Partida Rol por web

La flecha de la pícara voló dios sabe donde. Grundar no acertó con su siguiente ataque, pero el porcino enemigo si notó los ataques de Shaun un la hechicera, que desangraron de tal manera al animal que nadie sabía como seguía en pie.

Dió un pasito hacía el clérigo para tratar de zarandearlo con sus colmillos, pero las heridas eran muchas y falló su ataque contra el extraño Michaels.

No me movía de mi sitio y continue disparando flechas normales. Esperaba acertar esta vez, tras fallar mi anterior disparo.

vamos cerdo! Comete la flecha y muerete! Grite desganada con ansias de que muriera el dichoso animal. Sin duda ya parecía haber recibido bastante daño, pero se mantenía con vida.

Anecteia escribió:

"¿Por que lo dices? ¿Te pasa a ti cuando intentas pensar algo?"
"Nada, nena. No te esfuerzes y eso de pensar, déjale eso a los mayores" dice clavando sin preocupaciones la espada en las tripas del monstruo

Grundar aprovechó que el bicho se distraia para darle un buen hachazo por la espalda.

- Vosotros dos, dejar de hablar y golpear más fuerte, que si no no acabamos, gruñe el semiorco a sus parlanchines compañeros mientras retira el hacha de la espalda de la criatura

Al parecer resultaba: cuanto más espoleaba a Shaun, más competente se volvía. Habría que hacerlo con frecuencia para que no cayera en la autocomplacencia y molicie, demostrando que cuando se confiaba podía ser MUY decepcionante.

- Claro, viejo. El pensar es cosa tuya. Hay que ejercitar ciertos músculos eventualmente, no vaya a ser que se anquilosen - asintió conforme con el clérigo, mostrando una macilenta sonrisa y tratando de zanjar la batalla de puyas entre ellos.

No se molestó en atacar al monstruo. Después de los brutales ataques de sus compañeros, Anacteia supuso que el bicho estaría más que muerto. Pero sí se molestó en dar un pasito hacia atrás y lanzar un conjuro.

Ante todos esos golpes de los combatienetes, el enorme y porcino animal no pudo más que caer de un golpetazo al suelo, desangrado por sus múltiples heridas. En ese momento, Anecteia trató de localizar algún foco mágico, pero lo que detectó fue como se disipaba la poca magia que envolvía al ser que ahora estaba muerto a sus pies. Parece que Lord Calabozo siempre fue aquella enorme bestia y era la magia de Anreip lo que ocultaba su verdadero ser hasta el final.

Algo de luz sigue entrando por las tímidas ventanas de las paredes que adivinan algo de claridad en el día. Al fondo de la estancia, continúa cerrada la única puerta.

Tras asegurarse de que la bestia esta bieb muerta, SHAUN MICHAELS saca su varita magica y empieza a cuidar las heridas del grupo.

"En el nombre de Feronia y por la fuerza de SHAUN MICHAELS. SHAUN MICHAELS ¡¡¡¡SHAUN MICHAELS!!!"

Tras asegurarse de que estamos en forna "¿Algo mas? Salvo por ti, Anecteia. Ya he diagnosticado lo tuyo... y me temo que no tiene remedio"

"Es una enfermedad, y de origen orienral de hecho. La llaman...TSUNDERE y sep. Tienes todos los sintomas"

Tras un rato de búsqueda por parte del clérigo, se da cuenta de que el porcino animal no tiene nada encima, al igual que los cadáveres de los perros que yacen en el suelo. Shaun se pone a tantear la pared en busca de puertas secretas, aunque lo único que encuentra es la puerta de salida, al exterior presumiblemente.

"Chicos, Via libre" dice cargando con dos jamones porcinos.

SHAUN MiCHAELS se dirije hacia la salida.

- Oh, caramba ¿Que has encontrado aquí? ¡Una puerta! Buen trabajo, Shaun. No sé que haríamos sin ti, querido - dijo con teatral mordacidad la joven, acercándose a la evidente puerta que vieran desde el principio.

La hechicera trató de escuchar algún tipo de sonido al otro lado.

"Sep, se que si no te la señalo, te creerias que es un armario"

El semiorco sintió la calidez en su cuerpo al ver como las heridas causadas por el viejo desaparecian de su piel. Fuera de peligro, el druida volvió a su tamaño habitual.

Se acercó al bicho y escupió sobre su cadaver. - Ni se te ocurra volver a levantarte, por Gorum

- Grundar te agradece la curacion, Shaun. Estoy harto de este sitio, el druida se acerca a la puerta y le echa un vistazo por si tiene alguna trampa, en cuanto me digais la abro y nos vamos de este agujero

Supongo que las puyas las podeis dejar de lado, Shaun y Anacteia. Debemos salir de la prision y buscar la libertad. Espera un momento Grundar. Te ayudaré a revisar la zona por si hay alguna trampa oculta. Con ese mago apareciendo a cada momento, no podemos esperar nada bueno.

Tras ver al cerdo derrotado, y como Shaun encontraba la puerta de salida, me pongo a revisar los alredores para buscar trampas.

Tras mucho rebuscar y comprobar la no presencia de ningún tipo de trampa, decidís abrir la puerta que, presumiblemente, da a la salida o al exterior, al menos. Nada más abrirla, una brisa de aire fresco inunda vuestros pulmones y la luz del día os hace entrecerrar los ojos.

- ¡Veo que lo habéis conseguido, pero ya es demasiado tarde! ¡Tengo lo que buscaba! ¡Adiós, entrometidos! - Gritó el mago Anreip, mientras salía volando a lomos de una especie de bestia con alas, similar a un grifo por lo que podíais comprobar.

En el suelo, de donde ha salido volando el malvado mago, yace un cuerpo arrodillado que, mientras lo observáis, se derrumba en el suelo.

"No mueras!"
Si Anreip ha dejado caer a alguien, entoncws estara malherido. O quiza casi muerto. A toda prisa, SHAUN MICHAELS se lanza hacia la humildw víctima con unnconjuro de sanar en sus manos.

"RESUCITA!!!!!"

Anacteia observó detenidamente a Anreip, elevándose y huyendo con una montura alada. En el suelo dejaba a alguien malherido o moribundo.

La hechicera conjuró de nuevo un Detectar magia y se acercó hacia el caído, sobre el que Shaun, frenéticamente, se abalanzaba con la intención de sanar, con pose trágica.

Mientras el clérigo le hacía el boca a boca, la joven arcana echó un vistazo al cuerpo. Tal vez tuviera algo interesante mágico para ojear.

- Oye Shaun ¿Que puedes decirnos de tu pariente Anreip? Parece que lo conoces muy bien - dejó caer mientras observaba a la persona caída.