de la bandeja que portaba a la mirada afilada que exhibía. ¿Pero qué...? Sus pestañas aletearon y sus manos se dirigieron veloces al interior de la bandolera que llevaba cruzada por delante de su pecho. En un segundo la cámara ya estaba preparada, sus pupilas se dilataron mientras se concentraba para buscar el mejor encuadre y su índice empezó a apretar sucesivamente el disparador. Estel se alejó unos pasos y fotografió la expresión de la nativa cuando increpó a Sam. La fotografió de espaldas y cuando se alejaba a toda velocidad. Finalmente bajó la cámara y cruzó su mirada con la de Omar, alzando ligeramente una ceja. Ell també ho ha sentit. Pensó y deslizó su mirada hacia Loty, consciente, por la expresión de sus ojos, de que ella también había sentido algo. Asintió a Omar y cogió el café que le ofrecía. Llevó la taza a los labios y dio un pequeño sorbo, dejando que el líquido negro y amargo se deslizara por su garganta. Saboreó su textura y cuando sintió que calentaba el frío que se había instalado en su estómago se permitió sonreír.

Una risa clara escapó de sus labios al escuchar el saludo de Mike. Parecía haber olvidado la extraña sensación que le había dejado aquella nativa, aunque sus ojos no reflejaron la risa, se mantuvieron serios y reflexivos. 

Escuchó a Nathan proponiendo visitar el bazar aquella tarde y asintió con un suave gesto de cabeza. - Sí, seguro que está bien. Aunque deberéis tener cuidado y dejar que sea Omar quien regatee - . Comentó, volviéndose a mirarle y guiñándole un ojo. Llevó de nuevo la taza a sus labios y volvió a saborear el fuerte y amargo café. Mientras escuchaba a Sean metiéndose con su hermana, cogió de nuevo la cámara y empezó a hacer alguna foto, buscando como siempre sacar la mejor parte de sus amigos. 

- Oliver, Nathan, recordadme que después os enseñe las fotos que os saqué ayer. Quizás os pueda interesar alguna - Les dijo y, al sentirse aludida, se volvió a mirar a Sean con una sonrisa traviesa bailando en sus labios. - Sean, cielo, eso lo descubrí hace muchos años - .

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07/03/2016, 06:07
Mike Yaddow

Definitivamente algo no estaba bien, su hermana o el colgante tenían que estar allí como indicaba la señal y no había rastro ni de uno ni de otro.

¡Maldita sea! Seguro que se estropeó, cuando los probé en casa funcionaban bien.

Miró de nuevo a su alrededor algo desconcertado, si el gps no funcionaba tendría que buscar a su hermana a la antigua usanza. Mike salió de su ensimismamiento particular cuando Nathan insinuó que su hermana podía estar con Fadil, no ocultó su desagrado pues seguía sin fiarse mucho de aquel tipo que los había arrastrado hasta allí en un viaje que para Mike carecía de sentido, por fortuna estaba seguro que su hermana no iba a tener nada con Fadil.

-Sí... parece uno de esos, pero mi hermana no está interesada en él. Creo que Sean tiene razón, debe estar en alguna otra terraza, será mejor que vaya a buscarla.

Mike hizo una foto de su terraza donde salía casi todo el grupo para mostrarle a su hermana que estaba equivocada y se la envió junto con un mensaje.

Cita:

Estás en la terraza equivocada. Mándame una foto o dime donde estás que voy a ir a buscarte, en el hotel debe de haber varias terrazas junto al oasis.

Mel siempre tan despistada, el único fastidio era que no podía rastrearla con su nuevo juguete, así sería todo más fácil.

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07/03/2016, 11:01
Comunicador

La pantalla del comunicador te muestra una foto hecha exactamente desde el mismo lugar en el que te encuentras.

Sólo que en vez de verse a tus amigos sentados, las sillas y el par de sofás están vacíos.

Sin embargo, en una mesa cercana, y más al fondo, pueden verse muchas otras personas: clientes del hotel desayunando, gente que ayer viste entre los invitados. Incluso ves cabezas de gente nadando en el lago del oasis. También puedes ver camareros y camareras uniformados sirviendo las mesas, y un largo mostrador repleto de comida a modo de buffet en un rincón de la foto.

Aquí, sin embargo, no hay nada de todo eso.

La foto se acompaña de un comentario de tu hermana, sin duda en respuesta a tu propia foto:

"No entiendo nada..."

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07/03/2016, 11:10
Udjat

A pesar de que todos os estáis dando cuenta de que pasa algo raro, las reacciones son diversas, y cada uno lo procesa a su modo, mejor o peor, de modo más dramático, humorístico o escéptico.

Notas de juego

Todos, una tirada oculta de "Darse cuenta": un d100 dificultad 80.

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07/03/2016, 11:47
Nathan Morrison
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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07/03/2016, 11:54
Charlotte Dunne
- Tiradas (1)
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07/03/2016, 12:02
Oliver Booth
- Tiradas (1)
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07/03/2016, 12:07
Mike Yaddow
- Tiradas (1)
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07/03/2016, 12:07
Udjat

Si, hay algo raro. Lo de Mike y su hermana Mel, por un lado. No acabas de ver si le está gastando una broma a su hermano, o qué. Y lo de la chica nubia, por otro, sea lo que sea que digan todos.

Pero, aún así, no aciertas a dar con una razón convincente que te disipe esa sensación, o que te la explique.

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07/03/2016, 12:09
Udjat

Si, hay algo raro. Lo de Mike y su hermana Mel, por un lado. No acabas de ver si le está gastando una broma a su hermano, o qué. Y lo de la chica nubia, por otro, sea lo que sea que digan todos.

Pero, aún así, no aciertas a dar con una razón convincente que te disipe esa sensación, o que te la explique.